Zero por himiko-chan

Capitulo 5

— ¿Y bien? ¿Cuál es la urgencia padre? – levantarme a mí antes mi siesta de la puesta de sol, no es algo genial. Maldito viejo…

— Leonard, Eliot… Me alegro tanto que hayan venido. – esa sonrisa… como me gustaría desaparecerla de su rostro.

— ¿Qué sucede padre? – hasta mi dulce hermano menor, esta de mal humor, aunque lo de él es mas que nada por el chico a quien aun no conozco. – Supongo que debe ser importante para hacernos venir a ambos.

— ¿Debe de haber algún motivo para ver a mis hijos? – este sujeto me desespera – Nikolai, ven…

 Y ahí esta el otro bastardo hijo de perra, a quien no quería ver esta noche. Como siempre, viste un traje sencillo descolocándome y haciéndome pensar cosas buenas de él, queriéndome hacer sentir culpable por todos esos años de desprecio y humillación de mi parte. El solo recordar quien es su madre y hermana, es mas que suficiente para borrar todo rastro de culpa.

— Pero si también ha venido el bebito de papá – le dijo con burla, él solo baja la cabeza – al menos deberías saludar… digo, tanto gastar en tu educación debió servir de algo.

— Lo siento herma… Sr. Leonard… Joven Eliot.

— Eso estuvo mucho mejor…

— Una palabra mas contra tu hermano y…

— ¿Y que padre? – sonreí, hace tanto que no escuchaba sus estúpidas amenazas. Como me encanta hacer enojar a este sujeto. - ¿Vas a matarme? ¿A mi… el heredero de la familia Kuznetsov? A mis tíos y a mi dulce hermanito – le dije mientras abrazaba a Eliot – aquí presente, no les va a gustar nada.

— Solo permanece callado Leonard.

— Como tú digas papi.  – procedí a sentarme en una de las cómodas sillas de esta hermosa mesa, si tan solo no fuera tan cerca de esos dos. Bueno, al menos tengo a Eliot a mi lado, por que el idiota de Joshua nunca ha servido como apoyo.

— La razón para citarlos es por la situación con los Cacciatore. Como sabrán, Dimitri ya no esta a cargo, desgraciadamente, su hermano si. – se acomodó un poco la corbata, eso no significaba nada bueno, solo lo hacia cuando se encontraba sofocado. – Aun no sabemos si el chico, el cuarto pecado, esta o no con él. – ambos fijamos la mirada en él, pero Eliot por alguna razón se veía consternado por el tema.

— ¿No se supone que estaba muerto? – su voz se escuchaba nerviosa, como si midiera cada una de las palabras que salían de su boca. Me preocupó.

— Algo que nadie creyó por supuesto Eliot. Un pecado no es tan fácil de asesinar, en especial al pequeño Amon. – Hizo una pausa y continuo – El chico Cacciatore podría suponer un grave problema para nosotros, además, de que ese hombre es capaz de usar cualquier cosa para obtener la aprobación del consejo. Sus amenazas no se han hecho esperar en las últimas semanas.

— ¿Y que quieres que hagamos padre? – pregunto Eliot mirándolo fijamente – Si es tan peligroso como nos has dicho, dudo que alguno de nosotros pueda hacer algo contra él.

— Ciertamente, pero no para él – y ahí esta de nuevo, no puedo evitar esbozar una sonrisa al mirarlo. Ese sujeto siempre me ha causado una agradable aprehensión en el estomago. El mayor de los pecados, la soberbia.

— Zhenya…. Que gusto el verte otra vez. – le sonreí.

— Joven Leo…. -de nuevo fruncía el ceño- sabe que no me gusta que me llame así… Es Yevgeniy. – Miro a Eliot – buenas noches joven Eliot. – este sujeto tiene esa sonrisa tan maravillosa como la de un psicópata a punto de cortarte el cuello, pero solo lo hacia con Eliot, nunca se han llevado muy bien, a diferencia de mía, que estudie con este sujeto.

— Tomo asiento Yevgeniy. – y se puso justo a lado mio, de esa forma esta justo frente a menor de nosotros, tampoco le agradaba mucho Nikolai, y a él le aterraba los profundos ojos rojos de Yevgeniy.

— Gracias Señor.

— Bien – el viejo se veía tenso – Dentro de poco se convocara a cada líder de familia junto con su pecado para analizar el aceptar a Víctor Cacciatore dentro del consejo. Pero como saben, la mayoría se opone a ello, por lo cual, se ha tomado un par de medidas de protección para nuestra familia; una de ellas será la residencia permanente de cada uno de los miembros de la familia en esta casa, sin discusión por ello – aclaro ante nuestra muestra de molestia por ello – no me arriesgare que alguno de ustedes pueda ser asesinado, después de todo, son mis hijos.

— Me alegra tu gran preocupación padre, pero… ¿No crees que seamos capaces de defendernos? Sin ofender padre pero creo que es una estúpida idea, sin contar que, el estar cerca de esa cosa  - dije señalando a Nikolai – me dan unas tremendas ganas de torcerle el cuello.

— Es tu hermano Leonard.

— Medio hermano – rectifique – y no lo quiero cerca de mí. Si es todo lo que tenias que decirme – me levante de mi lugar dispuesto a irme, pero el viejo es un verdadero dolor en el trasero así que no lo permitió.

— Leonard… Te agradecería que tomaras asiento, aun debo informarles algo más. – suspire y accedí a lo que me pidió. – La familia Raidenovich quiere deshacer lazos con nuestra familia.

— ¿Qué? ¿Por qué harían algo así? – pregunté, sinceramente ellos han  estado durante décadas con nosotros, no es algo que tomarse a la ligera.

— Si Eliot, dime por que… - Ah…ya veo, es todo por esa mujer – El meterme en sus vidas privadas es algo que nunca me ha gustado, pero… ¿Un hombre? Sinceramente nunca espere eso de ti. – Eliot realmente se estaba molestando, estaba en un grave aprieto, ambos. – Carolina ha convencido a su padre de que te de otra oportunidad.

— ¿Y que quiere? La he engañado múltiples veces, ¿Y desea darme una oportunidad? Valla, nunca la creí tan estúpida.

— Mujeres como ella solo desean dos cosas en esta vida: Dinero y fama, tu puedes darle ambas. Quiero que te cases con ella.

 La reacción de Eliot no se hizo esperar, se levanto furioso de la mesa que incluso Zhenya se puso a la defensiva en pos de mi padre.

— ¿Quién te crees para ordenarme a mi?

— Tu padre maldito mocoso.

— ¿En serio? No recuerdo a ver tenido nunca un padre…

— Esto tu mismo lo has ocasionado, esa mujer solo desea poder vengarse de ti, al parecer, el casarte con ella, es suficiente castigo. Sinceramente Eliot, ¿Crees que es momento de que la familia se separe?

— Pues yo no pienso casarme con esa mujer.

— Bien, entonces supongo que podrás atenerte a las consecuencias, ¿verdad? ¿Tienes idea de que pasaría se esa familia se une a los Cacciatore, sabes cuanto podríamos perder con ello? Cada secreto de nuestra familia seria completamente expuesto, ¿Estas dispuesto a eso?

— ¿Eso han dicho? – pregunte.             

— Algo así, al parecer, alguien ha decidido traicionar a la familia y divulgar algunos secretos que han ido a parar directo a ellos, entre ellos, el que tu hermano se acostaba con un hombre.

— Bueno, que puedo decir. – Sonrió – Un hombre es mucho mejor que esa mujer. Pero tienes razón, mas allá de mis asuntos personales tengo que preocuparme por la familia, así que… este bien, después de todo, no es algo que pueda durar mucho. Veamos quien se cansa primero – se levanto de su lugar – buenas noches padre… hermano. Vamos Joshua – y salió son mas del lugar.

— Ve el lado positivo padre, acepto encantado.

— ¿Sabes quien es ese chico con el que salía?

— Ni la más mínima idea. – creo que no me lo ha dicho por la misma razón de que algunas veces hablo de más sin querer…

— Quiero ver a Eliot, Leonard. ¿Dónde esta?

— Sinceramente preciosa, pensé que tendrías algo más de dignidad. Andar tras mi hermano de esa forma tan lamentable…

— Yo lo amo y quiera o no, se tendrá que casar conmigo.

— Pero él no te ama a ti, incluso quizás, ahora mismo se esté divirtiendo con su nuevo amante. ¿No te lo ha dicho? Al parecer, un chico ha ocupado tu lugar en su cama.

— No sé que es lo que mas me molesta, el hecho que esa mujer se atreva a usar a su padre a su antojo o que mi hijo sea un marica. –soltó.

— Mide tus palabras padre, que es mi hermano de quien hablas. – le amenace – Aunque, dudo que sea de todas formas el caso. Eliot jamás ha preferido un culo a los placeres que pueda brindarle una mujer, yo mejor que nadie puede asegurarte eso. – cien por cierto comprobado.

— Entonces, ¿Cómo explicas el hecho de que haya dormido con uno? – al parecer se lo estaba tomando mejor de lo esperado, supongo que eso de que mi padre ha disfrutado a lo largo y ancho del sexo es verdad. Si soy sincero, si he de dormir con un hombre alguna vez, que mejor que este sádico sujeto a mi lado. Que puedo decir, es mejor que sea un conocido a amanecer con un desconocido o un negro… No podría volver a pararme nunca.

— Quizás… solo ha sido curiosidad. Ya vez, los jóvenes de hoy. – tome un poco de mi copa, y continúe – o de verdad se haya enamorado de uno.

— Esperemos que sea lo primero.

 Una entretenida velada, supongo que el estar tan alejado de la familia me ha hecho pensar eso. Salí junto con Zhenya, era hora de ir por unos tragos y que mejor que tu mejor amigo, casi hermano para eso y quien además, puede cargar con tu patético trasero cuando te pasas de ellas. Zhenya dice que soy un idiota por no alejarme de él y que por esa razón no hay nadie que lo comprenda mejor que yo, supongo que es por que nadie admira tanto su demencia como yo. El sujeto puede ser muy intimidante cuando se lo propone y eso solo me hace querer estar más con él.

 Más alto como yo, de cabellos tan blancos como la nieve que rodea la ciudad, sujetados a una pequeña liga y esos ojos tan rojos… es extraño encontrar personas con ese color, él esta orgulloso de eso, a diferencia de mí, que mi cabello y ojos son como los de mi madre, a veces desearía verme más peligroso como él.

 Desde que nació fue repudiado por su propia familia, al aparecer eran de esos pueblerinos idiotas que creían en maldiciones; pensaban que era el demonio reencarnado, por el color de su pelo y ojos, aunque no estaban lejos de eso y desde niño lo demostró.

 Aun no olvido el día que mi padre lo trajo a casa, lo había encontrado a cuando tenia 8 años en un orfanato donde trataban a los niños como animales. La primera impresión que me causo a mí y a mi madre, fue de completa lastima. Ese niño apenas se vea que podía mantenerse de pie, sus costillas estaban tan adheridas a su piel y la cara la tenia molida a golpes, pero en mí más que nada despertó curiosidad. Quería saber porque a pesar de encontrarse de esa manera podía sonreír de esa manera. Sin duda tenía que ser su amigo, sí, su mejor amigo.

 Sin un nombre, dado que ni si quiera se molestaron en eso, padre le dio un nombre y su apellido, desde ese momento “será como mi hermano”, pensé, la realidad era otra; padre tenia otras planes para él.

— Juguemos Zhenya. Hagamos muñecos de nieve.

— No puedo, tengo que ir con el amo. Tengo que entrenar.

— ¿Eh? Eso es tan aburrido. Yo solo entreno unas dos o tres veces a la semana. Vamos. – le extendí la mano como siempre sonriéndole, pero como siempre, no acepto.

— Lo siento… Tengo que irme.

 Y en resumen toda su infancia fue así, bueno, tampoco es que él se relacionara mucho antes de entrar a nuestra familia pero… supongo que el vivir con nosotros fue mucho peor que antes, aunque nunca se ha quejado al respecto o, si lo ha hecho, nunca ha sido conmigo. Seria una pena averiguar que lo hizo con otra persona, por que yo siempre le he contado cada uno de mis secretos y preocupaciones.

— ¿Qué sucede? – pregunto de pronto, mientras me veía tomar una cerveza.

— ¿Eh? ¿De que hablas? – al parecer se dio cuenta de mis divagues mentales. Nunca he sido capaz de ocultarle algo.

— Mmm… Has estado mas raro de lo normal – mira quien habla de ser raro – pensando mas de lo acostumbrado podría dolerte el cerebro. – sonrió el muy bastardo…

— Que gracioso Zhenya. –Suspire – Es solo que me preocupa un poco mi hermano… Ya sabes, con todo eso de la boda y con lo del chico ese que conoció. Joshua me ha dicho que este último mes realmente se la ha pasado mal, y hasta donde sé, es por aquel chico. No quiero ver a mi hermano destruido de nuevo, por eso me he mantenido al margen, prefiero que Joshua se haga cargo de él en situaciones así.

— Bueno, no es tu culpa que tu hermano sea el más débil de los tres. – Lo mire molesto – Tu siempre has sido mejor que ellos, a pesar de que incluso esa maldita perra jugo contigo también. Tú no te derrumbaste por eso, seguiste adelante como siempre. – si, también por eso es mi mejor amigo, solo él logra hacerme sentir mejor con sus palabras, a pesar de los rudas que pueden ser.

— Si… pero te tenia a ti, ¿verdad? Eliot a pesar de ser hermanos… él nunca ha podido olvidar lo que paso entre ella y yo, sinceramente el solo hecho de recordarlo me hace sentir como una verdadera escoria. – mire detenidamente la botella vacía en mi mano, ni si quiera me di cuenta cuando termine con ella. – No la amaba… quizás solo era que me deje seducir y bueno… yo no sabia nada.

— Lo sé, siempre hablamos de lo mismo. Deberías dejar de hacerlo, es molesto y no quiero cargar con ebrio idiota de nuevo.

— Gracias por permanecer conmigo siempre Yevgeniy. – desvió la mirada, incluso él puede avergonzarse en situaciones así. – Si me gustaran los hombres, definitivamente saldría contigo. – de hecho, aunque no me gustaran, saldría con él. ¿Extraño, verdad?

— Por fortuna no es así, seria molesto suportar más acoso de tu parte Leo. ¿Por qué no eres como los demás? Al verme deberías salir huyendo y rogar por no volver a verme en tu vida.

— Pero que cosas dices, si yo no te tuviera cerca, estoy seguro que me volvería loco enseguida. – El silencioso e incómodo momento se adueñó del lugar - Bien, mejor me voy, no quisiera realmente ponerme sentimental ahora. Te veo después.

— Si…

— ¿Y bien? – Eliot estaba más que impaciente detrás de Joshua, a este parecía que de un momento a otro saltaría al cuello contrario para estrangularlo.

— ¿Podrías dejarme respirar por lo menos? – le exigió con gran grado de molestia en su voz.

— Si te apuraras y me enseñaras eso que prometiste, no estaría así.

— No debí decirte nada. – se lamentaba el pobre hombre. – Bien, veamos que hay aquí. – encendió su computador y, revisando sus correos encontró lo que buscaba. – No esperes encontrar gran cosa Eliot, el chico es algo difícil de localizar.

— Lo sé, solo abre la maldita pagina. – Joshua lo miro aun más molesto, como si eso fuera posible realmente, y lo aparto.

— Espero que tomas el consejo del chico respecto a Elizabeth – le dijo – mandarla de vuelta de esa manera sin si quiera despedirte de ella ha sido demasiado para la niña. Tu hija debe estar siempre sobre Axel, incluso él te lo dijo. Si no quieres escucharme a mí, pues entonces escúchalo a él.

— Tu mejor que nadie…

— ¿Qué?... – le espeto - ¿Seguirás con eso de que se parece a ella? Piensa un poco en la niña, no solo en tu propia felicidad. Un día podría arrepentirte – Joshua volteo de nuevo hacia la pantalla frente a él y abrió aquel archivo con varias fotos dentro. Era un hombre, rubio y de ojos verdes, idénticos a los de Axel; así fue como le pareció a Eliot.

— ¿Su padre? – soltó Eliot.

— Podría ser igual algún tío o algún familiar cercano. – vio el pequeño informe dentro y leyó.

 2 febrero xxxx

 Me fue muy difícil encontrar a esta persona dada que hace exactamente 18 años apareció en los registros en el país;  razón por la cual fue algo complicado el encontrar su localización, en especial porque de este sujeto no hay nada más que su edad y su nombre.

Nombre: Rafael Strifer.

Edad: 44 años.

Fecha de nacimiento: desconocida

Nacionalidad: desconocida.

Ubicación actual: Hospital de salud mental del estado de tabasco.

 Según los archivos del hospital, este hombre ha estado internado por 13 años sin recibir nunca la visita de ningún familiar, simplemente alguien llego un día y lo dejo, sin embargo, dejo una gran cantidad de dinero a favor de él en el hospital.

 La razón de su estancia es esquizofrenia. Durante algunos minutos tuve la oportunidad de conversar con este sujeto, pero sobre el muchacho que me pidió investigar no pude conseguir nada.

 En lo que duro mi entrevista con este hombre, solo pude conseguir información sobre su hijo, al parecer, el menor, o eso fue lo que entendí. Pregunte sobre algún otro hijo y, cuando lo mencione se alteró en gran medida, negando la existencia de alguien más a parte de su hijo Andreu; pero seguí presionando y dijo un nombre más… Alexander.

 En cuanto quise profundizar más sobre este chico, se volvió completamente loco y trato de asesinarme, lo cual casi logra si no hubieran estado los enfermeros y guardas del hospital. Por esta razón tuve que dejar el lugar de inmediato por la gran perturbación de que cause en el paciente.

 Antes de eso, pregunte por alguna foto de su hijo menor, pero logre que me digiera el nombre completo de este, como le digo, el hablar sobre el chico lo hace con gran felicidad, en cuanto pregunte por el segundo, lo que note no fue enojo… fue miedo.

 Andreu Strifer Dubois. Espero que al ser un apellido poco usual en el país me sea fácil encontrarlo, sin embargo, no se puede saber con exactitud si aún residen aquí.

 Sin más información por el momento, me despido de usted. En cuanto tenga alguna otra información se lo hare saber.

— ¿Un hermano? – pregunto sorprendido Joshua.

— Axel nunca me dijo que tuviera uno…

— Más bien, él no te dijo nada de su vida hasta momentos antes de desaparecer. – respondió con cierto fastidio.

— Ni yo… pero… ¿Su padre? – Miró las fotos de nuevo – el parecido es impresionante sin duda, esos ojos…

— Pero bueno, dudo que el chico quisiera hablarte de su padre. Al parecer, lo golpeaba, ¿no? Y el sujeto ni si quiera quiere hablar de él.

— Es lo que decía la carta… - sentido por lo leído, apretó fuertemente sus puños. Un padre así… como le gustaría golpearlo.

— No es extraño en personas con esa enfermedad. Debió soportar demasiado, pobre chico, lo que no entiendo, es porque no quiere hablar de su hijo.

— Me gustaría poder hablar con ese hombre.

— ¿Estas loco? Tu padre te asesinara – le dijo - ¡Y también a mí!

— Nunca te pedí que me acompañaras.

— ¿Y que hay con Elizabeth?

— Ella esta en clases y yo solo quiero hablar un poco con ese sujeto. Necesito saber… quiero saber de él. Mira – fijando su mirada en su amigo continuo – sé que esto es pedir demasiado, pero voy a casarme con una horrenda mujer dentro de poco y lo único que necesito es saber… - suspiro pesadamente y sonrió - Me he resignado, ¿Sabes? – Dijo con dolor – Me he preguntado durante todo el camino que pasaría si lo encontrara, ¿podríamos estar juntos? La respuesta es demasiado fácil de adivinar: No. Si padre lo llegase a saber…

— ¿Entonces volverás de nuevo a caer en depresión? Ni creas que…

— No… por que sé que tienes razón. – Joshua solo lo vio lanzar un gran suspiro al aire – Lo amo Joshua… y no sabes como duele el no tenerlo aquí, pero… no puedo seguir así. Gracias por todo… tengo que irme.

 La luz del sol era tan molesta, yo solo deseaba poder seguir durmiendo en mi suave y cálida cama, el madrugar nunca ha sido de mis tareas predilectas. Como sea, me levanto y visualizo un cuerpo a mi lado… ¡Oh rayos! ¿Cómo demonios sigue pasando esto? Debí haberme quedado con Zhenya un poco más. Al menos eso explica por qué el lugar no se me hacia conocido. Bien, hora de salir y pagar la habitación.

— Gracias por la compañía preciosa. Adiós. – La mujer realmente estaba agotada – si todo un semental – por que nunca se levanto, lo cual aproveche a mi favor.

 La brisa matutina es tan fría aun en esta época del año, algo común en los meses de febrero en esta parte norte de Moscú, la cual es la razón principal para no salir mucho, aunque es algo que uno se acostumbra dado que no se puede esperar un clima muy cálido hasta finales de junio. Me doy cuenta de inmediato que he olvidado mi saco en algún lugar y creo que fue en el hotel, pero no quiero arriesgarme a encontrarme con aquella mujer y resultar algo herido; las mujeres son realmente molestas cuando se enojan. En fin, dadas las circunstancias debo tomar un taxi pronto o moriré congelado.

 — ¿Quieres que te lleve? – sonreí mientras volteaba de manera lenta hacia aquella voz.

— De pende señor… ¿A dónde me llevaría? Ir con extraños a su casa no es muy bueno, podría perder mi inocencia – me encanta bromear con este sujeto.

— Tú tienes de inocente lo que yo tengo de santo. – respondió Zhenya.

— ¿En serio? Bueno, dado que es usted tan buena persona iré con usted, solo espero mi hermoso trasero no se arrepienta después. – ver sonreír de esa manera a Zhenya es algo muy raro, sin embargo solo ocurre cuando esta de muy buen humor. - ¿Cómo me encontraste?

— Tengo un buen radar para sujetos estúpidos y problemáticos como tú.

— Lo que pasa es que te la pasas espiándome. Deberías aceptar que estas completamente enamorado de mí y dejar de jugar con esa chica… - su expresión cambio por completo y se veía molesto. A veces olvido que no debo meterme en las relaciones de él, pero siento envidia que incluso Zhenya tenga una persona especial. Yo cumpliré pronto los 30 y sigo sin nadie en que se interese en mi… ah, ya recordé por que fuí con ella… ella dijo esas palabras y aunque no las creía por completo, quise pensar que eran ciertas. – No te pongas así, ya sabes que bromeo hombre. – Desvié la mirada y visualice un taxi – bien, hora de irme. – pero me sostuvo del brazo sin dudarlo. - ¿Qué sucede?

— Mi auto esta aparcado unas cuantas calles….

— No – lo interrumpí – no es necesario, quiero caminar un rato. – sin mas, pare el auto y subí – nos vemos después y pórtate bien Zhenya.

 ¿Qué demonios pasaba? La verdad no entendía, quizás estaba entrando en la menopausia o algo por el estilo, por que lo único que hago es sentirme solo, como un perro abandonado. Ni si quiera el hablar con mi hermano me hace muy feliz en estos momentos y lo peor… ¡Ya llevo un puto mes así!

— Lamentablemente padre, como supondrás, se ha opuesto. Lo único que me deja hacer ahora, es todo aquello que tenga que ver con esa boda…

— Ah… ¿Enserio? – sinceramente no tengo ni idea de lo que ha estado diciendo en todo este tiempo. ¿Sera la hora de la cena ya?

— ¿Has escuchado algo de lo que he dicho al menos? – se estaba molestando. – Seria bueno que mi hermano pusiera algo de atención en mis problemas. Es lo que suele hacer la familia. – lo mire y sonreí.

— Lo siento, es que últimamente no he sido yo mismo.

— Lo sé, Zhenya me envío a asegurarme de que siguieras vivo. ¿Por qué demonios no has hablado con él? Sabes que lo odio mas que a nadie y el sentimiento es mutuo, aun así nos obligas a cruzar mas de dos palabras.

— Ella dijo que me amaba, ¿Sabias? – su expresión se torno oscura. No había necesidad de un nombre para saber de quien se hablaba. – y me he preguntado que se sentirá que alguien te ame realmente, que alguien espere con ansias tu regreso… alguien que no te dejara solo. Tú has encontrado a esa persona y… Zhenya también, lo cual lo hace… bueno, supongo que me siento algo solitario.

— Así que era eso… Bueno, decir que he encontrado a esa persona es algo… doloroso, en especial por que fue algo imposible desde el inicio y yo… solo…

— Pero al menos, has sido feliz por ese poco tiempo, ¿No crees que valió la pena o, desearías nunca haberlo conocido? Desearía algo así igual. – nos miramos por unos instantes en silencio, entendiéndonos sin palabras.

— Es gracioso el pensar que vine yo a consolarte y termino siendo consolado por ti… Gracias hermano.

— Para eso son los hermanos mayores, ¿o no? ¿Qué sería de tu vida sin mí?

— He pensado en traer un par de días a Elizabeth, y bueno, podría dejarla un par de días contigo. Ella te ama demasiado… más que a mí, y te serviría de compañía. – le duele el saber eso, sin embargo, es algo que él mismo busco.

— Eres su padre y yo su tío el consentidor, claro que me ama mas a mí – reí – pero no por eso deberías sentirte mal, sé que tu fácilmente podrías quitarme el protagónico de su vida. Eres su padre - le reafirme. Tenía fe en ello.

— Lo sé. Bien… dado que estas mejor y no veo ningún intento de suicidio de tu parte, creo que mejor me retiro y le aviso de paso a ese sujeto.

— Gracias, no quero encontrarme con un Zhenya enojado por mi culpa.

— Ese sujeto nunca se enojaría contigo…

— ¡Eso es por que no lo conoces! – Exclamé – quien sabe que cosas horribles me haría si lo hiciera molestar. – dramatice un poco, a lo cual, él rio.

— Si algo he aprendido a lo largo de los años hermano, es que ese sujeto daría todo por ti, sin importarle nada. Si te molesta el que tenga una relación con alguien, solo necesitas decirlo y él nunca volverá a verla. – sé que lo decía en serio, pero…

— Eso seria muy cruel, ¿No crees?

— Quizás. – me miro y después procedió a levantarse de aquel cómodo sillón de piel – Te veo en unos días.

— Claro… - lo abrase antes de irse – cuídate y cuida a mi sobrina, si no quieres que te golpee.

— Lo recordare… Adiós… - y de nuevo me he quedado en la oscuridad de aquella enorme casa. Hora de ir a dormir.

 Toc… Toc… Toc… El ruido cada vez aumentaba más, ¿Quién demonios tocaba en mi puerta de esa manera? Eran… mire el reloj, las 3 de la madrugada. Voy a matar al maldito que… esperen… Tocan la puerta de mi habitación… Hay alguien dentro de la casa.

 Lentamente busque de bajo de mi cama mi pistola, o alguna cosa útil, pero me di cuenta de que no tenia nada a la mano, así que era hora de improvisar. Y ahí esta mi lámpara nueva… Comprare otra después, esta realmente me ha gustado. Rayos, ahora mi padre tendrá un pretexto para vivir todo juntos como una familia feliz. ¡Viva! Ya veo porque Eli se molesta con mi sarcasmo.

 Bien, dejando eso y las bromas de lado, me encamine hacia la puerta y me coloque a un costado de ella. Si creen que es fácil vencer a Leonard Kuznetsov Sergéevich, hijo mayor y futuro señor de estas tierras, están muy equivocados. No solo el pecado de la familia sabe como usar bien un arma. Era hora de abrir, los toques seguían y cada vez un poco mas fuertes. Tome la perilla de la puerta y comencé a girarla lentamente, dejando que poco a poco se abriera. Y ahí estaba un sujeto alto y fornido, a quien no lograba ver del todo, quien entraba lentamente a mi habitación y, en cuanto giro, clave la lámpara en su cabeza; es un buen momento para escapar e ir por un arma a la habitación de abajo. Nunca comprare de nuevo una casa tan grande para mi solo, en situaciones como estas es demasiado molesto.

 Corrí como un poseso por las escalares y tropezando a mi paso, creo que después de todo, estoy demasiado acostumbrado a ser protegido por Zhenya. Ahora mismo mis antepasados deben estarse revolcando en su tumba. ¡Qué vergüenza Leonard!

— ¡Demonios! – lo que me faltaba, creo que me disloque el tobillo. Mire hacia donde mi habitación y vi como aquel hombre salía de ella, al aparecer el golpe no le afecto en lo mas mínimo. Bien, quería pelea, pues la tendría. - ¡Vamos, no creas que te tengo miedo! – y sin mas empecé a atacarlo continuamente, pero él, parecía predecir cada uno de mis movimientos y el tener el pie en aquel estado no ayudaba en nada. Y lo noto, en cuestión de segundos me tenía aprisionado con su brazo en mi cuello. - ¡Maldito…!

— Estas herido – dijo y me paralice - ¿No te he dicho siempre que debes estar preparado para situaciones así? – me soltó de su agarre y caí estrepitosamente al suelo.

— La próxima vez, si quieres matarme, mejor dispara a mi cabeza. – Maldito enfermo…

— Lo tendré en cuenta. Vamos – me extendió su mano – no quiero que el señorito se lastime aun más.

— Que considerado – dije – para alguien que trato de provocarme un ataque cardiaco. - ¿Qué haces aquí?

— Vine a asegurarme que estuvieras bien. – estaba molesto por lo visto y asustarme de esa manera es su forma de vengarse de forma demasiado infantil.

— Pues ya ves, me encuentro de maravilla. Auch – genial… Camine hasta la sala de la casa y me recosté en el sillón de ahí. No quiero ni ver como se vera esto mañana.

— ¿Por qué no contestabas mis llamadas? – preguntó.

— No sabia que me extrañabas tanto cariño, lo tomare en cuenta la próxima vez. – su reacción fue inmediata, justo como pensé, este sujeto no aguanta un par de bromas. – Bien, lo siento. Tratare de no volverte a ignorar de esa forma, ¿Contento?

— Eliot me ha dicho que es por mi relación con ella… si te molesta solo…

— ¿Ahh? ¿Mi hermano ha dicho eso? Valla estupidez. Soy un hombre que pronto entrara en los 30 y que se siente algo solo, así que deja de pensar que cualquier cosa que haces va a afectarme de alguna manera, puedo estar muy bien sin ti. Por dios, ya no soy un crio y se cuidarme muy bien solo. – y a pesar del dolor que sentía en mi pie, me levante y le dije – Es hora de dormir, a diferencia de ti, las personas normales gozan de poder dormir sus ocho horas.

— Yo no te dejare solo Leo…

 Me tomo desprevenido su comentario, pero por alguna razón me hizo feliz. Estúpido Zhenya, siempre sabe como animarme.

— Lo sé, ahora largo… Y nada de visitas sorpresas de nuevo. – Le di una palmada en el hombro – No hagas cosas locas que hagan preocuparla, no queremos que ella llore. – Sonreí  - Estoy tan feliz por ti…

— A veces eres tan idiota…

— ¿Eh?

— Me voy, si algo sucede, mas te vale que me llames.

— Tratare de recordarlo. – Lo vi irse, justo como llego, entre las sombras – Idiota, ¿eh?

 La novia de él, no es nadie mas que la segunda al mando, una chica muy lista y hermosa, ella dado su gran inteligencia, nunca ha tenido que matar a nadie, solo ayuda a eso. Desde que apareció… Zhenya solo esta con ella. Necesito dormir un poco y olvidar todas esas estúpidas ideas. No es que no me agrade la chica pero… Zhenya siempre había estado ahí para mí y ahora, tengo que compartir a mi mejor amigo.

  El día al fin llegaba; yo solo quería dormir un poco más. Por culpa de ese infeliz, me había trasnochado y el dolor en el tobillo no ayudaba mucho. Maldita ventana, ¿Por qué deja pasar tanta luz? Ah, era bonita y la compre; la mandare a quitar mañana.

— ¿Dónde demonios deje ese teléfono? Mmm…. – estire mis brazos y bostece un par de veces. Necesito un buen baño para quitarme este maldito sueño. – Después lo buscare. Auch… - y justo como pensé, mi tobillo estaba realmente inflamado… malditas cremas inútiles, debo ir al médico más tarde, no quiero estar con el pie así toda la semana.

 Odio este maldito clima de esta ciudad, jamás podre sentirme a gusto aquí y con el pie así, lo hace peor. Anteriormente vivía en casa de mis abuelos, la que nos dejaron al morir, en España pero… Solo escapaba de la realidad y no podía permitirme estar más tiempo lejos de mi hermano menor; él más que nadie me necesita.

 Ya bañado, perfumado y completamente arreglado, decido salir en busca de mi teléfono y note que ayer, después de la visita inesperada de Zhenya, baje el volumen del teléfono de casa y al revisar, tenia más de 10 llamadas perdidas.

— ¿Pero que demonios…? – y al encontrar mi teléfono, me di cuenta que estaba igual. Marque el número, el cual era de mi padre y este contesto enseguida.

— Leo…

— ¿Qué ocurre? Tan temprano ya están…

— Ven de inmediato. – y colgó. Esto no me estaba gustando para nada.

 Que mi padre me colgara así, solo había ocurrido una vez y no fue nada agradable. Fue cuando lo de Minerva… Si no me mato manejando, creo que padre lo hará cuando llegue. Baje en cuanto entre a la mansión y corrí-camine  a su despacho y, en cuanto abrí, lo vi… Eliot se encontraba en el suelo, con la mirada perdida y… llorando.

— Padre…

— Leonard. Me alegra que estés aquí. – no éramos los únicos en aquel lugar, Zhenya y Joshua también estaban. Joshua parecía que en cualquier momento se desmayaría.

— ¿Qué esta pasando? – pude al fin pronunciar. El ver a esos dos así, me causaba un tremendo mal presentimiento.

— Los Cacciatore tienen  a Elisabeth…

Ah… Ese sonido, es el de mi corazón latiendo tan rápido, como si en cualquier momento fuera a salir dentro de mí.

— ¿Qué…?