Lo que me gustaría creer
Capitulo único:
Yo lo intento, de verdad, pongo todas mis ganas en ello, pero para mi es simplemente imposible el creer en el “por siempre”. Sé a la perfección que todo, absolutamente todo, acabará en determinado momento, no hay nada eterno, o al menos eso creo yo. Pero aun así me esfuerzo en creerle a él, intento creer todas aquellas dulces y tiernas palabras que me dice, pero me es imposible, en el fondo de mi sé que no las creo. Quiero creer en que me ama, quiero creer en que nunca me dejará, en que jamás me olvidará y principalmente quiero creer que jamás me odiará.
-Suspiro-
Si él me odiara yo definitivamente no tendría razón para quedarme aquí, en una ciudad que odio, en una vida que odio. Mejor dicho en una vida que odié hasta que él se cruzó en mi camino.
Nuestro primer encuentro fue bastante... particular. Yo estaba a punto de tirarme de un puente... quería suicidarme, principalmente por problemas con mi familia, problemas por mi homosexualidad. El punto es que cuando yo estaba dispuesto a tirarme él iba pasando por allí, me vio y me tocó el hombro con suavidad, casi ni había sentido el contacto de tan concentrado que estaba. Luego comenzó a hablarme casi con la misma suavidad con la que me tocó. Su voz me pareció simplemente hermosa, suave, gruesa, con un toque de amabilidad. En aquel momento me dieron más ganas de llorar por estar fijándome en aquellos detalles, él era un hombre, no podía encontrar atractivo a un hombre, más bien no debía. O eso es lo que mi familia me había hecho creer.
No sé como, pero de alguna forma logró bajarme de aquel puente y al hacerlo me tiré a sus brazos a llorar. Cuando logré calmarme me pregunto mi nombre, edad, familiares y dirección, dijo que me llevaría a mi casa, pero le rogué para que no lo hiciera y entonces me llevó a su departamento, donde actualmente vivo, allí le conté todo, mis problemas se los conté a alguien de quien ni su nombre sabía, pero no me importó, a su lado me sentía protegido. Me dijo que se llamaba Akira, pero si gustaba podía decirle Reita. Esa noche dormí en su casa y al otro día temprano me fue a dejar a la mía en su moto. Al llegar mis padres me gritaron miles de insultos, miles de preguntas que ellos mismos contestaron, pero en ese momento estaba tan feliz por haber conocido a alguien como reita que todos esos insultos no me importaron en lo absoluto, además acaba de darme su número telefónico para cualquier cosa que se me ofreciera.
Después de eso comenzamos a salir mucho, siempre le contaba acerca de los problemas que tenía y cuando ya llevábamos un año de conocernos iniciamos una relación. Siempre me decía cosas muy lindas y tiernas, pero me era tan difícil creerle aquellas cosas y aun me cuesta.
A los pocos meses de iniciar nuestra relación el me llevó a vivir a su casa, puesto que los problemas con mi familia habían aumentado, los insultos pasaron a golpes y aquello, dijo reita, era inaceptable por lo que en contra de mis padres me sacó de allí y me llevó a vivir con él. Hasta el día de hoy vivo con él y hasta el día de hoy sigo sin creer que me amará por siempre, que jamás me dejará solo, que nunca me dará un motivo para intentar suicidarme, pero no me importa, estando a su lado aprendí a disfrutar cada momento sin importar si serán eternos. Gracias a él he podido ir superando mis problemas y poco a poco he podido ser feliz.
Soy Takanori Matsumoto y el día de hoy puedo decir con orgullo que soy homosexual y que amo a Akira Suzuki.