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Y todo comenzó con su número por rockmonster

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Notas del capitulo:

Hello !! Que bueno que les esté gustando la historia :D

Acá va el capítulo...

Al llegar a la sala de clases Leo me miró alzando las cejas.

Cuando me senté me lanzó un papel.

¿Le has dicho la verdad?” decía. Lo ignoré, no tenía ganas de hablar. Me sorprendió ver que no seguía molestándome.

Me preguntaba qué tan lejos podía llegar con lo que estaba haciendo. Traté de distraerme mirando por la ventana pero no lo logré. Comencé a pensar que con el tiempo quizás Cristina se olvidaría de Martín, o sea de mí. Me aferré a eso y solo así pude poner algo de atención a la clase.

Seguimos hablando mediante mensajes de texto muy seguido, casi todos los días. Me encantaba poder hacerlo de esa manera, porque me daba vergüenza solo el hecho de saludarla en persona. No sabía ciertamente si era porque la estaba engañando o no. De todos modos, ella ponía nervioso a todo el mundo con esos ojos verdes que tenía.

Un día, mientras estábamos en clases, vi como sacaba su teléfono de debajo de la mesa y comenzaba a escribir algo. Pensé de inmediato en quien era el destinatario de ese mensaje, pero preferí preguntarle.

-          Martín -, me contestó susurrando.

-          No, espera, no lo hagas Cristina…

Mis esfuerzos por detenerla habían sido en vano.

De pronto el aviso de un mensaje recibido por mi teléfono se escuchó fuertemente en toda la sala, dejándome paralizada. Sentí mil ojos sobre mí, pero los que más me importaban estaban a mi derecha.

Tragué saliva y miré a mi lado. Cristina guardaba su celular rápidamente debajo de la mesa, ya que el profesor se nos acercaba. Me pidió que le entregara mi teléfono. Yo le hice caso resignada, mientras escuchaba una carcajada de Leo, quien se calló de inmediato a penas el profesor le dirigió la mirada.

La clase continuó normalmente. Yo ni siquiera podía moverme, estaba tan nerviosa que evité los ojos de Cristina en todo momento y no me atreví a decir nada. Ya iba a llegar el tiempo de las explicaciones y no sabía qué decirle.

Sonó la campana y no me levanté.

-          Siento que te lo hayan quitado Ale… -, escuché a Cristina.

“¿Eso es todo?...”, me pregunté a mí misma.

-          N-no importa -, le dije.

Me puse de pie de frente a Cristina, quien me miraba fijamente y preocupada.

-          Pero, ¿por qué tenías el celular de Martín?

Me quedé en blanco. No sabía cómo responder a eso, aunque de cierta forma me alegré de que creyera que me habían quitado el teléfono de Martín y no el mío.

-          Y-yo… bueno, lo que p-pasa…

-          A Martín lo castigaron ayer en el internado y le han quitado el teléfono hoy por la mañana, el cual han enviado por correo a su casa -, me interrumpió Leonardo.

-          Sí, e-eso. Por eso lo tenía yo… porque yo recibí el correo -, terminé diciendo.

Cristina nos miró a ambos asintiendo. Luego mostró una pequeña sonrisa.

-          Bueno, espero que le devuelvan el teléfono pronto -, dijo yéndose fuera de la sala.

Di un gran suspiro de alivio.

-          Gracias Leo -, le dije a la cara, con mis sentimientos más sinceros.

-          No tienes que agradecérmelo, no fue nada. Pero me temo que he descubierto que realmente es un problema serio…

-          Lo sé. ¡Por fin me crees!

Leo me sonrió, cruzando sus brazos.

-          Alejandra, estas enamorada

-          ¡¿Q-qué?! ¡Ya te dije que no! -, le repliqué.

Negó con su cabeza, aún sonriendo.

-          Te quedas en blanco cuando hablas con ella, tartamudeas, te sonrojas con facilidad y además sientes mariposas en el estómago -, me dijo.

-          No, lo último no

Mentí. Realmente me pasaba algo cuando estaba frente a ella en el estómago, pero no quería aceptarlo. Tenía miedo por todo lo que estaba sucediendo, después de todo, a Cristina le gustaba yo pero ella no lo sabía.

-          Como sea, siempre soy así de tímida con todo el mundo -, dije.

-          No. Me he fijado que solo te pasa con ella

No supe cómo seguir negándolo, así que me quedé en silencio.

-          Escucha, yo puedo ayudarte si quieres

-          ¿Ayudarme? -, pregunté extrañada.

-          Sí, a conquistarla

-          ¡¿Estás loco?! ¡Te he dicho hasta el cansancio que no me…! No me gusta

Lo último lo dije bajando la voz, ya que me había dado cuenta del escándalo que estábamos armando en la sala. La poca gente que había dentro nos miraba atentamente.

Leo miró a todos lados antes de seguir hablando.

-          Es muy simple Ale, solamente tienes que mostrarle tu verdadera personalidad, de la cual Cristina se ha enamorado. Esa personalidad que tienes cuando le mandas mensajes de texto

Miré a Leo dos segundos y luego me alejé de ahí. Él no comprendía que yo era un caso perdido. “A mí no me gusta Cristina… No me gusta… Y ella está enamorada de Martín, no de mí”, me decía mientras caminaba en el patio, lejos de la sala.

Volví a penas sonó la campana para entrar a clases.

Leo me miró de reojo, yo moví la cabeza en señal de “no” y presté atención al profesor, quien iba a hablarnos de la obra que interpretaríamos ese año. Dijo que hiciéramos una votación para elegirla.

A mí nunca me había gustado actuar. Siempre me tocaban papeles como “el árbol del fondo”. Además algunas veces tenía que interpretar personajes masculinos por mi apariencia, pero cuando podía negarme a hacerlo simplemente me preocupaba de la escenografía o cosas así, que no implicaban usar ropa extraña  y aparecer en el escenario en frente de mucha gente.

La mayoría de las chicas en la sala quería hacer algo romántico, los chicos por su parte no querían hacer nada realmente. El profesor hiso una votación bastante democrática, así que ganó la obra romántica. Nada más y nada menos que Romeo y Julieta.

Llegó la hora de elegir quienes interpretarían a los personajes principales. Me impresioné cuando la mitad de la sala gritó que querían a Cristina como Julieta. Ella también se sorprendió, aceptando el papel de inmediato. Al parecer a ella si le gustaba actuar.

Para elegir a Romeo se armó un gran lío. Casi todos los chicos de la clase querían hacer ese papel. Por entre las voces escuché una que dijo:

-          ¡Oigan! ¿Qué tal Alejandra?

-          ¡Sí! Sería una pareja tan linda…

-          ¡Que sea Alejandra!

Y comenzó el griterío.

Yo me puse totalmente roja. Iba a replicar que no quería hacerlo cuando el profesor hiso callar a todos y les dijo que primero me tenían que preguntar a mí si estaba de acuerdo.

Antes de que yo pudiera decir algo Leo levantó la mano, diciendo que yo no iba a querer tomar ese papel. Me conocía muy bien.

-          Yo puedo hacerlo si quieren -, dijo él.

Lo miré, se veía decidido y serio. Algunos se negaron, pero la gran mayoría lo aceptó. Leo era el donjuán de la sala y un chico bastante apuesto. El papel de Romeo le quedaba perfecto.

-          Bien, Leonardo será nuestro Romeo -, sentenció el profesor.

 Leo me miró, guiñándome un ojo. Entonces sentí una puntada cerca del estómago.

“¿Qué está intentando hacer...?”

Notas finales:

No se me ocurrió una obra mejor xD

Por lo menos esa la conozco bastante como para escribir sobre ella !

Gracias por leer :3

Nos vemoss !!


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