Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dos vidas, un adiós. por ShinyOdaya

[Reviews - 117]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holis :D

Siento de veras haber tardado tanto, pero es dificil O^O

Ya es el capitulo 19 jeje muchisimas gracias por vuestros reviews :D se os quiere muchisimo ^^

Disfruten del caaaap ;)

POV.TAEMIN

 

¿Kim Jongin? ¿Quién era? ¿Asesinato? ¿Minho había matado a alguien?

-Minho…

-¿Asesinato?- Repuso enfadado alzando la voz.

-¿Cree que es oportuno hablar sobre esto delante de él?- Me removí incomodo en la cama, me había señalado.

-Esto no tiene nada que ver con él- Gruño Minho.

-Yo creo que si- El segundo hombre trajeado habló de repente.

Minho me miró con la duda en su rostro, yo no había hecho nada, aunque no supe si se refería a eso. Pero un pensamiento me había dado golpes en la cabeza desde que esos dos hombres habían abierto la boca.

-Minho ¿Quién es Jongin?- El llamado cerró los ojos

-Kai- Su nombre me produjo un escalofrío en toda la columna, pero cuando paso me puse a relacionar conceptos

En teoría Kai estaba muerto, en teoría Minho había matado a Kai

-¿Lo hiciste?- Mi voz sonó temblorosa, no quería creer que Minho lo hubiese hecho

-¿Qué? ¡No!- Encogí un poco mis piernas.

La cabeza empezó a darme vueltas, de repente noté un calor sofocante, haciendo que apartara las sabanas de encima, no supe porque lo hice, así que encogí mis piernas por completo, arropándome las rodillas.

-No me mientas…

-Tae, no te estoy mintiendo…- Él estaba asustado, sus ojos se habían vuelto más grandes de lo que eran, pero yo no sabía que pensar.

Él tenía razones suficientes, y tiempo tampoco le había faltado, porque aun no se había dignado a decirme que había estado haciendo con el Jonghyun ese. Toda la confianza que había sentido y que poco a poco había ido desapareciendo, se esfumó por completo.

-Choi, acompáñenos- El hombre trajeado volvió a hablar.

- No iré a ninguna parte…- El hombre más alto crispo su rostro y buscó en su bolsillo.

Me encogí sentado en la cama expectante y rezando para que fuese lo que fuese que estaba sacando de su bolsillo no fuera peligroso. El trajeado mostro una placa, brillante y bien cuidada.

-Policía… Investigación del crimen para ser exactos- Me pareció ver a Minho rendirse-  Se lo vuelvo a repetir, acompáñenos, no nos haga montar un numerito.

Minho me miró y me dijo algo que no escuche, solo podía sentir el frio que dejaban sus pasos al alejarse, iba a irse y yo no podía impedirlo de nuevo.

-Tae...- Sentía que pronto explotaría por culpa del estrés que causaba toda esta situación, el calor se intensificaba y temía ponerme a hiperventilar.

-Choi…

-¿No ven que está mal?- Gritó ante mi cara- Escúchame, no salgas- Mis ojos inconscientes buscaron los suyos- Solo será una conversación estúpida.

Asentí sin querer, cegado por la belleza de ese rostro serio, que se preocupaba por mí. Se separó de mí y acompañó a esos hombres a la puerta, salieron, la madera se quedó unos segundos entreabierta, los que aproveché para apoyar los pies en el suelo y levantarme de una vez de esa cama.

Algo me decía que nada iba bien, no estaba preocupado, bueno si que lo estaba, era débil y estaba solo y fuera de mi habitación se estaba llevando acabó algo contra mi novio, nada de lo que preocuparse, solo le habían inculpado de asesinato. Me acerqué un poco más con la finalidad de escuchar algo, lo que fuera, que me diera una pequeña esperanza, pero eso no pasó.

La puerta se cerró de golpe con un estruendo aterrador que hizo temblar las paredes, grité por el susto e inmediatamente me tapé la boca. Corrí a abrirla de nuevo y a asomar mi cabeza al pasillo, allí no había nadie.

 

POV.MINHO

 

-¿Qué quieren exactamente?

-Creo que hemos sido claros- El más alto y el que también tenía las fracciones más duras se había colocado frente a mí, en una posición calmada, supuse que quería evitar que saliese corriendo.

-Pero yo no he hecho nada…

-Eso si no te importa lo hablaremos en comisaria- ¿Desde cuándo había dejado de tratarme de usted?

-No creo que eso sea posible, tengo que cuidar…

-Hay cuatro testigos que te culpan- Me tendió las esposas, sabia quienes eran esos cuatro hombres- Eres el testigo principal Choi

Se atrevieron a esposarme, a empujarme por los pasillos del hospital, aun no cabía en mi asombro, no sabía si creer toda esta mierda.

La gente que pasaba por los pasillos se apartaba para dejarnos pasar, murmuraban, exclamaciones de sorpresa entre la gente que conocía, que no se podía creer, que el preciado Choi Minho que prácticamente vivía en el hospital, el que había encantado a todos y cada uno de los trabajadores.

Se iba con las manos esposadas a la espalda, mientras dos tíos le empujaban.

Cuando vi a Onew, sentí que no todo estaba perdido. Él ni siquiera se dio cuenta de que me acercaba con ambos hombres vigilándome las espaldas. Levantó la cabeza justo para verme la cara, en un movimiento rápido enterré mi rostro en su cuello simulando un abrazo, el me abrazó por los hombros.

-Ves con Taemin por favor- Respiró hondo- Corre, y no dejes entrar a nadie, a nadie ¿Entendido?- Asintió- Por favor…

Me separó de él y me miró con los ojos tristes, pero con el rostro impasible, simplemente asintió de nuevo.

-Solo veré de que se trata esto, no he hecho nada te lo juro…- El cómo me miraba, me hacia querer llorar, desconfiaba de mi.

Quería haberle dicho algo más pero me empujaron de nuevo, esta vez a través de las puertas transparentes, fuera del hospital.

 

POV.JONGHYUN

 

Noona aparcó lentamente, apagó el motor y me miró apenada, pero pronto se dibujo una sonrisa en su rostro. El edificio gris que se veía a lo lejos, aburridamente cuadrado, rodeado por un jardín extenso lleno de colores le daba un aspecto alegre, al contrario de los sentimientos de aquellas personas que entraban y salían de aquel lugar triste en su mayoría.

Noona se quitó el cinturón y yo me quite el mío, la cabeza me dolía horrores y tenía que respirar por la boca debido a que mi nariz se encontraba cruelmente taponada.

En lo que me di cuenta mi hermana ya había dado la vuelta el coche y esperaba a que abriese la puerta a mi lado y saliese de allí. Así lo hice, con un poco de torpeza, pero conseguí quedarme de pie fuera del auto.

Con una mano en el hombro ella me acompaño en los pasos, cruzando la calle. Había poca gente fuera en estos momentos, todos estarían dentro dándoles el pésame a los familiares más cercanos.

-Woohyun está dentro- Me costó entenderla.

El tamaño de aquel edificio me intimidaba, y más sufría por lo que sabía que había dentro, rostros adoloridos, lagrimas saladas y él.

-Debería ir…- Se lo dije a mi hermana, pero necesitaba decirlo en voz alta para mentalizarme yo también.

Subimos las escaleras grises que daban la entrada al tanatorio y entramos en la recepción, unas paredes marrones nos dieron la bienvenida. Ya había estado en uno antes, y la experiencia no había sido agradable en ningún sentido.

Nos desviamos por uno de los pasillos, no nos hicieron falta indicaciones ni nadie que nos dijera la sala, porque Woohyun estaba allí, de pie en medio del pasillo, vestido también de negro.

Nos acercamos a él, y el frio que producía este lugar se me coló por las costuras del traje.

Sentí los brazos de mi amigo rodearme en modo de saludo, entonces me di cuenta de que no quería estar allí, que el dolor me atacaba de nuevo y que si entraba en esa habitación, me echaría a llorar otra vez y crearía malestar allí donde estuviese.

-No sé si puedo…- Las lágrimas empezaban a escocerme en los ojos.

-Mírame- Las manos cálidas de mi Noona acariciaron mis mejillas- Si quieres irte, está bien Jongie… yo te llevo a casa, pero creo que deberías pasar, por lo menos para que los señores Kim sepan que has venido.

Asentí ante la razón de sus palabras, tan certeras y propias de mi hermana. Woohyun asentía tras su espalda. Me encaré a la puerta y mi amigo la golpeó con los nudillos, recibió una respuesta y pudimos pasar.

-Estamos contigo Jongie…

Para mi sorpresa no había mucha gente y la mitad de esas personas eran desconocidas para mí, reconocí a varios miembros de la familia Kim, sus abuelos y su joven tía, con el que parecía su esposo.

Pasamos de largo de algunas personas que no conocía, era completamente guiado y empujado por mí hermana.

La sala estaba decorada con un estilo minimalista, algunos sofás negros se esparcían por la habitación, donde algunas personas descansaban, una gran mesa con algo de beber se extendía en una de las paredes. Solo de pensar en comer o beber algo en estos momentos hacia que mi estomago se revolviera. Algunas coronas de flores o ramos sueltos decoraban algunos rincones, olvidadas, flores hermosas que compartían el sentimiento, ahí se pudran.

Avancé demasiado, tanto como para ver la barrera de velas encendidas que había rodeando un ataúd, negro como la misma noche sin estrellas, negro como sus ojos.

Me giré de golpe sintiendo las lágrimas resbalar por mis mejillas, con los ojos muy abiertos y temblando tanto que creí que caería en ese preciso momento. Lo había visto, había visto a la señora Kim llorar de nuevo,

-Eh, Jongie… -Noona intento secar mis lagrimas sin resultado aparente- Vamos no llores- Pero ella también estaba flojeando.

No quería darme la vuelta, sabía lo que había a mi espalda y algo me decía que me quedaría allí, desprotegido.

-Jonghyun…- Reconocí la voz, pero no quise girarme, noté la mano grande en mi hombro- Jonghyun…

-No…- El señor Kim me obligó a girarme, su rostro estaba marcado por grandes arrugas oscuras, bolsas bajo los ojos rojos y una mueca de tristeza permanente.

Aunque intenté resistirme  acabé cediendo ante la poca fuerza del señor Kim contra mi persona, siendo literalmente arrastrado en dirección  a donde se encontraba la señora Kim, ella se giró al oír nuestros pasos.

-Me alegra que hayas venido- Yo simplemente no sabía que decir, solo quería ponerme a llorar y gritar el dolor que oprimía mi pecho.

Con la mano de mi hermana en mi hombro derecho, y la mano de Woohyun en el izquierdo, el señor y la señora Kim me invitaron a despedirme de nuevo de él. Noté como dos piedras ásperas bajaban por mi garganta para posarse en mi estomago, provocándome un dolor puntiagudo e intenso difícil de ocultar. A un paso y con la mirada en frente, sentí mis piernas temblar, cadenas oxidadas presionaban mi pecho al punto de no dejarme respirar bien. Me obligué a mi mismo a bajar un poco la mirada y verlo.

Tras el cristal que componía una parte de ese ataúd, hermoso, rubio y dormido para siempre. Las marcas de las heridas habían desaparecido y había una gran rosa blanca acomodada en su pecho, era parecido a cuando estaba en coma, con la diferencia de que su pecho ya ni subía ni bajaba y que no podría escucharme de nuevo.

Lágrimas, mis pensamientos se arremolinaron en mi cabeza luchando por existir y salir a flote, mi cerebro intentaba comunicarse con los músculos de mis piernas para salir corriendo de allí.

Pero como a mi cabeza le gustaba verme sufrir, miré de nuevo, esta vez con más detenimiento, las manos en mis hombros se apretaron más. Y como había predicho, me derrumbé.

Esos pequeños y hermosos labios en forma de un perfecto corazón, pálidos, labios que ya no volvería a besar, esas perfectas orbes oscuras que se escondían tras esos parpados que ya no se volverían a abrir. Su voz, ya no existía, ya no había nadie que me quisiera de la misma manera que lo hacia él.

Apoyé la mano en el cristal y repasé el contorno de su rostro, quieto y en paz. Sin darme cuenta apoyé la otra mano, la frente en la fría lámina transparente, y nos arropé con mis brazos, dejando solo a mi vista un rostro tan perfecto, que se perdería para siempre.

Lloré, llore como un niño pequeño, lloré como no había llorado nunca, con el puro sentimiento de que ya nada volvería a ser lo mismo, que yo ya no era nadie en este mundo y que mi corazón se iba con él.

-Kibum, no…- Le llamé por su nombre, me sentí extraño, pero solo unos instantes.

 

POV.MINHO

 

Estaba a punto de partirme de risa, encerrado en un coche que olía a cigarrillos y tela quemada. ¿Qué clase de broma era esta? ¿Acaso hablaban en serio? Las ganas de golpear algo aumentaban por segundos y aunque tuviera las manos esposadas, las piernas las tenía libres de cualquier opresión.

-Creí que unos policías de su nivel tendrían posesiones más valiosas- Golpeé el sillón de delante con el pie

-Cállate Choi

-Miren, yo no he hecho nada- El policía sentado a mi lado en la parte trasera suspiro frustrado

-Te hemos dicho que eso lo veremos en comisaría, no nos obligues a taparte la boca Choi- Pegué otra patada al asiento de delante

Si los problemas pudieran aumentar de rango, este no podría subir más de nivel.

 

Llegamos al edificio que se hacía llamar comisaria, o por lo menos había un gran cartel azul donde lo ponía, bien grande. Por un momento pensé que aparcaríamos en la puerta y me obligarían a humillarme públicamente, pero, en teoría era un asesino, así que entraron al recinto y lo rodearon. Algunos agentes, estos si vestidos con los uniformes que tocaban, esperaban con los brazos cruzados.

Empezaba a pensar que esto iba enserio y por una parte me asustaba.

El trajeado bajó del coche deprisa y abrió la puerta a mi izquierda, tenía dos piernas y sabia andar ¿Por qué demonios tenían ellos que cogerme y empujarme?

-Traemos a Choi Minho- Dijo el agente que me tenia agarrado de los brazos cuando cruzamos la puerta protegida por dos hombres.

-De seguro esos cuatro se alegran de verle- Y yo también me alegraría de verlos a ellos.

Pasamos algunos pasillos, rejas por todos los lados, pero no conseguí ver a nadie tras ellas. El ambiente se estaba volviendo frio además de  siniestro, y, lo que vi detrás de la rendija de cristal de una de las puertas que vi, me hirvió la sangre. Aquel policía abrió la puerta y me hecho  dentro, empujándome como si fuera un saco de basura.

-Pero mira a quien han pillado- Esa voz chillona, no me había dado tiempo ni a analizar la habitación y ya estaba Zelo poniéndome de los nervios- Que cabron eres, mira que hacer tal cosa…

Me pare delante de la puerta, una mesa con tres sillas ocupaban el centro de las estancia de paredes blancas y suelo metálico, G.O y Zelo ocupaban dos de esas sillas, mirando en mi dirección. Seungri, sentado en el suelo, reía ante el comentario de su compañero y demasiado apartado, en una esquina, estaba Luhan, su expresión sombría no me daba muy buena espina.

-Bueno Minho ¿Qué se siente?-  Miré a Seungri intentando que la confusión que sentía no se apreciara demasiado- Sed de venganza… ¿Eh?

Por lo menos no era el único con las manos esposadas a la espalda.

Se oyó un pequeño golpe sonoro, Luhan había pateado la silla sobrante, que ahora yacía en el suelo.

-Lo mataste- No era una pregunta, y sus gruñidos me recordaban a un perro rabioso- Lo mataste ¿Verdad?

-Mira, yo no hice nada, no tengo ganas de pelear, así que dejar de lanzarme mierda encima ¿Mmm?

-¡Lo mataste!- Sin haberlo visto venir, Luhan saltó la mesa y se encaró hacia mi

-Pero míralo, el Luhan se pone violento…- Zelo se burlaba, no le abría sobrado una patada en la boca.

Luhan se había vuelto una mancha borrosa, se movía rápido intentando golpearme con sus rodillas o sus hombros, tener las manos en la espada no ayudaba mucho a esquivarlo y me había llevado ya un par de golpes.

-Lo mataste- Me repetía una y otra vez antes de abalanzarse.

-Lo tienes difícil Choi, le has tocado las narices- Gire unos segundos para ver como Seungri se sentaba en la mesa para dejarnos nuestro sitio-  Kai es un tema delicado….

-¡Cállate!- El rubio delgado se giró a gritarle a su compañero- ¡Cállate! ¡Él no tiene porque saber eso!

Unos minutos de silencio inundaron la pequeña habitación, pasado ese tiempo se escucho a coro una risita molesta. ¿Saber el que? No me importaba.

-Un momento…- La lucidez entró en mi cabeza- ¿Estabais liados?

-No, eso nunca paso- Zelo habló en ese momento- Digamos que fue un amor unilateral- Y rio ante su chiste.

-¡Que te calles!- El rubio estaba rojo de ira, o de vergüenza, o tal vez de dolor.

-Luhan la bronca no es con nosotros- La voz de G.O sonó por un momento, nunca la había oído y me pareció el sonido más triste y aburrido del mundo.

Como si pareciera haberlo recordado Luhan se giró y se enfrentó a mí, cara a cara, sus ojos centelleaban un poco húmedos, pero no se pondría a llorar, no delante de los que creía sus compañeros.

-Luhan, yo no hice nada…

-¿Cómo que no? Tienes motivos suficientes- Su voz sonó como un siseo de serpiente venenosa- Le apaleaste…

-Sí, pero no lo mate…- Su mirada me dijo que haría lo que fuera por no creerme, se separó de mí, dejándome disfrutar de la luz artificial de esa sala, pero aun tenia esos ojos marrones observándome.

-Pienso acabar con el niño que me lo quito de esa forma Choi- Mis músculos se tensaron- Si pensaste que un pequeño milagro logró que lo salvaras, estas equivocado- Sonrió de medio lado- Pienso matarlo Minho, pienso acabar con Taemin de la misma forma que acabaste con Kai y así sufrirás lo mismo que estoy sufriendo yo.

Podría soportar que me insultaran, que me humillaran o que me golpearan, pero nunca permitiría mientras estuviera vivo, que alguien amenazase a Taemin de esa forma. Cuando me di cuenta mis manos ya pasaban por debajo de mis pies y con un perfecto salto doblando mis rodillas mis manos quedaron esposadas, pero ante mí, me abalancé hacia su cuello, con el único cometido de decapitarle, le zarandeé bruscamente con el propósito de tirarle al suelo. Pero algunos pares de brazos me sujetaron, forcejeaban conmigo intentando inmovilizarme, por un momento pensé que eran los otros tres estúpidos que estaban sentados a mis espaldas, pero en cuando vi las placas relucientes sobre sus gastados uniformes, supe que me habían pillado intentando matar a Luhan. Un punto a mi favor, bien.

 

POV.JONGHYUN

 

Woohyun olía bastante bien, perfumado para la ocasión. Mi cabeza enterrada en su cuello no dejaba de dar vueltas y más vueltas y estaba empezando a marearme. La sala se había quedado vacía hacia horas, pero los señores Kim no se atrevían a quedarse solos hasta la hora del cierre, ellos habían insistido en que nos fuéramos, en que yo estaría especialmente cansado y que tenerme allí era una tortura.

Pero, yo sabía que dejarlos solos seria una crueldad, y solo nos quedaría quedarnos hasta el cierre, por compasión y porque yo tampoco quería dejar ir a Kibum.

Empezaba a divagar, miraba como el pelo de Woohyun se movía ligeramente por culpa de mis respiraciones y me fascinaba. Las velas que rodeaban el ataúd se habían apagado ya todo estaba recogido. Mi hermana me miraba a mí y después a la puerta, esperando y rogando que entrara alguien para poder sacarme de allí cuanto antes.

-Deberíamos irnos

-No pienso dejarles solos

-Jongie- Su mirada era la preocupación total.

-Estoy bien…

Hurgó en el bolsillo de su americana y fuera lo que fuese que encontró, me lo tendió con la mano cerrada. Mi amigo curioso también giró la cabeza en cuanto escucho el suave y relajante tintineo de aquella llave de plata, mi primera reacción fue esconderme de aquel condenado objeto que brillaba a la luz de las miradas de las cuatro personas restantes de esa habitación, el objeto desencadenante de todas mis estúpidas desgracias.

-Es tuyo Jonghyun- La voz de Woohyun sonaba incluso más grave si estaba enterrado en su cuello

-Es de Key…

-No, ahora es tuyo- No quise mirar como mi hermana se acercaba con ese colgante en las manos, Woohyun me obligó a separarme de él, sentí frío, pero me congelé cuando note algo helado sobre mi pecho cubierto con la camisa.

Pesaba más de lo que recordaba, pero una sensación más cálida me recorrió la espina dorsal. Sentí sus labios contra los míos, su cabello rozándome con las mejillas, sus manos en mi espalda, su corazón en mi pecho…

Me levanté, pensaba quitármelo de golpe, pero no quería, no podía mi cuerpo no me dejaba. Le sentía cerca, demasiado, y me hacía sentir bien.

-Ya… casi es la hora, podéis iros- Mi hermana asintió y Woohyun se levantó cogiéndome del brazo, ambos se despidieron con una larga reverencia.

-Adiós, cuídense, les veremos más tarde- Asintieron

-Jonghyun…- Me paré a ver los ojos felinos de la señora Kim- A Kibum le encantaba tu sonrisa

Y con esas palabras aun entrando por mis oídos, salimos de allí, no sin antes besar el cristal salado por las lágrimas que me separaba de él.

 

 

POV.MINHO

 

Ganas de vomitar, si, exacto, eso era lo que sentía en esos momentos. Empujaban las fotos del cuerpo inerte de Kai para que las viera por sexta vez, y yo se las devolvía amablemente.

Mi respiración se había vuelto pesada y sonora, ahora sabia que en ningún momento estaban montando un numerito, que Kai estaba realmente muerto y, que realmente me culpaban de asesinato. Volví a escuchar el irritante sonido del papel de fotografía arrastrándose por la mesa de hierro.

La tez morena de Kai completamente ensangrentada, con los ojos y boca abiertos, reflejando un terrible sufrimiento. Volví a empujarlas en dirección contraria.

-¿Cuántas veces más voy a tener que verlas?- Mi voz no sonó sarcástica, ni con un ápice de broma en el tono.

-Las que tú quieras, aunque debe de ser más interesante verlo en directo ¿No?- Suspiré frustrado de nuevo, el ti odia una honda calada su cigarrillo.

-Que no he hecho nada

-Te repites- Rodé los ojos, sabía que cualquier movimiento era cacheado por él y los otros dos hombres de atrás.

-Porque es la verdad

Se levantó pesadamente de la silla y comenzó a dar vueltas a la mesa en la cual estaban las fotos expuestas de nuevo.

-Vamos a conocernos mejor- Se paró detrás de mi- Mi nombre es Siwon y ellos son Eli y Dongwoon- Los dos hombres saludaron con la cabeza.

-Encantado, Minho- Sonreí con desgana

-¿Cuántos años tienes?

-Veinte  

-Vaya, empezaste joven- Más de lo que él se pensaba

-¿Cuántos años tiene Taemin?- El oír su nombre en boca de un policía me daba escalofríos.

- Diecinueve

-Es muy joven…- Su tono de voz sonaba endemoniadamente adulta y experimentada

-Lo sé…

-Tengo entendido que hace algunas semanas, creo que llega al mes, Kai…- Golpeé la mesa, no quería escucharlo, cuando los tres me miraron sorprendidos, sonreí.

-Saltémonos eso- Volvió casi corriendo a su silla y se sentó.

-Tienes el móvil perfecto Choi, dime la verdad

-¿La verdad?- El tono de voz se elevó- La verdad es que le pegué una paliza hasta dejarle medio muerto ¡Pero respiraba! Y aunque tenía unas ganas tremendas de sacarle el corazón por la boca no lo hice porque no quiero que Taemin me vea como un asesino- Siwon sonrió de medio lado- Lo hubiera hecho, pero no lo hice.

-Interesante, entonces contéstame a esta pregunta- Juntó sus dedos- Si no lo hiciste tu ¿Quién fue?

-Ojala tuviera respuesta para eso- No quería haberlo dicho en voz alta.

-Pues mientras no la tengas, vas a tener que quedarte aquí- Sonrió mostrando sus dientes- Esperarás a juicio y que el juez decida, lo tienes difícil Choi, las pruebas son irrefutables.

-¿Qué pruebas?- La curiosidad creció, y el miedo a quedarme aquí se multiplicó.

-¿Dónde estuviste anoche?- Me quedé helado en el sitio, si decía que había ido a dar una vuelta con un amigo seguramente irían a buscar a Jonghyun, que no recordaría nada- Exacto…

Los dos hombres del fondo se acercaron a levantarme bruscamente de nuevo, no era culpable, pero no sabía cómo demostrarlo, seguramente necesitaría ayuda. Obviamente no iba a meter a Taemin en esto y Jonghyun no querría ni verme, tal vez Onew… no, definitivamente causar problemas a mi amigo no estaba en mis planes, por el momento llamaría a Seungho y le pediría algunos contactos.

Oí el estruendo metálico de los barrotes cerrándose de golpe, y unas llaves pesadas encerrándome, me asomé entre dos y vi como los guardias se alejaban, caí de rodillas lentamente mientras mis manos se deslizaban por aquellos tubos oxidados. No oía nada más que mis propios latidos desordenados.

El solo hecho de pensar que había dejado a Taemin enfadado en aquella habitación y que, probablemente ya estuviera preguntándose donde estoy. No podía avisarle, solo de creer que me viera como un asesino me aterrorizaba, pero sentía que si no le pedía perdón de nuevo se alejaría para siempre. Suspiré de nuevo, arrodillado en el suelo de aquella pequeña y mugrosa celda, esperando a que las horas pasasen.

Conté las veces en las que la maldita mosca se posó sobre mis dedos aun agarrados a los hierros, y, cuando ya estuve a punto de dejarla ir se oyó la puerta del extremo del pasillo abriéndose, ni siquiera me moleste en asomarme.

Los pasos se oyeron de más cerca, hasta que se pararon justo en mis narices, abrí los ojos y vi unas piernas claramente de hombre, con unos zapatos que solo con ver las costuras se veían que eran caros.

-Minho- Levanté la mirada asombrado de que él estuviera ahí, no pude omitir ningún sonido ante su presencia.

Obligué a mis piernas a alzarse y quedarme más o menos a su altura, mirándole a los ojos, buscando algún tipo de explicación.

-¿Dónde estabas? Kai ha aparecido muerto…- Él solo emitió un pequeño sonido parecido a una risilla.

-Lo sé…- Me miró con una clara superioridad y encogió los hombros- Perdóname…- La pena fingida se poso en sus ojos, estaba burlándose de mí- Tenia que culpar a alguien… y tú eras el perfecto candidato.

Como si fuera un puzle, las piezas encajaron a la perfección en mi cabeza, haciéndome hervir de rabia, porque desconocía lo que iba a pasar a partir de ahora.

-Tu… lo mataste- Las palabras sonaron más a gruñido que a voz.

Otra vez esa sonrisa de burla, con sus hoyuelos, mientras asentía dando pequeños y silenciosos aplausos.

-Bravo Minho, he tenido que venir a decírtelo, eres menos competente que los idiotas que me has dejado pasar- Se encogió de hombros- Es una pena que vayas a pudrirte en un cuarto oscuro- El doble sentido de sus palabras me hicieron asquearme.

Empezó a alejarse, agitando la mano en forma de despedida.

-Cuidaré bien de Taemin- Abrí los ojos y el sentido asesino que tenía guardado bien dentro de mi cabeza afloró de repente, empecé a propinar patadas a los barrotes de hierro con una firme esperanza de que se cayeran al suelo y poder ir a rebanarle el cuello a ese desgraciado, pero fue imposible.

-¡LEETEUK!- Grité, pero él solo rió. 

Notas finales:

O_O ¿Que tal estuvo?

Espero que bien :D

Comenten por fis ^^ relamente quiero saber lo que piensan *^* 

 

https://www.facebook.com/DosVidasUnAdios


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).