POV.JONGHYUN
Al colgar el teléfono me sentí con ganas de verlo, se me había ocurrido una gran idea pero no sabía cómo se lo tomaría, Key tenía mal despertar si no lo hacías con delicadeza. Le di unas vueltas al colgante que llevaba aun en las manos y que no pensaba soltar. Dudando un poco me lo colgué en el cuello, se sentía ligero, pero sentía a Key.
Aun contemplaba el colgante cuando escuche unos golpes y un ruido tremendo que salía de la cocina, me apresuré al lugar de donde había salido el ruido y vi a mi Noona sujetando que algunos platos estaban por caerse, rodeada de cristales que supuse que serían de otros platos que no habrían corrido la misma suerte, pase los cristales y le cogí los platos que sujetaba y los deje en sus sitio.
-Gracias Jongie- Inmediatamente se puso a recoger los cristales del suelo. Yo la miraba sin saber qué hacer, siempre había cuidado de mí y ahora sentía que me necesitaba.
Mi Noona era seis años más mayor que yo, no fue una gran estudiante, pero si una gran persona, pero eso no vale a la hora de encontrar trabajo.
Mis padres murieron cuando yo tenía 14 años, en ese momento mi hermana ya tenía la suficiente edad para hacerse cargo de mi, trabajo como la que más para pagarme la escuela y poder vivir en un pequeño piso con agua caliente, yo estos últimos años no he hecho más que molestarla aunque ella dice que me quiere mucho y que siempre estará a mi lado. Cuando terminé la escuela le ayudé con los pagos buscándome un trabajo en una tienda de la ciudad. Pero aun así le debía mucho a mi hermana.
Cuando acabó de recoger los cristales salió de la cocina y se dirigió al salón, yo la seguí.
-Noona- Le dije en un tono bastante calmado que me sorprendió, se le veía débil y pálida-¿Te encuentras bien?-Se dio la vuelta, me miro unos segundo y después vacilo- ¿Quieres que me quede?-Me miro de golpe, su rostro estaba cansado pero podía distinguir el desconcierto y el enfado en ellos-Le puedo decir a Key que…
-¿Estás loco?-Me cogió de los mofletes y empezó a estrujármelos- ¿No has visto la ilusión que tiene Kibum? ¿De verdad vas a hacerle eso?
Me quedé pensando en cómo Key había saltado de alegría cuando le dije que había reunido el dinero necesario para irnos a donde él había soñado desde que era pequeño. Alquilar un apartamento por unas semanas en primera línea de playa, el y yo solos.
Mire a Noona que me había soltado, que ya se alejaba de mí.
-¿Seguro que te puedo dejar sola?- Se giro lentamente.
-Jongie, estaré bien, no te preocupes por mi ¿vale?- Se acercó de nuevo a mi-Puedo cuidarme sola. Tú tienes que cuidar de Kibum ¿recuerdas?
Asentí con la cabeza y ella me dio un beso en la frente.
-Ahora vete a dormir, y descansa ¿vale?
-Buenas noches Noona- le dije antes de salir, de dirigirme a mi habitación.
-Buenas noches Jongie-
Después de ponerme el pijama cogí mi móvil y puse una alarma a las cinco de la madrugada, me metí en la cama y me dormí con una sonrisa.
A esa hora sonó mi móvil, y paré rápido la música para no despertar a Noona, me sentía cansado pero con ganas, me duche y me vestí, cogí el colgante y tras despedir a mi Noona con un beso silencioso en la mejilla salí de casa. Me subí al coche y conduje por la ciudad, a esa hora no había mucho tráfico, y la gente que había, o iba borracha o trabajaba de noche.
Llegé a la pequeña urbanización de Key, un conjunto de casas blancas de tres pisos, muchísimo más lujosas que mi piso en un barrio de la ciudad.
Aparqué el coche unas calles más abajo, para no despertar innecesariamente a Key y a sus padres y empecé a caminar rumbo a su casa.
Jugaba con el colgante de Key en mi mano metida en mi bolsillo, repasando mentalmente y en voz alta lo que quería decirle a Key, unas pocas horas después estaríamos de camina a la costa.
Solo me quedaban unas cuantas manzanas para llegar a casa de mi novio, y las luces de las farolas aun seguían encendidas, busqué la luna con la mirada y la vi grande y hermosa sobre mi cabeza, altiva, como si estuviera riéndose de mi estatura, comencé a caminar de nuevo, saqué el colgante y empecé a rodarlo en mis manos.
Lo miraba fijamente cuando algo choco contra mí tirándome al suelo y haciendo que, el colgante callera de mis manos. Busqué con la mirada el colgante pero unos gemidos hicieron que pusiera mi atención a lo que parecía que había chocado conmigo, era una persona, un hombre, un chaval, intentaba levantarse pero parecía que su brazo izquierdo se lo impedía, me incorpore, con ánimo de ayudarle a que se pusiera de pie, me acerque y lo examine cuidadosamente y vi como la sangre resbalaba por su brazo. Estire mi brazo intentando servirle de apoyo.
-No me toques- Gruño, el pelo rizado le tapaba la cara, y su rostro estaba ligeramente empapado, me di cuenta de que temblaba, y de que intentaba incorporarse.
Una vez quedó de rodillas en el suelo, se llevó la mano al hombro y jadeante me miró, sus ojos eran castaños y grandes como los de una rana, intente no reírme por mi gracioso pensamiento y me llevé la mano al bolsillo del pantalón.
-Voy a llamar a una ambulancia- Saqué el teléfono- ¿Cómo te llamas?
-¡NI SE TE OCURRA!- me gritó y acto seguido miró hacia atrás, con… ¿miedo? en su mirada.
-Pero estas herido y podrías…
-¡Déjame! No necesito tu ayuda- Acabó de incorporarse y una vez de pie se tambaleó, yo me levante rápidamente e impedí que se cayera- He dicho que… no necesito… tú ayuda.
Oí unas voces que venían del final de la calle, gritaban cosas que no podía entender claramente, pero aquel chaval se tensó a mi lado.
-Mierda- Gruño y segundos después me dirigió una mirada- Tú… no me has visto ¿entiendes?
Y me dio un ligero empujón para apartarse de mí y salir corriendo.
-¡EH CHAVAL ESPERA!-Intenté llamarle la atención, pero solo llegé a ver como giraba la calle hacia la izquierda.
Vi el colgante muy cerca de la carretera y me agaché a recogerlo, en eso, unas voces que sonaban demasiado cercanas hicieron que me levantara. Me gire y vi a un grupo de chicos que corrían hacia mí. Me esperé lo peor cuando se detuvieron, y un chico de labios gruesos se me acercó
-¿Dónde ha ido?- Se me acercó peligrosamente y me cogió de la chaqueta- Dime donde ha ido ese desgraciado.
Para mi sorpresa y miedo vi que algunos de ellos iban armados y opté por la decisión más fácil.
-Vale te lo diré, pero suéltame primero- El chico me soltó. Me arrégle la ropa- Ha ido hacia la derecha, se ha chocado conmigo y parece que le he hecho daño en la herida, no irá muy lejos.
El chico de los labios gruesos hizo un gesto y el grupo empezó a moverse, no sin antes empujarme y casi tirarme al suelo. Me giré para ver como desaparecían en la dirección contraria a la de aquel chico. Sonreí para mí mismo y seguí andando a casa de Key.
El estaba herido, pero no sabía porque, parecía que se había metido en problemas y había salido mal parado. No tendría que ser más mayor que Key, al igual que los chicos que le perseguían. Me preguntaba si estaría bien.
Seguí jugando con el colgante hasta que llegé al jardín trasero de la casa de Key, su ventana no estaba muy alta y podría escalar, pero los cristales estarían cerrados, opté por coger piedras e intentar despertarle, a la tercera piedra él abrió.
Tan hermoso como siempre, con los ojos cansados pero brillantes a la luz de aquella luna, que se reflejaba en su piel blanca, tan delicada y dulce.
Aun con los ojos llorosos cuando abrió la puerta, me pareció la cosa más preciosa del mundo, aunque notaba dolor en su mirada. Lo abracé intentando calmarle después de que él me contara que había tenido una pesadilla, susurre en su oído que yo estaba allí con él, que siempre lo estaría.
Le besé, esos dulces y finos labios que eran solo míos, que solo probé yo. El me acercó más a su cuerpo, y yo empecé a acariciarle la espalda, que debajo de la suave tela del pijama estaba caliente, bajé las manos a su trasero, mientras el acariciaba mis hombros. De pronto se separó.
-¡Oh Dios mío, Jong!- Gritó y unas lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas- ¿E-Es sangre?
¿Sangre? No recordaba haberme hecho ninguna herida.
Entonces recordé aquel chico que se había chocado contra mí. Mire a Key que tenía la mano manchada de sangre y lloraba paralizado mirando a la nada.
-¡Key! Oye cálmate- Seguía mirando a la nada.
-Estas herido…- Murmuraba con los ojos vacios y llorosos.
-Key…- Lo empuje dentro de la casa, encendí las luces, cerré la puerta y me quité la chaqueta manchada - ¿Ves?- Señale mi antebrazo en el que antes había sangre- No hay nada, estoy bien.
Me acerqué y lo abracé, temblaba ligeramente y parecía más pequeño entre mis brazos.
-¿Entonces de quién es?- Key se había calmado un poco, le explique el encuentro que había tenido con ese chico y con el grupo que lo perseguía, habíamos terminado sentados en el sofá, Key tenía sus piernas encima de las mías y yo acariciaba su pelo, mientras él escuchaba mi relato mirándome a los ojos y asintiendo de vez en cuando. Cuando terminé se levantó y cogió mi chaqueta.
-¡Que valiente Puppy!- Cambió de humor inesperadamente y saltó a mis brazos- ¿Pero ese chico está bien?
-No lo sé…-Me quedé pensando.
-Voy a lavar esto- señaló la mancha de sangre de mi chaqueta- antes de que lo vea mi madre. Por cierto ¿Qué haces aquí tan temprano? creía que habíamos quedado a las diez.-
Me levanté y señalé la chaqueta, al ver que no entendía lo que quería decirle metí la mano en uno de los bolsillos y saqué la llave, plateada y reluciente. Key la seguía con la mirada, hasta que se encontró con mis ojos.
-Quería devolverte esto- Sonreí y Key me respondió con un dulce beso, corto pero intenso, se puso de espaldas.
-Pónmela- Sonreí y con un movimiento grácil y limpio que le causó gracia, pase las manos por encima de su cabeza y le rodeé el cuello con la cadena que un segundo después abroché. Esa visión no se me resistió y comencé a besar su cuello, lentamente, saboreando su piel.
Key soltó un gemidito, lo que me encendió por completo, introduje mis manos por debajo de su camiseta y empecé a acariciarle el vientre, Key se estremeció.
-Ahh... tus manos están frías- Gimió.
Subí un poco a su pecho mientras seguía besándole el cuello, ya mojado.
Se separo de mí, se puso de frente y me puso una mano en el pecho.
-Jong ya sabes lo que pienso sobre esto, ¿vale?- Recogió la chaqueta y desapareció en la cocina.
Yo aproveche ese momento y apagué las luces.
-¿Jong?- Key había regresado, podía distinguir su figura entre la oscuridad de la habitación, me moví rápido- Vamos esto no tiene gracia, sabes que me asusto con facilidad.
En medio de la oscuridad lo cogí en volandas, empezó a moverse intentando bajar.
-¡Jong suéltame!-Grito moviendo de una forma graciosa sus piernas.
-Shhhs, vas a despertar a tus padres- Le susurre, en el oído.
Aun con Key quejándose, ahora en voz baja, y pataleando conseguí subir las escaleras y abrir la puerta de su cuarto, solo había estado ahí un par de veces, pero nunca de noche.
Con mucho cuidado dejé a Key en la cama, que me miró confuso, y sonrojado, hermoso.
Gateé intentando llegar a él, pero se echaba para atrás, hasta que llego el momento en el que chocó su espalda contra la pared y yo acabé prácticamente encima de él. Le miré a los ojos, y empezó a boquear. Me causo una gracia tremenda verlo ahí indefenso, cuando el Key que yo conocía se encararía ante el peligro, no pude aguantar la risa.
-No te voy a obligar a hacer nada si no quieres-Apoyé mi cabeza en su regazo, podía notar que aun estaba tenso- Me basta estar contigo.
Note como una de sus manos acariciaba mi pelo, mientras la otra ve hacía cosquillas en el cuello. Nos pasamos un buen rato así, yo apunto de dormirme.
-Hagámoslo- Abrí los ojos de golpe y lo mire, ¿Qué había dicho?
Su mirada era decisiva y seductora, se inclino y comenzó a besarme.
POV.KEY
Mis manos acariciaban su cuello y su pelo, sentía que se relajaba. Me sentía muy mal por él, ya le había rechazado varias veces, no es que no quisiera hacer el amor con él, sino, simplemente el hecho de que yo aun era virgen y sabía que la primera vez dolía.
Me sentía egoísta y sucio, porque creía que lo torturaba. Yo ya le había contado, y él me apoyo en su momento.
Llevábamos mucho rato sin hablar y podía notar como las respiraciones de Jonghyun se estaban volviendo más intensas y mas calmadas.
No estaba seguro de lo que quería y habló el amor que sentía por él.
-Hagámoslo
Me miró de repente, con los ojos muy abiertos, yo le sonreí y le besé. En un movimiento Jonghyun me tumbó completamente en la cama y puso sus manos a los lados de mi cabeza.
-No tienes que hacerlo si no quieres- Me repitió, Jonghyun era un poco estúpido cuando se lo proponía.
-Hazlo-Le dije intentando parecer serio aunque por dentro tenía miedo del dolor.
-Key ¿Estas completamente seguro?- Miraba mi rostro en busca de cualquier signo de inseguridad.
-¡Hazlo ya!- Le apresure antes de que cambiara de opinión- To…tómame-Tartamudeé.
Me miraba con los ojos muy abiertos, como si no lo pudiese creer, como si fuese solo un sueño. Se acomodó en sus hombros y me besó, un beso largo e intenso, nos separamos para coger aire y al haber disfrutado de ese beso lo jalé de la nuca hacia mí, besé su cuello, su boca, los lóbulos de sus orejas, gimió, un sonido hermoso que salía de su boca.
-Jong…-Suspire entre su pelo.
Acto seguido, él bajó sus manos a la costura de mi camiseta y empezó a subírmela por el abdomen, me incorporé para ayudarle a quitármela. Intente hacer lo mismo con la suya, pero me temblaban las manos, se rió y en un parpadeo se la quitó lanzándola a dios sabe dónde, dejando al descubierto su marcado pecho y su musculoso abdomen. Trague con fuerza ante esa visión y me di cuenta de que Jonghyun estaba empezando a jugar con el borde de mi pantalón, lo cogió por con los dientes y lo bajó por mis piernas, sentía como se me enrojecían las mejillas y para que no las viera me tapé la cara con el almohadón.
-¿Qué haces Key?- Subió hasta mi rostro y forcejeó un poco con mis manos para después conseguir quitarme la almohada de la cara, me analizó por unos segundos- Eres la cosa más bonita del mundo Key, no te tapes la cara, hazme el favor.
Ante esas palabras mis defensas se desmoronaron, el besó el colgante que se encontraba en mi pecho y me cogió de la cintura y me jaló hacia la pared, sé quitó los tejanos torpemente, pero yo no estaba para reírme, nos quedamos los dos en bóxers.
POV.JONGHYUN
Lo veía demasiado nervioso, demasiado inseguro. Yo me moría de ganas pero no estaba dispuesto a hacerle daño.
Me acerqué a él y le acaricié la mejilla con la yema de mis dedos, estaba caliente, lo que me excito muchísimo más, Key era solo mio.
-¿Estás seguro? ¿Puedo continuar?- Dije, rezando para que dijera que sí.
Él asintió tímidamente, rehuyendo mi mirada y yo baje las manos a la goma de sus bóxers, se los quité. Lo besé de nuevo, acariciando su estrecha cintura, sus muslos…
Separé sus piernas, pero cuando dirigía uno de mis dedos a su entrada me cogió de la muñeca frenándome, yo le miré, respiraba agitadamente.
-Tranquilo, no voy a hacerte daño- Ambos sabíamos que mentía.
Me soltó la mano despacio y yo empecé a acariciarle en círculos, ambos respirábamos agitados, el por el contacto yo por la excitación.
Le introduje primero uno, y él se arqueó con un gemido, después abrió sus ojos y asintió, lo tomé como una invitación a que siguiera y empecé a mover. Cuando metí el segundo volvió a gemir, yo le preguntaba si estaba bien, el simplemente asentía.
-…Hm…-Gemía en mi oreja constantemente.
Cuando acabé de prepararle, me deshice de mis bóxers.
POV.KEY
Al principio una ola de dolor me recorrió la espalda, me quede sin respiración mientras me acostumbraba a él, no pude aguantar mis gemidos, me agarraba con fuerza a las sabanas mientras él me miraba a los ojos y me mostraba su sonrisa más tranquilizadora. Después de unos minutos retiró su mano, liberándome de aquella presión, pero dejándome con más ganas de él. Cuando vi que retiraba sus bóxers de la cama y que cogía mi cintura para volver a tumbarme, me temí que el momento había llegado.
Me besó tiernamente y yo saboreé su boca.
-Dobla las piernas ¿Vale?-Le hice caso sin pensármelo dos veces, junto su cadera con la mía e hizo que nuestros miembros se rozaran, quería sentirle más cerca de mí, pero cuando vi que se preparaba para hacerlo empezó a temblarme el cuerpo-Shhhs tranquilo… si no quieres…
-Joder Jong…hemos….llegado hasta aquí… ¡sigue!
Me miró boquiabierto, levanto una ceja y me sonrió, nos besamos ahora con más urgencia buscando sacar lo máximo del otro, Jonghyun bajo por mi cuello y mis orejas.
-¡AHAHAAH! ¡JONG, DIOS!- Grite cuando lo sentí abriéndose camino dentro de mí.
-¡Shhhs!- Me puso un dedo en los labios- ¿Quieres despertar a tus padres?
Me mordí el labio inferior de tal manera que temí que saliera sangre, apreté las sabanas entre mis manos y ahogue varios gritos que querían salir ociosos por mi garganta.
-shhhs tranquilo solo será un momento-Me acariciaba el pelo intentando calmarme.
Cuando estuvo dentro de mí completamente, me sentía como si me hubieran dado una paliza. Respiraba agitadamente sin control mordiéndome los labios y la lengua.
-Vale, ya esta, tranquilo- Me susurraba acariciando mi cuerpo.
Estaba sudando de la excitación y del dolor, pero, me sorprendí al ver que el también lo hacía, que el también respiraba agitadamente, que también temblaba…
-¿Te he hecho mucho daño?-Me miró a los ojos.
-No… mucho- Mentí- ha sido… m-menos de lo que… esperaba-Mentí de nuevo.
-Te amo
Me quede sin palabras ante esa declaración, el chico que me amaba, el chico al que yo amaba, estaba ahí, sobre mí, pegado a mi cuerpo, desnudo, sonreí y le besé.
POV.JONGHYUN
Cuando me separé de sus labios pude notar que estaba más tranquilo, que el dolor ya no se hacía patente en su rostro.
-Ya… p-puedes moverte- Me dijo tímidamente.
Empecé moviendo mi cadera hacia atrás, pero su cuerpo se tensó.
-…ay…-Dijo cuando me detuve, le miré, mi preocupación tuvo que ser obvia- Estoy…bien, sigue.
Me volví a mover, esta vez hacia delante, y después hacia atrás, como observé que Key no se quejaba aumente la intensidad.
Tenía tantas ganas que no me di cuenta cuando Key giro su cabeza y mordió la almohada con fuerza ahogando su dolor, seguí moviéndome aumentando el ritmo en cada movimiento, Key gemía bajo mi cuerpo, ahogando sus gritos en el hueco de mí cuello mientras me clavaba las uñas en la espalda, haciendo que solo yo disfrutara de aquella voz.
Sentía que ya estaba a punto de llegar y notaba que Key también, así que lo cogí de la cintura y tire de él hasta sentarlo en mis muslos.
-…ah Jong… no aguanto…mas- Tiró la cabeza hacia atrás abriendo la boca.
-Te amo, Key- Gemí en su oreja.
Y con lo que pareció casi un grito, terminamos, el entre nuestros cuerpos y yo, en él.
Nos quedamos así, el sentado encima mío, un par de minutos, intentando calmar nuestras respiraciones, pero el cansancio me vencía y me tumbé tirando a Key conmigo. Salí de él y lo acomodé a mi lado.
-Lo siento, no quería hacerte daño-Le susurré en el pelo, acariciándole la espalda justo cuando Key empezaba a llorar.
POV.ONEW
Ese día había sido realmente extraño, primero me había encontrado con aquel niño pálido de pelo castaño al pasar enfrente de la universidad esta mañana y después hace unos minutos ese chico delgaducho rubio de la casa de al lado… ¿Cómo se llamaba?... ¿Key?...
Subí los peldaños de la escalera y abrí la puerta de mi casa. Era de noche pero la luz de la luna entraba por las ventanas aun sin cortinas, el salón estaba lleno de cajas aun por abrir y trastos inservibles tirados por el suelo. Deje mi maletín en el recibidor y de camino al dormitorio me desvestí dejando la ropa tirada encima de las cajas, ya en bóxers me tumbé en la cama, que sería probablemente el único mueble en aquella casa y con el estomago vacío cerré los ojos. Al día siguiente tendría el horario de urgencias y necesitaba estar preparado para todo lo que pudiera pasar…