Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Antología de OneShots por Agnes-San

[Reviews - 247]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este el oneshot para el concurso, quede en el cuarto lugar xD

Me divertí haciendolo además de que me la parti para escribirlo, nunca antes me había tardado tanto escribiendo un oneshot, espero que les guste.

Lo que está subrayado es parte de la carta

lo que está en cursiva el pasado

lo que está normal el presente xD

 

 A leer xD

FELIZ SAN VALENTIN XD

Una taza de bombones.


 


Arrugó los ojos por que la luz diurna estaba golpeándolo, cacheteándolos con diminutas partículas de luz solar, un par de parpadeos más y sus ojos ya se habían recuperado de ese repentino y brillante ataque.


El lugar donde Jonghyun debería estar durmiendo estaba vacío, aun no eran ni las siete de la mañana y ya había comenzado a esclarecer, recorrió con la vista toda la habitación, era jueves y se suponía que Jong había pedido permiso en su trabajo para faltar, porque pasaría el día con él y su nene hermoso que cumplía dos años de pertenecer a este mundo.


En el mueble de dormir, donde estaba la alarma había una taza de bombones, repleta de malvaviscos rosados y blancos, sonrió al recordar a Jonghyun la primera vez que lo miro, se mordió el labio, Jong y su bebé era lo mejor que la vida le había puesto en el camino.


Tomó la tacita y cogió un bombón que se metió a la boca disfrutando su sabor, su textura esponjosa, como le gustaba esa golosina que no le hacía ningún bien a sus dientes, esas golosinas que lo mandaban al odontólogo cada seis meses, pero él seguía comiendo por qué hacían felices a su papilas gustativas, por qué el sabor bailaba un hermoso “lago de los cisnes” en su cavidad bucal.


Un sobre rosado estaba sobre la mesita, debajo de la taza llena de malvaviscos. Dejó la taza de lado y se dedicó a husmear ese pequeño y rechoncho sobre, parecía como si hubiesen metido el contenido a la fuerza y ahora sufriera de obesidad, ese definitivamente había sido Jonghyun, no lo dudaba ni siquiera un poquito.


Lo abrió con mucho cuidado de no dañar el contenido, y extendió esas tres hojas que Jonghyun había escrito, había tratado de hacer su mejor letra, aunque aun así le parecía horrible, quizá hasta frankenstain  hubiese escrito mejor, pero le daba créditos haberlo intentado, así que se lo perdonaba.


Extendió la primera hoja y comenzó su lectura.


 


“Hola, espero que hayas dormido bien…


Sabes… son las cuatro de la mañana y yo estoy escribiendo esto, pensaras que estoy loco… pero no encuentro la mejor manera de decirte lo mucho que significas en mi vida, si te lo digo en el rostro se que probablemente te reirías de mis tonterías y no quiero que parezca una broma.


Son las cuatro y Jongmin estuvo despierto una media hora, él me levantó porque quería jugar, jugamos un rato con los cochecitos.


Hoy cumple años nuestro animalejo, dos años. “


Key sonrió, Jongmin no era un animalejo, era la cosita más bonita de todo el planeta, aunque claro para los ojos de una madre todos sus hijos son hermosos.


“Por cierto, ya sé que por estar saboreando tus bombones no miraras las carta hasta después, espero que te hayan gustado mucho; ayer los compre, y estuvieron secuestrados en mi auto junto con la taza. No pude encontrar una taza como la que te regale esa vez, la que estaba repleta de bombones así que tuve que comprarlos aparte.”


—     Eres un tonto. —vociferó para sí solo y para ese montón de papeles.


“ Me encanta verte dormido, pareces una sirena, aunque las sirenas matan, olvídalo… pareces una princesa, esperando el beso de su príncipe sexy (ósea yo) que venga a romper el hechizo que una malvada bruja le lanzó.


Menos películas para niños para mí por favor.


Jongmin tiene la culpa”


“Jongmin no tiene la culpa de nada, tonto” grito su cabeza y sus labios solo sonrieron por las ocurrencias de su novio, amante, esposo o lo que fuera.


“ La primera vez que te vi solo deseaba que me salvaras de las garras de una gárgola, y tú como toda buena princesa no tenías idea de lo que hacías ahí frente a mi familia y la de ella, sin duda eras un mocoso con una panza de poco más de cinco meses, pero desde ese momento me gustaste mucho, desde ese momento me quede enamorado de tu figura aunque estuviera algo ovalada. “


Ya lo recordaba. 


Era un día de octubre, había comprado una bolsita de bombones y se le habían terminado así que suspiró y se sentó en la banquita, ya solo tenía la bolsa vacía de su golosina favorita, Taemin seguro que estaría molesto con él pero no le importaba, después de todo él ya sabía que tarde o temprano su panza ya no ocultable se notaría y mucho.


En ese momento un joven de sonrisa extraña se paro frente a él, y le extendió una mano, él sin dudar la tomó.


—     Ayúdame, solo en está ocasión. — dijo Jonghyun.


—     ¿para qué necesita mi ayuda? —preguntó y ese chico solo  sonrió más ancho.


—     Tú solo sígueme la corriente. —Lo tomó de la mano y lo guío hasta el restaurant de esos a donde iba gente de mucho dinero


Key al entrar se maravillo con tan hermosos recinto, claro que todas las personas ahí se le quedaron mirando como si se tratase de un intruso, y como no, si él era un plebeyo en medio de la realeza.


Allá en la esquina más proximal estaban dos parejas de casados y una chica muy bonita, de cabello brillante pero demasiado largo como para presumirse, él fue a parar frente a esa mesa con un desconocido que lo tomaba de la mano, un muy guapo desconocido.


—     Por esta razón no puedo casarme con Hyohyon, realmente lo siento. —hizo una reverencia a la chica y ella asintió sonriendo.


La chica se paró del lugar y caminó hacia la salida mientras sus progenitores solo lo miraron y el hombre se dio el levantón aventando la mesa un poquito, la mujer apenada solo lo siguió hasta la salida, Key cerró los ojos luego de ese golpe de mesa.


—     Jonghyun ¿Por qué jamás mencionaste que estaban esperando un bebé? —cuestionó la mujer que aun estaba sentada. —voy a ser abuela — dijo algo emocionada recibiendo la mirada descontenta del señor algo chaparro que también se molestó con su único hijo.


 El hombre dejo una considerable cantidad de dinero sobre la mesa y se marcho, indicándole a su mujer que también debía irse.


—     Tratare de convencerlo. —murmuro la señora, luego le regalo un cariño a la panza de Kibum y se marchó.


Jonghyun lo invitó a tomar asiento y uno de los meseros enseguida limpio la mesa recibiendo también el pago de lo que se había consumido.


—     Muchas gracias, y perdón por meterte en esto. —declaró Jonghyun y entonces cayó en la cuenta que no sabía ni el nombre de la persona que lo había salvado. —Me llamo Kim Jonghyun y tú eres


—     Key. — dijo  solamente, estaba avergonzado por que simplemente se sentía extraño y las personas así mismo lo miraban.


—     ¿Deseas algo de tomar Key? —preguntó viendo la carta del menú que antes el mesero ya había dejado ahí.


—     Quiero una bolsa de bombones. — habló el rubio bonito que recién había conocido, ese que llevaba una panza de meses y del que apenas sabía un apodo.


Kim enseguida llamó a la persona que los atendía y pidió lo que Key deseaba pero eso no lo servían ahí, Kibum solo le sonrió al chico y dijo que estaba bien y lamentaba las molestias, realmente a Jong esa actitud nada chocante le pareció linda.


—     ¿Cuántos meses tienes Key?cuestionó Jong.


—     Cinco, ayer los cumplí. —dijo totalmente sonrojado por ese acto, no le gustaba decir cuántos meses tenía porque eso también le recordaba que la misma noche que perdió la virginidad salió con su domingo siete, y su novio cada día después de que se entero estaba más y más distante hasta ese día que descubrió que él ya estaba en otra aventura junto a una jovencita de bonitas piernas y cadera prominente.


—     No te preocupes le explicare a mi madre que todo fue una mentira para no casarme, y de nuevo te doy las gracias. —S,i ese chico era muy respetuoso y también era muy guapo, si él no tuviese esa panza seguro que hubiese tratado de conquistarlo. — ¿quieres que vallamos por tus malvaviscos  a otra parte? —cuestionó el chico ese y Key asintió regalándole una sonrisa.


Posteriormente fueron a una tienda de dulces y aunque había mucha variedad de dulces y pasteles no encontraron bombones, era algo extraño pero Jong no paró de conducir hasta que encontró otra tienda que exhibía tazas repletas de diferentes dulces.


—     Señorita, disculpe necesito bombones. —dijo Kim.


Ella enseguida asintió y posteriormente llevó una taza blanca llena de bombones rosas y blancos envuelta en una bolsa transparente con un moño rosa.


Jonghyun la compro y la regaló a Kibum quien se disculpaba por hacerlo molestarse.


—     ¿y que hacías ahí Key? —cuestionó refiriéndose a por que estaba sentado en la banquetita con una mueca de decepción en el rostro.


—     Nada, estaba caminando hasta la casa de mi amigo. —dijo como si nada engullendo las golosinas.


—     ¿Dónde vive tu amigo? —preguntó una vez más, sin duda deseaba saber más de ese chico rubio y de bonitos ojos que estaba sentado en el asiento del copiloto con una expresión de satisfacción en el rostro. —para llevarte —aclaró su propósito.


—     Dudo que me quiera ver ahora, y si me mira seguro que me regañara. —declaró Key, comiendo otro de esos dulces empalagosos y repletos de calorías, parecía un niño pequeño con una bola en el estomago, pero sus expresiones seguían siendo las de un niño.


—     ¿por qué? —cuestionó interesado en la historia que Kibum estaba por contar.


Key solo le sonrió y no obtuvo respuesta alguna.


—     ¿Necesitas que te lleve alguna parte? — preguntó una vez más esperando a que ese chiquillo le diera una dirección, así ya podría saber más cosas de él.


—     Si, llévame a casa de mi novio — en su rostro de puppy se vio algo de desilusión reflejado.


Alguien como Kibum no podía estar soltero, menos con esa panza que se cargaba.


Kibum le dio la dirección y Jonghyun deslizó su auto hasta que llegó a una casa no muy grande, de ventanas horribles y un color café muy deslavado, Key se bajo del auto de ese hombre de mucho dinero.


—     Gracias. —dijo antes de ir hacia la puerta de esa casa.


Una mujer algo más grande que Key  salió seguida de un hombre que parecía ser mayor. Miró a Key tensarse y prefirió no reanudar su marcha, algo le decía que eso no terminaría muy bien, apago el motor y espero a que Key entrara en la casa.


—     ¿Qué se supone que es esto? —cuestionó Key al hombre y la mujer enseguida paró su caminar, volteando a ver la escena.


—     Lárgate Kibum —dijo el hombre, volteándolo de los hombros e indicándole el camino.


—     También es mi casa —le reprochó Key dándose media vuelta y regresando a querer entrar por sus cosas. —No me interesan tus putas o lo que sean esas zorras, pero es mi casa y no voy a permitir que nos faltes al respeto. — le grito en el rostro y ese hombre solo lo empujo fuerte para que se marchara.


—     Lárgate, ni siquiera sé si eso es mío —dijo al tiempo de empujarlo y refiriéndose al bebé. A Kibum le dolía que ni siquiera quisiera aceptar su pateridad.


Jong  salió del auto y caminó hasta donde estaba ese sujeto y Kibum discutiendo.


—     ¿Qué sucede Key? —cuestionó y pudo mirar algunas lagrimas en los ojos de Kibum.


—     Nada. —musitó serio.


—     Kibummie, ¿así que ya te buscaste una nueva víctima de tus mentiras? Lárguense los dos.


—     Vámonos Key —dijo Jonghyun tratando de que ese problema no se hiciera mayor.


Durante todo el trayecto Kibum permaneció callado, solo a veces dejaba caer una lágrima o dos, pero siempre en silenció.


Ni siquiera se había dado cuenta de donde estaban, o por qué le había hecho caso a ese desconocido y se había ido con él.


—     Perdóname por darte muchos problemas. — dijo limpiándose otra de sus lágrimas.


—     No te preocupes, ven te invito a comer, debes tener hambre además tienes otra boquita que alimentar. —señaló su barriga prominente y Key soltó una risita opacada por las lágrimas.


Pidieron una pizza que Key eligió.


—     ¿él es tu novio? —preguntó no creyéndose la porquería de hombre que se eligió Kibum.


—     Creo que ya no.


—     ¿no crees que es un poco grande para ti? ¿Qué edad tienes Key? —interrogó interesado por que esta vez sí le diera un poco más de información.


—     Diez y nueve, pero él siempre me trataba muy bien. —bajo la vista hacia su comida y a Jong le dio la impresión de que deseaba llorar.


—     ¿tienes a donde ir? —cuestionó como adivinando la respuesta.


—     No.


—     ¿Tus padres saben de esto? —de nuevo casi podía adivinar la contestación negativa.


—     Sí, pero a ellos no les interesa, deje de ser su hijo cuando acepte vivir con él y estoy muerto desde que les mencione mi bebé. — añadió mostrando más decepción que nada.


La boca de Jonghyun formó una “o” y decidió ya no preguntar, suspiró hondo y sin siquiera preguntarse a sí mismo si estaba bien o no en su decisión vociferó.


—     Puedes quedarte aquí unos días, yo solo estoy en la tarde y los fines de semana y hay una habitación extra que era de mi novia, pero ella se marchó hace tres meses.


Kibum lo miró algo confundido, era dos extraños con nada en común por lo que podía observar, vivían dos vidas completamente diferentes, Key recién había perdido su trabajo por ese bulto en su vientre y ya no tenía nada en la vida, mientras que Jonghyun tenía mucho por lo cual pelear, aunque ya no aspirara a la presidencia de la empresa por no haber contraído nupcias con una desconocida hija del presidente.


Después de que Kibum repaso sus posibilidades hasta que solo le quedó una, aceptar la propuesta de ese hombre que no conocía del todo y que no estaba seguro si tenía buenas intenciones o solo lo quería para continuar su mentira y luego cuando menos lo esperara lo asesinaba.


Al final aceptó sin mucho convencimiento pero bueno ahora estaba solo con un bebé que aun no nacía y un chico que había conocido apenas hacía unas horas.


 


***


 


Jong llegaba por la tarde y extrañamente se sentía muy cómodo cuando estaba él, él era muy caballeroso y no lo dejo trabajar por que podría ser dañino para su nene o nena, sin embargo él no estaba muy convencido con esa vida que tenía de “arrimado”.


—     Necesito ayudarte en algo. —dijo Kibum.


—     Con lo que haces aquí es más que suficiente, además ni creas que te dejare trabajar. —lo amenazó el Kim mayor y Kibum solo torció la boca.


Jonghyun sonrió, porque ese niño definitivamente era muy lindo y limpiaba de maravilla y aunque trajera a cuestas esa panza no dejaba de hacer lo que le gustaba como bailar por ejemplo y aunque se miraba gracioso (por la panza) definitivamente sabía cómo moverse.


Ya eran dos semanas en las que  estaba viviendo con Jong y lo único que hacía era ir al  súper, cocinar, limpiar lo que ya había limpiado anteriormente y ver televisión, y esperar paciente a que Jong llegara, a que abriera la puerta indicando que ya había llegado, esa  vida no le disgustaba pero en realidad no deseaba ser un parasito.


El sonido del timbre lo sacó de sus divagaciones, pero quien se paró a abrir fue Jong, el chico con cara de puppy según Key.


La mamá de Jonghyun estaba en la puerta, la señora parecía molesta, quizá un poco más de lo habitual.


—     Mamá ¿Qué haces aquí? —cuestionó Kim a su progenitora.


—     Tú papá es un…. Me estresa. —terminó de quejarse y en ese momento Kibum se asomó curioso para ver de quien se trataba y la mirada de la señora Kim se encontró con la suya.


—     Mamá, ¿Qué fue lo que paso? —cuestionó de nueva cuenta el mayor.


La señora simplemente caminó hasta donde estaba Key e ignoró a Jonghyun por completo.


—     Hola. Soy  Kim Yonhee, la mamá de Jong. ¿tú eres? — preguntó de manera amable estirándole su brazo a Key y este enseguida le sonrió y cogió esa mano delgada.


—     Kim Kibum. —vociferó el apellido que ni Jonghyun sabía que tenía.


La señora Kim no se marchó hasta que ambos le explicaron cómo fue que se conocieron y porque estaban viviendo juntos, ella no se quedó conforme con la historia rosa que le contaron así que al final Jong tuvo que confesar la verdad.


 


***


 


Kibum se había convertido en el centro de su atención, de alguna extraña manera siempre deseaba llegar a casa lo más temprano posible, solo para mirarlo hacer de comer, o ver televisión mientras se doblaba de manera insana sobre el sofá o lloraba con la protagonista de un drama, y ese día también había tratado de salir lo más temprano y obligar a sus manos trabajar más de prisa.


También había pasado a la dulcería a comprar bombones para su gato en cinta con antojo de golosinas.


Cuando llegó no había televisor encendido, ni agua cayendo en el fregadero, tampoco canciones sonando escandalosas, nada, estaba en silenció.


Caminó hasta la habitación dejando el saco en el sillón aunque luego Kibum lo sermonearía seguro.


Llegó al cuarto de Kibum y encontró la puerta abierta, y sollozos estrangulados salían de adentro, sin pensarlo siquiera dos veces se escabulló hasta donde estaba Kibum, tendido en la cama abrazado a una almohada donde escondía su rostro de gato.


—     ¿Qué te sucede Kibummie? —cuestionó masajeando sus cabellos lacios, suaves, rubios.


—     Perdóname. —musito viéndolo a los ojos.


—     ¿Por qué? —preguntó alarmado Jonghyun y Key dejo salir más lagrimas, de esos ojos bonitos y perfectamente delineados.


—     Es que hoy estaba lavando tu vajilla… y…. Quebré un plato… —de nuevo se soltó a llorar.


Jonghyun dejo un beso en la cabeza de Kibum y luego sonrió por lo complejo de la personalidad de ese chiquillo cinco años más joven que él. Algunos días se subía a los sillones y saltaba como si fuera un niño pequeño sin interesarle un mínimo su barriga, otros se comportaba como si fuera un adulto totalmente derecho y sin equivocaciones, algunas veces solo parecía una adolescente preguntando que atuendo de los que le había regalado le quedaba mejor, y ahora estaba en su modo maría magdalena por el funeral de un plato.


—     Te perdono, de todas maneras esa vajilla ya es muy vieja y me diste un motivo para cambiarla. Deja de llorar o si no nuestro bebé también se deprimirá por que su madre está llorando. —no tenía idea de lo que había dicho.


—     ¿nuestro? Dijiste nuestro bebé. —declaró Kibum sorprendido.


—     Perdóname, es tu bebé — trató de aclarar el malentendido que se estaba creando con solo una palabra.


—     No, yo quiero que sea nuestro bebé, me hubiese gustado que tú fueras su papá — se limpió las lagrimas por haber roto un plato.


Jonghyun lo miró confundido, ese niño realmente sabía cómo mover el mundo con solo unas palabras, como ilusionarlo con unas cuantas frases y unas lagrimas.


Sus manos revolvieron el cabello rubio de Kibum y este resopló con enfado, odiaba que lo despeinaran y Jonghyun solo lo hacía para ver ese puchero extraño que formaba con los labios bonitos.


—     Estás enfermó, mejor recuéstate bien y deja que la sangre te fluya al cerebro. —con mucho cuidado lo volteo boca arriba y luego se acostó a un lado suyo.


—     Jong. —habló Key.


—     ¿Mm? —estar así con Key, recibiendo su calor, oliendo su aroma le agradaba mucho, tanto que se sentía anestesiado.


Kibum se recompuso un poco y se detuvo a observar el rostro de ese chico más chaparro que él y mucho más musculado, sus pestañas largas le parecían agraciadas, su labio inferior esa un poco más grande que el superior era sexy, Jong era muy guapo, y muy lindo en cuanto a sus actitudes con él. Se inclino un poco hasta rosar sus labios.


Jonghyun se quedó estático luego de sentir a Kibum haciendo lo más atrevido que jamás había hecho; besarlo, sonrió como un imbécil tras sentir ese toque casto. Key procedió a dormirse, le agradaba que Jonghyun no hubiese hecho ni dicho nada, eso lo dejaba con la duda si lo aceptaba o si no.


—     Descansa puppy. —susurró antes de acostarse a dormir él también.


 


***


 


Como era de esperarse, Taemin lo regaño cuando le contó sobre que su ex novio lo había abandonado, tuvo que tragarse todos los “te dije que era un desgraciado, Kibum idiota” y luego cuando le contó sobre Jong quiso ir a conocerlo solo para estar seguro que no fuera otro de esos hombres insufribles por los que Key tenía cierta atracción.


Así que ahí lo tenía, en casa de Jong.


—     No era necesario, de todas maneras tu nunca apruebas los hombres que me gustan —se quejó sabiendo que probablemente Taemin le volvería a decir que este era igual o peor que los anteriores. estúpido Taemin él siempre tenía razón.


—     Cállate y déjame conocerlo. —Kibum hizo un puchero.


Jonghyun entró indicando su llegada, Key salió con una sonrisa en los labios, y Jong abrió los brazos para que lo abrazara, Key caminó hacia él olvidándose por completo de Taemin y lo abrazo.


—     Hola, Bummie. —acarició su espalda estrecha y respiro su olor a champú.


Sus ojos visualizaron a un niño más chico que Key, muy bonito también, se aclaró la garganta el chico ese, robando al atención de ambos.


—     Es Taemin, no le hagas caso en lo que te diga — susurró Kibum en su oído arrancándole una sonrisa.


Kibum los presentó como se debía y tanto Jong como Taemin se dieron cuenta que ambos eran divertidos, Key a mitad de todo alegó no sentirse bien y se marchó a la habitación, Taemin se despidió luego de eso y le pidió a Jong que por favor lo cuidara.


Jonghyun sacó de su maletín la caja de bombones que llevaba y subió las escaleras directo a la habitación de su inquilino, esperaba ver su sonrisa cuando se los mostrara, Key era del tipo de chico que se emocionaba con cualquier cosa.


La puerta estaba entreabierta, y todo adentró parecía muy calmado, quizá demasiado, entró sin hacer ningún ruido, ahí en la cama estaba Kibum, ya no se podía poner boca abajo por esa tremenda barriga que se cargaba pero estaba de lado dándole la espalda, quizá estaba dormido.


Jong se acercó lo más que pudo sin hacer ruido, se inclinó sobre el rostro de Kibum depositando un beso en sus mejillas altivas, sus labios se mojaron.


—     Bummie, ¿Por qué lloras? — preguntó, Kibum se volteo a verlo con los ojos llenos de lagrimas.


—     ¿Por qué estás aquí? — cuestionó interesado por la respuesta que ese ser algo extraño le daría.


—     ¿Te sientes muy mal? ¿Qué es lo que te duele? — dijo ignorando por completo la pregunta de Kibum.


—     Aquí. —señaló su corazón con el dedo índice.


Jonghyun tomó su mano y la remplazó por la suya.


—     Solo hay una manera de curar ese dolor. Ya vengo. —sonrió y luego salió hacia la concina con la caja de bombones en mano.


Kibum se quedó extrañado por la manera de actuar en Jonghyun, aun estaba dolido porque le había prestado mucha más atención a Taemin que a él, y si dejaba que pasara el tiempo seguramente Jong se fijaría en su amigo, claro, después de todo, Taemin era joven y mucho más bonito que él, y él no tenía un bebé de más siete meses viviendo en su vientre, así que Taemin tenía todas las de ganar.


De nuevo Jong entró a la habitación y llevaba una taza de las que guardaba en su alacena repleta de malvaviscos, Kibum sonrió como idiota por ese detalle, sin duda Jong no estaba destinado a pertenecerle, él necesitaba alguien mejor persona que el propio Kibum.


—     Mi medicina milagrosa. —sonrió a Jong, en realidad esa taza llena de bombones no le quitaría su dolor pero debía al menos aparentar lo contrario.


Kibum se sentó en la cama esperando por que le dieran sus golosinas altas en calorías, pero eso jamás llagó, aunque sus ojos brillaban a cada paso que Jonghyun daba.


Estiró la mano para poder tomar al menos uno de esos esponjosos bombones, pero Jong no se lo permitió  alejó la taza enseguida. Kibum hizo un puchero.


—     Ponte de pie. —le ordenó


Key acató la orden. Jonghyun por su parte se hinco en el piso con esa taza en manos viendo directamente a los ojos de su acompañante, el niño que se había convertido en el sol y él solo era un planeta que lo orbitaba.


—     Key, acéptame como el hombre con el que compartirías tu vida. —Kibum se llevó las manos a la boca y se la tapo con mucha emoción.


—     ¿De verdad? — preguntó aun confundido por si era un sueño o algo que su retorcida imaginación había creado.


—     Por favor, sé que probablemente jamás voy a ser el padre biológico de tu bebé pero seré buen padre, lo prometo. — habló haciendo una promesa que sin duda cumpliría porque después de todo esa cosita era un pedazo de Key.


—     Te acepto, porque te amo, pero nunca le hagas ojitos a otras personas. —Key era un celoso y Jong se daba cuenta de eso.


Lo abrazo con posesividad, porque si jugaban a quien tenía más celos, definitivamente él no se dejaría vencer menos con esa “diva” caprichosa y muy bonita que ahora tenía en brazos.


—     Te pediría matrimonio, lástima que aun no está permitido, pero te pido con una taza de bombones que me ames como yo te amo y nunca te alejes de mi lado — dijo antes de apartarlo un poco y besar esos labios rosas de Key.


 


Aun podía recordar esa promesa hecha por él, y por supuesto que celaba a Jong de todas las zorras que se le acercaban con el afán de aparearse, y algunas veces odiaba a Jonghyun por seguirles el juego solo para hacerlo enojar, pero aun y con toda su idiotez desbordante lo amaba.


Regresó a la carta.


come tus bombones mi hermosa princesa Disney, espera… ni Disney tiene tan bonitas princesas como la que yo tengo. “


Kibum sonrió una vez más como un imbécil enamorado por que Jong era el ser más idiota del universo, pero ese ser era el único que lograba hacerlo sentir la cosa más especial del cosmos.


Se metió otro bombón a la boca y lo degusto.


Ya me tengo que ir Jongmin está llorando, por cierto te queremos mamá. Feliz San Valentín y hoy es cumpleaños de Jongmin así que ponte bonito y  tú y este monstruillo es lo mejor que me ha pasado en la vida. Gracias.”


Key de nuevo sonrió.


 La puerta se abrió dejando entrever a Jonghyun cargando a su bebé en brazos, el que pidió los de su madre enseguida que lo diviso.


—     Gracias puppy. —vociferó el rubio aun sentado donde estaba, sus lagrimas comenzaron a caer.


—     Al contrario, yo debería agradecerte a ti gatito. — acarició sus mejillas y le dio un beso apachurrando a Jongmin entre ambos.


Key estaba agradecido con la vida por haberle puesto a ese hombre en medio de la vereda, ese que lo había aceptado a pesar de llevar un niño dentro, y aunque sabía que no era suyo aun así lo quería como si en realidad él fuera su verdadero padre y además le había dado su apellido, lo había adoptado como propio.


—     Jongmin y yo queremos darte esto. —Jonghyun le tendió una fotografía de ambos, sonriendo.


—     Gracias… feliz cumpleaños bebé. —le dijo al otro amor de su vida.


El niño le dio un cálido beso en la mejilla y  luego fue el turno de Jonghyun.


—     Con una taza de bombones te pido que sigas a mi lado. —añadió una sonrisa a ese dialogo y Key solo dejo salir más lagrimas.


—     Por supuesto que seguiré contigo. Te amo. — dio un beso a Jong y este asintió.


—     Jongmin, vamos a inflar los globos para tu fiesta, y dejemos que Key se ponga lindo para todos los invitados. — dijo al niño que lo seguía para todas partes, su monstruillo.


Sonrió una vez más antes de verlos desaparecer tras la puerta, se bañaría, se cambiaría, le prepararía de comer a unas cuantas personas, que eran Taemin y su novio, los señores Kim, que de alguna manera lo querían mucho, en especial la señora Kim, le fue más difícil llegar hasta el papá de Jong pero al final también lo había aceptado como parte de la familia, y ambos estaban felices con el que consideraban su nieto.


Casi podía ver a Jongmin lleno de regalos, él era un niño muy consentido y Jonghyun un padre muy consentidor, el mejor padre que su niño pudo tener.


Miró la foto que le regalaron una vez más y se convenció aun más de que definitivamente esas dos personitas eran los amores de su vida, guardó la carta que Jonghyun con su horrible letra le había escrito y se paró a empezar el día.


 


 


 


 

Notas finales:

Espero que les haya gustado xD

kisses 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).