Golpes y golpes recibía el castaño, patadas tras patadas, algunos codazos y lentamente no se pudo defender ni sostenerse en pie.
Uno lo agarro por el cabello y lo levanto, gritaba y gritaba pero nadie lo oía, mas se asustó a uno de ellos jugar con un encendedor. Prendió un cigarro aquel hombre de contextura grande y agarrando con fuerza el brazo del castaño, empezó a poner el cigarro quemando sus heridas y cortadas.
-¡AHHH!- grito y como piedad recibió otro golpe.
Al rato dejo de gritar, ya no tenia sentido si alguien lo ayudaba, le dalia mucho el cuerpo como para preocuparse de las colillas del cigarrillo en su brazo.
-Creo que ya debemos dejarlo- intervino uno - ¿la idea no era matarlo?- respondió otro – Hermano si lo matamos nos pueden meter presos-
-Si lo dejamos así lo más probable es que muera desangrado-
-Pero si vive nos puede denunciar-
-Váyanse, me encargare que no le queden mas ganas de hablar- dijo al parecer el líder.
-¡Si!- respondieron los demás y se marcharon.
Al quedarse a solas Misaki observo al hombre acercarse, sentía su aliento en su oído y escucho en leve susurro –Tranquilo, no soy gay así que no te violar, pero de seguro a ti te gusta que te den, solo me asegurare que no le digas nada a tu noviecito o lo mataremos-
“Mierda” pensaba “si le dices serás culpable de su muerte”
Agarro una botella de licor, para suerte de Misaki era pequeña. El hombre sin compasión se la clavo de golpe.
“duele” “duele” pensaba.
-Creo que me equivoque, no debes ser gay jajajaja ya que esto no te excita-
*Clack* y le dio con tanta fuerza que la botella se partió.
-Supongo que es suficiente, no te matare pero si le dices algo a Akihiko lo mataremos-
Al decir esto, el hombre se fue. No espero y saco su teléfono, con las pocas energías que le quedaban, marco el número de Akihiko.
-el número que usted marco no está disponible-
Una y otra y otra y otra vez, lo marcaba sin parar hasta que:
-Usted no dispone de saldo suficiente para realizar esta llamada-
“No me dejes solo” “si lo ara muérete” “ajajajajajajaja ahora como no podrá usarte de juguete sexual te va a botar” “te amo Usagi-san” pensó antes de desvanecerse.
Estaba solo en la oscuridad, camino hacia cierta luz, eran las luces de sus recuerdos.
Estaba lloviendo, escucho el teléfono sonar y al estar enfermo su hermano mayor contesto.
-¿Quién habla?- escucho, se levantó de su cama y se asomó a la puerta.
-No puede ser, ¿Cuándo?- veía preguntar a su hermano en medio de un llanto. Sabía que algo malo ocurría “les dije que llegaran rápido” pensó mientras salía de su casa, corrió y corrió pero cuando llego a una esquina vio unos policías, y un carro muy parecido al de sus padres. Se logró escabullir y los vio… muertos, detrás de ellos había muchos regalos, no podía estar peor cuando escucho del oficial –Parece ser que murieron a causa de manejar con la velocidad excedida-
“Fue mi culpa” pensó pero seguido escucho “Si, lo es”
Era la primera vez que le pasaba eso, primero se preguntó el por qué, pero un montón de gritos culpando y que se mataran llegaba a su mente “Callase” pensaba, pero solo hacía que gritaran más.
Ya un tiempo después se callaron, solo lo molestaban cada vez que lo herían, que veía a su hermano cansado, cada vez que se equivocaba. Luego de 5 meses descubrió como controlarlas, no causar problemas, la perfecta solución, no lo molestaban y ayudaba un poco a su hermano.
Akihiko entregaba un manuscrito, termino su trabajo a tiempo, quería darle una sorpresa a Misaki, quería al menos que sonriera y le dijera que le pasaba. Lo buscaría temprano de la universidad, estaba dispuesto a llamarlo hasta que:
*Tiene 50 llamadas perdidas*
-Otra vez no- se dijo pensado que Misaki se había cortado de nuevo.
Fue a buscarlo en la universidad, para su sorpresa no estaba y con ayuda de la policía lo buscaba por todas partes.
Habían pasado unos minutos y se despertó, seguía en el callejón, se intentó levantar pero cayo, lo intento muchas veces con el mismo resultado, no le importo y siguió, hasta que en vez de sentir el frio piso, sintió algo suave, acolchado con un cierto olor a cigarrillo.
Levanto la cabeza y era él.
¿o seguía inconsciente?