Cap. 8: Llena el infinito.
La madre de Kibum lo había invitado a cenar por lo tanto ahí estaba en la mesa comiendo un plato de ricos, aunque solo era un sándwich con papas y un poco de refresco, Key parecía sacarle vuelta a las papas y su mamá lo miraba preocupada, se preguntó por qué esa mirada.
— ¿Estudias con Kibum? —preguntó el señor Kim y Jonghyun solo asintió metiéndose una de las papas fritas a la boca, engulléndola.
— ¿Cómo se conocieron? —secundó la señora Kim.
— En realidad fue algo muy raro. — Key bajo la mirada y se concentro en las papas fritas, viendo como Jonghyun las engullía una por una y las saboreaba.
Se metió la primera a la boca y esa única patata bañada en aceite le supo a gloria, no había vuelto a probar una desde que se puso a dieta, sin embargo ya era hora de que Dongwoon se fuera de su vida, el único problema era que no sabía si quería dejarlo ir, porque a pesar de todo él era una parte importante de su pasado.
Su madre miro incrédula le plato de Kibum, nunca comía las papas y justo en ese momento ya no tenía ni una, solo masticaba la ultima con una devoción que jamás había visto.
Jonghyun por su parte no despeaba la vista de los labios de Key que se movían de un lado al otro, remojándose con mucha astucia, recordó el beso que le dio, ese que el propio Kibum pidió y deseo volver a probar los labios de Key.
***
Jong se había marchado y ahora estaba solo en la habitación con un collar que no le pertenecía, se pregunto que significaba el que Dongwoon se lo hubiese devuelto, esperaba que algo bueno, pero aun tenía serias sospechas conforme a Dongwoon.
Se acostó boca arriba, viendo el techo encontrando figuras amorfas en él, figuras que luego lo llevaban a un solo rostro; el de Jonghyun esbozando una gran sonrisa, una sonrisa que lo dejaba sin aliento.
Su vista se clavo en el colla que Jong le había entregado y realmente no encontraba una razón para quedarse con él, quizá debía desecharlo, a él no le servía de nada y tampoco le gustaba que las personas le devolvieran los regalos, quizá deshacerse de él era lo más sencillo y la idea que más le gustaba pero a la vez no.
Se lo había regalado unos días antes del accidente de Hongki, cuando comenzó a ver que Dongwoon se ponía cada día más pesado, cuando su vista se clavaba en Hongki y lo amenazaba con la mirada, cuando las manos de Dong se aferraban más y más a su cintura y ya no lo soltaba por nada, cuando ya su cadera lucia varios moretones, cuando Dongwoon era más rudo al momento de besarlo o a la hora de tener sexo, cuando los besos se convirtieron en mordidas y marcas de propiedad solo para que nadie se le acercara.
— Es para ti —dijo, regalándole el collar que él había costado una fortunita. —es para que siempre me recuerdes y yo siempre voy a ser tuyo.
Dongwoon sin chistar lo ato a su cuello, mirando directo a los ojos de Kibum; quien cada día estaba más y más delgado, con ojeras por estar horas y horas despierto a causa de las pastillas que en ocasiones tomaba.
— Nunca olvides tu promesa — pidió acariciando las mejillas de un Key que amaba, un Key delgado, el Key de sus sueños.
***
Durante toda la noche estuvo pensando en algo de Donwoon mencionó, ¿qué le había pasado a Hongki? Además él no conocía a ningún Hongki, y Kibum nunca había hablado de ningún hongki a pesar de que habían hablado durante horas de cómo se sentían, pero Key evitaba hablar de su pasado y durante todo el rato estuvo pensando en que de malo había en hablar sobre eso, después de todo Key ya sabía muchas cosas suyas.
Pero mañana, le preguntaría directamente sobre Hongki.
***
La clase de estadísticas no era su preferida, menos por que Kibum no la llevaba por lo tanto siempre estaba fuera en esa clase, ganas le daban de salirse e irle a hacer compañía a donde sea que fuera Key en esa clase, aunque muchas veces solo se quedaba en el salón y no decía nada, hacia garabatos en su libreta o mensaje aba con quién sabe quien; aunque tenía sus sospechas de que era con el niño castaño aquel que estaba con Kibum el día que fue a visitarlo.
Espero pacientemente hasta que esa clase concluyera, solo faltaban quince minutos, minutos en los que se la paso observando por la ventana, hacia las nubes que adornaban el cielo azul, a los chicos que hacían deporte en el patio, entre ellos estaba Minho.
Echó un suspiro que hasta el profesor la frente escucho, se gano la mirada extrañada de sus compañeros y alguna risilla burlona, pero no le importo del todo, porque solo deseaba salir de una vez e invitar a Kibum a su casa, para presentárselo a su mamá.
— ¿Tienes planes para hoy? —cuestionó cuando por fin el maestro se marcho y Kibum volvió a entrar situándose en su banco, justo al lado de Kibum.
— No —negó.
— ¿quieres venir a mi casa? — dijo yendo directo al grano, mientras las chicas de la última fila solo los miraban extrañadas.
— Está bien, solo le aviso a mamá.
***
— Está tu mamá —cuestiono echando una miradita desconfiada hacia dentro del domicilio.
— No, llega un poco más tarde, mientras podemos ver un película —sugirió — ¿tienes hambre? — preguntó recordando que no habían comido aun.
— Un poco, ¿quieres que vallamos por algo de comer?
— Mejor vemos que hay en el refrigerador.
El refrigerador estaba lleno de verduras, unas cuantas gaseosas, postres de la señora Kim, y unas cuantas cosas que no se le antojaban a ninguno de los dos, y pedazos de pizza congelada hacían gala ahí.
— ¿Pizza? — cuestiono dudoso de lo que Key le respondería.
— Está bien, tengo mucho que no como un pedazo de pizza. — dijo encogiéndose de hombros y a Jong se le hizo extraño.
***
Durante todo el rato que habían estado ahí sentados en el silloncito Jonghyun estuvo debatiéndose entre preguntar sobre Hongki, le echaba miradas de soslayo.
— Kibum…
— Mande
— ¿Quién es Hongki? — se aventuro a preguntar, y a Kibum se le atoro la saliva en la garganta.
Mordió su labio con nerviosismo, realmente no deseaba rememorar eso, pero tampoco quería esconderle nada a Jonghyun así que decidió que le diría algunas cosas sobre Dongwoon y que tenía que ver Hongki en todo eso.
— Fue mi culpa, yo quería saber si Dongwoon realmente me amaba, y solo bese a Hongki una vez, quería que Dongwoon se pusiera celoso, creo que lo logre… —hizo una pausa y respiro muy profundo.
Jonghyun sabía que en ese suspiro Key trataba de ahogar las lágrimas.
— Dongwoon se molesto conmigo mucho más de lo que pensé, y aun más con su mejor amigo, se molesto mucho y yo era el único culpable, no escucho mis explicaciones, ni tampoco las de Hongki… — de nuevo hizo una pausa para dejar caer un par de lágrimas.
Jonghyun solo de ver eso su corazón se apachurro con una fuerza increíble, sin resistir más las ganas abrazo a Kibum tratando que su sufrimiento parar un poco, ya no deseaba escuchar esa historia, tenía una ligera sospecha de en que terminaba y no deseaba seguir hurgando profundo en una herida que aun no terminaba de cicatrizar.
— Está bien… está bien… —susurraba quedo acariciando los cabellos rubios de Kibum.
— No; no está bien, no quiero que vuelva a suceder lo mismo, no quiero que por mi culpa tu resultes herido — limpio con las manos sus lagrimas y sorbió los mocos.
— No me pasara nada, no te preocupes por mi… — hablo levantando el rostro de Kibum con ayuda de su mano diestra.
El ruido de unas llaves chocando contra otras empezó a sonar de forma insistente, eso le dijo a ambos que la señora Kim ya había vuelto, y que no llegaba sola a juzgar por que hablaba con alguien.
— Jonghyun, ya llegue —avisó y ese fue el momento en que Jong decidió dejar de abrazar a Kibum.
Kibum limpio sus lágrimas, y trato de estar lo más presentable para la mamá de Jonghyun el chico del que sin querer se había enamorado y no quería decirlo por miedo a Dongwoon, el fantasma que lo atosigaba, uno de sus recuerdos.
Jonghyun se aparto un momento de Key para ir a recibir a su madre.
— Mamá quería presentarte a Ki… —no termino la frase al ver la persona que acompañaba a su progenitora.
— Hola Jonghyun — dijo un Dongwoon que cargaba las cosas que su mamá había comprado.
— ¿Qué haces aquí? — cuestionó y en ese momento Kibum salió de la sala, Jonghyun mordió su labio y camino hacia Key que estaba congelado en su sitio.
— Hola Key, ¿ni un hola para Woonie? —sonrió tonto y esa simple acción hizo que Kibum retrocediera. —creo que me voy, no quiero ser inoportuno
— No, no eres inoportuno, mejor que tal si van a tu cuarto Jonghyun a hablar de lo que hablan los adolescentes en lo que yo preparo al de comer —sugirió la señora señalando las escaleras.
— Kibum ¿puedo hablar contigo un momento? —pidió en tono afable.
Kibum solo escuchó eso, realmente no quería volver a verlo, no quería hablar con él pero ya era hora de enfrentarlo, ya era hora de enfrentar todos sus miedos.
— Aquí no —susurró y poco a poco comenzó a subir las escaleras tal y como la madre de Jonghyun, seguido por el mismo Jong y posteriormente por Dongwoon quien entrego las compras a la señora Kim.
Jonghyun abrió la puerta luego de preguntarle a Key si estaba bien y este asintió para luego pasara hasta donde dormía Jong.
— ¿De qué querías hablar? — cuestionó sacando fuerza de donde no había.
— De ti, de mí, de nosotros — dijo en tono extraño. — nunca tuvimos la oportunidad de hablar…
— Si la tuvimos — susurró interrumpiendo a Dongwoon y Jong instintivamente tomo la mano de Kibum apretándola un poco, como si con ese simple acto le diera un poco de valor.
— Nunca la tuvimos, bien Key creo que ya es hora de terminar con todo, tu y yo ya no funcionamos…
— ¿Qué dices? — cuestiono extrañado de eso que decía Dongwoon, pero era cierto ninguno de los dos funcionaba ya, ambos estaban rotos aunque a él poco a poco Jong estaba reconstruyéndolo.
— Eso, creo que ya es hora de terminar, tu y yo nunca lo hicimos formalmente y creo que ambos nos hicimos daño, y ya no me necesitas — él siempre era así de arrogante y eso jamás se le quitaría.
Kibum asintió dándole la razón, él ya no lo necesitaba, ninguno de los dos se necesitaba ya.
— Ya es hora de regresar con mamá, y llenar el infinito —susurró volteándose hacia la puerta.
Key no entendió lo último, solo vio la espalda de Dong desaparecer tras la puerta.
— ¿Estás bien?
— Si —asintió sonriendo gentil — bésame — pidió tomando el rostro de Jonghyun acercándose a él dejando un pequeño beso en sus labios, beso del que después Jong fue dueño y señor — Se mi novio, por favor — suplicó cuando los labios de Jong lo dejaron respirar.
Jonghyun no podía creer eso que estaba escuchando, Kibum, el chico bonito de ojos rasgados estaba pidiéndole que lo aceptara, sus brazos apretaron el cuerpo del rubio, si quería, si deseaba tener algo con ese rubio bonito, el que le había robado el corazón el primer día que lo vio.
— Por supuesto que sí. —accedió contento plantándole otro beso sin que Key se lo pidiera.