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Antología de OneShots por Agnes-San

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Notas del capitulo:

Segundo Shot, terminado.

El titulo no tiene mucho que ver con la historia, pero no me juzguen plis.

es una historia clíche y me estreso por que no puedo escribir algo ariginal, algo que no se haya visto ;.; pero weno que le voy a ahecer :P

Espero que disfruten esta historia, está narrado desde el punto de vista de Key así que hay ártes donde describe a jonghyun como él lo ve, bien sexy xD

Nos leemos y thanks por su tiempo C:

gracias a todos lo que leyeron Lepidoptera :D a leer 

El amor imposible entre el sol y la luna

 

 

 

El repiqueteo de la lluvia contra el cristal de la ventana hacía eco en mi cabeza, abrí los ojos pesadamente, seguía a costado, todo estaba en tinieblas y odiaba despertarme así por que solo las luces provenientes de la calle iluminaban la habitación dándole sombras horribles a todo cuanto hiciera sombra, volví a cerrar los ojos con mucha fuerza, obligándome a dormir de nuevo.

 

--;Ah~ -- se quejo algo ¿Qué había sido eso?  Abrí los ojos y unos suspiros estrangulados irrumpieron mis oídos, venían de abajo, era Jonghyun, sabía que estaba tocándose, claro después de todo él tenía dieciocho años, era un año mayor que yo, sabía que lo hacía, como todos los chicos a su edad pero nunca me había tocado escucharlo.

 

Él dormía en la cama de abajo, nuestros padres  nos habían comprado una litera, yo había preferido la cama de arriba por que así me sentía superior, más cerca de dios.

 

Otra queja me hizo reaccionar, sin embargo mi propio organismo estaba sufriendo las consecuencias, mi pene se estaba poniendo erecto, doloroso; mordí mi dedo pulgar solo para no hacer ruido y alertarlo, para no molestarlo, pero me dolía mucho y solo había una forma de calmar ese dolor, metí mis manos hasta donde estaba mi problema y comencé a frotarlo, masajear, tragándome mis propios gemidos.

 

--Kibum, ¿estas despierto? -- apague toda caricia y solo abrí los ojos en demasía, me sentí descubierto, su voz decía que él sabía que yo estaba despierto por eso preguntaba.

 

No conteste, solo me dedique a callar y a morder mi pulgar para no dejar escapar ni un sonido.

 

--baja -- ordenó. -- O si no yo subiré -- amenazo por ultimo, fue en ese momento en que me decidí a bajar, uno a uno fui bajando los escaloncitos de esa escalera que llevaba hacía mi cama.

 

Estaba parado frente a él, frente a su figura un poco más alta que yo, un centímetro a lo sumo, casi pude ver una sonrisa en su rostro de puppy, sus ojos brillaban a pesar de lo oscuro que la habitación se encontraba.

 

-- acuéstate -- abrió las sabanas  para mi, invitándome a que tomara lugar a un lado de él.

 

La cama era pequeña, pero ambos éramos muy delgados, yo más que él; acate su orden y me acosté quedando frente a frente, con nuestras respiraciones entremezclándose, respirando lo que exhalábamos, no dije nada, solo cerré la boca y lo miré a los ojos, hacía mucho que no estábamos así, desde que él empezó a crecer y ya no quiso que fuera a dormir a su cama.

 

--¿Te estabas tocando? -- cuestionó burlón y tampoco obtuvo respuesta de mi boca -- sabes que puedes decírmelo, somos hermanos --susurró muy cerca de mi oído, arrancando un estremecimiento de mi cuerpo, cosa por la que después me reprendí.

 

--a ti ya no te importa que seamos hermanos -- le dije con reproche, molesto por que él siempre me volteaba la cara cuando nos topábamos en los pasillos de la escuela, o cuando le hablaba, simplemente fingía que no me conocía.

 

Podía sentir su mano en un movimiento de vaivén sobre su pene y quise hacer lo mismo, él seguía masturbándose sin importar que yo estuviera ahí, igual de erecto que él, a veces su mano tocaba mis genitales y yo solo cerraba los ojos disfrutando de ese contacto.

 

--¿Por qué no continuas lo que estabas haciendo ahí arriba? --cuestionó echando un gemido ronco, uno que solo hizo que me mordiera los labios; conduje mis manos hasta mi hombría y comencé a masajearlo de la misma manera que Jong lo hacía con el suyo. Unos minutos después nuestros gemidos se confundían, mechones de cabello húmedo se nos pegaban a la frente y yo había eyaculado, mojando mi mano.

 

Jong busco mi agarradera solo para juntar nuestras secreciones, posterior a ello se burlo alejándose de mí, pegándose a la pared y yo entendí que esa era la señal para que regresara a mi pieza.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

Ahí estaba él sentado con sus amigos más cercanos, con los que fumaba sin que mis padres se dieran cuenta, hablando de la chica con más pecho dentro del instituto, o la que tenía más bonitas piernas, mientras mi mente solo volaba hasta dos noches antes, cuando había visto su rostro sudoroso, cuando había escuchado sus gemidos y sus muecas de placer.

 

--¿Qué te sucede Key? --cuestionó Amber sacándome de mis ensoñaciones.

 

-- Nada -- negué y ella volteo a ver el la dirección que yo lo hacía; ella era una de mis pocas amigas y amigos, quizá por que ambos éramos iguales, ella no tenía tampoco amigos y las chicas la molestaban por que siempre vestía como un chico y por su cabello extremadamente corto.

 

--Sigo sin creer que de verdad sean hermanos -- dijo ella poniendo sus ojos en Jonghyun, en realidad ya me lo había dicho varias veces y francamente no la culpaba por pensar de esa manera, después de todo no nos parecíamos en nada, solo en el color de cabello.

 

De nuevo estaba haciendo su espectáculo, divirtiendo a sus amigos y poniéndose en ridículo con otra chica, una que no le haría caso por más que le coqueteara, por más que le suplicara por que se fijara en él, ella no lo haría.

 

 

 

Con el pasare del tiempo él se volvió más y más cercano a sus amigos y a mí iban a construirme mi propio cuarto, donde estuviera mis cosas, donde yo fuera el dueño y señor de todo, me alegre mucho, pero ese solo significaba menos tiempo con Jonghyun, aunque de todas maneras él se la pasaba la mayor parte del tiempo fuera de casa.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

Después de unas semanas por fin mi cuarto estaba construido, Amber se había ofrecido a ayudarme a comprar la pintura para pintarlo, escogí un beige que a nadie le gusto excepto a mi. Una vez que mi habitación estuvo pintada era hora de que los muebles llegaran, estaba muy feliz pero a la vez también triste por que ya no vería a Jonghyun, y quizá nuestra relación de hermanos terminara por desquebrajarse.

 

--Iré a hacerme otras perforaciones, ¿quieres acompañarme? -- me invito Amber mientras le daba una mordida muy grande a su sándwich, asentí de manera mecánica, pues seguía muy concentrado viendo como la chica seguía rechazando a Jonghyun una y otra vez.

 

--Ya debería darse por vencido -- dije y Amber solo asintió, tratando de tragar su pedazo de comida masticada.

 

Su mirada se topo con la mía, sus ojos de puppy decían que no estaba contento, así que solo me levante y caminé directo a mi salón sin fijarme cuando choque accidentalmente con Dongwoon, uno de sus amigo, el más guapo, según yo.

 

--Perdón… -- me disculpé y él se molestó aun más por eso.

 

--¿Qué piensas? ¿Qué puedes ir empujando a todos? -- Sus manos se estamparon en mi pecho y solo me tambalee, él tenía mucha fuerza, si bien sus brazos anchos no estaban de adorno.

 

--Perdón -- balbucee de nuevo, pero el no me hizo caso; todos lo conocían por su temperamento y muchas chicas era por eso que lo seguían como moscas a la miel. Un empujón más logro tirarme al suelo, si de algo siempre estuve orgulloso fue de mi mirada homicida, sin embargo a él parecía no espantarlo, de un momento a otro ya todos estaba a mi alrededor burlándose de mí y alabándolo a él, incluso Jonghyun que me miraba despectivamente como si no me conociera, ya estaba acostumbrado a eso, pero me dolió mucho más de lo que ya me dolía esa actitud de él para mi persona.

 

De la mejor manera que pude me puse de pie, si me ponía una golpiza , al menos no quedaría como el chico débil que ni siquiera lo encaro.

 

--Ya se disculpo…--dijo Amber desde su posición, y Dongwoon solo la volteo a ver y se dirigió donde ella.

 

--Mejor no te metas, lesbiana asquerosa -- vociferó con todo el afán de ofender, y por supuesto que Amber no era del tipo de chica que se queda quieta mientras la agreden, su palma fue a parar hasta la mejilla del Dongwoon.

 

Como en todo colegio, los maestros decidieron hacer acto de presencia, Amber se fue con un reporte a su casa por haber golpeado a un alumno y Dongwoon se fue suspendido de nueva cuenta.

 

 

*~*~*~*

 

 

 

--¿así que ahora andas de busca pleitos?-- dijo Jonghyun desde la mesa, estaba comiendo, extraño por que siempre llegaba y él se aparecía por la casa hasta ya noche, a veces ni lo miraba hasta el día siguiente en la escuela.

 

--No fue mi culpa, es que tu amigo es algo intolerante.-- le dije, pero él simplemente se paro de la silla y caminó escaleras arriba, quería preguntarle si se avergonzaba de mí como hermano, sin embargo ya no estaba por ninguna parte cuando decidí por fin hacerlo.

 

Corrí hasta su cuarto solo para preguntarle; abrí de manera descuidada, sin preguntar, lo que me encontré definitivamente me iba a seguir de por vida, ahí estaba Jonghyun con un video porno reproduciéndose en el computador y él sentado en la silla con su pene erecto entre una de sus manos, parecía tan grande, lleno de venas.

 

Estaba en estado de shock observándolo, mientras él solo me veía a mí con una sonrisa burlona en su rostro, enseguida cerré la puerta solo para salir corriendo en dirección del baño de mi habitación, me encerré y duche, para ver si el agua se llevaba mis deseos insanos y llenos de lujuria.

 

Ese día no baje a cenar, no quería verlo, me avergonzaba mucho que me viera.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

Mis oídos dolían mucho, mis padres me dejaron hacerme unos aretes con la única condición de que fueran discretos, no como los de Jonghyun que llamaban mucho la atención y se miraban feos, según mi mamá.

 

--Ya déjate -- Amber me regaño como por milésima vez en el día. --se te infectaran si sigues manoseándote.

 

--Es que me duelen-- me queje.

 

--Pareces una niña Kibummie, deja de quejarte --comentó, me hice el ofendido aunque no lo estuviera, por que después de todo ya me había acostumbrado a que ella me insultara diciéndome ese tipo de cosas.

 

--Creo que tu hermano por fin pudo ligarse a alguien a su altura --se mofó sabiendo que a Jonghyun odiaba que hicieran referencia a su baja estatura para su edad y a su falta de musculatura.

 

La chica era muy, muy baja, bueno  quizá no tanto, y francamente se miraban bien, ella también era muy delgada, sin embargo mis entrañas se revolvieron si saber por que.

 

 

 

Jonghyun se puso a hacer ejercicio por que a su nueva novia le gustaban los chicos musculosos no los escuálidos, yo crecí unos centímetros, dejándolo abajo, él dejo de fumar y seguía juntándose con sus amigos vándalos, solo en ocasiones los traía a casa, pero yo simplemente decidía quedarme en mi habitación para evitar una escenita.

 

Mi madre y mi padre nunca estaban en casa, mi madre trabajaba todo el día y hacía caso omiso a los engaños y desplantes que mi padre le hacía, siempre y cuando siguiéramos aparentando ser una familia feliz con un hijo descarriado (Jonghyun).

 

Mis orejas ya lucían más perforaciones, cuatro, me costaron un reporte y una regañina de parte del director de la escuela pero yo estaba contento con ellos y Amber decía que se me miraban de maravilla y estaba pensando seriamente en hacerme otra más.

 

Salí de mi habitación y ahí en la sala estaban Jonghyun, Dongwoon, Seungri y Donghae, la mesita con latas de cerveza, y toda la habitación parecía una chimenea, todos fumaban  e incluso el idiota de Jonghyun había empezado a hacerlo de nuevo, y además ahora lucía tan bruto como sus amigos, su nueva musculatura lo evidenciaba como parte de la banda.

 

Los miré despectivamente, y el único que me devolvió la mirada además de Jonghyun fue Dongwoon, no quería que de nuevo se armara una pelea en mi casa así que me marche, dejando a que se murieran de cáncer de pulmón.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

Un día antes le había pedido dinero a papá para que me dejara comprarme ropa nueva, él solo para mantenerme feliz y a mi madre accedía a todo lo que le pidiera, así que me soltó su tarjeta de crédito, una de las tantas que cargaba consigo.

 

Todo había sido idea de Amber, según ella ninguno de los dos andábamos a la moda y debíamos comprar ropa y hacernos un corte de cabello, me lo había propuesto unas semanas atrás, sin embargo yo estaba indeciso, solo entraba al baño y me miraba al espejo, diciendo que posiblemente me sería de utilidad un cambio y luego me arrepentía  y simplemente la daba otra respuesta negativa a Amber.

 

Llegue a su casa, su casa era muy bonita, claro después de todo era la hija no reconocida de un empresario de renombre, y con tal de que su madre no dijera nada sobre esa niña, él le pasaba el dinero que ocuparan, y Amber parecía no importarle mucho que su padre no la viera crecer, ni le regalara un “Te amo” simplemente hacía como si jamás tuviera padre y esa persona que le daba dinero era un tutor más.

 

--Me vas a dejar a mi escogerte la ropa -- sentenció al momento de salir de su casa, su madre se ofreció a cortarnos el cabello y llevarnos a las tiendas que según ella eran las mejores.

 

Cada pantalón me quedaba muy apretado, sin embargo Amber no me dejo regresar ninguno, así como las playeras que parecían de chica y ella solo las compro por que eran bonitas y ni siquiera vio si me quedaban.

 

En la tarde la señora Liu, tenía muchas cosas en su casa, desde peines hasta tintes, tanto Amber como a mi nos pinto el pelo de rubio, el de ella era un tono más oscuro que el mío, mi cabello también estaba más corto y no me gustaba para nada, sentía que toda mi masculinidad se había ido en mi antigua apariencia.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

Llegue algo tarde a mi casa y ahí en la acera estaba Jonghyun conversando con la vecina de enfrente, esa que lo hacía tirar baba y que yo no le miraba nada atractivo, solo que era genial a la hora del baile, mi ventana daba hacia la de su cuarto, en la noche se ponía a ensayar rutinas elaboradas de danza, nunca había platicado con ella, solo de vez en cuando me saludaba de manera amistosa, saludo al que yo siempre correspondía con una sonrisa.

 

Amber me ayudo a bajar las bolsas y demás que traía en el auto de su mamá, las subimos hasta mi habitación y mi madre echaba aromatizante a toda la casa, seguro por la humareda y la pestilencia a cigarro.

 

--Ya vine mamá --le avise y ella paró en seco todo lo que estaba haciendo, parecía como si mirara a un desconocido.

 

--Kibummie, te miras… muy bien, pero creo que esto me costara firmar un reporte más -- se burló, por que cada vez que yo le llevaba una hoja a firmar, Jonghyun ya le había llevado diez.

 

Amber se marchó y yo me quedé acomodando cada una de las prendas en mi guardarropa, me llevo un poco de tiempo lograr que cupiera todo pero una vez que lo logre, me dispuse a dormir, me acomodé la pijama de cuadros rosas y me recosté.

 

 

 

*~*~*~*

 

--¿Qué te sucede? -- cuestioné a Jonghyun, luego de que él  de buenas a primeras tomara mi brazo sin previo aviso y me arrastrara hasta los baños de hombres; de nuevo.

 

Una vez dentro me azotó contra la pared, lance una queja por el golpe, y entonces pude darme cuenta que él se había quedado abajo, yo era más alto, él se había hecho de unos bonitos músculos yo seguía tan escuálido como siempre, él comenzaba a ponerse más moreno mientras yo cada día me sentía más pálido.

 

--¿Qué te sucede a ti? -- cuestionó él algo molesto, estaba irritado y las venas en su cuello se notaban, tan llenas de gracia, los músculos de su brazo de contraían de manera exquisita, marcándose, me gustaba mucho su nuevo cuerpo, no le tenía envidia, solo me gustaba como se veía fibroso. --¿Qué eres? ¿Un marica? --ya empezaba a sonar como sus amigos homofóbicos.

 

--Ya veo que eres de la banda.-- me zafé de su brazo y él solo se me quedó viendo con furia en los ojos.

 

--Kibum, más vale que te vuelvas a pintar ese maldito cabello, si no quieres que… -- no terminó la frase simplemente se calló.

 

--No lo voy a hacer solo por que tu me lo digas, además tus amenazas no me asustan --De nuevo sus músculos se contrajeron y yo me deleite viéndolos, fue entonces que supe, no me gustaban las chicas por que no me interesaba en ellas, no me gustaba su fragilidad ni su sensibilidad, ni sus cuerpos pequeños, simplemente buscaba algo más tosco, algo más rudo, algo como Jonghyun.

 

Entonces entendí que si quería conseguir a un chico así debía verme con gracia, agradable a su vista, fue entonces que comencé a prestarle atención a cada uno de los movimientos que ejecutaba, a cada una de sus acciones, a su risa estúpida y me molestaba la chica con la que hablaba en las tardes, mi vecina, de pronto ya no le tuve admiración a la hora de bailar, de pronto me puse a ensayar cada una de las coreografías que ella ensayaba en las noches y descubrí que no solo aprendía muy rápido las matemáticas o física, también aprendía demasiado rápido el baile, con solo ponerle atención un par de veces ya había memorizado sus pasos, sus movimientos rítmicos. Abría la cortina y encendía las luces a la misma hora que ella lo hacía, bailaba su misma rutina solo para que viera que yo era mejor.

 

Mi cabello rubio ya no me molestaba ni siquiera un poco, ni usar los pantalones apretados, había descubierto que muchos miraban mi trasero al caminar, y Jonghyun se molestaba conmigo por eso, y eso solo hacía que me sintiera especial aunque no lo fuera, aunque se molestara solo por que no quería tener hermanos maricas, pero ya me ponía solo un poco de atención así que no dejaría de hacerlo.

 

Me compre un lápiz delineador, el maquillaje en polvo y el brillo labial Amber me los había regalado, no sabía como demonios aplicarme el delineados así que busque un tutorial en internet, estuve practicándolo en la noche durante una semana hasta que por fin me salió perfecto.

 

Luna era novia de Jonghyun y yo la envidiaba, y no paraba de insinuarle a mi hermano lo zorra que a mis ojos se miraba.

 

--Key…-- habló una voz femenina que no era la de Amber, la de Amber era un poco más ronca, más masculina.

 

Voltee a encarar a la persona que me hablaba y ahí estaba su cara de puta barata, totalmente roja, no sabía si era por mi o por Woohyun, seguramente era por él.

 

--¿Puedo hablarte un momento? --preguntó avergonzada.

 

--Woohyun, puedo seguir de aquí en adelante, muchas gracias.-- hablé dándole un sonrisa, él se marchó dejándome con esa mujer que tanto detestaba.

 

Caminamos un par de cuadras hasta que quedamos a la altura de su casa, no había dicho palabra alguna y por respeto no la abandone, solo se acomodaba el cabello detrás del oído, una y otra vez y para ser sincero esa acción ya me había estresado.

 

Se adelanto un par de pasos hasta que quedo enfrente de mí, su cara parecía más decidida, en sus ojos pude ver algo de valor, se aproximó hasta mi y cogió uno de mis brazos  como para que no escapara, su cara se aproximó mucho a la mía y dejo un beso rápido en mis labios.

 

--Me gustas -- vociferó apenada. --y me gusta como bailas --confesó, eso hizo que mi ego aumentara, en un principio solo quería que ella supiera que yo era mejor bailando; sin embargo ya no me importaba mostrarle al mundo mi habilidad.

 

--Lamento mucho no poder corresponder tus sentimientos, y si de algo ayuda yo pienso que tu eres también muy buena bailando -- le dije, ella solo bajo la mirada y musito un tímido “gracias” inaudible, torcí la boca y crucé la acera, para llegar a mi casa.

 

Le avise a mi madre que había vuelto y me dirigí hasta mí habitación, tan solo abrí la puerta y unas manos grandes y toscas hicieron que mi espalda golpeara la puerta, azotó mi cuerpo sin ningún remordimiento, sabía quién era, sabía lo que acontecería y no quite la sonrisa de mi boca.

 

--Maldito seas Kibum --habló con coraje, aventándome su delicioso aliento a la cara, sus brazos se habían vuelto aun más musculosos, su venas hinchadas los hacían lucir increíbles y yo solo deseaba que él me abrazara con toda esa fuerza, que me rompiera los huesos dentro de un abrazo. -- ¿A que estás jugando? Dejando que un chico te traiga a la casa como si fueras una vieja, moviendo el trasero para que todos volteen a verte, besando a mi novia solo para molestarme, ¿Qué no te basta con tener toda la atención solo para ti? ¿También me la quieres robar? -- Su nariz rosaba la mía y yo solo podía ver sus labios grandes, cerrarse y abrirse en cada palabra que pronunciaban, luchando mentalmente por no lanzarme y besarlo.

 

--Yo no me estoy robando nada, además ella fue la que me beso a mí y si quieres su maldito beso ahí lo tienes --lancé mi rostro contra el suyo dejando un espacio nulo entre nuestras bocas.

 

El se limpio enseguida y yo solo me mofé, divertido, no me reía de él, me reía de mi mismo por ser tan malditamente idiota, sus ojos llenos de rabia hicieron que mis risas pararan en seco, sus pectorales hermosos se contrajeron deliciosamente, su puño se cerro brusco, masculino, bestial.

 

“Me va a golpear, me va a golpear” repetía con miedo, no quería que me golpeara, sin embargo amaba verlo así de furioso, sus ojos de puppy se habían convertido en los de una bestia, una bestia que me encantaba y que ya era de otra persona.

 

Estaba a punto de explotar cuando decidí que ya era suficiente de ese maldito juego del que jamás saldría vencedor, el peligroso juego de soltar a la bestia, sin reglas, ni veredicto, sin protagonista ni verdugo.

 

--¿Sabes que? Vete al demonio. -- finalizó rodeando mi cuerpo y azotando la puerta, victimizándola. No atiné a decir palabra, ni siquiera pude seguirlo, estaba molesto, mucho por lo que podía observar; quizá después de todo si que había hecho una porquería, quizá besarlo no había sido la mejor idea y había muchas posibilidades de que aborreciera después de eso, aunque ciertamente ya no me importaba, ya nada importaba, si él ya no me quería en su vida ya no me quedaba nada, solo seguir siendo la misma mierda de siempre con un nuevo look.

 

Me acosté en la cama y le hablé a Amber para que viniera a consolarme, ella acudió como toda buena amiga, ella era la única cosa que de verdad valía la pena en mi vida, que posiblemente estaba dramatizando de más.

 

El timbre se escuchó y eso solo me decía que mi amiga había llegado, Amber estaba en casa y sus pasos resonaban en las paredes, por alguna razón y aunque nunca llevara tacones, sus pisadas eran muy ruidosas casi todo el tiempo.

 

Abrió la puerta de mi habitación y yo solo levante un poco la cabeza, para verificar que fuera ella y no alguien más, y sí, ahí estaba, con su cabello alborotado y a medio secar, con su típica ropa de chico, en realidad ella si parecía un chico, uno muy chaparro, y con cierto parecido a Jonghyun.

 

--¿Qué ocurre Key?-- preguntó haciendo una mueca de preocupación.

 

--Creo que me odia. -- dije sin más, dejándola más confundida de lo que ya estaba.

 

--¿Woohyun? Pero si él …

 

--No, no Woohyun, Jong, creo que me odia. -- interrumpí sus palabras, de repente su mueca cambio a algo más relajado.

 

--¿Y te preocupas por eso? Ya sabes que no eres su hermano favorito, pero eres el único que tiene así que… --ella siempre tenía razón.

 

--Ven acuéstate conmigo --le pedí algo a lo que accedió enseguida y se hecho a un lado de mí, mirando al techo, con una sonrisa en los labios, ella tenía una extraña sonrisa.

 

--¿Por qué sonríes? --pregunté tomando su mano, de la misma manera que siempre lo hacía cuando alguno de los dos necesitábamos apoyo mutuo, su mano era muy pequeña en comparación con la mía, sin embargo era igual de cálida que las de Jonghyun.

 

--Amber…

 

--¿mh? --respondió, estaba a punto de quedarse dormida, siempre hacía eso cuando el sueño estaba por doblegarla.

 

--¿Puedes darme un beso? --pedí, quería que ella me diera un beso, solo para saber que se sentía, los únicos besos que había dado eran dos y ninguno contaba como beso y si en alguien tenía confianza, esa era Amber.

 

Se levanto y deposito un beso casto sobre mi frente, yo no quería ese tipo de beso, yo quería uno real, uno que fuera mi primero, sin embargo no me atrevía a dárselo yo a ella por que definitivamente no me sentía cómodo con esa idea.

 

--Ya está, ahora si a dormir --dijo de nuevo depositándose en mi pieza.

 

--No… ese tipo de beso no… quiero un beso de verdad -- ella volvió a pararse al escuchar mis palabras, me miraba extrañada.-- No habrá nada entre los dos, solo será un beso y ya, te lo prometo, además tu eres muy masculina como para que me gustes --aclaré el punto y ella hizo cara de ofendida.

 

--;Bueno, tu eres muy afeminado para mi --comentó, y fue mi turno de hacerme el ofendido. --solo uno -- terminó por confirmarlo levantando su dedo índice en alto. --Y luego lo olvidaremos.

 

--si --asentí con entusiasmo.

 

Su rostro se acerco al mío y por un momento sentí pánico de que la puerta se abriera, de que Jong se enterara, y su rostro de llama estaba cada vez más cerca, su aliento soplaba contra mi piel, era cálido, sin embargo el de Jong era aun más caliente y más sabroso, también la boca de Jong era mucho más grande, más carnosa, más sensual.

 

Sus labios se habían pegado con los míos, se sentía extraño, más por que ella llevaba el ritmo de todo, ella era la que separaba mis dientes, la que entrelazaba su lengua con la mía, hasta que supuse que era suficiente de esa cosa que a ninguno de los dos nos agradaba del todo.

 

Amber se quedó a dormir en mi casa, en mi cuarto, en mi cama, y eso alertó a mis padres, ambos preguntaron que era lo que hacíamos los dos saliendo de la misma habitación, mientras todo se aclaró, solo pasó una semana, mi mamá seguido me hacía comentarios algo fuera de lugar sobre Amber y Jonghyun simplemente me evitaba de manera horrible.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

--ahí está tu admirador secreto. -- señaló Amber a Dongwoon el amigo de Jonghyun, reí de manera brusca ante su estupidez.

 

--sabes que te amo… pero no tienes que inventar cosas-- desde el malentendido con mis padres Amber y yo comenzábamos a jugar con esas cosas.

 

--Es de verdad… te mira mucho; yo creo que le gustas al machote ese -- él seguía parado junto a Jonghyun y los otros, yo en cambio solo me dedicaba a observar a un Jonghyun totalmente guapo, presumiendo sus musculosos brazos. --Ya deja de ver a tu hermano así, entiende que tu amor hacia él es como el amor imposible entre el sol y la luna.

 

--¿De que hablas? --pregunté haciéndome el desentendido.

 

--De que estás enamorado de la persona equivocada, Jonghyun nunca te va  hacer caso, primero por que eres su hermano, segundo por que es heterosexual, tercero por que es un maldito homofóbico, cuarto por que es un imbécil, quinto por que sigue rogándole a Luna.

 

--¿Cómo conoces a Luna?-- le pregunté.

 

--Bueno es que un día estaba sentada en la banqueta, frente a tu casa y miraba hacia tu ventana, había terminado a Jonghyun por tu causa o algo así me dijo, y parecía triste así que le hice compañía un rato.-- confesó por último.

 

 

 

*~*~*~*

 

 

 

Luna (la vecina) se había hecho amiga de Amber y por consiguiente también mía, ella me había invitado a una presentación de baile, accedí gracias a la constante insistencia de Amber, la misma Amber también bailaría, todos los días en la tarde, nos juntábamos en mi habitación, poníamos la música y ensayábamos, una hora antes de ponernos a ver alguna película, o jugar alguna tontería que a Amber se le ocurriera, a veces Luna la ayudaba; descubrí esa parte juguetona en mi vecina y de pronto ya no la encontraba tan desagradable, ella descubrió mi gusto hacia los chicos y ya jamás me mencionó que le gustara, cosa que agradecí.

 

Era domingo, no había nadie en casa, más que nosotros tres y ya habíamos terminado de ensayar, Jonghyun seguía muy molesto conmigo por que no solo me había robado a su novia, sin no que además la metía a mi cuarto.

 

--¿Y ahora que hacemos? -- preguntó Luna.

 

--¿Quién quiere ir al cine? --argumentó Amber levantando la mano como niña de preescolar, enseguida Luna también hizo lo mismo, yo no estaba de ánimos para ir a ver una estúpida película a la que no le pondría un mínimo de atención.

 

--Creo que está vez tendrán que ir solas, yo me quedare a esperar a mamá para luego ir con mi abuela, hace mucho que no la visito -- rechace la propuesta y ninguna de las dos replicó.

 

Amber se ducho y yo le preste algo de ropa, le quedaba algo floja, pero ella estaba acostumbrada a eso, Luna prefirió irse a duchar a su casa, por supuesto que las acompañe a la salida y les desee buena suerte en su ida al cine, yo también me ducharía y justo cuando estaba por subir las escaleras algo en el sillón me alertó.

 

Ahí acostado en el sillón estaba Jonghyun, parecía un cachorrito con un cuerpo adulto, su respiración acompasada decía que dormía, así que con la mayor confianza del mundo y siendo muy cauteloso, me acerque, él era tan guapo, sus labios grandes me parecían perfectos, sus ojos que algunas veces eran tiernos y  otras furiosos, estaban finamente cerrados con una cortina de pestañas que caía de manera preciosa sobre su rostro moreno.

 

Sus hombros anchos lucían tan fibrosos, sus bíceps brillaban a causa de la luz diurna, sus pectorales subían y bajaban casi como bailando la melodía de sus suspiros, quería besarlo, deseaba delinear sus oblicuos, cada uno de los que lucía su abdomen.

 

Una vez que escanee todo su cuerpo en reposo, me detuve en sus labios, apreté los míos conteniéndome lo más que podía, deseaba sobre todas las cosas un beso suyo, solo pedía un maldito beso, cerré los ojos y me hinqué solo para poder contemplar su rostro de cerca, de repente su labios me gritaban por que los besara, solo sería un besito y Jong estaba dormido así que si los muebles no hablaban, no había quien me delatara.

 

Deje un espacio inexistente entre su boca y la mía, sus labios tocaban los míos, tan cálidos, tan bellos, su consistencia y textura era demasiado agradable para mi, abrí un poquito mis labios y succione tantito los suyos y luego me aleje, acomodé su cabello hacia atrás, sabía lo que le molestaba el que yo le hiciera eso y sin embargo lo había extrañado tanto.

 

--descansa puppy --le dije bajito, no sin antes depositar un beso en su frente, como siempre lo hacía cuando el se iba a dormir antes que yo, pero ya tenía tanto tiempo que él no se iba a descansar antes de mi.

 

Di media vuelta y comencé mi marcha hacia las escaleras, regresaría a mi habitación, me daría un baño con agua caliente, cambiaria mi vestuario y esperaría a mamá, sin embargo todos mis planes se vieron suspendidos por que su mano tosca estaba sujetando mi muñeca.

 

-- ¿así que ahora te dedicas a besuquear gente? --estaba despierto y yo como el imbécil más grande del mundo no lo preví.

 

Mis ojos estaban muy abiertos, así los sentía, y mi corazón se detuvo al momento de sentirme descubierto, odiaba a la vida por injusta, por jugarme chueco, por odiarme, quizá la vida solo era una maldita homofóbica sin sentido ni gracia.

 

--¿Ya te cansaste de jugar con Amber y con Luna? Ahora me dirás que quieres que te folle yo.--  se levanto de ahí donde estaba y me encaró, sin soltar mi brazo al cual ya le faltaba circulación y estaba acalambrándose.

 

--Espera puppy… me duele… -- no solo me dolía el agarre del que me tenía sujeto, también mi orgullo, sus palabras llenas de veneno me herían de gravedad, dejando a que me desangrara por dentro y a él no parecía importarle.

 

--y dime; en tu relación con Amber ¿Quién es el pasivo? ¿Eres tu el que se la mete o es ella a ti? -- no me resultaba ofensivo, más bien era doloroso que él lo dijera, si hubiese sido otro ni siquiera me hubiera molestado en escucharlo pero al ser él, todo cuanto salía de su boca hacía que mis entrañas formaran un nudo muy grande y que mi garganta se resecara.

 

--Cállate… tú no sabes nada de mi vida. -- él sonrió chueco, torcido, estaba burlándose de mí.

 

--Si, se que eres un maldito marica, que mueve le trasero solo para ver quien se anima a fallárselo y que deseas que yo lo haga aun que valla contra las leyes morales, y sociales…

 

--si, es cierto, solo quiero que me folles, y no me importa  la maldita sociedad, solo quiero tu pito dentro de mi… -- mis cabellos fueron estirado hacia atrás, mis lagrimas cayeron y Jonghyun parecía mirarme con desdén, con aberración.

 

Yo estaba muy molesto con él, por sus palabras, por ofenderme a mí y a mi amiga, por que por mucho que lo quisiera él era un desgraciado.

 

--Maldito seas, ¿Por qué tienes que ser así? -- cuestionó cerca de mi oído, dejando un camino de saliva que llegaría a mi boca, la cual beso con gula, con desahogo, con  frustración y mucha, mucha ira.

 

--Perdóname -- musite una vez que su lengua experta salió de mi boca, sus besos así eran ricos, sin embargo yo no quería un beso cargado de desprecio.

 

--voltéate. --ordenó, yo acate sus ordenes por miedo a que me golpeara, quizá después de todo Amber tenía razón y mi amor si era imposible, quizá Jong ya me odiaba por no haber nacido como él, así de macho, así de semental.

 

De un jalón me dejo sin short, estaba avergonzándome, si alguna vez me sentí orgulloso de mi trasero, en ese momento me avergonzaba de tenerlo.

 

--¿Qué vas a hacer? -- pregunté con miedo a que me lo dijera, pero yo tenía la culpa, yo era el único culpable de que Jonghyun se comportara así, me gustaba que fuera una bestia, sin embargo así como me agradaba también le temía, era un temor insano, como el que se le tiene a un asesino mientras coloca una navaja en tu cuello.

 

--¿No dijiste que querías mi pito dentro tuyo? -- sacó su propio short y yo volteé a verlo a los ojos, no había ningún sentimiento, ni siquiera el de disfrute, el de gozo, ese que ya conocía.

 

Colocó mis manos detrás de mi espalda y las sujeto con fuerza, no es como si yo fuera a escapar, por mucho que no me gustara la idea simplemente no podía escapar de su superioridad, aunque su estatura no le ayudara mucho, para mi él siempre sería mi sol, con una luz imposible de alcanzar y yo solo era su sombra, una luna que le hace sombra.

 

De una estocada me penetro; un dolor horrible subió por toda mi espina dorsal, y se situó en mi garganta en forma de grito, mismo que el con sus manos acalló, me gustaba que fuera un animal,  siempre y cuando ese animal no saliera y se quedara en su jaula preciosa.

 

Estaba penetrándome de manera salvaje, sin cuidado, ni el más mínimo, nunca creí que su molestia conmigo llegara a tal punto, jamás imagine que me odiara tanto, sin embargo todo eso yo me lo había conseguido, así que era merecedor de todo, y si a él lo hacía feliz, yo no era quien para quitarle esa felicidad pasajera, tampoco su gozo, trataba por todos los medios de no llorar pero simplemente las lagrimas salían solas, igual que las quejas de dolor.

 

Solo fueron necesarias un par de arremetidas más para que sintiera su semen esparcirse dentro de mí, eso era lo que yo quería, lo que más deseaba y me dolía más que nada, él salió de adentro, al mismo tiempo que su semen y rastros de sangre salían de mi interior, mis piernas no las sentía del todo.

 

Me dolía mucho, jamás había tenido sexo, ni con una mujer, igual eso ya no importaba, por fin había cumplido mi sueño aunque no haya sido de la mejor manera, por que ni siquiera tuve una erección, nada solo un maldito dolor que aun no desaparecía, aun sentía su cosa dentro de mí.

 

--¿Kibum?... Perdón…-- vociferó, no quería que me viera así de desvalido, así que solo atiné a subir escaleras arriba, tomaría mi ducha ya no con agua caliente, ahora sería agua fría, me podría un pijama y dormiría.

 

Subir la escalera me fue un poco más difícil de lo que predije, generalmente lo hacía corriendo, ahora si lograba subir sin caerme había sido un maldito milagro.

 

 Y el milagro ocurrió, cerré la puerta con seguro, no deseaba que nadie me viera en tan mal estado, por suerte la cortina estaba corrida. Abrí el agua fría y me sumergí en el chorro, por un momento salte de lo helada que salía pero una vez que me acostumbre comencé a tallar mi cuerpo, teniendo cuidado de no lastimarme más; ni siquiera me había dicho si le había gustado, nada.

 

Lagrimas gruesas, pesadas se perdieron junto con el agua, sequé mi cuerpo, el dolor había menguado un poco, ya podía caminar un poco mejor, pero aun me seguía doliendo el alma.

 

Me puse unos pantalones de franela sueltos, y me recosté, dejando salir más lágrimas amargas, yo lo amaba mucho, él era mi hermano, mi amor imposible y sí, Amber tenía razón, la luna y el sol son dos amantes condenados a amar de manera imposible.

 

Cerré los ojos esperando por que cuando despertara todo se hubiese ido, que nada hubiera pasado, que siguiéramos siendo los dos niños pequeños corriendo por toda la casa mientras mamá nos regañaba por traviesos y desordenados.

 

 

 

Algo muy cálido se situó en mi mejilla, abrí los ojos y me encontré con los de Jonghyun, con sus dedos delineando mi rostro, acostado en la misma cama que yo, creí que estaba soñando así que solo atiné a sonreírle de la manera más sincera que podía, él me vio unos minutos, confuso.

 

--Hola --saludé como quien da los buenos días, él seguía vestido como lo cuando lo encontré dormido en el sillón.

 

--mamá llamó, le dije que no irías con la abuela por que te sientes mal --dijo él, fue entonces que me di cuenta que nada era un sueño, estaba de vuelta en la vida real, con un ardor horrible en el ano.

 

--está bien -- dije, sin querer de nuevo lloraba.

 

--Perdóname… -- musitó limpiando mis lagrimas, no sabía si de verdad estaba arrepentido pero sus ojos llorosos me decían que si, respire con pesadez y de nuevo trate de esbozar una sonrisa.

 

--Tu no tienes la culpa, en realidad fui yo el que te lo pidió -- no deseaba que él se culpara, por que él no tenía una maldita culpa.

 

Trate de levantarme, solo bajaría por un poco de agua fría, sin embargo ni siquiera lograba sentarme, una vez que lo hice; los brazos fuertes de Jong me atraparon, eran tan cálidos que no me importaba morirme ahí.

 

--Me molesta ver  Amber contigo, me moleste cuando Luna te beso… -- si, ya me lo había dicho, era su novia después de todo.

 

--Yo lo lamento, en realidad creo que a ella ya no le gusto así que pueden regresar, si quieres te puedo ayudar a que diga que si de nuevo --No me sentía cómodo diciendo eso, pero si su felicidad estaba con ella, yo lo ayudaría, aun si eso lo dejaba más fuera de mi alcance.

 

--creí que era por que Luna te había elegido por lo que estaba molesto, y luego cuando me besaste la primera vez entendí que no era ella a la que celaba, odio que Dongwoon se la pase alabándote, como si fueras una muñeca…

 

--Voy por un vaso de agua, ¿quieres algo? -- pregunte tratando de zafarme de su abrazo, no por que me molestara si no por que no lo deseaba escuchar, no quería que él me siguiera viendo.

 

--siempre rompes todo intento por acercarme… ¿Por qué demonios eres así? Perdóname por todo lo malo que te he hecho, tú no te has portado muy bien sin embargo odio que me trates como si fuera nada. -- dijo, quise burlarme y escupirle en el rostro la verdad, pero no lo hice, solo calle.

 

--Lamento si llegue a ofenderte -- me disculpe.

 

--si, me ofendiste, me ofendiste mucho, pero aun así me gustas, lo descubrí hace un par de meses, cuando Amber y tu eran novios. -- me sentía muy feliz de escuchar esa palabra de su boca pero ya era hora de aclarar ese pequeño malentendido, gustar, esa era la palabra que espera durante mucho tiempo.

 

--En realidad Amber y yo nunca fuimos novios, solo fue un malentendido que se ocasionó por tu culpa, creí que me odiabas y la llame por teléfono para que viniera a consolarme, pero solo nos quedamos dormidos, jamás paso nada, soy incapaz de verla como algo más que amiga-- confesé quedo, me apenaba decírselo pero en realidad él había sido el causante de todo.

 

--¿Te puedo dar un beso? -- preguntó infantil y como un idiota sonreí.

 

--Ya me la metiste, ya que más da -- voltee mi rostro para recibir mi beso que jamás llego.

 

--¿Te duele mucho? Lamento ser un idiota. --escondió su rostro en mi cuello y yo masajee su cabello suave, muy parecido al de un perrito.

 

--Estoy bien, es solo que jamás lo había hecho… -- yo le restaba importancia sin embargo a él pareció importarle mucho. Me abrazo más a su pecho, me apretó más en sus brazos, y lloro de una manera que hasta a mi me rompía el alma.

 

Sus labios chocaron con los míos, su legua grande se abría paso en mi cavidad, serpenteaba, dejándome un sabor muy agradable, yo no le seguía el ritmo por más que lo intentara, simplemente era un inútil comparado con él. No se en que momento pasó pero yo ya estaba debajo de él, sintiendo su cuerpo más de cerca.

 

Sus manos bajaron mi pantalón, acariciaron mis piernas y dejó besos por todo mi cuello, ya me había puesto duro con solo eso, su diestra se apodero de mi hombría y comenzó a masajear, entregándome una sensación maravillosa, que hacía que contrajera los glúteos, lastimando mi ano de nueva cuenta, me daba mil besos a cada caricia que sus manos me regalaban, esas manos toscas, que tanto admiraba, por fin podía delinear sus músculos con mis dedos y no solo con la mirada.

 

Eyacule en su mano y él lo embarro en mis piernas, me abrazó de nueva cuenta y se quedo a dormir junto a mi...

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

que dicen? les gusto? 

meresco reviews o nee??? 

bueno, nos leemos y los amo *3*


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