Capítulo 1
Una razón
Me encontraba en el sofá recostado luego de lo que todos llamarían un agotador día escolar, aunque claramente no era así, ni en lo más mínimo. Los pensamientos de todos se encontraban en el inicio de aquel campamento. No los comprendía. ¿Qué podía tener de emocionante o atractivo pasar tiempo al aire libre expuesto a insectos, bajas temperaturas y compartir carpa con algún compañero extraño, cuyos hábitos desconoces? Sin embargo, admito que este último detalle no me incomodaba, puesto que compartiría carpa con ByungHun, un chico que no hace mucho el había llegado a nuestra escuela y clase desde Estados Unidos. El hecho de ser extranjero bastó para que se transformara en el centro de atención de bastantes compañeras, quienes, en mi opinión perdían su tiempo, ya que los gustos del joven recién llegado, no estaban orientados hacia ese grupo.
¿Qué podría decir de Lee ByungHun? Es un chico de mediana estatura, cabello castaño y piel clara, con una sonrisa tímida y ojos que disminuían su tamaño cada vez que sonreía. No negaré que me parece atractivo, motivo por el cual decidí llevar acabo la apuesta con Daniel ¿De qué trataba? Pues cogerme al compañero nuevo, tarea que no era difícil, ya que bajo mi punto de vista, poseía un sin número de factores a favor, aunque el más relevante, era ser Lee ChanHee. ¿Quién, en su completo juicio, me rechazaría? Podrán considerarme narcisista, pero sólo estoy siendo honesto, la opinión sobre mí es unanime en la escuela. Por otra parte, y no menos relevante en este desafío, es que tanto él como yo formamos parte del mismo circulo de amigos, y pese a que dentro de este tenemos una relación bastante distante, sé que ello cambiará en unas cuantas horas.
Con los bolsos listos nos encontrabamos a las afueras de la escuela esperando que el bendito bus se dignase a hacer acto de presencia. Mientras eso sucedía, un grupo de chicas intentaba buscar mi opinión respecto a sus coloridos trajes de baño, a lo cuál me limitaba a sonreír y guiñarles de vez en cuando. No entendía porque ante tan pequeño acto, emitían un chillido bastante molesto al oído.
- Déjanos una ChanHee- rio ante el comentario de Jonghyun quién me daba palpadas en la espalda en sinónimo de saludo.
- Tú sabes que es inevitable – ambos reímos ante mi comentario. A Jonghyun lo consideraba mi mejor amigo, un compañero de fiestas y trasnoche, tan chico playboy como yo a pesar de ser un año menor. Hace poco se había tinturado el cabello negro dejando unas cuantos cabellos rojizos en su flequillo. No se veía mal.
- Pensé que cambiarias el estilo de tu cabello – comentó mientras abría una lata de refresco. Negué con la cabeza y sonreí burlonamente al recordar el motivo de tal decisión. A ByungHun le gustaba este color, y por lo demás, encontraba que me centava a la perfección.
Pregunté por los demás tras ver la hora en mi celular. JongHyun sólo contestó que aún estaban comprando las ultimas cosas en una tienda cercana al edificio. Asiento con la cabeza mientras me pongo los auriculares sin darle play a la música.
* * *
Suspiré. No podía creer que desde hoy tendría que dormir al lado de tan egocéntrico chico, pese a que estuve buscando la forma de cambiar de compañero y evitar tan catastrofica situación. La profesora a cargo había sido tajante y clara, no habrían modificaciones, no se aceptaban peticiones. El mundo parecía estar empeñado en tomar cada oportunidad que tuviera la palabra "pareja" y colocar el nombre de Lee ChanHee al lado del mío. En un comienzo todo parecía funcionar bien, no existía incomodidad o desagrado entre nosotros, pese a no ser los más cercanos. Sin embargo, durante los últimos días su sola presencia lograba irritarme de sobremanera y aún más ahora no podía olvidar su inoportuno y estúpido comentario "Sabes que es posible enamorarse en cuestión de días". No sé ni entiendo que pasó por su diminuta mente para decir tan aquello tan deliberadamente. A veces lamento haber expuesto mi orientación sexual frente a ChanHee y el resto del grupo. Con ello creí que la relación entre todos sería más sencilla, sin embargo, nunca falta aquel chico de bajo nivel cognitivo que considera ese tipo de confesiones como un nuevo juego.
- No creo que sea tan terrible ByungHun – decía ChangHyun tratando de darme ánimos a la vez que me sacaba de mis profundos reclamos. ¿Cómo no considerar terrible compartir con aquel sujeto que se dedica cada segundo a hablar sobre lo guapo que és? ¿O bien aprovecha toda oportunidad, que exista o no para insinuarse de algún modo? Claramente es exasperente tener a ChanHee a ese nivel de cercanía.
- Es un suicidio – sentencié cerrando los ojos.
Tomó al menor por la muñeca y lo jalo con fuerza en dirección a la tienda. Tener tantos pensamientos y frustraciones habían aumentado mi apetito, necesitando comprar aperitivos tanto para el viaje como las eternas noches de insomnio que me aguardaban. Después de todo, con el pelirrojo cerca y sus planes de aparente conquista, la situación se había transformado en la crónica de una muerte anunciada.
Es bisexual, de seguro lo es o quizá le gusta todo lo que se mueva, con él, simplemente no se sabe. Sacudí mi cabeza, como si aquel brusco y rápido movimiento pudiera alejar mis pensamientos sobre mi compañero. ¿Cómo alguien con sus características podía tener amigos como ChangHyun, Daniel o Jonghyun, y aun como MinSoo? Suspiré mientras pagaba en la caja.
- Llegaste – reconocí su voz ¿Por qué me siento acosado? En varias oportunidades han insinuado que del odio al amor hay un solo paso y viceversa, mas no comprendo el por qué de sus palabras. La relación con el pelirrojo es complicada, distante. No existe posibilidad de que esta cambie, y menos en el sentido que parecen advertir, digamos que una persona tan ególatra no lograría sacarme ni el más mínimo suspiro.
- Para mi mala suerte estas aquí – respondí sin mirarle.
- ¿Mala suerte? – rio pasando su mano por mi cintura – Bien sabes que te agrada el hecho de compartir carpa conmigo Hunnie.
Con brusquedad quité su mano de mi cintura, iba a responder, pero decidí no darle la satisfacción de creer que había acertado con su comentario.
- Me gusta verte enojado ByungHun – susurró lo bastante cerca de mi oído. Tan pequeña acción provocó que mi cuerpo de congelara por un segundo.
Te odio Lee ChanHee
* * *
Su cara de irritación al verme me encantaba. SSu ceño fruncido me parecía delirantemente dulce. Susurrarle al oído y ver como su cuerpo se tensó fue aun más placentero, porque con ello podía demostrar que, por pequeño que fuera, algún sentimiento despertaba en mi compañero americano. Acaricié con delicadeza su suave y blanca piel, la cual se sentía mucho más suave que la de cualquier otra persona.
Mordí mi labio inferior a la vez que guiñaba.
- Solo lo espantas – dijo Jonghyun. Solo sonreí porque sabía que el hacer aquello no le espantaba, al contrario, sólo aumentaba sus pensamientos sobre mí.
El bus llegó y gracias a mis amigos pude ir sentado al lado del castaño, quién al verme cerró sus ojos con molestia, sensación que aumentó al ver como el menor del grupo le daba la espalda para irse con Jonghyun. - Definitavemente a ese playboy le debo mucho -.
- ByungHun ¿Por qué me ignoras? – pregunté sin mirarle el rostro, enfocando mi mirada hacia el campestre paisaje que se divisaba a tráves de la ventana. Percibo como sus ojos se clavan en mi cuerpo.
- Eres irritante ChanHee – escucho una suave risa – Sé lo que haces, eres tan básico.
Golpe bajo, un golpe directo a mi orgullo, un golpe a mi ego. Irritado por su comentario, bruscamente me giró, logrando quedar frente a frente con el castaño. Lentamente y sin pudor me acerco a su rostro, sin importarme el resto de los estudiantes, quienes ya habían empezado a murmurar sobre la situación que observaban con la mayor atención.
- ¿Básico? – rocé sus labios – Nada en mi es básico ByungHun, y lo sabes.
Tras una par de horas de viaje llegamos al tan “ansiado” lugar. Con prisa descendi del bus, tomé mis bolsos y sin mirar atrás caminé hacia la zona de carpas para armar la que compartiría con el castaño. Aún conservada vagos recuerdos sobre como armarlas, después de todo, los campamentos eran parte de mi infancia.
Suspiré satisfecho. Alejados de la multitud, silencio y árboles, formaron parte de la escasa privacidad.
- No era necesario que hicieras todo – reclamó ByungHun mientras se adentraba a la carpa que acaba de levantar.
- No quería que te molestaras – respondí sonriéndole amablemente, a la vez que apreciaba la forma tan esquiva que tenía para hablarme.
- Sé que detrás de esto hay una trampa ChanHee – fijo mis ojos en los suyos, dejando escapar una risa ante su comentario. Puede que me esté obsesionado con la apuesta, pero jamás a tal extremo que intentaba insinuar. En silencio, lo tomo por la cintura, acercandolo con suavidad para acariciar su mejilla y susurrar - Siempre dándote sorpresas –
Su cuerpo tiembla. Lo distancio lentamente, y diviso como un tenue color rojo aparece en sus mejillas. Me retiro de la carpa, no sin antes sonreírle y guiñarle un ojo.
- ¿Cómo va todo? – pregunta Daniel tras verme. Claramente es es el mas interesado en el tema ¿Y cómo no? Nadie quisiera perder veinte dolares.
- Perfecto. Lo tengo como quiero –
* * *
Insoportable. Simplemente insoportable. No puedo pasar ni cinco minutos cerca de ChanHee. Suicidio. El suicidio es la única salida para este martirio que recién comienza. Desordeno mi cabello, tironeo mi cabello y termino golpeando el suelo mientras pienso una y otra vez en lo que el menor del grupo había comentado "Es sólo un juego, ChanHee sólo esta jugando". Y claro, no dudo que así sea ¿Pero es necesario llevarlo a este punto? Si su intención es divertirse ¿Por qué no va directamente? Podemos pelear, enfadarnos y listo, game over.
Dejo escapar un suspiro mientras me retiro de la carpa.
- ¡Jonghyun! – grió al observar al mejor amigo de ChanHee, quién corría en dirección al lago acompañado de unas compañeras en bañador.
- ByungHun ¿Me acompañas? – niego con la cabeza, pero agradezco su consideración – Que lastima – me dispongo a retirarme en dirección contraria – ¡Oh! ByunHun – vuelvo a mirar a mi compañero – Hoy como bienvenida beberemos cerveza alrededor de una fogata ¿Quieres venir?
Niego, incrédulo de lo que me ofrecía. ¿Cerveza en un campamento con menores de edad? ¿Qué pasaba por la cabeza de todos ellos? Seguramente fue idea de ChanHee. ¿No puede pasar un fin de semana sin beber, sin fiesta?
Comienzo a caminar por los alrededores. Arrastrando mis pies mientras de vez en cuando pateo unas cuantas piedras del suelo. Recuerdo el comienzo del año escolar. Lee ByungHun, un chico transferido, claro pero de Estados Unidos, un chico "americano", un chico que sabía como divertirse. Prejuicios. Recuerdo a ChanHee, la primera vez que lo ví sentado en el último asiento del salón. Parecía sacado de un libro. Sus facciones, su cabello, su sonrisa, simplemente perfecto. Llegúe a su grupo, me invitaron durante el horario de almuerzo a sentarme junto a ellos, el corazón me palpitó velozmente, estaba cerca de aquel chico y si me adaptaba seguiría siendo así. Sin embargo, toda la belleza que tenía externamente no se condecía con lo que era. Un play boy de primera, sin interés por las emociones o sentimientos ajenos. Que triste decepción.
Sin percatarme de la hora, la luz dejó de iluminar el paisaje. El cielo nocturno envolvía el ambiente. Todos retornaron a sus respectivas tiendas, carpas, incluidos los profesores. Sin embargo, tras verificar el sueño profundo de estos últimos, el resto de clase comenzó a salir acompañados de un sin número de botellas. Dudoso aún de mi decisión, me mantuve cerca de la fogata, siendo testigo de como algunos pocos se embriagaban con rápidez. ChangHyun toma mi mano, regalandome una sonrisa – Que tenso estas american boy – Rio por una fracción de segundo.
Saludo a quien me saluda, rio de vez en cuando por los comentarios de algunos compañeros. Sin embargo, mis ojos no paraban de buscar al pelirrojo, quién sólo bebía más mientras bailaba al ritmo de la música – ¿Dónde está Daniel? – le pregunto a ChangHyun, quién encoje sus hombros.
Perfecto. Hoy el pelirrojo terminaría en estado de bulto.
Acepto la botella de cerveza que me ofrecen, al igual que acompañante. Damos el primer sorbo y mueca de desagrado a aparece en mi rostro. Pese a la placentera sensación que aquella sustancia agría dejaba tras recorrer mi garganta. Tras unos minutos de me pongo de pie, sin soltar la botella que ya se encontraba vacía. Camino hacia el lago, manteniendo el equilibrio entre el tumulto de personas y escasez de luz. Dejo que mis pies se empapen, y en ese instante unos brazos toman mi cintura, sin ser consciente, tomo los brazos manteniendolos en ese lugar de mi cuerpo para luego acercar al dueño de ellos.
ChanHee.
Mis ojos abiertos de par en par al identificar al pelirrojo. Mi cerebro despierta, y de forma brusca lo alejo de mi cuerpo, totalmente avergonzado de la situación.
- No te hare nada – murmura dirigiendo su mirada hacia el lago. Atónito de su respuesta, me dispongo a responder, sin embargo sus palabras fueron más veloces – No creas que siempre soy el chico playboy ByungHun, también soy persona aunque cueste creerlo – La garganta se apretó. No podía responder "Yo no pienso eso", porque sería una total mentira.
El ambiente cambió, la tensión de hace unos instantes desaparecía y una sensanción desconocidad florecía en mi interior. Me asusté. - Eso es lo que muestras – comenté sin ser consiente de ello. Cubro mi boca, quiero remendar lo dicho pero no logro encontrar la forma.
- Se lo que demuestro como también sé muchas cosas más – fija su mirada sobre mis ojos, siento como aquellas esferas negras penetran mi mirada. Trago saliva, me siento aún más nervioso.
- ChanHee… - su nombre brota de mis labios, sentí como quedaba en evidencia cada sentimiento.
- No quiero que pienses así de mi - finalizó acariciando con delicadeza mis labios.
* * *
Besálo. Deseaba besarlo, quería besarlo. Sin embargo, verlo embriagado me detuvo. No quería que sucediera así. ¿Por qué no quería que pasara así? - Vamos a la carpa, no quiero que te vean en este estado – sentencio tomándolo del brazo. De reojo miro su rostro, el cual deja ver una expresión de confusión. Con su permiso esta vez, lo tomo por la cintura y paso su brazo de este por encima de mi hombro con el objetivo de mantener el equilibrio. A esta distancia se percibía un tenue aroma a alcohol.
Tomé el camino más largo a nuestra tienda. Quería evitar comentarios, quería evitar que alguien a ByungHun conmigo en ese estado. A momentos lo escuchaba balbucear sin entender. Luego maldecía mi nombre y se quedaba en silencio. Entramos a la carpa y con delicadeza lo recoste en el colchón inflable, no podía cubrirlo con su saco de dormir por lo que tome una manta y la deje caer sobre su somnoliento cuerpo. Tras ello me dispuse a desvestirme, percibiendo una fría brisa. Desee seguir divirtiendome, hasta que miré al castaño. Me acerqué, quedando frente a frente. Sus ojos cerrados, sus labios levemente entreabiertos, su respiración tranquila.
Decidí quedarme.
Tal vez inicio como una apuesta, pero agradezco hacerlo. Obtuve la razón, el motivo perfecto para acércame a ti, porque desde la primera vez que te vi, no quise dejar de mirarte.