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Y todo comenzó con su número por rockmonster

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Notas del capitulo:

Wow... Al leer los comentarios mi cara fue esta: O.O

Y luego esta: OwO

No puedo creer que les esté gustando tanto la historia xD 

De veras, grrrrracias !! :3

Cof cof, bueno, les dejo el cap !!

No podía creer lo que estaba pasando. Quise pellizcarme pero mi mirada estaba tan concentrada en los ojos verdes de Cristina que no pude moverme. Era un momento mágico.

Comencé a acercarme hacia sus labios despacio, ella seguía mirándome. Entonces retrocedió con calma y los ojos llorosos. Pensé que iba a romper en llanto de nuevo pero no lo hiso, en vez de eso se fue corriendo fuera del gimnasio, dejándome sola y con el corazón latiendo como si se fuera a salir de mi pecho.

Me quedé un rato ahí parada, pensando que lo que estaba haciendo no podía llegar más lejos. Si antes me sentía horrible al mentirle sobre Martín, ahora me sentía peor. Con esto en mente decidí que todo tenía que terminar. No me sentía con la valentía suficiente para hacerlo, pero era algo que debía cumplir a toda costa.

Empecé buscando el momento indicado para decirle la verdad mientras caminaba por el patio sin rumbo. El efecto más probable que obtendría sería que Cristina no iba a querer verme jamás en su vida, así que si se lo decía durante la semana iba a afectar al proyecto que teníamos para biología. Seguramente todo sería un desastre y yo no quería que más personas se vieran involucradas en el asunto.

Por más que pensaba en el momento adecuado no encontraba respuesta.

“El destino no quiere que le diga la verdad…”, me decía.

Cuando volví a la sala el profesor me regañó, era la primera vez que un profesor lo hacía y la verdad no le tomé importancia. Me dejó fuera de la sala por el resto de la hora. No fue mucho tiempo, porque escuché la campana pronto.

Salieron todos a recreo. No me sorprendió ver que Cristina no estaba entre ellos y tampoco dentro de la sala.

-          Ale, ¿qué pasó? -, me preguntó Leo saliendo apoyado por una muleta.

-          Pasa que esto está empeorando a cada segundo… y no sé cómo detenerlo

-          Pero ya te dije, dile la verdad

-          Si sé, quisiera hacerlo lo más pronto posible. Pero eso afectaría el trabajo…

-          ¿El de biología? ¿Le has dicho que sea con nosotros?

-          Sí, antes de… lo que pasó…

Le conté lo ocurrido en el gimnasio a Leo, quien abría la boca exageradamente. No podía creerlo tampoco.

-          Tienes que decírselo -, me dijo después que terminé.

-          Créeme que eso lo tengo muy claro, pero tengo miedo

Leo me tomó por el hombro con su mano libre en signo de apoyo.

-          No te preocupes, pase lo que pase, estaré ahí para apoyarte -, me dijo.

-          Gracias -, le sonreí.

-          Tengo una idea. Le dirás la verdad el viernes

-          Pero el viernes es la reunión del grupo…

-          Lo sé

Me sonrió, contándome su plan.

Cayó el viernes como una bomba. Vi a Cristina durante toda la semana, siguió sentándose a mi lado pero casi ni hablábamos, y tampoco en los recreos porque cuando sonaba la campana ella corría fuera de la sala, evitándome.

Yo traté de mentalizarme las palabras que usaría ese día, pero cada vez que lo intentaba frente al espejo me salía algo distinto. No encontraba la manera adecuada.

Sonó la última campana para irnos a casa. Cristina se levantó del asiento y se fue afuera, al igual que el resto del grupo. Yo me quedé sentada un momento, pensando que todo parecía un sueño.

Se supone que Leo se encargaría de decirle a ella que la reunión sería dentro de quince minutos en la sala de clases. Después me iría a avisar que todo estaba listo, dándome una señal. Y eso fue exactamente lo que sucedió. Leo abrió la puerta de la sala, en la cual solamente me encontraba yo, y levantó su dedo pulgar dándome ánimos. Luego se fue, cerrando la puerta con cuidado.

Tragué saliva. “No estoy lista… No estoy lista aún”, me decía mientras miraba por la ventana como todos los estudiantes se iban a sus casas.

Entonces escuché la puerta abrirse. Me giré con el corazón en la mano, realmente asustada.

-          Isabel… casi me da un infarto -, dije al ver a la rubia entrar.

-          Lo siento, quería venir a decirte que también te apoyo…

-          Gracias…

-          Es lo menos que puedo hacer después de lo que tuviste que pasar por mi culpa

Le sonreí, un poco más calmada.

Ella se fue de inmediato.

Respiré hondo. “Solo tengo que relajarme…”, me dije. Estuve mirando un rato más por la ventana, comenzando a pensar que Cristina no iba a venir. No la culpaba, ella realmente no quería verme.

Di media vuelta, dispuesta a irme, pero entonces la puerta se abrió de nuevo. Ahora si se trataba de Cristina. Al verme dio un paso atrás, pero luego se decidió y entró a la sala. Yo retrocedí unos cuantos pasos. El nerviosismo volvía a mí inevitablemente.

-          ¿Y los demás? -, preguntó.

-          N-no vendrá nadie más…

Leo le dijo a Cristina que la reunión era en la sala, aunque en realidad era en el laboratorio, donde en ese momento ellos tendrían que estar conversando sobre el proyecto. Lo hiso así para que pudiéramos hablar a solas.

-          Pero el trabajo…

-          Cristina, necesito decirte algo -, la interrumpí.

-          ¿Qué?... -, me dijo con cierto miedo en la voz.

Dudé al principio sobre cómo comenzar.

-          Verás… cuando pedí tu número…

-          Se lo diste a Martín

-          En realidad… no

Me miró extrañada. Ya había comenzado, no podía detenerme en ese momento.

-          Nunca le dije a él una palabra sobre ti…

-          Entonces… los mensajes

-          Era yo. Has estado hablando por mensajes conmigo, todo el tiempo…

Abrió sus ojos verdes como platos al escucharme decir eso. Retrocedió sin quitarme los ojos de encima. Pensé que iba a salir corriendo, pero se quedó ahí, paralizada. Ni siquiera lloraba.

-          Cristina, puedo entender si no quieres volver a verme… de verdad lo entiendo -, dije.

No me respondió, así que seguí hablando.

-          Solo quiero que sepas que me arrepiento de haberte mentido, y mucho

-          Pero… todo lo que me dijiste en esos mensajes es verdad, ¿cierto?

-          Sí, es verdad. Cristina, si hay algo de lo que no me arrepiento es de haberte conocido…

Cristina esbozó una sonrisa que hiso que me callara de inmediato. Era la sonrisa más hermosa que había visto en mi vida. Me miró con sus ojos a punto de estallar en lágrimas y comenzó a caminar hacia mí lentamente hasta quedar frente a frente. Me preparé para una bofetada, pero no sucedió. En vez de eso me abrazó dulcemente.

-          Te odio -, me dijo.

-          Tienes razones para hacerlo…

-          Pero no tienes idea del gran peso que me has quitado de los hombros

-          No entiendo

-          No importa…

Nos quedamos así un momento. Volví a sentir el perfume a limón que tenía el cabello de Cristina. Cerré los ojos, deseando que no terminara ese momento.

La puerta se abrió de golpe.

-          ¡Ya bésala! ¿O quieres que cante para que lo hagas? -, dijo una voz.

Leo había interrumpido nuestro abrazo. Isabel le jalaba la chaqueta detrás de él, diciéndole que nos dejara en paz.

-          ¿Ustedes no deberían estar pensando en el proyecto? -, dije.

-          Eso hacíamos, pero nos aburrimos… solo se nos ocurrían cosas con plantas -, dijo Leo.

Isabel logró convencerlo de que necesitábamos espacio, así que se fueron de ahí.

-          ¿No estás enojada conmigo? -, le pregunté a Cristina.

-          Ya te  dije que te odio

-          Pero me abrazaste…

-          Lo sé -, dijo sonriendo.

Caminó hacia la puerta, y antes de salir por ella se devolvió corriendo y me regaló un fugaz beso muy cerca de los labios. Pude sentir el metal frío de su piercing rozando mi piel.

Me quedé quieta pensando en lo que me había dicho. Aún no entendía muchas cosas, pero por lo menos le había contado la verdad, que era lo que más me importaba. Además, ya habría tiempo para preguntar.

Notas finales:

Han notado que en vez de ser una historia de humor se ha convertido en un verdadero drama ??

Soy experta desviando el tema (H)

Gracias por comentar y seguir la historia, se los digo desde lo más profundo de mi corazón, arterias incluídas :3


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