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.... Mi ángel de caramelo.... por Likari Aoi

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Notas del fanfic:

¡¡¡¡¡¡¡MI NEE CHAAAAAAN!!!!!!!!

                                 ¡¡¡¡¡¡¡¡ESTA VA PARA TIIII!!!!!!!!

Notas del capitulo:

nee chan; no eh olvidado tu regalo de cumpleaños, por lo mientras te entrego esto ^-^.... espero te guste

 

HIROKI

Otra vez estaba pesando lo mismo, no lo podría soportar por tanto tiempo, es más, sabía desde hace mucho que no resistirá lo suficiente…. Y es que no era para menos, estaba por demás dicho que, aparte de que su voluntad a esta edad no era para presumir, era muy, por no decir demasiado, impulsivo…. Pero por más que el mismo analizara las cosas, las profundizase cual científico loco, genio liberal, o filósofo enamorado de Sócrates, siempre en cualquier caso y en hasta la más loca conclusión, todo, de verdad todo, para su afortunada suerte, daba lo mismo, el mismo resultado, la maldita ecuación siempre se dignaba a dar una igual derivación

Y por supuesto que era afortunado, de hecho y sin lugar a dudas o a reclamaciones, él podría autoproclamarse el más afortunado del mundo, y con demasiada razón…. Por una simple respuesta, a una pregunta demasiado obvia, por un igual del mismo valor que el signo de infinito…. Había encontrado a su alma gemela

Media naranja, destino, y más de un millón de sinónimos que los mórbidos humanos llamamos a las personas pre sentenciadas a estar juntas, unidas, o cosas por ese ende. Y en definitiva no había duda, no cabía la posibilidad de estar equivocado, definitivamente no aceptaría un error tan grande como ese, nunca en su corta existencia se atrevería a equivocarse de manera tan grotesca, humillante, y risible…. No estaría dispuesto a, si es correspondido, separarse por la falta de interés en aquello que por el momento le atraía de manera tan sobrenatural mente estúpida

Porque si, no encontraba una palabra mejor o que por lo menos se pareciera al grado de afecto que le tenía al perfecto adonis…. Por supuesto que estaba demasiado dispuesto a encontrar ese vocablo, pero una vez lo obtuviera lo despreciaría por ser aún demasiado poco para tan altos niveles de adrenalina que transitaban por su cerebro cuando el bello ser pasase por delante de él, o a lo mucho se arriesgaría a transformar la frase en algo mucho más maravilloso de lo que se supone tiene que ser, arriesgaría todo con tal de que ese joven supiera sus verdaderos sentimientos

¡¡¡¡¡Oh, y claro que lo aria!!!!.... el espléndido y hermoso individuo sencillamente lo dejaba en blanco, tan o menos que al color de su piel, de manera simple lo atarantaba…. En un poema se llevaba el amor los pensamientos de su corazón…. Y en una canción lo dejaba sin nada más que suspiros. Concretamente se quedaba sin habla frente a ese magnífico muchacho. Con eso y sin permitir que más pensamientos crudos entrasen en su cabeza, estaba correspondientemente arruinado

Y como no terminaría ahí, estaba por demás enterado de que tanto literal como metafóricamente era pobre; en la forma simbólica…. Solamente con verlo se notaba, estaba tan decaído que ni uno de sus libros favoritos le hacían por lo menos sacarse unos cuantos gramos de culpa que traía encima, y es que no había forma alguna de no sentir eso, el peso de todo lo que el mismo se creaba e imaginaba en su cabeza no lo dejaba por lo menos dar un suspiro de fatiga, pero que más….

Como si no fuera suficiente la parte sólida y fuera de =túneles de pensamiento= le reclamaba a su bolsillo el estar vacío y más delgado de lo que el mismo era, no era un palito andante, también tenía lo suyo…. Pero bueno, el principal problema estaba en que cada vez que alguno de sus padres le daba algo de papel moneda el terminaba simplemente olvidando el lugar en donde segundos antes lo había depositado

Ojala solamente la parte boba de su cabeza que le hacía perder su dinero a diestra y siniestra se quedara simplemente con eso, la maldita siempre encontraba la forma de que sus cuadernos y demás cosas importantes se perdiesen de su visión, pero no contenta con ello, se la pasaba burlándose de él y de lo ridículo que se veía cada vez que buscaba algo que tenía en la mano

Eran estas y muchas más razones por la que su madre le había llevado al médico, que fue el centro en donde le conoció, desde luego el motivo de su distracción en ese tiempo, que no se alejaba del ahora por más de tres meses, no radicaba en el estar enamorado, se situaba más bien en un extraño sueño que había fulminado con una eyaculación…. Por el momento simplemente no quería pensar en eso, o en los casi infinitos inconvenientes que tuvo al sacar y lavar su pantalón junto con la ropa interior, o al ser casi descubierto por su madre

Quería a sus padres, los amaba demasiado; confiaba en ellos, y al mismo tiempo ellos en él…. Pero el hablar con su padre de eso que le había pasado en decisiva no era una opción…. Y jamás la tomaría como una. Él era un niño muy curioso, y además de todo para evitar ese tipo de conversaciones vergonzosas, había leído gran parte de la colección de libros que había en la escuela que hablaban sobre sexualidad…. Así fue como descubrió las relaciones coitales entre hombres

Así fue como trago saliva tan duro que la bibliotecaria le había hecho callar, y también el pequeño gesto que sabía haría seguido…. Una mano en su trasero acompañado de su inseparable amigo—¡¡auch!!—…. De todas formas él estaba dispuesto a hacerlo…. O por lo menos a intentarlo

Claro que no, ya lo podía sentir; el dolor y ardor de su marfilada piel con esos incontables mordiscos, el insoportable dolor en su parte baja…. Y el fantástico final en los brazos fuertes de su amado pediatra…. Definitivamente eso sería magnífico…. tenía la ligera sensación de que estaba cayendo más bajo, mucho más abajo de lo que hubiera imaginado….

—¡¡¡¡¡CUIDADO!!!!!—escuchó. Le dolía su espalda, y estaba empezando a creer que el corte en su cabeza necesitaría unas puntadas. Miró hacia arriba, sus manos estaban a los lados, no estaba inconsciente pero si un poco aturdido por el golpe al ser empujado y ser recibido por la fuerte masa del frio piso

El solo estaba caminando tranquilamente en dirección a su casa ya que recién sus clases se habían acabado y sin más un tipo pasa corriendo a su lado, a consecuencia lo tira sufriendo una pequeña contusión en el parietal derecho de su cabeza…. Bueno al menos recordaba todo, eso estaba bien, o eso era lo que creía. Y ahora lo veía, hasta el momento lo notaba, tenía otra oportunidad para visitar a su amor…. Que aria, estaba muy emocionado

—¡¡¡¡¡GRACIAAAS!!!!!—si la persona que lo había tirado estuviera cerca de él…. Definitivamente muchos besos suyos hubiera recibido, y después….

Esto en definitiva no estaba dentro de lo planeado. Su mundo comenzaba a desvanecerse lentamente, no podía asegurarlo con demasiada confianza, pero podría jurar que se estaba desmayando…. Todo se hacía más oscuro, se preguntaba cómo era posible desmayarse a la mitad de la calle por solo un pequeño golpe en su cabeza, sus planes se arruinarían con eso…. al menos esperaba soñar con su amor platónico

´~´~´~´~´~´^-o-^´~´~´~´~´

NOWAKI

Estaba enojado, muy enojado, su día prácticamente estaba arruinado, echo pedazos y pisoteado por la persona que más lo adiaba. Era como si todo, iniciando desde su mañana, estuviera estratégicamente planeado para que el sufriera y pasara la mayor de las vergüenzas en presencia de su ego. Por más que le mismo no quisiera hacerlo no podía simplemente decaer por completo…. no podía simplemente echarlo todo a la mierda, se había esforzado demasiado como para hacer eso o algo parecido, no se permitiría ni aunque estuviera moribundo, el faltar a su labor

No estaba dentro de sus planes el estar ausente en su turno, por cualquier cosa que le pasara incluso si fuera mucho más estúpido y humillante que lo de esa mañana, nada haría que omitiera sus deberes. No le importaría en lo más mínimo el regresar a su casa por décima vez, al descubrir que algo en su vestuario faltase, dejaría atrás todos, o por lo menos algunos, de sus problemas y aria lo posible por estar en el hospital. Cada cosa negativa que le pasaba lo único que hacía era alentarlo más, estaba de acuerdo en que llegaría cerca de una hora tarde a trabajar, además de estar totalmente desarreglado, lo único positivo de su aspecto es que estaba limpio, pero eso era por demás obvio ya que de sus cabellos azulados aun caían gotas de agua

Lo que pensaba sería una noche más, claramente se había trasformado en un horror o mejor dicho…. un casi perfecto orgasmo…. Solo una pregunta se hizo cuando a la mitad de la madrugada se había despertado con el cuerpo en una desnudez total, con las cobijas tiradas y completamente revueltas en el piso, su respirar totalmente fuera de control además de su miembro y parte de su abdomen cubierto de semen…. ¿Por qué justo en ese momento?

Estaba en total acuerdo cuando se decía que aún estaba joven y esos sueños eran normales…. ¡¡¡¡¡por todos los cielos, ya no lo estaba tanto!!!!! Tenía 20 años y ya desde hace algún tiempo ni siquiera el mismo se consideraba tan joven. Desde siempre supo que su inteligencia no estaba a acorde con los niños de su edad, y claro está, su genio fue descubierto a tiempo por sus padres…. Y ahora estaba ahí, con sus 20 primaveras y todos los derechos a llamarse pediatra. Claro que nunca faltaba la duda de si confiar en él o no, y como no hacerlo, prácticamente a la vista de quienes conocía el claramente aparentaba tener apenas diez y ocho años, pero para su fortuna, y más recientemente malestar, estaba su sempai…. Ese molesto sempai, ese muy molesto Tsumori

Ese tipo que siempre se la pasaba molestándolo, se le trepaba cual mono diciéndole a las enfermeras, que para su desafortunada suerte eran amantes de algo llamado yaoi, que eran pareja junto con un montón de cosas más, y al final él tenía que aclarar todo. Lo que más le molestaba no era eso, sino como últimamente lo estaba llamando; pedófilo chan

¿Pero cómo demonios se podría defender a eso?, no tenía muchas opciones, pero claro, muy seguramente las encontraría si eso fuera mentira….

Y es que, ¿de dónde había sacado la idea de que ese latoso rubio no se aprovecharía de sus delicados sentimientos? pero oh claro, solo a él se le había ocurrido contarle sobre eso al muy desconfiable sempai. ¿Porque había sido? desde luego, se supone que no debía tomar alcohol pues así claramente echaría abajo su plan de mantener ocultos esos pensamientos tan…. Tan…. Tan…

Ya lo suponía, no tenía si quiera la palabra correcta para llamarlos. Él sabía perfectamente que era amor, no solo deseo carnal, y ese tipo de cariño que sentía por él, no estaba dentro del rango amoroso de un padre. Si, era amor, puro e inocente amor. ¡¡¡Y cuanta inocencia había!!!  Estaba pensando en un pequeño ángel que apenas cursaba la primaria…. Tal vez su superior tenía razón…. Solo tal vez

´~´~´~´~´~´=^//////^=´~´~´~´~´

NOWAKI. HIROKI.

Como lo había pedido antes, estaba soñando que estaba entre, lo que pensaba, muy cálidos y abrazadores brazos de su pediatra. Más eso no se sentía como uno de sus tantas alucinaciones, pues en esa especie de fantasía, el doctor era amable, lindo, pero sobre todo, solo le sonreía a él, solo dedicaba carisias a su pequeño cuerpo, solamente miraba hacia sus ojos. Ahora, por alguna extraña razón, en su rostro no se mostraban las claras facciones al hacer una sonrisa, era angustia, cansancio, y tal vez alguna pisca de tristeza con un poco de confusión. No le gustaba de esta forma, no lo agradaba ni un poco el que su amado adonis estuviese triste, era demasiado desagradable

Normalmente en sus sueños, siempre que de sus labios le decía al de cabellos azules que le amaba este le segaba con esa radiante sonrisa. Así que, tal vez ahora, solo haría desaparecer un poco de todos esos dolorosos sentimientos…. Algo era mejor que nada

—te amo…. Kusama sensei—era extraño, muchas veces al decir eso no lo sentía tan real, sus palabras nunca habían llegado a sus propios oídos, jamás el apretado abrazo se hacía tan fuerte, pues de igual nunca lo podía sentir en carne propia, y, de ninguna forma podía apreciar el delicado aliento mentolado del doctor cuando se pegaba a su oído causando que el bello de su nuca se erizara. Él sabía el porqué de no sentirlo, más simple ya no se podía, no lo sentía porque soñaba, y ahora, entonces, no era solo uno más de esos….

—No digas tonterías—que clase de juego era ese, por más que estuviera semi inconsciente no quería decir que tuviera el derecho de estar jugando con sus sentimientos. No era un niño. Mas tenía la fragilidad sentimental de uno—te han golpeado en la cabeza, descuida, en cuento lleguemos al hospital, empezaras a decir cosas coherentes—frunció su ceño, sabía que estaba mal el enamorarse del pequeño ángel que cargaba

Sabía que era, en cierta forma, una suerte no declarada la que tenía al encontrarse a su pequeño caramelo ahí. No estaba en las mejores condiciones, como aquella vez que su pequeña legua se paseaba, en frente de su vista, de manera pervertida sobre un delicioso helado de vainilla. No se supone que debiera pensar en aquello, o en la humillante forma en la que había llegado rápido al hospital, se metió con aun más velocidad al baño, y con fuerza después de unos minutos su semilla se encontraba bajando con lentitud sobre la puerta. Si, en definitiva, o paraba sus pensamientos eróticos o violaría ahí a su amado niño de ojos caramelo

No debía ilusionarse, no tenía que hacerlo o pensar en el típico = ¿Qué pasaría si?=. Él estaba completamente consiente de que hacerse de ilusiones era completamente insustancial, nunca jamás encontraría por lo menos una razón por la cual creer que ese lindo querubín le amaría como él. Claro, le podía querer o si quería utilizar esa palabra, amar. Pero obviamente no tendría el mismo significado.... pero si el pequeño solamente jugaba con el diciéndole esas cosas, o por alguna broma infantil, o tal vez por sentir cariño hacia el por curarlo cada que se enfermaba o hería…. El saber eso le lastimaba….

Pues estaba más que seguro, nunca conseguiría el amor que necesitaba

— ¿he?—preguntó. No estaba seguro de lo que acababa de escuchar, hasta donde entendía estaba en uno de sus sueños, y en realidad su cuerpo semiinconsciente aun reposaba en el suelo. Pero con solo lo que antes había pensado, no se encontraba tan seguro. El comprobar que realmente estaba en una fantasía suya no iba a hacer tan difícil. Pensaba que tenía un sinfín de opciones para comprobar eso. Pero como se trataba de un sueño entonces esa sería la única forma

Si era un sueño su oji azul le correspondería, y si no, se volvería loco por el rechazo

Como siempre -en sus sueños- era cargado cual princesa de cuentos de hadas. Viendo aun borroso, sus delgados brazos se pasaron por el cuello del oji azul, este no se daba cuenta, pensaba mucho en llegar pronto al hospital para curar a su ángel herido. Detuvo su carrera, unos delicados labios estaban sobre los suyos. El castaño antes de su temerario acto, reviso con cautela el lugar por el que pasaban, no había más almas que las de ellos, no habría problema en besarlo ahí, nadie los varia. Con cautela se acercó, cerro sus ojos por completo y sello su boca con la del mayor.

Confundido en realidad no se acercaba a nada a como se sentía. Entendía porque correspondía con la misma pasión, probaba con devoción el sabor de la rosada y pequeña lengua, movía con cautela combinada con fuerza sus labios mientras de vez en cuando chupaba los contrarios…. Pero no sabía que era lo que había llevado a su niño a hacer tal cosa

No lo soltaría o el pequeño cuerpo caería, solo inclino hacia atrás su espalda, lo suficiente para separarse. Le sorprendía demasiado, no debía separarse ya que esa en definitiva sería la única oportunidad de probar el dulce néctar que había en aquella suave boca, pero tenía que. Si alguien lo viera en esa situación le aria pagar de la peor manera y eso sí que le quitaría toda opción de hacerlo de nuevo

—lo…. Sabia—susurro una vez fue alejado del beso, para otra vez caer en la inconciencia. Sabía que no era la realidad, le había correspondido, no como lo hubiese querido, pero si algo parecido. Estaba feliz

—no, ¡¡¡hey!!! …. No otra vez—tenía que apresurarse en llegar. Si no lo despertaba, no descubriría él porque del beso

´~´~´~´~´~´^-o-^´~´~´~´~´

—mmm—se removió lentamente. De apoco abrió sus ojos castaños, miró a su al redor, no encontró muchas cosas, solamente unos cuantos muebles, un sillón para una persona al fondo y una ventana a la derecha de él. Que por cierto, hasta ahora no sabía lo que hacía ahí. Muy seguramente alguien se compadeció de él y lo había ido a votar a algún hospital de quinta, que era en donde no trabajaba su amado doctor, ¿no podía esperar más de una buena obra o qué?, bueno, tenía que buscar su ropa e irse de ese lugar. Pues aunque no entendía muy bien, solamente tenía puesto una bata blanca que estaba abierta de los lados y no le llegaba ni a las rodillas. Talló sus ojos y con lentitud se sentó

—Por fin despiertas—dijo el oji azul entrando a la habitación, mientras le echaba un pequeño vistazo al cuerpo delgado del menor. Con la mente casi por completo en blanco miraba los rosados botones atreves de la delgada tela, no podía ver más ya que estaba cubierto por la sabana. Este era uno de los momentos en que agradecía lo trasparente que podía llegar a ser la bata—será mejor que sigas acostado. Tus heridas se pueden abrir otra vez—explicó

—Eh…. di-disculpe…. —no sabía si el tartamudeo era por el dolor o por ver de nuevo a su amor platónico. Lo único de lo que estaba consiente era de que sus mejillas estaban más rosas de lo normal—po-porque estoy a-aquí—

—t-te encontré inconsciente de camino al trabajo—debía mantener la compostura, no debía explotar y besar al pequeño como antes lo había hecho. Tomó una de las sillas que se encontraba a un lado del sillón sentándose a un costado de la cama en donde estaba el castaño

—o-otra cosa…. ¿Por qué estoy casi desnudo?—él era inteligente, es por eso que notó a la perfección el destello en los azules ojos en cuanto lo vio con esa prenda además del sonrojo y el casi nulo tartamudeo. Y desde luego que esa era la reacción que esperaba con ansias…. Se aprovecharía un poco, aunque, con todo lo que ese adorable adonis le había hecho, se merecía un castigo— ¿y mis zapatos?—le preguntó con dulce voz. Escondió en su interior una malévola sonrisa, pues eso no tenía nada que ver con lo que debía decir. Con una mano quito por completo la sabana que le cubría, se levantó lentamente y se hincó. Volteo al lado contrario del doctor y se inclinó, para al fin asomar su cabeza por debajo del nivel del colchón en donde estaba, dejando ver así su impecable y redondo trasero al mayor. Esta vez mostro su sonrisa, pues claramente le estaba dando el mejor de los espectáculos a ese peli azul

—e-e-están en. E-Están en…. Eh, quiero decir—que aria, que aria. En menos de lo que pudiera imaginar su miembro ya estaba completamente erecto, y es que solo a su =inocente= querubín se le había ocurrido hacer tales cosas. Solo le quedaba ocultar su parte rebelde (y pervertida) que no le obedecía a él pero siempre le hacía caso a su libido, de la pureza del menor

— ¿Qué sucede Kusama sensei?—le cuestionó. Sus ojitos castaños brillaron más al ver el =efecto secundario= que sus acciones le provocaron al mayor, no lo había ocultado del todo bien. Aun no era suficiente, lo aria pagar por todas esas noches en las que había tenido esos sueños. Gateando se le acercó al mayor colocando sus manitas en los muslos de este, mientras sus piernas delgadas seguían en la cama. Una vez más le miro directamente a los ojos—sensei ¿tiene fiebre?—bajó sus parpados y juntó su frente con la contraria

— ¡Mph!—no podía apartarlo, si lo hacia el bulto en su pantalón seria evidente. Alejó su cara del menor moviendo sin querer sus piernas causando que el castaño resbalara una de sus manos y comenzara su caída. Que por supuesto el pediatra había parado. Lo abrazó fuertemente pegándolo a su pecho—¡¡¡c-cuidado!!!—no le podía decir más, estaba cien por ciento seguro de que su ángel ya notaba lo rígido que estaba su miembro

—¡¡ah, sensei!!—gimió al sentir el enorme bulto contra su propio pene. Ya no podía más, si no lo hacía ahora, después sería muy tarde. Metió sus brazos entre los del mayor y con ellos le rodeó el cuello. Acomodo sus piernas a los lados del oji azul sentándose sobre su erección. Comenzó a subir y a bajar rozando con insistencia el vientre contrario con su pequeño miembro completamente levantado, además de aplastar cada vez que bajaba el  sexo del mayor—¡¡¡mmm, sensei, sensei!!!—

—¡¡ah!!—no se lo negaría, si el pequeño quería aquello, él no era nadie para para decirle que no. Si era solo un experimento del menor, ya no le importaba, necesitaba sentirlo—prepárate, no me detendré—le advirtió, solo le daba una falsa ilusión de poder escapar, ya no había marcha atrás

—de acuerdo, doctor Kusama—le ronroneó al oído haciendo su vaivén más rápido

Nowaki al no ver ni un atisbo en el menor de querer alejarse, lo cargó poniendo ambas manos en los glúteos del caramelo, se levantó y le masajeó por un momento mientras notaba como cada segundo su pene se ponía más duro al sentir el pequeño bulto del menor aplastarse contra el suyo. Subió la prenda que le impedía sentir más aquella suave piel, con una mano sostuvo el cuerpecito y con rapidez le quito por completo la bata

Lo recostó en la cama, con un poco de brusquedad se soltó de los delicados brazos, escuchando un casi ahogado gemido,  para luego recorrer la cortina que cubriría lo que estaba por hacerle al ángel de caramelo. Una vez hecho, quito con rapidez la bata y camisa que cubría su pecho. Trepándose a la cama ató las manos del menor con la corbata que se aferraba a su cuello. El castaño no dijo nada, subiendo después sus muñecas amarradas por arriba de su cabeza, se sujetó de a las barras de metal de la cabecera, abrió sus piernas, le mostró su rostro sonrojado junto con sus ojos impregnados de excitación

El oji azul no opuso resistencia, sujetó con fuerza los muslos contrarios y los subió hasta casi llegar a la barbilla. Sin más, su rostro se dirigió al rosado ano que hambriento se serraba y abría con desesperación, metió uno de sus largos dedos, no lo movía, por el momento el causante de los gemidos agudos de su niño era su boca que con suavidad combinada con un poco de rudeza chupaba el interior de las blancas piernas. Cada vez usaba menos sus labios, dándole paso a su lengua que lamia los suaves testículos, rodeando a veces el rosado agujero

El castaño no quería cerrar los ojos, con las pupilas más dilatadas de lo que alguna vez había pensado que estarían miraba con atención como su pene era lamido desde la base hasta su brillante punta. Le gustaba, pero quería más, sentía un dedo dentro de él, movió con desesperación sus caderas, sintiendo como la punta del largo falange tocaba su botoncito del placer, gritó lo más fuerte que el mismo se permitía…. Jamás había sentido algo así, a pesar de que se masturbaba y metía sus deditos en su entrada nunca había tocado su próstata, y ahora que por fin esa sensación le recorría por completo, le hacía querer correrse, pues no solo habían tocado su punto especial, sino que también lo había hecho su precioso adonis

El pediatra no dejaba de mover su dedo. Le rosaba con cada vez más insistencia, ya quería escuchar los gritos que saldrían desde ese delicado cuello cuando su pene estuviera perforando su entrada. No quería esperar más, soltó las piernas de su ángel y metió de una sola estocada dos dedos más, escucho con devoción el grito lanzado por el castaño. Sabía que le dolía, así que con otra de sus manos masajeó el pequeño sexo y se inclinó para besar los rojos labios que el menor se había encargado de morder para hacer más soportable el dolor

Los lamio con la punta de su lengua obteniendo rápidamente el acceso a esa dulce cavidad. Paseaba su lengua por todos los rincones, se encontró con su inocente compañera y comenzó a bailar junto con ella, en ningún momento sus labios se detenían, desde ese momento sabía que no podría vivir más sin esos inocentes y torpes besos apasionados. La mano que masturbaba al pervertido ángel se concentraba ahora en los suaves testículos mientras sus dedos dentro de la suave y pegajosa cavidad habían comenzado a moverse, lentamente, solo se dedicaban a salir y entrar

Creía que el fuerte apretón que le ofrecían las piernas del menor le dejaría una marca de color morado por lo fuerte que le estaba sujetando. Aun no conseguía que se relajase lo necesario. Desato el amarre de la corbata y guio las manitas a su pantalón, mientras él se encargaba de pasar sus grandes manos por el cuerpo que ante su tacto se erizaba

—Diviértete—le dijo al caramelo con vos sensual—es todo tuyo—cuando termino de decirlo pasó con lentitud su lengua por detrás de la oreja

El menor agachó su rostro, mientras el oji azul salía completamente de la entrada y pasaba sus manos por detrás de su pequeño amado para darle más comodidad, no se tenía que inclinar mucho hacia adelante ya que su brazo era más largo que la mitad de estatura de hermoso querubín castaño. Con sus manitas un poco temblorosas abrió el botón y bajó el zipper, con más seguridad tomó el enorme miembro para sacarlo de entre el bóxer. Recuperó una vez más el vibrar de sus manos, no imaginaba como ese enorme pedazo de carne se metería en su delicado agujerito. El más grande al notar el miedo de su amor le beso de nuevo, dándole así un poco de tranquilidad

Con aun un poco de temor, apretó el sexo, se dio cuenta de que sus pequeñas manos no podían rodear del todo la circunferencia. Para que el caramelo no volviera a su miedo inicial hizo que sus dedos comenzasen a abrir más espacio dentro de lo que pronto seria su nirvana, mientras apretaba con su mano libre los pezones rozados.

Sin poder evitarlo apretó con fuerza el pene que hasta ahora solo acariciaba tímidamente, uno de sus botones era atacado, se sentía tan bien. Se puso de rodillas y juntó su pene con el del mayor, este hundió más sus dedos, el oji caramelo veía como ahora ambos sexos eran masturbados sintiendo cada vez como eran más apretados uno contra el otro y su espacio adentro se hacía cada vez más grande. Él quería ayudar un poco, con la palma de su mano aplastaba ambas glandes, con eso y los dedos tocando su próstata además de los besos agitados que se daban estaba seguro que pronto tendría su orgasmo

Antes de llegar a su clímax comenzó a lamer los pezones del mayor causando que apretara más sus sexos y con esto terminara por fin por derramar su semilla en su pecho y unas cuantas gotas cayesen en el vientre de su amado pediatra, había gemido con todas su fuerzas, mismas que se habían ido por unos cuantos segundos, haciendo que curvara la espalda hacia atrás

Sus ojos azules se deleitaron ante la inexplicable visión que su ángel le ofrecía. Retiró sus dedos del ya muy mojado orificio y recostó con suavidad a su niño. Paseó sus manos y sus labios por toda la piel haciendo que una nueva erección creciera. Sin aviso alguno, metió el nuevamente excitado miembro a su boca. Bajaba y subía con desespero, las manitas en su cabeza le decían que continuase pero la aguda vos gemía que se detuviera. La primera era la que contaba más, pero si hacía que otra vez eyaculara  lo cansaría demasiado y ya no habría espacio para el

Utilizó una mano para masturbarse mientras usaba su lengua para limpiar el semen junto con unas gotas de sudor del castaño. Al término, le subió de nuevo las piernas indicándole al menor que las sujetara. Con una mano tomó su sexo y buscó la entrada, con la otra se recargaba para no caer. En cuanto la encontró fue introduciéndose de apoco, se detuvo cuando sintió el estremecimiento del ángel. Le beso una vez más. Lo agarro por la cintura elevándolo despacio, sin meter todo su miembro de una sola estocada. En menos de lo que el peli castaño se había dado cuenta ya estaba casi completamente sentado sobre su sensei

—cuando tú…. quieras—le dijo el oji azul, viendo como su amor ponía sus manitas en su vientre y bajaba lentamente. Justo cuando la mitad de su miembro ya estaba adentro escuchó el fuerte gimoteo agudo, sabía que ya había llegado a su próstata.

—se…. Siente bien…. Kusama sensei…. —tenia cerrados sus ojos. Al no sentir dolor se dejó caer por completo, ese botón dentro de él fue mucho más que aplastado haciendo que omitiese por completo el dolor—¡¡¡AH, SENSEI!!!—lloraba, el placer que sentía jamás podría compararlo con otra cosa

Repetidas veces su pene era absorbido por la estrecha entrada, sus ojos estaban abiertos, observando los gestos sensuales que su amante le regalaba. Entre su mano sujeto el pene del castaño. El menor no sabía en qué momento su vaivén se había vuelto tan desesperado, ni cuando una de sus manos apretaba con fuerza su pezón, le dolía, pero eso le daba más placer, aun que internamente dudaba que eso fuera de verdad y solo era que su mano quería moverse más

—sen-sensei, lo amo…. Lo amo mucho—no podía pensar siquiera como podía hablar o al menos como hacerlo con coherencia, solo que eso era lo que necesitaba decir. Sus piernas bajaban y subían con la misma energía como la de hace algunos minutos. Sabía que era demasiado pronto para venirse de nuevo pero ya no podría aguantar por más, con tanto placer, estaba seguro de que ya había soportado mucho

—yo….¡¡mmm!! , también te amo…. Hiro chan—su miembro era cubierto por completo, era apretado fuertemente, y la imagen de su amor cubierto de perlas de sudor en conjunto con esa traviesa manita que ahora tenía al pezón mucho más rojo de lo que él lo había dejado ayudaron a que su semen llenara por completo el apretado interior del menor. El ángel al sentir la esencia del mayor dentro de él volvió a esparcir su blanca semilla esta vez en el pecho de quien estaba montando. En un fuerte grito por su parte se vació por completo, se dejó caer. Al instante escuchó los acelerados latidos sintiendo también su propio semen y el de su doctor bajar por su parte trasera

—de verdad…. Lo amo…. Kusama sensei—le dijo con la voz entrecortada. Con sus brazos rodeo al oji azul, temía al rechazo, no quería pensar que eso había sido solo sexo, no quería imaginarse haber sido un objeto o una muñeca inflable. Con esos pensamientos sus ojos castaños se llenaron de lágrimas, oculto más su rostro

—mph—sonrió, ya lo sabía, no solo por las palabras, no solo por lo que había hecho mientras hacían el amor, desde hace algunas visitas había notado como indiscretamente le miraba, solo no quería hacerse ilusiones falsas. Y ahora que lo sabía de su propia boca, estaba feliz, contento, y todo lo que podía seguirle

—.…—que podría significar ese =mph=. Tal vez se estaba burlando de él. Pues bien, no se quedaría a ver como ese tonto adonis se reía de sus inútiles sentimientos. Su orgullo no lo toleraría, y su corazón estaba lo suficientemente roto como para hacerle caso al ego de las estupideces que muy seguramente le obligaría a hacer. Con rapidez se paró, sin mirar al que él pensaba se estaba riendo en su cara

— ¿Mm?—que era lo que estaba pasando, no podía ver los ojos de su ángel pero estaba más que seguro de que lloraba pues las gotas caían al piso una tras otra. No necesito más para averiguar cuál era el problema. Antes de que su pequeño amor comenzara a vestirse, lo tomó de la mano y lo jaló hacia él. Su dulce rostro se ocultaba y con claridad podía sentir las pequeñas convulsiones al aguantarse el llanto

—Déjame ir maldito—le amenazó. No con muchas ganas, no con mucho esfuerzo, y tampoco sin quererlo. El deseaba estar siempre así, pero si no se podía, para que insistir mas

— ¿Porque te dejaría ir mi dulce ángel?—se sentó en la cama para poder abrazarlo por la cintura, le sujeto con un brazo. Con una mano levanto el sonrojado rostro y lo beso lentamente. Ambos estaban aún desnudos, por lo que al hacer más profundo el delicioso contacto, sus sexos se rozaron, haciéndoles gemir

— ¿ángel?—le cuestiono, juntando aún más sus miembros

—si—le aseguró—mi travieso ángel—acercándose al pequeño logró apenas rosar sus labios

— ¿algo más?—dio un paso atrás, con sus manos cubrió su pene. No le dejaría continuar a menos que lo dijera el también. Ya lo había escuchado, pero quería ver esos carnosos labios moverse al decírselo

—….—solo para hacerlo enojar—te….—adoraba ver sus mejillas rojas por el enojo—a….—estiro su mano, el menor inconforme la tomó sin querer—te amo, mi pequeño ángel—rápidamente lo jalo…. Besándolo de nuevo….

´~´~´~´~´~´^-o-^´~´~´~´~´…. Fin.…´~´~´~´~´~´^-o-^´~´~´~´~´

++++ Mi dulce corazón, mi ardiente pación

Que el dolor de ti se inunde,

y que de felicidad yo me ahogue++++

Notas finales:

¿algún review para esta escritora de malos fic`s?


 


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mi lady, recuerde que si quiere enviarme una solicitud de amistad debe aclararme en un mensaje que es de amor yaoi ^-^)


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