Cómo comenzamos, yo no lo sé
La historia que no tiene fin
Ni cómo llegaste a ser el hombre
Que toda la vida pedí
Kyuhyun dejo de lado el mando del play, y sus ojos viajaron hasta JongWoon que estaba esperando a que el tiempo pasara para poder quitarse el exceso de pintura del cabello, esta vez el color seria rosa... realmente no era como si le incomodara, el color del pelo de su novio, pero lo prefería con el cabello negro como sus ojos.
Una sonrisa boba apareció en sus labios, cuando vio al mayor hacer un puchero al ver como Kkoming le ignoraba e iba directo hacia él.
-Yesung- hablo Kyu jugado con la cachorrita- recuerdas como fue que terminamos juntos?
El mayor lo observo unos momentos, para después sonreirle y sonrojarse levemente.
-no lo sé- dijo levantándose para darle un beso suave, tierno y lleno de ese amor, que los hacia sentir tan vivos, para después irse al baño.
-en que momento te convertiste en mi más grande deseo y anhelo?- pregunto al viento, sin dejar de sonreír, por que ni el mismo estaba seguro de como fue que termino enamorándose de una persona tan diferente a el, tan especial y que de cierta forma siempre fue lo que buscaba.
Contigo hace falta pasión
Y un toque de poesía
Y sabiduría, pues yo trabajo con fantasías
Algo que Kyuhyun había aprendido a lo largo de su relación con Yesung es que se necesitaba ser tan apasionado como el mayor, se necesita tener latiendo aquella vena poética que la mayoría poseen, al igual que ser sabio como para saber, que pasa por la hermética cabeza del mayor.
Ya que al final, Kyuhyun trabajaba con fantasías e utopías.
Recuerdas el día que te canté?
Fue un súbito escalofrío
Por si no lo sabes te lo diré:
Yo nunca dejé de sentirlo
Yesung estaba en Internet mirando vídeos, cuando apareció en recomendaciones aquella canción que él le había cantado a Kyu cuando se le declaro, por que a pesar de que ya había pasado tanto tiempo aun sentía esos mismos escalofríos.
Contigo hace falta pasión
No debe fallar jamás
También maestría, pues yo
Trabajo con el corazón
Yesung contemplaba como Kyuhyun preparaba con completa concentración un pastel para él, ya que ese día era su aniversario, ya cuatro años juntos, definitivamente no se sentían como cuatro años.
Con el tiempo, Yesung aprendió a leer todas y cada una de las actitudes del menor, hasta el punto de conocerlo mejor que a si mismo, por que Yesung trabajaba con el corazón.
Cantar al amor ya no bastará
Es poco para mí
Si quiero decirte que nunca habrá
Cosa más bella que tú
Cosa linda que tú
Único como eres
Inmenso cuando quieres
Gracias por existir
Yesung entro por fin a la cocina viendo como Kyuhyun le sonreía mientras sus ojos brillaban de esa forma que tanto amaba, se acerco hasta el y le planto un beso lento pero pasional, cuando se separaron Yesung se puso en la típica pose para pedir matrimonio.
-Cho Kyuhyun, la persona mas bella en mi vida, único como solo tú, te casarías con este idiota enamorado, que solo puede pensar en ti?-pregunto sacando de su pantalón una cajita negra de terciopelo, dentro de esta, estaba una anillo de compromiso, un hermoso zafiro azul justo en medio, y una sonrisa boba se instalo e su rostro al ver como el menor abría los ojos en demasía y sus mejillas se tornaban ligeramente rosas.
-eres un tonto cursi- le dijo, asintiendo con la cabeza.
-yo se que me amas así tal cual, cursi romántico soy- le dijo colocando el anillo anular- gracias por existir y por dejarme estar en tu vida- le dijo antes de unir una vez mas sus labios.
Cómo comenzamos, yo no lo sé
La historia que toca a su fin
Qué es ese misterio, que no se fue
Lo llevo aquí dentro de mí
Kyuhyun estaba recargado en un balcón mirando las olas, chocar contra la playa,, mientras el atardecer pintaba todo de tonalidades rojizas, notando como una corriente de aire frío le hacia abrazarse a si mismo.
Como la misteriosa vez en la que Yesung apareció en su departamento, precisamente una tarde parecida a esta, jamás supo el porque de la visita del mayor, pero era esa clase de misterio que lo ataba aun mas al mayor, guardándolo dentro de si.
Serán los recuerdos que no
No dejan pasar la edad
Serán las palabras, pues yo
Sabrás mi trabajo es la voz
Yesung tomo con rapidez su saco encaminándose hacia la salida de su casa, pero la fotografía del día de su boda, le distrajo, ya habían pasado tres años desde hermoso día, aunque claro nada comparado con el día que llego a sus vidas el pequeño SungKyu.
Su corazón latió, fuertemente dentro de su pecho, al recordar las bellas palabras que se dijeron frente a los pocos testigos de su unión.
Por que sin importar, la edad, la personalidad, ni tus extrañas manías, te amo y por eso este día uno mi vida a la tuya para formar una misma.
Que finalmente le termino cantando despues de su primera pelea de casados.
-pensé que ya te ibas al trabajo- le dijo Kyuhyun, mientras le colocaba a SungKyu un gorrito de lana y le colocaba la chamarra.
Se acerco hasta Kyuhyun tomando su rostro entre sus manos para darle un beso.
-nunca habrá nada más bello que tú- le dijo, después se despidió de su bebé, que aun estaba mas dormido que despierto, para marcharse a su trabajo.