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De cenas y Delantales por YukaKyo

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Notas del capitulo:

De cenas y Delantales 

Autora: YukaKyo
Serie: FullMetal Alchemist

Pareja: LingxEdward
Categoría: Drabble, Yaoi.

Campaña: *Levanta su banderita* Si no hay capitulos de mis demas fics, al menos hay drabbles! n.nU

 

De cenas y Delantales

 

 

El lugar era oscuro, tétrico y mal oliente.

 

Pero al menos se sentía un poco calido y acogedor con la pequeña fogata que habían encendido y aunque la decoración no era su favorita, pero algo le decía que para Edward si que lo era con tantas calaveras y huesos por doquier, podía sopórtala mucho mas si continuaba teniendo la agradable compañía del rubio y ciertamente era todo un alivio no estar tan solo en el interior de un homúnculo.

 

Con las tripas casi queriéndose devorar las unas a las otras Ling gimoteó mientras se sentaba de piernas cruzadas esperando lo mas paciente que se pudiera, sobre la extremadamente calida arena rojiza del suelo. Mientras el metálico sonido de la cuchara raspando la olla de acero hacia eco al casi imperceptible tarareo que soltaba descuidadamente Edward mientras cocinaba.

 

Podía que lo que el rubio estuviese haciendo como cena no fuese el más suculento majar, bueno que podía esperarse de una bota de cuero ¡Eso si! Sin pie de atleta ni nada parecido, pero que soltaba un suculento aroma que hacía que sus tripas danzaran frenéticas y esperanzadas mientras su boca solo salivaba.

 

Faltaba poco para que la comida estuviese lista y fue solo hasta que Ed empezó a servir un poco de aquel caldo en  uno de los posillos que había transmutado, fue que Ling finalmente habló.

 

— Esta no es mi idea de una cena romántica contigo —

 

— ¿Qu… ¿Qué? — soltó el rubio poniéndose colorado hasta las orejas  derramando el caldo ante las palabras inesperadas del xianganes.

 

— Si, ya sabes — Ling continuó tan fresco y despreocupado como siempre — Estamos solos, el lugar no es bonito pero al menos la luz de la fogata es agradable —

 

Y sin que el rubio supiera como, el pelinegro se había acercado hasta él quedando peligrosamente a tan solo escasos centímetros de él y se había dejado quitar el pequeño pocillo de las manos para que las mismas terminaran sujetas entre las del príncipe xianganes. Fue asaltado entonces por otro sonrojo que incluso parecía que iba a terminar tiñendo sus cabellos de rojo mientras el rostro de Ling al suyo suavemente se acercaba y el corazón encerrado en su pecho fuertemente golpeteaba.

 

— Y tu presencia a mi lado es lo mejor de todo — A Ed se le hizo un nudo en la garganta y tuvo que desviar un poco sus ojos dorados cuando los oscuros de Ling brillaron complacidos

— Solo hay una cosa que falta para que todo sea perfecto — Susurró Ling terminando la distancia que les separaba y Ed sintió que el corazón se le salía por la garganta cuando sintió su aliento caliente golpeándole las mejillas y sus labios tan casi a nada de tocarse.

Tragando saliva y sin saber lo hizo, como preguntó:

— ¿Y qué es? — el pelinegro sonrió mas que encantadoramente cuando el rubio sin pensar se acercó un poco mas a él y paso descuidadamente su lengua por los labios dejándolos brillantes. Ling se apartó solo un poco para luego señalar al rubio con uno de sus dedos.

 

— ¡Que llevaras puesto un  lindo delantal rosa! —

 

¡Oh si!

 

Ling ya se lo estaba imaginando, Edward se vería tan dulce y tierno con una enorme sonrisa  misma que iba a resaltar sus rosadas mejillas mientras sostenía una pequeña cucharita para darle de comer en los labios juguetonamente.

 

¡Luciría tan adorable! Mucho más de lo que siempre estaba.

 

Lastima que no lo vería, al menos aun no.

 

Tampoco vio venir la otra bota de Edward que hasta momentos atrás aun llevaba calzada y que fue a dar justo contra su cara mandándolo al suelo por su tremendo impacto. Toda una voluta de polvo se levantó a su alrededor.

 

— ¡Ni en tus sueños! — Gritó el rubio aun sonrojado, mas esta vez era de coraje por sus tonterías y se dio la vuelta para seguir revolviendo el caldo mientras le maldecía lleno de coraje— Idiota—

 

— ¡Auch! — se quejó el príncipe mendigo aun en el suelo dolorido por la buenísima puntería de Edward.

 

¡Bueno!

No había conseguido lo que quería pero…

¡Al menos lo había intentado! 

Notas finales:

Saludos! :D


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