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Ese chico... llamado Sasuke por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

Saludos a todos! aqui esta el nuevo capítulo, muchas gracias por su paciencia. A ver que les parece.

Correr, escapar, huir… cualquiera de esas tres acciones serian mucho mejor que alejarse de su familia, de su amado azabache… sería algo rápido, solo tendría que armarse de valor y salir corriendo de ese lugar, esconderse de su padre para que no lo encuentre y luego regresar a su casa. Tal vez… ¿podría funcionar?


Naruto con la carita aún empapada con sus lágrimas y parado frente a la puerta trasera del auto, planeaba escapar… correr lo más rápido que pudiera, no alejarse de las personas que más él quería… Minato está bajando del coche y su cara no describe ninguna emoción positiva… este es el momento… ahora o nunca. “¡Corre, y no te detengas!” pensó un segundo antes de salir corriendo, las lágrimas caían como lluvia en sus pantalones, en su camiseta. Naruto escuchaba la voz de su padre detrás de él ordenándole que se detuviera, por su naturaleza antes no lo abría desobedecido, pero ahora era algo más, su corazón le decía que por lo menos por esta vez… estaba bien no obedecer y seguir huyendo.


¿Cuánto abría corrido? ¿Nueve o diez metros? No estaba seguro, su mente no estaba para esos cálculos sin valor. Por un segundo el rubio de ojos azules sintió que podía escapar de esa situación tan dura, que no se lo llevarían, que estaría a salvo en casita todo el resto del día… pero casi de inmediato sintió un susto tremendo, sintió que la mano de su padre lo había alcanzado, que lo estaba tomando del brazo y lo jalaba.


-      ¡No, no, papá suéltame! -decía desesperado.


-      ¡Naruto ya déjate de tonterías!


-      ¡Pero no quiero irme, no quiero!


Naruto luchó por zafarse del agarre, pero ya era muy tarde… Minato ya lo tenía todo controlado, no importaba si Naruto pataleaba o seguía llorando, cada vez estaban más cerca al auto… justo antes de que subiera resignado, el rubio vio como su mamá también lloraba en el marco de la puerta de su casa, verla así lo hundió aún más en la tristeza, fue como si a su corazoncito lo hubieran apretado… algo doloroso. El rubio pensó que se sentaría en el asiento trasero, pero su papá lo metió en el asiento de copiloto y le puso personalmente el cinturón de seguridad. “Nos vemos mañana” le dijo a Kushina desde lejos y de inmediato entró al auto y arrancó.


Justo en ese momento Naruto escuchó la voz de su hermano, volteó y lo vio corriendo hacia ellos gritando “¡Papá espera, espera!”, Naruto estaba seguro de que quería decirle algo pero Minato no hiso más que acelerar y dejar a su hijo mayor atrás.


-      Papá… Deidara quería hablar contigo ¿Por qué lo dejaste?


-      Ya hablaré con él y con tu mamá mañana, ahora no tengo cabeza para nada, tomaré una aspirina cuando lleguemos al hotel.


-      ¿Nos vamos a un hotel?


-      Sí, pero solo es temporal.


-      …


-      Naruto, en ese compartimiento hay pañuelos, úsalos y límpiate la cara.


El pequeño no le respondió nada, solo tomó los pañuelos y se secó las lágrimas. Ese fue un viaje muy callado… un viaje en auto muy frio y no porque el invierno ya se estaba asomando, era la otra frialdad… Mientras Naruto miraba las casas pasar ya no quería pensar en nada, ya había llorado mucho, si recordaba de quienes se estaba alejando caria en el llanto de nuevo, y ya no tenía energías para eso. Tal vez caer en los brazos de Morfeo sería un agradable consuelo después de todo…


 


“Naruto despierta, ya llegamos” escuchó que le decían mientras movían su hombro, Naruto abrió los ojos y se dio cuenta que ella no estaban en los tranquilos suburbios… era la gran ciudad, con sus altos edificios y autos pasando a cada segundo.


-      ¿Qué hacemos aquí? -dijo frotándose un ojo.


-      Sabes que aquí es donde me hospedo cuando no estoy en casa, vamos entra al hotel.


-      Sí… donde te quedas tantas semanas sin verte en casa… -susurró bajando del auto.


-      ¿Dijiste algo?


-      No.


Frente a ellos estaba un hotel alto y de muchos niveles, se notaba que solo era para gente importante… ¿Ya era de noche? ¿Cuánto tiempo se había quedado dormido? Tal vez solo media hora, al fin y al cabo, cuando se fueron de su hogar ya eran más de las seis de la tarde. Entraron al hotel y la recepcionista los recibió muy amablemente, parecía que ella conocía su padre de mucho tiempo. Naruto sería más amable pero ahora no quería nada, su ánimo contagioso y energético se habían escondido muy dentro de él. Subieron en ascensor hasta la habitación presidencial, ni bien Naruto entró vio muy bonita toda la habitación, era muy grande… un momento… su padre la había dicho que ahí mismo ya era donde siempre se quedaba cuando no estaba en casa ¿entonces por qué una habitación presidencial solo para una persona? A menos que…


-      ¿Tienes hambre? Puedes pedir lo que quieras del menú y lo subirán para que cenes, les puedo decir que te preparen ramen si quieres.


-      Papá… ¿de verdad tienes una amante? -le preguntó mirándolo a los ojos


-      …


-      Entonces es cierto…


-      Naruto, todavía eres muy chico, no lo entenderías… vamos ordena algo para que cenes, ya no te preocupes.


“¿Qué no me preocupe? ¿Qué no lo entendería? Claro que entiendo, engañaste a mi mamá con otra mujer ¡y de seguro aquí es donde te encontrabas con ella!” pensaba el rubio apretando los puños. Le quería decir todo eso en voz alta pero no se atrevía… o al menos no ahora. Fue al baño y se lavó la cara, ahora más que triste estaba molesto, su papá se escudaba y no le quería decir nada.


-      Naruto, voy al hall del hotel, no vayas a salir de la habitación. Llama a la recepción cuando te de hambre y te traerán lo que quieras. Regreso en unas horas -le dijo Minato cuando Naruto aún estaba en el baño y luego se fue.


Naruto había escuchado todo lo que su padre le dijo, salió y camino por toda la habitación vacía, todo estaba muy bien ordenado e impecable, esa sería una bonita estadía si no fuera porque lo alejaron de su familia… y de su novio.


¡Sasuke! ¡No le había avisado a su azabache que ya no estaba en su casa! Naruto quería llamarlo, escuchar su voz, sentirse más seguro. “¿y mi celular, donde dejé mi celular?” se decía a si mismo mientras buscaba en todos sus bolsillos. De pronto recordó que lo había dejado dentro de su mochila de la escuela, mochila que se había quedado en su hogar. Ahora sintió como se ponía triste de nuevo, caminó hasta la terraza y se sentó en su sillón que había ahí. Estuvo contemplando la ciudad por varios minutos, es cierto que la ciudad de noche se ve muy bien, pero eso no lo hacía sentirse demasiado mejor… de pronto escuchó su estomago rugir… vaya, si tenía hambre después de todo…


Se puso de pie y fue hasta el teléfono de la habitación ¿teléfono? Sí, esa era su oportunidad para hablar con Sasuke… “¿Cómo… cómo era el número de Sasuke?” pensaba frente al teléfono, era increíble que en lo despistado que podía ser el pequeño, no recordara el número de su novio. Naruto se regañaba a si mismo por no recordar el número de Sasuke, intentó adivinarlo, marcó a varios números que pensó podrían ser de su pelinegro, en todos falló… o eran números equivocados o inexistentes… una lagrima volvió a caer por su mejilla, se sentía impotente… era un sentimiento muy feo. Después de unos minutos sin hacer nada volvió a escuchar el rugir de su estomago. Tomó una vez más el teléfono de la habitación pero esta vez para ordenar algo de cenar.


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La cena estuvo rica y el postre también… de rato en rato Naruto se sentía un poquito mejor y luego volvía a ponerse triste… no había encendido la televisión desde que había llegado… estaba recostado en la cama que su papá le había indicado como suya, ya eran las diez de la noche y su padre aún no regresaba… bueno, eso por lo menos lo dejaba llorar en silencio tranquilo, las almohadas estaban mojaditas… Naruto necesitaba llorar, desahogarse… así llorando en silencio y sintiéndose un poquito más tranquilo el pequeño Naruto se durmió.


 


Lentamente, muy lentamente el rubio abrió sus ojitos azules, para su mala suerte seguía en esa habitación… la misma donde lo habían traído la noche anterior, Naruto se sentó en la cama y vio que en la mesita de noche de al lado había una bandeja con su desayuno: panqueques con miel, tostadas con mermelada y mantequilla, huevos revueltos con jamón y un gran vaso de jugo de naranja. Dio un suspiro y antes de tocar su desayuno vio la hora en un reloj de pared, las diez y media de la mañana… caminó por la habitación una vez más y vio que no había nadie, estaba solo una vez más. Fue hasta la puerta de la habitación y trató de abrirla, ¿qué? Estaba cerrada… eso era el colmo… ¡como si se pudiera escapar desde ahí! Naruto aguanto todas las groserías que estaba a punto de gritar al darse cuenta que estaba encerrado ahí, decidió ya no hacerse más daño molestándose y fue al baño a asearse.


Regresó y estaba a punto de hincarle el diente a su desayuno cuando escuchó el timbre de un celular… buscó el celular que sonaba con su mirada por todos lados, hasta que lo vio cargando en una esquina, si estaba en lo cierto ese era uno de los celulares de su padre… tomo el aparato… vio que era un número no registrado… finalmente se animó en contestar.


-      ¿Aló? -preguntó tímido.


-      ¡¿Naruto?!


-      S-Sasuke… -estaba completamente sorprendido.


-      ¡Naruto! Mi Naruto… por fin te escucho…


-      Sasuke… -estaba a punto de llorar de felicidad al escuchar a su amado azabache una vez más.


-      Naruto, Deidara ya me contó todo lo que pasó… él dice que no quiere que estés lejos de tu hogar, va a intentar algo.


-      Sasuke te extrañé mucho… te amo Sasuke…


-      Yo también te amo Naruto… trata de alegarte un poquito, no voy a dejar que nos separen… tú y yo somos novios.


-      Sí… ¡Sí!


-      En este momento Deidara debe de estar conversando con tu padre, vi que tu mamá y tu hermano se fueron en auto para donde estas.


-      ¿Dónde estás tú? ¿y… como conseguiste este número?


-      Primero, estoy sentado en el patio de tu casa. Segundo, tu hermano me dio el número porsiacaso… lo pensé dos veces antes de llamar, pero me alegro que me hayas contestado tú.


-      Yo estoy muy feliz de escuchar tu voz Sasuke… he estado tan triste desde anoche, ahora estoy contento.


-      Te amo mucho Naru…


-      Y yo a ti teme -dijo lleno de nueva alegría.


-      Me gusta mucho escucharte así. Naruto tengo que colgar… espero verte muy, pero muy pronto. Estoy seguro que no nos separaremos.


-      Sí, yo confió en ti Sasuke. Nos vemos…


Se tardaron un poquito en colgar, pero la llamada de Sasuke fue muy revitalizadora. Naruto borró rápidamente el registro de la llamada en el celular de su padre y lo dejo tal y como lo había encontrado, ahora con los ánimos reconfortados fue a comer su desayuno que estaba seguro le sabría mucho mejor ahora.


 


Una hora más tarde Naruto estaba mirando la televisión cuando su padre entró en la habitación. “Naruto, buenos días… levántate y ven conmigo a la recepción” Naruto no le quedo otra que obedecer, bajo con Minato hasta la recepción y para su muy grata sorpresa lo estaban esperando su mamá y Deidara. Cuando Naruto los vio lo primero que hiso fue correr a abrasarlos, no había estado ni un día entero sin ellos pero ya los extrañaba como si no se hubieran visto en semanas. Fue un abraso fuerte y con mucho cariño.


-      Naruto ya nos vamos a casa -dijo Kushina sonriéndole maternalmente.


-      ¿De verdad? ¡Gracias, gracias, gracias mami! -expresó muy emocionado.


Deidara acarició el cabello alborotado de su hermanito, sonrió al verlo tan feliz. Si así era, entonces estaba bien la decisión que había tomado.


Naruto, Kushina y Deidara salieron del hotel seguidos de cerca por Minato, que hasta entonces había estado callado. Los tres subieron al auto de Kushina y se propusieron a regresar a casa, pero antes de arrancar Minato se acercó a la ventana de Deidara. “Hijo, entonces mañana voy por ti. Espérame con todas tus maletas listas”. El rubio mayor solo asintió y finalmente se fueron.


-      Dei… acaso tú…


-      Vamos enano, no es momento de hablar de eso. Deberías alegrarte de que regresas a casa -dijo sonriéndole.


-      Hermano… gracias, en verdad gracias -dijo abrasándolo, dándose cuenta que había hecho un “intercambio”. Recordó que su padre quería la custodia de uno de los dos. Y por lo que vio… Deidara había sido muy valiente, ¡es un gran hermano mayor!


-      Está bien enano, de nada.


-      ¡Hermano mayor! -seguía abrasándolo.


-      Jaja, Naruto ya suéltame un poquito.


 


Cuando llegaron por fin a casa, hubo una alegría aún más grande para el rubio menor cuando vio a Sasuke sentado en el portal de su casa, ¡estaba esperándolo! Naruto sintió su corazón latir igual que cuando lo veía pasar al frente de su casa antes de conocerlo, serán cosquillas muy, pero muy agradables. Ni bien el auto se estacionó salió corriendo a abrasar a su azabache. Sasuke en cuanto vio a Naruto correr hacia él se puso de pie y con mucha alegría también fue corriendo hacia él. A los mínimos segundos ya estaban abrasados ahí, frente a la casa de Naruto.


-      Naruto, te dije que no nos separarían.


-      Te extrañé tanto Teme…


-      Dobe, nunca cambies…


Y ahí estaban abrasados y emocionados frente a la casa, mientras que Deidara y Kushina bajaban del auto.

Notas finales:

Un momento... ¿con eso quiero decir que Kushina los vio? pues claro que sí, los vio.

Espero les haya gustado el capítulo, y sí: Deidara fue muy noble. No quisiera adelantar nada pero me gustaría hacerlo >.<! él próximo cap. será este domingo. Hasta entonces! gracias.


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