Las flores no funcionan.
Los poemas son obsoletos.
¿Qué quiere que haga?
¿Qué Yi Fan vaya y pierda todo su orgullo solo por confesar que esta perdidamente enamorado?
No señor. Yi Fan no es de esos.
El es un caballero y prefiere acortejar a hacer alguna cosa que no sea de hombres.
Quiere ganarse su corazón poco a poco, con pequeños detalles, con pequeñas sonrisas y muchos sentimientos.
A él le enseñaron como ser un caballero.
Le enseñaron que la persona a la que amas, tienes que enseñarle que darías cualquier cosa por estar a su lado. Que tienes todo el dinero y tiempo para gastarlo con aquella persona por que estas dispuesto a dar toda tu vida por su felicidad.
Le enseñaron a amar aunque un fuese reciproco, porque, a final de cuentas, de decepciones aprende el corazón.
Es el clima.
No puede ser nada más.
La primavera es mala. Todas esas personas se creen felices porque no conocen la verdadera
felicidad. Viven en sus estereotipos de cómo debe ser la felicidad y no se preocupan por buscar una que sea verdadera. Su día se compone en creer que así están bien y no cambian para nada.
La gente está pegada como chicles en todas las calles. Todo mundo está enfermo de un amor pintado de rosa y hueco por dentro.
Aire es lo que hay en las cabezas de tosas esas personas.
Aire es lo que necesitan para vivir pero quieren algo idéntico a los demás.
Componen canciones buscando el amor, llorándole o siendo felices por tenerlo. Hacen música siempre de lo mismo.
Hay gente que se moriría de amor, pero Byun Baekhyun no.
No hay mes que odie más que Febrero y toda la gente falsa en las calles. El consumismo está
acabando con este mundo y a veces solo quiere encerrarse con su gato y contarle todas sus penas en vez de escuchar lo mismo de todos los años por la radio.
Para su desgracia, el gato no tenía comida y no tuvo otro remedio que ir a la tienda más cercana por grandes dotaciones.
Salió de su casa, era un día muy agradable como para ir a tomar el metro. Prefirió caminar para hacer un poco de ejercicio –para después irse a sentar en su computadora y no salir hasta que llegase su pizza.
No se dio cuenta que un guapo y muy alto hombre le seguía desde que había salido de su casa.
Estaba tan distraído en recordar otras que cosas que debía comprar (delineador va en el #1 por supuesto).
Aquel galán de telenovela (¿dorama? ¿Comedia estadounidense?) Levantaba los suspiros de todas las señoritas a su alrededor y siendo el joven educado que era, les dedicaba una dulce sonrisa mientras seguía con cautela a su amado.
El joven que tenía un gato hambriento en casa, no tardó mucho en ir a la sección de cosméticos, donde selecciono su delineador favorito (obviamente solo quedaba uno, ya que el siempre se compra todos) .
Siguió con su recorrido hasta llegar a la sección de animales, tomó varios sacos de comida para gatos y unas cuantas latas. Para ir a donde se encontraban las cajas, tenía que pasar por la sección de embutidos y la panadería. Tomó su carrito y como un niño se trepó en el (no le importaba si lo veían, al fin y al cabo no salía mucho de su guarida). Al estar a una vuelta de llegar a las cajas, chocó con un extraño.
Baekhyun se disculpó enseguida y notó que había derribado a un hombre demasiado guapo y que le había destrozado un pastel enorme. De una forma extraordinaria, se puso a calcular cuánto costaría aquel pastel y cuantos costales de comida tendría que regresar para poder pagarle. Antes de que pudiese decir algo mas, aquel joven se levantó (el pequeño Baek estaba tan perdido en sus pensamientos que olvidó ayudarle a pasarse) le dirigió una magnifica y encantadora sonrisa que hizo que las mejillas del atacante se volvieran aun mas rosa que la decoración de aquel pastel.
Ese hombre era inhumanamente bien parecido.
Es ilegal ser así de hermoso.
El joven amante del delineador se quedó sin habla, perdido en esos ojos marrones que le miraban a través de unos lentes cuadrados. Su mirada era fría pero era tierna (¿tierna?) y parecía que le hacía mucha gracia todo aquello.
Aquel hombre alzó la mano y tomó la del joven Byun, le dio un apretón y como todo galán de telenovela (insisto, de telenovela) y se quitó los lentes.
Baek necesitaba ir corriendo a la parte de electrodomésticos para ponerse un ventilador en la cara.
No.
No hay persona en el mundo que lo haga hiperventilarse y mucho menos aquel -hermoso- extraño.
—¿Me podrías hacer el honor de ir a comer conmigo?
—¿Honor?, disculpa, acabo de tirar ese gigante pastel ¿y me pides que vaya contigo?. —Pregunto Baekhyun, las palabras de aquel -maravilloso- hombre le habían tomado por sorpresa.
—Sí, quiero tener una cita contigo.
—¿No estás loco? ¿Te afectó el golpe? Podemos ir al hospital y-
—No. — Contesto el desconocido con una muy sonrisa muy grande —Si estuviera loco, no te lo pediría y te llevaría conmigo hasta el fin del mundo.
Que cursi.
Pero ahí estaba Baekhyun. Sentado en un restaurante de comida rápida. Comiendo un hot dog con una salchicha cruda.
Pero bueno, tenía enfrente a un hombre – o semi Dios- que a pesar del aturdidor griterío de los niños, sonreía como si fuese el último día para que lo pudiera hacer.
Su sonrisa tal vez no era tan perfecta y parecía que le dolía cuando lo hacía, pero la intención era lo que contaba.
—Me llamo Wu YiFan y digamos que todo lo tenía planeado.
—¿Todo?
—Sí. No tenías ni siquiera la necesidad de comprar toda esa comida. Esta en tu jardín trasero.
—¿Por qué lo hiciste? Eh… ¡Eso significa que entraste a mi casa! —Le grito Baekhyun ¿con que derecho entraba a su casa? …
—No, no fui yo, le pedí a uno de tus amigos que sacara las cosas y todo resultó conforme al plan. —Contestó con voz serena el joven Wu.
—¡¿Cuál plan?!
—Mi plan para que te enamores de mi.
—No creo en eso, mejor vete.
—Puedo hacer que creas en eso. En un mes. —Su tono cambió a ser serio. Le miró fijamente mientras meneaba su refresco y le daba un trago.
—¿Y que si no lo haces? — Baekhyun empezaba a dudar… ¿y si todo era una trampa de alguno de sus amigos?... a la vez, quería intentarlo. YiFan no se veía como una mala persona además de que era demasiado guapo como para negarse.
—¿No me crees?. Pues te voy a enamorar, no importa que.