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Enamorado de mi enemigo por 2MJK

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Notas del capitulo:

Aquí llega el mejor dúo de comediantes de la red. Solo que no somos comediantes. Y ni siquiera hacemos gracia. 

¿Ha pasado mucho tiempo, verdad? Esto debería ser una disculpa en condiciones, pero yo no sabemos hacer de eso.

Esperamos que os guste el capítulo uno y prometemos actualizar antes del próximo año la siguiente vez :3

 

Capítulo 1: Aprendiendo a convivir

 

Hacía ya una semana que Taemin y Key se habían mudado al piso y desde el primer momento entre Taemin y Minho hubo miradas, miradas que no eran muy agradables.

El moreno creía que aquel crío le iba a traer muchos problemas y el pelirrojo detestaba la forma lasciva con la que él miraba a Kibum.

Aquella mañana de Sábado el ambiente era muy pesado entre ellos, pero los demás parecían no darse cuenta. El más pequeño estaba de pie en la puerta del comedor, acaba de salir de la ducha y su cabello mojado dejaba caer gotas de agua encima de su ropa. Los demás estaban desayunando con la televisión encendida, pese a que no le dedicaban ni un ápice de atención.

Jonghyun leía el periódico, buscando un nuevo trabajo, avergonzado de admitir que le habían despedido de nuevo.

Onew estaba centrado en el desayuno y en ninguna cosa más.

Y Key y Minho hablaban de cualquier cosa y se reían por tonterías, era una risa sincera la que salía de los labios del rubio, pero la de Minho había dejado de serlo cuando Taemin había empezado a mirarlo mal, dos, tal vez tres minutos atrás. Ocupado en reírse el otro tardó bastante en reparar en la presencia de su amigo.

— Buenos días bebé. ¿Quieres un croassant? — preguntó al fin, viéndolo, y le señaló una silla. Se levantó a buscar el zumo de naranja, dejando a Minho con las palabras en la boca y visiblemente molesto.

— Buenos días — contestó y le sonrió a Kibum. Segundos después, aunque él no lo viese puesto había bajado la cabeza como si su café fuese la cosa más apasionante de la habitación, le sacó la lengua al moreno.

— Taem — dijo Jonghyun quien acababa de cerrar el diario y se bebía las últimas gotas de su propia taza — ¿Haces algo hoy? Es que necesito que me acompañes a un sitio.

— Por mi vale — Tardó casi un minuto en contestar. Estaba sorprendido. Además de que solo hacía una semana que conocía a Jjong, ellos dos no habían hablado demasiado. Pero como Key estaba ocupado tonteando con aquel idiota que iba de Don Juan, no le importó alejarse de allí por un tiempo.

...

 

— ¡¿Viste la cara de esa mujer?! — el pelirrojo no podía dejar de reír, y debía admitir que no lo hacía en días.

Habían terminado de repartir currículos, que era lo que Jonghyun quería que le ayudase a hacer, y en esos momentos estaban en un bar-centro recreativo jugando a un juego de disparo cuyos gráficos prehistóricos les arrancaban muchas risas.

— Se parecía a mi tía — bromeó el rubio antes de terminarse de un sorbo su cerveza. — ¿Pedimos otra ronda?

— Claro — Taemin no tenía edad de beber, pero el camarero, al parecer amigo de Jjong no tenía ningún problema con eso.

— Me alegra verte reír de esta forma. Creía que no sabías hacerlo.

— ¿Y eso importa para algo?

— N-no — intentó excusarse, pensando que se había enfadado.

— La verdad es que qué tus padres te echen de casa y te digan que no vuelvas hasta que te hayas curado y con una mujer no es algo que te ponga muy feliz — comentó — y que tu único apoyo pase de ti para tontear con un imbécil...

— ¡Menos con Minho! No es imbécil...quizás llega a idiota — el otro saltó en defensa de su amigo — Mira, lo siento por lo tuyo. Si te interesa tengo un amigo gay que no está mal, tal vez te consuele, ya me entiendes...¡Tú, trae dos más! — Taemin no podía dejar de carcajearse.

— Pues oye, si no está pillado no me iría mal salir y distraerme — comentó a la par que agarraba la cerveza que le alargaba Eunhyuk, el camarero.

— Me toca — Jonghyun cogió el simulador de escopeta y se situó en el taburete. Taemin echó otra moneda y observó como su compañero de piso se disponía a perder de nuevo, como había hecho las tres últimas veces.

 

...

 

— ¿Estas son horas de llegar? ¡Salisteis a las cinco y son las doce y media! — A Taemin le daba igual lo que le estaba chillando Key. Se lo había pasado mejor en una tarde que en los pasados dos meses. — ¡Tú, idiota! ¿Dónde has llevado a mi bebé tanto tiempo? ¿Te ha hecho algo? Te recuerdo que tienes novia, chucho.

— Te equivocas, yo no estoy en esa acera — el semblante del rubio más bajo se había tornado triste de golpe, y se había marchado a su habitación cerrando de un portazo.

— ¡Kim Kibum, ve y discúlpate! — le dijo molesto el otro.

— ¿Yo? ¿Disculparme? ¿Con él? Creo que las cosas no funcionan así. — suspiró y se quedó en silencio durante un largo rato. — ¿Quieres cenar? — dijo al fin, cambiando de tema.

— Ya comimos, pizza. — Taem no se había movido de allí. No sabía muy bien el qué, pero conocía a Key desde hacía mucho tiempo, y entendía cuando algo no andaba bien. — ¿Quieres que hablemos?

— En realidad...ya me iba a la cama. — mintió. Minutos antes estaba sentado con Onew y Minho viendo una película,divertida de lo horrible que era, pero había dejado de importarle.

— Entonces yo también me iré a dormir — hasta esos momentos no se había dado cuenta de lo cansado que estaba, había sido un día muy largo.

 

...

 

Lo peor de todo empezó ese Domingo en la mañana, o mejor dicho al mediodía. El pelirrojo se levantó cuando el sol le dio en toda la cara y se encontró con una nota en la cama de su mejor amigo. Genial. Había salido a visitar a alguien y no iba a regresar hasta la noche.

— Buenos días — saludó a un comedor...¿vacío? Se sirvió el mismo la comida, que consistió en recalentar un plato de la cena de la noche anterior, y reparó en que la casa estaba totalmente en silencio. ¿Habían salido todos?

— Parece que estamos solos — al escuchar esa voz deseó que aquel último pensamiento hubiese sido verdad — podríamos aprovechar y hablar, diría que nos hace falta.

— No hablo con idiotas — murmuró Taemin. — A ver, enano. Tu tampoco me gustas a mí, pero no te he hecho nada. Aún, que ganas no me faltan — le dijo el moreno.

— ¿Eso es una amenaza?

— Una advertencia, mejor dicho. Bueno, al grano. Tu no me gustas porqué creo que solo nos vas a traer problemas. ¿Por qué mierda te caigo mal yo a ti?

— Porqué no te interesa Kibum. Ni una sola de sus sonrisas, ni una de sus palabras...solo te interesa su trasero.

— ¿Qué pasa? ¿Lo quieres para ti? ¿O quieres mi polla en el tuyo? — Minho se río de su broma de mal gusto y tomó un sorbo de la bebida del pequeño.

— Entonces, ¿lo admites?

— Yo no he admitido nada, solo intento entender tu lógica.

— ¡Es mi mejor amigo! ¡Normal que me preocupe por él!

— Jjong también es mi mejor amigo y yo no voy detrás suyo vigilando lo que deja o no deja de hacer cuando sale con tías.

— No es eso en absoluto.

— ¿Ah no? Dime entonces, cual es la puta diferencia.

— ¡Es imposible hablar contigo!

— Será porqué tengo razón — tras decir eso el más alto abandonó al otro dejándolo enfurruñado y sin ganas de seguir comiendo. Lo peor es que no tenía ni idea de donde estaba Onew y por lo que justo acababa de recordar, Jonghyun iba a pasar un día entero con Jessica, de manera que no le quedaba otra que aguantar a ese imbécil a solas durante lo que quedaba de día. Solo esperaba que saliese a buscarse una puta o algo similar para sacias sus ansias y su mal humor y le dejase en paz.

— ¿Estás haciendo algo? — le inquirió él cuando pasó por delante de la puerta de su habitación, abierta, y pudo ver como jugaba videojuegos.

— No te interesa. — Lava los platos y ordena un poco el comedor, ¿vale?

— ¿Y por qué no lo haces tu? Tampoco estás haciendo nada.

— ¿Quieres que le cuente a tu amiguito la conversación que hemos tenido hace un rato?

— Por mi de acuerdo, tu sales peor parado.

— Se te olvida una cosa...yo soy actor.

— ¿Y quién te ha dado ese título? ¿Un feriante?

— Estoy estudiando interpretación y dirección. ¿Vives aquí y ni siquiera sabes que estudian los demás?

— ¿Me interesa? — en realidad si que le interesaba, pero no iba a demostrárselo. Desde el primer momento imaginó que estudiaba algo más serio. Medicina o ingeniera. Pensó que le pegaba más. Aquello había sido una gran sorpresa. — Bueno, el ego de las estrellas te sobra, tal vez termines actuando en alguna obra de mala muerte.

— Y tu lavando los baños del teatro. Sé cuales son tus notas, no eres quien para hablar.

— ¿Y a ti quién mierda te da permiso para ir cotilleando mis cosas? — se enfadó el pelirrojo y molesto entró en la habitación para cotillear las cosas del moreno.

— Antes de ayer Key te gritaba por eso, recuerdas. Yo sí. Me reí bastante. ¿Que clase de idiota saca un 3 en matemáticas hiendo a un grupo adaptado? — citó las palabras exactas de Kibum, con quien no podía estar molesto ya que sabía que se enfadaba por su bien. Al mejor hacía mejor de madre que la suya propia.

— ¡No se me dan bien los números! — intentó justificarse, sin saber muy bien porqué.

— ¿Me interesa? — copiando las palabras de Taemin un par de minutos atrás puso la pausa al juego que no había dejado mientras hablaban y lo empujó fuera de la habitación antes de cerrarle la puerta en las narices.

— ¡Eres un imbécil! — gritó Taemin a la madera.

— ¿De verdad? Casi tan apasionante como mi videojuego. Casi.

El pequeño se encerró en su habitación y se tumbo en la cama a mirar el techo. En una cosa había tenido razón Minho, aunque le doliese admitirlo. No sabía nada de los demás. Pese a haber pasado un día genial con Jjong no sabía que tenía novia, y de Jinki solo sabía que prefería que le llamasen Onew. Ni idea de lo que estudiaban ninguno de los dos, y mucho menos de lo que les interesaba y les dejaba de interesar.

Antes con conocer a Kibum bastaba. Eso lo hacía mejor que nadie, suponía. A Key le gustaba el rosa, la moda, sacar fotografías con su vieja Polaroid, la comida de su abuela, los hombres masculinos y su sonrisa. Llevaban siendo amigos desde que Taemin se había mudado al mismo edificio que él, siete años atrás, y no confiaba en nadie más.

Tal vez era por lo mucho que le había ayudado con lo de sus padres se sentía molesto por la forma en la que Minho lo trataba. Quería que no le hiciese daño.

— ¿Debería buscar un trabajo yo también? — le preguntó al aire. Los padres de Key lo querían como un hijo más, y habían comprendido que tuvieran que mudarse para no encontrarse con los suyos propios en el edificio, pero odiaba depender del dinero de otros para pagar su alquiler. Se levantó y cogió su reproductor de música. Iba a encenderla y bailar un rato, para olvidar cualquier cosa cuando escuchó un grito.

— ¡Mierda, no había guardado! — viciado con el juego, ¿no? Al parecer el moreno tenía su punto de nerd.

 

Notas finales:

Bueno queridas lectoras, yo creo que mi compañera Ari se lo ha currado vosotras, no? esperamos que os haya gustado, sobre todo esperamos vuestros hermosos RW's<3


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