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Expo por Fyrea

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Notas del capitulo:

Se acuerdan que había dicho que le haría una continuación a este shot? Pues bueno, aquí está! (:

Siento la demora u.u Pero entre terminar la U y luego el comienzo de mi trabajo de verano no tuve mucho tiempo... pero ahora me di un relajo para escribir! c:

Bueno... Espero que les guste! n.n

Poco más de un año después...

 

Qué aburridos y desoladores se le antojaban los próximos días. Apenas era viernes y ya lo estaba lamentando. Se quedaría solo todo el fin de semana pues sus padres se habían ido a visitar a su abuela, y él no quiso acompañarlos por el simple hecho de no causarle un disgusto a la señora que lo había tratado de lo peor al enterarse de que tenía novio y no una novia como ella esperaba para su único nieto varón. No era como si Kibum nunca hubiera tenido ninguna relación antes de Jonghyun, pero esto era diferente, esto era importante, Jonghyun era importante, fue por eso que decidió contarle a su familia, a sabiendas de que podían reaccionar del modo en que exactamente lo había hecho su abuela. Aún así, prefería dejarles el nuevo sermón a sus padres, aunque ellos no se lo merecieran, por la buena voluntad y la comprensión que habían demostrado cuando les dio la noticia. Pero bueno, el enojo no le podía durar eternamente, ¿cierto?

De todos modos, lo que hacía más feo su panorama era que siquiera podría ver a Jonghyun, pues en esos momentos debería estar viajando a visitar a sus padres que vivían fuera de la ciudad, de hecho, Jonghyun aún vivía con ellos, pero mientras estudiaba en la universidad vivía en una pensión de estudiantes. Kibum no podía quejarse mucho sobre esto, ya que Jjong lo había invitado para que conociera a sus padres, pero el rubio se había negado diciendo que no quería incomodarlos con su presencia por no haber avisado con anticipación que llegaría junto a él, aunque la verdad era que se moría de los nervios de solo pensar en conocer a los padres de su novio, y no quería desmayarse la primera vez que los viera, necesitaba más preparación mental.

Luego de un rato de hacer zapping, soltó un gran suspiro al reparar que no había nada bueno en la televisión, así que la apagó y lanzó el control remoto al otro extremo del sofá donde se hallaba sentado y se lanzó al suelo, rodando de aburrimiento para después estirarse lo más que pudo sobre la alfombra. Miró al techo y se quedó sumido en los recuerdos de cómo había comenzado su relación con Jonghyun y de lo tonto que había sido en aquel entonces. Recordó ese primer beso con esa enorme maqueta en sus manos aquel día de la exposición, y cómo Jonghyun, días después, le había pedido que fuera su novio en medio de un beso en el tercer piso de la facultad de Arquitectura en la que ambos estudiaban. Rió para sí al recordar, hasta que el sonido del timbre lo interrumpió.

- ¿Quién puede ser? – pensó en voz alta. – Y a esta hora... – añadió mirando el reloj de pared que marcaba casi las nueve y media de la noche.

Al abrir la puerta se quedó pasmado de alegría y se lanzó a sus brazos. Jjong tuvo que hacer un esfuerzo para no caer de espaldas.

- Me encantan estos recibimientos – dijo sin soltarlo, dejándole un suave beso en el cuello.

- Pero... tú... ¿no que irías a ver a tus padres? – preguntó Kibum apartándose un poco.

- A tus suegros – le dijo en tono de burlona corrección, sabiendo de antemano que la reacción de Key sería un amplio sonrojo, un sonrojo que le encantaba y por ello se entretenía provocándolo. – Bueno, sí, pero... ¿Cómo podría dejar a mi lindo novio solo por todo el fin de semana? Sería un crimen – añadió riendo.

A cada segundo Kibum lograba sonrojarse más, si es que eso le era posible, y podía sentir el calor en sus mejillas, por lo que le tomó la mano a Jonghyun y lo encaminó hacia dentro de la casa. Jjong cerró la puerta detrás de sí y, ayudándose del agarre que había creado Kibum con sus manos, lo jaló hacia sí y lo volvió a abrazar rodeando la cintura del rubio.

- ¿Te he dicho que eres adorable cuando te sonrojas? – Kibum sólo pudo esconder su rostro en el hombro del moreno para ocultar lo arreboladas que estaban sus mejillas. Desde ahí pudo oír cómo Jonghyun se reía de su actitud, se separó y le propinó un pequeño golpe en el pecho haciendo un puchero.

- ¿Y esa bolsa? – preguntó reparando por primera vez en lo que Jonghyun traía en las manos.

- ¡Ah! Esto... supuse que no habías comido nada decente en las últimas horas, así que traje sushi – contestó brindándole una gran sonrisa, una de esas con las que lo había encandilado desde que lo observaba en la cafetería de la facultad.

 

Después de comer el sushi, se sentaron en el sofá a mirar la televisión. Era sorprendente como con Jonghyun la programación ahora le parecía más entretenida.

Jugaba con los castaños cabellos, enredando sus dedos en ellos mientras veía el programa nocturno que proyectaba el televisor, al igual que Jjong quien posaba su cabeza en el regazo del rubio.

Kibum bajó su mirada y la posó en el rostro de Jonghyun. Qué afortunado se sentía de tener un novio como él, sentía que no podía pedir nada más y le entraron unas enormes ganas de besarlo que lo hicieron bajar su cabeza hasta la altura que se encontraba la boca de Jjong, tomando sus labios por asalto. El moreno correspondió al beso, gustoso de la iniciativa de su novio, y posó una de sus manos en la nuca de Kibum para profundizar el contacto.

El rubio había cerrado los ojos, pero los volvió a abrir al sentir que los labios de Jonghyun se separaban de los suyos, sólo para incorporarse en el sofá y seguir besándolo, ejerciendo un poco de presión, arrinconándolo contra el respaldo del mueble.

Cada vez el beso era más intenso y ambos comenzaban a sentir un calor que parecían no querer mitigar. Las manos del moreno comenzaron a acariciar la cintura de Kibum por sobre la playera y las manos de Kibum estaban en el cuello de Jonghyun incentivando una mayor profundidad de la caricia que se entregaban los labios de ambos. Luego los labios de Jjong comenzaron a recorrer la mandíbula del rubio y fueron a dar a su cuello, provocándole unos escalofríos placenteros que se canalizaron en un pequeño gemido naciente en su garganta mientras que Kibum acariciaba el pecho de Jjong tal como éste le estaba acariciando la cintura, instantes atrás. En un movimiento inesperado ambos cayeron del sofá quedando Jonghyun en el suelo y Kibum sobre él. Al verse en el piso, Kibum  reparó en lo que había estado a punto de suceder en los últimos minutos y los colores se le subieron al rostro, sin decir nada, se levantó rápidamente y enfiló a la cocina sin mirar siquiera una vez a Jonghyun.

Ya dentro de la cocina, no pudo evitar recordar las palabras de su madre, poco más de año y medio atrás, cuando estaba a punto de entrar a la universidad. La mamá de Kibum pensó que sería una buena idea conversar con él sobre ‘las cosas de la vida’. En el momento, Key sólo se limitó a asentir y pensar que su mamá estaba perdiendo los tornillos intentando darle una charla de ese tipo, cómo si él no supiera de esas cosas; pero recordaba muy bien que su madre le había dicho: “un día querrás tanto a alguien que tus necesidades de estar con esa persona, más allá de lo sentimental, te llevarán a encontrar instintos que no conocías y a tener deseos que no sabías que podías tener” y con toda seguridad recordaba que había hecho énfasis en la palabra ‘deseos’. Ahora creía entender las palabras de su madre, y entender también que la teoría es muy diferente a la práctica.

Tomó un vaso y lo llenó de agua, afirmado en el lavaplatos y sin mirar hacia la puerta se fundió en distintos pensamientos. Jonghyun sabía que sus padres no estarían en casa, ¿Había ido para… eso? ¿Realmente Jonghyun esperaba que todo eso pasara? ¿Qué hubiera pasado si no se hubieran caído del sofá? ¿Alguno hubiera detenido la situación antes de llegar a... ¡Aaah! Qué desconfiado e inseguro podía ser a veces.

De pronto una cálida voz llegó a sacarlo de su ensimismamiento y responder algunas de sus preguntas.

- Key… yo…  - Kibum se dio vuelta para poder mirarlo. Jonghyun estaba de pie en la puerta no sabiendo si acercarse o no.- Lo siento… - se tocó la nuca con la diestra y miró el suelo, parecía apenado. – Lo siento, no sé... Yo no quiero hacer nada que tú no quieras... Discúlpame, no quiero que pienses que... que me estaba aprovechando – Añadió en un susurro.

Kibum puso el vaso en el fregadero y acortó la distancia, lo abrazó y posó su cabeza en el hombro del más bajo.

- Discúlpame tú por salir huyendo...

- Quizás... lo mejor sea que me vaya – lo apartó un poco y le dejó un suave beso sobre los labios. – Buenas noches, mi Kibummie. – Y salió en dirección a la puerta de entrada.

¿Qué debía hacer? ¿Dejarlo que se fuera o pedirle que se quedara? Sentía que si hacia lo primero se arrepentiría, pero si le pedía que se quedara... ¿Qué pasaría entonces?

Otra vez sus pensamientos se encontraban en modo de duda, pero en un solo segundo sintió qué era lo que debía hacer. No podía seguir dudando tanto.

- Jonghyun – lo llamó saliendo de la cocina, mientras éste tomaba su chaqueta. – Quédate – le pidió mientras se acercaba. – Quédate, no te vayas – volvió a pedir mientras se aferraba al puño de la polera del moreno.

Jonghyun dejó de nuevo la chaqueta en el respaldo del sofá y lo rodeó con sus brazos.

- Key... no sé qué tan buena idea sea ahora...

Jjong sinceramente no quería hacer nada sin el consentimiento de su Kibummie, nunca haría nada que lo dañara, se lo recriminaría a sí mismo el resto de la vida.

- Por favor – pidió Kibum en un susurro.

- Yo... me quedaré – dijo en tono de resignación, no podía negarle nada a Key. – Lo siento – repitió. – Nunca haría nada que tú no quieras, lo sabes.

- No es… Jjong, no es que no... quiera… - dijo ocultando su rostro sonrojado en el hombro del moreno, mientras sus pensamientos forzaban por salir sinceros de entre sus labios. – Es sólo que tengo miedo – susurró.

- No pasará nada hasta que tú estés listo – le afirmó mientras lo separaba un poco de sí para verlo a los ojos, esperando transmitirle la verdad de sus palabras con ese gesto.

- Jjong… - dijo entre un sollozo que ahogó en los labios de su novio.

Jonghyun no hizo más que corresponder a ese beso húmedo que le entregaba el rubio, al tiempo que limpiaba las lágrimas que se habían escapado furtivas de los ojos de Key; y con asombro notó como el rubio intensificaba el ritmo en la unión de sus labios e intentaba abrirse paso en su boca de una forma casi implorante.

- Ke-Key... – musitó el moreno intentando separarse un poco del más alto. – Key, para. Hey, mírame – dijo volviendo a tomarle el rostro - te dije que no pasará hasta que estés listo, ¿sí? – le aclaró dejando un beso corto en sus labios.

- Pero... no necesito estar listo si estoy contigo – contestó en un susurro el rubio mirándole a los ojos. – Jjong... no hay nadie más, y quizás nunca haya alguien más con quien yo quiera que esto pase – no sabía desde dónde provenía la valentía para decir aquellas palabras, pero era Jonghyun y con él las cosas siempre habían fluido de una manera que él no conseguía explicar. -  Siempre has sido tú.

Acercaron sus rostros casi al mismo tiempo y retomaron el beso que Jonghyun había detenido momentos antes, pero esta vez era todo más cálido, de algún modo Key podía sentir como Jonghyun le tocaba con cuidado, como si nunca se hubieran besado antes, de hecho, ese beso le recordó al primero, aunque esta vez él podía disfrutar de enredar sus brazos entorno al moreno.

Sin dejarse de abrazar -aunque de un modo un tanto incómodo- subieron las escaleras, deteniéndose en la puerta de la habitación de Kibum.

- ¿Estás seguro? – susurró Jonghyun, como si tuviera miedo de romper la atmósfera que los rodeaba si hablaba en un tono algo más alto.

- Creo que nunca estaré más seguro que ahora – contestó en el  mismo tono con una sonrisa tímida, algo nerviosa, pero tierna.

Se adentraron en la habitación, con lentitud, besándose parsimoniosamente, delineándose los detalles en los labios. Cayeron en el lecho que ocupaba gran parte del lado izquierdo de la habitación, sin dejar de besarse y comenzando a acariciarse de un modo cadencioso, tan íntimo que parecía envolverlos y alejarlos del resto del mundo.

Jonghyun adentró sus manos en la polera del rubio, acariciando el torso suave y blanquecino de éste, sin dejar de besarlo, pero luego se separó de él para quitarle con suavidad la prenda. Cada movimiento que hacían parecía hecho con el mayor de los cuidados, con lentitud, casi como si se tratara de un ritual de preservación de la joya más valiosa del universo. Luego fue el turno de Kibum para deshacerse de la polera que cubría el bien cuidado cuerpo de Jjong, sacando sonrisas por parte de él debido a la timidez de sus movimientos.

Con el mismo cuidado se despojaron de sus pantalones, aunque en esta ocasión Kibum realmente tuvo problemas con su parte, sus dedos pelearon sin sentido con el cierre del pantalón ajeno hasta que Jonghyun decidió intervenir.

Desde que habían entrado a la habitación ninguno había pronunciado palabra, se limitaban a comunicarse con miradas que eran sólo visibles por la luz de luna que se colaba por los visillos de la ventana y por las caricias que se otorgaban. Poco a poco fueron despojándose de su ropa interior también.

Enfrascados en un beso que mezclaba ansias y ternura, Jjong miró a los ojos de Key previniéndole de la pronta intromisión en su cuerpo, justo antes de separarse un poco de él para humedecer sus dedos, luego de eso volvieron a besarse y Kibum no hizo más que intensificar el beso y cerrar los ojos fuertemente a causa del dolor que veía venir.

Jonghyun bajó lentamente una de sus manos hacia la entrada de Kibum y mordió el labio del rubio al momento de introducir uno de sus dedos en la contraída cavidad. Cuando Jjong decidió introducir un segundo, fue Kibum quien apretó el labio inferior del mayor con sus dientes ahogando un gemido en la acción.

Al mismo tiempo que comenzaba a introducirse en la cavidad del menor, con la misma mano que se había hecho paso en la entrada de Kibum, tomó el miembro ajeno para empezar a estimularlo y que así resintiera menos el dolor de su invasión, pero no fue suficiente y cuando Key sintió como un dolor sordo le recorría la espina dorsal no pudo evitar ese grito ahogado que salía de su boca junto a unas lágrimas que no tardaron en hacerle compañía. Jonghyun se paró en seco.

- Kibummie – lo llamó en la penumbra de la habitación. – Lo siento – susurró secándole las lágrimas. – Lo siento.

- Só-sólo sigue, Jjong – susurró en respuesta Kibum. – Ya... ya pasará...

- Pero te duele...

- Estaré bien – le aseveró intentando aparentar una seguridad que estaba lejos de sentir, pero no quería preocupar al mayor. Le dio un beso y le repitió que no se detuviera.

Jonghyun comenzó a moverse dentro del cuerpo de Kibum con lentitud, besándole el camino que las lágrimas habían dejado en su rostro, mientras volvía a estimular su miembro desnudo. Kibum luchaba con los gemidos que que esperaban por salir de su boca, la sensación de dolor que le había causado la primera embestida ya no parecía ser tanta, aunque seguía allí ahora estaba entremezclada con otras sensaciones que no creía haber sentido de ninguna otra forma antes.

Pronto Jjong creó un ritmo armonioso que hizo imposible a Key mantener los gemidos y suspiros a raya, así como él tampoco podía evitar sentirse transportado a un lugar de ensueño donde aquellos sonidos provenientes de sus bocas eran la única forma de comunicación conocida.

Como si quisieran atender a los latidos de sus corazones, el ritmo fue tomado prisa a cada movimiento, a cada beso, a cada caricia que se entregaban. Kibum sentía, con el poco raciocinio que le quedaba, que no se había equivocado al decir que Jonghyun era el único y que siempre habría de ser él, sentía como por instinto su cuerpo buscaba amoldarse al del moreno, así como sus bocas habían sido el molde de la otra desde la primera vez que se encontraron.

La calidez de su contacto había llegado a un punto casi delirante, sentían como si descargas de éxtasis recorrieran sus venas. Se besaban ya con desespero como sedientos en medio del desierto, hasta que ambos llegaron al clímax y acabaron juntos.

Se detuvo todo alrededor y ellos, sin querer desentonar, permanecieron así durante largos segundos en los que sus corazones buscaban la ternura que reemplazara la pasión que los había embargado sólo instantes atrás.

Con sumo cuidado Jjong salió de Kibu, pero aún así éste no pudo evitar un pequeño respingo que el moreno intentó suavizar con un suave y fugaz beso.

Se acomodaron en la cama bajo las sábanas de tal modo que Kibum reposó su cabeza en el pecho de Jonghyun y él le acariciaba los rubios cabellos.

- Key – lo llamó Jjong en un susurro para luego besarle la cabellera.

Kibum se incorporó un poco para verlo bien, dentro de lo que la oscuridad le permitía.

- ¿Te cuento un secreto? – prosiguió Jonghyun. Kibum asintió. – Te amo, Kibum. Te amo – susurró en su oído.

- También te amo, Jonghyun – musitó antes de cerrar los ojos y encontrar los labios de su novio, sabiendo que esa era la verdad más absoluta que diría en su vida.

Notas finales:

Bueno, díganme ahora que ustedes no se lanzan al suelo y ruedan cuando están aburridos??? porque yo sí lo hago ._. jasjajsjsajsa

Quería un lemon algo fluffoso... pero bueeeno... esto fue lo que salió de mi cabecita al final, les gustó??? o_O Sí? No? Díganme en los rw! n-n 

Saludotes! n-n

PD: Gracias por seguir leyendo mis otros trabajos, me da una felicidad enorme ver como aún suben las lecturas! c: Pero me harían más feliz si me contaran que les parecen! No sean malit@s, si? jeje (:

Nos leemos!


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