Como raro llegue tarde, Vanesa me miro, como pidiéndome perdón con la mirada, verán ella y yo compartíamos carro por lo que “vivíamos cerca y el planeta nos lo agradecería”, pero por alguna extraña razón esa muchachita se tardaba mas de 10 minutos para llegar al punto de encuentro, eso quiere decir que por lo general llegábamos tarde a clase, cuando trate de recogerla mas temprano (incluso la llame para avisarle que ya estaba llegando) resulto saliendo a la misma hora de siempre.
la profesora nos miro de mal modo, me senté, mi asiento quedaba en la esquina más alejada del salón, odiaba ese puesto y a la vez lo amaba, ningún profesor pasaba por ahí así que podía dedicarme a no hacer nada, sin embargo cuando el bichito del estudio me picaba , el asiento estaba tan alejado que ver al tablero era una misión imposible.
Por fin sonó el timbré para salir a descanso, cogí mis cosas y fui a la puerta, allí me esperaban Daniela, Vanesa y Leila.
-perdón Lei, juro que mañana salgo a tiempo- dijo la monita, yo solo sonreí, siempre decía lo mismo
Seguimos caminando íbamos a la tienda del colegio por comida para Leila, la señorita de la tienda ya la conocía, incluso tenía preparada su comida antes de llegar
-3 sanduches de queso y cuatro chocolatinas- Leila pago y salió rápido del lugar, para que nadie le robara su preciada comida.
Cuando íbamos saliendo Dani tropezó y casi cae al piso, todas nos reímos
-Dani, hoy comenzaste desde temprano- burlo Leila, de no ser por nosotras Daniela viviría estampillada en el suelo
-no se burlen, una mocosa de primero me hizo zancadilla-
-sí, si , como la ves que te “tropezaste” con una piedra-
Todas reímos
-ya para, Leila, no seas cruel con Dani, ella no tiene la culpa de ser un poquito torpe- dije yo
-ustedes dos no se burlen, ella no es torpe, solo que no aprendió a caminar bien- dijo Vanesa
Daniela hiso un puchero y se fue corriendo
Vanesa la observo irse con preocupación -creo que nos pasamos-
-nop, ella siempre vuelve, parece un boomerang, además le he dicho peores- dije
- espérala en , 5…4…3…2…1.-
-ustedes son muy crueles con migo- llego diciendo
- ves te lo dije Vane siempre vuelve—
Fuimos al salón de música, Leila cogió una guitarra y comenzó a practicar, Dani se sentó en la batería , mientras que Vane y yo nos quedamos viéndolas.
-no me terminaste de contar como te fue con Nicolás- su comentario interrumpió mis pensamientos
-no hay nada raro que reportar, se fue sin despedirse- dije sin dejar de ver como las manos de Leila se deslizaban por la guitarra, sus dedos poniendo los acordes y rasgando las cuerdas.
-eso fue muy grosero, hablare con el-
-ya te dije, no me importa, por muy tu primo que sea, no me agrada-
-deberías darle una oportunidad, tal vez si pasaras menos tiempo soñando despierta como lo estás haciendo ahora, podrías relacionarte mejor con la gente-
Me voltee a verla, suficiente tenia con que mi mama me diera ese discurso todos los días, y aunque era mi amiga, no me gustaba que me dijera eso
-Vanesa, pasaría menos tiempo en las nubes y más en la tierra si aquí encontrara algo interesante-
-Leila, no seas ridícula, en todo lo que llevamos en el colegio, no te he visto hablarle a nadie más que a nosotras, y eso es decir mucho porque la mayor parte del tiempo toca sacarte las palabras-
Leila me miro, a pesar de que cuando tocaba se metía en su mundo siempre estaba muy pendiente de mi, me protegía.
-Vane, déjala ese es su modo de ser, yo por lo menos no tengo problema en que sea así es mi amiga y la quiero y acepto así tal y como es-
-yo nada más me preocupo por ella-
Leila volvió a su guitarra y yo estaba ahí mirándola como boba, me fascinaba su modo de comprometerse con la música, hacerla su refugio, su vida, yo jamás podre hacer eso, a pesar de que me gustaba la música no era buena con los instrumentos, no era buena con nada de hecho, ni los deportes, ni la pintura, ni al danza, nada, no era buena en nada.
-Lei, no te tomes tan enserio a Vanesa, ella solo se preocupa por ti, tal vez deberías decirle lo de…-
-ni lo pienses Leila, entre menos gente sepa mejor-
-es tu amiga-
- ni mi mama lo sabe, porque se lo diría a alguien que me trata como si lo supiera todo sobre mi-
-bien ya acabemos el tema- me miro con ternura- te viste el nuevo capítulo de Bleach-
-sip, estuvo muy bueno, pero odio que los corten en la mejor parte, Leila, me acompañarías a comprar el ultimo CD de Aerosmith-
-¿Music from Another Dimension?- pregunto, yo solo asentí- Pensé que ya lo tenias-
-nop, y me lo quiero comprar-
-vallamos el sábado,¿ te parece?-
-pensé que ibas a salir con tu novio el sábado-
-me llamo a cancelar-
Aparte de los gustos musicales. Leila y yo compartíamos el mismo nombre ella se llamaba Leila Romero y yo Leila Sánchez, para evitarse la confusión en el colegio, las demás personas nos llamaban por el apellido, aunque en las de una ocasión a mi me dijeron Romero.
Sus ojos se clavaron en mi, mientras yo pensaba en quien sabe que cosas
-eres muy tierna-
-no lo soy, y no me digas así-
-¿por qué no?, si eres una ternurita- dijo con voz más aguda de lo normal haciendo que la que sonara tierna fuera ella.
-tengo que pedirle perdón a Vanesa, creo que fui un poco grosera-
-si lo fuiste, pero te he visto decir peores-
En el carro me disculpe con Vanesa, la deje en su casa, al llegar a mi casa, me senté en mi cama, pasado mañana seria sábado y saldría con Leila a solas, no recordaba la última vez en la que estuvimos solas las dos, siempre que salíamos íbamos con Dani o Vane, pero era una simple salida con una amiga, ¿por qué me ponía tan nerviosa?