SENTIMIENTOS INTERNOS
El viento soplaba con un clima cálido y húmedo, era de mañana, un día como otro en Infinite, así era, como todos los días que cumplían con las rutinas que les habían impuesto, algunas veces atareadas, otras de suma ligereza para aquellas siete personas, aunque una en particular se había sumido en sus pensamientos este día. Ladeaba la cabeza con la mirada perdida, fijando aquellos pocos visibles ojos que parecían únicamente dos rallas en el rostro de un ser humano, miraba hacia adelante sin mirar algún punto en específico. Se encontraba sentado en la superficie lisa que era el piso de la sala de prácticas con el gorro de su propia sudadera puesto, tapando la superficie de su cabeza, su postura era muy poco erguida para estar sentado, cruzó las piernas y apoyo los codos sobre sus homónimas piernas prestando poca atención a lo que pasaba a su alrededor soltando un sutil suspiro de sus labios, al parecer recordaba algún suceso importante; de forma repentina un rubor penetro sus regordetas mejillas lo cual le hizo encoger los hombros por la vergüenza propia .
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—Anio WooHyun-Ah, no creo que sea así, estás diciendo pura tontera, como siempre…—Decía mientras rodaba los ojos con cierta molestia a lo que el otro le intuía cruzando los brazos gesticulando un gesto de irritación—.
— ¿Estás seguro?, vamos Hyung~ sé que te pones celoso cuando me acerco demasiado a DongWoo Hyung ó a SungJong-Sshi, lo miró en tus pequeñísimos ojos. —Decía el otro chico al cual tenía de frente, en los labios de aquel una sonrisa ladina se formaba púes le gustaba hacer pasar momentos vergonzosos al mayor soltando una pequeña risa burlona—.
— Anio, anio, no es verdad, por favor, ¿yo ponerme celoso?, mí madre me ha enseñado a no celar por pequeñeces, y más si son cosas ilógicas como tener celos. —Comentaba con seguridad en sus palabras aunque internamente sentía que el fantasma de los celos se asomaba a sus espaldas y estaba por dominarle aunque sabía que tendría que disimular muy bien ante aquello pero era tan paradójico que se contradecía negando entonces con las manos ante las acusaciones ajenas—.
— Vamos Hyung~ -El chico se impacientaba púes quería escuchar que el otro admitiera los celos que se originaban al tener algún contacto cariñoso con otras personas que no fueran él y entonces empezaba a tirar del borde de la camiseta que el otro poseía—.
Las acusaciones que el castaño de sonrisa ladina articulaba tenían fundamento púes ya lo había notado desde tiempo atrás pero no diría nada, al principio creía que era algo poco convencional, creía que era solo su imaginación, el sentir que unos ojos le penetraban por la espalda mientras jugueteaba con los demás miembros , a un inicio pensó que únicamente eran ideas triviales, pero aquello se hacía tan constante hasta que por fin un día se decidió el observar a aquel chico mayor con el que tantas cosas compartía, entonces de dio cuenta, aquel estaba celoso, siempre dibujaba una mueca en los labios cuando jugaba cariñosamente con los demás, rodaba los ojos ante palabras dulces para personas ajenas y siempre aparecía un rubor que trataba de ocultar cuando se le acercaba demasiado, era tan extraño.
— Puedes admitirlo, no hay nadie cerca, los demás fueron por el helado que tanto te gusta, estamos solos Hyung, admítelo, no diré nada. —Articuló mientras se apropiaba del espacio personal ajeno mostrando una sonrisa pícara en sus labios —.
— ¡WooHyun-Ah!,¡ aléjate!, ¿Qué pretendes? —Farfulló el otro entrecerrando los ojos, mirando penetrante al menor, dejando esclarecer un tono rosa en su rostro, llenó sus mejillas internas de aire lo cual provocó que externamente se inflaran —. Ya deja de decir cosas como esas babo~ . —Golpeteo repetidas veces el brazo del más bajo riendo de forma penosa—.
—Nee~ solo quiero escuchar tús palabras de amor. —Comentó riendo suavemente sin alejarse del espacio del cual se había convertido dueño ejecutando pequeños pasos para acercarse más al otro ladeando la cabeza sin perder aquel contacto visual que había recreado—. ¿Hyung, me quieres?
— ¿Sí te quiero? , claro que sí, obviamente, eres mí Donsaeng~ —Dijo animoso esbozando una amplia sonrisa al tiempo que expresaba tales palabras —.
— No me entendiste…—Murmuró bajando el rostro riendo divertido acomodando el cabello que tenía de frente, aplastando un tanto su peinado—. Yo me refería a…
Entonces los demás miembros llegaron de la compra de helado y el castaño se alejó del mayor rápido dejando muchas palabras al aire que tanto quería decir, dudas que quería aclarar, aquel momento, no fue sú momento.
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Aquel seguía inmerso en sus pensamientos, en verdad estaba perdido cuando de repente aquel momento de meditación fue interrumpido por el ruido que cierta pareja hacía a su lado.
— ¡WooHyun-Ah!,¡Aahh!,¡ya WooHyun-Ah!,¡Ash!~
Bufó un chico con tono cansado e irritado. Aquel quejido era un tanto, femenino, aunque se podía notar que provenía de una persona con anatomía masculina por más que aquellos movimientos que esa persona ejecutaba eran suaves como si se tratara de una fabulosa princesa. Habían pasado algunos minutos y seguían en la sala de entrenamientos, lugar en el cual se reunían desde la mañana hasta altas horas, por algo habían sido designados como el mejor grupo sincronizado en afilados pasos de baile ,aquellos bufidos se hicieron más quejosos por lo que aquel chico con mirada perdida salió de entre sus agudos pensamientos y giró el rostro para saber la causa de aquellos quejosos sonidos que penetraban con su rato de meditación, claro si así podría llamarle el hecho de recordar cosas vergonzosas que le hacían tener un revoltijo de ideas en su cabeza.
—¿A qué se habrá referido WooHyun-Ah?. —Murmuró dejando pasar la molestia y los bufidos agudos que el chico que tenía a su lado reproducía—. Tal vez…— Y entonces sintió un empujón por la espalda girando entonces el rostro—.
—¡WooHyun-Ah!, ¡SungJon-Sshi!, paren con este disturbio ahora, interrumpen con las concentración de los demás. —Articuló cual madre callando a sus hijos mientras entrecerraba la mirada provocando que sus diminutos ojos se tornaran aun más pequeños de lo normal, dejando notar un ceño visiblemente fruncido dedicando miradas con dejes de enojo a aquella bina molestosa que hacía tanto ruido—.
—Nee~ Pero no te enojes Hyung,te saldrán más arrugas…—Comento uno de ellos curvando sus rosas y proporcionadas carnosidades en una sonrisa ladina típica de él, mientras alzaba una ceja introduciendo sus extremidades menores en las bolsas centrales de la sudadera que traía encima—.
—Ash~ Como te odio WooHyun-Ah —Farfullo el otro chico femenino mostrando un rostro un tanto enojado, aunque era de esperarse, ser molestado todos los días a cualquier hora por diferentes personas era una tarea agotadora para un pequeño y porcelanito maknae—.
—El chico que había estado ruborizado minutos antes rodó los ojos aun sin recibir respuesta alguna por parte de aquellas dos personas—. Mmm~ ya, dejen de discutir y díganme porque se estaban peleando, WooHyun-Ah te he dicho muchas veces que el único que puede mandar a SungJong-Sshi aquí soy yo. —Intuyó aquel chico con seguridad en sus palabras dejando observar un carácter un tanto mandón aunque al chico de sonrisa ladina solo le causó una risa—.
— ¡Eeeeeeh!, ¿eso porqué?, nadie puede mandarme, Hyungs no tienen derecho sobre mí. —Dijo el más pequeño esbozando un puchero en sus carnosos y rosas labios—.
—Excepto yo, ¿cierto SungJong-Sshi?. —Comentó aquel chico con mejillas regordetas y cabello rojizo acaramelado suavizando su semblante dejando notar una pequeña sonrisa en sus labios aunque sin dejar de entrecerrar sus diminutos ojos—.
—Aaah~ Claro que no Hyung. SungJong-Sshi me obedece a mí únicamente, ¿cierto?, ¿cierto? , ¿Cierto? —Replicó seguidas y variadas veces el otro chico tirando de la ropa de aquel femenino chico provocando que el otro rodara los ojos y mirase hacía otra parte conteniendo el hecho de no articular obscenidades —.
— ¡Ya!, yo no respeto ni obedezco a ninguno de los dos ,de hecho a ningún Hyung, ni a MyungSoo-Hyung, Dongwoo-Hyung, SungYeol-Hyung, Hoya-Hyung, ¡a nadie! —Dijo con un tono un tanto hartado levantando el cuerpo y ponerse de pie alejandose de aquella pareja que deseaba tener mandato sobre él—.
Los demás chicos ensayaban duramente aunque Nam WooHyun y Kim SungGyu se mantuvieron sentados observando el resto del ensayo puesto que ellos habían llegado más temprano a la práctica observando cómo los otro cinco continuaban con su arduo y trabajoso ensayo.
—¡Hey!, MyungSoo-Ah, debes poner más empeño, te atrasaste al último minuto —Dijo con tono alto el mayor de los siete ignorando el tener cerca a protagonista de su vergonzoso recuerdo de hace un rato—.
—Y bien Hyung~ ¿Qué pensabas hace un rato?, ¿tú pronta confesión acaso? —Decía mientras se acercaba al chico con cara de Hámster –.
—Eish, ¿Cómo puedes decir eso? –Comentó rodando los ojos con disgusto aunque de forma sincera le parecía buena idea el hecho de pensar en cómo confesar lo que sentía sin provocar un espasmo en el menor –
—No lo sé, simplemente lo pensé –Comento la persona con la cual entablaba la conversación – Es que parecía que pensabas algo con mucha meditación, déjame decirte que cualquier cosa que te aflija puedes contarme Gyu-Ah – Dijo amistosamente el menor púes realmente quería saber de los afliges, frustraciones, miedos, gustos, todo sobre el mayor, era algo tan problemático –
—Nee, WooHyun-Ah, lo tendré el cuenta – Dijo sincerado jugueteando con sus dedos de forma disimulada para el menor –
El día seguía corriendo y aun faltaba para que el sol se ocultara, era una tarde agradable con vientos frescos, ahora se encontraban en la casa descansando aunque extrañamente solo se podían mirar a un chico con cara de Hámster y otro inquieto en la cocina buscando ingredientes como si se tratara de un ama de casa
— Gyu-Ah ¿Qué quieres comer? – Grito el menor desde la cocina teniendo encima un mandil un tanto afeminado y unos recipientes entre las manos –
— Haz lo que quieras WooHyun-Ah – Dijo el mayor de los dos desde el mueble en el que se encontraba desparramado con la pereza sellada en el rostro, el también sabía un poco de cocina aunque no tanto como el menor, aun así no se levantaría para ayudarlo –
— Oke… - Afirmo el otro dejando escuchar el sonido del refrigerador cerrarse con pesadez –
— Eish, ¿ahora qué le pasa?- Murmuró el otro cerrando los ojos tratando de aclarar sus ideas oprimiendo estos después como se tratara de obligarse a dormir para perderse entre sus lagunas mentales –
Mientras tanto en la cocina aquel seguía perdido entre la combinación de ingredientes pero al parecer algo no lo podía dejar cocinar tranquilo; su mente, aquella solo se centraba en el rostro, sonrisa, dientes, trasero, cuerpo, mirada del mayor; lo deseaba. Ya no podía contenerse, lo tenía tan cerca que podría cortarse las manos para detener el deseo de tocarlo y sentir la pálida piel del que otro era dueño. Dejó abandonado el hecho de cocinar y se encamino hasta el lugar donde el otro se encontraba desvanecido con los ojos cerrados, se acercó con cautela para no asustarlo y por unos segundos se dejó maravillar por el rostro recién dormido del mayor era realmente hermoso, aunque deseaba ser fulminado por aquella pequeña mirada que el otro le ponía cuando le molestaba, se mordió la carnosidad inferior y con extremidad taldeante deseo tocarlo pero simplemente se contuvo una última vez más. Sonrió ladino y bajó el rostro hasta tener a unos escasos centímetros el rostro ajeno, escuchaba la respiración calmada del otro eso le hacía tener paz de forma inconsciente sin más se atrevió al rozar sus carnosidades con las ajenas, era un contacto que daría paso a un desenfrenado deseo dentro de sí posando después sus humedecidos labios en los otros.
Mientras tanto el otro chico yacido entre ligeros sueños sintió una humedad opacar sus labios abriendo los ojos con delicadeza para después descubrir que aquella humedad provenía de los labios del menor inclinado a un lado suyo apoyando los brazos en el respaldo del sillón lo cual le hacía estar acorralado entre ellos, deseo responder como se debía hacía aquel tocamiento pero no lo hizo y únicamente empujó al menor fingiendo estar asustado.
- WooHyun-Ah, ¿p-p-pero que pasa contigo? – Farfulló con semblante asustado pestañeado reiteradas ocasiones –
- ¡No me pasa nada!, Gyu-Ah , solo que ya no puedo más – Respondió el otro con cierta frustración en el rostro alejado un tanto debido al empujón que le habían proporcionado – Perdóname… Pero ya no puedo …
Aquel peli rojizo estaba desconcertado y de nueva manera sus labios fueron tocados por las carnosidades ajenas, esta vez aquel toqueteo fue con un tanto de fuerza ejercida, posó las manos en el pecho ajeno con la intención de alejarlo de nueva cuenta pero no funcionó su cuerpo no respondía y simplemente se dejaba hacer por el de pelo castaño, aquel contacto entre sus carnosidades era con una devoción que podía sentirse por la calidad que ambos cuerpos emanaban, aquella aspiración de tenerse cerca por fin era cumplida , con suavidad el menor entre ambos comenzaba a mover sus carnosidades por encima de las del chico de ojos pequeños manteniendo el control de aquella situación y poco a poco fue quedando encima del él sus movimientos eran tan dulces y sutiles como si tratara con una persona que fuera a romperse con un simple toque, aunque siempre trataba con esta persona y le tocaba ahora no era a mismo aquella relación que habían desarrollado con el paso de los años se había vuelto más íntima hasta el punto de ahora sentir la cálida extremidad carnosa del mayor dentro de su cavidad bucal aquello había sido tan tiernamente descarado púes el mayor yacía debajo suyo con el rostro enrojecido y los ojos cerrados dejando descansar las manos en el amplio pecho que poseía, continúo con aquel beso que ahora era un contacto apasionado enredando su propia lengua con la que le era independiente batallando por el control de aquel carnal beso. Incesantemente, bajó sus manos hasta la cintura del más grande acariciando está por encima de la ropa que traía encima sintiendo el recorrer de las amplias manos del otro por su abdomen y pecho, rompió entonces con el beso para bajar sus labios hasta el cuello del otro e iniciar un camino de suaves besos por este, ascendiendo sus carnosidades de nueva manera situando aquellas en su oreja y contornearla con la punta de su lengua dejando humedad por doquier, sus inquietantes manos habían roto con lo poco que le quedaba de cordura púes deseoso de tocar la piel directamente. Algo que tanto deseaba internamente metió sus manos por debajo de la camiseta del otro hundiendo los dedos por todo el contorno del cuerpo que anhelaba , provocando que aquella se subiera dejando a la vista las rozas tetillas del que era dueño el más grande, aquella imagen era tan magnífica; el mayor rojizo de la vergüenza respondiendo a contactos íntimos consigo , imágenes mentales fueron recreadas instantáneamente sonriendo de lado más por expresión propia que por inercia, debido a que tenía los brazos apoyados a los lados del sillón hacía que el más grande no pudiera escapar si se retractaba en algún momento. Rompió el hecho de estar pensando para dedicarse únicamente en el disfrute de la persona que tanto le gustaba, así es, él desde hace mucho gustaba del mayor pero no le diría, hasta hoy, se había enamorada inconscientemente debido a que los celos del más grande era señal de que le era importante; de que estaba al pendiente suyo a cada momento, eso le brindaba felicidad. Masajeaba los botones rosados de su Hyung con la yema de sus dígitos dibujando imaginarios círculos por alrededor de las areolas masculinas provocando instantáneamente que las otras respondieran ante el estímulo; era tan sensible, siempre lo fue, oprimía aquellas con suavidad para después juguetearlas a su disposición, todo parecía encaminarse tan bien, las masajeaba y oprimia entre la abertura de sus dedos dejando aquellos erectos.
-Ngh..Wo-Wo-Hyun-Ah – Articulo con irregularidad y un tanto jadeante el mayor- ¿Q-Que pasa si los otros llegan?
El deseaba continuar, pero el hecho de imaginarse el entrar de los otros miembros y encontrarlo en una situación tan penosa con su Donsaeng era realmente fulminante para su imagen como líder, como la madre de la casa. El menor simplemente sonrío.
-Nee, no te preocupes Gyu. A veces sueles ser tan preocupante, ¿sabías?, me aseguré que ellos no volvieran dentro de unas horas, lo suficiente para estar solos.
Dijo el otro guiñando enseguida con seguridad en sí mismo .Verdaderamente tenía planeado aquello, fue tan calculador y aquel impulso que lo dignó a dar el primer paso le provocó reaccionar tan rápido y asegurarse que nada interfiriera en la entrega de sus sentimientos, era algo que no se sabía Gyu aunque realmente no le importaba, solo quería estar con él su pecho estaba tan cálido que podría explotar en cualquier instante .Sin más refreno las prendas desaparecían a cada tanto dejando notar la lechosa piel del líder,lo tocaba con devoción manoseando su abdomen, cada parte del cuerpo era profanada y eso no le importaba.
-WooHyun-Ah, quiero impregnarme de tú olor, no quiero que te alejes de mí, perdón por ser celoso.
El mayor articulaba palabras dulces y tiernas provocando que el otro se enterneciera enseguida quién negaba suavemente con la cabeza sonriendo vasto y satisfecho al escucharle decir aquello, después de todo era como una confesión.
-Me has declarado tu amor Hyung,¿ne?
Después de escuchar aquellas palabras citadas por el menor, provocó que un rubor se tiñera en la mejillas regordetas del más grande oprimiendo los ojos en cuanto tuvo la sensación de cierta dureza introducirse en sus entrañas, aquello era dolorosamente placentero que olvido por un instante sus poco cuidadas palabras reemplazando aquella plática por el escape de numerosos gemidos de sus carnosidades, aquello era si no, la más bella melodía que WooHyun había escuchado, se movían al vaivén de cada uno, ambos estaban hechos uno para el otro, al parecer se acoplaban perfectamente, el activo entre ambos jadeaba y sonreía al mirar debajo suyo a su líder había ansiado eso mucho tiempo, sus propias embestidas le hacían pasmar lo que únicamente provocaba que abusara del cuerpo del que se había apropiado, demostrando aquello en las duras acciones que ejercía, besaba la curvatura del cuello del mayor dejando marcas purulentas en la base, usando su mano libre para masturbar el miembro del otro acreciendo este de forma visible.
-Hyung~ realmente disfrutas mís atenciones..
El menor murmuró entre tal acto íntimo mirando al más grande jadear y estremecerse al toque de su cuerpo, el mirar de su rostro enloquecer por sus atenciones, WooHyun continuó con lo suyo y su compañero ayudaba en demasía moviendo la pelvis, brincando después de haber cambiado posiciones.
Saltaba encima del pene de su Donsaeng. Por instantes de avergonzaba púes descaradamente restregaba su cuerpo contra su compañero y el otro sonreía ante aquello ambos cuerpos se disfrutaban, el mayor hondeaba la espalda y tiro la cabeza hacia atrás en cuanto sintió una corriente eléctrica recorrer su columna vertebral púes un liquido caliente había manchado su ano, su esfínter se encontraba un tanto lastimada, pero se acostumbraría al dolor, internamente el amaba tanto a aquella persona que había manchado su ser , el líquido se escurría de entre sus piernas y el menor gimió agudamente cuando eso paso, ambos se encontraban exhaustos, sudados, cubiertos de una fina capa cristalina de sudor, tirados aun desnudos en el sillón que había sido testigo de lo ocurrido.
-WooHyun-Ah, te quiero~.
-Humgh~ tús acciones dijeron más que eso.
Las ideas de ambos se habían aclarado, ambos se querían, se acoplaban de maravilla pero sus sentimientos seguirían internos hasta decidirse esbozarlos con seguridad y devoción infinita, mientras tanto seguirían disfrutando de sus cuerpos cada que tuvieran la mera oportunidad. Cerraron los ojos con suavidad, el mayor entre los brazos del otro y el menor con los brazos enredados alrededor del cuerpo del mayor.