- Problema y encuentro
- Esto no puede seguir así!!- grita enojado el muchacho de cabello rubio golpeando fuertemente la mesa con sus manos- Esta en todos los canales, debes hacer algo!!!
El aludido, un hombre de cabello castaño seguía viendo las noticias atentamente sin decir nada ni prestarle la atención que el otro muchacho buscaba, quien gritaba indignado.
-Aishh Onew!!! Me estas escuchando?!!! No piensas hacer nada?- recorre la mesa para quedar en frente al hombre castaño, mirándolo asesinamente.
-Como de costumbre diría que exageras pero esta vez no es así –dice tranquilamente apagando en gran televisor de la habitación, mirándolo finalmente.
El rubio bufa sonoramente rodando los ojos.
-Claro que no exagero, Onew!! Haz visto las noticias con tus propios ojos. Estuvieron a punto de matarme, entiendes!! MATARME!! A MI EL GRAN KIM KIBUM!! El mejor modelo y diseñador de toda Corea.
-Si, si ya se quien eres Key. No hace falta que me lo recuerdes. Quizás por esa actitud soberbia y egocéntrica es por lo que alguien intenta matarte.
-Pero que estas diciendo?!!!- se precipita sobre la mesa enfocando sus ojos oscuros de modo asesino en el rostro del mayor.
-Lo siento!! Lo siento!!- ríe nervioso para luego mirarlo serio.- Esto no esta bien key. El desfile de primavera será dentro de 6 meses. La competencia sacara provecho de este escándalo.
-Lo se Onew. Eso es lo que estoy tratando de decirte hace horas. No solo el desfile corre riesgo, sino mi reputación. Que digo mi reputación, mi vida corre riesgo.
-Y que esperas que yo haga al respecto?
-Aishh, no se Onew pero haz algo. Tus eres el director- le grita con enfado no contenido.
El castaño medita unos segundos con los dedos sobre su barbilla antes de dar una respuesta.
-Y si te buscamos un guardaespaldas?- propone al fin con una sonrisa.
-Un que?- el rubio abre los ojos en demasía, la idea le parecía absurda- Onew no soy una niña para que alguien me siga las 24 hs al día.
-Será por tu bien. Hasta que no descubramos quien intento matarte tu vida corre riesgo, tú lo has dicho. Necesitamos a alguien que te cuida y proteja. La empresa te encontrara a alguien apropiado.
Kibum hizo un mohín en reproche pero sabía que cuando su jefe decidía algo era difícil discutir con él así que termino por aceptar la propuesta.
-Muy bien, espero verlo mañana. Me voy, tengo trabajo que hacer.- Tomo su chaqueta, se coloco sus grandes gafas de sol y se retiro del despacho.
-Siempre es un placer verte Key!- le grita antes que este cerrara la puerta.
Ya en el pasillo, caminado despreocupado con la atención puesta en su celular, Kibum no reparo al doblar la esquina en el comienzo de la escalera que unía al piso inferior por lo que tropieza y cae, tirando el celular por el aire.
Cierra los ojos queriendo así protegerse de la inminente caída pero para su sorpresa unos brazos que sostienen con fuerza su cuerpo lo salvan de desplomarse en el piso.
-Woh, eso estuvo cerca. Estas bien?- le pregunta una voz masculina cerca de su rostro.
Abre los ojos y se encuentra con un sonriente y preocupado muchacho de cabello negro, unos centímetros mas bajo que él. Su cara era curiosa, parecía… un perro? Si, y algo mas… un dinosaurio? Eso era posible??
-Woh, tienes ojos muy hermosos- dice acercándose mas a su rostro, sin reparar en ello, de modo inconciente al parecer.
Kibum se siente intimidado, extraño. Su corazón comienza a latir por esa cercanía, por esas manos que aun sostenían su cintura; sus mejillas se sonrojaron.
Es el desconcierto de la caída, piensa, si debía ser eso.
Se incorpora lentamente liberándose como puede del agarre de ese extraño muchacho que no dejaba de mirarlo ni un momento.
-Si, estoy bien- le comunica finalmente. El chico sonríe aun mas, encantado de oír su voz. Realmente Kibum no entendía nada.
El pelinegro agacha su cuerpo para levantar el celular del rubio y una pequeña caja que al parecer llevaba consigo antes del pequeño accidente. Se incorpora y extiende su mano entregándole el objeto.
-Al parecer no sufrió daño, al igual que su dueño- le asegura.
El muchacho mira su celular y luego al pelinegro que aun sonreía infundiéndole valor. Valor a que? Parecía simpático, pensó y era extraño que a él le agradara un desconocido.
Con una timidez que creyó no tener tomo su celular y dejo escapar un susurrante “gracias” de sus labios, bajando la mirada.
-No fue nada.
Se miran por unos segundos, escaneando la figura del otro como queriendo que esa imagen perdurara en su memoria y no olvidarla jamás. Pero Kibum rompe el contacto dándole la espalda para seguir su camino; no dice ni una palabra, no había mas que decir.
-Nos volveremos a ver!- grita el chico con entusiasmo.
Para en seco y voltea a verlo extrañado. Lucha para no ser grosero y decirle que eso jamás pasara, cosa que sin duda alguna lo hubiera hecho con otra persona pero con este chico… le debe una, era cierto así que por ello se calla y sigue caminando dejando atrás al extraño muchacho, solo en el pasillo donde se conocieron.
Quien rayos era? Y lo mas curioso, desde cuando Kim Kibum se comportaba de esa manera?
***
Unos golpecitos rítmicos en la puerta llaman su atención levantando la vista de esos millones de papeles sobre su escritorio.
Se pregunta quien seria. Duda que fuera Key, hacia un buen rato que se había marchado aunque quizás volvía nuevamente para reclamarle que hiciera lago por su seguridad. Ah Key y sus aires de diva… Sin duda era el mejor diseñador de toda la compania pero muchas veces era una persona muy difícil de tratar. Suspira.
-Pase!-grita.
La puerta se abre y un joven pelinegro entra al despacho.
-Como estas Onew-hyung? Se te ve cansado- saluda enérgicamente, sentándose frente a él.
-Jonghyun-ah!!! Si tengo mucho trabajo últimamente. Que te trae por aquí?- pregunta curioso por la repentina visita de su donsaeng favorito.
-Lo sabia! Es por eso que vine a traerte esto- anuncia retirando unos papeles y depositando una caja sobre el escritorio.
El castaño lo abre y de repente sus ojos brillan como los de un niño en navidad.
-Ah que soy un buen donsaeng, no?
-Eres el mejor!!!!- grita eufórico inclinándose sobre el escritorio y abrazar al moreno.
-De nada Hyung. Te mereces un descanso.
-Gracias! Las cosas han estado muy duras. Oh mi hermoso pollo! Como te he abandonado- dice ya en su lugar admirando las piezas como si fuera valiosas obras de arte.
-Lo imaginaba. Hay mucho moviendo en este lugar.
-Así, es, pronto será la promoción de primavera- le comunica.
-Ya veo- susurra- Ah Hyung…
-Si Jong?
-Conocí a alguien antes de venir a verte.
-Enserio?- pegunta sin dejar de adorar su pollo frito.
-Nunca me dijiste que trabajaban Ángeles en esa empresa-. El mayor detiene una pieza sobre sus labios y lo mira incrédulo.
-Ángeles? De que me estas hablando Jong?
-Si, un ser rubio de bellos ojos oscuros. Si no era un ángel Hyung, entonces no se que era.
Onew se sorprende por esa confesión. Sabia que el moreno era un hombre romántico pero jamás le oyó hablar así de alguien, jamás le vio ese brillo en sus ojos de cachorro. Eso le hizo sonreír, lo enterneció.
-No se a quien te refieres pero veo que te ha flechado.
-Creo que si Hyung.
-Y cual es su nombre?
-Que?- lo mira como volviendo de un transe.
-Su nombre. Como se llamaba?-. Silencio absoluto, se miran.
-OMO!! Olvide preguntárselo!!- se levanta desesperado provocando la risa del castaño.
-Que increíble, la juventud!!- dice entre risas.
-Pero que dice Hyung, tu también eres joven- le regaña sentándose nuevamente.
-Es verdad pero mi único amor siempre ha sido el pollo.
-Eso es porque eres un lunático- bromea.
-Hey!! Soy tu Hyung! Respétame.- le regaña haciendo un puchero.
Ríen al unísono pero el repentino tomo del teléfono interrumpe ese ameno momento.
-Un segundo Jong- se disculpa.- Bueno?. Si soy yo. Y no hay manera de solucionarlo? Si, si, entiendo. Se lo agradezco. Adiós.- cuelga el teléfono abatido, dejando salir un pesado suspiro de sus labios.
-Paso algo Hyung?- pregunta preocupado por la expresión en el rostro del castaño.
-Me comunicaron que el personal que requería para mañana no podrá venir- dice acariciando su frente con una mano.
-Y eso es grave?
-Si, lo es. Kibum va a matarme!!!- grita revolviendo sus cabellos con ambas manos.
-Si puedo ayudarte, solo dímelo Hyung.
El mayor lo mira y una idea que pasa repentinamente por su mente ilumina su rostro.
-Jong!!- lo llama tomándolo de ambas manos.
-S-si Hyung?
-Que te parecería trabajar aquí?
El moreno abre sus ojos en demasía, sin entender.
-Que?!!