Él niño permanecía escondido en una improvisada muralla que había logrado hacer con una caja de cartón y las sabanas de la cama cubriendo su lugar. Ahí estaba seguro; nadie le llamaría para hacer cosas vergonzosas ni andar haciendo buenas caras.
Escuchó desde su escondite –que estaba en su habitación- como los demás gritaban su nombre para que fuera a cortar el pastel y soplar las velitas, y alguna tía diciendo que le quería sacar mil y un fotos para llevárselas de recuerdo de su pequeño.
Omma le había dicho que ese día era para que se divirtiera, era de él y podía hacer lo que quisiera… ¿Entonces porque debía compartirlo con alguien toda la gente de abajo? No, no le molestaba compartir, lo que le molestaba era que no le habían preguntado nada de lo que quería para su cumpleaños.
No podía creer que omma le haya mentido el día de su cumpleaños.
No quería un pastel de chocolate, el prefería algo de frutas; tampoco quería que le estuvieran tocando por todos lados y le dijeran cuan alto se estaba poniendo –lo cual le parecía una burla puesto que a sus seis años él aun debía estirarse demasiado en la punta de sus pies para poder alcanzar el cereal en la barra de la cocina-. No era un niño amargado, solo quería que su opinión fuera valida…Quería un cumpleaños donde estuviera a gusto.
-¡HyunChul ah, te encontré! –la voz de su mamá rompió en la habitación. Escuchó fuera de su “fortaleza” como taconeaba en espera de que el saliera (se la puedo imaginar cruzándose de brazos y con los labios fruncidos)-Escoge: o sales ahora o empiezo a gritar por el desastre que hiciste con los cajones.
Y HyunChul prefirió salir de su escondite a escuchar por centava vez –hasta donde él podía contar- el regaño de que debía tener ordenado el cuarto y que ella no le estaría arreglando siempre todo. El cumpleañero tenía la mirada baja y apretaba sus pequeños puños a sus costados, otra cosa con la que estaba inconforme era la ropa que le habían puesto ese día en regalo de su abuela: un pantalón corto en color caqui, una playera de vestir blanca de botones y un moñito rojo en el cuello…Y claro, calcetas largas, zapatos bonitos y el cabello relamido. HyunChul quería agarrar las tijeras y hacer tiras el traje, pero eso hubiera sido lastimar a su abuelita y nunca haría eso.
O quizá sí...
-Es tu cumpleaños, tus tíos y primos te esperan abajo y tu estas acá jugando-HyunChul iba a abrir la boca para decir que no estaba jugando, si no que no quería bajar, pero su mamá levanto la mano para que no dijera nada (Hacia una hora sus primos se habían burlado de él porque era su turno ese año de vestir como la abuela vestía al abuelo)-Compórtate como te he enseñado ¿Quieres?
Y no, no quería. HyunChul en ese momento solo quería estar con sus papás nada más, comer pastel y lo que su mamá había cocinado. Quería abrir el regalo que su padre le había llevado y sentirse más que consentido ese día.
-Nee, omma…-asintió apenas con un ligero movimiento de cabeza, dejándose bajar de la mano de ella para que todos le vieran y empezaran a hablar en voz chillona de nuevo.
HyunChul solo quería un cumpleaños a su perfecto gusto.
~o~o~o~o~o~o~
El flash de la cámara le dejo ciego por un par de segundos, se quejó con un “Aigo~” mientras refregaba sus ojos y los demás reían encantado de lo que parecía ser un acto demasiado tierno; al poco rato él les sonrió como si realmente estuviera encantando de que le estuvieran dejando ciego con tantas luces de cámaras tan cercas de su rostro. Pero aquello era, no tan claramente, una sonrisa educada que había aprendido para ese tipo de ocasiones. SuHoon bajó de la silla donde estaba sentado y justo cuando creyó que podría salir de la casa e ir hacia donde su primo JunSu le llamaba para estar con otro primo un rato, una de sus tías le jalo del brazo y le hizo tomarse fotos con ella.
No le molestaba las cámaras ni que todos quisieran tomarse fotos con él por ser su cumpleaños, sí a su familia de algún modo le hacia feliz aquello eso le bastaba; quizá cuando fuera adulto comprendería el porqué de estar tomando tantas fotos solo por ser su cumpleaños, pero por ahora no le veía el caso y tampoco el que se estuvieran reuniendo por eso, no es como si fuera navidad o año nuevo. No comprendía muy bien lo de los cumpleaños con tantas personas. Aunque claro, estaba agradecido de toda esa atención que le era brindada y de las muestras de afecto, eran cosas que nunca debían menospreciarse y el pequeño lo sabia a la perfección aun a su tierna edad.
-SuHoon ah siempre se porta tan bien-la voz dulce de su abuela se escuchó mientras cortaba el pastel para todos. La señora volteó hacia su nieto y le dedicó una sonrisa de esas que solo las abuelitas saben dedicar y los nietos corresponder con esa inocencia y felicidad de cuando te dan halagos de haber hecho algo bien (que era casi siempre, puesto que el menor de los Lee no era exactamente un chico que diera problemas a sus padres).
Por un momento mientras estaba reunido con todos en la mesa se preguntó lo que era en verdad dar un problema. ¿Sería grosero decir que no quería ese tipo de celebraciones? La verdad es que le daba un poco igual, al parecer todos se ponían felices por alguna razón y a él no le costaba mucho complacerles. Se preguntaba más bien, si expresar como quería pasar el día de su cumpleaños en verdad sería problemático. ¿Su abuela se sentiría herida porque su nieto no estaba siendo el chico silencio y bien portado que soplaba las velitas del pastel y sonreía de forma encantadora? ¿O su mamá estaría decepcionada porque no quería ponerse ese traje nuevo de cada año que elegía con anticipación de casi un mes?
La idea le empezaba a parecer tentadora. El punto de querer hacer algo que le gustará a él y solo a él le estaba convenciendo en cada cucharada que daba a su pastel.
Quizá el próximo año se negaría a una de las peticiones.
~o~o~o~o~o~o~
El reloj acababa de cambiar para dar cinco para las ocho. El cuarto permanecía con las persianas cerradas y era muy poco lo que entraba de luz. Los chicos que estaban sobre sus respectivas camas dormían plácidamente, como si los compromisos agendados, presentaciones y las preocupaciones no fueran a aparecer en todo el día y les estuviera permitido dormir por todo el día.
Quien los viera no podría tentarse el corazón para despertarlos, es decir… el que era el mayor dormía boca abajo y con los brazos extendidos por todo la cama, con las cobijas un poco revueltas en sus piernas, y el de la otra cama estaba cubierto casi con totalidad y solo se notaba su cabello oscuro entre sus sabanas azules. Se veía como si merecieran no ser molestados… Pero claro, esa no era la idea cuando los tres integrantes entraron al cuarto a hurtadillas y logrando exitosamente que la puerta no hiciera ningún chirrido al abrirse. Los dos maknae voltearon primero hacia el mayor de ellos con rostros interrogantes, él les sonrío con cierto toque malévolo y asintió sólo una vez.
-¡AH!
Fue un grito combinado con un quejido cuando a cada cama –más bien a cada cuerpo- les había caído su respectivo maknae para despertarles… O romperle los huesos, dependiendo la perspectiva, y él líder tenía esa puesto que había escuchado con claridad como todos los huesos de la columna había tronado después de que InJun le había caído en seco.
Y como si ser despertado de ese modo no fuera suficiente, HyunMin había corrido toda la persiana dejando que el Sol mañanero pegará con toda su fuerza, dejando a HyunChul medio ciego puesto que su cama estaba al lado de la ventana y se había quedado viendo hacia ella.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, HYUNG!
El coro de sus armoniosas voces empezó a cantar la típica canción para que despertaran. Ambos cumpleañeros se empezaron a cubrir hasta la cabeza y tironeaban de la sabana como si así fueran a amortiguar el ruido. Una segunda ronda y HyunChul ya estaba sentado sobre la cama, teniendo a JiHwan abrazado a él y ambos con rostros sonrientes, mientras SuHoon había cedido un poco al festejo y dejaba que InJun estuviera abrazado a él mientras seguía acostado.
-¿Tenían que despertarnos así?-hablo el líder cuando al final habían terminado de cantar, con HyunMin sentándose a la orilla de su cama-Hay otros modos más ortodoxos. InJun, pesas-dijo y como si le dijeran lo contrario, dio un pequeño salto para hacer otro quejido ahogado.
-No fue tanto-HyunMin movió la mano para restar importancia-Más bien creo es la edad que la empiezas a sentir, mira a HyunChul hyung, esta como si nada y ya se levantó.
-JinHwannie no pesa tanto como InJun~-habló mientras un bostezo interrumpía sus palabras.
-Hey! No por ser tu cumpleaños me tienen que maltratar-se quejó mientras se levantó de donde estaba…pero quedándose sentado sobre las piernas del líder.
-¡InJun!-Se volvió a quejar el mayor mientras ahora le daba con una almohada.
-Ya, se pondrá de buen humor después de que desayune…o algo así. HyunChul hyung, juró que tu cocina esta intacta-HyunMin se le quedó viendo con una sonrisa confiada, mientras HyunChul por su parte había abierto tan grande los ojos que parecía iban a salirse de solo pensar había quedado aquel lugar después de haber estado sus tres dongsaeng solos en su pulcra cocina. Un “nada va a estar en su lugar” fue lo que hubiera salido de sus labios, pero solo atinó a dar un suspiro de derrota.
Cuando los tres salieron del cuarto para dejarles levantar y arreglarse para desayunar, SuHoon se restregó la cara con una mano mientras se sentaba sobre la cama, estirándose para tronar un poco el cuello y desperezarse el cuerpo, volteó a ver hacia la cama de su compañero, el cual parecía a un nervios por lo que encontraría fuera de la cocina.
-¿A qué hora te pasaste para tu cama?-HyunChul movió la cabeza un par de veces antes de enfocar la mirada en su mayor, que le veía con ojos acusadores-Eish… ni cuenta me di cuando te zafaste de mi.
El menor se río y de un momento a otro ya estaba de nuevo en la cama del mayor, quedando sobre su regazo y abrazándose a él por el cuello, dedicándole una mirada que parecía que brillaba de arrepentimiento y un puchero en sus labios que pedían disculpas sin siquiera moverse; SuHoon solo suspiró y rodeó la cintura de su dongsaeng que tenía sobre, que curiosamente no le importaba en si que él pesará.
-Sabía que vendrían a despertarnos, es tan típico de ellos-chasqueó un poco la lengua-.Aunque no creí que nos saltarían. Ya veré como castigo a JiHwan.
-Pero ellos saben que estamos juntos, no se hubieran sorprendido de vernos en la misma cama.
HyunChul sonrió mientras sus ojos lanzaban una mirada un tanto divertida. SuHoon en ese momento recordó que en realidad el menor no se había quedado dormido en su cama con esa playera ni el pantalón holgado que se había vuelto a poner después de habérselo quitado a la media noche.
-Como sea, feliz cumpleaños de nuevo, hyung~-y empezó a repartir varios besos en el rostro de su pareja, unos más sonoros que otros hasta llegar a los labios de él, los cuales beso con suavidad para luego ser correspondido con esa dulzura que solo conocía HyunChul por parte de él.
La mini van se detuvo justo en la entrada del edificio, con el chofer anunciando que ya habían llegado; extrañado al silencio y ninguna respuesta volteó sobre su lugar y pudo ver al menor de los dos chicos que transportaba que se había quedado dormido en el hombro del líder del grupo, el cual sólo levantó la vista hacia el conductor y le dio una pequeña sonrisa que indicaba él lo despertaría. Las once de la noche y habían estado todo el día en el evento con las fans celebrando el cumpleaños de ambos (vaya que podían ponerse eufóricas porque dos chicos de un mismo grupo compartieran el día). Muchos flash de cámaras, muchas preguntas y actividades, tantas risas… era otra de las formas en las que ninguno de los dos se imaginaba terminar pasando sus cumpleaños, muy diferente a lo que ambos podían querer esperar, aunque no estaba tan mal.
Después de cruzar la puerta del edificio, HyunChul se aferró a los hombros del mayor, arrastrando los pies mientras su rostro estaba escondido en su espalda y se guiaba únicamente por él. El líder lo había logrado despertar después de varios intentos, y sólo porque no se había puesto realmente caprichoso es que no le había pedido que le cargara hasta el departamento, también comprendía que su mayor estaba igual de agotado que él. SuHoon sólo sonreía, oprimiendo el mismo el elevador para subir hasta el octavo piso y el mismo abriendo la puerta del departamento, era fácil porque el menor solo estaba recargado y no ponía todo su peso en él.
-Creo están dormidos los chicos-fue lo primero que dijo el líder al entrar al departamento que se encontraba en completa oscuridad, prendiendo la luz del pasillo y guardaba las llaves en su mochila-¿Te divertiste?-preguntó, ladeando la cabeza para ver aunque sea su cabello; el menor le murmuró cosas que no entendía mucho, pero como asentía supo que estaba dándole un “sí”.
-Omma compraba pastel de chocolate para mi cumpleaños-después de haber soltado sus hombros y separarse por fin entendía lo que estaba diciendo. HyunChul se quitó la chaqueta que llevaba y la colgó en un perchero cercano que había puesto en la entrada de la sala por la costumbre que tenían todos de dejar los abrigos tirados en los muebles-. Sospechó que nuestras Masters le preguntaron a mi omma y por eso el pastel que me tocó era así-sonrió suavemente, viéndose en un pequeño espejo, estaba despeinado y el poco maquillaje que le habían puesto estaba corrido y marcaba unas ligeras ojeras-Estoy horrible-dijo quejoso, Mika sólo se río de eso.
-No sé, el mío era de fresa y omma compraba de vainilla. Y no estás horrible, exagerado.
-¡No soy exagerado!-HyunChul dejo de verse en el espejo para voltear el cuerpo, sin encontrar al mayor de los dos en la sala. Arqueó una ceja, hacía unos segundos sabía que estaba ahí por hablarle tan cerca-¿Hyung?-caminó hacia la cocina por sí se encontraba ahí, estando esta oscura pero algo brillaba dentro. Una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de Karam, en la barra había un pequeño pastel con un par de velas, una “S”y una “H”, juntas, en medio de fresas y duraznos y otra pequeña fruta que no supo identificar entre la oscuridad-Lo recordaste.
-¿Qué eres tan caprichoso para preferir siempre pastel de frutas en vez de chocolate en tu cumpleaños? Sí-se río, HyunChul le enseñó la lengua de forma infantil-Aun no se acaba el día.
HyunChul prendió la luz y se acercó hacia donde estaba, sonriendo ampliamente y ver el pastel con grandes ojos iluminados por la pequeña flama. Volteó hacia el mayor y su rostro se cambió por uno dudoso, estirando su mano hacia su rostro.
-Esto es lo que me gusta a mi… Pero ¿es lo que te gusta a ti?-cuestionó, siendo consciente de que no había preparado algo especial para su novio más que el regalo que le había dado en la mañana (esa cadena de caucho con varios aros de plata y un dije cruz que se le veía tan bien como había imaginado en la tienda cuando la escogió-; pero no sabía de nada que fuera un deseo de cumpleaños, una tradición.
-Lo quería hacer-se encogió de hombros, buscando un cuchillo para cortar el pastel. No tenía caprichos, era sencillo, lo único que había querido para su cumpleaños era poder tener voz y voto en lo que se haría en sus festejos, justo con en ese momento, pasarlo así, aunque sea la última hora del día 28 de junio era lo único que necesitaba para decir que había pasado un feliz cumpleaños -¿A la de tres?-HyunChul asintió.
1, 2, 3…
Soplaron juntos y las velas del pastel se apagaron, a diez minutos antes de que acabara… Un último feliz cumpleaños y un beso cargado de felicidades. Y algo de merengue.