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¿Dónde está Sakuragi? por MayoM

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Notas del fanfic:

En primer lugar, este fan-fic solo contará con dos capitulos. 

Segundo, los personajes NO me pertenecen, solo los uso para mi diversión y la diversión de ustedes, todos ellos están presentes en el Manga-Anime de Inoue Takehiko, SLAMDUNK y sus derechos le pertenecen a él y nada más que a él. 

 

Notas del capitulo:

¿Dónde está Sakuragi? ¡Dijo que vendría! ¿Y si lo llamamos? No contesta... 

¿Dónde diablos se metió ese idiota?!

 


Vaya, vaya, al parecer nuestro pelirrojo resultó un poco difícil de encontrar, sin embargo en esta Navidad, no la pasará nada mal. 

Fan Fic Basada en el Anime/Manga Slam Dunk derechos de autor al mangaca Inoue Takehiko.

 

 

Especial de Navidad.

 

 

¿Dónde está Sakuragi?

Capitulo 1: "Invitación"

 

No había pasado ni media semana para cuando el Ejercito de Sakuragi fue por él a casa, el pelirrojo se encontraba recostado en su cama, con las sábanas enrolladas en sus piernas y un dolor de cabeza que le estaba haciendo odiar incluso al sonido del reloj. “Tic-tac…tic-tac…tic-tac…tic-tac…”

 

- Uhmmmm…. ¡Vuelvan a su casa! -  Decía desde su habitación, no abriría, no se pondría de pie, no dejaría que le jodieran en ese momento.

 

- ¡Abre la puerta Sakuragi! Haruko quiere hablar contigo…- El solo nombramiento de esa mujer hizo que Hanamichi se pusiera de pie de un brinco, la ingenuidad del 10 de Shohoku brotaba por sus poros en ese momento, abrió la puerta y solo vio a Yohei, Ookus, Noma y Takamiya. – No puedo creer que caigas con eso… eres tan ingenuo Hanamichi…- Yoheí negaba suavemente con su cabeza, pero aquella negación se detuvo en el momento que el pelirrojo acabó por golpear las frentes de sus amigos con su ya conocida y dura cabezota.

 

Luego de aquel incidente, los cinco se entraron a casa del muchacho problema, conversaron un poco sobre el término de aquel año, lo que había significado pasar de segundo a tercero, que ya solo faltaba un año para salir de allí e irse a la Universidad, de los presentes solo Hanamichi sabía qué deseaba seguir haciendo.

 

-¡Seré el mejor basquetbolista en la NBA! Éste genio destrozara a cada gringo que se pose frente mío… ¡Ya lo verán! ¡Ya lo verán!- Decía mientras se metía a la boca un par de papas fritas que había llevado el amigo redondo de Sakuragi. – Haruko se dará cuenta que no hay nadie más genial que ¡El Talentoso basquetbolista Hanamichi Sakuragi! ¡AHAHAHAHAHA! –

 

- No es malo soñar en grande, pero… ¿No crees que deberías sacar algún título profesional antes de irte a América? – Yohei era el único de los que estaban presentes y que se preocuparía a ese punto de su amigo. – Puedes ser basquetbolista, pero también un hombre profesional…siempre dijiste que te gustaba dibujar, ¿por qué no estudias arquitectura?

 

- Eso es aburrido, yo quiero ser conocido por misrebotes… ¡TAN TARAN! ¡HANAMICHI SAKURAGI, EL REY DEL REBOTE! Es lo que Haruko seguramente querría para mí, a final de cuentas fue ella quien me invitó a participar en esto, ¿no creen? – Se metió a la boca otro poco de papas, mirando de vez en cuando a sus compañeros, aun no decían a qué habían ido allí, aunque para juntarse, charlar y echar chistes no habían porqué buscarle porqués.

 

- Es tu futuro al final de cuentas, además queda un año… bien, bien, veníamos a invitarte a una fiesta navideña… mi madre se va al sur con mi papá, yo no quiero viajar, entonces… pretendo hacer algo… ¿qué dices? Incluso Haruko y el Gori van…– Yohei se explicaba, bebiendo lentamente de su vaso, está demás decir que los otros tres ya habían aceptado, incluso Ookus tenía envuelto su Xbox para jugar en casa de Mito.

 

-¿Haruko? ¿Va a ir? ¡Claro que voy! Seré de allá amigo Yohei.

 

 

-Sí, pero…ella va con una condición…

 

-¿Cuál?

 

- Que… vaya… Rukawa…

 

- ¡QUÉ! NO…O SEA, NO. – Chilló el pelirrojo, sus amigos sabían que reaccionaría de esa manera, pero como la fiesta iba, querían también que Hanamichi estuviera presente, además nadie podía dar por sentado que Kaede Rukawa, el príncipe del hielo, estuviera allí.

 

- Igual irán…otros más…- Dijo Noma con más calma, llenando su estómago con unos bombones de chocolate y relleno de frutilla. – Bueno, no son la gran cosa, pero… Mito hará una GIGANTE fiesta.

 

- ¿Quién más va? – Preguntó impaciente el pelirrojo. Su mirada se posó insistentemente en Yohei, el cual sonreía con parsimonia.

 

- Va Mitsui, Ryota… Ayako, las amigas uno y dos de Haruko….

 

- Ajá…- Soltaba Hanamichi, asintiendo con suavidad.

 

- Hikoichi… al parecer Sendoh…Uozumi…

 

- ¡SENDOH!... no me lo esperaba, el pelo espín irá… ¿Y Rukawa? ¡Y RUKAWA! – Se acercó tanto a su amigo que estaba por aplastarlo sobre aquel sofá.

 

- No lo sé, aún falta invitarlo, seguramente no irá y Haruko estará… para ser halagada por ti, ¡No pierdes nada en ir! ¡Vamos Hanamchi!, será divertido… habrá comida occidental además, al parecer el Gori sabe cocinar y tendremos a Ouzumi, el capitán orangután. – Mito se puso de pie, caminando hacia la puerta, fue seguido por los otros tres. – Quedas invitado Hanamichi, recuerda que la fiesta es pasado mañana… - Salieron de allí, dejando invitado al Rey del rebote, claro que la invitación también traía uno que otro inconveniente, sin embargo… estaría Haruko presente, podría… podría…

 

- Si lo hago… el otro año ni siquiera me dirigirá la palabra, estoy seguro… -

 

¿Declararse o no hacerlo? Lo dudaba. Había recibido tantos rechazos que temía tener uno más, sumando que a la mujer le gustaba ese idiota, imbécil, dormilón zorro.

 

 

Al siguiente día Sakuragi Hanamichi salió de casa temprano, había tomado un hábito y ese consistía en recorrer las calles dribleando el balón. Era una manera de acostumbrarse a ello, y es más, parecía que ya no podía caminar sin hacerlo, había momentos que hacía mover su mano sin pelota. Como cuando estaba sentado en clases, o comiendo, o en el baño… en varias partes…

 

Sin embargo, ese día sería diferente.

 

Se fue acercando mientras dribleaba hacia una cancha de básquet que allí había, el sol pegaba firme esa mañana, pero el frío era embriagador, se notaba la presencia del invierno en esas fechas. Fue entonces que divisó allí a un muchacho de cabello negro, alto… con un balón de basquetbol en su mano.

 

-¡Sendoh! ¿Qué haces aquí?... ¿No crees que está un poco lejos de tu casa esta cancha? – Preguntaba el pelirrojo mientras avanzaba hacia él, mantenía para ese momento el dribleo suave, el pelo-espín dejó su arduo trabajo y se acercó, pasando una toalla por su cabeza, luego tomó una botella del suelo y bebió bastante agua, se notaba que llevaba un buen tiempo jugando.

 

- Sakuragi, al parecer no pierdes el tiempo… - Miraba la mano del pelirrojo. – Vine trotando… -Mintió, con una suave sonrisa que denotaba esa diversión que le carcomía la piel cada vez que trataba con Hanamichi o Kaede. – Supongo que irás mañana a la fiesta de Yohei, habrán incluso algunos Universitarios, dicen que Fujima también estará presente…

 

- No lo sé aun, pero…seguramente, es lamentable que te hayan invitado – Soltó, dando un giro en su eje y luego elevándose un poco- ¡Un tiro con salto! – El aro se removió, dejando pasar la pelota, el pelirrojo fue por su balón. – Me sorprende que tú vayas, ¿te quieres lucir con alguien?

 

- … ¿De qué hablas? Voy si tú vas, sino… ni caso en ir… - Decía, bebiendo otro poco de su botella, su mirada se pegaba a la del jugador de Shohoku, quien le miraba desconcertado por esa confesión media… extraña.

 

- No es la gran cosa que yo vaya, además…seguramente estará el idiota e Rukawa…-

 

- ¿También?

 

- Ajá, esos estúpidos también lo invitaron – Siguió dribleando, anotando otra canasta de dos puntos.

 

- Has mejorado tu salto.

 

- ¡AHAHAHAHA! ¿Cierto? Es porque tratas con el genial HANAMICHI SAKURAGI –

 

- Torpe…-  La voz suave de un muchacho apareció en mitad de esa reunión, Kaede Rukawa se hacía presente, pues le había llamado la atención el ver a Sendoh y Sakuragi hablando allí. -… Al parecer dos torpes… - Recalcó para cuando su vista se posó en la de Akira.

 

- Oh vamos, vamos… ¿por qué tan molesto? Además, solo estaba hablando con mi querido Hanamichi, ¿no es así? – Se acercó al menor y le rodeó con su brazo a nivel del cuello, acerándolo un poco, la fuerza de aquel pelo-espín era bastante.

 

-¡Sueltame! Yo no soy tu amigo… -Chilló el pelirrojo quien no tardó en soltarse de aquel agarre, eran las ocho de la mañana y ya tenían una fiesta de gritos en esa cancha. Kaede al ver que solamente estaban hablando, se dio media vuelta para retirarse, prefiriendo correr un poco más hacia la costa donde había otra cancha de basquetbol. Pero ese plan fue detenido, una mano le rodeó de la muñeca para detenerlo, Rukawa se giró a mirar y Hanamichi le retenía. - ¿Vas a ir a la fiesta de Mito?

 

- No

- Uhm… Así debe ser, no dejaré que te andes luciendo frente a Haruko…

 

- No, no… Rukawa, debes ir… estarán muchos presentes, sería tonto si no fueras…

 

- No me interesa…- Se rascó un poco su nuca, desordenando aún más de sus mechas negras.

 

- Yo también voy… - Insistió Sendoh, lo que hizo a Rukawa mirar al pelo-espín con cierta sorpresa. – Exacto, por eso digo que vayas, no solo estaré yo, seguramente algunos de Shoyo y Kainan… Fujima va a ir.

 

- Hm…

 

- No zorro, tú no vas, ¿No recuerdas? Dijiste que no ibas, es más… te tengo grabado y no puedes arrepentirte…

 

- Iré… - Metió su mano a su bolsillo, sacando de allí unos audífonos que fue acomodando por debajo de su camiseta, levantando un poco de ella y dejando notar una piel tan blanca que parecía tallada en marfil. Akira se había detenido unos segundos en ella, pero retiró todo pensamiento cuando la mirada de Kaede se dio cuenta de lo que hacía.

 

 

 

El día de la fiesta llegó, pero ni Akira, Hanamicho y  Rukawa habían llegado, la que estaba más impaciente era Haruko, preguntando por ellos a cada segundo, a veces hasta creía que podían estarse peleando y eso no era nada bueno. La casa de Mito había sido adornada tan navideño que parecía casa de algún estadounidense, por las ventanas caían luces de todos colores, un enorme árbol verde brillaba por los adornos que le colgaban, incluso habían algunos viejitos pascueros de chocolate que colgaban de allí, unas galletas de fortuna también habían en ese verde amigo. Las mesas estaban repletas de comida, nuggets, papas fritas, arroz, algo de carne asada y el resto era pescado frito. Todo lo había hecho Uozumi junto al Gorila, las tartas habían sido encargo de Ayako y Ryota, quien se prestó a ayudarla en ese momento.

 

Haruko se acercó a Yohei, mirándole a los ojos con una inquietud que daba terror, como si algo malo estuviese pasando. - ¿Dónde está Sakuragi?

 

La pregunta le hizo temblar, ¿quién sabe? Quizás ni ganas tuvo al final y se quedó dormido en casa.

 

 

Mientras tanto, la casa de Hanamichi tenía una enorme chimenea dejando notar un fuego que se iba extinguiendo de apoco, sin embargo se mantenía el calor. Estaba atrasado.

 

- Maldición, mis llaves… - Fue entonces que en su puerta se escucharon unos golpes suaves, el pelirrojo se acercó corriendo, tenía encima una camisa blanca de manga corta y unos jeans negros, estaba abrochándose la camisa en ese instante. – Espere… -Soltó, acabando de abrochar, aunque dejó algunos botones mal ajustados. Cuando abrió la puerta, se le cayó la mandíbula. - ¿Qué haces aquí?

 

- No sé dónde vive Yohei.

 

- Ah… es problema tuyo, no mío… - Intentó cerrar la puerta contra su cara, pero al final el Super Loki entró a la casa sin más. Empujó a Hanamichi hacia un costado, avanzando por primera vez en esa casa. No tenía ni pizca de estar bromeando o con el deseo de seguir allí, pero no pensaba ir preguntando de puerta en puerta donde diablo vive Mito. Por eso, como sabía que Sakuragi vivía allí, se precipitó en ir a verlo.

 

- Solo dime donde vive y me voy. –Se había tragado su orgullo para ese entonces, no se iría de allí sin su respuesta.

 

- No. Ahora largo, ¡sal de aquí!

 

- Pero que insoportable eres… así jamás Haruko te hará caso.

 

- ¿QUÉ DIJISTE? DILO DE NUEVO ZORRO IDIOTA, TÚ NO VENGAS A HABLAR DE ELLA… - Dijo molesto, tomando al pelinegro por la ropa y alzándolo un poco, Rukawa solo atinó a mover su rostro hacia un costado.

 

- … Tarado… -  Murmuró, empujando al otro para que le soltara, lo que logró luego de un intento bastante cansador. Se acercó a una pared donde se apoyó, soltando un suspiro, si Hanamichi no le decía, pues entonces tendría que seguirlo para cuando decida salir de casa. Por lo mismo, y en contra de los deseo del pelirrojo, avanzó por la casa hacia uno de los sofás que allí habían, notando lo pobre del árbol a diferencia del que su madre había puesto en casa. Se acabó sentando, Sakuragi lo miraba con una ceja alzada. La insolencia de aquel zorro era inexplicable.

 

- ¿Te han dicho que eres completamente extraño? ¡Sí! Lo eres, andas de aquí para allá, apareces en lugares en donde NO deberías estar, no hablas nada… y más encima la gente te odia… -Realmente eso último lo agregó él. – A veces, siento lastima por ti… - Siguió hablando, Kaede lo miró de reojo.

 

- Estás atrasado…

 

- ¿Eh? ¿No escuchaste lo que te dije? ¡¿ERES SORDO ACASO?! – EL 10 de Shohoku se sintió pasado a llevar, además que esa personalidad tan…distante del zorro le enfermaba. Siempre era igual. – Entiendo por qué no tienes amigos, eres…resultas lejos un ser… odiable.

 

- … - Se cruzó de brazos, Kaede por su parte llevaba una camisa negra y unos jeans café oscuro, encima una chaqueta de cuero negra que le quitaba el frío. Realmente se veía muy atractivo, y Sakuragi no se quedaba atrás, un poco más ancho de espaldas que el Super Loki, pero ambos rondaban en la misma contextura. 

 

 

 

~ ~ Continua en el siguiente capítulo. 

Notas finales:

¡Hola, Hola!

Una navidad ardiente... o quizás fría, quien sabe. Tengo la continuación a la mitad, espero lo disfruten.

¡Felices fiestas!

~Mayo. 


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