Infiltrándome En Tu Corazón
No podía creerle lo que ocurría. Nunca se le había pasado por la cabeza que entre todas las personas del mundo, eso le ocurriría justamente a el…
Era tan repentino…
Todo había comenzado con una simple velada a la cual le habían convencido a ir (por no decir arrastrar a la fuerza) a una de las pocas noches que podían tener solos ellos dos. Habían cenado en la playa a no mucha distancia de donde el Sunny se encontraba anclado debido a que durante esa noche tenían guardia, pero a un suficiente trecho para poder tener la tan necesitada privacidad que en compañía de sus nakama día a día era prácticamente mínima, por no decir nula.
Pero ahora, al verlo arrodillado frente suyo con una cajita en sus manos hizo que su corazón empezase a bombear cada vez con más fuerza. Ver a su amado, a ese hombre que le había robado el corazón tanto tiempo atrás abrir la dichosa cajita y mostrar con una enorme sonrisa en sus labios su contenido: un precioso anillo de oro con pequeños detalles en diamantes. Simplemente hermoso y que, según sus cálculos, bastante caro.
Debía de haberle costado un dineral, probablemente todos sus ahorros…
Se sentía como una muchachita enamorada, aunque el de muchachita no tenia nada. Después de todo, él siempre se había caracterizado por ser un hombre algo rudo y muy orgulloso y si bien, ya se había enamorado una vez de una muchacha hace mucho tiempo atrás, nunca se había esperado algo así. Nunca lo habría ni siquiera pensado…
Quizás ese era el motivo por la cual encontrarse en una situación como esa rompía con todos sus esquemas, aun si ya llevaban más de seis meses en una relación “formal” y todos sus amigos ya estaban enterados, o mas bien, se habían enterado muchísimo antes que siquiera ellos mismos se percatasen de sus verdaderos sentimientos el uno hacia el otro.
Volvió a la realidad segundos después, mirando directamente al rostro de su amado. Una sonrisa se instalo en sus labios y un leve rubor cubrió sus mejillas debido a la incomodidad y a la vergüenza del momento, pero sintiendo como la felicidad y la alegría le embargaban totalmente por dentro.
-y bien, Roronoa Zoro ¿Qué dices? ¿Te casarías conmigo y serias mi compañero de por vida?- pregunto Sanji con un tono de voz seguro pero con un sonrojo mas que notorio cubriendo y contrastando enormemente con sus pálidas mejillas-
Como toda respuesta, el espadachín se lanzo a sus brazos mientras le besaba con desmedida pasión y arrebato infinito.
Siempre había sido así. Porque era ese cocinero y molesto rubio era la única persona con la que se permitiría algo así... porque era a la única persona a la que había amado realmente en toda su vida… la única persona que había conseguido romper con todas sus barreras y aceptarle tal cual era, con sus defectos y cualidades…
La única persona que había logrado infiltrarse en su corazón…
¿The End?