8.-Buenas razones 1/2
El lunes por la mañana Deidara tenía dos buenas razones para no ir al colegio.
La primera: el uniforme de su hermana estaba sucio porque se le olvidó lavarlo.
Y segundo: aún si lo tuviera limpio, no querría ir a casa de Pain porque sentía que si lo veía lo golpearía hasta dejarlo en el hospital ya que todavía no se le quitaba el coraje de que lo haya besado.
Sin embargo, a menos que quisiera una regañada de sus padres y otro mes sin mesada, tendría que ir. Al final se vistió con el uniforme de educación física y así salió de casa.
Como era inevitable pasó por la casa de Pain, pero no se detuvo e ignoró la existencia de ésta.
Al llegar al colegio notó que no habían llegado ni Pain, ni Kisame, tampoco estaban Sasori ni Itachi. No sabía si eso era bueno o no, pero prefirió no pensárselo.
Se sentó en su puesto y sacó sus libros. En una semana serían los exámenes mensuales así que debía estar muy concentrado, no era que lo necesitara en realidad.
Un rato después llegó Kisame, solo. Se sentó atrás de Deidara donde se sentaba el pelinaranja.
—Hey, Dara-chan, Pain no va a venir.
—Que me importa— respondió el rubio sin siquiera voltearse.
— ¿Algo pasó entre ustedes?
— ¿Por qué preguntas?— interrogó esperando que Pain no le haya dicho nada a Kisame.
—Es que… ayer quise ir a casa de Pain, pero no me contestó el teléfono y hace rato, cuando lo llamé, dijo que no quería venir sólo porque no.
— ¿Por qué piensas que tiene que ver conmigo?
—Porque tú fuiste el último en verlo el sábado.
—Ah…— suspiró Deidara y se giró— el muy imbécil ese me besó.
— ¡¿En serio!?— gritó el de piel azul llamando la atención de varios compañeros.
— ¡Cállate, baka!— le exigió el rubio dedicándole una mirada asesina.
—Es que… no tenía idea ¿Por qué lo hizo?
—No tengo la menor idea, pero mejor que no vino o sino lo mataba ya que el sábado no tuve oportunidad de hacerlo.
—No exageres, quizá y solo fue para molestarte.
—Eso pensé— volvió la vista a su libro.
Sasori e Itachi llegaron sentándose en sus puestos. El segundo apenas se sentó recostó la cabeza en el pupitre, eso Deidara sí le pareció extraño, el pelinegro usualmente le hubiera saludado.
—Buenos días, Dara-san— le habló Sasori.
—Ah, buenos días— respondió el rubio para después seguir con su lectura evitando pensar en Itachi.
—Buenos días, alumnos— quién saludó fue Tsunade, la directora del colegio, quien había llegado al salón.
Los alumnos se pusieron de pie y saludaron respetuosamente.
—Gai-sensei no llegará hasta la tercera hora de clases, por eso este tiempo sería mejor que lo aprovecharan para estudiar, en unos días serán los primeros exámenes del año, los más fáciles y espero que salgan bien.
Los chicos no creían que eso pasara, Gai había cumplido su promesa de sacarles el aire en todas las materias y esos primeros exámenes parecía que fueran los últimos de todo el año.
—También les vengo a comunicar que van a tener una nueva compañera— continuó Tsunade— pasa, por favor.
Por la puerta se apareció una chica que no pasaba del metro cuarenta, más que chica de preparatoria parecía de primer curso de secundaria, pero sí era muy tierna, su cabello castaño estaba recogido en dos lindas coletas, su piel era muy clara y sus ojos celestes eran realmente impresionantes.
—Me llamo Akira Koto, un gusto conocerlos— se presentó con una dulce voz.
—La dejo en sus manos, nos vemos— dijo la directora antes de irse.
—Itachi-kun— llamó Sasori a su hermano quien apenas levantó la cabeza— es Akira.
El pelinegro la miró y la chica nueva corrió hacia él prácticamente lanzándosele encima, pero Itachi se agachó esquivándola, lamentablemente, Deidara terminó en el suelo con Akira Koto encima.
— ¡Oye!— le gritó el rubio adolorido por esa caída.
—Ah, lo siento mucho— se disculpó ella con esa cara de perrito que derrite a cualquiera.
—No importa— dijo Deidara algo sonrojado.
—Dara-san ¿Estás bien?— le preguntó Itachi ayudándolas a ponerse de pie sólo que el rubio no aceptó la mano del pelinegro y se paró solo.
— ¡Ita-nii-chan! ¿Por qué me esquivaste!— le reclamó Akira.
—Porque tus abrazos son homicidas— respondió Itachi.
—«Doy testimonio de eso»— pensó Deidara.
—Itachi-kun ¿La conoces?— preguntó Ino que se había acercado con casi todo el salón por el tremendo escándalo.
—Ah, es nuestro primo, bueno, sólo de título, es el hermano adoptivo de Madara-kun— explicó Sasori.
—Saso-nii-chan, soy una chica, deja de tratarme como chico.
—Eres un niño, Akira-kun— habló Itachi.
— ¿¡Qué!?— se exaltaron los de alrededor.
—No les hagan caso y sip, no tenemos ningún lazo sanguíneo, si fuera así ellos no serían tan amargados y feos— dijo Akira haciendo reír a Deidara, pero nadie lo notó.
—Akira-kun— la regañó Itachi— como sea ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en Inglaterra?
—Soy Aki-chan ¡Y sí! Pero me aburrí así que volví.
— ¿Y por qué entraste a este colegio?
—Porque aquí están Mada-nii-chan y ustedes.
—No pareces de preparatoria— habló Sakura.
—No lo es— respondió Itachi— tiene 13 años, pero se saltó algunos cursos por tener buenas calificaciones.
— ¿¡Eh!?— gritaron varios.
—Eso que quiere decir que eres muy inteligente Aki-chan— la halagó Hinata.
—Jiji lo soy. Esa también es otra diferencia entre ellos y yo— señaló a sus primos.
— ¡Akira-kun!— volvió a reclamar Itachi.
— ¡Soy Aki-chan!
— ¡No lo eres!
—Pues… no parece un chico— le susurró Kisame a Deidara.
—Aún si eres un chico eres muy bonita, Aki-chan— le dijo Ino.
—No soy un chico, simplemente estoy en el cuerpo equivocado, soy una chica, siempre me eh considerado así.
Con lo adorable que era nadie se atrevió a decir nada.
—Nee-chan ¿Por qué no tienes puesto el lindo uniforme del colegio?— interrogó Akira y la pregunta fue dirigida a Deidara mientras la castaña se daba la vuelta mostrando lo bien que le quedaba el uniforme.
—« ¿Nee-chan? Más importante ¿Cómo a un chico puede gustarle usar eso?»— pensó el rubio.
—Sí ¿Por qué tienes ese uniforme Dara-chan?— habló Sakura.
—Ah, se me olvidó lavar el mío, estaba sucio— respondió el rubio algo intrigado por tanta atención.
—Etto, disculpa tú— Akira le habló a Kisame— ¿Cuál es tu nombre?
—Ah, me llamo Kisame.
—Kisa-kun ¿Me dejarías sentarme atrás de mi nueva nee-chan?— la castaña abrazó a Deidara, pero notó algo en su “nee-chan” al pegarse a su pecho.
—Claro— Kisame se sentó en su lugar dejándole el puesto libre a Akira.
—Bueno, hora de estudiar, nee-chan ¿Me podrías poner al corriente con las clases.
—Ah, claro.
Todos volvieron a sus lugares y otros formaron grupos tanto para estudiar o conversar.
Deidara estuvo todo el tiempo con Akira enseñándole lo que hasta el momento habían aprendido en clases. Akira notó que Deidara era muy inteligente y el rubio confirmo lo que Itachi había dicho de la castaña.
—Bueno, eso es todo— terminó Deidara.
—Mmm es muy poco en realidad— dijo Akira.
—« ¿Para él es poco? Para mí es normal y para todos los demás es bastante, me pregunto que tan inteligente es este niño. Igual, no puedo permitir que me supere en el puntaje de las notas, tengo que quedar en primer lugar»
— ¿En qué piensas, nee-chan?— interrogó la castaña al notarlo tan distraído.
—Ah, en nada. Dime ¿Por qué si eres un niño te gusta vestirte de niña?
—Yo soy una chica, siempre lo eh sido. A mí me intriga por qué lo haces tú.
—Eh… ah… no sé a qué te refieres— Deidara se asustó al pensar que lo hayan descubierto, miró alrededor para verificar que nadie los haya escuchado.
—Cuando me pegué a tu pecho lo noté, tú eres un chico— afirmó completamente seguro.
—No lo digas, por favor, te lo explicaré en el descanso ¿Sí?
—Ok, nee-chan— la castaña le sonrió dulcemente a lo que Deidara se tranquilizó.
—«No puedo creer que nadie lo haya notado en estas tres semanas y él, que recién me conoce, lo haya averiguado» Volviendo al tema de las materias, entendiste todo ¿No?
—Claro, esto me lo enseñaron el año pasado.
—Ok, yo continuaré estudiando— se giró pegando su vista a sus libros, pero su mente pensaba en cómo explicarle a Akira su situación y pedirle que no dijera nada a nadie, su vida acabaría si eso sucediera, la humillación sería terrible.
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Las horas pasaron hasta que finalmente llegó el descanso.
—Nee-chan, nee-chan, vamos, tengo hambre— decía Akira mientras jalaba a Deidara del brazo.
—Espera— el rubio salió del salón con la castaña y Kisame.
Los tres fueron a la cafetería del colegio. Kisame y Deidara se sentaron en una de las mesas a esperar que Akira comprara lo que comería.
—Kisame… Akira descucbrió que soy un chico— habló el rubio con un poco de miedo.
— ¿Eh? ¿Cómo lo descubrió?
—Eso no importa, necesito que me ayudes a explicarle el porqué de esto para que no se lo diga a nadie.
—Mmmm…
A los pocos minutos apareció Akira con una rebanada de pastel de fresa en las manos.
—Nee-chan ¿No comerás nada?— le preguntó la castaña.
—Eh… no.
—Bueno.
Mientras Akira comía se formó el silencio alrededor, no sólo porque ninguno de los tres hablara, sino porque casi nadie hacía ruido en ese lugar.
—Aki-chan— dijo Deidara— bueno, yo me visto de chica porque perdí una apuesta contra Kisame y otro amigo.
—Ya veo ¿Y desde cuando lo haces?— interrogó la castaña llevándose un pedazo de pastel a la boca.
—Casi dos semanas.
— ¿Y nadie lo ha notado? Es sorprendente.
—Por favor no se lo digas a nadie ¿Sí? Yo no me considero una chica y si los demás lo saben, sería horrible para mí.
—No te preocupes, nee-chan, no se lo diré a nadie.
—Gracias.
—Pero… si no te consideras una chica ¿Por qué tienes el cabello tan largo?
—Ahora que lo pienso, desde que te conozco siempre has tenido el cabello largo, Deidara— dijo Kisame como quien recién se da cuenta de algo muy importante.
—Etto… pues no lo sé, supongo que es la costumbre— respondió el rubio.
—Bueno, la familia de Deidara es muy rara— continuó el de piel azul.
—Y aparentemente sus amigos también— dijo Akira.
— ¿Por qué lo dices?— interrogó Kisame.
—Por tu piel azul— respondió la castaña.
—Ah, eso, es de familia.
—Dara-chan ¿Cómo estás?— interrumpió Madara quien apareció por detrás de Deidara.
—«Genial»— pensó el rubio sarcástico.
— ¡Mada-nii-chan!— gritó Akira lanzándose al pelinegro, éste cayó al suelo con la castaña encima.
— ¿¡Akira!?— Madara se la quitó de encima para poder ponerse de pie— ¿¡Qué haces aquí!?
—Mada-nii-chan… ni pareces estar feliz de verme…
—No lo estoy ¿¡Qué rayos haces en Japón!?
—Pues ahora estudio en este colegio, me aburría en Inglaterra así que volví para estar contigo y mis primos.
—Rayos— habló el pelinegro entre dientes— Akira-kun, no tengo tiempo para ti, Dara…— pero lamentablemente Deidara se había escabullido mientras él hablaba con la castaña— mierda.
— ¿Eh? Mi nee-chan se fue. Ella está en mi salón, parece que la conoces, Mada-nii-chan.
—Sí, más que eso… quiero que ella sea mi novia.
— ¿¡Qué!?
—Sí, ella es la chica más bonita e interesante que eh conocido, no le intereso en lo más mínimo, ni mi belleza ni mi dinero, simplemente me desprecia y eso me atrae más a ella, es un sentimiento tan raro.
—Nii-chan, a eso se le llama masoquismo— habló Akira, pero Madara no la estaba escuchando.
—Dara-chan es hermosa, inteligente, realmente me encantaría que saliera conmigo.
La castaña se alejó de Madara en busca de su “nee-chan”.
Por otro lado Deidara y Kisame estaban caminando en dirección a su salón de clases.
—Uff de la que Aki-chan me salvó, ese Madara es tan molesto— dijo el rubio.
—Se nota que le gustas.
—Cállate, baka. Ese idiota me tiene hasta el carajo con sus acosos.
— ¿Acoso? ¿Ah intentado hacerte cosas raras?— preguntó Kisame sonriendo burlonamente.
—Un poco, sí.
—Que interesan…
— ¡Nee-chan!— gritó alguien interrumpiendo al de piel azul.
Ambos se voltearon y vieron a Akira caminando hacia ellos con un mueca de enojo dibujada en su rostro.
— ¡Eres muy mala! ¡Baka! ¡Te odio! ¡Te odio!— gritaba la castaña dando inofensivos golpes al pecho del rubio.
— ¿Eh? ¿Y yo que eh hecho?— interrogó Deidara confundido.
— ¿Por qué tú si le gustas a mi nii-chan?— Akira se sujetó a la camisa del rubio y alzó en rostro mostrando como dos lágrimas resbalaban por sus mejillas.
—No… no entiendo…
—No es justo— de pronto el Akira mostró una mirada seria mientras empujaba fuertemente a Deidara pegándolo a pared— a mi nii-chan sólo le gustan las chicas, Aki-chan quiere ser chica también para gustarle a nii-chan, pero ni así a Mada-nii-chan le gusta Aki-chan. Tú también eres un chico vestido de chica, pero a mi nii-chan sí le gustas, no es justo, yo soy más bonita y probablemente más inteligente. No es justo, no es justoooo…
La castaña cayó al suelo de rodillas tapándose el rostro con las manos y continuó llorando.
—Aki-chan…— Kisame se arrodilló a su lado, pero la castaña de un momento a otro lo agarró del cuello de la camisa y lo tumbó al suelo.
El de piel azulada notó la cara de enojo de Akira.
—Esto es su culpa— habló ella con una voz endemoniada que a Kisame le hizo estremecer de horror— si no hubieran hecho esa apuesta, nee-chan no se vestiría de chica y a Mada-nii-chan no le gustaría nee-chan.
—Ah… Deidara… ayúdame— rogó Kisame casi al borde de las lágrimas.
—Aki-chan, cálmate, no es culpa de nadie, además no tienes que preocuparte, a mí no me gusta en lo mínimo Madara, es más, me desagrada y me parece molesto— dijo el rubio intentando tranquilizarla.
— ¿¡Cómo no te puede gustar mi nii-chan!?— gritó la castaña poniéndose de pie y mirando amenazante a Deidara— él es el hombre prefecto, no tiene ningún defecto, es guapo, rico e inteligente— mientras decía aquello sus ojos celestes se iluminaba mirando a la nada hasta que otra vez enfocaron molestos al rubio— tú no lo mereces. De ahora en adelante seremos rivales en el amor y te venceré, malvada nee-chan— la castaña le sacó la lengua a su “rival” y sin más que decir salió corriendo dejando a un confundido Deidara y a un asustado Kisame.
—Rayos, sí que es fuerte y da incluso más miedo que tú, Deidara— dijo Kisame sobándose el pecho.
— ¿“Rivales en el amor”?— repitió aquellas palabras el rubio mientras miraba por donde se había ido Akira— ¿Acaso está loca?
—No sé, pero es muy rara.
—Por el amor de… suficiente tengo con los Uchiha como para ahora tener que soportar esto.
—Ah… sí que tienes mala suerte, Deidara.
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Sasori e Itachi llegaron al salón de clases y en seguida notaron a Akira llorando entre varias compañeras que intentaban consolarla.
—Akira-kun ¿Qué te pasó?— le preguntó Sasori.
— ¡Soy Aki-cha!— le gritó la castaña sin dejar de soltar lágrimas, aunque estaba demasiado dramatizado— nee-chan es muy mala…— dijo abrazándose a Ino.
— ¿Dara-san? ¿Qué te hizo?— interrogó Itachi.
—A Mada-nii-chan le gusta nee-chan, pero a Aki-chan le gusta Mada-nii-chan y no se lo quiere dar a nee-chan— explicó haciendo un pequeño berrinche.
—Pero a Dara-san no le gusta Madara-kun— le afirmó el pelirrojo.
—Pero si Mada-nii-chan es feliz con nee-chan, nee-chan debe estar con Mada-nii-chan.
— ¿Quién te entiende, Akira-kun?— dijo Sasori confundido.
—Bueno, no creo que ellos puedan estar juntos porque Dara-san ya tiene novio— habló Itachi.
— ¿¡Qué!?— gritaron todos incluyéndolos a Sasori y Akira.
—Itachi-kun ¿Cómo sabes eso?— preguntó el pelirrojo.
—Bueno pues el otro día la vi besándose con su amigo Pain, eso quiere decir que son novios.
— ¿¡En serio!?— gritó emocionada Akira— ¡Eso quiere decir que Aki-chan no ah perdido su oportunidad! ¡Wiiii!
Unos instantes después Deidara y Kisame llegaron al salón.
—Nee-chan, me alegra saber que ya no somos rivales— dijo la castaña abrazando al rubio.
— ¿Eh?— Deidara no entendía.
—«Que chico tan bipolar»— pensó Kisame.
—Me hubieras dicho que ya tenías novio, nee-chan.
—Hey, Dara-chan te lo tenías muy guardadito ¿No?— habló Ino acercándose con las otras chicas.
— ¿Novio?— dijo Deidara, ahora entendía menos.
—Dei- quiero decir, Dara-chan ¿Tienes novio?— interrogó Kisame sorprendido.
— ¡No que yo sepa!— gritó el rubio con la información ya procesada— ¿Quién les dijo que yo tenía novio?— quiso sabes algo molesto.
— ¡Ah! Eso quiere decir que entonces seguimos siendo rivales, baka nee-chan— Akira otra vez comenzó a llorar mientras caminaba a su puesto.
—Pero Itachi-kun nos dijo…— las palabras de Sakura fueron interrumpidas porque el pelinegro le tapó la boca.
—Ah jajajaja— rio nervioso— este, Dara-chan acompáñame ¿Sí?
Itachi lo agarró del brazo y salieron del lugar hasta alejarse un poco.
—Oye, espera— habló el rubio un poco molesto de que lo jalara.
—Lo siento, disculpa— dijo Itachi cuando se detuvieron— yo les dije que Pain es tu novio.
— ¿¡Por qué dijiste eso!?— casi gritó.
—Bueno… es que el sábado en el centro comercial te vi besándote con él.
— ¿¡Nos viste!? «Carajo, carajo, carajo ¡Maldición! Ahora sí te mato, Pain»— Deidara respiró profundo— él me besó, nosotros no somos novios, sólo somos amigos de la infancia.
—Ah… en serio lamento el mal entendido.
—Ok, ok, no importa— Deidara se sonrió— oye ¿Por eso estabas actuando tan raro?
Itachi se tensó.
— ¿A-a qué te refieres?— preguntó nervioso.
—Que no me hablas, ni siquiera me miras.
—Ah… No tengo que hacerlo todo el tiempo ¿No?
—Por favor… a veces eres hasta irritante con tu insistencia y que de la nada tu actitud cambie es…
Deidara fue interrumpido por la alarma que marcaba el final de la hora del descanso.
—«Salvado por la campana»— pensó el pelinegro— debemos volver a clases, vamos— comentó alejándose.
—Oye, no eh terminado de hablar contigo.
—Nos llamarán la atención.
—«Este, baka»
ΞΞΞΞΞΞ∞ΞΞΞΞΞΞ
En la tarde Deidara se encontraba leyendo unos libros, acostado en su cama. Miró el reloj que marcaba las 5:50 y después volvió la vista a su lectura. Sin embargo escuchó el timbre de la casa y se tuvo que poner de pie para ir a ver de quien se trataba.
—Ya voy— avisó antes de abrir la puerta.
Frunció el ceño al encontrarse a Pain parado en la entrada.
—Hola…— saludó el pelinaranja algo nervioso.
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