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Uncommitted por Pixie

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Notas del fanfic:

¡¡Hola, hola!! Este Oneshot está basado en Uncommitted de XIA Junsu: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=KEo6AdSTVfI

Desde que escuché la letra de esta canción quise hacer un fic basada en ella, pero ninguna de las parejas que me gustaban me motivaban mucho para hacerla. Pero desde hace unos meses me vicié a EXO y pensé que el estereotipo Playboy de Kai era perfecto para esto ^^

¡Espero que lo disfruten!

 

-¿Por qué?-

El moreno estaba en shock, su novio le acababa de decir que quería romper, después de casi tres meses de relación.

-Es solo que… hay algo en ti que me hace pensar que no eres indicado para mí…- decía el chico sentado en el sofá blanco que tan bien conocía, con los brazos apoyados en sus muslos y la cabeza gacha.

-¿Por qué?- repetía el menor sin entender, su pareja, o expareja, según se viese, evitaba su mirada sin responder, miraba a cualquier otra parte del pequeño apartamento.- Kyungsoo, explícame… ¿Cómo puedo arreglar algo que no puedo ver?-

El mayor dejó la vista fija en el gran ventanal, donde las gotas de agua caían provocando románticos sonidos para luego deslizarse lentamente por el cristal. Esa lentitud le recordaba a la propia, había alargado demasiado ese momento, a pesar de que sabía que tarde o temprano llegaría. Finalmente decidió que sería mejor dejarlo antes de que le partiera el corazón, así no tendría que guardarle rencor al menor.

-No estás preparado…- susurró.

-¿Eh?-

Kyungsoo cogió aire y le miró a los ojos, esos oscuros ojos en los que le encantaba perderse.

-Jongin… no estás preparado para una relación seria.- ¿A qué demonios se refería? Algo no andaba bien en la cabeza del más bajo, o al menos el menor no lo entendía.- Me engañarás, me serás infiel… No puedes estar comprometido.

El moreno no podía creer lo que estaba escuchando.

-Kyungsoo…- lo llamó y el mayor pudo ver confusión en su rostro.- No lo entiendo…

El chico sentado volvió la vista al suelo, desesperado, ya le era duro cortar la relación estando enamorado, más si el menor le ponía cara de perrito abandonado. Suspiró, frustrado, y decidió que debía sincerarse para que le entendiera, tal vez le haría daño, pero no quería mentirle.

-No eres ese tipo de persona, Jongin… Eres bueno si es sólo para una noche... pero nunca te podrías comprometer con nadie. – ¿Cómo había podido pasar eso? Siempre había sabido que no se entregaría totalmente a él si saliesen juntos… y aun así, acabó acostándose con él, varias veces, hasta que un día salió la palabra “novio” de los gruesos labios del menor, descolocándolo completamente.- Nunca cambiarás, eres todo un playboy y no puedo confiar en alguien como tú… Romper corazones es parte de ti…- soltó una risa que sonó más triste que divertida.- es como si lo llevases en la sangre, y nunca dejarás de ser así…-

-Eso no es verdad…- susurró titubeante Jongin, que lo había estado escuchando sin pestañear, intentando entender las palabras del mayor, y en realidad algo en él sabía que Kyungsoo tenía razón, pero jamás lo admitiría.

El mayor se levantó, dispuesto a irse, cogió el chaquetón que había dejado sobre la mesa y se dirigió a la puerta.

-Lo siento, Jongin, no quiero ser uno más en tu colección de corazones rotos.-

Cerró la puerta tras de sí, dejando al moreno totalmente perdido. Una parte de él se negaba a admitir lo que había dicho el menor, pero por otro lado se maldecía a sí mismo por haber sido así siempre, por culpa de ello había perdido a la única persona a la que había amado.

 *** 

Las parpadeantes luces de la discoteca lo cegaban, la música se colaba en sus oídos, clavando el constante beat en su cerebro. Se dejaba llevar por esos golpes, bailando al ritmo de la música, buscando una víctima. Y la encontró.

Sus amigos Luhan, Baekhyun y Sehun estaban bailando con un cuarto, el chico que esa misma noche se les había unido, un compañero de la universidad o algo así, había dicho el chino, pero ¿qué más daba? Lo único que quería era probar un poco de ese lindo bollito, como lo había llamado Luhan. Se deslizó por la pista hasta llegar al chico y comenzó a bailar de la manera más sexy que sabía, se acercó lentamente al pequeño que lo miraba algo cohibido y movió sus caderas rozando su entrepierna con el chico, sonriéndole lascivo y arrugando la nariz en una mueca bastante sexy. Ni siquiera se dio cuenta de la mirada enfurecida que le brindó Luhan y siguió a lo suyo. Se puso tras él y lo rodeó con un brazo, mientras, ligeramente agachado, seguía haciendo olas con su cuerpo, permitiendo al joven sentir roces en su espalda y en su trasero.

-Eres demasiado mono, ¿no crees?- susurró sobre su oído, rozando esa rosada piel levemente, provocando un escalofrío en el castaño.

De repente sintió cómo tiraban de él hacia atrás y lo arrastraban hasta que perdía de vista al pequeño. Lo empujaron dentro del baño bruscamente y sintió un pitido en sus oídos debido al repentino silencio.

-¡¿Qué demonios?!- se giró sulfurado, queriendo saber quién le había separado del que había decidido que sería su compañero de cama esa noche.

Vio a Sehun frente a él, mirándole con cara de pocos amigos.

-¿Se puede saber qué haces? Sabes que Luhan está pilladísimo por Minseok, por eso lo invitó hoy.- le dijo casi escandalizado.

-Tsk… no es mi culpa si no espabila, si no se lo quito yo, lo hará otro.- esbozó una mueca de indiferencia.

-¿Qué demonios te pasa? ¿Es que no tienes límites?- le reprochó mirándolo incrédulo.- ¡Es tu amigo, joder!

-Bah, déjame en paz.- se dirigió a la puerta y le propinó un golpe con el hombro a Sehun.

-Mira, llevas un par de semanas insoportable. ¿Kyungsoo te dejó? Pues te jodes, viéndote ahora, es lo mejor que hizo.

 

-¡¡Hey!!- saludó el chico viendo a sus amigos Baekhyun y Chanyeol sentados en una de sus zonas preferidas de la discoteca, unos grandes y elegantes sofás apartados de la pista de baile, donde el ruido se reducía considerablemente. Les gustaba ese sitio porque allí podían hablar tranquilamente sin tener que gritarse para escuchar voces lejanas.

-¡Junmyeon, Kyungsoo!- saludó Chanyeol cambiando su rostro serio a una enorme sonrisa.

-¡Hola!- saludó el chico de ojos grandes, sentándose en el sofá frente a sus amigos.

-¿Y los demás?- preguntó Junmyeon.

-Justamente estábamos hablando de eso… ¡AH!- se quejó al sentir el codazo de su novio en el brazo.- ¡¿Qué?!- dijo frotándose la zona dañada.

Baekhyun le miró intentando decirle algo, pero el chico a veces podía ser demasiado lento.

-¿Qué pasa? ¿Jongin ya está ligando por ahí?- Kyungsoo sonreía calmado.- No importa, sé como es, no espero menos de él.- rio.

Hubo un silencio incómodo, todos pensaban lo mismo, querían mucho a Jongin pero tenía ese lado incontrolable y se tiraba todo lo que se movía. Sabían que Kyungsoo estaba enamorado de él y, cuando comenzaron a salir, supieron que su relación no tendría futuro, porque el moreno jamás podría atarse a nadie.

-Bueno, es que esta vez se ha pasado un poco…- Chanyeol ladeó la cabeza en un gesto de desaprobación.

-¿Qué ha hecho?- dijo Suho extrañado por la expresión de la pareja, todos ya estaban acostumbrados a la actitud del chico, se preguntaba que habría hecho que les hubiese impresionado tanto.

-¿Se acuerdan de Minseok? El chico del que nos ha estado hablando Luhan desde que comenzó el curso.- los dos oyentes asintieron.- Pues hoy por fin se atrevió a invitarlo y a Jongin no se le ocurre nada mejor que intentar ligárselo…-

-¡¿Cómo?!- dijeron al unísono.

Luhan llevaba meses hablándoles del chico, se notaba que le gustaba mucho y Jongin podía ser muy cabeza loca a veces, pero nunca “atacaba” a alguien que le gustase a un amigo, tenía algunos principios, o eso creían.

-Sehun se lo llevó a rastras y menos mal porque por como lo miraba Luhan…- comentó Baekhyun, y es que todos sabían que, si Jongin se lo proponía, podía llevarse a cualquiera a la cama.

Hasta algunos de ellos habían caído en sus redes: Luhan y Baekhyun fueron seducidos en algún momento por el moreno, cuando lo acababan de conocer y aún no se habían acostumbrado a la sensualidad que emanaba el chico. Suho y Chanyeol hubiesen caído también de no ser porque ya tenían pareja cuando conocieron al chico.

Kyungsoo sintió algo a su lado hundiendo los cojines del asiento, se giró y vio a Sehun, con expresión cansada y la mano sobre su mejilla. Otro que había sucumbido a los encantos de Jongin, de hecho, el primero.

-Sehun, ¿estás bien?-

El menor asintió levemente, dejando claro que estaba mintiendo, no se le daba nada bien engañar a la gente.

-Ya se lo hemos contado.- dijo Baekhyun, reparando en que el chico seguía frotándose la mejilla.- ¡No me digas que te ha pegado!

Todos lo miraron incrédulos, esperando una respuesta del menor, a ser posible, preferían que fuera una negativa. El silencio les confirmó las sospechas de Baekhyun.

-¿Pero qué le pasa al niñato ese?- gritó Suho enfadado.

-¿Qué le dijiste?- preguntó Kyungsoo con sus ojos más grandes que nunca.

-Nada…- el menor no podía contarle lo que le dijo, él era el único que sabía que lo que Jongin sentía por Kyungsoo era real, aunque tal vez ni siquiera el moreno se daba cuenta de sus sentimientos, lo conocía desde que era un crío y se suponía esas cosas. Por ello, en el fondo creía que ese puñetazo se lo había merecido; aunque su amigo no actuó bien, él le dijo algo muy duro, sobre todo porque era cierto. Kyungsoo hizo bien en dejarle.

-¡Eh! ¿Qué tal?- Luhan apareció con su compañero, les dio un abrazo a sus amigos y luego lo presentó.-Este es Minseok, un compañero de la uni. Ellos son Suho y Kyungsoo.-

-Encantado.- el chico les mostró una brillante sonrisa y ambos pensaron que era ideal para Luhan.

Estuvieron un rato hablando de cualquier cosa, cultura, anécdotas, todo tema era bienvenido para olvidar lo pasado e intentar que Minseok se sintiese a gusto con el chino. De alguna manera lo lograron, porque llegó un momento en el que se giraron hacia el sofá donde se encontraba la pareja y los vieron perdidos en un profundo beso. Volvieron la vista en seguida, olvidando lo que le habían querido preguntar al chino. Pocos minutos después, Luhan dijo algo al oído del chico, haciendo que éste sonriera sonrojado y asintiera con los ojos brillantes.

-Bueno, nosotros nos vamos ya, que es tarde.-

El rubio se despidió de todos y se llevó al pequeño cogido de la mano, encontrándose con Jongin por el camino. Le dedicó una mirada llena de desdén y prosiguió su camino, pero un ligero jalón en su brazo lo detuvo.

-Lo siento…- dijo el moreno, arrepentido.

Luhan suspiró, era incapaz de guardarle rencor a nadie, y menos a Jongin. Sabía que últimamente estaba pasándolo mal, tal vez por la ruptura, tal vez no… no lo sabía, pero entendía que en sus malos momentos, era otra parte de su cuerpo quien tomaba el control, no su cerebro. Le dio un abrazo para demostrarle que le perdonaba y siguió su camino con el pequeño.

Jongin se dirigió a donde estaban sus amigos, cuando vio a Kyungsoo sintió una punzada en el pecho, pero intentó disimularlo y se acercó a Sehun tímidamente para entregarle el vaso lleno de hielo que traía con él.

-Para que no se te hinche.- dijo muy bajito. A lo mejor no era consciente de ello, pero siempre que se disculpaba actuaba como un niño pequeño, bajaba la cabeza y se encogía de hombros con un leve puchero en su rostro.

Sehun aceptó la disculpa y cogió el vaso, juntándose más a Kyungsoo para dejarle un sitio en el sofá, sin embargo, el moreno se sentó el apoyabrazos. No pasó mucho más hasta que decidieron irse.

-¿Cogemos un taxi?- preguntó Chanyeol saliendo del local.

-Sí, pero somos seis.- observó Suho.

-Vayan ustedes en uno y Kyungsoo y yo cogeremos otro, que vivimos cerca.- dijo Jongin dejando caer su brazo sobre el hombro del más bajo.

Los demás miraron al chico de ojos grandes, esperando que les suplicara que lo salvase con alguna señal discreta, pero solo obtuvieron una gran sonrisa.

-Vayan ustedes en el  primero. Nos vemos el lunes.- dijo.

Una vez ellos dos se subieron al taxi, Jongin comenzó con sus juegos, poniendo la mano en el muslo de Kyungsoo, más arriba y más en el interior de lo que debería. El mayor jamás se podría habituar a esos toques, y la mano siguió subiendo y subiendo, lo miró con esos grandes ojos descubriendo que era lo peor que podría haber hecho. El moreno tenía el brazo apoyado en la puerta del coche y su cabeza reposaba ladeada sobre su mano, lo miraba con una media sonrisa, sus ojos irradiaban deseo, esa mirada le estaba haciendo arder. Jongin se mordió el labio inferior justo antes de que su mano llegase a la entrepierna del mayor, quien se tensó de inmediato. Comenzó a masajearla lentamente, sintiendo el miembro de Kyungsoo crecer bajo su mano y éste se dejó hacer, porque era absurdo intentar apartar esa mano de ahí, si lo hacía el menor encontraría otra forma de ponerlo más cachondo y, estando en un taxi, era mejor dejar que hiciera eso simplemente. Vio como el menor quitaba el brazo de la puerta y llevaba la mano a su propia entrepierna, sin dejar de mirarlo, masajeándola al mismo ritmo que su otra mano. Sin duda sabía como hacerlo excitar, lo vio apoyar su cabeza en el respaldo, manteniéndole la mirada, mordiéndose ligeramente los labios.

Por suerte, estaban a punto de llegar a la casa del moreno y éste se bajaría del taxi dejando la situación en nada más que eso, o al menos fue lo que pensó Kyungsoo. Jongin parecía tener otros planes en mente, se le acercó lentamente y susurró en su oído.

-Ven a mi casa y termino el trabajo.-

Esa voz ronca vibró en su piel haciéndole estremecer.

-N-no puedo.- titubeó.

El moreno soltó una risa insonora, dejando que el aire golpeara la oreja del chico.

-Mentiroso~-

Kyungsoo tragó saliva, no se movía, estaba paralizado, sentía todo su cuerpo arder.

-Primera parada.- dijo el taxista.

-Será la única, nos bajamos los dos aquí.- dijo el menor entregándole el dinero al hombre.

-¿Qué? No…- Kyungsoo no pudo terminar la frase porque Jongin le arrastró fuera del coche.

-Quédese con el cambio. Buenas noches.- se despidió con su encantadora sonrisa y siguió su camino hasta el portal sin soltar al mayor.

-Jongin… No…-

Lo metió dentro del edificio y lo empujó hasta la pared, al lado del ascensor.

-¿Por qué no?- dijo apretando el botón y acortando la distancia que había entre ellos, quedando muy cerca de él. Le agarró de la cintura y lo atrajo hacia sí, con esa sonrisa traviesa que hacía a cualquiera derretirse al instante.

-Porque no... No sé.- dijo totalmente perdido.

En realidad podía seguir acostándose con el chico, disfrutando del gran placer que le daba, todo estaría bien mientras sólo fuera eso: sexo. Así tal vez se acostumbraría tanto que al final no sentiría nada por él, o tal vez era peor... Dejó de pensar cuando sintió unos dientes aprisionar suavemente su labio inferior, Jongin le clavaba la mirada, esa mirada que le hacía sentir como si le estuviese desnudando.

La puerta del ascensor se abrió y Jongin devoró con lujuria los labios del mayor, sin dejarle más opción que corresponderle con la misma pasión, agarró las piernas de Kyungsoo y éste por instinto dio un pequeño salto entrelazándolas en su cintura, aprovechó la ocasión para apretar sus nalgas con fuerza. El moreno entró en el ascensor y pulsó el botón de la novena planta sin mirar, seguía devorando los labios del chico, colando las manos bajo su camiseta haciéndole estremecer por el tacto de esos fríos dedos sobre su piel.

Llevó sus labios a ese blanco cuello, dejando pequeñas marcas, quería hacerlo suyo y que todos supiesen que él era el único que tocaba a Do Kyungsoo. Los incesantes jadeos de éste le estaban volviendo loco, quería hacerle de todo para escucharlos más y más, aguantaría las ganas de penetrarlo para alargar su placer lo máximo posible y deleitarse con la música que eran sus gemidos y con la belleza de su rostro expresando la satisfacción que él le hacía sentir.

El ascensor se detuvo así que salió precipitadamente hasta la puerta de su apartamento, sin dejar de besarlo. Apoyó la espalda del mayor en la puerta y sacó torpemente las llaves de su bolsillo para abrirla, entraron  cerrando con un portazo y Jongin lo llevó hasta la habitación tirándolo en la cama.

-Dios, me vuelves loco.- dijo tras quitarse la chaqueta, volviendo a abalanzarse sobre el chico, que lo miraba con las mejillas encendidas, apoyado en sus antebrazos.

Le besó de nuevo, saboreando esos gruesos labios que tan bien encajaban con los propios. Sin cortar el beso le quitó la chaqueta y comenzó a levantarle la camiseta, separándose únicamente cuando la prenda tuvo que pasar por su cabeza. Lo empujó ligeramente, haciendo que se acostara en la cama y juntó sus cuerpos mientras lamía su oreja arrancándole suspiros que pedían a gritos que calmara su excitación. No dejó de saborear esa zona hasta que unas palabras escaparon de sus labios sin permiso.

-Te amo.- susurró sobre el oído de Kyungsoo, y ni siquiera él se podía creer lo que había dicho, mucho menos el mayor.

Intentó ignorar aquellas palabras que había dicho sin pensar y siguió besando el blanco cuello del chico. Sin embargo una presión en su pecho le hizo alejarse.

-No digas eso.- el mayor lo miraba entre decepcionado y triste.- Si quieres que me acueste contigo, lo haré, pero no me mientas, y menos así.

-No… no te miento…-

Kyungsoo chasqueó la lengua y lo apartó, molesto, cogió su ropa y caminó hacia la salida. Podía soportar que lo usara como juguete sexual, pero no escuchar esas falsas palabras de sus labios. Estaba intentando ponerse la camiseta cuando sintió que lo giraban y le arrancaban la prenda, tirándola por alguna parte del piso. Jongin agarró su cara con ambas manos y el mayor retrocedió intentando separarse sin éxito, hasta que topó con el mueble que se encontraba al lado de la entrada. Se quedaron varios segundos en silencio, Kyungsoo esperando a que le dijera lo que fuerara que quería decir.

-Sabes como soy, sólo sé expresarme por el sexo… Así que, si es necesario, te haré el amor cada día, de mil maneras distintas, hasta quedar tan saciado que aborrezca el sexo…-

Kyungsoo no entendía muy bien qué le estaba diciendo, pero esas palabras le habían hecho sonrojarse.

-Tú… tú nunca aborrecerías el sexo…- le corrigió tontamente.

El moreno sonrió dejando caer su cabeza.

-Entonces espero que tú tampoco.- acarició su mejilla dulcemente, mirándole ya no con deseo, si no de una manera distinta que le hacía sonrojar incluso más.

-¿Uh? ¿Qué…?- le había dejado sin palabras.

Jongin se le acercó y depositó un suave beso sobre sus  labios entreabiertos, éste era diferente a los otros, era delicado, suave… tierno.

-Hagamos una cosa: esta noche, dime todo lo que no quieres que haga con nadie más, sólo contigo… Y como a veces me cuesta entender las cosas, me puedes poner ejemplos.- le dedicó una media sonrisa que hizo que se le derritiera el alma.

Completamente rojo y aún algo perdido, Kyungsoo intentó entender lo que le pedía su dongsaeng.

-Uhm… no quiero que… te lleves a la cama a otras personas...- explicó.

-Bien.-

Jongin sonrió y volvió a agarrarlo haciendo que las piernas del menor rodeasen su cintura, como habían hecho antes. Lo llevó hasta la cama y lo sentó con cuidado sobre ésta.

-¿Qué más?- le preguntó el moreno.

Lo miró con sus grandes ojos, creyendo comprender el juego del menor.

-No quiero… que otras personas te besen…-dijo tímidamente.

-Entonces hazlo tú…- le dijo con una sonrisa.

Kyungsoo sintió sus mejillas arder, tras observar un rato al menor esperando algún cambio de actitud que no apareció, se acercó aun temeroso de que le estuviese tomando el pelo. Jongin cerró los ojos antes que él, esperando a que juntara sus labios con los suyos. El mayor se unió a él y, para su sorpresa, el chico no movió los labios, sólo esperó a que él marcara el ritmo y se dejó llevar. Kyungsoo podría jurar que era la primera vez que él llevaba el mando en un beso con Jongin. Al principio mantuvo ese ritmo lento, pero luego quiso saber qué se sentiría al ser él el primero en introducir su lengua en la boca ajena. Delineó su labio inferior pidiéndole que abriese su cavidad y éste obedeció, dándole paso para entrelazar sus lenguas, el propio Kyungsoo se encargó de que el beso fuera más apasionado, agarrando a Jongin por la nuca y atrayéndolo hacia sí. Cuando les faltó el aire se separaron, con la respiración agitada, mirándose completamente extasiados.

-¿Qué más?- su voz volvía a estar ronca.

Kyungsoo no podía creer que siguiese con ese juego, notó que sus labios estaban hinchados y la morena piel ligeramente rosada, su pecho se movía al ritmo de su respiración y lo miraba expectante.

-No… no quiero… que… otros te vean desnudo…- dijo.

-Está bien.-

Jongin se incorporó y se quedó de pie frente a Kyungsoo, que observaba atento cada movimiento. El moreno levantó despacio su camiseta, dejando ver los calzoncillos debido a lo bajo que tenía los pantalones, después pudo apreciar su piel de color tostado, su ombligo, sus abdominales, su pecho y sus pequeños pezones, poco a poco todo su torso se iba descubriendo hasta que tiró la camiseta al suelo. Todo lo hacía de una manera desesperantemente lenta y Kyungsoo no perdía detalle de nada. Se quitó los zapatos con los pies y llevó sus manos al cinturón, lo desabrochó y desabotonó el pantalón para luego bajar la cremallera. El mayor se mordió los labios al ver en esa abertura el bulto bajo los calzoncillos del chico. Jongin bajó su pantalón, poco a poco por sus muslos hasta que calló solo, dejando maravillado al chico de ojos grandes solo con verlo en ropa interior. Pasó sus dedos por el elástico de sus calzoncillos y los agarró para bajarlos, también de manera pausada, hasta que quedaron en el suelo junto al resto de la ropa.

-¿Qué más?- dijo y Kyungsoo apartó la mirada del duro miembro que había quedado al descubierto.

Él también estaba muy excitado, demasiado, pero deseaba seguir ese juego. Se sentó en el borde de la cama y le tendió una mano, el moreno la tomó acercándose a él, su miembro quedando muy cerca del otro.

-No quiero que nadie saboree tu piel…- dijo y lamió la extensión del menor lentamente.

-¡Umh!- Jongin gimió dejando su cabeza caer ligeramente hacia delante.

Kyungsoo jugó con la punta de su pene, acariciándolo con su lengua, besándolo con sus tiernos labios. Jongin se sentía en el cielo, pero quería más, así que no pudo evitar gemir de gusto cuando el mayor se metió su erección en la boca. Comenzó a succionarlo lentamente, sintiendo su dureza, escuchando al moreno jadear ante la sensación de ser rodeado por esa caliente y húmeda cavidad, la lengua de Kyungsoo rozando su pene le hacía estremecer y esos acolchados labios lo aprisionaban deliciosamente. Agarró la cabeza del mayor enredando sus dedos en el pelo negro de éste.

-Nngh~-

Era raro escuchar únicamente los gemidos del menor, normalmente iban acompañados de los de otra persona, pero ahora sólo se escuchaba al moreno. Kyungsoo aumentó el ritmo al notar que Jongin le acercaba ligeramente a él, haciendo que tragara más de su extensión. El menor soltó una especie de gruñido y agarró sus nalgas perfectas, sin dejar de succionar el necesitado miembro.

-Ah~ Kyungsoo~mgh… me encantas...-

El nombrado se separó un poco, no sin antes darle un último lametón a la erección del menor.

-Y tú a mí…- confesó limpiándose los fluidos que quedaban en sus labios- Y tampoco quiero que pronuncies el nombre de nadie más así…-

Jongin lo miró perplejo, eso no se lo esperaba, pero le gustó, quería que el mayor lo reclamara como suyo. Decidió que podía usar el juego un poco él también.

-De acuerdo… Pero algo no me queda claro…- Kyungsoo lo miró curioso.- No quieres que nadie  saboree mi cuerpo, pero ¿puedo yo probar otros cuerpos?-

-¿Qué? ¡Claro que no!- le respondió molesto, completamente inocente, sin conocer el verdadero propósito del mayor.

-¿Ninguna parte?-

-Ninguna…- dijo ya sospechando sobre sus intenciones.

-Entonces, según este juego, he de saborearte por completo…- se acercó a él y comenzó a lamer su cuello.

Claro, tenía que hacerle todo lo que le prohibía hacer con otros. Kyungsoo se dio cuenta de ello y le dejó hacer, lamía su piel de manera dedicada, llegando hasta sus pezones, jugando en esa zona para luego seguir bajando. El mayor se desesperaba.

-Jong…Jongin… Tampoco quiero… que le hagas mamadas a nadie más…-

El moreno lo miró extrañado, preguntándose si lo que estaba haciendo era pedirle que le hiciera una en ese momento. Vio el rostro del mayor completamente rojo, no tenía nada más que decir, simplemente parecía estar esperando algo. Sonrió de nuevo, mordiéndose el labio.

-Me parece justo…- dijo sobre el bulto del mayor y depositó un beso sobre él.

Desabrochó el pantalón y se deshizo de él junto con la ropa interior y los zapatos. El pene del chico estaba muy duro y pedía ansioso que lo satisficieran. Así hizo. Se lo metió directamente en la boca, haciendo las maravillas que solo él sabía hacer. Kyungsoo no reprimía sus gemidos, ya le daba igual todo, sentía demasiado placer como para sentirse avergonzado. Jongin chupaba su pene con gran apetito, moviendo su lengua juguetona, el mayor no le quitaba la vista de encima, observando fascinado todo lo que hacía, podría jurar que los labios de Jongin rodeando su miembro era la imagen más erótica que había visto en toda su vida. Por supuesto, no era la primera vez que lo veía, pero siempre le sorprendía de la misma manera, nunca se podría acostumbrar a la sensualidad de Jongin. Dejó caer su cabeza en el colchón, arqueando su espalda entre gemidos, dejando que las descargas de placer provocadas por los labios del moreno se apoderasen de todo su ser.

-Mmgh~ Jongin~… No quiero que le hagas el amor a nadie más…- dijo finalmente, desesperado.

Pero el menor no dejó lo que estaba haciendo, solo llevó una mano a sus labios y metió varios dedos en su boca, Kyungsoo los lamió gustosamente y esa excitante acción hizo que Jongin apretara más fuerte su pene, succionando más rápidamente. Los gemidos del mayor rebotaban en las paredes, como pudo, mojó los largos dedos de su amante hasta que éste los apartó y llevó hasta su entrada. Dejó un momento de devorar la extensión del mayor para hacerle abrir más las piernas y metió un dedo en su interior, volviendo a saborear ese trozo de carne que ya goteaba excitado. No tardó mucho en meter los otros dos dedos, pues el chico casi ni se quejaba y sólo soltaba sonidos de gozo. Por fin, terminó de prepararlo y se posicionó poniendo sus piernas sobre sus hombros mientras le volvía a besar, ya consideraba que había pasado demasiado tiempo alejado de esos labios.

-Sé sólo mío, de nadie más…- le pidió el mayor.

-Creo que es una idea estupenda, cariño.-

Le sonrió y besó su frente justo antes de adentrarse en él de una estocada dejando salir otro de esos gruñidos entre sus labios.

-¡Ahh~!- de nuevo no había quejas, todo era demasiado excitante para que la hubiese.

Jongin comenzó un vaivén lento, deleitándose con la estrechez que rodeaba su pene, pero pronto Kyungsoo quiso más.

-Más… más rápido…- pidió.

El moreno obedeció, embistiéndole más rápida y rudamente, supo que había dado donde debía cuando escuchó un gemido de Kyungsoo que le sonó a gloria. Las caderas de Jongin aumentaban cada vez más la velocidad y la fuerza, y las sacudidas de placer estremecían sus cuerpos haciéndoles arquearse y gemir ruidosamente.

-Kyungsoo, me pones demasiado.- le dijo, a pesar de que ya estaba en su interior, el rostro del mayor le estaba excitando sobremanera.

El mayor abrió los ojos para ver al moreno sobre él, con los labios entreabiertos, embistiéndole salvajemente, sus ojos apenas tapados por su flequillo humedecido por el sudor…

-Tú sí que me pones, Jongin, eres increíbleenngh~!! -

El moreno al escuchar eso se había hundido más en el interior de Kyungsoo, y siguió así, invadiéndole y proporcionándole placer, sintiéndose cada vez más cerca del clímax. Agarró el miembro de su amante y lo bombeó concienzudamente, sintiendo como se volvía más duro, próximo él también al orgasmo.

-Es… Estoy a punto…- dijo el moreno apretando los dientes.

-Ungh…  una última cosa… No quiero que te corras dentro de nadie más…-

Jongin entendió el mensaje y sus movimientos se volvieron más salvajes y certeros.

-Está bien.- dijo a duras penas.

Se incrustó unas pocas veces más en el mayor y sintió como éste se arqueaba dejando que todo su semen se derramara en la mano del moreno, sintiendo esa increíble sensación por todo su cuerpo. El rostro de Kyungsoo le dio a Jongin lo último que necesitaba y con un sonido gutural se vació en el interior del chico, todo el cuerpo le tembló por el orgasmo y sintió que de repente perdía las fuerzas, desplomándose agotado sobre el mayor.

 ***

La luz del Sol le despertó a la mañana siguiente, se frotó los ojos intentando desperezarse y miró la hora: las 10:47. Entonces recordó lo que había pasado la noche anterior y el corazón le dio un vuelco, se giró hacia el otro lado de la cama pero no vio a nadie. Extrañado, se puso lo primero que encontró: unos calzoncillos negros y una camiseta blanca.

-¿Kyungsoo?-

Lo buscó por todo el apartamento, pero no estaba, y sus cosas tampoco. El mundo se le vino abajo en un momento ¿Acaso lo de la noche anterior fue sólo sexo? Esperaba que de ahí pudiesen seguir con una relación estable, pero el mayor había desaparecido sin decir una palabra, tal vez no quería que eso fuera a más. Se apoyó en el respaldo del sofá, decepcionado, sin verse capaz de recuperarlo y entonces se abrió la puerta principal.

-Oh, buenos días.- dijo el chico mientras entraba con una espléndida sonrisa.

-¡Kyungsoo!- Jongin se levantó sorprendido, asustando un poco al mayor y haciendo que lo mirase con los ojos como platos.- ¿Dónde estabas?

-Fui a comprar algo para desayunar, que no tienes casi nada aquí…- dijo mostrándole la bolsa que llevaba en la mano.

-Oh…-

-Voy a hacerte el desayuno, seguro que tienes hambre.- dijo yendo a la cocina felizmente.

Jongin lo siguió y vio como preparaba todo en la encimera, le encantaba que tuviese esos detalles tan atentos y le reconfortó pensar que los seguiría teniendo a partir de entonces.

-Pero yo no quiero eso para desayunar…- dijo haciendo un puchero y abrazando al menor por detrás.

-¿Qué? ¿Entonces qué quieres?- preguntó mirándolo totalmente inocente.

-A ti.- dijo y le besó tiernamente, sin poder borrar una sonrisa de su rostro.

 

 

Notas finales:

¿Qué les ha parecido? la verdad es que yo estoy bastante orgullosa de como me ha quedado, me gustaría saber su opinión! >.<

 


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