- De leona a gatita
De nuevo estaba frente al televisor viendo bailar a las chicas, algunos podrían decir que lo hacía por que las observaba, o porque le gustaban las piernas largas, y flexibles de la mayoría de las chicas de SM enterteiment, claro que eso no era así, no, el lo único que miraba eran los pasos de la coreografía para aprendérselos de memoria.
— ¿Qué haces Key? —preguntó Minho dándole un empujón en el sillón de doble plaza.
— Nada, veo un video. —aclaró haciéndose a la esquina. —dime si me sale bien.
Minho solo asintió sabiendo que Key se paparía y haría uno de esos pasos que las chicas estaban llevando a cabo.
Se colocó en la posición para ejecutar su maniobra y se puso las manos alrededor de las caderas, y meneo el trasero como si fuera una chica, Minho enseguida se paró de donde estaba y decidió dejarlo solo.
— Si te sale muy bien. — dijo antes de marcharse.
— Ni siquiera me viste. —comentó para sí solo.
Estaba frustrado, muy frustrado, estúpido Jong ¿Por qué tenía que irse a la casa de sus papás? Suspiro y se sentó en su lugar de nueva cuenta.
En ese momento antro Taemin con un refresco en mano, lo deposito en la mesita de cristal donde Key tenía apoyados los pies y se sorprendió mucho por la cara que tenía el rubio.
— ¿Qué te sucede Key? —llamo su atención y este solo lo miró y sus ojos brillaron.
— Nada, ¿quieres bailar conmigo? —le preguntó y el otro se sorprendió porque generalmente siempre era él el que lo sonsacaba a que bailaran juntos alguna canción.
— Si —dijo enseguida el menor.
Key se paró de su lugar y desde donde se fue a posar vociferó en un tono muy meloso.
— Primero yo te enseño.
— Está bien —habló Lee
Key le regalo una sonrisa y un encogimiento de hombros no tan propios en él y su personalidad algo acida. De la misma manera que lo hizo con Minho se puso las manos a ambos lados de las caderas y movió el trasero a un ritmo bastante seductor, quizá eran imaginaciones de Lee pero según él Key estaba intentando seduccirlo, y hasta cierto punto sí que lo tentaba ese trasero pero de ninguna manera le haría algo a Key de lo que luego este se arrepintiera.
— Lo lamento Key creo que debo ir a ayudarle a Minho con algo. —De nuevo se quedó solo.
***
— ¿Qué le sucede a Key? —cuestionó el rapero principal al líder.
En ese momento Taemin con su rostro lleno de vergüenza entro, estaba totalmente sonrojado y se bebió un vaso entero de agua.
— ¿Qué le ocurrirá a Key? — interrogó el menor.
— No lo sé, se está comportando raro — dijo el rapero pero Onew parecía no enterado de la situación.
— ¿A qué horas te vas Minho? —preguntó el Lee más grande.
— En media hora. —habló el receptor de su mensaje.
— Voy contigo. —se apunto el menor y Minho enseguida asintió.
— Yo también. —dijo Onew.
— ¿Y tú por qué quieres ir?
— Si dicen que Key está raro, y me quedo con él, su primer victima seré yo, y no deseo que tome un cuchillo y me asesine. —sin duda Key sabía infundir miedo en todos y cada uno de sus compañeros, en especial en Jinki.
— Está bien, pero ustedes no entraran al estudio —advirtió Choi antes de fijarse en el reloj para ver si ya era hora.
Los tres salieron sin que Key los notara siquiera, estaba demasiado concentrado en la pantalla del televisor, viendo otro de los videos donde cicas de curveadas piernas las contorneaba frente a muchos espectadores hombres solo para calentarlos de una manera exagerada.
Maldita sea, maldita vieja, porque ella si podía poner de humor a todos y él que se esforzaba por ser sensual simplemente todos huían se su lado. Estúpido Jong.
Se abrazó las rodillas y hundió su rostro, solo una vez más, solo sería cariñoso con Jinki una y ya no intentaría nada, y le hablaría a Dongwoon o a Woohyun o a Mir o al que fuera.
Buscó por todas partes a sus compañeros pero no encontró a ninguno.
¡Genial! ahora lo habían abandonado como a un gato sucio y zarrapastroso, lleno de pulgas y una peste.
¡Malditos! Gritó su cabeza.
La puerta se abrió cuando estaba bajando las escaleras y ¡ho! Sorpresa ahí estaba el dinosaurio y mascota del grupo, con una maleta no muy grande en brazos.
— ¡Jonggie! —Gritó emocionado antes de correr a abrazarlo.
Jong se quedó helado por esa actitud tan poco usual en el rubio, generalmente siempre lo trataba distante cuando se iba a pasar unos días con su familia, después le reclamaba porque lo dejaba tanto tiempo solo y luego ya le hablaba normal.
— Hola muñeca. —dijo solo para hacerlo enojar, pero Key solo se separó y le sonrió como si de una barbie se tratara.
Jonghyun llevó una de sus manos a la frente de Kibum y la palpo; ok, no tenía fiebre.
— ¿Te encuentras bien? —cuestionó no muy confiado, pero solo recibió la respuesta asentiva de un desquiciado Kibum. — ¿Te secuestraron los aliens?
— Eres un tontito, claro que no. — con el dedo índice le golpeo suave la punta de la nariz. Definitivamente sus demás compañeros de banda habían hecho algo con Key, pensó seriamente en llamar a algún sacerdote para hacerle un exorcismo a la diva. —Mira, me aprendí un nuevo paso de baile. —presumió.
— ¿De verdad? —dijo mostrando el interés que sus demás compañeros no tenían, eso lo hizo sonreír un poco más.
Kibum de nuevo comenzó con su ritual de seducción, por que más que un baile parecía ser un ritual. La atención de Jonghyun se concentró en ese par de nalgas voluminosas que sin duda Kibum parecía mover con gran astucia.
— ¿Salió bien? — preguntó de nuevo usando ese tono dulce que jamás usaba.
— Si está muy bien, oye Kibummie ¿Dónde están los demás? — cuestionó la no escuchar los ruidos de la consola de videojuegos, ni los gritos que pegaba Taemin cuando estaba molesto, si en algo se parecían Key y Taemin era en eso, sus gritos de molestia jamás se compararían con algo.
— Me abandonaron. —Dijo el más alto de los dos. —Pero tú me harás compañía ¿verdad que si Jongie? — susurró muy cerca de su oído y definitivamente eso lo hizo estremecer, dejando que Key se deleitara.
Jong trató de no hacerle caso al extraño comportarse de Key, se puso a mirar televisión como si fuera algún día normal, y paró en un documental sobre leones, todo iba muy bien hasta que llegó la parte en la que la leona empezó con su celo.
“las leonas cuando están en celo suelen ser más cariñosas, miren como juguetea con el macho” decía la señorita que narraba.
Key apago el televisor dejando con las palabras en la boca a la señorita.
Se dejo caer en el otro asiento y se acostó en las piernas de Jong, ahí puso su cabeza y miró la barbilla y la línea de la quijada desde abajo. Con sus dedos largos acarició esa barbilla y delineo la quijada.
— ¿tú también estás en celo leona? —cuestionó y eso saco de orbita a Kibum.
Jonghyun solo lo miró y le sonrió, definitivamente ese Kibum debía aprovecharlo, así de cariñoso no se lo encontraba tan seguido así que debía aprovecharlo al máximo.
— ¿a quién más sedujiste Key? —preguntó a la deriva.
— Solo a ti. — habló y Jonghyun enseguida le dio un beso.
— Mentiroso.
— Quiero tener sexo. — dijo sin ninguna clase de prejuicios.
Jonghyun le dio un beso más antes de hacerlo pararse, antes de empezar a besarlo de nueva cuenta y comenzar a saborear ese cuelo níveo que se le entregaba.
— ¿Por qué no me lo pediste desde el principio? —cuestionó lamiendo los lóbulos de su orejas.
Solo esas caricias y su leona en celo ya estaba despertando, le gustaba, le encantaba ese niño sumiso que se le entregaba en la sala y francamente no le importaba que los demás llegaran en ese momento y vieran el espectáculo, en ese preciso instante lo único que deseaba era complacer a Kibum.
***
Key se había subido sobre las piernas de Jong, sus penes totalmente erectos se frotaban llenos de pre semen, resbalosos, mientras Key se aferraba al cuello de Jonghyun y besaba sus labios hasta dejarlos hinchados.
En su mano Jong tenía ambos penes bien sujetos, los masturbaba mientras los apretaba, y la otra mano la hundía en la suave piel de las caderas de Key.
— Me gustas puppy. — vociferó Key con los labios entreabiertos y los ojos llorosos.
— Eres un tonto, prefieres estar con otros que solo te quieren por tus nalgas a conmigo que te conozco muy bien y te amo porque eres un maldito gritón, berrinchudo y sensual — le reprochó Kim mayor.
— Jongie penétrame. —pidió el de mayor estatura y Jong soltó ambos penes para poder penetrar a Kibum en esa posición.
Lo fue sentando poco a poco sobre su miembro erecto y Kibum se quejaba por la intromisión de un duro miembro en sus carnes apretadas, se sentía tan bien, era uno de esos dolores que se disfrutan más que lamentarlos.
— Ah~ Jong —gemía solo para hacer que Jonghyun se enterrara más.
— Aguanta. —pidió el mayor a la diva de Shinee.
Así como estaban, el pene de Jong agarraba el ángulo exacto para rosar la punta contra la próstata, esa glándula tan sensible que electrificaba a Kibum con oleadas y oleadas de placer.
Con la fuerza de sus piernas blancas, tersas, esas que Jonghyun no se cansaba de manosear, Key comenzó a subir y bajar haciendo que sus músculos se contrajeran, y contrayendo también los glúteos para provocar más placer en Jong y en sí mismo al sentir el miembro rasparle las paredes.
— Mi gatita sabe moverse. —Lo alago Jonghyun antes de pasar sus manos por la cintura y atraerlo hacia él para enterrarse en ese delicado cuello que no paraba de morder.
Key antes que parecer una leona en celo, más bien parecía una gata con el mismo problema, además esos sonidos que lanzaba al aire más parecidos a los de una hermosa minina que a los de una leona.
— Jonghyun~ más —ese ritmo impuesto por él ya no lo satisfacía.
— Eres tan apretado Kibummie, no aprietes mucho luego no podre moverme. —Kibum asintió y dejo que Jong desde su posición comenzara a embestirlo.
Luego de muchos gemidos, y unas embestidas muy profundas por parte de Jong hacia el cuerpo de Key, el último eyaculo apretándose más y el puppy al sentir esa sensación estrangul ante también se vino dentro de las paredes estrechas del otro.
Kibum descansaba su cabeza en el hombro de Jong.
— Gracias puppy — habló entre jadeos, tratando de regular su respiración.
— No tienes por qué agradecer gatita. —Kibum lo miró al rostro al recibir de frente ese apodo y sonrió.
— Me gusta ser tu gatita. —añadió sonriendo estúpidamente.
Kibum se levantó de donde estaba dejando que el semen saliera y escurriera por todo lo largo de sus piernas.
— Me bañare. —advirtió antes de subir las escaleras totalmente desnudo.
— Ponte bonito. —le dijo.
Key le sonrió y se internó en la habitación. Jonghyun se vistió y cogió la ropa de Kibum para echarla a la ropa sucia.
Definitivamente ya no dejaría que esa gatita sedujera a alguien más que no fuera él.