Un mes. Sí, un mes entero ya habían cumplido el rubio y el azabache como novios. Desde ese segundo sábado de octubre cuando se dieron su primer beso, nuevamente ya estaban en ese mismo día, pero en noviembre. Ese martes en el cumplieron un mes Sasuke fue muy paciente en la escuela, claro que ya había tenido su sesión de besos con Naruto antes de entrar a clases, pues el más pequeño estaba muy feliz de haber llegado al mes, Sasuke sabía que esa fecha no se le olvidaría a su pequeño rubio. El azabache fue muy paciente porque tenía una sorpresa, ese mes que estuvo con Naruto fue muy bueno, claro que pasaron muchas cosas que pudieron ser mejores, pero estar al lado de su adorable dobe hacia valer la pena cada día.
Antes de entrar a clases fueron a la azotea de la escuela, no habían hablado días atrás sobre su primer mes así que Naruto pensaba en sorprender un poquito a Sasuke dándole unas galletas hechas por él mismo envueltas en un pañuelo blanco.
- Las hice yo mismo ayer en la noche… espero que te gusten -dijo el más pequeño sonrojado y jugando con sus dedos.
- Se ven muy ricas, estoy seguro que saben igual de bien.
Sasuke le dio una mordida a una de las galletas, estaban muy dulces como le gustaban al pequeño, pero realmente sabían muy bien. El pelinegro estaba feliz de que Naruto las hiciera solo para él. Sasuke comió dos galletas más y luego le dio una en la boca a Naruto que se puso más rojo por eso. “Oye Sasuke… ya cumplimos un mes de novios y estoy muy contento” dijo el más peque sonriéndole al mayor. El pelinegro también le sonrió y se acercó a Naruto para besarlo, el sabor de las galletas hacia que el beso se endulzara aún más… era un muy buen comienzo para ese día.
Desde que su relación ya no era un secreto, en la escuela, todo estaba muy tranquilo. Podían besarse de vez en cuando en la azotea como ese día o caminar por los pasillos de la mano, claro que soltándose cuando veían a algún profesor cerca, ninguno de los dos quería problemas con los profesores y menos que llegaran a oídos de sus padres. Aún era demasiado pronto para eso. En todo caso ese día no había por qué preocuparse por esas cosas… ese día de aniversario el azabache solo quería que llegara la hora de que acabaran las clases para irse con su novio para sorprenderlo.
Aunque el día pasó muy lento para el gusto del pelinegro se esforzó por mantener la paciencia aunque estaba algo ansioso por salir ya de clases, tenía que esconder esas ansias o sino la sorpresa no funcionaría si Naru o alguien más se daba cuenta. Cuando al fin llegó la hora de salida. Sasuke tomó de la mano a Naruto y se apresuró a la puerta, ya quería salir y llevárselo. Hinata, Kiba y Gaara les preguntaron a donde iban con tanta prisa, y aunque el rubio tampoco sabía la respuesta Sasuke solo les dijo a sus tres compañeros “Hoy es love time, así que nos veremos mañana, lo siento estamos apurados” y luego salió rápidamente con Naruto detrás de él.
- Sasuke ¿A dónde vamos? Prácticamente estamos corriendo ¿sabes?
- Bueno no importa, vamos a tomar un autobús.
- ¿Qué, no vamos a ir a casa?
- Sí iremos, pero primero vamos a otro lugar.
- ¿A dónde?
- Ya verás, aguanta tu curiosidad, pequeño -dijo el pelinegro con una ligera sonrisa.
Ya estaban dentro del autobús, sentados uno al lado del otro. Naruto veía por la ventana todo el tiempo, parecía que le gustaba mirar hacia las calles. Mientras Sasuke solo lo podía ver a él, y pensar que hace solo un mes fue su primer beso… quería que él tiempo que pasaba con Naruto fuera siempre especial, el pequeño se lo merecía. Sin decirle nada lo tomó de la mano entrelazando sus dedos. El rubio le miró sonriente, y se apoyó un poquito contra su hombro, parecía estar muy cómodo junto a él, casi demasiado… Cuando Naruto ya se estaba durmiendo Sasuke lo movió para que se levantara. “Naruto ya llegamos, tenemos que bajarnos” -le dijo antes de ponerse de pie.
El de ojos azules bostezaba un poquito mientras caminaba con Sasuke, viajar en auto siempre le daba algo de sueño, desde que era más pequeño era así. Pero cuando llegaron al lugar donde que el pelinegro tenía planeado a Naruto se le esfumó todo el sueño que tenía hasta el momento.
- Sasuke… ese es…
- Tu mismo estás leyendo su nombre claro que es…
- ¡Ichiraku Ramen! -dijo el más pequeño con mucha euforia.
- Sí, sé que te gusta mucho el ramen y escuché que aquí es el mejor lugar para…
- ¡Vamos entremos ya, ya, ya!
Ahora era Naruto quien jalaba a Sasuke para entrar, ese restaurante era muy popular entre a los que les gusta el Ramen, Naruto ya había ido a comer antes ahí pero no había ido desde el año pasado, así que estaba muy emocionado de volver.
- ¿Es muy japonés verdad?
- ¡Sí, pero por eso el ramen aquí es excelente!
- Algo me decía que te gustaría. Pide todos los platos que quieras, esta es tu sorpresa.
- Sasuke… ¡gracias, gracias, gracias! ¡Te amo! -dijo justo antes de darle un piquito a Sasuke, lo que lo dejo sonrojado al mencionado.
“Vaya… Naruto en verdad que ama comer ramen, este es ya su segundo plato, es cierto que esta delicioso pero… la cara de satisfacción de Naruto a la hora de comerlo es única” pensaba el azabache mientras veía a su novio comer. Verlo así de contento hacia que valiera la pena gastar algo de sus ahorros, después de todo ver a su rubio tan alegre no tiene precio. Naruto suspiraba satisfecho mientras salían del restaurante, después de tres platos de ramen ¿Quién no estaría satisfecho? Después de caminar un poco por las calles una fuerte ráfaga de aire frio los envolvió, Naruto se hiso bolita apoyándose en Sasuke.
- Eso fue muy frio… -dijo el más pequeño mirando al mayor.
- Sí… tal vez el invierno no está muy lejos ¿no?
- Vamos por un chocolate caliente, ahora yo invito -dijo con los ojos brillantes.
- ¿Cómo decirte que no?
Naruto conocía una cafetería cerca de ahí, él y su familia tomaban chocolate ahí cuando salían de comer ramen en Ichiraku cuando él era más pequeño. Y le hacia una bonita ilusión tomar algo caliente con su azabache. Cuando llegaron se sentaron junto a una chimenea que había en medio del local, parecía como una cabaña en invierno, eso era lo que más le gustaba a Naruto, se sentía realmente cómodo en ese tipo de lugares, calientito y tomando algo dulce. El azabache acercó su silla más cerca a Naruto quería estar junto a él. A la camarera que les llevó el chocolate caliente le pareció curioso y lindo ver a esos dos niños tan cerca el uno del otro. Era cierto parecía que no les importaba estar en un lugar público.
Mientras tomaban el delicioso chocolate Sasuke ya no se estaba controlando… Naruto últimamente lo estaba poniendo caliente muy rápido solo por ser como Naruto es, así de tierno y sonriente, ahora que lo veía bebiendo chocolate y lamer sus labios en serio que lo estaban calentando, sin pensarlo dos veces se acerco y le dio un beso muy cerca a sus labios.
- Sasuke… aquí no… no podemos en un lugar con gente viéndonos.
- ¿Y por qué no? No estamos haciendo nada malo.
- Bueno… yo también pienso eso… pero…
- Dobe un beso no estaría mal, además hoy cumplimos un mes.
- Ehh… pero solo uno pequeño ¿vale?
Antes de que Naruto besara a Sasuke este mojo un poquito sus labios con el chocolate, le daba cierto placer hacer esas cosas con Naruto, ya que al pequeño le gusta mucho lo dulce. Cuando se separaron de ese pequeño beso los dos estaban sonrojados, Naruto se dio cuenta que algunos comensales se les habían quedado viendo así que le dio algo de vergüenza, mientras que Sasuke no sentía ninguna pena, de hecho estaba orgulloso de haberlo hecho. Cuando terminaron salieron del local, no sin antes que la camarera que los atendió les dijera “Gracias por su visita, vuelvan pronto” sonriéndoles.
El regreso a casa en el autobús fue muy tranquilo, Naruto se durmió apoyado en el hombro de Sasuke y este estaba feliz de que ese día la hayan pasado así de bien.
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Nuevamente sábado, Sasuke caminaba en dirección a la casa de Naruto, le gustaba mucho pasar los fines de semana con él. Los viernes se quedaban haciendo las tareas escolares juntos y las terminaban así que tenían los sábados para ellos y uno que otro domingo también, aunque los domingos eran más familiares que románticos… pero bueno, los sábados si no se los iban a quitar.
- Hola Naruto -dijo en cuanto el rubio abrió la puerta.
- Teme que gusto de verte, que sorpresa.
- ¿Sorpresa? Si todos los sábados nos vemos, no es una sorpresa.
- Oh, es cierto, no lo había notado -dijo el rubio rascando su nuca y con una gota en la cabeza.
- Naruto Uzumaki… eres tan despistado.
- Sí, por eso somos novios ¿no teme?
- Bueno… tal vez sí -dijo siguiéndole el juego.
Naruto hiso pasar a Sasuke al living pero le dijo que antes se quitara los zapatos pues acababan de comprar una alfombra nueva para el living y sus padres no querían que la alfombra se ensucie, especialmente por su color crema, casi blanco. Naruto usaba unos shorts hasta las rodillas y unos calcetines blancos un poco largos, lo hacían ver muy lindo. Sasuke se quedo en calcetines también y se sentó en el sofá. Pero Naruto tenía otra idea. Subió las piernas al sofá y se recostó sobre las piernas de Sasuke.
- Naru… que haces… si tu mamá entra aquí…
- No lo hará, no hay nadie en la casa teme, estamos solos.
- … -el teme solo se sonrojó a lo que le dijo Naruto… comenzando a calentarse como ya era de costumbre para esos días.
- Y Deidara me dijo que se iría a la biblioteca de su universidad para estudiar, creo que está dejando de ser tan vago -dijo sonriente.
- Ehh… en realidad Naruto… antes de salir de mi casa vi a Itachi y Deidara subiendo al auto de mi hermano, creo que se estaban yendo a otro sitio.
- ¿Qué? Tonto hermano mayor… ahora se va a divertir sin mí -dijo haciendo un puchero.
- Jaja Naru… esa es diversión de mayores.
- ¿Y que tiene? Ya tenemos catorce años ¿cierto? Somos mayores también.
“Naruto se ve tan emocionado pensando que ya es mayor, es un chico con muchas ilusiones, por eso lo amo” -pensaba el azabache mientras lo miraba a los ojos al ojiazul.
- ¿Entonces qué piensas Sasuke?
- ¿Ehh?
- Nosotros también deberíamos divertirnos como los mayores ¿no crees?
- Bueno… si eso quieres… pero primero dime como se divierten los mayores.
- Sí… este… yendo a fiestas… conduciendo por la ciudad… hablando mal de la gente que sale en televisión…
Naruto es tan inocente… tiene un concepto muy infantil de cómo es la diversión adulta, o mejor dicho la diversión juvenil. Bueno… si el más peque quiere “divertirse” como el niño grande que es, entonces Sasuke lo ayudaría con eso.
- Naruto ¿sabes cómo es la mejor forma de pasarla bien con quien quieres?
- No estoy muy seguro… ¿cómo, cómo?
- Así.
Sasuke levantó un poco a Naruto y lo beso, necesitaba hacerlo, Naruto lo ponía cada vez más caliente… cuando terminaron ese primer beso Naruto dijo: “Sasuke… de pronto hay algo duro en mi espalda” y se levanto viendo que era la erección entre las piernas de Sasuke lo que le incomodó.
- Lo siento, me puse muy duro -dijo acercándose peligrosamente a Naruto.
- ¿Y por qué fue teme?
- Porque eres muy lindo Naruto…
Inmediatamente lo volvió a besar, le gustaba llevar la iniciativa y sentir la boquita húmeda del más pequeño, Naruto se ve tan indefenso que lo calienta al cien por ciento al pelinegro. Recostó a Naruto sobre el sofá y por sobre la ropa acarició sus suaves pezones, Naruto ahogaba sus gemidos en la boca del mayor, se sentía muy bien. Separándose del beso el azabache le quitó la camiseta y los shorts al rubio, dejándolo en solo ropa interior.
- Sasuke ¿por qué me quitas la ropa? -dijo sonrojado.
- Para estar más cómodos… ¿no se siente bien? -dijo lamiendo una oreja del rubio.
- Sí… se… se siente bien…
Mientras Sasuke se encargaba de calentar también a su novio, se quitó también sus prendas quedándose también solo con sus bóxers y sus calcetines.
- Ven siéntate aquí, sobre mis piernas.
- Ósea…
- Sí, pon tus nalguitas sobre mí… ya sabes… ven te gustará.
Naruto obedeció con curiosidad la petición de su novio y se sentó sobre sus piernas como le indicó sintiendo el miembro del mayor chocar entre sus nalgas aun sobre la ropa. Estaban cara a cara y Sasuke daba pequeños brinquitos para aumentar el rose tan agradable, Naruto tomó a Sasuke de los hombros y gemía bajito, si le estaba gustando ese contacto. “¿Ves? Se siente rico” dijo el pelinegro abrasando a Naruto y luego besándolo apasionadamente y con lengüita. Sin darse cuenta Naruto también estaba dando unos brinquitos sobre el pene de Sasuke… en serio se sentía bien sentirlo así. Cuando se separaron del beso Sasuke se puso de pie cargando a Naruto en esa posición y luego lo recostó sobre la alfombra del living, abriéndolo de piernas… sí ese era el momento indicado, estaban listos para hacerlo.
- Sasuke me siento… me siento raro… mi pene tiene muchas cosquillas…
- ¿En serio?
- Sí… ¿puedes tocarlo?
Sasuke veía como el líquido pre-seminal de Naruto manchaba un poco su ropa interior, así que ante lo que le pidió el más pequeño, le quitó los bóxers y vio como el pene del rubio estaba completamente erecto. “Qué lindo se ve… me pone tan caliente Naruto…” pensaba el azabache mientras miraba el pene de su novio. A los segundos ya lo estaba masturbando suavemente ahí sobre la alfombra, Naruto gemía mientras sentía el placer que le provocaba Sasuke al masturbarlo. El pene de Sasuke ya no aguantaba más dentro de su ropa interior, así que el ojinegro también se quitó los bóxers liberando su erección. No se resistió a hacerlo, juntó su pene con el de Naruto y masturbó los dos con ambas manos. Naruto abrió los ojos de pronto, no se había dado cuenta que Sasuke se había quitado los bóxers también. Sintiendo como ambos miembros se frotaban y como las manos suaves del azabache los masturbaban no tardaron en eyacular juntos gimiendo sonoramente. El azabache suspiró un par de veces y luego se dejó caer sobre Naruto que estaba recostado en la alfombra y sus cuerpos estaban un poco salpicados por su semen al eyacular.
- Naruto… eso fue grandioso.
- Ya creo que sí…
- Tu pene está manchado… voy a limpiarlo por ti.
Sin decir nada más Sasuke bajó hasta el pene de Naruto y aunque ya estaba un poco flácido por el reciente orgasmo no dudó en lamerlo y chuparlo, como lo había hecho semanas atrás. El pene de Naruto estaba muy sensible luego de eyacular, así que sintiendo que Sasuke lo chupaba lo hacía sentir demasiado bien… no podía aguantar los gemidos. En poco tiempo Naruto ya estaba otra vez con una erección, era gracioso que tan solo con chuparlo ya recobrara así la energía. Sasuke dejo de chupar el miembro de su rubio por un momento y se recostó sobre él de nuevo cara a cara.
- ¿Naru, quieres hacer un 69? -le dijo con una sonrisa algo lasciva.
- ¿Cómo hacer un 69? Es un número…
- Jaja… es una pose ¿acaso no sabes?
- ¿Una pose… pose de qué?
Naruto… tan inocente que al mismo azabache le sorprendía que le dejara hacer esas cosillas pervertidas pero ricas con él. Pero así es el pequeño y eso era una de las cosas por las que se enamoró de él.
- Nada, olvídalo… ehh… ¿quieres lamer mi pene también?
- ¿Puedo?
- Sí, solo si tú quieres hacerlo.
- Sasuke… es que… no estoy seguro de hacerlo… n-no sé si quiero… perdón -dijo el rubio bajando un poco la cabeza, en serio quería hacer que Sasuke se sintiera bien pero…
- No, no te disculpes. No hay problema.
- ¿No te enfadarás cierto?
- Claro que no y menos por eso… Naruto yo te amo.
- Sasuke… te amo también.
Naruto besó a Sasuke rápidamente se sentía bien estar de con él y ahora que estaban haciendo esas cosas… la verdad se sentía muy bien, Sasuke le hace sentir seguro y además lo hace sentir mucho placer al pequeño rubio.
- Quiero que hagamos el amor Naruto.
- Sasuke…
- ¿Quieres hacer el amor conmigo? Nos amamos, puedo sentirlo. Pero solo lo haré si tú quieres también.
- Sasuke yo sí quiero hacerlo contigo… solo que no sé como lo hacen dos varones.
- Ya me lo imaginaba… bueno… Itachi me dijo algunas cosas…
Sasuke le explicó algunas cosas a Naruto, cosas que ni el mismo pelinegro estaba muy seguro antes, pero que su hermano mayor le intentó explicar semanas atrás. Cuando terminó de decirle esas cosillas se pusieron de pie, Sasuke buscó en el bolsillo de su pantalón y sacó un pequeño embase que decía: “Lubricante”. Itachi le había dicho que lo llevara a todos lados… por si acaso… al principio Sasuke no entendió pero ahora parecía útil. Naruto regresó con una almohada en sus brazos “Es para estar algo más cómodos” dijo el pequeño ante la mirada de Sasuke. Ahora los dos estaban completamente desnudos, Naruto se repostó boca arriba sobre la alfombra otra vez.
- Sasuke… ¿por qué lo estamos haciendo aquí? ¿No sería más cómodo en mi cama?
- Tal vez… pero la idea de que alguien pueda entrar… no sé… me emociona un poco más.
- Es cierto… alguien podría entrar… -dijo alarmándose un poco.
- No te asustes… solo vive la emoción.
Sasuke volvió a abrir las piernas de Naruto, pero esta vez su objetivo era otro, levantó un poco más sus piernas y vio el lindo agujerito de Naruto, se veía tan rosadito y suave… eso lo éxito demasiado al azabache. Abrió el embase de lubricante y lo vertió sobre el culito de Naruto. El rubio sintió algo raro, ese líquido algo resbaloso estaba un poco frio. Sasuke puso su dedo índice sobre el agujerito de Naruto y comenzó son un movimiento circular, quería que Naruto se relajase. Luego de unos momentos metió con cuidado su dedo en la entradita del rubio. Naruto abrió los ojos ante esto, se sentía muy raro… nunca antes lo había hecho, pero tenía curiosidad por continuar.
Mientras el azabache majaseaba las paredes interiores de Naruto para dilatarlo, metió otro dedo, solo dos serian suficientes. Naruto puso una cara de incomodidad, así que uso un poquito más de lubricante y con su otra mano volvió a masturbar el pene de Naruto, a veces le daba unas lamiditas para que se olvidara de la incomodidad.
- Teme… esto es una locura… de pronto se está empezando a sentir bien… -dijo abriendo un poquito los ojos.
- Entonces ya pasemos a la acción.
Sasuke sacó con mucho cuidado sus dedos del suave culito de Naruto y puso su glande rosando su entrada, estaba empezando a emocionarse, puso las pantorrillas de Naruto sobre sus hombros y vio a Naruto abrasar la almohada que había traído. Naruto lo miraba muy sonrojado y con los ojitos medio cerrados.
- Aquí vamos…
- Sasuke… ¿me va a doler? -preguntó tímido.
- Espero que no… pero si te duele solo avísame y me detendré.
- Ok… hazlo…
Con lo último que le dijo su amado Naruto ya no aguantó más, Sasuke metió lentamente su pene en el culito de Naruto. La sensación… la sensación era deliciosa… el culito de Naruto es tan cálido y apretado. El rubio sentía como el miembro de su azabache entraba poco a poco y aunque sentía algo de incomodidad quería que continuara, abrasó la almohada con más fuerza. Cuando Sasuke ya había metido su pene por completo se sentía demasiado bien, no se podía controlar por completo, así que daba pequeñas embestidas.
- Sasuke… ahh… para un momento… ahh… m-me duele un poquito.
- Lo s-siento Naru… es que estas tan bueno…
Sasuke se llenó de fuerzas para detenerse, aunque quería continuar con las pequeñas embestidas Naruto necesitaba acostumbrarse a él, después de todo Sasuke quería que Naruto lo disfrutara tanto como él. Naruto gemía con la almohada sobre sus labios, poco a poco podía moverse más y aunque a Sasuke se le escapara una que otra envestida sabía que era porque él lo estaba disfrutando mucho, se podía ver en su cara. “Teme… ahora sí intenta moverte…” -dijo el más pequeño abriendo un ojito.
El azabache obedeció con gusto, saco un poco su pene y lo volvió a meter, el lubricante había servido después de todo, sentir el suave y tierno culito de Naruto era sentirse en el cielo y escuchar sus suaves gemidos también, poco a poco Sasuke aumentaba la velocidad de sus embestidas. “Naru… ¿Cómo se siente? Esta muy rico ¿no?” le preguntó mientras lo veía abrasar su almohada y con su erección muy dura sobre su vientre. “Sí… se siente ahh… se siente rico… ahh” Naruto apartó un poco la almohada de su boca enseñándole a Sasuke una sonrisa sincera. Si a Naruto le estaba gustando entonces le daría más y más placer. El pelinegro aumentó la energía de sus embestidas, no importaba si eyacularía pronto, solo quería sentirse tan rico así con su amado novio.
- Sasuke… más ahh… más rápido ahh…
- Naruto, sin duda eres tan tierno cuando gimes… ¡me encantas!
- Se siente… muy ahh… muy bien… aahhh…
- Suelta esa almohada y abrásame a mí -le dijo algo dominante.
Naruto le hiso caso, puso la almohada bajo su cabecita y Sasuke bajo las piernas de Naruto de sus hombros, recostándose sobre Naru para abrasarlo, Naruto puso sus piernas a los lados y ni bien estuvieron abrasados se besaron, de una forma tan caliente que estaban seguros que llegarían al clímax en cualquier momento. Cuando se separaron de ese ardiente beso se volvieron a abrasar, Naruto gemía sobre el hombro de Sasuke. El rubio se sentía realmente bien, al principio sí sentía incomodidad pero ahora era completamente diferente, sentía placer al sentir que Sasuke lo penetraba y de tenerlo tan cerca. Entonces eso era hacer el amor…solo sentía amor al estar así con su azabache.
- Sasuke te ahh… ¡te amo!
- Y yo a ti ahhh… ¡Naruto!
El pene de Naruto era prácticamente masturbado entre el vientre de Naru y el vientre de Sasuke, eso lo estimulaba aún más, estaba a punto de llegar al orgasmo. Sasuke dio más envestidas y en una eyaculó inesperadamente, él quería seguir pero se había excitado demasiado, eyaculando dentro del culito apretadito de Naruto. El de los ojos azules después de sentir el semen de Sasuke llenar su interior, no pudo aguantar más y eyaculó manchando el cuerpo de ambos. Se sentía tan bien de solo pensar que él lo había hecho eyacular a Sasuke que no pudo contenerse.
Después de ambos gemir de forma sonora y descansar por unos segundos, Sasuke saco su pene del agujerito de Naruto con mucho cuidado. Dejándose caer sobre él para descansar. No se decían nada en ese momento, con las sensaciones que habían sentido ya era suficiente en ese momento, solo permanecían abrasados.
- Y así la alfombra dejó de ser nueva… -dijo Naru rompiendo el silencio.
- ¿Verdad? -Sasuke rió ante lo que dijo Naruto, era muy cierto.
- Teme hay que limpiar antes de que llegue mi mamá o mi hermano.
- Sería bueno que llegara Deidara, así nos ayudaría a limpiar…
- Jaja… tontito.
Antes de levantarse de la alfombra se miraron con amor a los ojos y luego se besaron, si así de mágica había sido su primera vez entonces ya estaban ansiosos por que se repitiera la oportunidad, los dos lo habían disfrutado mucho.
- Ven, trae tu ropa, hay que ponerla a lavar mientras tomamos un baño en la bañera.
- ¿Quieres que tomemos un baño Naru?
- Sí, eso sería más rico que una ducha ¿no? -dijo guiñándole un ojo.
- ¡Claro que sí!
Después de dejar su ropa a lavar, el azabache se apresuró y siguió a Naruto a la bañera, cada vez el pequeño rubio lo ponía más caliente y eso le gustaba.