Los siguientes días y noches después de aquella mágica noche se tornaron hermosas, el sueño perfecto; el amor fluía, las caricias, el deseo y anhelo de que jamás terminara pero como es acostumbrado para Hanamichi nada dura eternamente y bueno esta no sería una excepción ,su cuerpo ya estaba recuperado completamente ,las heridas habrían cicatrizado sobre las cicatrices antiguas, pero lo que aún no cicatriza es su mente el vivir perseguido y con el temor de volver a ver a aquel moreno que tanto daño y dolor le provoco; además ya era tiempo de volver a clases y eso incrementaba el temor para el pelirrojo realmente no desea volver a aquel lugar, no quiere verle y sabe que si aquel muchacho se le acerca colapsara y querrá salir de ese lugar de inmediatamente. Su cuerpo tembló y luego negó diciéndose internamente “vamos maldito idiota, eres tú no?, la bestia roja, el indomable, el inigualable Hanamichi, el “pro”, el jugador número uno, no dejes que un hombre quiebre tu felicidad, no lo permitas lucha por tu vida, tú orgullo y sobre todo tu sueño por ser un gran basquetbolista no?”, fue lo que se repitió miles de veces en el auto de Rukawa dándose así valor además ciertas sonrisas y suaves frases que salen de los labios de su acompañante le hacían calmarse sobre todo una en especial *no te preocupes, yo estaré ahí para ti, te protegeré pequeño*;de entre todas las cosas y personas que le habían prometido cuidarle y que estarían junto a el Rukawa es al primero al que le cree completamente, completamente decidido y ya más calmado sonrió sintiendo como el automóvil se detiene a las afueras del establecimiento.
cerro sus ojos y trago saliva bajándose antes que el moreno del auto y así desordeno un tanto su cabellera rojiza, abrió su chaqueta y desordeno su camisa, remango sus manga y se estiro caminando en dirección a la entrada con sus manos en los bolsillos, mostrando después de muchos meses esa esencia intachable, intocable y sobre todo completamente agresiva volvía a él la bestia roja, y ahora nada ni nadie le arrebatarían su personalidad rebelde y completamente única, era un nuevo día para muchos pero para Hanamichi un nuevo inicio en su vida.
si había desaparecido por extensos seis meses y los murmullos comenzaban se corría la voz de que la bestia roja había renacido y que habría estado en el hospital por una fuerte pelea que tuvo con chicos del instituto Seigaku ,realmente Yohei se habría encargado de difundir esa noticia puesto que nadie sabía de la “relación” de ese par de amigos, pero tanto mejor para Hanamichi el moreno se habría encargado de poner por los cielos nuevamente su reputación y esta vez la conservaría así, siendo la bestia indomable y el chico rebelde que siempre fue; en su rostro se mostró una fina sonrisa de media luna tal y como la mayoría de las personas lo recordaban, su semblante nuevamente marca paso en el lugar las chicas cuchichean y los chicos se alejan despavoridos por aquella mirada decidida y algo amenazadora de Hanamichi; pero en ese momento solo se dirigiría a un lugar y nada más que aun lugar al gimnasio tenía que volver con la práctica y como ya estaba recuperado podría volver a jugar su tan apreciado basquetbol; y aun que aún se preguntaba el por qué tenía tantas ganas de ir a practicar si ya había dado por perdida a Haruko su gran amor por así decirlo o más bien su platónico el cual desea pero no quiere tenerla de una forma más íntima.
Era primera hora de la mañana y tal parecía que en el gimnasio había una reunión entre cuatro ojos, el gorila y los demás jugadores del equipo; Hanamichi se adentró al gimnasio con una de esas entradas gloriosas que tanto acostumbraba a hacer, abrió las puertas del gimnasio y se paró en la entrada del lugar, los rayos de luz no dejaban ver bien quien era pero ese semblante, el como la ropa le quedaba algo grande y esa manera de pararse y sostener el balón con una mano indicaba que era el pelirrojo que volvía a las practicas.
-ya llego el jugador estrella, el novato número uno!!! Jajajajjaja-
Reía divertido Hanamichi mientras todos le observaban y comenzaba a reír, era su manera de decirle bienvenido a la práctica.
-muy bien gorila comencemos!!-
-a quien le llamas gorila-
Dijo con voz ronca a lo cual Hanamichi no pudo evitar imaginarse a un gorila enjaulado.
-anda gorila quieres una banana yo tengo una aquí-la sacaría desde el interior del bolsillo de su pantalón y se la ofrecería al más alto-anda toma…toma
Que crees que haces imbécil!!!!-le grito y termino dándole un coscorrón en la cabeza el cual dejaría un chichón, Hanamichi se sobre mostrándose su inflamado golpe y comenzó a reír, todos se extrañaron pues era la primera vez que Hanamichi reía luego de ser golpeado por gorila.
-JAJAJAJA!!!!!Extrañaba eso!!!-
Dijo animoso y luego grito a todo pulmón-
-muy bien a entrenar!!!!!!-
Y fue así como se pasaron todo el día entrenando y Hanamichi seguía con lo básico, los dribleo y los pases, en su rostro se mostraba más euforia de lo normal y casi ni se quejaba cuando el gorila e iba y le daba sus coscorrones por no hacer lo que se le indicaba, se nota que le gusta eso…que necesitaba su equipo para poder desahogarse y sentirse vivo. Pero de un momento a otro mientras entrenaba comenzó a sentirse observado por lo cual busco en todas dirección con la mirada sin dejar de hacer botar el balón a su “observador” y asi como después de extensos segundos encontró por fin en la puerta del gimnasio como de costumbre a Haruko y sus dos amigas pero lo que realmente le llamo la atención de esa zona fue haber hallado a Rukawa parado junto a ellas observándole divertido por como este hacia los entrenamientos básicos.
-HOLA!!!!RUKAWA!!!!!-
Grito en signo de saludo para que le observara jugar con el balón y fue ahí que todos quedaron impresionados e incluso el mismo gorila que ya se disponía a darle un nuevo coscorrón no lo hizo, acaso habría estado saludando a aquel psicólogo en vez de a Haruko? Fue lo que todos se preguntaron sin entender e incluso la mismísima Haruko se sorprendió y volteo a mirar quien era el chico al cual Hanamichi saludaba en vez de a ella y fue ahí que Haruko dio un brinco y llevo una de sus manos a su propia boca y grito conmocionada.
-P-PERO SI ES KAEDO RUKAWA!!!!!!!!!!!!!!...E-EL NOVATO NUMERO UNO DE LA UNIVERSIDAD TAKASHI(la acabo de inventar para agregar a Rukawa xD)-
Todo se quedó en un completo silencio y la mirada de todos era de impresión realmente era Kaede Rukawa el novato número uno de su liga…. Hanamichi no entendía nada de lo que sucedía y aun que decía que amaba y era un completa devotó al basquetbol no sabía nada de los jugadores a no ser que fuese Sendo a ese lo conocía bastante bien su eterno rival…pero lo que respectaba a los demás jugadores no los conocía.
Rukawa llevo una de sus prodigiosas manos hasta su cabellera azabache la cual revolvería un tanto de manera sensual y le lanzaría una mirada provocativa a Hanamichi antes de hablar.
-Oh vamos me han descubierto jejeje….que desperdicio yo quería pasar desapercibido tal vez no debí venir a ver la práctica del equipo.
Dijo con escepticismo mientras Hanamichi se sonroja ante esas miradas que bien conocía, su piel se erizo y se estremeció un tanto al punto de dejar escapar el balón.
-Miren Hanamichi esta tan sorprendido que ha dejado escapar el balón-
Susurro una de las amigas de Haruko mientras Rukawa ya tomaba el balón que habría llegado hasta sus pies con una sola mano y camino en dirección a Hanamichi que hacia semi arrodilla y algo sonrojado; el peli azabache le entregaría el balón haciendo rosas apropósitos sus manos con la ajena y susurro – “te espero en mi oficina para la sesión de hoy”-su voz es sensual y provocativa lo cual hizo tragar saliva a Hanamichi y sonrojarse hasta a la mismísima ayaco que estaba con el periódico en mano entrenando a Hanamichi.
-h-hai…-
Fue lo único que respondió el avergonzado Hanamichi antes de que el mayor se alejara y se marchara del lugar, ahora la cosa era se marcha inmediatamente o le hace esperar en signo de venganza por no haberle contado que era un prodigioso basquetbolista?, y bueno puyes conociendo a Hanamichi eligió la segunda opción y prefirió hacerlo esperar y así se quedó toda la mañana y gran parte del día practicando, fue casi como si deseara recuperar todos esos meses perdidos en los cuales no tenía el valor suficiente como para llevarle la contraria a quien fuese. Además no tenía nada que temer puesto que no había visto en todo el día al idiota de Yohei así que…podía hacer lo que el deseara.
La práctica ya había terminado y no quedaba nadie más que el pelirrojo que acostumbra a ordenar los balones después del entrenamiento y eso estaba haciendo cuando nuevamente sintió esa mirada penetrante que se posaba en su persona, miro a todos lados rezando por que no fuese Yohei quien era un experto en aparecer de la nada, busco con su mirada a todos lados y no vio nada…completamente nada ni a nadie.
-Quien anda ahí!?-
Cuestiono algo espantado Hanamichi cuando de la nada una voz algo sutil y varonil resonó en el gimnasio, diablos era imposible no reconocer esa voz que paso tantas noches resoplando sobre su nuca, hablándole y acostándose con él, su piel se erizo completamente y se estremeció diciendo.
-Q-Que haces aquí?....-
A lo cual el desconocido respondió de manera algo sutil sin perder la calma.
-Vine a buscar lo que es mío…lo que me pertenece…quien jamás llegó cuando le dije que fuera-
Hanamichi comenzó a reír y a la par aquel sujeto rio con el antes de ser abrazado por la espalda y rodeada su cintura hasta ser apegado contra aquella entidad de un buen físico.
-No podías esperar a que terminara con la practica?-
Cuestiono de manera juguetona el pelirrojo mientras el peli azabache lo apegaba más a él y acariciaba su vientre por sobre el uniforme de la práctica, el cuerpo de Hanamichi esta perlado en sudor por la reciente practica y que mejor que esto…. Aquel muchacho se ve completamente excitante y no podía desearle aún más ahora.
-te daré las reglas del juego jmjmjmjm-rio el misterioso pelinegro-es un juego simple…por cada gemido placentero que des tendrás que hacer un tiro de tres puntos mientras yo…-deslizo una de sus manos a los glúteos del lampiño y punzo su entrada con dos de sus dedos por sobre el pantaloncillo corto-penetro aquí…
Hanamichi tembló completamente sonrojado y asintió ante las frases del mayor, sin mencionar el cómo su cuerpo se tensó ante esos dedos que punzan su entrada, trago saliva antes de decir suaves y casi inconscientemente provocativas frases.
-Creo que valió la pena quedarme a ordenar los balones mi queridísimo……
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