Aquél puente.
En Tokio, hay un pequeño pueblo cuyo nombre es Konohakagure; pequeño pero humilde, con habitantes muy solidarios y que ofrecen su ayuda en cualquier momento. Una de las familias más importantes de allí era la familia Senju; son grandes líderes y solidarios, amables y sobre todo valientes. Sin embargo, la familia Uchiha; fuertes, luchadores y sombríos, sentían cierta envidia por los primeros, ya que fueron menos valorados que los Senju.
La familia Senju era conformada por Hashirama, Tobirama, Tsunade y Misaki. El resto de los familiares yacen en otra ciudad, pero solo estos tres hermanos se mudaron a Konohakagure. Hashirama; por ser el hermano mayor, debía proteger a sus hermanos y así mismo, a su aldea. Tobirama era el siguiente; serio pero con un gran corazón, amaba mucho a sus hermanas y la protegía de todo peligro. Tsunade es la tercera; fuerte, amable, voluptuosa y sobre todo terca. Y la última era su hermana menor Misaki; demasiado terca, cariñosa, alegre y extrovertida. Por otro lado, la familia Uchiha estaba conformada por Madara, Izuna, Kagami, y Hikaku; todos varones. Madara, el mayor, era muy frio, calculador, fuerte y sobre todo terco. Izuna, era todo lo contrario; amable, solidario, tímido y fuerte, se llevaba bien con Hashirama y Tsunade. Kagami y Hikaku eran sus primos segundos; se mudaron allí al mismo tiempo que los Senju.
Madara y Hashirama no se llevaban bien. Por lo general, la disputa la generaba Madara (por envidia) pero después de una larga charla, decidieron hacer un pacto de no discutir más y ser aliados para proteger juntos a Konohakagure. Hicieron una gran celebración por el convenio y allí Madara conoció a la hermana menor de Hashirama; Misaki. Para él, fue amor a primera vista, quedo flechado al ver a la monera vestir un yukata blanco y un lirio en el cabello, sus ojos eran color tan negro como aquella noche, parecían años cuando él la admiraba. Misaki, por otro lado, vio a un hombre gracioso con mirada de bobo.
Aún así, pasaron los días y ella comenzó a sentir algo más por el monero. Ambos se enamoraron; un Uchiha y una Senju, tal acto conmociono a todos. Hashirama y Tobirama no estaban de acuerdo, ya que Madara era 6 años mayor que la monera y, ellos no querían que al final el Uchiha la engañara y destrozara sus ilusiones, y allí se acabaría el pacto. Pero Madara les explico todo lo que sentía, “Jamás abandonaría a Misaki, yo la amo y estaría dispuesto a amarla a ella toda la vida”. Aquella confesión dejo atónitos a los dos hermanos; jamás habían visto tal actitud del monero, él era solitario y siempre estaba con su hermano. No tuvieron más remedio que dejarlos estar juntos.
Unos meses después, la pareja unió sus votos en sagrado matrimonio, no esperaron mucho para abandonar sus respectivos hogares y hacer el suyo. Aquel amor fue tan fuerte que dieron un fruto; tuvieron una niña. La llamaron Natsumi que significa “Bonito Verano”, era de cabellos oscuros y tenía el rostro de su madre y los ojos de su padre. La cuidaban como si fuera el tesoro más grande del mundo, la amaban y los unió aun más. La escena era maravillosa, pero hubo un inconveniente que acabaría con aquella felicidad. Madara y Misaki fueron asesinados cruelmente por unos mafiosos, cerca de su hogar, venían de una reunión con Hashirama, Tobirama, Tsunade e Izuna. Ellos sobrevivieron al ataque, pero Misaki no fue tan fuerte como solía ser y, Madara al ver a su amada en el suelo, recibió 4 balas en su pecho al defenderla.
La pequeña, con solo 6 años de edad, quedo en custodia de sus tíos, pero ellos no tenían el tiempo suficiente para cuidarla. Así que su tía Tsunade llevo a la pequeña a Tokio, y allí en una pequeña casa de dos pisos, alejada de la ciudad, la rubia timbró y atendió una joven de cabello rojo muy largo y a su lado, su esposo; joven, apuesto y rubio igual a su madre, Tsunade. Y entre ellos apareció un pequeño de ojos azules, marcas en sus mejillas y sonrisa encantadora.
“Aquí está mi hermoso nieto” Dijo la voluptuosa mujer abrazando al pequeño. “¿Ella es mi prima, mamá?” preguntó el joven rubio. Asentó con la cabeza y se dirigió a su sobrina. “Natsumi, él es Minato; mi hijo. Su esposa, Kushina y su hijo de tu misma edad, Naruto. Ellos serán tu nueva familia, tus tíos te visitaremos de vez en cuando ¿De acuerdo?” La pequeña sonrió y se puso al lado de su primo mayor.
Y allí comienza la historia.
-¡¡Narutooo!! ¡¡Levántate de una buena vez que debemos ir a la escuela!! Gritó una joven de cabellos negros y ojos oscuros, que entró al cuarto de su hermano rubio. Al ver que no había respuesta por parte del joven perezoso, tomo una almohada y la golpeo contra su cabeza. El rubio despertó de un susto, y al perder el equilibrio cayó al suelo.
-Natsumi…No tenías que ser tan dura para despertarme. Dijo el blondo frotándose la sien y haciendo pucheros.-No quiero ir a esa boba escuela ’ttebayo. Además no quiero ver a ese imbécil de Uchiha merodeando por ahí.
-Oye, sé que mi primo es un idiota de primera, y que atrae a todas las chicas de la secundaria y se cree mejor que tú, y es más atractivo y-
-¿Ya terminaste? refunfuño el rubio. -Lo siento, pero yo también soy Uchiha, así que no deberías tratarlo tan mal, simplemente ignóralo. Sería muy maduro de tu parte. La joven sonrió y lo ayudo a levantarse. Lo abrazó y le dio dos palmaditas para reconfortarlo.
-Vámonos, te acompañaré todo el día si es necesario para que aprendas a ignora a Sasuke ¿De acuerdo?
-De acuerdo. Sonrieron y ambos se fueron a sus respectivos cuartos a vestirse para ir a la escuela.
Natsumi vivió con Minato, Kushina y Naruto durante 10 años, eran muy alegres con la morena, cuando tenía problemas la reconfortaban con un cálido “Esta bien”, pero lo que jamás pudieron curar de su corazón, fue la pérdida de sus padres. Pero eso no le impedía a continuar su vida junto a su nueva familia, sabía que sus padres estaban siempre en su corazón y, al final de todo se encontraría con ellos. Le costaba mucho recordar sus rostros, así que su tío Hashirama le regalo una foto de sus padres cuando andaban de novios. Aún no podía creer que su padre era tan serio, pero al lado de su madre todo era diferente; tenía un mejor semblante y sonreía.
Al frente de ellos, vivían unos parientes lejanos de Natsumi; Uchiha. Al parecer eran descendientes de Hikaku, primo de su padre. Eran cuatro en total, Fugaku y Mikoto y sus dos hijos, Itachi y Sasuke. Eran muy cerrados con todos, excepto con su vecinos de enfrente. Al mudarse allí se hicieron muy amigos de los Uzumaki, Mikoto y Kushina se conocían desde niñas, así que fue una gran alegría encontrarse. Itachi y Minato eran muy buenos amigos, pero Naruto y Sasuke, sintieron que era como hermanos. Pero Natsumi observó algo más que amistad entre esos dos. Crecieron juntos como los mejores amigos y, cada vez los años pasaban, esos sentimientos se incrementaban. Pero luego aquel cariño que se tenían se convirtió en odio, en especial por parte del moreno. No le agradaba mucho la idea de que una chica de la misma edad de Naruto viviera con él. Pensaba que se podrían enamorar y así, alejaría al rubio de su lado. Así que comenzó la disputa de por qué esos dos se la pasaban tanto tiempo juntos; hubo discusiones, peleas y confusiones. Jamás se volvieron a hablar, y cada vez que cruzaban miradas, terminaban peleando. Natsumi estaba acostumbrada a aquella situación, pero ya era suficiente; tenía que unir a esos dos, cueste lo que cueste.