El más idiota del universo.
— AHG~ — grité de nueva cuenta, y las enfermeras solo voltearon a verme de manera despectiva, malditas viejas. ¿Qué acaso ellas jamás habían tenido un parto en su vida?
Maldita sea me duele demonios, de verdad que jamás creí que doliera tanto y gritar es la única manera de liberarme de un poco, ya sé que hay más mujeres en la sala, todas conectadas a un maldito aparato que mide la frecuencia cardíaca del bebé. Algunas se quejaban igual a mí y sentía que al menos ellas si me entendían.
Soy nuevo en estas cosas, y jamás creí que el jueguito de una noche me saldría tan caro, estúpida Jessica, estúpido Minho, estúpido Donghae y sobretodo estúpido Jonghyun, por su culpa estaba así. Pues bien mis planes a futuro se vieron truncados, ahora solo puedo concentrarme en el dolor con cada contracción y planificar a grandes rasgos lo que será de mi vida con mi nuevo hijo y con el idiota que me lo hizo.
Te contare una historia idiota y espero no cometas los mismos errores.
Hace solo un poco más de nueve meses que conocía a Jonghyun, él es el idiota más grande del mundo, no, corregiré eso, es el idiota más grande de todo el universo, de todos los universos. Sí, eso es.
Él salía con la chica “más bonita” de mi clase, la misma chica que ya había salido con Minho, con Donghae, con Siwon, con Taeyang, entro otros tantos. Sí, así de puta es. Ella y yo nunca nos hemos llevado de la mejor manera, antes no solía ser así, sin embargo nuestra relación cambio en la secudaria, cuando a Ambos nos gustaba el mismo chico; ¿olvide decir que ella es mi prima? Ok, es mi prima. Minho era el chico que ambos nos gustaba, era alto, guapo, atlético, un poco flaco pero era muy guapo, sigue siéndolo, cambio un poco a decir verdad, se puso más fuerte y sale con un niño pelirrojo.
Jessica salió con él, fue su primer cita y por supuesto que yo jamás conseguí la mía, después de todo él se declaraba heterosexual y simplemente me dijo “no” de una manera algo brusca, sus palabras exactas fueron “claro que no, me dan asco los hombres” llore una semana entera gracias eso.
Su noviazgo duro cerca de cuatro meses antes de que a Jessica se le pasara el capricho y le diera una patada en el trasero echándolo de su vida; Me alegre cuando Minho no le rogo ni siquiera un poquito y ella sufrió por eso.
Después de eso volvimos a ser los mismos de antes, claro aun con nuestras diferencias, y que Jessica decía contantemente “me dan asco los hombres” solo para molestarme y recordarme que jamás tendría oportunidad con Minho.
Donghae fue una historia totalmente distinta, él se mudo justo a un lado de mi casa, era algo chaparro y muy guapo también, Jessica también era mi vecina, y cuando se dio cuenta que yo gustaba de Donghae ella comenzó con su ritual de seducción, por supuesto que está vez no me dejaría ganar y yo también empecé a cambiar un poco, el único problema conmigo es que me suelen gustar tipos completamente heteros.
Un jueves me rechazaron por segunda vez, solo que Donghae tuvo un poco más de tacto, aunque aun así me dolió mucho.
— Lo lamento Kibum pero a mí ya me gusta alguien. — dijo él.
— Es Jessica ¿cierto? —cuestione a punto de llorar.
— Si, además nunca me han gustado los chicos, y bueno, tú no tienes nada femenino. —De nuevo ella se quedo con el chico. Y yo maldiciéndome por no haber nacido mujer.
Fue entonces que comencé a cambiar mi apariencia más, me hice unos pendientes, mis papás me regañaron, pero luego mi mamá dijo que se me veían bonitos, una vez que mis padres superaron lo de los aretes, corte mi cabello de manera que luciera mejor, y espere un par de meses a que también se les pasara el coraje, luego me lo pinte de un color chocolate, y me hice otro corte más atrevido.
En ese tiempo conocí a Siwon, él iba en tercer año de la preparatoria, y si dije que Minho y Donghae eran guapos, pues no se comparaban con Siwon que además era muy sexy, muchas chicas lo veían de mala manera y Jessica era una de ellas.
Siempre he tenido facilidad para entablar amistades, así que le hable antes que Jessica y por una semana logre que se retorciera del coraje. Sin embargo; mi alegría duro muy poco, ya que Jessica comenzó a tambalearle el trasero en las narices.
Al final decidí no confesarme, mucho menos cuando él me informó que salía con Jessica, estaba entusiasmado, se le notaba en la voz y yo decidí no interferir así que me dedique de nuevo a cambiar mi estilo a uno más femenino, “tú no tienes nada femenino” uno que se mirara más agradable a la vista de los chicos.
Decidí cambiar mis pantalones aguados por unos más ajustados, y otros increíblemente entallados y yo alegaba que era la moda, solo para que mis papas no preguntaran.
La tercera vez que me cambie el corte de cabello también me lo decoloré y la hija de la señora de la estética dijo que se me miraba muy bonito.
— Se te mira genial ese estilo. —dijo la chica, la que al principio creí que era un chico, un guapo chico enano.
— Gracias. — le sonreí y ella de igual manera. — tienes una sonrisa extraña. —le dije, posterior a ello comenzamos a charlas de cosas sin sentido y descubrimos que nos podíamos llevar de maravilla.
Mis playeras sin chiste también fueron sustituidas, algunas se las cambie a Amber, ella tenía unas muy bonitas y no le gustaban y yo tenía cosas en mi armario que le gustaban, así que hicimos un trato que ambos nos combino.
Sigamos con Taeyang, él sí que fue una historia totalmente distinta, a él ni siquiera me le acerque por medio, sin embargo cuando Jessica escucho que le decía a Amber que me gustaba ese extraño y nada amigable chico, ella comenzó a quererlo suyo y lo consiguió muy rápido, pero yo me quede con otro chico muy guapo; Dongwoon.
Al principio no me gustaba, sin embargo luego de unas semanas note que era muy lindo conmigo así que le di una oportunidad y fuimos novios solo un par de meses, a escondidas de mis padres, los cuales se enteraron por culpa de Jessica y me castigaron sin teléfono ni computador durante un mes, lo bueno fue que Amber siempre estuvo para mí.
Y finalmente él se tuvo que mudar a otro lugar y se cambio de escuela así que nuestra relación duro muy poco, ni siquiera intimamos, ridículo ¿no? Un chico de dieciocho años que no había tenido su primera noche de amor, o solo sexo, es ridículo.
Empecé a caminar de manera singular, ya no me molestaba mi homosexualidad ni que mis papás me vieran vestir extraño, con colores fuera de lo común para los chicos, con los ojos resaltados y un poco de polvo en el rostro.
El veintitrés de septiembre, mamá como todos los años, mando hacer un pastel gigante, ok estoy exagerando, pero si estaba grande y por supuesto que a familia de mi madre estuvo invitada y la de mi padre, siempre hacían, todos los años era lo mismo.
— Qué lindo te miras Kibummie — habló mi tía.
Ella era la única que se merecía mi respeto, y claro mi tío.
Me tendió el regalo y mi madre preguntó por Jessica, y fue como un conjuro por que con solo pronunciar su nombre apareció y no iba sola, no, llevaba compañía; un chico algo más alto que ella con un peinado horrible y tenía cara de idiota.
Lo presentó con una gran sonrisa, el tipo se llamaba Jonghyun, y era una año más grande que yo y su sonrisa delataba su idiotez. Y por si eso fuera poco también trataba de hacerse el caballero con mi prima y Jessica parecía tan enamorada del sujeto que se veía tonta.
Después de que todos se marcharan y yo fuera a mi cuarto a dormir comencé a maquinar mi plan, a Jessica le daría a probar de su propia medicina.
Seguido modelaba a su novio por la acera así que un día fingí tropezar con él, se sentaban en la banquetita y él aventaba los pies hacia la calle, idiota, ¿Qué acaso nadie la había dicho que eso era peligroso?
Comencé a rebuscar en mi mochila el celular y me lo pegué a la oreja fingiendo conversar y “accidentalmente” tropecé con sus pies y caí al suelo, casi encima suyo.
— Perdón, ¿te encuentras bien? — cuestionó.
— No, me caí gracias a ti y no me encuentro bien. —escandalice y Jessica me miraba mal.
— Kibum, no eres una señorita así que hacer este tipo de escándalos no te queda bien. — dijo ella y Jonghyun (su novio) solo me miró un par de segundos.
Ok, ese día ella ganó sin embargo no todo estaba perdido y en menos de lo que canta un gallo, yo ya sabía varias cosas de Jonghyun, él era de ese tipo de personas que no se guardan nada, si desean llorar lo hacen, tampoco se guardan los corajes y para qué negarlo, es un poco posesivo, con todo.
Eso lo supe con solo entablar una conversación con él, conversación a la que le siguieron otras cuantas, y él realmente parecía un buen tipo, algo imbécil, porque Jessica hacía lo que se le pagara en gana con él. Sí, sigue siendo un total imbécil.
***
Jessica corto su relación un primero de octubre, ¿por qué?, no tengo ni la más mínima idea, jamás lo supe, tampoco es como si me muriera por enterarme. Solo recuerdo que lo encontré caminando, cuando regresaba de casa de Amber.
— Jong, hola. — lo salude ufano, tratando de hacer como si me importara, quizá el me gustara un poquito.
— ¿Cómo estás? —dijo cabizbajo.
— Yo muy bien, tú eres el que está extraño. ¿No me digas que ya descubriste que Jessica no es tan perfecta como parece? —cuestioné tratando de aligerar la plática.
— En realidad creo que yo no soy el más perfecto para ella. —habló de nuevo con ese tono triste en la voz.
— ¿Pero qué estás diciendo? Tú eres perfecto. — vi sus ojos brillar por un momento y entendí que había dicho algo que sonaba extraño. —Sí, alguien más estúpido no se pudo encontrar. —dije por ultimo y él simplemente echó a reír.
— Siempre eres así ¿cierto? ¿Por qué no dices que te gusto? Es más fácil. — eso solo logró que caminara hasta mi casa totalmente irritado.
Les dije que era un idiota y ahí tienen una prueba de toda su idiotez.
Uso minutos después de que llegué, el timbre comenzó a sonar de manera escandalosa y cuando fui a abrir me encontré con el rostro del idiota del ex novio de mi prima.
— Ya me dijiste marica ¿Qué más quieres? —cuestioné irónico y él solo sonrió chueco. —ok, lárgate. — dije antes de hacer el ademan de querer cerrar la puerta, él la detuvo con su brazo lleno de músculos.
— Quería decirte, que caminas bonito. — y ahora se burlaba de mis caminados, ¿al menos tenía una maldita idea de lo que sufrí para poder hacer que me salieran bien? Estúpido.
— Si, eres perfecto, un perfecto imbécil. — le recordé y de nuevo sonrió.
Empujo la puerta y entro, por suerte no había nadie de mi familia en casa, y lo agradecí un poco más cuando sus labios se encontraron con los míos, eran muy carnosos que me deje llevar por su estupidez y me sorprendí de la mía.
Posteriormente no tengo idea de lo que paso y cómo fue que terminamos en mi habitación, llenos de sudor y saliva, besándonos hasta quedarnos sin labios y en ese momento no me importaba mucho lo que la sociedad pensara de nosotros, solo me dedique a sentir sus caricias, su semen invadiendo mi cuerpo y su respiración abatiendo mi cuello transpirado.
Nunca llegamos a términos de novios, jamás tuvimos otra noche como esa y simplemente yo cada día me sentía más mal, emocionalmente, me había comportado exactamente como mi prima, de la misma manera que yo tanto recriminaba, y la única que se entero fue Amber.
Jonghyun regreso con Jessica luego de que a ella se le paso su berrinche de niña mimada, y ya no nos dirigimos la palabra, en realidad fui yo el que ya no quiso seguir con nuestra amistad, algo extraña.
Así que se podría decir que yo lo saque de mi vida y se lo entregue a Jessica, eso fue lo que hice. Y ella de nuevo tuvo a su novio musculoso y chaparro, a veces él me parecía guapo y algunas otras solo me preguntaba donde era que cabía tanta estupidez, pues seguido escuchaba sus comentarios “graciosos”… está bien, lo admito, algunas veces llegue a reír aunque él no se diera cuenta.
Y por un tiempo hice a Amber pasar como mi novia, claro que eso que ni yo me lo creía, pero lleve la mentira un poco más lejos de lo que debería.
Jessica terminó con Jonghyun solo tres meses después, meses en los que yo comencé a sentirme extraño, tenía más sueño y a veces me quedaba dormido en medio de la clase y mi apetito comenzó a expandirse al punto que mi madre se asustaba, nunca tuve un desmayo, jamás un vomito y no me di cuenta de mi estado hasta el cuarto mes, que fue cuando mis pantalones ya no me quedaban y Amber decía que estaba engordando.
Decidí consultar al nutriólogo para mi sobrepeso, y él solo me dio una dieta baja en carbohidratos porque se lo exigí, sin embargo ella decía que yo no necesitaba una dieta.
Por más que hice la dieta simplemente no bajaba de peso y seguía engordando cada día más, me molestaba Jessica y Amber jugaba a que seguramente estaba preñado, me reía de su idiotez, y mamá se preocupaba por mí cada día que sucedía, porque había días en los que no paraba de llorar.
— ¿Ahora porque demonios lloras? —cuestionó mi madre con mucho fastidio.
— Es-es que, mi-mi pantalón favorito ya no me queda. —le informe en medio de suspiros, y luchando por que los mocos no se me escurrieran.
— Bummie, hace ya caso un mes que esos pantalones no te quedan. —dijo ella y yo simplemente comencé a llorar con más ganas.
— Mamá~, ¿por…por qué tienes que ser así de cruel?
— Kibum, esto ya está llegando demasiado lejos, a ver déjame ver. —pidió ella.
— Es que no me cierra. —levanté mi polera holgada y ella solo miro mi rostro con un deje de confusión el suyo.
— Álzala un poco más. — ordenó y yo solo lo hice un poquito. Ella con su mano me indico que un poco más. —ponte de lado. — de nuevo acaté su orden.
— ¿Qué ocurre mamá? —mi llanto paró en seco después de ver su rostro.
— Kibum, ¿desde cuándo es que tienes ese vientre? — cuestionó y yo no supe responderle por que no tenía una jodida idea de a lo que se refería.
Sin decirme algo, tomó mi muñeca y me llevo hasta el auto. Hizo que me subiera y me pasara el cinturón de seguridad.
— Mamá ¿ocurre algo malo? — cuestioné y de repente de nuevo tenía ganas de llorar.
No contestó.
Unos minutos después mamá ya estaba arrastrándome hasta el consultorio de una ginecóloga. “ginecología” decían las letras doradas.
La mujer me hizo acostarme en la camilla, y descubrirme el vientre, todo era horrible en ese lugar y olía asqueroso, la señora tenía aproximadamente a edad de mi madre y parecía muy experta, sin embargo aun tenía cara de extrañeza con solo mirarme.
Le había respondido unas cuantas preguntas y ella, parecía no dar crédito a lo que escuchaba y finalmente por complacer a mamá, accedió a hacerme un ultrasonido. Vertió mucho gel en mi vientre y volvió a sugerir a mi madre que seguramente solo estaba pasado de peso, posterior a ello, solo comenzó a mover esa cosa que me hacía cosquillas y yo miraba la pantalla en busca de algo.
— ¿Qué tenemos aquí? — volvió a mover y a presionar la cosa esa en forma de micrófono y se acercó un poco más a la pantalla.
— ¿Qué tengo? ¿Hígado graso? —cuestione asustado por su expresión.
— No, ¿eres un niño o eres una niña? — cuestionó y mi mamá solo me miró un momento. —Como sea, creo vas a ser mamá. ¿ves eso? Eso es tu bebé — mi primera impresión fue la de no pensar, después comencé a similar las cosas y para ese momento ya estaba en el auto de mamá siendo transportado de nuevo a casa.
Mamá salió molesta y yo detrás de ella, con la mirada de Jessica en mí y la de Jonghyun, no creí verlo de nuevo y sin embargo ahí estaba de nuevo él, con su “novia”.
— ¿Por qué no me lo dijiste Kibum? —preguntó mamá enojada.
— Yo tampoco lo sabía… — de nuevo comencé a llorar.
— Soy tu madre y futura abuela de eso que trae dentro, así que al menos dime el nombre del chico que te lo hizo.
Baje mi rostro y no quise hablar.
— Qué bien… siempre creí que la primera en salir en cinta sería Jessica y me sales con esto —reclamó fastidiada.
— Mamá, yo…lo lamento — dije limpiando las lagrimas que traía encima.
Mi mamá le informó a papá, y por supuesto que me dio un sermón, y luego paso a oído de mis tíos y Jessica, ella simplemente me miraba de la peor manera, posterior a eso Jonghyun también se entero y comenzó a hacerme visitas, las primeras siempre iba acompañado de Jessica y posterior a eso empezó a ir él solo.
A veces se paraba unos minutos en mi puerta y tocaba a la madera incesantemente, eso hasta que llegaba su “novia” y se lo llevaba. Y Maldita sea la hora en la que encontró el timbre por qué no dejaba de hacerlo sonar.
— ¿podrías dejar de hacer eso? —dije al abrir la puerta y encontrarme con su cara de perro regañado. —¿Qué quieres?
— Solo deseaba saber cómo estas, ¿vas a dejarme pasar? — cuestionó señalando hacia atrás de mi.
— Adelante, pero…. —ni siquiera me dejo terminar cuando sus labios anchos ya estaba sobre los míos, dejándome apreciar de nuevo su sabor y textura.
Me aferre a su espalda y él profundizó nuestro beso, acariciaba mi cintura (o lo que quedaba de ella) con su palma. Nos separamos a regañadientes y entonces logre articular palabra.
— Sabes que no puedes hacer eso. —le reclame con la poca fuerza que me quedaba.
— Sabes que aun te gusto y tú aun me gustas. Y además que estás esperando un hijo mío. —en ese momento caí en la cuenta de que él era el novio de Jessica.
— No es tuyo, y sigues teniendo a Jessica para hacerle los hijos que se te vengan en gana. — trate de empujarlo fuera.
— Ella y yo no somos novios, tú eres el de la cabecita extraña que piensa eso, y no puedes negar que es mi bebé también…
— Ustedes dos tienen algo que explicar. — dijo mi madre desde las escaleras.
En ese momento al sangre se me congelo en las venas y quise desaparecer, le rogué a todos los dioses que me hicieran invisible, pero maldito y despreciables dioses inexistentes, no hicieron lo que les pedí.
Finalmente terminamos confesando nuestro delito, y él se ganó el apoyo de mamá, un punto para él y nada para mí más otro regaño más, ese fue el momento en que más odie a Jonghyun.
Mamá lo dejaba entrar y salir de mi casa a la hora que quisiera, decía que él era el padre y debía hacerse cargo, al principio no salía del cuarto por no querer encontrarme con él y él simplemente dejaba recaditos debajo de mi puerta pidiéndome que lo dejara acercarse a mí, que no huyera, que eso solo lo hacían los cobardes.
Luego de un tiempo, llegamos a mejores términos, al principio yo le gritaba mucho sin embargo esa fase luego se fue y le dio paso a otra totalmente extraña y melosa, una en la que me refería a Jonghyun como puppy, y en la que él cumplía cada uno de mis caprichos, que si deseaba un pastel de moras, Jong me conseguía el endemoniado pastel y gracias dios su familia no era pobre.
Un día me llevo a conocer a su mamá, ella era muy guapa, una mujer chiquita de estatura pero con un gran corazón y excelente estilo, cosa que su hijo no le heredo.
Después de tres meses de convivir casi todo los días, decidimos formalizar y mi mamá y la suya estuvieron de acuerdo, mi papá solo se limito a decir un “hagan lo que se les dé la gana mientras no me molesten” eso era un “si” al estilo mi papá.
¿Qué si estaba enamorado de él? Sí, creo que sí, y hasta Jessica se alegro de nuestra decisión, me pareció extraño sin embargo luego me entere que ella se iba a casar con el hermano de Jonghyun. Qué irónica es la vida ¿no?
Así que así concluyo la historia de por qué jodidos un maldito medico estúpido me presiona el vientre.
— Lo lamento. — dijo el desgraciado antes de marcharse.
Otra contracción más me hizo gritar de nueva cuenta.
— Maldito Jonghyun, te odio. —masculle.
— Todas lo odiamos cuando el momento de parir llega. — inquirió una enfermera que recién había llegado.
No contesté y ella procedió a checarme los signos vitales.
AL final tuvieron que hacerme cesaría por que el jodido canal de parto de dilato. Estúpido canal de parto, estúpidos médicos, estúpido Jonghyun.
***
Abrí los ojos con pesadez, y ahí se encontraba Jonghyun, paseándose con un bulto rosa por todas partes. Reconocí enseguida que era mi nena, mi preciosa Gwiboon.
— Ya despertaste. Te la presentare. —dijo suave, mi mamá rio ante su comentario y la encontré sentada en el silloncito de piel, junto a la mamá de Jong.
— Estas diciendo que me la presentaras, si fui yo quien la trajo nueve meses dentro. —le recriminé y él se encogió de brazos.
— Es muy bonita. — habló dejándola a un lado mío para que la viera.
— Por supuesto que sí, se parece a mí… Hola pequeñita. —le hable y ella solo se removió.
La mamá de Jonghyun nos tomo una foto con su celular, y al final yo me quede con el chico más idiota del universo y Jessica encontró lo que siempre busco un hombre que la soportara.