Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Zero por himiko-chan

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sé que les dije que tardaria un mes para publicar, pero ando feliz, exente varios examenes y eso me da algo mas te tiempo wiiii

Esperó les guste :D 

Y ya saben que sus comentarios me ayudan a continuar.

p.d: Disculpen no contestarlos, pero como dije, apenas voy terminando el parcial y el tiempo apenas me alcanzaba para leer u.u

 

CAPITULO 2

 

“En las noticias de esta noche…”

“Un desafortunado incidente….”

“La policía aun esta investigando a fundo aquel trágico suceso…”

“Nadie nunca pensaría que el autor de aquel semejante acto fueron unos jóvenes de apenas 17 años…”

“Se dice que nadie sabía quien era realmente el chico…”

“No se sabe con exactitud quienes mas participaron en aquel horrendo crimen; hasta ahora se tienen a tres como los principales autores…”

“Fueron encontrados mas de diez cuerpos en el lugar…”

“En una bodega a las afueras de la ciudad, donde se encontraba un almacén de viejos aviones, fue el lugar del crimen…

 

 Y la lista seguía, sin parecer nunca acabar, mientras tanto, yo solo observaba lo que quedaba de mi mejor amigo. Nadie nunca te prepara para ayudar a reparar un corazón roto, pero, definitivamente, jamás espere encontrarme con algo así.

  Cuando él salió a toda velocidad de la habitación del hotel, lo primero que pensé era que quizás había decido salir de su estado de coma para ir por el chico; no me equivoque, aunque fue muy diferente de lo que pensé.

 Entré a la habitación donde se encontraba antes Eliot, quería tomar prestado algo de su ropa, por su culpa no había tenido tiempo de escoger algo decente, mi padre y su padre, de nuevo me lanzaban a la calle y con una niña a mi cuidado; un par de desconsiderados como siempre.

 Cuando entré y miré alrededor el gran desastre dejado, decidí no tomarle mucho interés, como hacerlo, si es normal en alguien como Eliot el encontrar todo eso cuando esta enojado o deprimido. Fue así hasta que vi sobre la cama, la misma carta que apenas le había entregado a Eliot minutos antes.

  Tomé la carta, sin ponerme si quiera a meditar de las consecuencias si Eliot me encontraba con esto en las manos; mi curiosidad era mayor. Siempre ha sido de esa forma.

   ¡Como me arrepiento de ello! Si tan solo la hubiera ignorado y permanecido ajeno a esos asuntos… ¡Si tan solo el nombre escrito en aquella carta no fuera ese! ¿Por qué de todos los posibles, justo tenia que ser ese?

 ¿Por qué no me di cuenta antes? ¿Acaso no estoy yo a cargo de la protección de Eliot? Un chico tan puro e inocente… Una verdadera sorpresa que resultara ser un Cacciatore. Toda una farsa.

 El  solo oír ese nombre me repugna…

 

Dos meses después…

 

— La situación es grave señor.

— Los Cacciatore están haciendo algunas alianzas con las familias en contra de usted.

— Tenemos que atacar antes de que ellos nos tomen por sorpresa.

 La junta había iniciado desde tempranas horas de la mañana; casi toda la familia Kuznetsov se encontraba reunida. Eso solo significaba grandes problemas, en especial para mí, y para cualquier infeliz que se atreviera a interponerse en el camino se ese sujeto. Algo que he aprendido es el no mirarlo a los ojos.

— Nuestra familia nunca debe tomarse a la ligera; ellos lo saben muy bien. – Nadezhda Kuznetsova, hermana menor de Sergey Kuznetsov, padre de Eliot; líder de la mafia rusa. Ella es conocida por su gran belleza. Sus ojos, que a pesar de ser de la misma tonalidad que los míos, parecen un océano en plana tormenta; destellantes y tenebrosos.

— Querida hermana, estoy seguro que es algo que ya saben. Pero su reciente unión con la familia  Gólubev no es algo para tomarse a la ligera. – Sergey Kuznetsov. De entre sus tres hermanos, el peor. Es capas de matar a una persona por el siempre hecho de mirarlo; he ahí mi temor a hacerlo.

— ¿Qué sugieres Sergey? – Mi padre, quien es la mano derecha de este hombre, es quien se encarga de llevar a cabo cada uno de sus órdenes; en pocas palabras, se encarga del trabajo sucio. El ser su hijo, no me deja muchas opciones. Por lo menos, solo tengo que tratar con el hijo menor.

 — Tendremos que enseñarles  a obedecer Jonathan. Eso es lo que hace un padre amoroso; disciplinar. – Los ojos de este sujeto realmente me atemorizan. Esa es la diferencia entre ambos; padre e hijo. Los ojos de Eliot nunca mostrarían un torrente de sangre dentro. Algunas veces creo, que es la sangre de todos aquellos a quienes ha asesinado. Cientos de ellos… – Joshua, dime, ¿Dónde esta mi hijo?

 Me quedé helado ante su pregunta; sinceramente, llevo horas tratando de localizarlo y aún nada. El muy hijo de puta, apago su celular.  — Ah… él esta algo… enfermo señor.

— Mmm… ¿Sabes por qué estas a cargo de Eliot, Joshua? – pregunto con esa sonrisa disfrazada de amabilidad.

— Por que confía en mi señor. – respondí, tratando de no mostrar más miedo del que ahora siento; por que sé que lo hago.

— Exacto. – sonrió aun más, lo que hizo que casi diera un brinco de mi asiento y saliera huyendo despavorido. Y jamás me he considerado cobarde, solo ante él. – Eliot siempre ha sido un pequeño malcriado y nunca nadie ha logrado controlarlo más que tú, - señalo - pero hoy no has hecho eso. Eliot es uno de mis futuros candidatos a herederos, mucho más responsable que Leonard en estas cuestiones… y hoy no esta. – la pluma que sostenía entre sus blancas manos, fue estrujada con violencia. Incluso mi padre se tensó.

— Lo siento señor… yo – comencé a balbucear estúpidas respuestas para aquel sujeto. Cosa que sabía que no funcionarían.

— No quiero más escusas. Quiero que mi hijo vaya esta noche a la mansión y trae también al inútil de Leonard. Espero que no me falles – concluyo.

 Decir que estaba aterrado era poco; temía por mi vida. En estas cuestiones, ni mi padre se involucra. Significaría la muerte para ambos, y mi padre ha hecho más que suficiente por mí como para arrastrarlo conmigo al degüello.

 El teléfono empezó a sonar y al revisar noté que era de mi informante; al fin buenas noticias, eso esperó, por que el día ha sido un verdadero dolor en el trasero desde que me levante. Desde que Axel Cacciatore decidió desaparecer del mapa, he tenido a varios de mis mejores investigadores tras de él. Es el único que puede ayudarme en estos momentos; el único capas de controlar a voluntad a Eliot sin si quiera proponérselo.

 Es extraño el que me encuentre haciendo este tipo de cosas, pero la salud de Eliot peligra, y Axel es su drogo y también su cura. Desdé que el chiquillo desapareció, ha caído en una enorme depresión y ha regresado de nuevo a las luchas, pero esta vez, es incontrolable, diariamente aparece con diversas heridas, desgraciadamente, no son nada pequeñas. Así que he tomado una resolución; encontrar al chico Cacciatore.

— ¿Si?

Señor… hemos encontrado a un familiar de ese sujeto. – Esa es la mejor noticia hasta ahora. Un familiar de Axel Cacciatore…

— ¿Dónde? – la emoción que siento no la puedo esconder, pero eso no importa mucho realmente.

— México – dijo – exactamente en el estado de tabasco.

— De acuerdo. Mándame todos los datos a mi e-mail. Te contactare después.

— Si señor.

 Al menos tengo algo. Encontrar a un chico que esta muerto para el resto del mundo es algo sumamente difícil.  Alexander Strifer o más bien, Axel Cacciatore, pronto sabré quien es realmente.

 Lo importante ahora es encontrar a Eliot. Por favor, que aun siga vivo, así tendré la oportunidad de matarlo personalmente por cada una de las cosas que el maldito de su padre me hizo pasar esta mañana.

 Busqué en todos los bares y lugares recurrentes para él; solo faltaba uno y esperaba que no se encontrara allí.

 El lugar de peor reputación de toda Rusia, es ahí donde seguro estaba el idita de mi “mejor amigo”, nótese el sarcasmo. Como siempre, Eliot había ido a parar a aquel burdel de mala muerte, donde todas las noches se hacían peleas ilegales; no existen reglas, he ahí el principal atractivo de este espectáculo clandestino. Aunque tenia ya mucho tiempo sin poner un pie en el.

 De lo que lleva estos últimos dos meses, Eliot se ha dado por lo menos dos días a la semana una escapada a diferentes lugares de la ciudad, terminando ebrio hasta la medula. Sé que esta deprimido y demás, pero el dejarse morir es algo realmente estúpido, por suerte, esta vez, Lena ha venido conmigo. Ella es la única que ha logrado hacerlo entrar en razón las últimas veces.

— ¿Seguro que esta aquí? – que más me gustaría decirle que no, pero tristemente no es posible. Lo conozco demasiado bien para no saber donde se encuentra, además, ya he buscado en todos los otros posibles lugares. Solo queda este.

— Entremos. – hasta yo tuve que respirar profundamente para darme el valor de entrar. El lugar expedía un grotesco olor a humedad, mesclado con diferentes sustancias y su apariencia no ayudaba en lo más mínimo.

 Corrijo, la fachada por fuera no se ve tan mal como el interior, y eso que su principal lema es “Cojamos hasta morir”. El lugar apestaba a vomito y orines, realmente asqueroso. Las paredes mohosas y despintadas con ese tono oscuro que te hacía realmente creer que te encontrabas en el infierno; aunque pensándolo bien, ni el infierno se vería tan deteriorado y corroído. Creo que ni apestaría tanto.

 Los hombres no tenían ni la más mínima vergüenza de tener sexo a media taberna; al resto de los clientes no parecía molestarse. Sinceramente, no aguantaba las ganas de salir de aquel lugar con Lena de mi mano, pero lo que uno hace por los amigos, o más bien, por evitar que su padre te mate de un tiro, mas lo segundo.

— Buscó a Eliot. – le dije al tipo que estaba detrás de la barra; un grasiento sujeto de unos 50 años. Parecía no haberse bañado en días, su cabello ya blanquecino estaba cubierto por una gran capa de suciedad, ni que decirse de su ropa; de blanco no tenía nada. Dudó que alguna alguna vez en su vida haya conocido el jabón.

— Mmm… Él esta ocupado en este momento. Tiene compañía – hasta su sonrisa me daba un asco enorme, sus dientes podridos y los labios cuarteados…. ¿Cómo demonios vino a caer Eliot a semejante lugar?

— Eso no nos importa – contestó Lena con fastidio. En sus ojos notaba el enorme disgusto al oír eso, al igual que yo, quería salir de inmediato de ahí, pero ella lo hace por otra razón; realmente esta preocupada por Eliot. Después de todo, Lena sigue enamorada de  él y ni si quiera la nota. Un amor no correspondido por mas de 6 años, si no es que más. ¿Me pregunto cuantos llevare yo en esa situación?

— Como guste señorita – se había enfadado, pero al menos habíamos conseguido por lo que venimos. – no me hago responsable de lo que encuentren.  – nos dijo mientras nos dejaba frente a la habitación numero 11 de aquel lugar. En la puerta el pequeño letrero con una imagen de una mujer desnuda, con la frase típica “No molestar”. – Que se diviertan. – sin decir nada mas se retiro.

— Ah… Creo que yo entrare – dije – no quisiera que…

— No – respondió ella – Eliot no te escuchara solo a ti, tenemos que entrar ambos. – sentenció.

 Respire hondo y suspire un par de veces antes de girar la oxidada perilla de la puerta. Necesitare muchas terapias después de esto. Eso no sonaba tan mal si suponía pasar tiempo con ella. Ahh, yo y mi estúpido enamoramiento colegial.

— Abre – ordenó y yo como siempre obedecí. Nunca he logrado desobedecerle.

 Gire levemente la perilla, tratando de prolongar más el momento entre aquella habitación y el casi aire respirable. Al entrar nos topamos con la misma imagen que veíamos cuando Eliot entra en una grave depresión y no puede encontrar otra forma de alivio que las peleas, el sexo y destruir todo a su alrededor. Estamos acostumbrados a ello.

— Eliot – le llamé. Apenas podía distinguir su silueta entre los dos cuerpos a su alrededor dentro de aquella cama. No contesto a mi llamado, ni la primera ni si quiera a la cuarta vez, cosa que realmente me ponía furioso; iría por él, y si era necesario lo sacaría a rastras.

 Caminé hasta la cama conteniendo mi asco por el lugar; ropas por doquier y cientos de botellas vacías de alcohol, sin contar el par de condones que “adornaban el lugar”. Rodeado de dos pelirrojas de grandes atributos y con una gran “personalidad”, que novedad. Hasta ahora solo chicas pelirrojas pasan por su cama. Así a sido desde que ese niño desapareció, sin embargó, ninguna se queda más de una noche a su lado.

— Eliot, despierta. – le ordené, pero con el mismo resultado: Nada. Y en un arrebato de cólera, lo jalé con todo y sabanas al frio suelo del lugar, haciendo que soltare un per de blasfemias. – Al fin despiertas – le reproché.

— ¿Qué haces aquí? – sus ojos estaban completamente rojos y debajo de ellos, unas enormes bolsas colgando, causados por sus largas noches sin dormir.

— No sé, dímelo tú. Así que… maravíllame con tu hermosa explicación. – respondí con sarcasmo.

— Eliot – y ahí estaba Lena junto al él, ayudándolo a levantarse, que no le importó si quiera el que estuviera desnudo.

— ¿Lena? Valla, realmente trajiste refuerzos está vez Joshua. Creo que te subestimé. – como pudo se incorporó, se notaba que apenas podía mantenerse en pie. Tomó una de las sabanas de la cama para envolverse, creo que ni él mismo sabía donde se encontraba su ropa entre tremendo desastre. – ¿Y a que debo sus maravillosas presencias?

— Pues, si desapareces durante tres días seguidos, creo que alguien podría preocuparse, ¿no crees?

— ¿Cómo quien? – pregunto con gran burla en su voz.

— Tu padre. – respondí.

— No me digas. – sonrió con sorna. – Puedes decirle que me encuentro de maravilla, como tú mismo podrás notar. – dijo extendiendo sus brazos para mostrarme su derredor.

— Exacto – contesté – lo que veo es a un pobre sujeto que quiere olvidar sus penas en alcohol y con rameras. ¿Quieres que te diga algo? El chico estaría demasiado decepcionado de ti. – lo molestó, pude notarlo en sus ojos que se cerraban con fuerza para evitar mirarme, tratando de obviar algo como eso. – Si tanto lo amas, como tú dices hacerlo – recalqué – en vez de sumirte en tu miseria, deberías buscarlo.

 Las mujeres en la cama al fin empezaban a levantarse y, al vernos, decidieron hacer lo más sensato, salir del lugar. A él no le importó en lo más mínimo ese hecho, a pesar de que ellas le lanzaban un par de miradas, como siempre, las ignoró, haciendo que salieron hechas unas fieras de la habitación.

— ¿Buscarlo dices? ¿A quién exactamente? Porque según sé, no hay nada que buscar. – empezó a caminar por nuestro derredor, supongo que en busca de sus cosas. – así que no vengas a decirme tonterías como esas; yo ya lo he superado.

—  ¿Está es la parte donde me parto de risa?  Por favor, hasta un niño se daría cuenta de tu mentira. – respondí.

— Queremos ayudarle Eliot  - habló por fin Lena, después de casi aventarme encima de este sujeto estúpido – no puedes pasarte toda la vida aquí. Necesitas ayuda.

— Tú no sabes lo que necesitó – lo habíamos hecho enfurecer aún más.  – no sabes nada de mí, así que no digas cosas que no comprendes en lo más mínimo.

— ¿Sabes? En este punto te quedaras solo; sin amigos y sin Axel. – no lo vi venir, quizás ni yo me esperaba esa reacción. En cuestión de segundos, yo me encontraba con un fuerte dolor en la parte superior de mi cabeza debido al gran golpe que me llevé cuando Eliot me arrojo con gran fulgor contra la roñosa pared del lugar.

 Lena se apresuró en ir por mi auxilio, y trataba inútilmente de hacer que Eliot me soltara del cuello. — ¡Vas a matarlo! – Grito - ¡Suéltalo por favor! – pero sus suplicas no parecían llegarles. Pero no soy alguien que se pueda dejar asesinar de esta manera, así que logrando liberarme un poco de su agarré, lo golpeé con gran fuerza en el estómago, haciéndolo caer con sus brazos alrededor del golpe que recibió.

— ¡Matarme no le traerá de vuelta, maldito infeliz! – decir que estaba molesto, era poco. Me hubiera gustado por lo menos, partirle la cara un poco. – Siempre he estado ahí para ti cuando más lo necesitas… ¿Y es así como me pagas? – Le reclamé – Pero sabes que… Fue lo mejor que te pudo haber pasado. El chico desapareció y jamás tendrás que volverlo a ver. Él solo te usaba, te manipuló hasta convertirte en su esclavo… Te hizo enamorarte de él… ¿Verdad?

 — No – fue lo único que respondió entre balbuceos. Él lo sabia, y yo también; el único que interrumpió en la vida de Axel, el que lo busco desesperadamente día tras día, noche tras noche, fue él, nadie más.

— ¿No has entendido aún esa última carta? – Dije suavemente mientras me arrodillaba a su lado – El chico… te ama, tanto que ha preferido huir de ti para mantenerte a salvo. Porque él es un pecado, y estar a su lado, significa la muerte, y Axel no lo soportaría.

— No me hubiera importado. Estar sin él ya es peor que la muerte… - pude ver por primera vez llorar a Eliot Sergéevich; ni una vez, ni cuando ella murió, jamás lo vi derramar una lágrima. – Por que las noches se vuelven oscuras de nuevo, el ruido a mi alrededor es tan monstruoso que simplemente el esperado deseó de dormir escapa de mi; y ella llega otra vez. ¿Recuerdas Lena? – Mirándola con ternura continuo - Ni una sola vez a su lado ella había regresado. Ahora, no existe un solo lugar donde no este.

— Se oirá cursi pero… lo encontraremos. Digo, ¿no eres el hijo de un jefe de la mafia? Después de todo, ¿no son ellos capaces de hacer reunir a los siete pecados?

 Sonrió, creo que ni él había pensado nunca en usar alguna vez tan maravillosa influencia de su padre. Pero es difícil tan bien, por que lo odia, tanto o más como ha odiado todos estos años a su hermana.

— Y… ¿Cuál es el plan?

— Primero – comencé – busquemos al inútil de tu hermano – y antes de que empezara a replicar -  y… darte un buen baño. No dejaré que te presentes con esas fachas ante tu padre esta noche.

— No seré un buen hijo.

— Es eso o, no decirte lo que he descubierto de Axel.

No tuve que decir nada más, porque no había nada que decir. Axel mueve el mundo de Eliot, yo lo sé y cualquiera se puede dar cuenta de ello. Porqué Eliot no necesita nada de este mundo si no esta ese chico.

¿Por qué lo ayudo? Porque Eliot será el próximo jefe de toda la mafia rusa. Todo ese poder en sus manos, ¿Por qué no aprovecharlo? Yo lo haré, en su momento. 

Notas finales:

>.<

Esperó con ancias sus comentarios.

:D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).