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Vampire of the Dream Forever Lover’s por karuNeko

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Notas del capitulo:

Holaaaa...


no se ni como pedirles disculpas, en verdad no tengo vergüenza ._. me demore demasiado, en verdad no se como disculparme con todas y todos...


Les traigo un capitulo mas de esta historia, espero sea de su agrado, lamento la demora.


Espero puedan perdonarme (/._.)/

 

Cap. XXXIV Nuestra amistad… el comienzo parte I

by karuNeko

 

Había pasado dos meses desde que Sasuke decidió secuestrar a Ku-chan, como lo llamaba Naruto, dos meses de peleas interminables, dos meses en los que fingían ante sus padres llevarse bien, dos meses en los que los menores no se toleraban.

-Devuélveme a Ku-chan.- Exigió el rubio

-No te daré nada, me lo regalaste recuerdas.- El moreno se cruzo de brazos.

-No te lo regale.- Su rostro estaba completamente rojo de coraje, apretó sus pequeñas manos hasta volverlas puños.

-Le dijiste a nuestros padres que me lo diste.- Le saco la lengua.

-Eso fue porque le ibas a arrancar la oreja.- Gruño al recordar

-Ese es tu problema.

-Uchiha baka, devuélvenos a Ku-chan.- La rubia se coloco detrás del menor, tomo la mano de Naruto.

Sasuke al ver a la menor bufo.

-No sé de que hablas, ustedes son un par de dobes.- Sasuke corrió hacia la mansión Namikaze ya que se encontraban en el jardín jugando, o al menos eso le habían dicho a sus padres.

-¡Quiero de regreso a Ku-chan! – Grito el oji-azul soltando la mano de su hermana,  yendo detrás de Sasuke.

El azabache sonrió de medio lado al darse cuenta que el Namikaze menor iba una vez más detrás de él,  corrió más rápido. Desde que Sasuke tenía al peluche no evitaba sentirse curioso por la singular forma que tenia, era un zorro pero tenía otro nombre, kitsune era la palabra que lo describía a la perfección, si no fuera por las singulares 9 colas que tenia podrían ser otro animal.

Sasuke había descubierto la manera de tener la atención del menor al 100% y esa era el peluche. Al tenerlo en su poder cada que iba de visita a la mansión Namikaze, Naruto se acercaba con la intención de pedirle el dichoso juguete, cada segundo que pasaba al lado de Naruto era maravilloso e intrigante, el rubio podía ser demasiado escandaloso para su gusto pero también era dulce y gentil, cualidades que no conocía en otros seres que el haya conocido. Su manera hiperactiva rallaba en lo exagerado o al menos eso cree el Uchiha. Solo era un simple peluche, un simple peluche que le otorgaba la atención del menor.  ¿Qué tan importante era para el menor? Eso lo averiguaría después, por ahora se conformaba con fastidiar al rubio con carentes palabras llenas de sarcasmo y arrogancia.

Una vez más Naruko se sintió desplazada por su hermano mayor, desde que el Uchiha secuestro a Ku-chan, este poseía la atención de su mellizo, ella no podía evitar sentirse olvidada y hecha a un lado, ya no aguantaba esa situación. Observo su mano donde por breves instantes sintió el calor de su rubio hermano, lo cerró con fuerza. Eso se tenía que acabar.

-[Ya no lo tolerare mas] – Con paso firme se dirigió hacia los dos menores que le llevaban ventaja al irse corriendo.

-¿Naruko dónde estabas? es hora de tu entrenamiento.- Deidara tomo la mano de la menor.- Solo te  perdí de vista unos segundos y desapareciste, es increíble, Itachi-kun está esperando desde hace un rato.- Dijo mientras jalaba a la menor de la mano, ella volteo solo para ver que su hermano y el Uchiha ya habían desaparecido de su vista.

-Que siga esperando.- Realizo un puchero.

-Princesa, entienda por favor, su padre le encomendó a Itachi-kun su entrenamiento y es mi deber supervisar que usted preste atención.- La menor chasqueo la lengua, en verdad estaba enfadada. Sin poder evitarlo fue de mala gana con Deidara.

Al llegar al lugar de prácticas, Naruko observo al Uchiha acomodar varios troncos de madera encima de unas rocas, ello le pareció extraño ya que ella no sabía que era todo eso.

 -Joven Itachi, hemos regresado.- El moreno asintió, camino hacia ellos no sin antes tomar el arco que descansaba en el suelo.

-¿Te sientes mejor Naruko-san? – Pregunto, le entrego el arco.

La rubia miro al mayor este asintió.

-Si.- La Uzumaki leyó la mente de Deidara, quien había dicho que se sentía un poco débil debido al exceso de energía que había usado cubriendo con esa excusa a la menor por irse inesperadamente en medio de la práctica.

-No te sobre esfuerces.- Le aconsejo, ella molesta tomo el arco sin decir palabra alguna.

-[No te sobre esfuerces] – Pensó burlona rodando los ojos una vez le dio la espalda a Itachi y Deidara.

La menor acomodo el arco entre sus manos, visualizo los señuelos dispuesta a dar en el blanco, a su mente le llego la imagen de Naruto yendo detrás de Sasuke, sus ojos se volvieron rojos de solo pensar que el menor de los Uchiha le estaba robando a su hermano. Las flechas comenzaron a aparecer una tras otra, cada tronco tenía el rostro de Sasuke Uchiha impregnando.

Sin remordimiento alguno comenzó a disparar a diestra y siniestra.

-La princesa está mejorando formidablemente.- Dijo Deidara con asombro, Itachi por otro lado observaba con ojo crítico los lanzamientos de la rubia.

-Deja de lanzar esas flechas, lo único que haces es gastar energía innecesariamente.- La menor se detuvo al escucharlo, abrió los ojos como platos. Volvió el rostro solo para ver al Uchiha mirarla con aburrimiento.

-¿Qué dijiste? – Dijo con rudeza.

-Gastas energía innecesariamente.- Camino hacia la menor.- Observa los troncos.- La menor frunció el ceño, se dio cuenta de que todo estaba destruido menos los señuelos.- Solo le has dado a 4 de los 15 que coloque.- Paso de largo a la menor.- Has mejorado al crear flechas, no lo niego pero tu puntería es pésima.- Tomo un tronco ente sus manos.- De que sirve tanto poder si no tienes puntería, eres un blanco débil para tus futuros adversarios.

-Vuelve a repetir eso.- Agarro con más fuerza el arco, estaba a punto de romperlo.

-No canalizas bien tus objetivos, tú poder lo malgastas, cualquier adversario pensaría que eres un oponente digno por el poder y linaje del que provienes pero la realidad es que mientras no puedas controlar tus impulsos causas pena al igual que tu puntería.

La Uzumaki se acomodo el arco, creo una flecha apuntándole al Uchiha.

-¿Pena? ¿Débil? Veamos si sigues pensando en eso una vez que te atraviese con una flecha.

-Princesa Naruko espere.- Deidara intento convencerla.- ¿No cree que está exagerando?

-Adelante hazlo, fallaras.- Dijo con arrogancia, Deidara se dio un tope mental ante la provocación del menor.

-Ya verás.- Los ojos de la menor se volvieron dorados, estaba demasiado enojada como para pensar en las consecuencias.

 

 

 

-¡Estúpido Uchiha! – Grito Naruto desesperado. Lo estuvo persiguiendo alrededor de la mansión y ya no aguantaba correr más.

-Usuratonkachi, no tienes condición.- Dijo con burla, el oji-azul lo miro con desprecio.

-¡Cállate teme! – Una ligera aura naranja lo rodeo.- Devuélveme a Ku-chan.- Sus ojos cambiaron de tonalidad, de azul a carmesí. Esto provoco que Sasuke sonriera ligeramente.

-¿Por qué tanto empeño en recuperar un simple muñeco de felpa? – Pregunto intrigado el azabache.

-No es de tu incumbencia.- La respuesta del menor solo aumento su curiosidad además de molestarlo en demasía. Frunció el ceño.

-Ahora es mío.- Sonrió con arrogancia.

-¿No eres tú quien dice que es un simple muñeco de felpa? Entonces no lo quieres, así que devuélvemelo ttebayo.- Ordeno el menor.

-Te equivocas, ahora lo quiero más que nada, dobe.- El moreno se cruzo de brazos, las palabras del rubio solo aumentaban su deseo de conservar al tan deseado Ku-chan.

-Ya verás…- Naruto estaba a punto de darle un puñetazo al menor de los Uchiha pero de detuvo en el instante en que sintió el poder de su hermana menor.- Naruko.- Susurro para sí mismo, Sasuke al escuchar el nombre de la menor bufo por lo bajo y frunció el ceño.

-Ahora que.- Rodo los ojos.

Naruto no presto atención a las palabras de Sasuke, retrocedió un par de paso para cerrar los ojos y concentrarse. Sasuke no dijo ni hizo nada, se quedo al lado del menor.

 

 

 

La Uzumaki estaba demasiado enfadada y no dudaba ni un momento en lo que estaba a punto de hacer. Después podía darse el lujo tal vez de arrepentirse de sus actos, por ahora disfrutaría de la gloria de poder destruir a uno de esos molestos hermanos Uchiha.

-[¿Naruko qué crees que estás haciendo? dattebayo] – Escucho la voz de su hermano en su cabeza.- [To-chan se enojara si haces una tontería] – La menor seguía mirando al Uchiha, ambos se miraban a los ojos.

-[Le daré una lección a este bastardo, ttebayo] – Su voz era demasiado tenebrosa.- [Se atrevió a insultarme]

-[Lo han estado haciendo desde que los conocemos] – Menciono cansado.- [Son unos temes, ya lo sabes]

-[Pero…]

-[Imoutou, tenemos que portarnos bien] – La rubia respiro profundamente.

-[Solo le lanzare una flecha] – Apunto con firmeza al moreno.

-[Ya déjalo] – Le exigió

-[Esta bien, tú ganas] – La menor desapareció la flecha y bajo el arco.- [Pero a la siguiente no me detendré] – Advirtió

-[Naruko] – Escucho suspirar a su mellizo.- [Tranquilízate] – La Uzumaki sonrió satisfecha, había logrado sin querer que su hermano se comunicara con ella como en incontables veces lo había hecho.

- Tienes suerte de que él me convenciera.- La menor lanzo el arco a los pies de Itachi. Este sin comprender observo extrañado el arma y después poso su mirada en la menor quien le saco la lengua de manera infantil.

 

 

 

Sasuke se quedo quieto mirando y contemplando al rubio con los ojos cerrados, lucia demasiado indefenso pero poderoso a la vez. Poco a poco se fue acercando al menor hasta quedar a escasos centímetros de su rostro, observo aquellas marquillas en las mejillas que le causaban curiosidad, jamás las había visto en otras personas, salvo en la gemela. Sus cabellos dorados eran demasiado hermosos  y brillaban por si solos como para ser de este mundo. Sin poder evitarlo fue cerrando los ojos mientras sus labios se acercaban a esa acanelada mejilla.

-¿Qué haces ttebayo? – Abrió los ojos como platos, retrocedió asustado al verse descubierto por esas hermosas joyas azules que le miraban expectante en espera de una respuesta.

Sasuke al sentirse descubierto no dijo nada salvo salió corriendo en dirección a la entrada de la mansión. Su corazón por alguna razón latía presuroso en su pecho.

-[Eso fue peligroso] – Se llevo la mano derecha al pecho. Ni siquiera se molesto en voltear a ver si el Uzumaki lo seguía, aunque en verdad esperaba que no lo hiciera.

-A este teme que le pasa.- Naruto se llevo las manos detrás de la nuca.- Camino en dirección a su hermana, Sasuke podía espera para después, por ahora lo importante era ver que su melliza estuviera tranquila.

 

 

 

-Aun eres una niña.- Itachi hizo un comentario sin importancia, pues era verdad.

-Tú también eres un niño.- La menor se coloco frente a Itachi quien se inclino a tomar el arco.

-Ambos son unos niños.- Continuo Deidara tratando de evitar un nuevo conflicto.- Por favor dejen de discutir y empiecen.- Se llevo la mano a la sien, si ellos continuaban peleando él no lo soportaría mas y terminaría renunciando, las peleas de los menores cada vez eran más continuas, hasta a llegado a creer que en verdad esos niños se odian.

-¿Deidara ji-chan puedo ver como entrena Naruko? – Los tres voltearon al mismo tiempo.- Prometo no molestar ttebayo.- Vieron a un despreocupado Naruto con las manos detrás de la nuca.

-¡Ni-chan! – La rubia sonrió alegre, no dudo en ir corriendo a los brazos de su gemelo que la recibió gustoso.

-¿Príncipe Naruto y su entrenamiento? – Deidara no estaba muy convencido de que aquello fuera buena idea, sobre todo si se enteraba el rey Minato.

-Kakashi salió a una misión al sur, tengo tiempo libre ttebayo.- Sonrió mostrando el blanco de sus encías sin poder evitar la emoción que le provocaba estar cerca de su gemela.- ¿Puedo?

Deidara asintió, si el menor contaba con tiempo libre era buena idea que viera el entrenamiento de su hermana, después de todo él también recibiría en un futuro cercano en mismo entrenamiento.

-Naruko-san puedes continuar.- Ella asintió, el brillo en sus ojos se hizo evidente ante la mirada escrutadora de Itachi.

-Claro que puedo, dattebayo.- Con detenimiento tomo el arco y creó una flecha resplandeciente con el brillo del fuego ardiente.

Deidara e incluso Itachi se asombraron al ver el resplandor de la flecha pues lucia más brillante que cualquiera que haya creado la Uzumaki, Naruto por otro lado estaba impresionado.

La menor al lanzar la flecha la convirtió en tres que salieron disparadas a tres de los troncos que aun se encontraban descansando en las rocas, estas estallaron al entrar en contacto con las flechas.

-¡Woao! – Exclamo Naruto al mismo tiempo que aplaudía a su hermana.

Itachi y Deidara no cabían en el asombro, lo que habían visto era realmente impresionante.

-¿Como estuve ni-chan? – Dijo con inocencia en la voz, ella tampoco creía lo que había hecho, pero si había logrado impresionar a su hermano se daba por satisfecha.

 -Estuviste increíble ttebayo.- La rubia se sonrojo.- ¿Deidara ji-chan puedo intentarlo también? – Pregunto entusiasmado.

-Bueno… príncipe Naruto.- Deidara no estaba muy convencido, sabía que los menores mejoraban sus habilidades cuando estaban juntos, pero por mandato de la reina Mito y el rey Minato ellos no podían entrenar juntos, no podía desobedecer a las órdenes dadas por sus majestades.

-Naruto todo a su tiempo.- Los presentes escucharon la dulce voz de la reina Mito. Naruto volteo solo para encontrarse a su abuela a su lado.

-Baa-chan.-  El rubio pego un pequeño brinco, no esperaba ser descubierto por su abuela.

-No te asustes.- Coloco una mano en el hombro del menor.- No te castigare por ver entrenar a tu hermana.- Concluyo.

El rubio se tranquilizo y relajo los músculos, pues se había tensado de solo pensar en la reprimenda por desobedecerla.

-Naruko buen trabajo, espero que de aquí en adelante continúes con esa magnífica puntería.- La reina se había dado cuenta de cuánto se querían los mellizos, también que juntos eran más fuertes, los lazos de ambos estaban entrelazados dándoles habilidades y cualidades únicas en un vampiro, por esa razón tomo la decisión de hacerlos fuertes por separado para poder aumentar ese poder cuando estuviesen juntos.- Por ahora es suficiente, Naruto no tiene maestro y no quiero que se atrase, Deidara comenzaras las lecciones en cuento regrese Kakashi, por ahora ambos estarán libres de entrenamientos.- Los rubios Uzumaki saltaron de alegría en su lugar.- Pero no festejen aun mis pequeños, las lecciones de teoría no están descartadas, estudiaran más tiempo hasta el regreso del rey.- El rostro de los menores cambio a uno de horror, lo que más detestaban era sentarse a estudiar gruesos libros llenos de hojas con miles de letras grabadas en ellas.

No protestaron pues si lo hacían la reina Mito era capaz de duplicarles el horario que ya había establecido.

-Es hora de regresar a la mansión, Deidara recoge este desastre.- Dio un vistazo al lugar, dio media vuelta comenzando a caminar, su hermosos quimono rosado se deslizaba con gracia a cada paso que daba.- Niños, Itachi-kun.- Llamo la reina, los tres la siguieron, sus palabras eran ley, Deidara dio un suspiro de alivio. Si la reina no menciono nada de que Naruto estuviese en el entrenamiento era buena señal de que estaba de excelente humor.

 

 

 

-Naruto creí que estabas en el jardín jugando con Sasuke-kun.- Dijo la madre de los rubios.- Me preocupe un poco al ver entrar solo al pequeño Sasuke-kun.- La peli-roja se inclino a tomar el rostro del menor.- No dejes solo a Sasuke-kun, él es tu invitado, tienes que ser buen anfitrión.- Le regaño su madre, aunque por el tono de voz no sonaba como tal.

El rubio asintió.

-Porque no van a visitarnos, nuestros esposos están de viaje, ¿qué les parece ir a la mansión Uchiha? – Sugirió Mikoto con una sonrisa de oreja a oreja. El ambiente en la sala cambio radicalmente, a Naruko le pareció mala idea.

-Vamos ka-chan.- Dijo con entusiasmo Naruto, Itachi y Sasuke se sorprendieron de que el rubio no se opusiera, pues su gemela estaba dispuesta a reclamar.- Vamos a visitar a los Uchiha.- Sus ojos resplandecieron.

La peli-roja sonrío cálida ante el gesto del menor.

-Naruto-kun luce feliz ante la idea.- Mikoto observo a Sasuke.- Creo que ya son buenos amigos.- Acaricio los azabaches cabellos de su hijo, Sasuke rodo los ojos, no entendía el entusiasmo del rubio. Itachi por otro lado supo que esa era una mala idea, ya intuía el interés del Uzumaki por ir a su hogar.

La Uzumaki mayor pensó un poco, observo el ceño fruncido de Naruko y el entusiasmo de Naruto.

-[Tal vez sea buena idea que Naruko conviva con niños de su edad y no solo este con Naruto] De acuerdo, iremos mañana a la mansión Uchiha, después de todo ustedes han estado viniendo continuamente.- La peli-roja observo la reacción de Naruko y Naruto no tomo mucha importancia a la primera pues sabía que a la larga la menor terminaría siendo buena amiga de los hermanos Uchiha.

-Perfecto, preparare todo para su visita.- Mikoto se levanto del cómodo sofá.- Niños despídanse.- Los morenos realizaron una reverencia.

-Hasta luego Kushina-san.- Itachi presento sus respetos.- Naruko-san, Naruto-kun, será un placer tenerlos mañana como invitados.- Dijo con la cortesía que lo caracteriza.

-Hasta pronto Kushina-san.- Dijo Sasuke, se encamino a los rubios dispuesto a ser grosero.

-Sasu-chan despídete de tus amigos.- Aquel llamado le recordó cuanto odiaba ser tratado como un bebé.

-Adiós “Sasu-chan” – Su tono de burla no paso desapercibido por el menor.- Promete que mañana jugaremos juntos ttebayo.- Naruto no pudo evitar sonreír con alegría, hecho que extrañaba a Sasuke. Frunció el ceño en desagrado por la forma en que le llamo.

-Adiós te…

-“Sasu-chan”, no has prometido que mañana jugaras con nosotros.- Naruko se engancho del brazo de su hermano, provocando enojo en el azabache. No soportaba que la oji-azul le llamara también de esa manera.

Sasuke volteo a ver a las mayores, ellas se encontraban concentradas conversando sobre lo que harían el día de la visita, sonrío perversamente hacia los rubios.

-Nos veremos mañana mis queridos dobes.- Su voz era dulce y a la vez amenazante, los Uzumaki  realizaron un puchero.- Les prometo que se divertirán.- Susurro suavemente con voz aterciopelada.

Los tres se miraron como si de sus ojos salieran chispas que amenazaban con impactarse.

-Sasuke ya es hora.- El azabache mayor tomo de los hombros a su ototo, este desvió la mirada de los menores.

 

 

 

Al llegar a su hogar los menores entraron a la sala de juegos por órdenes de Mikoto.

-Sasuke, más vale que te prepares.- Itachi acomodo algunos de los juguetes que le pertenecen en un baúl.

-¿Por qué aniki? – Él se encontraba jugando con Ku-chan y otro muñeco de felpa con forma de dinosaurio.

-Esos Uzumaki…- Dejo las palabras al viento, si su hermano no se había dado cuenta él no tenía que decir nada, sería divertido ver los líos en los que se meterían los tres menores.- Olvídalo, son divagaciones mías.- Le dedico una sonrisa que dejo intrigado al menor.

El Uchiha menor presto poca atención, estaba contento de que los mellizos por fin estarían en sus terrenos.

 

 

 

-Naru, Naru por que estas tan ansioso por ir con los Uchiha.- Realizo un adorable puchero, la menor estaba sentada en la orilla de la cama, Naruto le cepillaba sus largos cabellos dorados.- ¿Acaso te gustan más que yo? – Se cruzo de brazos, su verdadera personalidad infantil solo se la mostraba a su mellizo, últimamente también a Itachi, sacudió la cabeza, no quería pensar en él estando con su hermano.

-Si.- Respondió Naruto conteniendo la risa.

-¡¿Qué?! – Se levanto tirando de su cabello.- Aunch.- Se quejo.

-Jajajajaja…- Naruto se agarro del estomago, tenía el cepillo en una mano mientras seguía riendo.

-Baka.- La menor se lanzo hacia su hermano con el fin de agarrarlo a golpes por mentirle.- Ya verás quien es Naruko Uzumaki dattebayo.

El oji-azul se levanto evitando que la menor cayera encima de él, su hermana era sin duda adorable.

-Luces mona de esa manera ttebayo.- La rubia se puso roja como un tomate, al darse cuenta que su pijama se había levantado hasta su estomago. Se levanto el cabello y se acodo la ropa de dormir.

-Me las vas a pagar.- Estuvieron jugando por un largo tiempo, el sol había hecho aparición con sus primeros rallos de luz apareciendo por la ventana.

-Niños no es hora de estar jugando, será mejor que se vallan a la cama, Naruto ve a tu habitación.- La madre de los menores, tomo el cepillo que descansaba en la entrada de la habitación, se acerco a la menor terminando ella misma la tarea de cepillarle el cabello.- Naruto en un momento estaré contigo dattebane.- El menor asintió, les regalo una sonrisa antes de salir de los aposentos de su hermana.-Naruko dime una cosa.- La rubia estaba tranquila, esperando a que su madre la terminara de cepillar. Al no recibir respuesta de su hija continuo.- ¿Te desagradan los Uchiha? – La pregunta fue tan directa que se sorprendió, no esperaba que su madre se haya dado cuenta.-Sabes me he dado cuenta que Sasuke se encariño con ustedes y a Itachi no le son indiferentes al igual que Naruto con ellos, pero te noto algo distanciada con ellos.- Continuo cepillando el cabello.

-Yo… no me desagradan… es solo que….- La rubia no estaba segura de que decir.- No quiero que me roben el cariño de mi oni-chan.- Chillo, su madre comprensiva dejo de cepillarla, la abrazo por detrás para darle un poco de confort.- Desde que llegaron a nuestras vidas Naru-ni no hace otra cosa que estar al pendiente de ellos, pelea todo el tiempo con Sasu-baka dattebayo, eso me irrita.- La oji-azul escucho una risilla proveniente de su progenitora al escuchar como llamaba al menor de los Uchiha.- Ellos me terminaran robando la atención de ni-chan si no hago algo.- Continuo explicando.

-¿Que aras? – Pregunto curiosa.

-No lo sé, algo se me ocurrirá sin que tenga que matarlos ttebayo.- Volteo hacia su madre mostrándole una gran sonrisa.

-Naruko, Naruko….- Le acaricio la cabeza.- Por qué no te haces amiga de ellos, así tendrás la atención de Naruto.- Las palabras dichas por su madre no le agradaban.

-Espera.- La menor había descartado esa idea, ni siquiera la había pensado.- Dices que si me hago amiga de los temes, ¿tendré de nuevo la atención de Naru-ni? – Su madre volvió a reír asintiendo con la cabeza.- Sera sencillo hacerme amiga de Ita-baka pero Sasu-teme es otra cosa.- Coloco su mano en la barbilla en pose pensante.- Es una buena idea, ka-chan eres increíble dattebayo.

-Lo sé dattebane, ahora a la cama que ya es hora de dormir.- La arropo, de dio un beso en la frente antes de abandonar la habitación y dirigirse con Naruto.

 

 

 

-Naruto aun estas despierto.- La mayor entro a la habitación con cuidado encontrándose con su rubio hijo profundamente dormido.- Parece que se quedo dormido.- Se acerco al menor para arroparlo.

 

 

 

En la mansión Uchiha, Sasuke se encontraba arreglando su habitación, normalmente estaba bien ordenada pero algo le decía que todo debía estar perfecto, no todos los días tenia a los dobes rubios de visita en su hogar.

-Sé lo que planeas usuratonkachi y créeme que no te voy a dejar las cosas tan fácilmente.- Continuo acomodando sus osos de peluche, al terminar vio su habitación en completa pulcritud, sonrió satisfecho, lo que había hecho era mejor, mejor de lo que los  sirvientes hacían.- Sera mejor que duerma, los dobes deben de estar durmiendo también.- Tomo a Ku-chan entre sus manos.- Mañana veras a Naruto, ¿estás feliz como yo? – Le parecía ridículo hablar con el peluche pero era algo que se permitía hacer solo con él, no lo hacia delante de los demás y la razón era simple no quería que lo llamaran adorable o tierno, suficiente tenia con las atenciones y mimos de su madre que lo trataba como a un bebé.- Ku-chan, ¿crees que el par de dobes quieran jugar en la habitación de Aniki?

-¿Por que jugarían en mi habitación? – Pregunto su hermano mayor con una sonrisa de medio lado dibujada en los labios, le parecía gracioso encontrar en esa situación a su pequeño hermano

-Aniki.- Susurro asustado el menor.

 

 

 

Cont. *OOoo*ooOO*

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado n.n
UNA VEZ MAS: LAMENTO MUCHO LA DEMORA, EN VERDAD LAMENTO LA TARDANZA...

 

Les hago la recomendacion de esta cancion: "Devil" en verdad amo a mis oppas, Super Junior <3

 

Sin mas que decirles, les mando un fuerte abrazo y muchos besotes SasuNarutescos...


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