—Creo que valió la pena quedarme a ordenar los balones...mi queridísimo Sendoh... — murmuro de forma suave el pelirrojo como si arrastrara la lengua en cada silaba y es que era un sueño jamás pensó volver a verlo... al menos no después de aquella despedida.
El peli-negro apretó con firmeza las caderas su lindo cachorrito peli-rojo haciendo que los firmes glúteos ajenos se rozaran contra su hombría al tiempo que posaba su mandíbula sobre el hombro del más bajo — dime fresita... ¿me extrañaste? — cuestiono en un tono suave.
Hanamichi podía sentir el aliento del moreno acariciar su piel consiguiendo que se estremeciera, sintiendo como la sangre llenaba sus mejillas tiñéndolas de un hermoso color carmesí — tal vez... —observo de reojo a su atractivo acompañante sintiendo como su corazón se descontrolaba golpeteando con fuerza contra su pecho no entendía si era porque su piel lo recordaba o todo por lo que había estado pasando ese último tiempo que la más mínima muestra de cariño hacia él lo encendía lo hacía querer entregarse por completo a los brazos de un cambiado Akira Sendoh.
El pelinegro giro con firmeza al menor para tenerlo de frente, sosteniendo con sus largos dedos la quijada ajena apreciando aquel hermoso color escarlata que hacía resaltaran los bellos iris del peli-rojo —fresita... — susurro mientras rozaba los labios del más bajo —porque jamás recibí una carta, un mensaje...lo que fuese por parte de mi dulce fruta... —su oscura mirada era intensa se comía a Hanamichi en su mente lo desvestía y tenía en todas las poses que sabe el menor recuerda por completo — es que te olvidaste de como tu cuerpo se amolda a mí? — cuestiono en un tono seductor antes de dar una pequeña mordida a su labio inferior, lo sentía golpeando en su entrepierna estaba listo solo necesitaba un pequeño impulso antes de comerse a su presa.
Hanamichi sentía sus piernas temblar, al tenerle tan cerca, su mirada siempre lo hacía suspirar y es que se sentía tan deseado, casi que su cuerpo lo necesitaba, quería sentirle motivo por el que instintivamente se apegó un poco más al mayor —es una larga historia... — murmuro bajando apenas la mirada para alejarse con cuidado del tonificado cuerpo ajeno y es que no solo los recuerdos de esos últimos dos años con Yohei lo atacaban sino una sensación de culpa, estaba bien sentir ese tipo de excitación por alguien que se marchó... por alguien que no era Rukawa?, no eran nada, solo su psicólogo y amigo... si habían tenido una fantástica noche de pasión... pero eso los volvía algo más que amigos?
—Fresita? — expuso el moreno alzando una de sus cejas mientras observaba al pelirrojo divagar en su mente —sucede algo? — cuestiono el moreno sacudiendo ligeramente su camisa con intención de ocultar su latente erección y es que este no era el recibimiento que él había esperado.
Las frases de su antiguo “amigo” lo sacaron de su mente haciendo que se riera bajito frotando su nuca — Lo siento... si supieras por todo lo que eh pasado no me creerías... y bueno eso me tiene un poco fuera de mi — aclaro el peli-rojo encogiéndose apenas de hombros mientras observaba nuevamente al moreno acercarse esta vez para tomar su rostro entre sus manos y apretar ligeramente sus mejillas — pues adivina tendremos toda la noche para que me lo cuentes pues... esperaba me dejaras quedar en tu departamento hasta que vuelva a instalarme en el país... — expuso con una sonrisita de soslayo mientras robaba un pequeño beso de esos carnosos labios.
Aquel intimo momento fue interrumpido por el abrupto abrir de las puertas del gimnasio seguido de una pequeña risita — jaja... enserio?, desapareces por semanas y resulta que todo este tiempo estuviste con un don nadie plantándome un par de malditos cuerno!! — bramo enfurecido Yohei haciendo que el peli-rojo se alejara por instinto de su antiguo acompañante de sabanas —n-no... deberías estar aquí — balbuceo apenas el lampiño comenzando a jugar con el borde de su camiseta de manera nerviosa.
Sendoh miro confuso la situación, el Hanamichi que estaba viendo en ese momento lo desconocía por completo, tan frágil, tan tímido, tan lleno de... miedo?, esto debía ser una broma cuando él se marchó dejo un león, una bestia peli-roja que se comía el mundo y a cualquiera que se atreviera a entrometerse en su camino, negó apenas y dio un paso frente al ahora frágil Hanamichi — Yohei Mito … ¿cierto? — cuestiono con ese tono que indicaba que cualquier movimiento en falso por parte del menor terminaría en una pelea segura — me puedes explicar con qué derecho vienes a tratar a Sakuragi de esta forma? —
A Yohei se le helo la sangre al ver quien estaba ahí de pie, anteriormente no lo había reconocido — ¿Sendoh?...¿qué haces aquí?... se supone que debías estar al otro lado del mundo — expuso de manera despectiva mientras se aproximaba a su novio tomando la muñeca del peli-rojo de manera suave — a todas tus preguntas, que responderé solo por cordialidad porque tú no eres nadie aquí... te diré que este hermoso chico es mi novio... — expuso enseñando a Hanamichi cual trofeo se tratará como si dijese ahora es mío, lo perdiste, yo gane — o no bebe? — observo de soslayo al pelirrojo mientras le entregaba una cálida sonrisa.
Hanamichi observaba expectante la escena, pasando apenas un dificultoso trago de saliva, se encontraba realmente nervioso, era una mezcla de emociones, en ese momento se sentía tan indefenso nuevamente, toda la energía que había tenido gracias a Rukawa se le había escapado junto a su valentía desde el momento en que Yohei había tomado su mano, de esa forma tan delicada... tal y como lo hacía antes — Yohei... yo... — guardo silencio un momento su mente estaba perturbada, quería llorar, pero tenía miedo, miedo de como lo vería Sendoh, vergüenza de lo que era en ese momento.
—Fresita... — expuso sin miedo el moreno pues a él jamás le complico que supieran la relación especial que tuvo en su tiempo con el menor — te encuentras bien?... — se acercó y poso su mano sobre el hombro del prospecto a basquetbolista — pareciera como si no quisieras estar cerca de Yohei — si las miradas mataran en ese momento ambos peli-negros estarían luchando para ver quien asesinaba al otro primero porque la tensión en el lugar podría cortarse con cuchillo — necesito hablar con mi novio... así que podrías marcharte y dejarnos solos? — pregunto Yohei mientras jalaba un poco al pelirrojo para así poder abrazarlo de la cintura y posar sus labios sobre la frente de su “amado” — cierto bebe? — miro nuevamente al pelirrojo pero esta vez de forma demandante, dándole a entender que si no hacía caso sufriría las consecuencias y por Dios que Hanamichi sabía lo que le esperaría si no obedecía al moreno motivo por el cual aclaro su garganta y de forma dudosa murmuro — Sendoh... si pudieras dejarnos solos... hay cosas que tenemos que dejar claras... — expuso alejándose de Yohei para guardar distancia de él, solo por si le tocaba salir huyendo.
Sendoh miro con sorpresa al pelirrojo dada la tensión del momento no pensó que este quisiera quedarse a sola con el remolino de emociones que era Yohei Mito en ese momento —mira fresita... respeto tú decisión, pero de todas formas estaré esperándote afuera recuerda que me darás asilo por unos días — dicho aquello le guiño de forma burlesca al supuesto novio de su fresita y emprendió la marcha fuera del gimnasio claro estando atento a lo que fuera que sucediera ahí dentro ya que por alguna razón no le daba nada de confianza aquel hombre.
Yohei respeto la distancia que había puesto entre ambos el pelirrojo — bebe... —murmuro de forma melosa mientras observaba con cariño a aquel hombre que lo volvía loco — me entere de lo que sucedió... — desvió apenas la mirada como si se asegurara que nadie estuviese ahí escuchando a escondidas —que te sucedió?... porque hiciste eso? — se acercó al albino tomando con delicadeza sus muñecas para así acariciar con sus pulgares aquellas heridas que estaban casi terminando su cicatrización — soy tu pareja... tu alma gemela... — exponía observando fijamente a los bellos orbes ajenas — porque no me dijiste nada? —bajo apenas la mirada — yo te amo... sabes que puedes contar conmigo sin importar la situación no? — sus frases estaban envueltas de un tono tan suave casi como si estuviese intentando disculparse con el — sé que eh cometido errores... pero tú lo entiendes no?, solo te protejo...eres mío...nadie te querrá como yo... no siendo como eres... lo entiendes cierto? — apretó un tanto fuerte las heridas del pelirrojo — siendo la clase de basura que eres nadie te querrá... quien va a querer estar con una escoria como tú? — cuestiono con un deje de burla notándose en sus ojos furia, misma que intentaba controlar en ese momento el moreno — no eres...nada sin mí... lo entiendes? Solo un juguete roto...—
Hanamichi miraba con recelo al moreno escuchando cada cínica palabra que salía de sus labios pero que ante sus ojos eran de arrepentimiento puro ahí estaba su Yohei... el que lo amaba estaba ahí, había vuelto acaso? — yo... veras... yo... — no sabía cómo decirle aquello, que era lo que lo había llevado a ese extremo — Yohei... me hiciste daño... mucho daño y yo ya no sabía que más hacer... pensé que si iba a terminar muerto... — guardo un momento silencio ahí estaba de nuevo... aquel Yohei... el monstruo que le había sodomizado... el monstruo que se había llevado a su novio lejos — es enserio!! — alzo la voz el pelirrojo mientras le temblaba la mandíbula observando lleno de rabia al moreno —casi muero... por ti!... tú me hiciste esto...abusaste de mi.... jugaste conmigo... me empujaste al abismo... me haces sentir que no soy nada... que no valgo nada —ya no pudo seguir conteniéndolo y ante el fuerte apretón en sus muñecas no pudo hacer más que gemir bajito mientras sus lágrimas se desbordaban escapando de sus ojos y rodeando sus mejillas — jamás vas a cambiar, siempre es igual, me golpeas hasta medio matarme y luego... luego solo crees que hablando bonito y dejando de hacerlo por un tiempo todo está bien... —el pelirrojo sentía como su rostro se enrojecía —me duele...Yohei... no lo entiendes... duele lo que dices... duele lo que haces... todo tú me dueles... — se soltó con brusquedad de las manos ajenas retrocediendo un par de pasos — yo valgo mucho...soy mucho... lo soy todo y no tengo por qué seguir soportando este tipo de cosas... si ya no me amas simplemente dímelo... pero ya no quiero esto... ya no puedo más — decía entre hipidos el pelirrojo sintiendo que su corazón explotaría el miedo, la adrenalina toda la situación lo tenía en una montaña rusa de emociones — simplemente ya no puedo más sí?, dejémoslo... ya no quiero seguir intentándolo tu jamás vas a cambiar... no me busques, no me llames... — se estaba armando de valor para decir todo aquello quería romper los grilletes de una buena vez por todas — aléjate de mí... —se mordió el labio inferior y se giró para marcharse de aquel lugar.
Yohei sentía como las venas de su cuello se inflaban, estaba furioso —quien te crees que eres?... para hablarme así? ¡¡Eres una maldita mierda... solo sirves para que te rellenen de semen y ya!! — bramo el moreno al momento en que el pelirrojo se soltaba de su agarre —eres una puta y nada más... una perra que es adicta a esto... —se ríe mientras se tomaba la frente, su risa sonaba un poco desequilibrada — enserio crees que puedes alejarte de mí? Solo eres basura... no sirves para nada sin mí y nadie querrá un juguete roto como tu... —su voz era hiriente, déspota, era superior que Hanamichi — solo eres un agujero que uso cuando me siento solo... — dijo con asco mientras se acercaba al pelirrojo — enserio crees que puedes dejarme? Eres mi puta... jamás te podrás alejar de mi ni siquiera intentando matarte nuevamente... —su voz cada vez subía más y más de tono casi al punto de gritar mientras corría tras Sakuragi tomándolo con firmeza de su rojiza cabellera, lo jalo hacia atrás colocando su rostro a la altura del propio antes de darle una fuerte bofetada — entiéndelo eres mío... y no serás de nadie más que mío... —Hanamichi temblaba mientras forcejeaba para ser liberado de la brutalidad ajena — jamás volveré a estar contigo no importa lo que hagas!! — grito como nunca lo había hecho seguido de escupir el rostro de Yohei.
Sendoh se encontraba apoyado en la puerta del gimnasio desde afuera intentando escuchar que demonios estaba sucediendo ahí dentro, porque toda aquella situación le parecía tan turbia, tan oscura que no podría estar tranquilo, pero nada... nada se oía estaban murmurando acaso? Fue justo cuando se hacia esa pregunta que comenzó a escuchar los gritos, insultos, quejas, demandas, no entendía nada apenas y comprendía lo que sucedía, pero algo si estaba claro, se había quedado de piedra al oír que Hanamichi había intentado acabar con su vida — es una broma... — murmuro para sí mismo mientras se asomaba apenas por la puerta para ver que estaba sucediendo y fue ahí cuando vio como Yohei le propinaba una fuerte bofetada al pelirrojo, la ira lo invadió y sin darse cuenta se encontraba corriendo en dirección de ambos arrebatando a Hanamichi de entre las manos de aquel animal — Maldita basura te voy a matar!! — grito dándole un puñetazo en la boca al moreno — que mierda te pasa!! —bramo Sendoh para girarse a mirar a Hanamichi limpiando con cuidado el hilillo de sangre que caía por su comisura — esta demente... vuelve a tocarle un solo cabello a Sakuragi y te matare — la voz de Sendoh sonaba realmente intimidante y su mirada era la de un tigre observando a su presa.
Yohei como era de esperarse luego de ese puñetazo que lo dejo aturdido los miro — esto no termina aquí... — exclamo el moreno mientras se limpiaba la boca con el dorso de su mano y se marchaba del lugar y es que es como todo aquel maltratador solo es fuerte y valiente con su víctima si alguien lo coloca en su lugar huye como un maldito cobarde.
Para Hanamichi todo había sido tan rápido que no acaba de entender que estaba sucediendo y apenas distinguía el rostro de Sendoh, su voz se escuchaba lejano y lo desconcertaba —...Sendoh... —murmuro volviendo en si mientras lo abrazaba con fuerza, últimamente se había acostumbrado a sentir su cuerpo temblar y sentirse frágil —te encuentras bien... —murmuro el moreno mientras le permitía acurrucarse entre sus brazos, se encontraba perplejo, que había sido todo aquello — necesito que respires fresita... —le susurro besando apenas su cabeza — y-yo... —lloraba Hanamichi sin poder modular con claridad ninguna palabra.
El momento que estaban teniendo ambos jóvenes fue interrumpido por un móvil que resonaba con fuerza llenando el gimnasio en su totalidad — debo ver quien es... —expuso ya más calmado el pelirrojo tomando el móvil y viendo quien le estaba llamando....