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Dos vidas, un adiós. por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Bueno, creo que he sido rápida :D

Aquí os dejo el cuarto capitulo ¡Y GRACIAS POR LOS REVIEWS!

Se os quiere <3

PD: No acabará como Minkey :3 

POV .KEY

 

Abrí los ojos poco a poco, había una débil luz que entraba por el hueco de la cortina, bostecé y al intentar despejarme noté un peso en mi cintura, desvié la mirada hacia allí y me encontré su brazo moreno, acaricié su piel perfilando sus músculos bien marcados hasta acabar en su mano, entrelacé mis dedos con los suyos y atraje su mano a mi cara y le besé la palma. Décimas después recibí un beso en la espalda como respuesta, sonreí.

-Buenos días- Dijo con  una voz ronca pero melodiosa a la vez noté como el colchón se hundía bajo su peso y recibí un beso en la mejilla.

Fui entonces a darme la vuelta para poder mirarlo a la cara, pero me quede inmóvil notando una gran molestia en el trasero.

-Au- Dije cuando por fin estuve de cara a él, tenía el pelo revuelto, que contrastaba el color oscuro con las sabanas blancas, lo que le daba un aspecto adorable.

Recordé, lo que pasó la noche anterior, noté como enrojecí pues Jonghyun me sonrió y me acarició la mejilla.

-¿Te duele mucho?- Negué con la cabeza y rodeé su cuello con mis brazos, me apegué mas a él y besé sus labios, primero dulcemente para después buscar con urgencia nuestras lenguas. El beso fue largo y sabroso, pero me separé para mirar el reloj. Las 10:30.

-Tendríamos que haber salido ya – Me incorporé ignorando la molestia, él se levanto de la cama y se fue directo al baño, aquella visión de su desnudez me descolocó e hizo que me tumbara otra vez, me pasé las manos por la cara revolviéndome el pelo, sonreí a la nada, hoy sería nuestro día, tenía ganas de llegar a la playa y jugar con las olas.

 

-¿Te ayudo?- Jonghyun había asomado la cabeza por la puerta del baño, y me sonreía de una forma burlesca.

-Ja, ja…Eres muy gracioso- Le saqué la lengua  y después le lancé un almohadón, pero él fue demasiado rápido y el almohadón golpeó  la puerta- Además ha sido culpa tuya.

-Lo siento Key-Dijo entre  risas, salió del baño ya con los pantalones puestos y me tendió las manos- Cuidado- Consiguió levantarme.

Me rodeó la cintura desnuda con los brazos y comenzó a acariciarme la espalda, Jonghyun estaba de espaldas a la ventana por lo que la luz a su alrededor le hacía parecer divino, rodeado por un halo de luz, levantó la cabeza y atrapó mis labios, y me besó con un solo movimiento, demasiado corto.

-Jong quita las manos de ahí…- Rodó los ojos con una sonrisa divertida y se separó de mi, con las manos alzadas en signo de inocencia.

Se entretuvo un rato dando vueltas por la habitación, mientras, yo me arreglaba y me vestía, estaba muy emocionado, y ya nada me importaba, salvo…

-¡Jong! ¿Cómo que estas aun así?- Cuando salí del baño, el aun andaba sin camiseta y despeinado.

-¿Has visto mi camiseta? No la encuentro- Hizo caso omiso a mis semi-gritos y siguió desordenando las sabanas.

Enrojecí, pues recordé la escena de la noche anterior.

-La lanzaste cuando te la quitaste anoche- Se quedó pensativo unos segundos y después miro por la ventana y negó con la cabeza-Espera un momento-Me acerqué a la puerta- Quédate aquí.

Cerré la puerta tras de mí y me encaminé hacia en cuarto donde mi madre lavaba la ropa, con un poco de suerte estaría la camiseta que me había dejado Jonghyun aquella vez, cuando la lluvia nos pillo paseando por la ciudad. Por suerte, la camiseta negra estaba lavada y doblada lista para ser guardada, me apresuré en cogerla y volver a mi habitación. Abrí la puerta y vi a Jonghyun tumbado en la cama, oía sus ronquidos con claridad. Me acerqué.

-Jong… despierta o llegaremos muy de noche- Abrió los ojos vidriosos, y pude ver una de las escenas más bellas del mundo, como Jonghyun con los mofletes rosados se enjugaba el ojo izquierdo con el puño mientras soltaba lindos gemiditos, mi corazón separó en ese instante y se me olvido respirar, tosí. Él se levantó molesto, le revolví el pelo, para después volvérselo a peinar con las manos, y le entregue la camiseta.

-Vaya… Se me había olvidado que la tenías tú- Se la puso rápidamente, el negro le quedaba realmente bien- Huele a ti

Antes de que me viera sonrojarme otra vez, jalé de su mano hacia las escaleras y las bajamos en silencio. Me asomé a la esquina que daba con el comedor y la cocina, y vi a mi madre preparando, o eso me pareció a mí, el desayuno, le dije a Jonghyun por señas que me siguiera, rodó los ojos y rió por lo bajo. Recorrí el pasillo y me asomé a la cocina. Mi madre se encontraba de espaldas muy lejos de la mesa y creí que si era rápido podría robar algunas magdalenas y fruta.

 

-Buenos días Kibum- Me asusté, mi madre no se había girado para nada-Buenos días Jonghyun

Miré a Jonghyun  que me miró extrañado enarcando una ceja y abriendo la boca, sorprendido, salimos del escondite.

-Hola mamá

-Buenos días señora Kim, encantado de verla-Saludó Jonghyun, se habían caído bien y nunca había habido problemas por su parte, por parte de mi padre sí, nunca estuvo de acuerdo con mi orientación sexual y menos con la persona con la que quería compartir mi vida.

Mi madre se giró y dejó algunos platos en la mesa.

-Querréis desayunar,  debéis estar cansados y hambrientos- Me paralicé ante esas palabras y noté como Jonghyun se tensó a mi lado, no podía ser que…

-¿Qué dices mamá? Acaba de llegar- Puntualicé señalando a Jonghyun, mi madre puso los brazos en jarra.

-Las paredes son de papel hijo- Creía que se me caía el mundo encima-¿De verdad creías que tu padre  y yo no nos íbamos a dar cuenta? Con esos gritos…

-¡Mamá!- Le interrumpí, parecía divertirle todo esto.

-¿Gritabas tanto?-Preguntó Jonghyun, refiriéndose a mí.

-¡Jong!- Le grité y él se rió, su risa se juntó con la de mi madre, parecían estar ellos más unidos como madre e hijo.

-Además, lavé esa camiseta ayer-Señalo la camiseta que llevaba puesta mi novio, que ya estaba sentado en la mesa y me invitaba a sentarme a su lado, tuvo la excelente idea de poner un cojín en la silla, volví a reírme sarcásticamente, a veces era muy gracioso -  Lo importante es que hayáis usado protección -  Dijo mi madre antes de salir de la cocina.

Me senté lentamente en la silla ayudado por Jonghyun.

-No hemos usado protección- le susurré al oído

-No, ¿para qué? – Se encogió de hombros y yo le respondí igual.

 

POV.JONGHYUN

 

Comimos muchísimo, reímos y hablamos de cosas, algunas importantes y otras insignificantes, pero siempre con una sonrisa en la cara. Era sumamente gracioso ver como Key se movía incomodo en la silla, poniendo caras de molestia y bufando. Le enseñé un par de fotos, que guardaba en el móvil, de la playa y la pequeña casita en la que nos hospedaríamos, las miraba con los ojos brillantes, observando cada detalle, cada esquina, cada contraluz… Se me escapaba una sonrisita de tonto enamorado cuando se sorprendía.

 

“Algún día me gustaría ir a la playa, después de eso podre morirme en paz”

 

 

Recordé esas palabras llenas de sentimientos, de esperanzas, de sueños… y yo los iba a hacer realidad. Después de desayunar y darnos cuenta de que era demasiado tarde, recogimos la mesa y todos los platillos. Ayudé a Key a bajar sus dos pesadas maletas.

-¿Qué llevas aquí dentro? ¿Piedras?- Rió ante mi chiste y me sacó la lengua.

Las llevamos afuera, y recordé  lo lejos que había dejado el coche, maldije en voz baja a mi yo despistado. Le expliqué a Key la situación y después de asegurarme de que me esperaría, caminé hacia mi coche.

 

POV.ONEW

 

El despertador sonó, quería dormir un poco más pero mi deber me llamaba, me incorporé y apoyé los pies en el suelo, me froté los ojos y observé mi cuerpo en el espejo, brazos fuertes, piernas largas… Y una sonrisa bonita. Sonreí al espejo pero mi reflejo pareció estúpido, asique borré esa sonrisa. Me levanté y caminé descalzo hasta la caja más próxima, saqué un vaquero y una camisa y me dirigí al baño. Hoy tenía horario de urgencias, pensé mientras el agua caliente caía sobre mi cabeza, mucho trabajo, poco tiempo. Salí de la ducha y me dirigí a lo que sería la cocina, toda mi casa estaba llena de cajas con objetos inservibles, hacia poco tiempo que vivía ahí, un mes o dos, desde que hui de mis padres, de mi casa, de mi hogar.

 

“Nunca serás tan bueno como tu hermano”

 

Esa frase me había perseguido toda la vida, mis padres no habían hecho más que compararme con mi hermano, al que había visto morir de una grave enfermedad. Desde ese momento decidí estudiar medicina, porque quería salvar vidas, porque quería evitar que la gente sufriera lo que sufrió mi hermano. Pero, aun siendo el mejor y el más bueno, mis padres me negaban su apoyo, con tan solo 22 años, ya era un médico cirujano con experiencia, estudié en las mejores universidades y escuelas y saqué las mejores calificaciones, pero, mis padres solo miraban por la tristeza de la perdida de mi hermano, recordándome  que fueron los médicos y cirujanos los que no pudieron salvarlo. Les había intentado explicar que yo era una persona diferente, que no me parecía nada a él, que solo compartíamos la sangre, pero hacían oídos sordos.

No recordaba bien a mi hermano, pues yo era muy pequeño cuando murió y no conservaba nada de él, pero era mayor que yo, dos o tres años, era un buen hijo, educado y sobresaliente en todos los aspectos. Yo intenté sustituirlo por el bien de mis padres, incluso me gane su mote, pero notaban la diferencia por muy poca que fuera, ya fuera el color de pelo o… la sonrisa.

 

Dejé de pensar y me terminé el triste desayuno, que consistía en un bol de cereales con leche y una manzana. Salí de mi casa dispuesto a ir a trabajar, siempre salía con tiempo por lo que podía tomármelo con calma.  Subí a mi coche, aunque era un poco viejo y roñoso  era todo lo que necesitaba, mientras me llevara no tenía inconveniente. Arranqué  después de dos intentos y me uní a la carretera, no tardé en girar la esquina y ver al muchacho rubio de pie en la acera. Supuse que estaba esperando a alguien o a algo. Aún era pronto y tenía tiempo antes de que empezara mi turno, aparqué delante de él, él, me miró con incertidumbre y se acercó dos pasos hacia mí.

 

-Hola Kibum- Le saludé desde la ventanilla del coche – Perdón, Key...- Salí del coche y me dirigí hacia él.

-Buenos días- Era más alto de lo que me imaginaba y mas rubio, más que el día anterior. Su piel era blanca y sus ojos casi negros.

Tenía un estilo realmente peculiar, divertido y atrevido, lo miré de arriba a  abajo, y detrás de él vi unas maletas, grandes y con su nombre en etiquetas.

-¿Te vas? ¿Acabamos de conocernos y ya me dejas?- Sonreímos a la vez, la verdad me apenaba un poco y sentía un poco de envidia, él tenía tiempo, yo no.

-Me voy de vacaciones un par de semanas, nada más ¿Usted no tiene vacaciones?- La pregunta me pillo por sorpresa, se apoyó en la valla y me miro interesado.

-No, que va, donde yo trabajo no hay descansos, siempre hay gente que necesita ayuda, gente que depende de mí- Su rostro tenía un toque de inocencia.

-¿Dónde trabaja?

-Soy médico- Abrió los ojos y la boca-¿Qué pasa?

-¿En serio? ¿Trabaja en el hospital? Yo no aguantaría ahí ni una hora, me da nauseas ¿Pero a que se dedica exactamente?

-Deja de tratarme de usted, no seré mucho más mayor que tú- Le interrumpí, se puso serio.

-Lo siento, Onew

-No importa…soy médico cirujano-Contesté a las preguntas.

-Woow…Tienes que tener mucho valor, además siendo tan joven ¿25?

-22- Se paralizó y de pronto comenzó a reír, se disculpo entre risas- ¿Y a dónde vas?

-A la playa, a la costa del mar Amarillo- Me dijo cuando se calmo, su rostro era un mapa indescifrable, le brillaban mucho los ojos, pero en su rostro había una mueca de molestia.

-Ahh, el mar Amarillo-Dije recordando ese viaje con  mis padres- Yo estuve allí

Me miró de golpe, sonrió con la sonrisa más hermosa que había visto hasta ahora y empezó a juguetear con el borde de su camiseta, suspiro y rió

-¿¡En serio!? ¿Cómo es?-Preguntó algo ilusionado

-Pues… en verano nunca se esconde el sol, y las olas son gigantes- Hice un gesto con las manos, Key me miraba ilusionado, me perdí varios segundos en sus hoyuelos, esos que se le formaban al sonreír y me quedé deslumbrado por la belleza de su cara, su pelo, su cuerpo.

-¿Qué pasa?- Me sacó de mi ensoñación, le sonreí haciendo que él también me sonriera.

-Ese rubio no es natural ¿no?- Le pregunté consiguiendo que jugara con un mechón de su cabeza, negó haciendo que su pelo se sacudiera y yo tomé prestado aquel mechón de pelo, acariciando su frente, su pelo era sedoso, y suave- Pues te queda bien, está hecho para ti- Se sonrojó

 

POV.JONGHYUN

 

Reconocía el coqueteo en cualquier parte, y ese hombre estaba coqueteando con Key, tocándole el pelo y sonriéndole de esa manera estúpida, fuese quien fuese, mejor iba a irle si le quitaba las manos de encima a mi novio. Aparqué mi coche en doble fila y salí furioso del vehículo,  tensé los brazos por si necesitaba darle un puñetazo a aquel castaño. Key rió a carcajadas al chiste que supuse que había soltado el otro, lo que hizo que me hirviera la sangre. Key notando mi presencia se giro y me indico que me acercara, me relajé pues no quería montar un número de celos delante de Key, pero tense mi cuerpo.

-Onew te presento a Jonghyun, mi… novio- Dijo tímido, aquel al que Key llamo Onew me miró inexpresivo- Jong, Onew es mi vecino, vive  en la calle de atrás- Le tendí la mano a modo de saludo, me miró de arriba abajo y cambiando su expresión a una sonrisa me devolvió el saludo.

-Encantado de conocerte Jong

-Para ti soy Jonghyun- Le sonreí, intentando que pillara la indirecta. Me fulminó con la mirada, si estas mataran estaría muerto- Key, es un viaje muy largo ¿Seguro que no quieres ir al baño antes o coger un poco de agua?- Me giré hacia mi novio, que alternaba la mirada entre los dos, primero a mí  y después a Onew. Su mirada finalmente se paró en mí.

-Es verdad- Se dio la vuelta, le di unas palmaditas en el trasero y él se giró sonriéndome travieso.

Cuando desapareció por la puerta redirigí la mirada a Onew que me miraba con una ceja enarcada y una media sonrisa.

-¿Qué me miras?- Casi grité, Onew negó con la cabeza y después dirigió la mirada donde había desaparecido Key.

-Es un hombre especial…No le dejes escapar- Se dirigió a lo que me pareció su coche.

-Ni lo dudes

Entró en su coche  y arrancó, observé cómo se alejaba y doblaba la esquina, sonreí para mí mismo, nadie tocaba a Key de esa manera excepto yo, buen trabajo Jonghyun, cogí las maletas de Key y las metí ordenadamente en el maletero de mi coche, junto a las mías. Cerré el maletero y vi a Key despidiéndose de su madre que le daba un abrazo y una mochila; y de su padre, que le dio un abrazo y después me miro, yo le sonreí intentando ser amable, pero no funciono y volvió a desaparecer dentro de la casa. Volví a centrarme en Key que se acercaba a mi mirando a su alrededor.

-¿Y Onew?- Dijo cuando llegó a mi lado, me puso las manos en la cintura y se apegó a mi-¿Qué le has hecho?- Me miró a la cara

-Me ha dicho que no te deje escapar…  y después se ha ido- Dije indiferente.

-¿Te ha dicho eso? Ohm...qué lindo.

Rodé los ojos y me separe de él, rodeé el coche hasta la puerta del conductor, entré y me puse el cinturón.

-Me encantas cuando te pones celoso- Dijo mientras se sentaba en el asiento del copiloto y se despedía con las manos de su madre, que le gritaba desde la puerta que usara protección solar y que tuviéramos cuidado con la carretera.

 

 

POV.TAEMIN

Ya era la sexta vez que le humedecía el paño que tenía en la cabeza, estaba realmente preocupado por él.

 

-Podrías haberlo matado- Aquella voz sonaba demasiado lejana.

 

Minho estaba inmóvil en aquella cama, su pecho subía y bajaba lentamente, temía por su vida y por mi cordura, si seguía sin moverse terminaría loco y llorando de inutilidad. Yo, estaba sentado en la cama a su lado, con mi cabeza escondida entre mis rodillas, arrugando la sabana bajo mis manos y mis pies descalzos.

 

-Taemin ¿Me estas escuchando?- Esa pregunta me sacó de mi ensoñación, levanté la  cabeza, lo suficiente para poder mirar quien me estaba hablando. Seungho me miraba desde el marco de la puerta de la habitación- Podrías haberlo matado… - Mi dijo cuando estuvo seguro de que le escuchaba.

-Cállate- Apreté mas las sabanas, noté como Seungho cambiaba el peso de una pierna a otra.

La habitación estaba medianamente a oscuras, solo se podían distinguir formas muy pronunciadas como la cómoda que había delante de la cama, y el espejo que había encima de esta. Las ventanas estaban cerradas, no sabía si seguía siendo de noche o ya había amanecido por completo, solo sabía que Minho llevaba mucho tiempo inconsciente, y todo por mi culpa.

-No puedes ir jugando por ahí a salvar vidas Taemin, como si supieras sobre eso…

-Déjanos en paz- Le dije furioso ¿Por qué? ¿Por qué lo pagaba conmigo?

-No puedes creerte médico, le has sometido a una operación sin ninguna medida de seguridad ni sanidad, ¡Y sin anestesia!...

Mi cabeza estalló, me levanté corriendo y me lancé a su cuello, no sabía que estaba gritando hasta que me dolió la garganta, Seungho consiguió inmovilizarme las manos, pero tenía piernas, empecé a propinarle patadas, pero me estampó contra la pared, y de pronto estaba llorando.

-No me…quedaba otra opción- Dije mientras mis lagrimas salían como agua de un grifo, sollocé- No podía…p-permitir que muriera- Cogí aire y lo solté en forma de sollozo.

Seungho me abrazó con fuerza, acariciándome el pelo.

-No quiero que se muera- Noté como me apretaba más a su cuerpo- Tienes razón…-Se separó de mí y me miró a los ojos-…Ha sido mi culpa.

-Yo tampoco quiero que se muera pequeño.

Seungho me acompañó otra vez de vuelta a la habitación de Minho y me sentó al borde de la cama, Minho seguía igual, inconsciente. Me trajo papel para secarme las lágrimas y algo de comer, que yo rechacé, no me apetecía nada y sabia que si me metía algo por la boca lo devolvería.

-¿Qué hora es?- Le pregunté cuando miraba por la ventana.

-Alrededor de las doce…- Aquello me sentó como una dura paliza, Minho había estado inconsciente todo este tiempo, seis horas aproximadamente.

 

POV.MINHO

 

Delante de mis ojos solo había oscuridad, fue un pequeño alivio saber que respiraba y que sentía lo que pasaba a mi alrededor, el tacto suave de mis sabanas, la brisa que se colaba por alguna de las grietas de mi casa, el calor y las lágrimas de Taemin sobre mi mano, le había oído gritar, aunque no entendí sus palabras, me confortaba el saber que se preocupaba por mí, aunque sufría por él, el no tenia porque aguantarme, no tenia porque pagar por mis imprudencias y mis problemas. Deseaba decírselo, pero mi cuerpo no respondía, intenté con todas mis fuerzas moverme, pero solo conseguí mover los dedos de mi mano. Noté como Taemin se tensó a mi lado y acaricio mi mano.

 

-¿Minho?- Lo sentía más cerca de mí esta vez, era lo único que necesitaba, su voz, intenté liberarme de aquella presión en el cuerpo y conseguí ir abriendo los ojos poco a poco-Minho…

Noté su caricia en la mejilla,  mi campo de vista se fue aclarando hasta que llegé a ver su sonrisa y sus ojos húmedos y llorosos

-Creía que no volvería a ver tus ojos- Sus lágrimas comenzaron a resbalar por su cara- ¿Te encuentras bien?- Me dijo entre pequeños sollozos. Yo no podía contestar me había quedado mirándole, perdido en sus ojos.- ¿Te duele?- Señalo las vendas que rodeaban mi hombro, me daba pequeños pinchacitos y lo notaba demasiado frío.  Asentí un par de veces-¡SEUNGHO!-Gritó.

-¡¿Qué pasa?!- Seungho entro abriendo la puerta de un golpe y dando la vuelta a la cama se agachó a mi lado, le miré, me sonreía- ¿Qué tal te encuentras?

-Bi-bien- Conseguí decir al final.

-Tienes que comer algo, enseguida vuelvo- Se levantó y salió de la habitación.

Me giré a ver a Taemin, que no se perdía ningún movimiento por mi parte. Me ayudó a incorporarme, colocando varios almohadones detrás de mi espalda y después se sentó encima de mí para examinar la herida. La estuvo mirando unos segundos, y me colocó vendas nuevas. Entonces me besó el hombro y una sensación templada me recorrió el cuerpo. Le besé la frente y él después me besó los labios, Taemin tenía las mismas ganas que yo pues se abrió paso en mi boca con su lengua, atraje más su cabeza con mi mano derecha e hice el beso más intenso, nuestras lenguas jugaban juntas hasta que él se separó.

-Me has asustado…mucho.-Colocó su frente en mi hombro derecho y me abrazó con cuidado- Te quiero Choi Minho.

- Yo también te quiero pequeño-  Y nos quedamos así un largo rato.

 

POV.TAEMIN

Ayudamos a Minho a tumbarse en el sofá, yo me senté a sus pies y le dejé ponerlos por encima de mis piernas.

-¿Seguro que os puedo dejar solos?- Asentimos a la vez, Seungho recogió su chaqueta y se dirigió a la puerta - Acordaros por favor de la medicación.

-Que si Seungho, antes de cenar- Abrió la puerta y se marchó

Minho y yo nos quedamos un rato viendo la televisión, no ponían nada interesante pero no podíamos hacer otra cosa. Minho se movió molesto

-¿Te encuentras bien?- Le pregunté acariciando sus piernas.

-Sí, supongo que es normal un poco de dolor- Hizo un puchero.

Reí ante su intento de puchero, con el sonido de las voces que provenían de la televisión nos quedamos mirándonos, Minho aun tenía el rostro pálido y los ojos cansados, el pelo revuelto y el cuerpo frio… Sonó el teléfono, me sobresalté y me reí ante mi estupidez, pero a Minho no le pareció dar gracia.

-¿Quién es?-Me preguntó, fui a descolgar- ¡No contestes! ¡Ni se te ocurra!- Me asustó ese sobresalto, el teléfono seguía sonando y miré el número que aparecía en la pantalla, o más bien, no aparecía ningún número en la pantalla.

-Número secreto- El rostro de Minho se torno furioso

-¿No me pueden dejar en paz veinticuatro horas seguidas?

Saltó el contestador, nos quedamos en silencio, esperando a que la voz al otro lado de la línea hablase.

Piiip

 

-Hola Minho, se que estas ahí  y sé que él está contigo…

Notas finales:

¿Que os pareció?

¿Que tal Onew? XD

¿Y la señora Kim?

¿Y Seungho? :)

Por favor necesito reviews ;) en serio me hacen muy feliz... 

Ya se acerca la tramaaaa :O


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