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Deidara-chan por jackifsy

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Notas del capitulo:

holaaaa, aki el new cap, si no lo publicaba hoy sería hasta después del feriado jejeje, espero que les guste, dese aki creo q las cosas se pondran mas interesantes jejej...

weeee no las molesto mas, ojala les guste

FELIZ CUMPLE, AMOR, TE KIERO MUCHO!!!!!

6.-El baile

Al llegar a casa, Deidara prácticamente echaba chispas del coraje. Dio un sonoro portazo al cerrar la puerta de su hogar y se sentó en el piso apoyado en esta. Llevó las manos hasta su cabeza y se revolvió los cabellos, estaba confundido y sus amigos realmente no ayudaban, quizá debería conseguirse otros porque ese par de idiotas no servían.

— ¿Dei…dara?— el mencionado sintió que se le congelaba la sangre al escuchar esa voz tan familiar y levantó lentamente la vista encontrando a su hermana.

—Nee-san ¿Qué haces aquí… tan temprano?— el rubio gritaba para sus adentros un “¡Trágame tierra!” Al notar que aún llevaba el uniforme de colegiala.

—Mi profesor… no llegó a la clase… tú eres… Deidara ¿Verdad?— Dara levantó un dedo señalándolo, aún con la mirada atónita.

—Sí… soy yo…— contestó el menor poniéndose en pie— « ¿Por qué justo este día?»

—Pff…pff— Dara intentaba contener la risa, pero realmente no podía— ¡JAJAJAJAJAJA! ¡Que linda se te ve, hermanita! ¡JAJAJAJA!

Las mejillas se Deidara se encendieron, eso era realmente humillante. Suspiró con desgano y se dirigió a su habitación ignorando la burlona risa de su hermana la cual nunca reía por casi nada.

—Etto… nee-san…— la llamó al pie de las escaleras y Dara intentó calmarse un poco para escucharlo— ¿Alguna vez te ha gustado alguien?

La mayor sólo lo miró con cara de “¿A qué viene eso?”

—Ammm… no importa… no me hagas caso— Deidara subió las escaleras.

Se tiró en su cama y enterró el rostro en la almohada, ya ni ganas tenía de destrozar su habitación y mejor se cambiaba antes de que hubiera más sorpresas como que sorprendentemente a sus padres les dieron el día libre, así que sacó una muda de su armario y entró al baño.

Esa noche Deidara no podía dormir, se sentía cansado, pero al cerrar los ojos la imagen de Itachi se le aparecía y el sueño se le iba. Intentaba pensar en cualquier cosa, pero todo lo llevaba a Itachi. El rubio daba vueltas por su cama, cambiaba de posición cada dos minutos y ya habían pasado como dos horas desde que se acostó.

—«Me rindo»— pensó sentándose sobre la mullida superficie para después ponerse de pie e ir hasta su armario de dónde sacó una masa de arcilla, tenía que hacer algo en lo que pasaban las horas, se sentó en su escritorio y prendió la lamparita.

Por suerte al día siguiente no habría clases gracias al baile al cual no pensaba ir por nada del mundo, se quedaría en casa a disfrutar de un día tranquilo y sin Itachi que fastidiara su ambiente de armonía.

—«Lo dejaré plantado, no hay de otra»— pensaba en lo que sus manos buscaban darle forma a la masa— «Verle la cara a ese idiota, realmente lo hubiera golpeado de no ser porque esos doblemente idiotas me detuvieron. Es tan fastidioso… lo aborrezco… lo que dijo Sakura-san no puede ser verdad, a mí no me puede gustar ese tonto… y… aún si me gustara… no significa que yo le guste… y eso si hablamos de como chica, de seguro me odiaría si supiera que soy un chico o por lo menos pensaría que soy raro… porque a él no le gustaría una relación homosexual y yo no soy gay… ¿¡Qué demonios estoy pensando!? Como si quisiera tener algo con Itachi… yo… quiero…»— cuando Deidara se dio cuenta le había dado la forma del rostro de Itachi a la arcilla— «demonios…»— se recostó sobre el escritorio, se sentía realmente patético.

Al día siguiente el rubio durmió hasta las 12 de la tarde después de que casi en la mayoría de la noche no pudo pegar un ojo. En realidad hubiera dormido más de no ser porque alguien tocó el timbre de la casa y, como no había nadie, él tenía que ir a ver de quien se trataba encontrándose a Kisame y Pain vestidos todo de negro y con gafas oscuras, toda la pinta de agentes secretos o guardaespaldas de yakuza.

— ¿Qué hacen aquí y por qué los disfraces?— preguntó algo enojado de que interrumpieran su sueño. Sus amigos se pusieron a sus lados y lo sujetaron de los brazos— ¿Qué hacen? Suéltenme.

—Objetivo capturado— habló Pain con voz profunda.

—Tiempo de trasladarlo para la segunda fase de plan— continuó Kisame en el mismo tono.

— ¿Qué hacen par de imbéciles? Suéltenme o los mataré— sin embargo sus amenazas no fueron escuchadas y contra su voluntad fue llevado a la casa del pelinaranja donde finalmente lo liberaron— ¿Qué les pasa? Los demandaré por secuestro.

—Deidara, sabemos que planeas no ir al baile— dijo el de piel azulada sonando acusatorio.

—Estás en lo correcto— afirmó el rubio cortante.

—Ah… bueno pues…— Kisame se rascó la sien algo incómodo.

—No dejaremos que faltes— continuó Pain.

—Eso no es de su incumbencia, pero ¿Para qué el numerito de agentes de la CIA?

—Pensábamos que se vería guay— respondieron los dos alzando los hombros e inclinando un poco la cabeza de forma “inocente”.

Deidara los miró enfurecido.

— ¡Guay al carajo y mil demonios!— gritó el rubio aventándoles lo que tenía a la mano— ¡Me han sacado de mi casa cuando aún estaba profundamente dormido y traído hasta acá en pijama!

— ¡AH! ¡Lo sentimos!

Kisame y Pain se cambiaron de ropa y el segundo tuvo que prestarle una muda al rubio.

—Volviendo al tema del baile— habló Deidara, todos estaban en la habitación del pelinaranja bebiendo un poco de zumo— no me pueden obligar a ir a esa tontería.

—Es un evento del colegio, tienes que ir— dijo Kisame— además, sabemos que la razón de que no quieras ir es Itachi, pero si te la pasas huyendo de él nunca aclararás tus sentimientos.

— ¿Quién está huyendo? ¿Qué sentimientos?

—Deidara, Deidara, sigues siendo algo inocente— dijo el pelinaranja dándole unas palmaditas en la cabeza como el día anterior.

—Si vuelves a hacer eso te quiebro la mano— amenazó el rubio y Pain apartó su extremidad.

—El punto es que no faltarás al baile, no compramos tu vestido y zapatos por puro gusto, además los zapatos los cambiamos por unos bajos— dijo el de piel azulada.

—Es sólo otra oportunidad para fastidiarme.

—Para que decirte que no si sí, pero en realidad se te veía bien la última vez— comentó Pain.

— ¡Es que no me quiero poner un maldito vestido!

—Pero lo tienes que hacer— sentenciaron sus amigos.

ΞΞΞΞΞΞ∞ΞΞΞΞΞΞ

7:00pm

Faltaba media hora para el baile y Deidara seguía renuente a ponerse el vestido.

—Si no te lo pones nosotros mismos te lo ponemos— amenazó Kisame quien sostenía el vestido mientras que Pain tenía los zapatos.

— ¡Ni muerto! ¡No me pondré esa tontería!

—Tú te lo buscaste. Pain sostenlo de los brazos— ordenó el de azul.

—Sí.

Ambos se abalanzaron sobre el rubio dispuestos a quitarle la ropa. Deidara se resistió lo que más pudo, pero le lograron sacar la camisa. Pain lo agarraba de los brazos y Kisame le iba a quitar su prenda inferior esquivando las patadas cuando alguien entró a la habitación y los tres se quedaron helados al ver a Dara. El rostro de la chica era indiferente ante tan comprometedora escena y su hermano maldijo el no poder saber qué pensaba.

— ¿Van a violar a Deidara?— preguntó la rubia y las mejillas del mencionado se sonrojaron como ya se les estaba haciendo costumbre.

— ¡Suéltenme par de imbéciles!— pataleando el rubio se liberó— nee-san no es lo que piensas.

—Claro. Mis padres me dijeron que te trajera esto— la mayor le entregó un traje— para el baile. Pero creo que no lo necesitas— dijo observando el vestido sobre la cama.

—Em… yo no quiero ir, pero ellos me obligan.

—Por cierto… de lo que me preguntaste ayer…

—Ah… no, nada, olvídalo.

—Pain, Kisame, por favor salgan de la habitación— ordenó Dara y ellos obedecieron, pero al cerrar la puerta se pegaron a esta— ¿Te gusta alguien?— le preguntó a su hermano.

—No, no es eso.

—A mí no me puedes engañar.

—Es que no es eso, hay una persona, pero no es que me guste… es sólo que…

—Estás confundido.

—Sí…

—Y… ¿Es un chico o una chica?— interrogó curiosa.

—Pues…

—No te preocupes… si eres gay te apoyaré hermanito.

— ¡No lo soy!

—Jaja ¿Y tú le gustas?

—No sé, no creo. Además solo me conoce como chica.

—Bueno, pues haremos que por el momento le gustes como chica— la mayor sonrió con picardía.

Al otro lado de la puerta.

— ¿Escuchas algo?— le preguntó Pain a Kisame.

—No, esos dos hablan demasiado bajo.

Escucharon el picaporte girarse y ambos se apartaron con rapidez. La puerta se abrió completamente dejando ver a Dara y a otra linda chica a sus espaldas. Los dos chicos estaban impresionados, sabían que era Deidara, pero se lo veía demasiado “lindo”. Tenía puesto el vestido, los zapatos y además estaba ligeramente maquillado, no mucho, lo suficiente para remarcar sus ojos y un poco rojizos los labios.

—Cierren la boca o se les entrarán moscas— les dijo la mayor— no suelo usar maquillaje, pero siempre llevo un poco en mi bolso.

—Nee-san, me pesa la cara.

—Se te ve linda.

—Ah… y ustedes dos dejen de mirarme y vayan a cambiarse— le habló a sus amigos y estos sin decir nada entraron a la habitación y se encerraron para vestirse.

—Esa es la prueba de que estás muy guapa— habló Dara— de seguro impresionarás a esa persona.

—Ah… si tú lo dices.

—Mmm…— la mayor observó de cerca el vestido de su hermano.

— ¿Qué?

—Los vuelos del pecho disimulan muy bien tu falta de senos.

— ¡Claro que me faltan porque soy un chico!

Kisame y Pain salieron de la habitación vestidos con sus trajes. Ciertamente se los veía muy apuestos, aunque al rubio le dio un poco de risa. Los tres salieron de la casa rumbo al dichoso baile.

—Que frío ¿Cómo las chicas pueden llevar faldas tan pequeñas?— dijo Deidara.

—No hace tanto frío— opinó el pelinaranja.

—Algún día los haré vestir de mujer a ver cuánto duran.

Al llegar al colegio vieron a varios chicos que aún estaban llegando, las chicas usaban diversos vestidos muy bonitos y los hombres trajes elegantes. A Deidara le llamó la atención una cabellera rosa, Sakura también lo notó y se acercó sonriente.

—Dara-chan, estás muy linda, me encanta tu vestido— dijo la pelirosa.

—Tú también estás muy guapa— comentó el rubio, Sakura llevaba un vestido azul con algunas lentejuelas.

—Vamos, entremos.

La pelirosa se llevó a Deidara al gimnasio del colegio donde estaba la fiesta. Algunos estudiantes bailaban y otros estaban en la mesa de bocadillos comiendo o bebiendo ponche.

—Hey, chicas— las llamó Ino quien se acercó junto a Temari y Hinata— Dara-chan, estás muy linda, hasta te maquillaste.

—Me ayudaron— el rubio sonrió.

—De seguro está así de linda para alguien—  comentó Temari con picardía.

—Estoy segura de eso— concluyó Ino.

—S-se equivocan…— negó Deidara.

—Hablando del rey de Roma y este que se asoma— dijo Ino y todas dirigieron su mirada a la entrada del gimnasio por donde entraban Itachi y Sasori vestidos de traje, se los veía realmente guapos— Dara-chan, ahí está…— lamentablemente el rubio se había desaparecido quién sabe en qué momento.

Al otro lado de lugar, Deidara se ocultaba detrás de una mampara que ocultaba todo lo que antes ocupaba el gimnasio. No sabía cómo había llegado ahí, simplemente en un abrir y cerrar de ojos estaba en ese lugar, ocultándose como un niño asustado, o peor, como una niña asustada.

—« ¿Qué estoy haciendo?»— se preguntó— que patético…

Salió de su escondite y fue a la mesa de bocadillos intentando por todos los medios el no levantar la vista para no ver a Itachi. Estando frente a la mesa cogió algunos aperitivos y se dispuso a comerlos con la mayor lentitud posible.

—Hey, hola— miró a quien lo saludaba y a su lado se encontró con Kabuto.

—Hola— respondió el rubio.

—Está muy guapa… Dara-san ¿No?

—Sí… gracias.

—De nada ¿Has visto a Sai-kun? Está en tu curso ¿Verdad?

—Sí, pero no lo he visto, tampoco lo conozco mucho ¿Tú sí?

—Digamos que sí, me tengo que ir, tomaré fotos para el diario escolar— avisó mostrando su cámara.

—Por favor no me las tomes a mí.

El peliplata sonrió amablemente y se fue. Deidara continuó comiendo ajeno a todo, no quería saber nada de lo que pasaba a su alrededor, pero lo de alrededor lo buscaba.

—Pensé que no vendrías— esa voz tan conocida para el rubio sonó a sus espaldas.

—Me obligaron— contestó sin virarse.

—Mmm… te ves… bien…— lo alagó Itachi.

—Gracias— se dio la vuelta con la cabeza gacha— yo… lamento lo de ayer… lo admito… soy idiota…

—Solo un poco— bromeó el pelinegro y el rubio, aunque no le hizo mucha gracias, sonrió de medio lado— estás perdonada.

—Grac-

—Sólo— lo interrumpió— si aceptas bailar conmigo.

—No te aproveches— reclamó Deidara— además ¿No dijiste que no te gustaba bailar?

—No sé bailar, pero quiero intentarlo contigo— el rubio se sonrojó.

—Está bien, pero sólo un rato.

—Sólo un rato.

Ambos caminaron hasta la pista de baile, varias miradas se posaron en ellos, pero no les importó. La música era algo lenta, miraron a las otras parejas, todas estaban bailando muy pegadas.

— ¿Tenemos que bailar así?— preguntó Deidara algo incómodo.

—Bueno… sólo…— levantaron los brazos pensando donde ubicarlos— emm… creo que es…— Itachi tomó una de sus manos y con la libre agarró la cintura del rubio mientras este posaba su otra mano en el hombro del moreno.

Se movieron torpemente, no sabían que hacer, Deidara miraba a sus pies tratando de sincronizarlos, en cambio Itachi contemplaba todo lo que podía de la linda rubia que estaba frente a él, quizá era rara, gruñona, antipática y más peligrosa que cualquier chica normal, pero todo lo compensaba con su belleza. Tenía en claro que ella le gustaba, por eso era tan insistente, sin embargo no era el momento de decírselo, primero intentaría ganarse su confianza y tratar de ser su amigo sin que lo mate. Sin querer, alguien que estaba bailando empujó a Deidara obligándolo a pegarse más a su compañero y, para sorpresa de este, el rubio no se separó, se quedó junto a su pecho. Deidara casi podía escuchar el corazón de Itachi, estar tan cerca de él le hacía sentir un calor agradable y le gustaba, pensó que dejarse llevar por un instante no haría daño, en ese momento tenía un enfrentamiento interno entre su cabeza y sus sentidos. Siendo más claros: su corazón. Y obviamente el segundo ganaba la batalla.

Cuando la música terminó el rubio sintió como su cordura volvía, se separó lentamente, dejarse llevar sí había hecho daño, ahora estaba mucho más confundido.

—Emm… voy al baño— dijo y caminó alejándose del moreno.

Salió del gimnasio dirigiéndose al edificio principal pues sólo ahí estaban los baños. Entró al de mujeres, ya no le importaba, necesitaba mojarse la cara y lo hubiera hecho de no ser porque al verse en el espejo recordó que tenía el maquillaje. Respiró profundamente ¿Para qué seguir negándolo? Le gustaba Itachi.

—Me gusta. Ya. Lo dije— habló para sí mismo— me gusta Itachi ¿Ya? Rayos… ¿Cómo puedo estar diciendo esto?— se apartó el cabello, miró su reflejo una última vez y salió del lugar— ah…— suspiró cuando la puerta se cerró a sus espaldas.

Se quedó parado un rato mirando el suelo, después decidió que mejor volvía a casa, pero primero tendría que ir a la de Pain y este tenía las llaves. Levantó finalmente la vista y se encontró a Madara apoyado en la pared de enfrente, también con traje, cruzado de brazos y con una sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Me has seguido?— interrogó el rubio.

Madara rio apartándose de la pared.

—Te ves linda— dijo evitando la anterior pregunta— se los veía tan bien a ti y a Itachi-kun bailando— Madara cada vez se acercaba más— aunque me han dado un poco de celos— ahora estaba a sólo centímetros de Deidara a quien realmente no le agradaba la cercanía.

—Sempai, te dejo en claro que no quiero nada contigo.

El moreno dio otro paso y Deidara retrocedió hasta quedar pegado a la puerta del baño. Madara apoyó sus manos alrededor del cuerpo del rubio, acorralándolo. Ambos se miraban fijamente a los ojos, el mayor no notó ninguna señal de miedo en Dara, pero sí un poco de enojo.

—Dara, yo siempre consigo lo que quiero— habló el pelinegro, Deidara no respondió— ¿Y con Itachi? ¿Con él sí te gustaría tener algo?

—Eso a ti no te importa. Apártate.

— ¿Y si no quiero?

Para el rubio era realmente irritante esa sonrisa burlona. No estaba asustado, pero se sentía extraño e incapaz de moverse.

—Madara-kun— el mencionado se separó del rubio al escuchar a Sasori— ¿Estás bien, Dara-san?— le preguntó el pelirrojo.

—Sí— contestó Deidara.

—Tsk… nos vemos después, Dara-chan— dijo el pelinegro y se fue dedicándole una mirada despectiva a su primo.

—Gracias, creo que me has salvado— habló el rubio cuando estuvieron solos.

—De nada, creo que Madara-kun se está pasando un poco.

—Ya, no importa.

—Bueno, volvamos a la fiesta.

—No, yo volveré a casa. No me siento muy bien.

—Te acompaño, no me siento muy bien en las fiestas y es peligroso que te vayas sola a esta hora.

—Gracias, Sasori-san, pero no quiero molestarte.

—Claro que no, vamos.

Ambos salieron del edificio, pero antes de irse el rubio fue con Pain para pedirle las llaves y este se las entregó diciéndole que se quedaría un rato más junto a Kisame.

— ¿Pain-san es tu familiar o tu novio?— le preguntó el pelirrojo al salir del colegio.

—No, iré a su casa antes que a la mía porque dejé algunas cosas o puede que me quede a dormir, somos buenos amigos, casi hermanos, es todo.

—Ah… por cierto, estás muy linda.

—Gracias. Oye… ¿Por qué tú e Itachi-kun…?

— ¿No nos parecemos?— lo interrumpió— en realidad solo somos medios hermanos, tenemos diferentes madres.

—Pero… tienen la misma edad.

—Es… una larga historia— Deidara no preguntó más pues notó la incomodidad del pelirrojo.

—Hace frío— comentó el rubio frotándose los brazos.

—Ah… ten— Sasori se quitó el saco y se lo colocó a Deidara sobre los hombros.

—Gracias, la verdad es que no entiendo como las chicas soportan faldas tan cortas.

—Bueno, tú eres una chica.

—Ah… sí… jeje… pero ni así lo entiendo.

—Eres una chica especial.

—No tienes idea…

Unos minutos después llegaron a la casa de Pain.

—Gracias… por todo…— dijo el rubio— ten— le devolvió el saco— emm…

—Buenas noches— el pelirrojo le dio un beso en la mejilla y se fue de inmediato.

Deidara se sonrojó y entró a la casa. Aquello fue sorpresivo, pero al mismo tiempo tierno. Sasori caminaba con algo de prisa, fue un impulso el beso, no se arrepentía, pero se sentía avergonzado. Llegó al colegio en donde Itachi lo esperaba en la entrada de este.

— ¿Dónde fuiste?— le preguntó el pelinegro.

—Eh… llevé a Dara-san a su casa.

— ¿Ya se fue? Esperaba poder bailar con ella otro rato.

—Madra-kun la estaba molestando y se quiso ir.

—Madara… sí que la molesta.

— ¿Nos podemos ir?— preguntó el pelirrojo.

—Claro, eso te quería decir. Vámonos.

Los dos se encaminaron a casa.

Sasori necesitaba preguntarle algo a su hermano, no era de los que hablaba mucho, sin embargo tenía plena confianza en él a pesar de todo lo que tuvieron que pasar de pequeños. Le daba un poco de vergüenza, pero se animó a hacerlo.

—Etto… Itachi-kun ¿Te gusta Dara-san?

El pelinegro se detuvo, no había conversado de eso con el pelirrojo y eso que siempre hablaban de todo. Le sonrió algo divertido, pero antes de que pudiera hablar su hermano lo interrumpió.

—A mí me gusta Dara-san— confesó un poco sonrojado.

Itachi parpadeó un par de veces intentando asimilar lo que acababa de escuchar. Era la primera vez en su vida que se enteraba de que Sasori le gustaba una chica, si antes había pasado, no lo había sabido. Y lo peor del asunto es que la, aparentemente, primera chica que le gustaba a Sasori era la chica que le gustaba a él. En ese momento no se le ocurría nada que decir, confesar que también le gustaba Dara no era una opción. Optó por sonreír, esperaría para ver como avanzaba esto.

—Es la primera chica que te gusta ¿No?— interrogó el moreno.

—Sí, Dara-san es algo…

—Especial.

—Sí…

3blackshadows

Notas finales:

no se ustedes pero yo me maté de risa escribiendo la parte en la que Kisame y Pain le kitaban la ropa a Dei, pobre... jajajajaja y luego dara... oh my... o los "agentes secretos" no se como se me ocurrio xD peeeeeerooo parece que Itachi y Dei quedaron en buen plan, peeeeerooooo ¿Qué hará Itachi ahora que sabe que su, ahora medio hermano, le gusta la misma "chica" que a él?

Madara en serio me está callendo mal ¬¬

Bueeeeenoooooo gracias a las que siguene sta fic, nos leemos en el siguiente capiii muchos besitos!!!!

yane!! ^^


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