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Antología de OneShots por Agnes-San

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Notas del capitulo:

Antes de irme a festejar nochebuena, les dejo este oneshot que escribí apenas xD

y para desearles a todas feliz navidad adelantada y muchas gracias por leerme :D

Las amo y pasensela super este día de festejo :P no tomen alcohol que es malo para el higado, no fumen tampoco por que es malo para los pulmones xD

Entre páginas.

 


El viento hacía un huracán en su cabellera negra azabache, ella era tan bonita que por ella siempre iba a la biblioteca, ella era la bibliotecaria, la más hermosa chica que jamás había conocido, su sonrisa, el delineado de sus ojos, todo en ella era perfecto y sin el mínimo de imperfección.  Entre al edificio justo detrás de ella.


Yoona, la mujer más perfecta que mis ojos habían visto.


Me senté en una mesita a fingir leer, mientras me dedicaba observarla, ella era mayor que yo, no sabría cuantos años tenía realmente pero era perfecta independientemente de la edad que tuviese.


Luego de unos minutos de estar leyendo.


—     Olvídalo, ella no le hace caso a nadie que no sea Siwon. —habló una voz a mi lado.


—     ¿disculpa? —voltee a verlo y el chico solo me sonrió.


Sus labios se curvaban de una manera muy peculiar y sus ojos se convertían en finas líneas negras, él parecía muy bonito para ser un chico y su ropa colorida no ayudaba mucho a que su apariencia pareciera más masculina.


—     Yoona, ella no le hace caso a nadie que no sea Siwon. —habló bajito.


—     ¿y quien es Siwon? —pregunté en el mismo volumen que él hablaba y simplemente señalo a un chico que iba entrando.


En ese momento supe por que nunca le hacía caso a los demás chicos que se interesaban en ella, pues tenía un novio gigantón que desentonaba un poco gracias a su altura. Lo maldije por existir.


—     Nos vemos. — dijo ese chico extraño, para luego irse a encontrar con la mujer  más perfecta del mundo. Ella le entrego su carnet y él le dedico una sonrisa.


 


—     Nos vemos luego Kibummie. —se despidió Yoona del chiquillo rubio que acababa de conocer.


Después de eso supe que si quería que mi mujer perfecta me hiciera caso, debía competir contra ese tal Siwon y hacerme amigo del muchachillo que acababa de conocer, por que tal parecía que él tenía información que yo necesitaría.


 


~*~*~*~


 


Así que empecé a ir a la biblioteca más seguido de lo usual, y siempre me encontraba con el rubio leyendo un libro de lo que fuera en la misma mesita de siempre, yo me sentaba en esa misma a fingir leer y solo prestarle atención a Yoona.


—     Disculpa, Kibum ¿cierto? —dije y no recibí respuesta de su parte.


Voltee a verlo y él estaba muy perdido contemplando algo que no estaba al alcance de mi vista. De la puerta hacia donde él veía apareció un hombre de aproximadamente unos treinta cinco años. Entendí por que era que él iba a la biblioteca.


—     Kibum, Kibum —repetí para llamar su atención y el me devolvió una mirada homicida. Estaba diciendo que me callara.


Después de que desapareció el hombre ese él por fin me volteo a ver.


—     ¿Qué era lo que deseabas? — cuestionó viéndome de lleno, nunca me había fijado en su peculiar forma de mirar, era como si con una de esas miradas te atravesara completo y pudiera husmear en lo más profundo de tu ser.


—     Solo quería preguntarte por Yoona, tú la conoces muy bien ¿cierto? Tú me cuentas sobre ella y yo guardo tu secreto de que estás enamorado de un chico que seguramente ha de tener esposa.


—     Y dos hijos. — añadió él sin el mínimo de preocupación en la voz. —Yoona, no está a tu alcance, primero por que es más grande que tú y segundo por que no te llamas Siwon, no mides 1.85 metros, y eso es claro que no, pues olvídate, ella no le hace caso a nadie más.


Habló viéndome directo a los ojos.


—     ¿te delineas los ojos? —pregunté estúpidamente.


—     Maldita sea, ¿quieres saber de Yoona o de mis ojos?


De ambos quise decir, pero simplemente me gustó esa mueca que hacía cuando se encontraba frustrado así que lo molestaría un poco más.


Me idee un plan para hacer que me hablara ese chico enamorado de un hombre casado y con dos niños, ese tipo no le convenía para nada y a ahí estaba él colgado a los encantos de un hombre mayor.


—     ¿A donde vas Jonghyun? —cuestionó Jinki algo aturdido por mi extraño comportamiento.


—     A la biblioteca. —le hice saber.


—     Te acompaño. —dijo él caminando detrás de mí.


 


Entramos al edificio y lo primero que hizo Jinki fue caer,  ni siquiera metió las manos, simplemente cayó de lleno sobre el concreto.


—     ¿Estás bien? ¿te lastimaste? —cuestionó alguien a mi espalda. Conocía esa voz muy bien, era Kibum.


—     Estoy bien. Gracias. —habló Jinki.


Me encontré con una escena muy peculiar, Jinki arrodillado, con la nariz roja y Kibum viéndolo con preocupación, sin embargo aunque trataba de ver que Onew estuviera bien, mi vista se desviaba  de su orbita y era atraída por la gravedad  que Kibum ejercía sobre mis ojos.


Kibum le sonrió a Jinki de una manera que jamás vi, y desde ese momento Onew comenzó a insistirme para que lo acompañara a la biblioteca. Yo iba a ver a mi mujer perfecta, Jinki iba a mirara a Kibum y a platicar de quien sabe que cosas.


—     Jinki. Hoy no quiero ir. —me queje y él solo me arrastro sin decirme nada. —Además a ti antes no te gustaba la biblioteca.


—     Es que antes no sabía que Key iba ahí.


—     ¿Key?


—     Key, Kibum. —informó su hallazgo y yo me sorprendí por que en poco tiempo habían agarrado una confianza mutua sorprendente.


—     Ah ¿el chico que te gusta? — dije y él simplemente titubeo nervioso.


—     No me gusta… —habló luego de mucho pensarlo.


—     Ah valla, entonces ¿por que vamos? —indague en lo profundo de la mente de mi mejor amigo.


—     Bueno quizá si, un poco… es que él es diferente del resto, y siempre hace un puchero extraño cuando está molesto…


—     Si, con los labios hacia un lado y contraídos, además arruga el entrecejo —complete su descripción y yo mismo me sorprendí.


Posteriormente me encontré viéndolo más que a Yoona, siguiendo sus movimientos al igual que Onew, descubrí que estaba interesado en la biología y casi todos los libros que tomaba para leer, eran de ese tema, también descubrí que caminaba de una extraña y peculiar manera, poniendo siempre un pie delante del otro, como si fuera una modelo de pasarela.


—     Hola Jonghyun. —habló una voz que identifique enseguida; era el niño iracundo que se ponía  hacer berrinche si alguien lo interrumpía mientras veía a un hombre como mil años más grande que él y con dos hijos y una mujer encima.


No tenía idea de a que hora llegó.


—     Onew dijo que te necesitaba, y por cierto aun sigues enamorado de Yoona, así que te daré la noticia… La próxima semana se casa. — dijo él con algo de pesar en la vista, por alguna razón no me dolía tanto esa noticia, me dolía más que él me viera con melancolía.


—     Oh ¿de verdad? —dije algo decepcionado y él solo asintió mecánicamente, después se marchó.


 


~*~*~*~


 


Yo ya no fui a la biblioteca durante los próximos días, por mucho que me lo implorara Onew, simplemente me hacía el sordo y prefería no ir, y ahí estaba en el salón recibiendo la clase de biología, la cual me hizo recordar a Key mientras leía un libro con mucha devoción y entrega a esa lectura que parecía disfrutar con el alama.


—     Kim, no se que es lo que sucede con usted pero ¿piensa seguir reprobando todos los exámenes? Ya se va acabar el ciclo y como vamos, yo le sugiero que se prepare para las segundas oportunidades. —Dijo mi maestra.


No respondí nada y decidí seguir su consejo viendo mi examen que tenía impreso un horrible 42.


Por la tarde me decidí a ir hacia donde hacía ya unas cuántas semanas no iba, la biblioteca era mi próximo destino. Yoona no estaba en su lugar de siempre, y había una chica nueva muy bonita y en la mesita de siempre estaba Key con tres libros a un lado y leyendo uno de manera atenta, sonreí al encontrarlo ahí.


Él levantó la mirada y sus ojos se posaron sobre los míos regalándome una sonrisa deslumbrante, haciendo que dos finas líneas se marcaran en su rostro.


Levantó la mano solo para saludarme y luego bajo la vista hacia su lectura, ese fue le momento en el que me enamore de un chico que estaba más alto que yo y era un berrinchudo con pucheros adorables y que caminaba de manera poco usual para ser un chico.


Me senté a un lado suyo y él ni me volteo a ver.


—     Los libros que nunca leíste dijeron que te extrañaban. — dijo en broma y en tono bajo respetando el cartel que decía “silencio”.


—     Debo ser muy popular entre esos libros —seguí su juego y él por primera vez después de su saludo me volteó a ver.


—     ¿Por qué no te acompaño Onew? —cuestionó interesado.


—     Él no sabe que vine. Además de que sirve que le diga si al final termina abandonándome. —me quejé y él me miró con sorna.


—     Si lo dices por mí…


—     No, no es eso, es solo que…


—     Ya cállate, de todas maneras ya lo arruinaste. —dijo él volviendo la vista a su interesante lectura.


—     Tienes razón, ya lo arruine de nada sirve que trate de componerlo. ¿puedo pedirte un favor? — pregunté y él solo meneo la cabeza asintiendo. Dudé un segundo en hacerlo. —verás, es que ya es fin de curso y he…


—     ¿quieres ir al grano? Me aburren las conversaciones algo trilladas y sin argumento —por un momento lo odie, yo me estaba esmerando preparando una explicación y él viene y me dice que lo aburro.


—     ¿Me podrías ayudar a estudiar? —pedí de una vez por todas.


—     Ok, ves solo debías pedirlo, así es más fácil ahora de mi depende decirte que si o que no. —habló él llevándose un mano al mentón y haciendo como si de verdad estuviera pensándolo.


En ese momento noté más de él de lo que ya antes lo había hecho, por ejemplo que tenía una cicatriz debajo de su ojo, y sus pestañas eran largas a pesar de que no lo aparentaran.


—     Está bien. —vociferó luego de unos minutos y muchas miradas de mi parte hacia su ser.


—     Tienes manos bonitas. — me miró directo a los ojos con burla en los suyos.


—     ¿estás aquí para alagar mis manos o para que te enseñe una materia que de seguro reprobaras? —cuestionó escondiendo sus manos  detrás de la espalda muy lejos de mis vista.


—     No tienes por que vergonzante, en verdad pienso que tus manos son lindas, no me estoy burlando si eso es lo que piensas. —ante mi comentario él agudizó su mirar y cortó un par de veces mi imagen.


—     No estoy avergonzado, además no tienes que decirme que son lindas por que yo se que son lindas y no necesito que idiotas sin cerebro y a punto de reprobar vengan a decirme que son lindas. —todo era dicho a una velocidad impresionante por su lengua que temí se cortara por la mitad o saliera disparada de su boca.


Ese día me hice de un maestro privado que solo me cobraba con algún extraño chocolate o helado del sabor que fuera, descubrí que el de fresa era su favorito, después estaba el de mora o el de melón.


—     Así que ¿ya presentaste tu materia? — preguntó mientras le daba una mordida muy grande a su pastel de chocolate.


—     Si, la reprobé como lo tenía previsto, pero en segunda oportunidad la pasare, estoy seguro.


—     Tienes que… estás obligado, no te regañe muchas veces nada más por que si, ni desperdicié  mi saliva solo para ver otro horrendo 42. — dijo con el pedazo de pastel a medio masticar en su boca.


—     Eres lindo, más cuando tu boca está manchada de pastel por todas partes. — me miró una momento antes de soltarse a reír estrepitosamente.


—     Le diré a Yoona que le andas siendo infiel conmigo. —amenazó él aunque por el momento Yoona era en lo último que pensaba.


—     ¿Por qué eres tan cercano a ella? — siempre había tenido esa duda y no entendía por qué, que ellos parecieran tan cercanos y nunca se lo había preguntado por que temía que él me dijera que, que mi importaba.


—     Ella y yo somos primos segundos, si mamá es prima de la mía. Somos familia para que te quede más claro.  


A veces me trataba como si yo fuera un imbécil, y eso me molestaba hasta cierto punto.


—     Ella ya no me gusta. — confesé y recibí su mirada incrédula.


—     ¿De verdad? ¿Ya te conseguiste alguien más a quien espiar? — cuestionó metiéndose otro pedazo de pastel a la boca. Miré sus ojos con mucho detenimiento.


—     ¿te delineas los ojos? —cuestioné de la nada y casi podía sentir su mirada homicida sobre mí, pero eso no sucedió.


—     Solo un poco. — admitió dando un largo respiro. —ya vámonos. — dijo él.


Después de eso nos marchamos cada quien a su casa y yo comprendí que Yoona me era indiferente por que aprendí a amar a Kibum, me gustaban sus ojos delineados, sus manos bonitas, que hablara muy rápido cuando estaba nervioso, que comiera cosas con mucha azúcar y su manera de caminar.


 


~*~*~*~


 


Recibí una llamada el veintitrés de noviembre, me pedía que le deseara feliz cumpleaños, yo no tenía idea que ese día era su cumpleaños y me sentí idiota por no preguntárselo en todo el tiempo que estuvimos como amigos, así que le prometí que lo llevaría escoger un regalo y que lo tomara como pago por las clases que me impartió durante un largo periodo de tiempo y por el 88 en mi examen.


Así que ya estaba yo mirándome al espejo, peinándome de la mejor manera, no quería parecer un imbécil a su lado, quería estar a su altura aunque eso jamás sucedería a menos que me pusiera tacones.


Lo espere por media hora, y él llegó tan bonito que definitivamente me dejo como un idiota, aun así alago mi peinado lo cual agradecí con una sonrisa.


—     Mira eso —señaló  a una tienda de  animales y otras cosas.


Apenas entramos y todos se nos quedaban viendo extraño, tanto los clientes como las chicas que atendían el lugar, y Key estaba encantado con todos los osos de felpa que ahí se exhibían.


Su vista se centro en un estúpido conejo de grandes orejas blancas y sonrisa horrible además de un moño color rosa atado al cuello.


—     Está huerfanito. — se escandalizó pues ese era el único que quedaba en la tarima.


—     Está horrible. — dije yo.


—     Creo que ustedes dos se parecen. —Añadió Key viéndome con una sonrisa burlona en los labios. —cómpramelo. —vociferó haciendo un tono infantil e hizo reír a la chicas de la caja.


Con su horrible regalo de cumpleaños regresamos a su casa, en realidad él me invito a comer. Dijo que solo eran las sobras de la cena anterior aun así me emocione.


Comimos en silencio con la vista de su madre encima de mí.


—     Jonghyun, ¿exactamente que eres de Bummie? — cuestionó la mujer y yo tosí sorprendido de la cuestión.


—     Somos amigos mamá. — respondió Key riendo.


—     ¿Qué clase de amigos? —continuo con su entrevista.


—     Amigos. — terminó Kibum dando el tema por terminado.


Su madre no quedó contenta con la respuesta y siguió preguntando. Hasta que por fin Kibum le contó toda la historia.


—     No te preocupes ella es así siempre. — habló Kibum cerrando la puerta de su habitación.


—     Creo que no le gusto como tu amigo. — él sonrió y golpeo mi cabeza.


—     A mí me gustas y eso es lo que importa. —dijo haciendo que mi corazón acelerara a mil por hora.


No dije nada solo me limite a callar.


El cuerpo de Kibum calló sobre la cama y dejo salir un suspiro, me invitó a que me acostara con él, lo hice y me dedique a apreciar su perfil perfecto.


—     Deja de verme así. — ordenó y yo por supuesto que le hice caso.


—     ¿Verte cómo? —me hice el desentendido y casi pude observar una pequeña sonrisa en su boca.


Cerré los ojos y aspire su perfume extraño. Sentí sus labios golpeando los míos y en ese momento abrí los ojos para encontrarme con los suyos, después de un momento de estar así por fin nos separamos.


—     ¿te gusto? —preguntó Kibum mientras veía la techo.


—     Mucho. — fue mi simple respuesta.


—     ¿Qué paso con Yoona?


—     ¿Quién es Yoona?


—     Idiota. —me alago. — ¿de verdad te gusto? —cuestionó de nueva cuenta.


—     Me encantas, te amo. —dije devolviéndole el beso que me dio.


—     Yo también te amo.


—     ¿Qué sucedió con el casado? — cuestione recordando a ese vejete en el que Kibum tenía los ojos puestos.


—     Digamos que prefiero uno más chaparro, soltero y sin hijos. — sostuvo mi mano y se quedó dormido  a mi lado…


 


 

Notas finales:

gracias por leerlo :D

y por estar conmigo xDDD

les mando kisses 


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