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Una difícil prueba por kari

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UNA DIFÍCIL PRUEBA
CAPÍTULO 2
COMENZANDO DE CERO

La luz se hizo presente en cada rincón de la habitación, lo único que pudo hacer Hiro fue cubrirse el rostro con las manos, Shuichi había entrado corriendo al departamento y corrido las cortinas que cubrían un gran ventanal, su amigo ya acostumbrado a la luz lo miraba con un gesto aprobatorio.

-Es bonito- dijo el joven de cabello rosas, que ahora con la luz del sol tras de sí, formaba una aura alrededor que lo hacía parecer un ángel.
-Si, es muy bonito y muy conveniente-
-¡¿Conveniente?! -
-Queda cerca del trabajo así no tendrás excusa para llegar tarde-
-¡HIROOOO!- haciendo pucheros.
-Me alegra ver que la situación no te ha cambiado-
-No estés tan seguro-
Los dos amigos quedaron en silencio, Hiro no podía soportarlo mas y abrazó a un sorprendido Suichi
-Siempre estaré contigo en las buenas y en las malas, sabes que puedes confiar en mi.-
-Lo sé- contesto, correspondiendo al abrazo de su amigo.

Una vez mostrado el departamento ambos permanecían sentados en el suelo, ya que este aún no estaba amueblado del todo.

-Asi que Maiko vendrá a vivir contigo-
-Sip-
-Eso tengo que verlo-
-Lo dices como si mi hermana y yo no nos lleváramos bien-
-No es por eso, conozco bien a tu hermana, juntos son como dinamita, apunto de estallar-
-Como puedes decir eso- Shuichi se fue encima de su amigo para golpearlo.
Hiro permanecía en el suelo tratando de calmar a su amigo, que como de costumbre se tomaba todo al pie de la letra. -Shu lo siento- ambos continuaron en el suelo.

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Otra noche de insomnio, -si continuo de esta forma me volveré loco-, se decía a sí mismo frente al espejo. Aun recordaba el tiempo en que se quedaba dormido con gran facilidad y no despertaba, así se estuviera llevando a cabo una batalla a punta de cañonazos. Como era posible que su ausencia le afectara a tal punto, pensó el rubio.

Se asomó a la cocina, que parecía que nadie había puesto un pie en ella en mucho tiempo, su búsqueda no resulto satisfactoria, así que tomaría un baño y saldría en busca de alimento. Se encontraba en uno de esos restaurantes que tienen sus mesas al aire libre, había saciado su estómago, así que lo único que le quedaba era tomar un café y fumarse un cigarrillo, se sintió tranquilo, al mirar a su alrededor observo una pareja que estaba sentada a dos mesas de la suya, se veían tan alegres. -Siempre me pedía que saliéramos- murmuro, dio una inhalación mas profunda a su cigarro, pago su cuenta y salió del lugar.

Se paso el resto del día caminado, tratando de perderse entre las calles, entre la gente, tratando de olvidarse hasta de sí mismo, cuando se dio cuenta del lugar a donde había llegado, no pudo evitar esbozar una sonrisa, se encontraba en el mismo lugar donde vio a Shuichi por primera vez. Se sentó en una banca para mirar el atardecer, recordando su primer encuentro con su pequeño.

Poco a poco la oscuridad lo fue cubriendo todo y comenzó a hacer frío, el invierno estaba cerca, Eiri permaneció en la banca y si darse cuenta se quedó dormido.
*¿Qué es eso? Esa voz ¿de dónde proviene? *

-Podrías pescar una pulmonía si te quedas dormido aquí-

-Shuichi... - se levanto tambaleándose, las piernas se le habían entumido por el frío. El joven cantante se apresuro a sujetarlo antes de que el rubio cayera, -YUKIIII, el rubio cayo en brazos de su pequeño, que apenas alcanzo a sujetarlo, pero debido al peso ambos terminaron en el suelo. -¡¡¡¡¡AHHHH!!!!! YUKIIIII, estas bien, te sientes mal, algo te duele- este alboroto comenzó a irritar al rubio.
-Quieres callarte, ya veo que sigues igual de Baka.-

Ambos permanecían en el suelo. Los gritos de una joven llamando a Shuichi acaparó la atención de ambos.
-Oniisan que bueno que te alcance- La joven los miraba con curiosidad -Veo que el antojo por panes al vapor solo era un pretexto para verte con tu ex - sonriendo pícaramente -¿Se reconciliaron?-
-¡¡¡MAIKO!!!- Grito Shuichi levantándose como un resorte.
-¿Estoy equivocada?- repitiendo la sonrisa pícara.
-Maiko... por favor...- Shuichi estaba totalmente sonrojado.
-Podrían dejar la platica para después y ayudarme a levantarme, tengo las piernas entumidas.- dijo el rubio que permanecía en el suelo.
-¡¡AHH!! Yuki lo siento- apresurándose a ayudarlo, -Maiko no te quedes viendo, ayúdame-


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-chi... -
-Shuichi... ¡¡¡¡¡SHUICHIIIIIIIIII!!!!-
-¿Qué te pasa, quieres dejarme sordo?
Coloco una tasa frente a su hermano -el té esta listo.- La joven permanecía con los brazos cruzados,
-¿Qué esperas?-
-Eh, gracias-
-No es para ti, es para nuestro huésped, llévaselo-
-¡¡¡¡¡QU…!!!!!!-
-Bueno se lo llevare yo- lo dijo con una mirada picara. -Yuki Eiri es un hombre muy apuesto y la oportunidad de conocerlo... enseguida vuelvo.-
-Estas loca, dame eso- Este tomo la tasa y salió de la cocina, bajo la risa de su hermana que le parecía muy divertida la situación.

Shuichi se encontraba frente a la puerta, dudando si entrar o no. Recordó como el rubio lo corrió del departamento, todo el dolor que sintió y que de no ser por su hermana ... Cuanto tiempo ha pasado desde entonces, semanas y ahora se encontraba en un punto crucial de la prueba, como su hermana había nombrado a su situación, una difícil prueba.

El sonido de la puerta lo saco de sus pensamientos. Esta se abrió y apareció el rubio solo con una toalla de baño enredada en su cintura. Shuichi se quedo paralizado, su cuerpo era hermoso y las gotas que escurrían de su cabello y resbalaban en su cuerpo lo hacían muy tentador, dándose cuenta, de cuanto lo...

-Te piensas quedar mirando toda la noche-
-Eto, lo siento, te traje té-
-Lo que necesito es algo que ponerme, ¿dónde esta mi ropa? No pretenderás que permanezca así-
-Tu ropa, la lavo mi hermana, así que estará lista hasta mañana-

El rubio hizo gesto de fastidio, -¿qué se supone que haré, cubrirme con una sábana? Ni siquiera tienes una bata de baño- Se sentó en la cama.
-Lo siento, todavía no termino de instalarme del todo aun hacen falta muchas cosas-
-Ah, es cierto- Shuichi fue hacia el closet, saco una pijama y se la dio al rubio. -Ponte esto-
-¿Una pijama?- La tomo en sus manos. -Pero, esto es mío-
-Si... la tome cuando me fui de tu departamento... quería tener algo tuyo... -Agacho la cabeza esperando una reprimenda.
-Huele a ti- murmuro el rubio.
Shuichi permaneció con la cabeza agachada. -Te dejo para que te vistas, toma el té, te sentiras mejor.- Acto seguido salió de la habitación.

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Shuicihi entro en la cocina con las manos en su pecho respirando agitadamente. Su hermana esperaba con ansias interrogar a su hermano, pero al ver su estado decidió molestarlo un poco más.
-¿Por qué tan agitado?
-Maiko ya basta esto es serio, no creo que pueda resistirlo, si lo hubieras visto-
-Eso quería, pero tu no me dejaste-
-Porque tiene que ser tan difícil-
-La vida no es fácil si así fuera, tendríamos una existencia muy aburrida- dándole un pequeño golpe en la cabeza a Shuichi.

Un sonido llamó la atención de los dos -el teléfono-
-Yo contesto- se apresuro Shuichi.

Maiko permaneció en el pasillo, observaba a su hermano que parecía feliz con la llamada. Se dio la vuelta, el rubio estaba frente a ella, cuanto tiempo estaría ahí, los habrá escuchado.
-¿Cómo se siente?- No hubo respuesta, -bueno si tiene hambre puede acompañarnos íbamos a comenzar a cenar. Maiko volteo a donde el rubio tenia la mirada fija. -Si aun siente algo por Shuichi no creo favorable que mantenga esa actitud.- El rubio no despegaba la mirada del joven cantante.

Después de las presentaciones la cena transcurrió en completo silencio, Así que Maiko decidió romper el hielo.

-¿Quién llamo?-
-¡¡Ehh!!- Esa pregunta hizo que Shuichi saltara de su silla. Comenzó a ponerse nervioso, realmente no era conveniente dar el nombre de esa persona, ya que nunca fue del agrado del rubio, pero por otro lado su Maiko no iba a dejarlo en paz.

-Te comió la lengua el gato... hermanito-

-Sakuma Ryuichi... - comenzó diciendo con voz temblorosa -acaba de llegar de uno de sus viajes,
la verdad no me dijo de donde. Estuvo llamando al departamento pero nadie contestó, bueno eso es obvio ya que no vivo ahí y Yuki tampoco estaba, así que llamo a Hiro Y él le dio él numero, así que llamo, dice que mañana ira a verme a la disquera, además me trajo un regalo, también quiere venir a conocer el departamento...-

-Hermanito- interrumpió Maiko -no precisaba de toda esa información- *Al parecer nuestro huésped tampoco.* -Pero ya que lo mencionas mañana iré a ver a mama y regresare hasta el otro día así que estarás solo con tu amigo.-

Vaya que su hermana la hizo buena esta vez, Shuichi entró en pánico, miró de reojo al rubio esperando una mirada amenazante, pero lo único que obtuvo por respuesta fue una mirada ausente. Este se levanto -Me voy a dormir con permiso-

Esa reacción no pasó desapercibida por Maiko que inmediatamente comenzó a sacar conclusiones.

-Tenías que abrir tu boca-
-Que te sucede solo fue una simple pregunta, además no fui yo quien se soltó a hablar sin parar-
-No tenias porque decir QUE ESTARÍA SOLO CON …L-
-Te preocupa lo que Uesugi-san piense, te recuerdo que entre ustedes ya no hay nada-
Las palabras de su hermana lo hicieron volver a la realidad.
-Aunque no creo conveniente que piense que esta visita tome otros matices -
-De que hablas- Shuichi la miraba con un signo de interrogación en el rostro.
-Que a Uesugi-san no le agrada la amistad que tienes con Sakuma-san-
-No sé por que nunca le agrado, nunca ha visto con buenos ojos mi amistad con él-
-Creo que él vio algo mas que tu no-
-¿¿??-
-Hay hermanito eres un despistado, Uesugi-san ha estado celoso de tu amigo, pero ahora se tiene que tragar eso junto con su orgullo-

Shuichi estaba atónito a lo que escuchaba, eso solo podía significar una cosa.

-No es obvio, pero su actitud de hace un momento dio a entender que no va a entrometerse en tu vida, pero apuesto lo que quieras que por dentro los celos lo están matando-
-Pero entonces... pudo habérmelo dicho y yo...-
-Hubieras dejado de ver a tu amigo, solo por complacerlo...- Su hermana se pregunto a cuanto habría tenido que renunciar por Uesugi-san. Esto la molesto. -La conversación terminó, vamos a descansar- salió de la cocina, dejando a Shuichi con una sonrisa de felicidad.


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Descansar ese termino no se aplico al joven cantante teniendo que dormir en un sleeping bag de su hermana al adueñarse el rubio de su cama.

-¡¡¡¡AJUMMMM!!!! Todo me duele-, miro el reloj -al menos estoy a tiempo para ir a trabajar. Hermana ya levántate, miro hacia la cama pero no había nadie en su lugar se hallaba una nota: Oniisan tuve que irme muy temprano, tu desayuno esta listo, debes alimentarte bien, nos veremos mañana, despídeme de Uesugi-san y mucha suerte con tu cita.

-Hermana... -

Se encontraba desayunando cuando oyó que alguien tocaba a la puerta. Era su amigo Hiro había insistido en pasar por Shuichi todos los días, no iba a permitir que su amigo estuviera solo en estos momentos.

-Buenos días Shu-
-Buenos días Hiro, pasa ¿quieres desayunar?-
-No gracias, termina tu- se acerco para tocar los labios de su amigo.
-Hiro...- Shuichi estaba sonrojado.
-Tenias un poco de leche, debes ser más cuidadoso-
-Voy a cambiarme y enseguida nos vamos- Shuichi aun permanecía en pijama.

Entro en su habitación, comenzó a desnudarse hasta quedarse solo con la ropa interior, sin imaginarse que era observado por unos ojos dorados. Yuki permanecía a la expectativa, era todo un espectáculo y él estaba en primera fila. Shuichi se movía de un lado a otro del closet, balbuceando palabras, el rubio se sentó en la cama.

-Buenos días -

Shuichi se quedo estático por un momento, volteando al lugar de donde provenía la voz, cayo sentado llevándose la mano al corazón señalando al rubio como si hubiera visto un fantasma.

-¿Qué demonios te sucede?-
-¡¡¡Yuki!!!- lo dijo llevándose las manos a la boca.
-¿A quién esperabas?-
Shuichi realmente estaba nervioso no quería que Hiro se enterara que él estaba ahí. Coloco sus manos juntas como si elevara una plegaria.

-Yuki por favor no vayas a salir de la habitación, Hiro esta aquí y no quiero que se entere.
-¿Tanto te preocupa?-
-Si, por favor te lo suplico-

Eiri se encontraba embelesado con esa mirada, con esos ojos violetas que tanto le gustaban. De pronto se escuchó un grito.

-Shu que haces llegaremos tarde-

El joven cantante volteó la cara para contestar provocando que el rubio se molestara por la interrupción. Se levanto de la cama. -Lo haré...- dijo permaneciendo de frente a Shuichi. Este volvió a mirar al rubio.
-Gracias- al mismo tiempo suspiraba aliviado.

-...Solo si me das un beso de buenos días-

Shuichi se quedó estático ante lo que acababa de escuchar, un beso, le estaba pidiendo un beso. De nuevo fueron interrumpidos.

-Shu que haces, ¿te sucede algo, quieres que te ayude?-
-No, ya voy-

El cantante estaba realmente alarmado que no tuvo otro remedio, se acercó al rubio y lo beso, un tierno beso en los labios, esto fue suficiente para que el rubio perdiera el control así que lo sujeto por la cintura para acercarlo más a él y profundizar el beso, fue tan rápido que Shuichi ya tenía la lengua del rubio dentro de su boca. Forcejeo con él, pero lo tenía bien sujeto, cuando sintió como una de las manos del escritor bajo por su espalda hasta introducirse en su ropa interior, arrancando pequeños gemidos de su parte a lo que el rubio respondió besando el cuello del cantante.

-Ah... Yuki... Ah... tengo que … irme-

-Vete... siempre es lo mismo- separándose bruscamente.
Shuichi se dirigió a la puerta, cerrándola con llave.
-No siempre tiene que ser igual... Yuki... - Corrió hacia él colgándose de su cuello, para besarlo apasionadamente. Eiri correspondió el beso abrazando fuertemente a Shuichi, la voz de Hiro hizo que se rompiera el encanto.

-Shuichi estas bien, abre la puerta-

-Tengo que irme, pero quiero que sepas que no me daré por vencido- mordiendo la oreja de Eiri provocándole un leve sonrojo. Termino de vestirse.

-Cuando regreses yo no estaré aquí- dijo muy serio Eiri
-Lo sé, pero sé donde buscarte, aun tengo la llave- salió de la habitación. Hiro trato de que le diera una explicación pero alego que ya era tarde y que después hablaban.


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Llegaron a la disquera con quince minutos de sobra, el guitarrista estaba preocupado ya que en todo el camino su amigo mantenía una sonrisa de oreja a oreja, que pensó que por fin la situación lo había rebasado, esa tranquilidad y lo que acababa de suceder no era normal aun para tratarse de Shuichi. Entraron en la cabina de grabación, por suerte no se encontraba nadie cosa que el guitarrista aprovechó.

-¿Te sucede algo?-
-¿Eh? -
-Bueno que te hayas encerrado en tu cuarto y luego salieras con una gran sonrisa, no sé que pensar me asusta mas que cuando estabas en plan pasivo -

Se quedo viendo fijamente a su amigo. *Pobre Hiro pero por el momento no puedo decirle nada, no me gusta ocultarle las cosas pero por una vez quiero tratar por mí mismo de arreglar las cosas entre Yuki y yo*
Se abrazo a su amigo que en ese momento no sabia que era lo que estaba ocurriendo.

-Hiro soy un verdadero tonto-
-¿De qué estas hablando, Shu...? - Hiro realmente estaba desconcertado, él había estado presente desde el comienzo de esa relación, viendo cuanto le costo a su amigo llegar a vivir con el rubio, de llevar una vida en pareja cuando el rubio acepto su relación, de hacerla de intermediario en sus peleas, que como siempre se debían a cosas que solo podían molestar al rubio, y de cómo su amigo se había ido apagando, ni siquiera su sueño por el que había luchado tanto lo hacia feliz, siempre lo veía preocupado, siempre temeroso de hacer algo que molestara a ese sujeto, su rompimiento y ahora estaba feliz que sucedió en esos quince minutos que permaneció encerrado en su habitación.

-Pero sabes, Hiro... Ahora me doy cuenta de cuanto puedes amar a una persona y de cuanto se puede sufrir, no me arrepiento de lo que siento yo lo amo lo único que quiero es es ser feliz.- Esbozo una gran sonrisa. -Ahora lo que haré es retomar mis sueños que sin querer los deje aun lado, lo siento Hiro, hice que te preocuparas, gracias por estar a mi lado todo este tiempo, eres mi mejor amigo-

El guitarrista de la banda suspiro aliviado, su pequeño amigo estaba madurando -Tenemos sueños vamos a realizarlos.-

-¡¡SIIII!!-


Continuara...

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