Nada, al final llegaron a la casa de Neji sin decirse ninguna palabra en el camino. Eso era algo muy extraño para Naruto, se suponía que se debían hablarse por lo menos un poco… después de todo tendrían que trabajar juntos para terminar ese dichoso trabajo, aunque el pequeño rubio tenía la intención de iniciar una conversación, siempre que estaba a punto de pronunciar una palabra se detenía en seco y no decía nada. “Adelante” fue lo único que dijo Neji después de abrir la puerta de su casa, todas las luces estaban apagadas y aunque no era tarde ni nada, las cortinas de las ventanas estaban cerradas, Naruto no pudo aguantar su curiosidad esta vez.
- Mmm… no hay nadie en tu casa ¿verdad?
- … Ahora no, mis padres no llegan hasta la noche.
- Ya veo… ¿Estás seguro de que terminaremos hoy mismo?
- …
- ¿Neji?
- Sí, tampoco es tan difícil…
Los dos jóvenes subieron las escaleras hasta la habitación del castaño, cuando entraron Naruto vio asombrado como todo estaba casi perfectamente ordenado, mucho más ordenado que su propia habitación y un poco más ordenada que la habitación de su azabache, Naruto no dejaba de mirar a todos lados… libros en libreros, el escritorio impecable, ya cama muy bien tendida… era tan diferente a su habitación, al pequeño le dio algo de envidia sana. Ni bien se sentaron en el escritorio que ya estaba preparado con dos asientos, Neji encendió su laptop.
Muy bien… no fue una muy buena conversación, en realidad no se hablaron de casi nada mientras hacían la monografía, solo se hablaban para los más importantes casos, después de casi dos horas sin detenerse el estomago del rubio empezó a sonar, lo cual puso lo muy rojo. Al principio trató de disimular su apetito, pero cada vez los ruidos de su pancita se hacían más fuertes.
- Por cierto… tengo unas galletas en la cocina, puedes comerlas si quieres…
- ¿En serio? Eso suena bien.
- Bien… tomemos un descanso, no lo haremos bien si tenemos hambre.
Neji puso guardar todo lo que habían hecho, ya estaban a la mitad. Los dos se pusieron de pie y bajaron hasta la cocina, ahí Neji casó unas galletas de un gran jarrón y las puso sobre la mesa. “Ehh… ¿quieres algo de tomar?” preguntó el castaño con el mismo tono neutral que usaba hasta ahora. Naruto solo asintió a su pregunta, era su imaginación o Neji estaba muy cortes… jaja era un Neji completamente diferente al que conocía, Naruto sonrió sin darse cuenta.
- ¿Quieres café?
- Ehh… no gracias, no me gusta el café.
- ¿Entonces qué quieres?
- Leche ¿tal vez? -preguntó otra vez algo tímido.
- Ok…
Neji saco una caja de leche fresca de la refrigeradora y le sirvió un vaso al rubio, luego se preparo una taza de café para él. Tomó asiento en la mesa de la cocina donde hasta entonces estaba sentado Naruto comiendo de a pocos las galletas.
- ¿En serio te gusta el café? -preguntó extrañado.
- Creo que sí… los adultos lo beben siempre así que…
- Jaja, pero no somos adultos…
- … -Neji lo miró con cara de pocos amigos.
- … L-Lo siento… -dijo bajando la cabeza.
- Nada… tienes razón, no tienes que disculparte.
- Neji… ¿por qué tú…? -Naruto se detuvo un momento y calló.
- ¿Por qué…? Dímelo.
- ¿Por qué estas siendo tan amable conmigo? Pensé que me odiabas…
Se formó un silencio tenso en esa habitación, Naruto ya no podía aguantar más así que fue directo al grano, los segundos pasaban de forma muy pesada mientras los dos seguían callados. Ninguno de los dos comía o bebía algo, solo se miraban a los ojos con algo de inseguridad.
- Yo… yo no te odio -dijo el castaño por fin.
- Bueno… eso me alegra pero…
- ¿Tú me odias a mí? -le interrumpió.
- No, en serio… antes me dabas mucho coraje, pero odio… eso no.
- Tal vez fui un tonto contigo antes ¿sabes?
- ¿Tú crees?
- Creo que sí… después de que… hablamos ese día cuando te quite tu chalina…
- … -Naruto le asintió.
- Me hiciste pensar mucho cuando llegue a casa.
Naruto tomó un gran sorbo de leche, no estaba preparado para lo que le diría Neji, tendía que tranquilizarse más de lo poquitín nervioso que estaba… porque ahora ya estaba hablando como él quería.
- Tal vez… tal vez no está mal que a aun chico le guste otro… ¿no?
- Yo… ya te dije mi punto de vista esa vez.
- Lo sé… eres valiente… tú si puedes expresarte…
- Neji… todos podemos expresarnos, no hay por qué…
- ¿Y nuestros padres?
- … - Naruto se quedó callado un momento, ese era un buen punto.
- Una vez yo… traté de expresar mis sentimientos… no funcionó para nada…
- ¿A-A qué te refieres?
Neji suspiró lentamente, era la primera vez que le contaría esto a alguien, ni siquiera a su prima Hinata se lo había contado… Pero Naruto… ¿Podía confiar en él? O ¿Podía confiar en él después de todo lo que él mismo le hiso al rubio?
- ¿Me vas a decir?
- Sí… Una vez, cuando tenía nueve años, mis padres me llevaron a un parque nuevo, ahí conocí a otro niño de mi edad… no estaba seguro por qué… pero ese niño era muy lindo, me sentía muy nervioso y emocionado de jugar con él…
- … -Naruto solo lo escuchaba atento.
- Cuando ya fue hora de irme a casa fui a despedirme de él… nos dimos un abraso y… yo le di un beso… lo besé en la boca, para mí fue algo muy… lindo -Neji sonrió al decir lo último.
- ¿Y qué pasó?
- Él estaba muy sorprendido, pero también me sonrió… yo me sentía muy feliz pero… en ese momento mis papás aparecieron, estaban muy molestos… me agarraron de las manos y me sacaron de ese lugar… cuando llegamos a casa me dijeron de todo… que lo que había hecho estaba muy mal, que… -La voz de Neji se iba quebrando poco a poco- que si no quería ser un marica que no lo volviera a hacer… yo no entendía nada de eso… solo sé que están muy, muy molestos por lo que hice.
- Neji… -A Naruto le había tocado el corazón lo que le contó Neji, ese era su lado más sentimental.
- Por eso… crecí pensando que estaba muy mal que me gustara otro chico… ya ni me acuerdo del nombre de ese niño que conocí… Cuando llegué a nuestra escuela y conocí a Kiba… después de tanto tiempo volví a sentirme igual que esa vez.
- Entonces a ti te…
- Pero no puedo Naruto… no puedo… mis papás me van a odiar…
- Neji… ya no digas eso, tú eres tú… yo sé que los padres pueden ser así pero tú eres el que está saliendo afectado…
Para este punto los ojos de ambos estaban aguantando las lagrimas, en serio ni se habían imaginado ponerse así de sentimentales, pero ninguno quería llorar, no sería muy bonito que digamos… así que se refregaron los ojos y siguieron hablando.
- Naruto, yo te trataba mal porque… primero porque Kiba me dijo que te le declaraste, y yo me sentí muy molesto… luego ya fue por… por celos…
- ¿Celos?
- Kiba dejo de ser mi amigo para irse contigo…
- Nada de eso… Neji ya olvídate de esa tonta teoría, estoy seguro que él volvería a ser tu amigo si se hablaran…
- Me porté muy mal contigo… si tú no me hubieras dicho todo eso ese día… seguro te seguiría molestando.
- … - Naruto sonrió a lo que dijo, al menos ya había reconocido que se había portado mal.
- ¿Me… me podrías perdonar?
- … Yo… sí podría perdonarte pero…
- ¿No me vas a poner condiciones, verdad?
- …Solo una: que tratemos de llevarnos bien.
- Me parece bien.
Por primera vez Naruto veía una sonrisa de Neji dirigida para él, así que extendió su mano hacia Neji, el castaño no comprendió al instante, pero entendió que Naruto quería estrechar su mano con él. Por primera vez se dieron un estrechón de manos, que para los dos se sentía sincero. Cuando separaron sus manos se dedicaron en terminar las últimas galletas que el castaño había puesto en la mesa.
- ¿Te gusta Kiba, Neji?
- Yo creo que sí… me costó aceptarlo créeme.
- Pero…
- ¿Pero qué?
- ¿Qué pasa con TenTen? Sé que es tu novia ¿no?
- Sí quiero a TenTen, en serio me gusta… pero Kiba…
- … Bueno, eso es mejor que lo soluciones por ti mismo.
- Sí, tienes razón.
- Por cierto, tú sabes que Kiba es solo mi amigo. Tú mismo descubriste que mi novio es Sasuke.
- Jaja… sí… lo hice ¿no? -dijo rascándose la cabeza.
Naruto no estaba molesto, quería dejar esos rencores en el pasado, solo esperaba que Neji también lo hiciera.
- Perdón por la pregunta, ¿pero tus padres saben que estas con Sasuke?
- No, no lo saben… de hecho mi papá nunca me ha preguntado si me gusta alguien, hace tiempo que no hablo con él directamente… pero sé que no le gustará la idea de que este de novio con otro hombre, él tampoco me aceptaría si supiera que me gustan los chico, creo…
- ¿Por qué las cosas tienen que ser así?
- ¿Mmm?
- Esos estereotipos… tú sabes a lo que me refiero… como tú me dijiste: somos seres humanos ¿está mal que nos gustemos varones?
- Aja… que pena que los adultos piensen así… espero que no todos lo hagan…
- ¿Y tú mamá? -preguntó con curiosidad el castaño.
- Jaja, a mi mamá le agrada mucho Sasuke… espero que ella lo tome a bien si le llego a contar -dijo el rubio con más seguridad.
Las cosas marcharon muy bien luego de aclarar las cosas, terminaron de comer la merienda y conversaron un poco más, cuando se dieron cuenta que se habían pasado mucho rato hablando fueron de vuelta a la habitación de Neji y ahí regresaron a terminar la monografía, ahora sin el silencio tenso que había cuando recién habían llegado a la casa. Después de una hora y media más y cuando el cielo ya estaba oscuro Naruto tenía que volver a casa para cenar, solo faltaban unas pocas páginas para terminar por completo la monografía. Pero Neji se ofreció a terminarlas él mismo.
- Llevaré el trabajo impreso el jueves para que lo veas terminado, así el viernes ya lo presentamos.
- Me parece muy bien. Gracias, ahora me tengo que ir.
- Sí… gracias a ti… nos vemos mañana.
Se volvieron a estrechar las manos y Naruto salió de la casa del castaño, saco su teléfono celular y llamó a su azabache, en la mañana antes de salir de la escuela, Sasuke le había dicho que lo llamara mi bien saliera de la casa de Neji.
- ¿Sasuke?
- ¡Naruto! ¿Ya terminaste el trabajo ese, Neji te hiso algo malo?
- Ya estoy fuera de la casa de Neji y no me hiso nada malo, desde ahora nos llevaremos bien.
- ¿Qué? ¿hablas en serio?
- Sip.
- Quédate ahí, estoy con Itachi en el auto, le diré que pasé a recogerte.
- Oh, está bien.
- Ehh… primero tienes que decirme la dirección…
- Ok… veamos…
Como le había dicho el azabache, los dos hermanos pasaron a recoger a Naruto en el auto del Uchiha mayor. Luego fueron a comer unas hamburguesas. Naruto le contó a Sasuke no todo lo que había hablado con Neji, pero si la mayoría, solo lo necesario. Pero lo más importante: que su “guerra” por fin había terminado.
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Era viernes, Naruto y Neji ya habían presentado la monografía a Kakashi-sensei y les había quedado muy bien. Los amigos del rubio estaban muy sorprendidos del cambio de amino que Neji tenía ahora, y claro el nuevo y cordial trato que se tenían los que antes no se podían ver ni en pintura. La más feliz con todo eso era Hinata, por fin su mejor amigo y su primo se llevaban bien.
Después de la escuela Naruto y Sasuke regresaron a la colina donde fueron esa madrugada que se escaparon, pero esta vez para verla de día, estuvieron ahí por unas dos horas. En serio que ahora parecía que las cosas les estaban yendo muy bien, se sentían muy tranquilos.
- Oye Dobe vamos a deslizarnos en la hierba colina abajo.
- ¿Estás seguro, no son cosas de niños?
- Tal vez, pero me gusta hacerlas contigo.
- Me gustas Teme…
- Ven aquí Naru…
Naruto se sentó en la hierba, entre las piernas de Sasuke y puso su espalda en el pecho de Sasuke, antes de deslizarse se dieron un beso, un beso tierno… solo usando los labios. Cuando se separaron Sasuke se impulsó y se deslizaron los dos colina abajo, fue rápido… cuando la nieve que ya estaba por llegar, por fin cubriera toda la colina seria genial deslizarse también.
Naruto y su azabache ya habían llegado a la casa del primero al atardecer, Naruto bajó de la bicicleta de Sasuke. El azabache no lo acompañaría ese viernes pues tenía que asistir a una gran reunión familiar que duraría hasta altas horas noche. Lo bueno es que no tenían tareas para ese fin de semana. Así que Sasuke no se sentiría ni un poquito culpable de no ayudar a su novio con sus deberes. Se despidieron con un beso en los labios y antes de partir Sasuke le dio una traviesa nalgadita a Naruto. Antes de que el rubio pudiera decirle algo el azabache arrancó a mucha velocidad con una sonrisa de travesura. Naruto se puso muy rojo, pero aún así sonrió… Sasuke era un novio algo pervertido y travieso pero también era dedicado y muy dulce cuando quería. “Quiero mucho a mi Teme” -pensó sonriente antes de sacar las llaves de su casa.
Cuando Naruto abrió la puerta de su casa escuchó un gran barullo, su papá estaba en casa… Minato caminaba de aquí para haya seguido por Kushina, parecía que estaban discutiendo, pero el menor no entendía que decían pues hablaban al mismo tiempo y muy fuerte. Naruto cerró la puerta de su casa y vio a Deidara sentado en el sofá tapándose las orejas con las manos.
- ¿Deidara? ¿Qué está pasando, por qué mis papás se están peleando? -le dijo tocándole el hombro para llamar su atención.
- Naruto… pasó algo… nuestro padre…
- ¿Qué pasó?
- Mamá encontró a papá con otra mujer esta mañana, fue a su oficina y lo encontró besándose con su amante.
- Mi papá… ¿tiene una amante? -Naruto sintió una gran decepción de inmediato acompañado de mucha tristeza.
- Sí… papá engañó a mamá… ahora dicen que se van a divorciar… papá está sacando todas sus cosas de la casa…
Naruto se sentía desesperado, nunca vio a sus papás discutiendo como lo estaban haciendo, prácticamente se estaban gritando… todo era demasiado duro para él… no quería que sus papás se separaran, aunque no veía mucho a su papá, Naruto lo quería y no quería que se fuera de la casa. De pronto Minato se acercó a Naruto con maletas en mano y lo tomó del brazo.
- Naruto, nos vamos de aquí.
- ¿Qué? -dijo muy sorprendido el rubio. No quería irse de su casa.
- Si tu madre y yo nos divorciamos tendré tu custodia, así que vámonos de una vez.
- ¡No te vas a llevar a mi hijo! -decía Kushina detrás de él.
- Por derecho tendré la custodia de uno de ellos, ¡Naruto se irá conmigo!
- Pero… yo no me quiero ir… -decía el rubio empezando a llorar.
Minato salió de la casa con Naruto y se dirigió hasta el auto, le ordenó a Naruto que subiera. Naruto no quería obedecer… no quería irse de su casa y alejarse de su mamá y de su hermano y especialmente no quería alejarse de Sasuke. “¡Te he dicho que subas!” dijo Minato empezando a perder la paciencia, metió todas sus maletas al auto y ya quería arrancar, solo faltaba Naruto que seguía parado frente a la puerta del coche con la cara llena de lágrimas.