El chico sale a matar
Capitulo1
Todos vestidos completamente de negro. Todos menos Naruto. Naruto está con una camisa blanca muy bien planchada e impecable, con caquis marrones oscuros, una corbata negra bien ajustada y zapatos negros así mismo.
Los invitados son amigos del fallecido. En realidad son solo personas que solían conocer al fallecido, los pocos amigos que tuvo eran falsos, por lo que su vida no fue precisamente un éxito en lo que amistad y lealtad se refieren. Pero ahora muchas personas estaban alrededor de su féretro, y muchas personas habían mandado flores también, porque fue un buen hombre y buenos hombres merecen un velorio con sala llena.
Naruto tuvo el tiempo de estar con su padre y ver la felicidad en su rostro los últimos seis meses de su vida. Minato ya había sido diagnosticado con cáncer, sin embargo vivió su vida al máximo durante todos los días que tuvo a su hijo al lado.
Muchos se le acercan a darle las condolencias. Muchos lo miran juzgonamente por no presentar mucho dolor en su rostro. Pero la verdad es que Naruto no estaba triste, tampoco feliz. Estaba aliviado. Había sido testigo los últimos meses como su padre tenía que tomar pastillas cuando dolores insoportables atacaban su cuerpo y como se despertaba muchas madrugadas a vomitar. Estaba aliviado de que su padre estuviera en un lugar mejor, y por eso rehusó vestirse de luto.
“Odio la gente hipócrita” dijo su padre probablemente dos meses atrás. “Se visten de negro solo porque los demás lo hacen y fingen un dolor que en realidad no está ahí. Estoy seguro que muchos incluso estarán felices de que me muera”.
Naruto se cansa de estar al lado del ataúd y se dirige hacia los arreglos florales que han sido mandados. Empieza a leer cada uno de ellos, solo para ver quiénes son aquellas personas que jamás conocieron a su padre pero que desean quedar bien con Naruto ya que ahora él será el dueño de Namizake Enterprises. Lee cada uno de ellos, y como pensaba, son personas que no ha conocido y que sospecha no desea conocer.
Un arreglo floral le llama la atención. Es el más grande en la sala. Ve la tarjeta y se da cuenta que está vacía, excepto por una sola letra impresa en ella: “S”. Entonces su corazón se le para. De repente voltea y mira hacia todas las direcciones, buscando a esa persona que cree mandó ese arreglo floral. Empieza a andar por toda la recepción, buscando, pero se da por vencido, sabe que no lo va a encontrar.
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Naruto regresa a la casa en la que vivió con su padre los últimos meses. Todo sigue igual. Ahora comienza la peor parte: empacar. Sabe que alguien tiene que ver por la empresa que su padre dio mucho de su vida. Sabe que tiene que regresar a la ciudad para evitar horas de viaje. Sabe que, como heredero, tendrá que tomar decisiones importantes con respecto a contabilidad y finanzas y todos esos temas de los que no ha escuchado hace mucho tiempo, cinco años y algunos meses.
Antes de empezar a hacer todo, decide ir al cuarto que una vez le perteneció a su padre. Abre los cajones y saca álbumes en los que, cronológicamente, se presentan imágenes de su padre y su madre, ambos jóvenes y tomados de la mano, felizmente enamorados. Realmente no recuerda a su madre. Luego abre el álbum de la boda y observa como ambos, jóvenes aun, posan felices para las cámaras con familiares alrededor.
Finalmente abre el álbum en el que están todas las fotos en las que está él de pequeño. En ellas ya no sale su madre. Solo sale un confundido Minato, con Naruto en brazos. Entonces Naruto suelta una lagrima. Ahora si se puede permitir llorar, no hay nadie alrededor.
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Deidara, 32 años de edad, cabello rubio y largo amarrado en una coleta, entra al departamento que comparte con Sasori, también de 32 años. Las luces están apagadas, por lo que supone que su compañero no está en casa aun.
Prende las luces y se encuentra con una imagen algo confusa. Primero cree que su mente le está jugando una mala pasada, pero mira bien y se da cuenta que, en efecto, es un muchacho el que está sentado en la mesa del comedor pasando la sala. No se ve muy bien ya que el alcance de las luces no es mayor, pero puede decir con solo una mirada que la persona no es Sasori, su compañero. Entonces busca rápidamente dentro de su chaqueta para sacar KMK-512 que lleva consigo. Pero antes de alcanzarla, siente como un dardo impacta su hombro y pierde el equilibrio y movimiento de su cuerpo en los siguientes segundos.
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Naruto recuerda a Sasuke de repente. Empacando sus cosas y recordando que va a volver a la ciudad, recuerda como hace un año Sasuke se esfumó de su vida y nunca apareció. Por los primeros meses Naruto revisaba su computadora, entrando al correo que Sasuke le dio alguna vez, el correo que era “seguro”. Pero nunca recibió nada de ninguna manera. Sabe que Sasuke hubiera hecho contacto con él si es que hubiera querido, pero todo eso indicó que no estaba interesado en volverle a hablar, y no sabía por qué. De repente esa duda ha vuelto a florecer en Naruto. Se pregunta si Sasuke habrá vuelto a su departamento y habrá visto la carta que él le escribió.
Han pasado seis meses desde que Orochimaru desapareció. Simplemente desapareció, así como Sasuke. De repente se esfumó de este mundo. Naruto vio todos los reportajes que se daban sobre él, como había vaciado todas sus cuentas del Banco Suizo y había escapado a alguna parte una vez que se descubrió su complicidad con bandas narcotraficantes y con prostitución de menores. A pesar de todo, nunca dio su testimonio a la policía.
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Deidara despierta completamente confundido. Se da cuenta que sus brazos están atados hacia el techo, y que su boca está tapada con cinta. Solo las puntas de sus pies desnudos chocan con el frio suelo. Entonces mira por completo al chico que creyó ver. Pantalones ajustados negros, una camiseta sin mangas muy gastada y negra también. Es un chico bastante delgado, con cabello sumamente negro y algo largo, con piercings en muchas partes de su rostro y con tatuajes igualmente visibles. Pero lo que más le asusta son sus ojos, pintados con negro alrededor, y en contraste con su piel sumamente pálida le dan un aspecto fantasmagórico.
- Al fin despiertas.
Deidara se da cuenta de que la pistola que tenía en su chaqueta ahora está en las manos del muchacho.
- Si quieres herir a alguien, la próxima vez consíguete una cosa mejor que esta porquería.
Tira la pistola con fuerza hacia alguna parte, desapareciendo a la vista de Deidara. El rubio se asusta. Es más que obvio que el chico que está viendo ahora mismo es un completo psicópata, lo puede leer en todo su rostro. Deidara observa a su alrededor pero se da cuenta de que ambos están solos. No hay nadie más, solo ese muchacho misterioso y él, atado hacia el techo. Empieza a pensar rápidamente en como escaparse, pero le es imposible, además de que es un nudo muy bien atado no tiene muchas posibilidades.
El muchacho saca una pistola esta vez de su propia chaqueta. Una TAURUS PT138 MILLENNIUM PRO. Silenciador incluido.
- Quiero que me escuches con atención – le habla a Deidara – te quitaré la cinta de la boca, y si hablas antes que te lo permita, o gritas y pides auxilio, te dispararé en el estomago y en la pierna y me largaré.
Deidara primero duda que un muchacho de su edad vaya a empuñar un arma, pero después de haber escuchado la voz tétrica con la que ha dicho esas palabras, se asusta y está dispuesto a obedecer todo lo que diga.
Le quita la cinta de la boca con fuerza, a lo que Deidara suelta un fuerte sonido de dolor. Pero el muchacho lleva su dedo a la boca, en señal de silencio. Deidara entiende.
- Me vas a responder algunas preguntas. Me tienes que responder con la verdad. Créeme, sabré si es que mientes, así que no juegues con tus oportunidades y dime todo lo que sabes.
Deidara entra en pánico. Cada vez que este chico habla sus palabras se penetran más en el subconsciente de Deidara y le hacen pensar que este es su fin. No entiende en primer lugar como ingresó a su propiedad. Ahora tiene que responder a preguntas dadas por este muchacho al que no conoce.
- ¿Dónde está Itachi en este momento? – pregunta.
Deidara entiende todo.
- Te juro que no se. No lo he visto en mucho tiempo, por favor déjame….
- Cállate ahora mismo, o disparo.
Deidara mantiene la calma.
- He hecho una pregunta, y quiero que me la respondas.
- No lo sé. Te juro que no lo sé – responde, esta vez más calmado.
El chico observa bien el temor en el rostro de la persona que está al frente suyo. Le da lástima. Pero está diciendo la verdad.
- Bueno, ya que no me serviste con esa pregunta, hare otra. ¿De dónde tú e Itachi se conocen?
Deidara se queda callado un momento, tratando de poner todos sus pensamientos juntos.
- Él y yo fuimos amigos hace mucho tiempo. No lo he visto hace más o menos cinco años – sigue sin que el muchacho lo interrumpa – Nos conocimos en una reunión de… en una reunión. Nos hicimos buenos amigos y vivimos juntos por unos meses.
Deidara entonces recuerda su vida con Itachi en ella. Fue una pesadilla. Pero al recordar a Itachi y al ver al muchacho al frente de él, y a pesar de todo el maquillaje que lleva puesto, se da cuenta de que ambos se parecen. Se parecen mucho.
- Quiero que me respondas esta pregunta: ¿es cierto que tú e Itachi, además de otras personas, fueron los que iniciaron la red criminal que ahora es manejada por él y que tiene como cometido explotar a menores de edad y meterlos en la prostitución?
Deidara se queda con los ojos totalmente abiertos. Nadie nunca ha sido capaz de descubrir tal información. Su asociación es completamente secreta y nunca nadie ha sido capaz de segregar información de esta, y el hecho de que este muchacho tan joven sepa que él fue un miembro de ella lo confunde.
- Responde.
- S… si, es cierto.
Ve la furia en el rostro del muchacho terrorífico.
- Quiero que me des los nombres de las demás personas que alguna vez estuvieron involucrados en esto, y quiero que me digas cuales son miembros activos y cuáles no.
- No se la respuesta a la última pregunta, pero se quienes fueron aquellos que alguna vez estuvieron involucrados.
El muchacho de los tatuajes se queda callado, dándole a entender que espera la información.
- Primero: yo. Mi compañero de cuarto, con el que vivo ahora, también una vez estuvo involucrado, pero ya no más. Después los demás fueron personas que yo no conocía muy bien, así que trataré de recordar sus nombres. Uno era Hoshigaki Kisame. Recuerdo su apellido porque estaba muy unido a Itachi por algún motivo. Otro se hacía llamar Zetsu. Otro se hacía llamar Tobi. Después estaba Hidan y después…
Al parecer, Deidara ya no recuerda más.
- Es suficiente, creo saber quienes siguen luego.
Deidara aun sigue temblando, además de estar perdiendo la fuerza en sus brazos ya que sus pies tocan siquiera un poco del suelo.
- Ahora quiero que veas algo – dice el muchacho demoniaco.
Se dirige hacia una mochila que ha estado en el suelo todo el tiempo y saca un folder manila. Lo abre y saca muchas fotos. Empieza a verlas una por una, y luego las voltea, una por una así mismo, mostrándoselas a Deidara.
- ¿Este eres tú?
Deidara mira las fotos y su presión baja aun más. Empieza a sentir ese sudor frio a través de la espalda, dándole un miedo más allá de lo que le están haciendo en este momento.
- He hecho una pregunta. Responde.
- Si… sí, soy yo.
El rubio de pelo largo no lo cree. ¿Cómo mierda un niñato como el que tiene al frente ha conseguido esas fotos?
- Esto es lo que va a pasar ahora: te vas a quedar callado. Si es que alguien se entera de que estuve aquí, incluso si es tu compañero de ahora mismo, Sasori, y que estuviste atado respondiendo a mis preguntas, estas fotos serán “enviadas anónimamente” a la policía. Y como tú lo sabes, no queremos que eso pase. Vendré otro día, si es que necesito alguna otra información.
Deidara asiente con la cabeza, sin poder decir nada. Esas fotos mostrándole desnudo junto con un muchacho claramente menor de edad son demasiado comprometedoras y significaría muchos años en la cárcel. Además, si es que no fuera encarcelado, sabría que los matones de Itachi lo matarían debido a que Deidara ya no tiene nada que ver con la prostitución de menores pero alguna vez lo tuvo, e Itachi no perdona.
Sin ningún aviso, Deidara recibe un golpe en la cabeza que lo deja inconsciente. Después de una hora Deidara despierta, para encontrarse en el suelo de su apartamento, como si nada hubiera pasado. Revisa todas las habitaciones y se cerciora de que todo esté completo. Luego vuelve a la sala. Se da cuenta de que el chico ese dejo una de las fotos que le mostro, en la que él está en la cama, con ese menor de edad tocándole la entrepierna con las manos. Rápidamente rompe la foto y la tira a la basura.
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Han pasado algunos días desde que el velorio tomó lugar. Naruto tuvo que llamar cuanto antes a su agente de bienes raíces para que le encontrara un apartamento de renta que se encuentre cerca del edificio de Namizake Enterprises. Al final le encontraron un apartamento a su medida y que tenía todo lo necesario para que sobreviviera mientras buscaba uno para comprar.
Ahora se encontraba desempacando todo y poniéndolo en su lugar. Ya que quería evitar la fatiga de contratar a camiones de mudanza decidió que eso lo haría luego y que por ahora no cocinaría y que comería afuera, además de lavar su ropa en muchas de las lavanderías de la zona. Lo que más le importaba ahora era ponerse a trabajar cuanto antes.
Se fue a visitar a Gaara mientras pudo. Se saludaron muy cordialmente ya que no se habían visto en ya mucho tiempo y decidieron tomar un café en el centro. La conversación fue rara, como se suponía sería, ya que terminaron de una manera muy confusa. De hecho, empezaron su relación de manera muy confusa.
Después de una hora juntos decidieron cada uno irse por su lado. Quedaron en juntarse otra vez dentro de algunos días pero ambos sabían que habían dicho eso solo por decir. No pasaría.
Lo que Naruto hizo luego fue ir al departamento de Sasuke. Toco la puerta y estuvo ahí por alrededor de media hora, pero no recibió respuesta y vio que no había nadie adentro debido a las luces apagadas, así que se rindió.
Mientras salía del apartamento, vio como la motocicleta de Sasuke pasaba por la pista a alta velocidad. Primero se sorprendió y trató de mantener la calma, pensando en que Sasuke no es el único en tener una motocicleta en la ciudad. Pero de repente, en cuestión de instantes, estuvo seguro de que la persona que estaba subida en la Harley-Davidson era nada más y nada menos que Sasuke. Lo que le extraño era que no paró en su apartamento y, al contrario, siguió el camino. ¿Será que Sasuke ya no vive ahí? Naruto trató de seguir la motocicleta con la vista y se dio cuenta de que paró unos bloques más allá.
Empezó a correr, en dirección a la motocicleta. El que maneja, posiblemente Sasuke, se baja de la Harley Davidson mientras Naruto observa desde lejos, aun corriendo para llegar a su destino. Naruto empieza a gritar “Sasuke” desde lejos, a lo que el motociclista entra a un edificio, dejando su moto estacionada afuera. Naruto llega y ve la motocicleta y ve que, en definitiva, es la misma motocicleta en la que alguna vez hace unos meses se subió. Incluso recuerda el número de placa. Mira alrededor y entra al edificio al que el posible Sasuke entró. Mira a sus alrededores y ve que hay escaleras y ascensores. Ya lo perdió. No hay forma alguna que lo encontrará en este edificio de al menos veinte pisos. Lo que también le sorprende es que hace Sasuke aquí.
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Uchiha Sasuke, 23 años, está en el ascensor aliviado de no haberse encontrado con Naruto. ¿Qué estaba haciendo aquí, en primer lugar? Sabía que no había sido una buena idea mudarse muy cerca a donde solía vivir.
Sale del ascensor una vez llegado a su piso destino. No tuvo tiempo de guardar la motocicleta en el garaje del edificio. No importa, nadie la robará. Aun si la robaran sería mejor, ya va un buen tiempo que quiere deshacerse de esa motocicleta. Abre la puerta del pent-house que adquirió hace unas semanas. Cuatro cuartos. Seis baños. Sala gigante, cocina americana igualmente grande y comedor que puede juntar a al menos veinte personas. Sin embargo, todo está aun vacio. Una vez que había adquirido el apartamento, pagado totalmente en efectivo, se dio cuenta de que no necesitaba tantos cuartos. Solo iba a ser él. Ni siquiera tiene amigos. Da por hecho que solo compró ese gran piso con una vista hermosa de la ciudad porque tenía el dinero para hacerlo. Desde que robó todas las cuentas de Orochimaru en el Banco Suizo ha invertido todo el dinero y ha sido capaz de ganar mucho más. Por lo tanto tenía el poder de comprar un piso carísimo en una de las ciudades más importantes del mundo.
Abre su iBook y revisa sus mails, como siempre. Luego abre Asphyxia 1.3, programa que le permite ver escritorios y monitores a tiempo real de los usuarios en los que ha penetrado. Ve la computadora de Deidara, al que hace unas horas le hizo una visita. Mientras Deidara estuvo perdido en el golpe que Sasuke le proporcionó, este metió rápidamente un cedé de Asphyxia 1.3 y copio toda la información de su disco duro.
Abre la información del disco duro de Deidara y con lo que se encuentra son con cientos de fotos y videos de pornografía de menores. Este hombre es un enfermo.
Entonces trata de recordar todos los nombres que Deidara proporcionó. No es fácil olvidarlos porque ya ha escuchado de ellos. Sus dedos se mueven rápidamente, toqueteando las teclas del iBook y escribiendo todos los nombres. Es hora de investigar.
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Naruto se despierta muy temprano. No está acostumbrado a esto. Pero le prometió a su padre ya fallecido que se encargaría de la empresa, incluso si eso significa decir a todo “si” o “no” y dejar que los verdaderos profesionales hagan el trabajo de finanzas y administración. De hecho Naruto estudió Negocios en la universidad, pero eso fue hace mucho tiempo y no recuerda ya nada de lo que aprendió.
Llego igualmente temprano al edificio de Namizake Enterprises. Les dijo a todos un “Buenos Días” pero el ambiente se sentía muy raro. Al parecer les costaría acostumbrarse a un nuevo dueño. Como sea, ya los llegaría a conocer en la reunión del mediodía.
Sube a la oficina, la que alguna vez le perteneció a la cabeza de la empresa, el señor Orochimaru. Mira todos los periódicos que están en su mesa y no cree lo que lee.
“Cuerpo del hace seis meses desaparecido Orochimaru han sido encontrado a orillas del mar, hace unas horas”
“Extremidades desmembradas metidas en bolsas darían a conocer que Orochimaru nunca se escapó del país y que, en realidad, fue brutalmente descuartizado”
“Policía cree que Orochimaru, encontrado esta madrugada completamente desmembrado, fue presa de un ajuste de cuentas de parte de las organizaciones de prostitución de menores y narcotráfico con la que alguna vez estuvo vinculado”
Naruto entra al internet rápidamente. Empieza a entrar a todos los diarios electrónicos de la web y encuentra fotos que muestran incluso la cabeza decapitada de Orochimaru entre las demás partes corporales. Entonces se lleva la mano a la frente, sin poder creer lo que está viendo. Orochimaru estaba muerto. Ha sido asesinado, y de la peor manera posible. Ha sido descuartizado y lanzado al mar. Y esto tiene que haber sido cuando desapareció por completo. Por eso no se podía encontrar rastro alguno.
Entonces siente un fuerte dolor de cabeza. Sasuke desapareció casi al mismo tiempo en el que Orochimaru desapareció. Sasuke desapareció y unos días luego la policía daba por hecho que Orochimaru se había escapado del país. Pero ahora que es un hecho que Orochimaru ha estado todo este tiempo muerto, ¿será que Sasuke fue el que lo asesinó? Naruto se repite que Sasuke puede ser la persona más rara que exista pero nunca mataría a nadie…
¿… o sí?
Naruto se para del asiento después de haber estado diez minutos meditando la noticia de la muerte de Orochimaru. Sale de su oficina y baja hacia el primer piso del edificio para salir de ahí. Llama a un taxi e indica la dirección donde se encuentra el edificio en el que Sasuke ingresó. Algo le dice que lo encontrará ahí…