Si definitivamente el era muy serio y casi no demostraba sus emociones pero de eso a que él fuera malo era exagerar, “porque hasta las fans lo molestaban diciendo lo malo que era, tres de cada cinco cartas que llegaban para él era para decirle: Eres malo, pórtate bien con tus hyungs, eres un irrespetuoso y la última que acababa de abrir era la gota que derramo el vaso… esa carta lo cambio todo:
*Para Kyuhyun:
Oppa!!! De parte de una querida Elf de Seúl, solo así pondré porque estoy segura de que después no recordaras esta carta, puede que te molestes con lo que te diga, como cada vez que alguna fan te manda un mensaje a través de twitter y les contestas de mala manera, tal vez y solo tal vez puede que cambies con lo que te diga, pero será mucho pedir ¿no es así?, después de todo eres el genial Cho Kyuhyun…
Como si a él le gustara contestar de esa manera, pero con todo lo que le decían como querían que les contestara de forma amigable~ -como me trates te trataré- ese era el lema del castaño…
…te pido por favor que cambies esas actitudes, sabes a veces nos lastimas como no tienes idea, a pesar de que tú seas famoso sigues siendo una persona y eso no te da derecho a tratarnos como nos tratas. Tienes talento y como artista te respeto, pero como persona das mucho que desear…
Bueno él sabía que era una persona normal como cualquier otra, pero se había esforzado para llegar a donde estaba, y ¿ellas que hacían para superarse?, claro nada, estaban tan vacías que esperaban el momento de casarse con su “oppa” y si se casaban con él, ¿para qué estudiar? La mayoría de sus fans eran torpes por pensar de esa manera…
Algunas pueden decir que eres adorable así, pero sinceramente ¿quién querría a una persona con tu carácter? Me lamento por tu posible pareja, mira que tener que aguantar a una persona como tú…
¿Y a esa que le importaba?, él quiso a alguien una vez y le dejó, como si nada, si alguien había salido lastimado era él, siempre era él, aunque fuera serio siempre trataba de mostrarle que le quería y el otro simplemente decidió alejarse y estar con otro ¡enfrente de sus narices! Con semejante experiencia ¿quién querría tener otra pareja y aceptarla para después desilusionarse? El amor no era para él, si de verdad alguien le amaba le querría como fuera ¿no?
Te mantienes en super junior por tu hermosa voz, pero si llegara alguien con una hermosa voz y aparte un hermoso y tierno carácter definitivamente sería mejor que tú te fueras…
Pero… se le acabaron las palabras, él recordaba todas las cosas que tuvo que pasar para que fans y los mismos chicos le aceptaran, lloraba en el baño hasta el cansancio y volvía a la sala como si nada tratándose de ganar el cariño de los otros, ¿Qué él se fuera? Después de todo lo que tuvo que pasar ¿qué se fuera? Sintió una fuerte opresión en el pecho, siempre había fans de otros grupos que les mandaban cartas de odio e incluso algunas fans de SJ pero nada ninguna le molestaba ni le ponía triste, simplemente las ignoraba y después de unos minutos se olvidaba del asunto. Sin en cambio esta era diferente, le hacía recordar todo lo que sufrió, como desde el comienzo tenía que hacerse de un carácter fuerte para no derrumbarse a la primera, le había costado lagrimas y mas lagrimas pero lo logro quien era esa persona, que derecho tenia de venir a echarle en cara todo eso, seguro era una niñata que aún dependía de sus padres y no hacía nada productivo, personas así no tienen derecho de hablar de esa forma, que le den a la imbécil esa…
No te preocupes oppa, no lo dije de mala manera, solo es lo que pienso pero estas palabras no te afectaran, después de todo creo que las demás no aceptaran que uno de sus chicos se valla, yo solo quiero que SJ sea mejor y los que no los hacen buenos simplemente deberían de irse. ¿No lo crees? Cuídate
Arrugo la carta y la echo en la papelera, se levanto del sillón y echo a correr a la habitación, entro suavemente en la cama aferrándose a aquel bultito que yacía ya en ella.
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Sungmin despertó cuando noto la humedad en su pijama, y se sorprendió al ver al menor allí echo bolita, hipando en el intento de acallar sus sollozos. A pesar de dejarle el maknae no se había alejado de él ni él había hecho el intento de alejarse, después de todo lo que pasaron juntos seguían muy allegados como buenos amigos y era el único que podía ver de esa manera al castaño.
No dijo nada, se dedico a acariciarle la cabeza y espalda, queriendo tranquilizar al menor, pero le entristecía verlo de esa manera, que cosa había visto para ponerle así, después de todo Kyuhyun no es de los que llora con facilidad. El menor dejo de temblar y le miró, se había quedado dormido, siempre era así, lloraba y se dormía, el mayor se preguntaba el por qué de esto; cuando estaban juntos nunca mostraba lo que sentía por muy machacado que estuviese, inconscientemente pensaba que el otro no le quería de la misma forma, después de decirle que le quería y que aceptara salir con él, su actitud no cambio era como si siguieran siendo compañeros y eso le dolía en el alma, le dejo ir pensando en que encontraría a alguien que si quisiera y él mismo también. Y como por arte de magia allí estaba Wookie su fiel amigo y ahora su fiel amante, siempre dispuesto a ayudarle si eso incluía olvidar al hombre que alguna vez amo, sin embargo lo logro, poco a poco fue ganándose su corazón y ahora estaban juntos y felices pero le mortificaba el hecho de que el otro se hubiera vuelto más frio, más distante con los demás. Se sentía culpable pero lo hecho estaba hecho y nada podía cambiarlo. Podía pasar días años, descifrando ese enigma si aquella grave voz no le hubiera sacado de sus pensamientos.
-Oye min ¿has visto a Kyu?-
-Claro Yeye, está dormido aquí-
Sentía que le hervía la sangre, que se lanzaría a ese ser que tanto le molestaba, como se atrevía a tener de esa manera al menor, le había dejado y aun así tenia el descaro de comportarse de esa manera. No le odiaba simplemente le enfurecía el hecho de que sabiendo que Kyuhyun aun sentía algo por él se acercara y le diera esperanzas al pequeño.
-Bien, me lo llevare a mi habitación, no creo que a Wook le agrade encontrarlos así.
-Vale, tienes razón a Wook no le gustará nada-
Min sonrió nervioso, cada que el mayor los encontraba juntos su mirada fija le ponía nervioso, el no sabía por qué, bueno en realidad si sabía, no quería que fuera cercano al menor, cuando le dejó fue el único que se molesto con él, un día cuando le pregunto el por qué de su actitud, le mostro una mirada furiosa y le grito que era un maldito por engañarlo, por estar con Ryewook sin haber terminado con el castaño, que no sabía el daño que le había hecho a Kyuhyun , que él le amaba y había sido un imbécil por engañarle y dejarle de esa forma. De cierta forma le molestaba si Kyuhyun no se había enojado con él, Yesung no tenía el derecho de recriminarle algo que el otro no le echo en cara aunque fuera su amigo. Pero no dijo nada simplemente dejo que el mayor se lo llevara.
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Sentía frio y a la vez un suave calor le llegaba, trato de abrir los ojos pero estaba demasiado cansado para abrirlos así que prefirió mantenerlos cerrados, medio dormido medio despierto. Ni siquiera sintió cuando el mayor le metió en la cama, ni cuando este se metió a ella, inconsciente aun sentía ese suave calor, y se abrazo al cuerpo que tenia al lado, no sabía quién era pero ese calor le agradaba, le tranquilizaba y le hacía sentir mejor, en sueños escucho una risa y automáticamente una apareció en su rostro, a pesar de todo hoy dormiría tranquilo.
Cuando despertó, noto que alguien le abrazaba por la cintura, se sorprendió un poco porque a pesar de a veces dormir juntos Minnie jamás le abrazaba de aquella manera, se volteo despacio para no despertarle pero en vez de encontrarse con el rostro de Sungmin, se encontró con el rostro dormido de Joong Woon, su cuerpo no se movió, a su cerebro le parecía más interesante mirar el rostro del mayor, de admirar la forma que adquiría su cabello cayendo sobre su redonda cara, la forma graciosa en que su boca permanecía abierta y la brillante saliva que le escurría por la boca, era gracioso y tierno ver a Yesung de esa manera, siempre se mostraba serio, incluso con él que era su amigo, pero aun al estar rodeados de silencio no era incomodo, era relajante, salían afuera simplemente a mirar el cielo, se miraban se sonreían y volvían su vista al cielo, era como si sus miradas hablaran por si solas.
Sintió una extraña sensación en el pecho, no sabía que era pero lo sintió, por qué pensaba ahora en ello, y más aún ¿por qué estaba en la misma cama con el mayor? De repente sintió tantos nervios que en su intento de zafarse del agarre de Yeye se movió tan brusco que terminó cayendo de la cama.
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Escucho un ruido tan fuerte que despertó, miró a su lado pero allí no se encontraba el castaño, ¿se habría levantado ya? Era extraño pues el otro era muy dormilón, casi tenían que sacarlo con una grúa de la cama. Eso pensaba cuando escucho un quejido provenir del suelo, miro hacia abajo y se encontró con Kyuhyun sobándose el trasero y lloriqueando algo que se entendía como –Yesung eres un imbécil- No pudo evitar reír ante la escena que montaba el menor.
-Seré un imbécil, pero al menos yo no estoy en el suelo-
Kyu lo fulmino con la mirada, se podía sentir los instintos asesinos provenientes del castaño y dejó de reír, todos lo sabían *jamás hagas enojar a Cho Kyuhyun* prefirió esquivar su mirada decidiendo que la pared era muy interesante.
-Me explicas porqué estoy en tu cama.
Aquella pregunta le tomo por sorpresa –por que sentí unas enormes ganas de dormir contigo- definitivamente esa no era una respuesta segura.
-No querías escuchar la enorme pasión en el cuarto de Minnie ¿o sí?, además a Wookie no le gusta que el ex novio de su amor duerma con él, así que te traje aquí-
Trato de ignorar la mirada dolida del menor, y se golpeo mentalmente por recordarle el pasado, se maldecía una y otra vez cuando sintió el peso de Kyu en la cama, le vio meterse a las sabanas de nuevo y sonrió.
-Anda dormilón, abajo nos espera Teukie, no quiero que me regañen por tu culpa, le decía con un poco de humor, no recibió respuesta, pero a cambio sintió como era jalado hacia la cama de nuevo obligándolo a acostarse de nuevo.
-Abrázame Hyung, anoche…no sé por qué, pero me sentí seguro mientras me abrazabas-
Lo dijo bajito esperando que el otro no le escuchara, podía jurar que acababa de mutar en un tomate, sentía que las orejas le ardían y trato de levantarse, decir aquello fue una reverenda estupidez ni siquiera sabía porque lo había dicho, las palabras salieron solas, tan naturales… pero sintió unos suaves brazos rodearle la cintura y volvió a acostarse se quedo quieto esperando alguna palabra, pero nada. Ese silencio de nuevo, aquel silencio que se instalaba entre los dos, el silencio era su conversación la más agradable de todas las conversaciones que habían tenido.
Poco a poco el sueño le fue ganando, regresando a los brazos de Morfeo sintiendo la calidez de la noche anterior.
Subió a buscarlos, era extraño que aquellos dos aun no bajaran, encontró la puerta entreabierta y los miró uno durmiendo y el otro mirándole, como si de un momento a otro el menor fuera a desaparecer, eso lo explicaba todo, el odio de Yesung a su persona, el por qué nunca le dejaba ni a sol ni a sombra, sus cambios de actitud siempre eran cuando miraba al castaño abrazado de otro, sonriéndole a otro. Aquello era tan simple como complejo, les dejo solos después cuando sintieran hambre ya bajarían, ese día no tenían trabajo así que no había problema.
Una semana había pasado desde que el menor durmiera con él, después de eso nada, le esquivaba procuraba no quedarse a solas con él reteniendo a algún otro chico con ellos, no sabía por qué la actitud de Kyuhyun, últimamente le veía decaído, triste algo no muy común, ni siquiera le había visto escabullirse a la habitación de Sungmin para dormir con él dormía con Siwon o Donghae.
Ese día todos tenían trabajo menos ellos, vio una perfecta oportunidad para hablar con el menor. Aunque ni siquiera sabía por qué tenía que arreglar algo con él, no le había hecho nada, pero aún así estaba dispuesto a tener una seria charla.
Se sentía nervioso, en toda la semana no tenía que estar a solas con el mayor, se pegaba a uno o a otro para evitar al mayor, y ahora se quedaban a solas, el manager le prohibió tajantemente salir de la casa, y no tuvo opción que decir que si, desde ese día se sentía extraño, miraba a Joong Woon y se sentía nervioso, sentía todo un remolino en su estomago y no se explicaba por qué era, tan ensimismado estaba en ello que no había hecho ninguna travesura. No podía dejar de mirarlo a escondidas y cuando lo notaba se avergonzaba consigo mismo y se reprendía mentalmente, él con su experiencia no podía penar en enamorarse para salir lastimado otra vez. Y detuvo su incesante andar de arriba abajo ¿enamorarse?... ¡¿enamorarse?! De cuando acá pensaba enamorarse y de Joong Woon, corrió a algun cuarto a encerrarse, se metió en la cama tapándose con las sabanas totalmente avergonzado tratando de calmar el fuerte palpitar de su corazón. No podía, simplemente no podía calmarse, imágenes del mayor iban y venían en su cabeza, de sus momentos juntos y de su sonrisa, y de su manera de fruncir sus labios cuando alguien le molestaba, la extraña aura de tranquilidad que desprendía cuando miraba el cielo, todo lo recordaba y todo le parecía hermoso, entonces como un fuerte viento aquellas palabras le vinieron a la cabeza…
“Me lamento por tu posible pareja, mira que tener que aguantar a una persona como tú…”
En toda esa semana no pensó en la carta, pensó en Joong Woon, los miembros le decían que porque no los molestaba ahora, pero que se sentían mejor sin él haciendo travesuras aquí y allá, sin nadie que les molestara les tenia felices…
Definitivamente sería mejor que tú te fueras…
Así era esto, el aceptaba por primer vez que desde Sungmin, le echaba la culpa a cualquiera, a cualquiera que le dijera algo descargaba su furia contra él, no demostraba su tristeza de otra manera, a veces notaba que Yesung le miraba a lo lejos sin expresión alguna y después se marchaba de la habitación en donde él estuviera, si tuviera algún interés sobre él, pero no lo busco, no trato de acerarse a él, no trato nada…
“sinceramente ¿quién querría a una persona con tu carácter?”
Nadie… y lloro, como nunca, ni siquiera como cuando Sungmin le dejó, ni siquiera cuando los miembros le rechazaban, lloro si contener sus lamentos, lloro como pensó que jamás lo haría, lloro, simplemente lloro por verse rechazado cuando aún no había dicho lo que sentía, escucho cuando todos se fueron, no salió siguió llorando, quería ese calor de nuevo y lloro aun mas por saber que no lo tendría de nuevo. Pasaron una, dos horas y él seguía en la misma posición, seguía llorando.
Sintió que alguien le envolvía en la sabana y le arrullaba como un bebé, esa calidez, esa calidez sabia de quien era, a quien pertenecía le miró, le miró a los ojos y se perdió en aquellos orbes negros esa mirada profunda y sus lamentos cesaron, una mano le acariciaba sus mejillas tratando de secar unas pequeñas lagrimas que aún surcaban su rostro, unos suaves labios le besaban las marcas de todo ese dolor que había dejado salir, cerró los ojos y dejó que ese sentimiento de paz le envolviera. Aquella mano se alejo y abrió los ojos, no sintió las sabanas sobre él, en su lugar sintió unas suaves manos dejándole despacio sobre la cama, sintió que las mismas le abrazaban, le recorrían su rostro, su cuerpo, esos suaves besos volvieron, poco a poco desde la frente, por sus ojos, sus mejillas, sus labios, no dijeron nada, el silencio de la habitación y aquellos rayitos de sol que se colaban por la ventana eran sus aliados en ese momento.
Le beso, despacio, sintiendo el rozar de sus lenguas, aquella sensual danza que empezaba a volverle loco, se aferraba a su espalda, abrazándolo, atrayéndolo más, queriéndole más cerca, se separaban y se volvían a unir, abrían los ojos solo para cerciorarse que era esa persona que recién comenzaba a amar, sentía sus pequeñas manos recorrerle el cuerpo, el momento en que su ropa desapareció no lo supo, solo era consciente de aquellos suaves roces sobre su desnuda piel, se separaron y le miró, con aquellas miradas que eran sus palabras, le quitaba la camisa recorriéndole la desnudez que dejaba, rozándole como si eso no fuera verdad, noto como se quitaba su prendas inferiores para dejarle igual que él, sentía el calor de su cuerpo traspasarle el suyo propio, continuaba besándole de su boca a su cuello, le recorría todo el pecho, suaves besos por todo su abdomen, aquella lengua traviesa recorrerle sus pezones, aquella dulce cavidad que los succionaba una y otra vez, mientras el descaradamente rozaba con su pierna aquella zona sensible del mayor, dulces gemidos se escuchaban, no vulgares, no escandalosos, dulces melodías para sus oídos, se alejaban y se acercaban. Le besaba la oreja le lamia su lóbulo y esas palabras como un dulce bálsamo
-Te amo-
Y lloro de nuevo pero no de dolor, de felicidad, ese pequeño calor en su corazón, ese sentimiento de poder volver a amar, de saber que alguien si le ama, que no sabe si será para siempre, pero que ahora le es realidad.
No podía creerlo, se le estaba entregando lo tenía bajo él desnudo, bello, jadeante, aquella hermosa vista que jamás se borró de su memoria –Te amo- tenía que decirlo, esas palabras explotaban en su garganta para dejarlas salir, le miro llorar, sintió cuando le beso de nuevo, aún llorando le miró sonreírle y entonces lo sintió, sintió la verdadera felicidad recorrerle todo su ser, y le devolvió la sonrisa, aquella sonrisa que jamás le mostraron a nadie, que se guardaron como un bello secreto de su amor, sentía aquella pierna rozarle y dándole placer, pero no un placer cualquiera, sexo y amor encerrados en esa pequeña habitación por primera vez se entregaron hasta el cansancio, una y otra vez, le encantaba estar dentro de él, le encantaba tenerle dentro, que le llenara, que sus cuerpos se completaran, que se reconocieran como si todas sus vidas hubieran estado juntos, se amaron todo el día toda la tarde y durmieron, abrazados, enamorados, felices.
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No sabía exactamente, que hacia ese papel sobre su cama, estaba seguro de haberlo tirado hace mucho, por qué justamente hoy en su aniversario encontraba esa hoja que tanto odio, que tantas inseguridades le había dado desde que estaba con Yesung y la tomo entre sus manos, pero noto una letra conocida, la desdoblo y en el reverso de la hoja un pequeño párrafo, sabia de quien era la letra y le asusto, le asusto que si el otro la hubiera leído se arrepintiera de estar con él, que le mirara hoy a los ojos y le dijera “no quiero estar con alguien como tú”
Hoy les dejarían la casa libre, estaba emocionado, todo había pasado como un suspiro, estaba con Kyuhyun y eso le hacia el ser más feliz de la tierra, si aquél día que entro en la habitación del menor no hubiera encontrado esa carta, si esa vez Sungmin no le hubiera dicho “Lucha por su amor” si no hubiera pasado todo eso, no se encontraría hoy al lado del amor de su vida, si bien había muchos te quiero el “Te amo” no había llegado, sabía que le era difícil al castaño mostrar sus sentimientos, y el esperaba pacientemente el día en que ese momento llegara.
Intento mirar hacia arriba cuando sintió un fuerte abrazo, el menor le abrazaba casi asfixiantemente, le miro llorar, le escucho reír mientras lloraba y sintió los besos que llovían sobre su rostro, y se quedo mudo cuando escucho aquellas palabras que se quedarían en su memoria, aquella voz quebrantada por el llanto y la felicidad
-Te amo Joong Woon, te amo como se que jamás amare a nadie-
Y cuando lo dijo su llanto ceso, su pecho se libero ya hora el mayor tenía todo de él, pero no se lamentaba, estaba feliz de estar con Yesung, no se arrepentía, de ahora en adelante era él quien le demostrara al otro cuanto le amaba.
Esta vez el turno de llorar era para Yesung, le abrazo de la misma manera y lloró sobre el hombro del menor, lloro toda su felicidad contenida y no le importo, porque sacando esa felicidad, llegaría otra aún mejor.
Esa carta ahora enmarcada sobre la pared de su pequeña casa, ahora no había flashes, no había cámaras, ahora que no había a que temerle, estabna juntos en esa cabañita, felices, esa felicidad que nunca acabo.
“Por supuesto que eres el genial Cho Kyuhyun, el pequeño maknae travieso y juguetón que todos queremos, jamás cambies, adoro la manera en que ríes, en que te enojas, en que callas a los demás, haciendo travesuras como un niño pequeño. Jamás cambies ni muestres de verdad como eres, esa parte de ti me pertenece ahora, solo mía y de nadie más. Eres la persona más bella que eh conocido en mi vida, la persona más amada que se ha cruzado en mi vida. Soy afortunado de tenerte a mi lado, a veces me pregunto qué meritos hice en mi vida pasada, para tenerte a mi lado, que me permitas estar contigo y demostrarte cuanto te amo. Eres bello, por fuera y por dentro, la persona más tierna y hermosa del planeta, le doy gracias al cielo de haber estado en Super Junior y conocerte, que habría sido de mi sin ti… cuando lo pienso mi pecho duele y lloro, moriría si te fueras de mi lado, jamás me dejes, jamás me iré de tu lado…”
“Yo te amo Cho Kyuhyun, te amo como no podré amar a nadie.Una persona como tú es a quien ama una persona como yo "