20, 20 días para navidad…
Los gritos se escuchaban por toda la casa, por toda la calle a decir verdad
era la tercera vez esa semana que ZiTao terminaba encerrado en su cuarto
cubriéndose las orejas con las manos, intentando no escuchar
el sonido de sus padres peleando.
Esta vez había sido su culpa, había olvidado el celular, y salió tarde de la escuela
no se le ocurrió avisar, sólo… llegó tarde
‘¡¿Eres estúpido acaso?! ¡¿Cómo se te ocurre salir de casa sin el teléfono?!’
Sintió como la mano de su padre se estrellaba contra su rostro, sus piernas se doblaron haciéndolo caer.
‘¡Déjalo! ¡No le hagas nada!’
Y entonces, su padre se giró hacia su madre, ZiTao no podía entender nada, ellos gritaban y gritaban pero su mente se volvió gris, se paró como pudo y al ver como su madre era golpeada contra la pared, salió corriendo a su habitación.
Después de eso, todos serán felices, ya no causaré problemas.
La noche era fría, pero aun así, abrió la ventana, dejando entrar todo ese viento helado golpeándole la piel del rostro, sonrió, sonrió al sentir como la temperatura de su cuerpo iba bajando y como comenzaba a temblar, cerró los ojos disfrutando de aquel frio que le recorría.
La mañana llegó más rápido de lo que pensó, todo le dolía al haberse quedado dormido incado, con la parte superior del cuerpo sobre el marco de la ventana.
‘No olvides tu celular’ escuchó decir a su madre antes de que cruzara la puerta para irse a la escuela, no se atrevió a voltear, solo siguió caminando.
15 días para navidad… Les daré el mejor regalo del mundo
Nadie conocía a ZiTao dentro de la escuela, claro, ¿cómo podrían conocer a alguien que pasa la mayor parte del día en el techo de la escuela que en clase?
Le gustaba sentarse en la orilla, colgando sus piernas y moviéndolas hacia enfrente y atrás, aveces inclinaba su cuerpo observando detenidamente el suelo, sonreía al imaginar que accidentalmente caía.
¿Cuánto tiempo transcurriría hasta golpear el suelo? ¿Moriría al instante?
No importa… Ya casi es Navidad.
‘ZiTao… deberías ir a clase’ giró su rostro para ver de frente al jefe de grupo quien le llamaba ‘no gracias’ dijo en tono bajo ‘ZiTao, regresa a clase, es una orden’, ZiTao sonrió y se puso de pie tambaleándose ‘Kris, ya casi es navidad’ cerró los ojos y su cuerpo se inclinó un poco hacía atrás, Kris lo tomó por el brazo, temeroso de que fuera a caer por el techo y jalándolo lo llevó hasta dentro de la escuela.
13 días para navidad…
Es increíble como la temperatura de mi cuerpo va bajando
Como mi piel va perdiendo color…
Le parecía una tradición estúpida, le parecía una perdida de tiempo
pero al menos, eso le recordaba que ya casi sería Navidad.
Sus compañeros estaban poniendo el arbolito decorándolo con esferas brillosas y bastones de caramelo, Byun BaekHyun tomó la estrella y estirándose todo lo que pudo falló al ponerla en la punta del pino, ChanYeol se la quitó de las manos y sin esfuerzo la colocó.
A veces le gustaba observar a BaekHyun, a pesar de todo, BaekHyun parecía estar lleno de vida, de alegría, a pesar de todo, a BaekHyun parecía alegrarle despertar cada mañana, a pesar de todo, BaekHyun ya había olvidado a ZiTao.
Todo se siente tan solo desde que te fuiste,
sé que jamás podrás perdonarme,
no te culpo… sólo espero que, después de Navidad
me recuerdes…
El centro comercial estaba lleno de gente corriendo por todos lados, buscando los regalos de último momento, ZiTao estaba sentado al lado de la fuente, divertido al ver las expresiones de las personas cuando no encontraban lo que buscaban, peleándose porque alguien más había tomado lo que ellos querían y ya no había más. Le gustaba escucharlos pelear por cosas tan estúpidas e insignificantes. ‘Oh, blanca navidad’ dijo para sí y se puso de pie, se quitó la bufanda y la guardó en su mochila, quería sentir el frio una vez más antes de que la navidad llegara, se deshizo de la chaqueta y caminó hasta un puesto de café, pidió un café helado y sonrió cuando el chico que le atendía lo miro confundido. Si, no había nada que le gustara más que sentir el frio cuando hace frio.
8 días para terminar con esto…
ocho días y todo acabará…
‘¿Ya compraste todos los regalos que darás?’ la voz de LuHan lo sacó de sus pensamientos, ZiTao no era un hombre de muchos amigos, pero LuHan era algo diferente, él era uno de esos chicos que les gusta hablar con todo el mundo, ‘No, el regalo que daré no es algo que se pueda comprar, al menos no del todo’ respondió sin mirarle, ‘¿Y para quien es?’
‘Para todos…’ finalmente su mirada hizo contacto con la de LuHan y éste se estremeció, ZiTao sonrió y regresó la mirada hacia la ventana.
Tres días, tan sólo tres días para Navidad.
Sus padres actuaban como si nada hubiera pasado, típico de ellos
pelear en las noches y en las mañanas todo estaba bien, quizá el problema no eran ellos
quizá el problema era él, ZiTao. Porque, todo parecía estar bien cuando él no estaba, sólo llegaba por las tardes y los gritos, los golpes comenzaban, sí, seguro todo era culpa de él.
Pero no importa…
Ya va a ser Navidad.
24 de Diciembre, toda su familia estaba en el patio disfrutando la cena, hablando, bromeando, era increíble ver como no veía a la mayoría de sus parientes en todo el año pero al llegar la víspera de navidad, se juntaban y hablaban como si el tiempo no hubiera pasado.
ZiTao estaba en su habitación, terminó de guardar sus cosas en cajas de cartón y las acomodó en una esquina, dejando una nota sobre una de ellas. Donaciones.
Gracias, gracias por todo…
Pero… Ya es navidad.
La alarma de su celular comenzó a sonar indicando las 12 de la noche, escucho las risas de sus familiares y el alboroto que tenían para abrazarse y festejar la llegada de la navidad.
ZiTao abrió la ventana de su recamara, sonrió una vez más al sentir el frio viento jugando con los mechones de cabello negro.
‘¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad!’ gritaban sus familiares cuando la sombra de un delgado cuerpo atrajo la mirada de todos haciéndoles ver hacía el segundo piso de la casa, los gritos de horror inundaron el patio al darse cuenta que un inmóvil ZiTao colgaba por la ventana de su cuarto con una soga alrededor de su cuello. Y una hoja de papel que el aire hizo volar, cayó al suelo.
Feliz Navidad…
Ya se como se sentirá el no estar vivo nunca más…