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Temor al viento de la vida por xXCheshireXx

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Notas del fanfic:

Holi~ C: hace tiempo no escribía algo. Casi ni escribo, pero en fin~~  Este fic lo publiqué casi a las 2 am por motivos de desesperación. Quería escribir algo, además que una amiga me lo pidió y bueno, lo corregiré en estos días que la verdad ni lo he revisado como se debe. No les quitaré más tiempo, así que le dejo con este one-shot y espero que al menos la trama sea de su agrado. 

 

 

 

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado

En aquel departamento de dimensiones poco modestas se podía escuchar el rechinar de una cama y leves gemidos que provenían de la habitación principal. Aquellos sonidos producían un eco por toda la casa. Aquello generaba un sentimiento escalofriante para quien no conozca ese lugar,pues el silencio que gobernaba ese departamento era angustiante, de por sí el lugar ya era muy angustiante.

-Hng...Sa...Sasu...ke- se podía escuchar una voz quebradiza llamar al mencionado- para...Sasuke...- rogaba aquella delgada voz con un tono ronco.

-Este es tu castigo Naruto...- respondió el aclamado sujeto- tú no lo necesitas a él... tú no necesitas a nadie que no sea yo, Naruto- reprochaba con placer de observar al menor.

Aquel frágil chico que estaba siendo violentado era el rubio cabeza hueca: Naruto Uzumaki, un chico rubio de ojos azules de facciones más o menos finas. Una persona muy amable, alegre y para nada egoísta, siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesite; sin embargo, tenía un problema: temor a ser abandonado por el, aparentemente, único que mostraba interés por su existencia y que, según él, lo hacía sentir querido y necesitado, aquel azabache de ojos negros y tez blanca: Sasuke Uchiha.

Sasuke Uchiha era el novio de Naruto, siempre que le fuese posible estaba junto a él. Nunca lo dejaba solo. No quería. No podía. Naruto era su obsesión, su razón de ser, respirar,comer, vivir. Su razón de ser. El rubio lo era todo para el azabache. Todo. Sasuke odiaba que la gente se acercara a su posesión más valiosa, que le hablen, que lo miren o algo. Era un celoso en potencia.

Nadie recuerda cómo fue que paso, ni cómo se conocieron o algo. Nadie, ni siquiera ellos mismos: solo recordaban el día a día que disfrutaban juntos. El tiempo no existía con tal de estar juntos. No existe ni un pasado ni futuro, solo un presente que sería para siempre. Ambos se amaban, se necesitaban y se complementaban. Eso era lo único importante. Nada ni nadie valía más que su unión, ni siquiera Itachi, que era una persona muy especial para Sasuke, o Sakura, que era como una hermana para Naruto.

___

En aquel departamento de dimensiones poco modestas se podía escuchar el rechinar de una cama y leves gemidos que provenían de la habitación principal. Aquellos sonidos producían un eco por toda la casa. Aquello generaba un sentimiento escalofriante para quien no conozca ese lugar,pues el silencio que gobernaba ese departamento era angustiante, de por sí el lugar ya era muy angustiante.

-Hng...Sa...Sasu...ke- se podía escuchar una voz quebradiza llamar al mencionado- para...Sasuke...- rogaba aquella delgada voz con un tono ronco.

-Este es tu castigo Naruto...- respondió el aclamado sujeto- tú no lo necesitas a él... tú no necesitas a nadie que no sea yo, Naruto- reprochaba con placer de observar al menor.

Aquel frágil chico que estaba siendo 'violentado' era el rubio cabeza hueca: Naruto Uzumaki, un chico rubio de ojos azules de facciones más o menos finas. Una persona muy amable, alegre y para nada egoísta, siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesite; sin embargo, tenía un problema: temor a ser abandonado por el, aparentemente, único que mostraba interés por su existencia y que, según él, lo hacía sentir querido y necesitado, aquel azabache de ojos negros y tez blanca: Sasuke Uchiha.

Sasuke Uchiha era el novio de Naruto, siempre que le fuese posible estaba junto a él. Nunca lo dejaba solo. No quería. No podía. Naruto era su obsesión, su razón de ser, respirar,comer, vivir. Su razón de ser. El rubio lo era todo para el azabache. Todo. Sasuke odiaba que la gente se acercara a su posesión más valiosa, que le hablen, que lo miren o algo. Era un celoso en potencia.

Nadie recuerda cómo fue que paso, ni cómo se conocieron o algo. Nadie, ni siquiera ellos mismos: solo recordaban el día a día que disfrutaban juntos. El tiempo no existía con tal de estar juntos. No existe ni un pasado ni futuro, solo un presente que sería para siempre. Ambos se amaban, se necesitaban y se complementaban. Eso era lo único importante. Nada ni nadie valía más que su unión, ni siquiera Itachi, que era una persona muy especial para Sasuke, o Sakura, que era como una hermana para Naruto.

Era un romance basado en la necesidad de tenerse el uno al otro cerca, aislarse de todos y encerrarse en su pequeño mundo, que era aquel departamento. Tan enfermizos. Tan tristes. Tan miserables. Era una obseción más que un amor.

- Hola Sasuke, qué bueno que hoy hayas vuelto temprano- saludó el rubio luego de entrar a su casa.

- Sí, hoy terminé de hacer mis cosas temprano- respondió el azabache- además...-continuó- no podía dejarte solo.

- Me gusta escucharte decir eso- dijo el menor sonrojado.

- Pero al parecer tú no sientes lo mismo por mi, Naruto- comentó con tristeza el chico de ojos negros.

- ¡Por supuesto que sí!- respondió el ojiazul con los sentimientos mezclados.

El Uchiha se paró del sofá en el que estaba sentado y se acercó al rubio. Para sorpresa de este, cuando menos lo pensó, Sasuke ya lo había arrinconado en una pared y tenía amabas de sus manos sujetadas con fuerza por él.

- Entonces dime Naruto...- dijo Sasuke mirando fijamente a su pareja.

- ¿Qué cosa?- respondió el rubio sin entender.

- Dime qué hacías en casa de Sakura- le cuentionó en un susurro directamente a su oído.

El pequeño rubio ni siquiera podía responder: Sasuke ya había comenzado a besarlo por todo su cuello y no paraba de insistir para que le responda.

- Dime Naruto...dime...dime... qué fue eso que necesitabas para ir hasta allá y no estar acá.

- Sa... Sasuke...- llamaba el rubio ojiazul- para... Sasuke.

Mientras el azabache continuaba, Naruto trataba de librarse de aquel agarre que sostenía Sasuke a sus manos, para su suerte el mayor lo estaba aflojando y aprovechó para soltarse de una vez.

- ¡Sasuke!- llamó el rubio cuando lo había separado y sujetaba ambos de sus hombros.

-...- el mayor reaccionó ante el llamado hecho por su novio-... Naruto... lo siento.

- No importa- respondió al verlo decaido- solo quería decirte que fui a la librería.

- ¿Entonces no estabas donde ella?- preguntó confundido.

- No, Sasuke...- dijo negando con la cabeza- si quieres revisa lo que traje- continuó mientras observaba la bolsa que estaba en suelo.

El azabache cogió la bolsa del suelo y observó que dentro de esta solo había dos libros con recetas de cocina.

- Naruto...

- ¡Tu me dijiste que debía comer más sano! Así que compré eso - interrumpió el mencionado-, aparte que quería aprender a preparar muchos platos que contengan lo que te gusta...- comento con ligero, pero verdadero, entusiasmo que podía notarse en su sonrisa- sé cómo te gustan comer tomates y...

El rubio no pudo continuar, pues Sasuke lo estaba abrazando y se quedo estático.

- Gracias- dijo Sasuke mientras abrazaba con ternura su rubio mientras tenía su mentón apoyado en el hombro de este, para luego acercarse hasta su oído- Me alegra que no hayas estado con Sakura, recuérdalo: Tú no necesitas a nadie que no sea yo.

- Sasuke, ¡pero Sakura es como mi hermana!- exclamó sin llegar al punto del escándalo.

- Una hermana no te diría que te separes de la persona que amas, Naruto. Es una egoísta, solo te quiere para ella. Te quiere separar de mi-dijo seriamente mirando al rubio mientras lo tomaba por lo hombros

- Ella piensa que estás obsesionado conmigo y que eso no es sano...- confesó para la sorpresa del Uchiha- ...pero...- continuó- ya le dije que no es así, pues ¡tú solo me estás cuidando porque me quieres!

- Ella no es buena Naruto.- sentenció el mayor- No la necesitas.

Sasuke se apresuró y comenzó a besar al rubio de una manera tan delicada, tan tierna, tan dulce, tan exquisita... que este sentía que caía rendido ante los pies del amor de su vida: Sasuke Uchiha.

Poco a poco los besos incrementaban su intensidad, dando paso también a las caricias y conforte del ojiazul por la presencia de su querido azabache, quien en aquella situación insistía con lo mismo.

- Tú no la necesitas...solo me necesitas a mi...ella no quiere que seas feliz a mi lado.

Naruto, en toda esa situación, y además por lo que decía Sasuke, pensaba que tal vez él tenía razón, pues él era feliz con su azabache y creía que las actitudes de este se daban por amor. Ella qué entendía.¡Total! Ella ni siquiera conocía muy bien a Sasuke.

- Es verdad... yo no la necesito...- dijo mientras separó a su azabache de él- ¡Solo te necesito a ti, Sasuke!- afirmó con una sonrisa al mencionado.

- Te amo, Naruto- dijo el azabache- te digo eso portu bien.

- Lo sé...-respondió

Esta fue una de muchas situaciones que le tocó al rubio. Sasuke siempre quería a Naruto para él y nadie más. Tenía miedo, mucho miedo, pues el pensaba que todo el mundo quería quitarle su preciado novio. Él pensaba que lo querían apartar de él, que las personas que se presentaron alguna vez en la vida de su lindo ojiazul se lo querían arrebatar. No quería quedarse sin hacer nada si trataban de arrebatarle a un ser querido. No de nuevo, ya fue suficiente que la vida le arrebatara sus padres. Su deber era hacer algo al respecto.

Aunque él no fuera el único que se sentía de esa manera, Naruto tenía aquella posesividad con Sasuke también. No quería que le quitaran a Sasuke. Tenía mucho miedo. No quería quedarse solo, no quería que el amor de su vida sea quien le diga que ya no lo necesitaba más o que se había hartado de él. No quería: le dolería mucho.Para Naruto, su mundo era ese chico de ojos negros que no lo dejaba por nada y siempre le recalcaba lo mucho que lo necesitaba para estar vivo. El rubio no quería cambiar eso y estaba dispuesto a lo imposible para tenerlo para sí mismo.

Para el Uzumaki existía alguien que se interponía ante todo ese ideal de felicidad, alguien que lo hacía sentir nada a su lado, alguien que conocía al amor de su vida más de lo que él la conocería en toda su vida: Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke.

- ¿Naruto...?- llamó preocupado el azabache

- ¡Ah!- reaccionó el mencionado- ¿qué pasa?

- ¿Estás bien?- preguntó preocupado- tienes mala cara

- No, no es nada... - respondió con una sonrisa mientras sobaba su nuca- es solo que me alegra aquella bonita relación que tienes con tu hermano, Sasuke.

- Sí... somos algo unidos- respondió con desinterés.

Lo que dijo el chico de los ojos azules no era ninguna mentira. En verdad le parecía bonita aquella relación, solo que sentía que le dolía todo ello. El se sentía menos que Itachi en el corazón de Sasuke. Eso le producía temor, pero era algo que no quería admitir.

- Se nota que te quiere y se preocupa...- contunuó con la conversación- incluso te dijo que necesitabamos ir a un psicólogo para mejorar nuestra relación- aquello último lo dijo con un dejo de tristeza.

- Sé que se preocupa; sin embargo...- al empezar el contraste, el azabache comenzó a hablar con un tono mucho más serio- es muy exagerado de su parte decirnos que necesitamos un psicólogo cuando estamos bien.

- Tal vez...- musitó el menor, lo que provocó la mirada de asombro del Uchiha menor- ...tal vez él tiene razón. Tal vez lo dice porque cree que te incomodo en algo y yo no quiero eso para ti.

- No, Naruto- sentenció serio el mayor- tú no me molestas para nada. Nosotros estamos bien, siempre nos damos a entender qué tanto nos queremos y necesitamos.Eso basta, estamos bien así.

Luego de ello, pese a todo lo dicho por Sasuke, Naruto lo convenció para que vayan. No es que llegaran al extremo de que les digan que podría ser necesario que se separen... ¿ o sí?

- Sasuke...- llamó el rubio preocupado por la expresión fastidiada de su pareja.

- Te dije que era una mala idea- respondió molesto al llamado de Naruto- ellos no saben nada. Ninguno de ellos. Ni el psicólogo, ni Itachi, ni Sakura. Nadie comprende nada.

- Puede que lo que todos tratan de decirnos es que debemos separarnos por nuestro bien...

- No tratan, Naruto, ellos fueron claros al decirlo- dijo recalcando lo último- excepto Itachi, que fue más cobarde para hacerlo y quiso que supiéramos lo que piensa a través de terceros.

- Si eso es necesario para que estés bien...¡yo lo haré!- afirmó con seguridad el menor- ¡Haré lo que sea por tu bien, Sasuke!

- ¡Ya te había dicho que estamos bien!- sentenció molesto el Uchiha- o es que... me quieres dejar...

- ¡No, Sasuke, yo no quiero eso! Es solo que...

- ¡Naruto!- lo interrumpió con voz autoritaria- mi bien es mi felicidad y mi felicidad eres tú- aquello último lo dijo con un tono calmado y con una sonrisa de esas que le gustaba ver al ojiazul en el chico que le gustaba, tanto que provocó un sonrojo en este.

- Sasuke, yo...- dijo apenado el rubio.

- Tú eres lo más importante para mí, al diablo el resto.

- Sasuke, yo...- seguía sin poder concluir lo que quería decir.

- Dime, Naruto

- Sasuke, yo te amo- dijo el rubio abrazándolo- Gracias por quererme, gracias por todo- continuó mientras sonreía.

De alguna u otra forma, el temor de Naruto hacía que este se vuelva un completo manipulador. Sasuke nunca se daba cuenta, pues siempre estaba ciego por él... por Naruto.

El rubio siempre lograba que el maor terminara en contra de las personas que lo rodeaban. Siempre. Siempre lograba que el Uchiha diga lo que él quería escuchar. Sea un 'Tú eres lo más importante para mi' o lo que sea. Para el menor, Sasuke era un muñeco proveedor de amor y de frases reconfortantes. Él nunca lo admitiría: eso iba en contra de su naturaleza de buen chico. Él lo sabía, pero ni muerto abriría los ojos de Sasuke ante lo que en verdad vivían: un romance enfermizo donde la desconfianza predominaba en todo su esplendor.

De esa manera es como empezó la escena inicial, aquella escena de castigo impartido por el azabache celoso.

Aquella tarde, Naruto tuvo una visita un tanto especial, ya que se trataba de su buen amigo Gaara, a quien no había visto hace mucho. Él era un chico de la misma talla que Naruto, pelirrojo de ojos color jade y delineados de color negro, además de poseer un tatuaje en el lado izquierdo de su frente con un kanji, que significa 'amor'. Su personalidad era calmada, seria y reservada. Era un buen muchacho, pues como buen amigo siempre estuvo para su rubio amigo en las buenas y malas. El trato era mutuo.

Sasuke no toleraba que su rubio tuviera visitas tan largas y que pareciera disfrutar más con otros que con él: le hervía la sangre nada más el ver aquello. No podía hacer nada en esos momentos, sabía que si echaba al pelirrojo el perjudicado sería él: saldría perdiendo con su lindo rubio, y sería poco justo porque Naruto nunca hecha a su hermano cuando los visita, al contrario, era muy amable con él pese a la indirecta del psicólogo. Lo único que podía hacer durante la visita del chico de Gaara era darle recordatorios a su pareja que indicaran que ya tenía dueño y era él, además de las miradas asesinas que le lanzaba al chico de los ojos delineados.

Gaara, por su parte, no se hacía el ciego ante tan acoso visual propiciado por el Uchiha menor, al contrario, se las devolvía con igual- o mayor- intensidad- si eso era posible,claro. El mayor notó la osadía del chico del tatuaje y le fastidiaba, como le jodía no poder hacer algo para deshacerse de él. Cómo le sobraban ganas para querer matarlo...

Luego de aquella tarde intensa entre ambos jóvenes, y una muy linda para el ojiazul, quien no notó lo ocurrido, el pelirrojo tuvo que retirarse y Naruto fue quien lo acompañó hasta la puerta del edificio. Sasuke se limitó a observarlos por la ventana. Pese a su discreción para observar, notó que Gaara lo observaba como quien dice '¿En serio Uchiha?¿ Es en serio?', lo que provocaba más la furia de Sasuke. Luego de mirarlo, notó que dijo algunas cosas a su rubio, que, por obvias razones, no pudo saber que era, y le molestaba más- si es que se podía molestarlo más-, tanto que apretaba con mucha fuerza los puños.

En un ataque de rabieta, cuando por fin el rubio había vuelto al departamento, lo cogió de la muñeca bruscamente y se lo llevó a su habitación. Obviamente este no entendía porque Sasuke hacía eso, pues el no había hecho nada para que sea tan tosco.

- ¡Oye, Sasuke...!- llamó Naruto- ¡¿Qué pasa?!¡Duele,idiota!

El menor estaba acostumbrado a los celos de Sasuke, pero el mayor nunca había sido tan brusco y él se estaba preocupando.

- ¡Sasuke!

El ojiazul seguía sin recibir respuesta oral alguna, lo único que hizo Sasuke al entrar a la habitación fue lanzar a su parea bruscamente contra la cama.

- ¡Sasuke! ¡¿Qué diablos...?!

No concluyó lo que decía, ya que Sasuke había tirado la puerta haciendo mucho ruido. Luego este fue a la cama para estar con el rubio y comenzó a devorarselo a besos mientras con una de sus manos se apoyaba en la cama y con la otra alzaba el polo que traía puesto su lindo ojiazul dejándolo, de esa manera, expuesto a él para luego, con aquellas caricias a sus pezones, incitarlo a querer más . Cuando ya le faltaba el oxígeno Sasuke se separó de su novio, quien estaba completamente sonrojado, aunque no perdió el tiempo y aprovecho en deshacerse del pantalón y ropa interior de este y tener aquella preciosa vista de este.

Naruto ni siquiera tenía tiempo de reaccionar. Todo ello pasaba tan rápido y él que estaba con las hormonas alborotadas por las caricias de su azabache... no sabía ya en qué pensar. Solo quería más de Sasuke, lo demás no importaba. Ya no.

El ojiazul comenzó a abrazar de manera posesiva a su pareja, rápidamente lo atrajo hacia sí mismo y comenzó a besarlo, mientras ocurría ello ,sus manos descendieron por la espalda del moreno y aprovecharon en quitarle el polo que traía puesto: dejando a la vista aquel torso lo suficientemente trabajado como para llamar la atención de sus hormonas. Debido a la falta de aire entre ambos jóvenes, tuvieron que separarse temporalmente de nuevo. El mayor comenzó a besar nuevamente al su pequeño rubio en el mientras masajeaba su miembro con el único fin de excitarlo, más de lo que ya estaba, a tal punto de dejarlo con una erección.

Sasuke no se aburría de manosear a Naruto, no debía, no por el momento. Quería torturarlo con placer solo por unos momentos más: debía reconocerlo, el también estaba duro como una roca, así que continuó con lo suyo. El moreno descendía cada vez más y por cada acto sobre el cuerpo del blondo era muy excitante para ambos, como cuando estuvo primero por los pezones de este: haciendo unos movimientos circulares sobre uno de estos y hacía lo mismo, pero con su lengua, sobre el otro dejándolos erectos. Además, que escuchar aquellos gemidos que lo llamaban volvían loco al Uchiha.

- Hng...Sa...¡Ah!...Sasu...ke...Sa...su...ke

El mencionado seguía descendiendo dejándole marcas de besos por todo el torso hasta llegar al miembro del menor, para sorpresa de este, Sasuke lo tenía en la boca y con su lengua incitaba al blondo a eyacular. Ya no podía más. Era demasiado.

- Ya... no...Sasu...ke- rogaba el pequeño ojiazul, sabía que estaba en su límite- voy...a...

El aviso no fue a tiempo, así que el menor se corrió en la boca del mayor, quien se tomó su esencia con todo el placer del mundo.

- Sa...Sasuke, no hagas eso ¡Es muy vergonzoso!- dijo el menor cubriéndose la cara rojo de la vergüenza.

- ¿Por qué no? - preguntó el moreno tratando de molestar más al rubio.

- Solo no lo hagas ¡Idiota!- respondió con un puchero el blondo.

El azabache se acercó a la cara del menor, quedando a escasos centímetros de este y lo miraba fijamente.

- Yo lo haré cuando quiera- contestó para luego besar apasionadamente a su indefenso chico de ojos azules, quien lo abrazaba apegando su cuerpo más al suyo.

Naruto aprovecho y logró poner a Sasuke debajo de él, el azabache no sabía cómo, pero el menor lo había logrado.

- Al parecer tienes mucha energía- dijo el ojinegro mirándolo con una sonrisa que indicaba superioridad a su queridísimo novio.

- Así parece...- respondió el menor

Ahora era Naruto quien comenzó a besar a su pareja, dejándole marcas en el cuello: no le parecía justo que Sasuke sea el único que dejara ello tras tal excitante encuentro, incluso se deshizo de aquellos molestos jeans y ropa interior que traía puesto este. Sin embrago, el azabache no se quedaba atrás y comenzó a masajear el miembro del menor incitando su miembro otra vez, y tampoco iba a dejar a aquel chico dominara, así que se apresuró en coger el lubricante que estaba, para su suerte, en la pequeña mesa de noche, no muy lejos de su mano por supuesto. Cuando logró alcanzarlo, echó un poco sobre sus dedos y así preparó al rubio para la parte más importante de la noche.

Primero introdució un dedo en la cavidad del menos, tomándolo por sorpresa, lo que provocó un gemido más ruidoso que los anteriores

- ¡Ah...!¡Sasu...ke...!

Luego de excitarlo un poco, comenzó a subir el nivel a dos dedos e incluso tres. El rubio no podía más, esta vez la excitación era mayor que en el momento de la felación...mucho mayor. Y para buena suerte de este, el uchiha decidió invertir los papeles de nuevo.

- Y así volvemos al princion ¿no, Naruto?

Luego de haberse jactado de su dominación en la cama, Sasuke se acercó al oído del excitado ojiazul, para luego provocarlo más con sus susurros.

- ¿Lo quieres ya, Naruto?- aquello hizo que el cuerpo del pequeño reaccione más ante la situación en la que se encontraba.

- Sasuke... por favor...hnng...- rogó Naruto entre suspiros y gemidos.

- Dime qué te dijo Gaara primero.

Naruto no podía más, y si su novio quería saber aquella pequeñez, se lo diría. Lo quería ya, quería a Sasuke dentro de él en esos momentos y aún más con el paso de los segundoa, ya que este lo había comenzado a besar por todo su cuello de nuevo.

- Solo me dijo... que si necesitaba ayuda... para lo que sea...que lo busque... ¡Ah..!- gimió contaba lo sucedido con el pelirrojo.

- Pero... tú no necesitas de él... ¿verdad, Naruto?

De esa manera, volvemos a la escena inicial de esta historia.

- Hng...Sa...Sasu...ke- se podía escuchar una voz quebradiza llamar al mencionado- hazlo...Sasuke...- rogaba aquella delgada voz con un tono ronco.

- Este es tu castigo Naruto...- respondió el aclamado sujeto- tú no lo necesitas a él... tú no necesitas a nadie que no sea yo, Naruto- reprochaba con placer de observar al menor.

- No...Sasuke...- contestó obediente.

- ¿No qué?- preguntó insistente al pobre blondo.

- No necesito a Gaara...solo te necesito a ti...Sasuke...

El Uchiha estaba complacido de escuchar a su chico de ojos azules decir eso, le excitaba más el hecho de que al llamarlo diga que lo necesita a él y a nadie más. Siempre era así,y no solo con Sasuke, a Naruto le encantaba cuando él moreno se ponía así por él, pues, según este, significaba que lo amaba a morir; sin embargo, toda esa relación se basaba en la desconfianza y el sadomasoquismo. Ambos disfrutaban de ello, incluso si a veces el blondo se hacía el rebelde, como en este caso, lo disfrutaban más aún, o cuando el azabache hablaba de su rubio como su posesión más valiosa.

Solo basta con observar a aquella mirada que te está dirigiendo mientras lo imaginas en este relato y él está con su Naruto. Obsérvalo bien, querida (o querido), sabes que esa mirada de superioridad no muestra algo como arrepentimiento por como vive él o por cómo hace vivir el resto de sus días al amor de su vida junto a él. Aquella mirada prepotente que oculta aquel miedo a perder lo poco que le queda, temor a perder a su amado por culpa del viento que produce la vida.

- Hola Sasuke, qué bueno que hoy hayas vuelto temprano- saludó el rubio luego de entrar a su casa.

- Sí, hoy terminé de hacer mis cosas temprano- respondió el azabache- además...-continuó- no podía dejarte solo.

- Me gusta escucharte decir eso- dijo el menor sonrojado.

- Pero al parecer tú no sientes lo mismo por mi, Naruto- comentó con tristeza el chico de ojos negros.

- ¡Por supuesto que sí!- respondió el ojiazul con los sentimientos mezclados.

El Uchiha se paró del sofá en el que estaba sentado y se acercó al rubio. Para sorpresa de este, cuando menos lo pensó, Sasuke ya lo había arrinconado en una pared y tenía amabas de sus manos sujetadas con fuerza por él.

- Entonces dime Naruto...- dijo Sasuke mirando fijamente a su pareja.

- ¿Qué cosa?- respondió el rubio sin entender.

- Dime qué hacías en casa de Sakura- le cuentionó en un susurro directamente a su oído.

El pequeño rubio ni siquiera podía responder: Sasuke ya había comenzado a besarlo por todo su cuello y no paraba de insistir para que le responda.

- Dime Naruto...dime...dime... qué fue eso que necesitabas para ir hasta allá y no estar acá.

- Sa... Sasuke...- llamaba el rubio ojiazul- para... Sasuke.

Mientras el azabache continuaba, Naruto trataba de librarse de aquel agarre que sostenía Sasuke a sus manos, para su suerte el mayor lo estaba aflojando y aprovechó para soltarse de una vez.

- ¡Sasuke!- llamó el rubio cuando lo había separado y sujetaba ambos de sus hombros.

-...- el mayor reaccionó ante el llamado hecho por su novio-... Naruto... lo siento.

- No importa- respondió al verlo decaido- solo quería decirte que fui a la librería.

- ¿Entonces no estabas donde ella?- preguntó confundido.

- No, Sasuke...- dijo negando con la cabeza- si quieres revisa lo que traje- continuó mientras observaba la bolsa que estaba en suelo.

El azabache cogió la bolsa del suelo y observó que dentro de esta solo había dos libros con recetas de cocina.

- Naruto...

- ¡Tu me dijiste que debía comer más sano! Así que compré eso - interrumpió el mencionado-, aparte que quería aprender a preparar muchos platos que contengan lo que te gusta...- comento con ligero, pero verdadero, entusiasmo que podía notarse en su sonrisa- sé cómo te gustan comer tomates y...

El rubio no pudo continuar, pues Sasuke lo estaba abrazando y se quedo estático.

- Gracias- dijo Sasuke mientras abrazaba con ternura su rubio mientras tenía su mentón apoyado en el hombro de este, para luego acercarse hasta su oído- Me alegra que no hayas estado con Sakura, recuérdalo: Tú no necesitas a nadie que no sea yo.

- Sasuke, ¡pero Sakura es como mi hermana!- exclamó sin llegar al punto del escándalo.

- Una hermana no te diría que te separes de la persona que amas, Naruto. Es una egoísta, solo te quiere para ella. Te quiere separar de mi-dijo seriamente mirando al rubio mientras lo tomaba por lo hombros

- Ella piensa que estás obsesionado conmigo y que eso no es sano...- confesó para la sorpresa del Uchiha- ...pero...- continuó- ya le dije que no es así, pues ¡tú solo me estás cuidando porque me quieres!

- Ella no es buena Naruto.- sentenció el mayor- No la necesitas.

Sasuke se apresuró y comenzó a besar al rubio de una manera tan delicada, tan tierna, tan dulce, tan exquisita... que este sentía que caía rendido ante los pies del amor de su vida: Sasuke Uchiha.

Poco a poco los besos incrementaban su intensidad, dando paso también a las caricias y conforte del ojiazul por la presencia de su querido azabache, quien en aquella situación insistía con lo mismo.

- Tú no la necesitas...solo me necesitas a mi...ella no quiere que seas feliz a mi lado.

Naruto, en toda esa situación, y además por lo que decía Sasuke, pensaba que tal vez él tenía razón, pues él era feliz con su azabache y creía que las actitudes de este se daban por amor. Ella qué entendía.¡Total! Ella ni siquiera conocía muy bien a Sasuke.

- Es verdad... yo no la necesito...- dijo mientras separó a su azabache de él- ¡Solo te necesito a ti, Sasuke!- afirmó con una sonrisa al mencionado.

- Te amo, Naruto- dijo el azabache- te digo eso portu bien.

- Lo sé...-respondió

Esta fue una de muchas situaciones que le tocó al rubio. Sasuke siempre quería a Naruto para él y nadie más. Tenía miedo, mucho miedo, pues el pensaba que todo el mundo quería quitarle su preciado novio. Él pensaba que lo querían apartar de él, que las personas que se presentaron alguna vez en la vida de su lindo ojiazul se lo querían arrebatar. No quería quedarse sin hacer nada si trataban de arrebatarle a un ser querido. No de nuevo, ya fue suficiente que la vida le arrebatara sus padres. Su deber era hacer algo al respecto.

Aunque él no fuera el único que se sentía de esa manera, Naruto tenía aquella posesividad con Sasuke también. No quería que le quitaran a Sasuke. Tenía mucho miedo. No quería quedarse solo, no quería que el amor de su vida sea quien le diga que ya no lo necesitaba más o que se había hartado de él. No quería: le dolería mucho.Para Naruto, su mundo era ese chico de ojos negros que no lo dejaba por nada y siempre le recalcaba lo mucho que lo necesitaba para estar vivo. El rubio no quería cambiar eso y estaba dispuesto a lo imposible para tenerlo para sí mismo.

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Para el Uzumaki existía alguien que se interponía ante todo ese ideal de felicidad, alguien que lo hacía sentir nada a su lado, alguien que conocía al amor de su vida más de lo que él la conocería en toda su vida: Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke.

- ¿Naruto...?- llamó preocupado el azabache

- ¡Ah!- reaccionó el mencionado- ¿qué pasa?

- ¿Estás bien?- preguntó preocupado- tienes mala cara

- No, no es nada... - respondió con una sonrisa mientras sobaba su nuca- es solo que me alegra aquella bonita relación que tienes con tu hermano, Sasuke.

- Sí... somos algo unidos- respondió con desinterés.

Lo que dijo el chico de los ojos azules no era ninguna mentira. En verdad le parecía bonita aquella relación, solo que sentía que le dolía todo ello. El se sentía menos que Itachi en el corazón de Sasuke. Eso le producía temor, pero era algo que no quería admitir.

- Se nota que te quiere y se preocupa...- contunuó con la conversación- incluso te dijo que necesitabamos ir a un psicólogo para mejorar nuestra relación- aquello último lo dijo con un dejo de tristeza.

- Sé que se preocupa; sin embargo...- al empezar el contraste, el azabache comenzó a hablar con un tono mucho más serio- es muy exagerado de su parte decirnos que necesitamos un psicólogo cuando estamos bien.

- Tal vez...- musitó el menor, lo que provocó la mirada de asombro del Uchiha menor- ...tal vez él tiene razón. Tal vez lo dice porque cree que te incomodo en algo y yo no quiero eso para ti.

- No, Naruto- sentenció serio el mayor- tú no me molestas para nada. Nosotros estamos bien, siempre nos damos a entender qué tanto nos queremos y necesitamos.Eso basta, estamos bien así.

Luego de ello, pese a todo lo dicho por Sasuke, Naruto lo convenció para que vayan. No es que llegaran al extremo de que les digan que podría ser necesario que se separen... ¿ o sí?

- Sasuke...- llamó el rubio preocupado por la expresión fastidiada de su pareja.

- Te dije que era una mala idea- respondió molesto al llamado de Naruto- ellos no saben nada. Ninguno de ellos. Ni el psicólogo, ni Itachi, ni Sakura. Nadie comprende nada.

- Puede que lo que todos tratan de decirnos es que debemos separarnos por nuestro bien...

- No tratan, Naruto, ellos fueron claros al decirlo- dijo recalcando lo último- excepto Itachi, que fue más cobarde para hacerlo y quiso que supiéramos lo que piensa a través de terceros.

- Si eso es necesario para que estés bien...¡yo lo haré!- afirmó con seguridad el menor- ¡Haré lo que sea por tu bien, Sasuke!

- ¡Ya te había dicho que estamos bien!- sentenció molesto el Uchiha- o es que... me quieres dejar...

- ¡No, Sasuke, yo no quiero eso! Es solo que...

- ¡Naruto!- lo interrumpió con voz autoritaria- mi bien es mi felicidad y mi felicidad eres tú- aquello último lo dijo con un tono calmado y con una sonrisa de esas que le gustaba ver al ojiazul en el chico que le gustaba, tanto que provocó un sonrojo en este.

- Sasuke, yo...- dijo apenado el rubio.

- Tú eres lo más importante para mí, al diablo el resto.

- Sasuke, yo...- seguía sin poder concluir lo que quería decir.

- Dime, Naruto

- Sasuke, yo te amo- dijo el rubio abrazándolo- Gracias por quererme, gracias por todo- continuó mientras sonreía.

De alguna u otra forma, el temor de Naruto hacía que este se vuelva un completo manipulador. Sasuke nunca se daba cuenta, pues siempre estaba ciego por él... por Naruto.

El rubio siempre lograba que el mayor terminara en contra de las personas que lo rodeaban. Siempre. Siempre lograba que el Uchiha diga lo que él quería escuchar. Sea un 'Tú eres lo más importante para mi' o lo que sea. Para el menor, Sasuke era un muñeco proveedor de amor y de frases reconfortantes. Él nunca lo admitiría: eso iba en contra de su naturaleza de buen chico. Él lo sabía, pero ni muerto abriría los ojos de Sasuke ante lo que en verdad vivían: un romance enfermizo donde la desconfianza predominaba en todo su esplendor.

De esa manera es como empezó la escena inicial, aquella escena de castigo impartido por el azabache celoso.

___

Aquella tarde, Naruto tuvo una visita un tanto especial, ya que se trataba de su buen amigo Gaara, a quien no había visto hace mucho. Él era un chico de la misma talla que Naruto, pelirrojo de ojos color jade y delineados de color negro, además de poseer un tatuaje en el lado izquierdo de su frente con un kanji, que significa 'amor'. Su personalidad era calmada, seria y reservada. Era un buen muchacho, pues como buen amigo siempre estuvo para su rubio amigo en las buenas y malas. El trato era mutuo.

Sasuke no toleraba que su rubio tuviera visitas tan largas y que pareciera disfrutar más con otros que con él: le hervía la sangre nada más el ver aquello. No podía hacer nada en esos momentos, sabía que si echaba al pelirrojo el perjudicado sería él: saldría perdiendo con su lindo rubio, y sería poco justo porque Naruto nunca hecha a su hermano cuando los visita, al contrario, era muy amable con él pese a la indirecta del psicólogo. Lo único que podía hacer durante la visita del chico de Gaara era darle recordatorios a su pareja que indicaran que ya tenía dueño y era él, además de las miradas asesinas que le lanzaba al chico de los ojos delineados.

Gaara, por su parte, no se hacía el ciego ante tan acoso visual propiciado por el Uchiha menor, al contrario, se las devolvía con igual- o mayor- intensidad- si eso era posible,claro. El mayor notó la osadía del chico del tatuaje y le fastidiaba, como le jodía no poder hacer algo para deshacerse de él. Cómo le sobraban ganas para querer matarlo...

Luego de aquella tarde intensa entre ambos jóvenes, y una muy linda para el ojiazul, quien no notó lo ocurrido, el pelirrojo tuvo que retirarse y Naruto fue quien lo acompañó hasta la puerta del edificio. Sasuke se limitó a observarlos por la ventana. Pese a su discreción para observar, notó que Gaara lo observaba como quien dice '¿En serio Uchiha?¿ Es en serio?', lo que provocaba más la furia de Sasuke. Luego de mirarlo, notó que dijo algunas cosas a su rubio, que, por obvias razones, no pudo saber que era, y le molestaba más- si es que se podía molestarlo más-, tanto que apretaba con mucha fuerza los puños.

En un ataque de rabieta, cuando por fin el rubio había vuelto al departamento, lo cogió de la muñeca bruscamente y se lo llevó a su habitación. Obviamente este no entendía porque Sasuke hacía eso, pues el no había hecho nada para que sea tan tosco.

- ¡Oye, Sasuke...!- llamó Naruto- ¡¿Qué pasa?!¡Duele,idiota!

El menor estaba acostumbrado a los celos de Sasuke, pero el mayor nunca había sido tan brusco y él se estaba preocupando.

- ¡Sasuke!

El ojiazul seguía sin recibir respuesta oral alguna, lo único que hizo Sasuke al entrar a la habitación fue lanzar a su parea bruscamente contra la cama.

- ¡Sasuke! ¡¿Qué diablos...?!

No concluyó lo que decía, ya que Sasuke había tirado la puerta haciendo mucho ruido. Luego este fue a la cama para estar con el rubio y comenzó a devorarselo a besos mientras con una de sus manos se apoyaba en la cama y con la otra alzaba el polo que traía puesto su lindo ojiazul dejándolo, de esa manera, expuesto a él para luego, con aquellas caricias a sus pezones, incitarlo a querer más . Cuando ya le faltaba el oxígeno Sasuke se separó de su novio, quien estaba completamente sonrojado, aunque no perdió el tiempo y aprovecho en deshacerse del pantalón y ropa interior de este y tener aquella preciosa vista de este.

Naruto ni siquiera tenía tiempo de reaccionar. Todo ello pasaba tan rápido y él que estaba con las hormonas alborotadas por las caricias de su azabache... no sabía ya en qué pensar. Solo quería más de Sasuke, lo demás no importaba. Ya no.

El ojiazul comenzó a abrazar de manera posesiva a su pareja, rápidamente lo atrajo hacia sí mismo y comenzó a besarlo, mientras ocurría ello ,sus manos descendieron por la espalda del moreno y aprovecharon en quitarle el polo que traía puesto: dejando a la vista aquel torso lo suficientemente trabajado como para llamar la atención de sus hormonas. Debido a la falta de aire entre ambos jóvenes, tuvieron que separarse temporalmente de nuevo. El mayor comenzó a besar nuevamente al su pequeño rubio en el mientras masajeaba su miembro con el único fin de excitarlo, más de lo que ya estaba, a tal punto de dejarlo con una erección.

Sasuke no se aburría de manosear a Naruto, no debía, no por el momento. Quería torturarlo con placer solo por unos momentos más: debía reconocerlo, el también estaba duro como una roca, así que continuó con lo suyo. El moreno descendía cada vez más y por cada acto sobre el cuerpo del blondo era muy excitante para ambos, como cuando estuvo primero por los pezones de este: haciendo unos movimientos circulares sobre uno de estos y hacía lo mismo, pero con su lengua, sobre el otro dejándolos erectos. Además, que escuchar aquellos gemidos que lo llamaban volvían loco al Uchiha.

- Hng...Sa...¡Ah!...Sasu...ke...Sa...su...ke

El mencionado seguía descendiendo dejándole marcas de besos por todo el torso hasta llegar al miembro del menor, para sorpresa de este, Sasuke lo tenía en la boca y con su lengua incitaba al blondo a eyacular. Ya no podía más. Era demasiado.

- Ya... no...Sasu...ke- rogaba el pequeño ojiazul, sabía que estaba en su límite- voy...a...

El aviso no fue a tiempo, así que el menor se corrió en la boca del mayor, quien se tomó su esencia con todo el placer del mundo.

- Sa...Sasuke, no hagas eso ¡Es muy vergonzoso!- dijo el menor cubriéndose la cara rojo de la vergüenza.

- ¿Por qué no? - preguntó el moreno tratando de molestar más al rubio.

- Solo no lo hagas ¡Idiota!- respondió con un puchero el blondo.

El azabache se acercó a la cara del menor, quedando a escasos centímetros de este y lo miraba fijamente.

- Yo lo haré cuando quiera- contestó para luego besar apasionadamente a su indefenso chico de ojos azules, quien lo abrazaba apegando su cuerpo más al suyo.

Naruto aprovecho y logró poner a Sasuke debajo de él, el azabache no sabía cómo, pero el menor lo había logrado.

- Al parecer tienes mucha energía- dijo el ojinegro mirándolo con una sonrisa que indicaba superioridad a su queridísimo novio.

- Así parece...- respondió el menor

Ahora era Naruto quien comenzó a besar a su pareja, dejándole marcas en el cuello: no le parecía justo que Sasuke sea el único que dejara ello tras tal excitante encuentro, incluso se deshizo de aquellos molestos jeans y ropa interior que traía puesto este. Sin embrago, el azabache no se quedaba atrás y comenzó a masajear el miembro del menor incitando su miembro otra vez, y tampoco iba a dejar a aquel chico dominara, así que se apresuró en coger el lubricante que estaba, para su suerte, en la pequeña mesa de noche, no muy lejos de su mano por supuesto. Cuando logró alcanzarlo, echó un poco sobre sus dedos y así preparó al rubio para la parte más importante de la noche.

Primero introdució un dedo en la cavidad del menos, tomándolo por sorpresa, lo que provocó un gemido más ruidoso que los anteriores

- ¡Ah...!¡Sasu...ke...!

Luego de excitarlo un poco, comenzó a subir el nivel a dos dedos e incluso tres. El rubio no podía más, esta vez la excitación era mayor que en el momento de la felación...mucho mayor. Y para buena suerte de este, el uchiha decidió invertir los papeles de nuevo.

- Y así volvemos al princion ¿no, Naruto?

Luego de haberse jactado de su dominación en la cama, Sasuke se acercó al oído del excitado ojiazul, para luego provocarlo más con sus susurros.

- ¿Lo quieres ya, Naruto?- aquello hizo que el cuerpo del pequeño reaccione más ante la situación en la que se encontraba.

- Sasuke... por favor...hnng...- rogó Naruto entre suspiros y gemidos.

- Dime qué te dijo Gaara primero.

Naruto no podía más, y si su novio quería saber aquella pequeñez, se lo diría. Lo quería ya, quería a Sasuke dentro de él en esos momentos y aún más con el paso de los segundoa, ya que este lo había comenzado a besar por todo su cuello de nuevo.

- Solo me dijo... que si necesitaba ayuda... para lo que sea...que lo busque... ¡Ah..!- gimió contaba lo sucedido con el pelirrojo.

- Pero... tú no necesitas de él... ¿verdad, Naruto?

De esa manera, volvemos a la escena inicial de esta historia.

- Hng...Sa...Sasu...ke- se podía escuchar una voz quebradiza llamar al mencionado- hazlo...Sasuke...- rogaba aquella delgada voz con un tono ronco.

- Este es tu castigo Naruto...- respondió el aclamado sujeto- tú no lo necesitas a él... tú no necesitas a nadie que no sea yo, Naruto- reprochaba con placer de observar al menor.

- No...Sasuke...- contestó obediente.

- ¿No qué?- preguntó insistente al pobre blondo.

- No necesito a Gaara...solo te necesito a ti...Sasuke...

El Uchiha estaba complacido de escuchar a su chico de ojos azules decir eso, le excitaba más el hecho de que al llamarlo diga que lo necesita a él y a nadie más. Siempre era así,y no solo con Sasuke, a Naruto le encantaba cuando él moreno se ponía así por él, pues, según este, significaba que lo amaba a morir; sin embargo, toda esa relación se basaba en la desconfianza y el sadomasoquismo. Ambos disfrutaban de ello, incluso si a veces el blondo se hacía el rebelde, como en este caso, lo disfrutaban más aún, o cuando el azabache hablaba de su rubio como su posesión más valiosa.

Solo basta con observar a aquella mirada que te está dirigiendo mientras lo imaginas en este relato y él está con su Naruto. Obsérvalo bien, querida (o querido), sabes que esa mirada de superioridad no muestra algo como arrepentimiento por como vive él o por cómo hace vivir el resto de sus días al amor de su vida junto a él. Aquella mirada prepotente que oculta aquel miedo a perder lo poco que le queda, temor a perder a su amado por culpa del viento que produce la vida.

Notas finales:

El título se ve medio extraño y perdonen por eso, pero es algo que puse porque quería que lo analicen, pero mejor se los digo de una vez porque no entiendo porque pensé en hacer algo así LOL.

No es que la vida produzca viento, es solo que este mueve cosas tal vez nada, casi nada, poco, mucho o muchísimo, y en esta historia los personajes no quieren que nada se mueva. Como habrán leído, ellos solo quieren estar uno con el otro y seguir así sin importar nada ni nadie, ni mejorar o empeorar su relación. Ahí es donde aparece el viento que quiere mover algunas cosas, como por ejemplo Itachi, o todo, como al parecer quería Sakura. Cuando se menciona que la vida es lo que produce eso, quiero decir es que en la vida de presentan diversas circumstancias.  En resumen, es algo así como el temor de Sasuke y Naruto a los posibles cambios que podrían ser causados, en parte, por los personajes ajenos a su pequeño mundo.

Estoy fumada, lo sé. para otra vez me pondre a pensar en un título lindis.

Acerca de la historia en sí, no pensé que me quedara tan larga. Espero no haber hecho perder el tiempo a nadie. Gracias por leer este one- shot.  Quisiera saber sus opniones sobre esto mediante sus comentarios. Gracias.

 


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