“Naruto… Naru, tu mamá nos está mirando…” le susurró el azabache al oído de Naruto, quien le estaba dando la espalda al auto mientras abrasaba a Sasuke. Parecía que Naruto no había escuchado, seguía fuertemente abrasado de su novio. “Naruto, que tu mamá está viniendo, nos va a descubrir…” De inmediato Naruto dio un pequeño brinco, ahora si había puesto atención a las palabras del pelinegro, soltó a Sasuke de su abraso y se paro junto a él. Era cierto… su mamá estaba caminando hacia ellos… rayos… ¿se había metido en problemas?
- Veo que les dio mucha alegría encontrarse -dijo Kushina con una pequeña sonrisa.
- Sí… -dijo muy tímido el rubio, con las mejillas muy coloradas.
- Pasemos todos adentro, hay que tomar un té mientras conversamos -dijo sacando sus llaves.
- ¿C-Conversar?
- Sí hijo, me gustaría mucho hablar con los dos.
Naruto volteó a mirar a Sasuke de pronto, Sasuke parecía con la mirada perdida, como si estuviera pensando en algo. Sin explicación alguna a Naruto empezaron a llenarle los ojitos de lágrimas y no sabía por qué ¿Su mamá los había descubierto? ¿Lo castigaría? ¿Le prohibiría ver a Sasuke de nuevo? “Vamos niños, pueden entrar. Afuera está haciendo frio” dijo Kushina desde la puerta. Deidara entró como si nada a la casa. Naruto se sentía algo inseguro de entrar pero de pronto sintió como Sasuke lo tomó de la mano y vio en sus ojos mucha seguridad, eso lo hiso sentirse un poco más seguro también. Y de la mano entraron a la casa. Se sentaron en el sofá del living mientras Kushina y Deidara estaban en la cocina, sin demorarse nada llegaron con tazas de té tibio. Naruto y Sasuke tomaron una taza cada uno pero no las bebieron de inmediato, solo las sostenían con ambas manos. Finalmente la madre de Naruto y su hijo mayor se sentaron en los dos sillones que estaban frente al sofá donde Naruto y Sasuke esperaban que les dirigieran algunas palabras.
- Mamá… ¿estás molesta? -dijo de pronto el más pequeño.
- ¿Molesta? ¿por qué debería estarlo?
- Porque… nos…
- Porque nos vio abrasándonos… disculpa que te interrumpa -dijo mirando a Naruto.
- ¿Tendría que molestarme por un abraso de amigos?
- … -los dos menores negaron con la cabeza.
- Pero ustedes son más que amigos ¿verdad? -les dijo de pronto la mayor, después de tomar un sorbo de té.
- … -Naruto y Sasuke abrieron bien los ojos, ya era un hecho… Kushina ya sabía de lo suyo.
- Mamá… por favor no me separes de Sasuke… yo lo…
- Señora, yo amo a Naruto, por favor no nos separe… Nosotros…
- Nos queremos mucho… -dijo finalmente Naruto.
Naruto vio que su mamá se tapo la boca con una mano y también como sus ojos se llenaban poco a poco de lágrimas.
- Mamá no te molestes… yo soy Naruto, soy tu hijo -le decía también aguantando las lagrimas.
- Claro… Claro que no estoy molesta, estoy emocionada -dijo secando una lagrima suya.
- ¿Emocionada? -preguntó Sasuke.
- Sí niños… me alegro de que mi niño… Naruto esté tan enamorado de alguien y que la persona que le gusta lo ame tanto también.
Unas sonrisas muy grandes se dibujaron en los rostros aún infantiles de Naruto y Sasuke, lo que había dicho Kushina fue algo muy bonito, en verdad.
- Entonces… ¿no te molesta que me guste un varón? -preguntó el de tres marquitas en cada mejilla.
- Claro que no hijo, si te gusta alguien no importa si es hombre o mujer. Lo que importa es cuanto lo ames.
- ¡Mamá! -Naruto estaba explotando de alegría, se sentía tan bien con la aprobación de su mamá.
El pequeño froto sus ojos para secarse las pequeñitas lágrimas que aún no se le habían escapado, era cierto que nunca antes le había preguntado a su madre que pensaba de los homosexuales, pero que alegría ¡Que felicidad que lo aceptara tal y como era!
- Señora Kushina, de verdad que alegría que piense así -dijo sonriendo Sasuke, una sonrisa muy sincera y blanca.
- Claro que sí, ustedes son niños normales. Que nadie les diga lo contrario -les dijo sonriente la adulta.
- Lo sabemos -dijeron al unisonó los menores, que se tomaron de la mano una vez más.
- Y también tienen buenos sentimientos, me alegro de que se quieran tanto.
- Mamá ¿Cómo sabias que Sasuke y yo somos más que amigos?
- Pues… hasta hace poco pensaba que solo eran amigos, pero hay un trato tan especial en ustedes, tal y como cuando dos personas están enamoradas: no se puede ocultar fácilmente.
- Creo que sí -dijo el azabache mientras veía como su novio se ponía rojo una vez más.
- Y además Sasuke se portó como todo un seme protector esta mañana, cuando vio que no estabas -dijo divertido Deidara, que hasta ahora solo estaba escuchando.
- ¡Dei! No digas eso… mamá no sabe lo que es un “seme” -dijo muy avergonzado Naru.
- Verdad… ¿Qué es un seme? -preguntó Kushina mirando a su hijo mayor.
- ¡No digas nada! -dijo Naruto tapándole la boca con sus manos a su hermano mayor.
Kushina y Sasuke se rieron alegres ante la graciosa escena, luego Kushina se puso de pie y fue a la cocina para traer unas galletas.
- Dei… ¿tú sabías que mamá no estaba molesta?
- Sí, hable con ella en el auto cuando fuimos a buscarte, pero le sugerí que era mejor que hable con ustedes personalmente.
- Ohh… bueno, eso está bien.
- ¿Ves? Todo está yendo muy bien, y solo porque nos amamos -le dijo el azabache a Naruto.
- Sip -le dijo tomándolo de las manos.
- Jaja, ese no es el Sasuke frio y calculador de todos los días… eso es puro “love al quinta potencia” -dijo riendo el mayor.
Sasuke se sonrojó muy pronto, era… era cierto… su personalidad se estaba ablandando… ya no era tan frio y callado como antes, todo eso por amar tanto a Naruto. ¡Oh bueno! Aún podía ser el “chico malo” cuando quisiera, pero no había problema en ser más suave cuando estaba con su Dobe, al fin y al cabo… no se podía evitar ser un chico mimado con Naruto cerca.
Kushina trajo un plato con muchas galletas de chispas de chocolate, que Naruto disfrutó mucho de probarlas. Estuvieron conversando de algunas cosas más, primero de algunas cositas de cómo se llegaron a enamorar los menores y luego ya de trivialidades. La conversación entre los cuatro fue muy amena y agradable. Casi a la una de la tarde la madre de los rubios recordó que tenia cosas que hacer… cosas relacionadas con su divorcio.
- Mamá ¿no te vas quedar?
- Me gustaría, pero tengo que ir a hablar con el abogado.
- ¿Contrataste a un abogado?
- Sí… bueno, entonces regreso para las tres y media para almorzar juntos ¿bien? Sasuke por favor dime que te quedaras a almorzar con nosotros.
- Sí, muchas gracias Señora Kushina.
- Puedes llamarse solo Kushina.
- Bien -respondió el sonriente pelinegro.
- Ahora antes de irme quiero ver un piquito.
- ¡Mamá! Eso es demasiado… -dijo muy apenado el pequeño rubio.
- Jajaja, bueno ya regreso. Nos vemos.
Kushina se acercó a los dos niños y les dio un beso en la frente a cada uno, se despidió de su hijo mayor y salió de la casa. Naruto y Sasuke se sonrieron mutuamente y esta vez sí se dieron un piquito. Media hora después y cuando estaban viendo televisión en el living vieron que Deidara también estaba por irse a la calle. “Deidara ¿tú también vas a salir?” preguntó su hermano menor. Casi al instante escucharon la bocina de un auto estacionado al frente de la casa. “Sí enano, voy a salir con Itachi. Dile a mamá que nos espere para almorzar juntos ¿bien?” Naruto asintió, luego su hermano mayor se despidió de los más peques y salió de la casa, para subirse al auto de Itachi quien lo esperaba afuera.
- Entonces… nos quedamos solitos… -dijo el pelinegro acariciando el hombro de Naruto con su dedo índice.
- Aja… ¿en qué piensas?
- No sé… -dijo acercándose peligrosamente al rubio.
- … -Naruto solo lo miró a los ojos y no pudo evitar sonrojarse una vez más.
- ¿Vamos a tú habitación?
- Sí…
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Sasuke estaba recostado en la cama de Naruto y el rubio sobre él besándolo muy cálidamente, el traserito de Naruto chocaba con la erección de Sasuke y aún sobre la ropa se sentía muy bien para los dos. Sasuke acariciaba la espalda de Naruto, metió sus manos por debajo de la camiseta para sentir la tersa piel de su rubio. Cada vez que se separaban por aire, cuando ya tenían lo suficiente para seguir besándose Naruto unía sus labios, besos húmedos y calientes… que mejor forma de pasar la tarde.
- Sasuke… quiero hacerlo… -dijo mirándolo a los ojos y con los labios muy rojitos.
- ¡Naruto, pequeño e irresistible niño sensual! -dijo antes de abalanzarse a él.
- ¿C-Como me llamaste? -dijo ahora estando abajo.
- Luego te lo diré -dijo mientras se quitaban la ropa.
En un dos por tres todas las prendas volaron por los aires y aterrizaron en cualquier parte del suelo de la habitación, así le gustaba a Sasuke: ver a Naruto desnudito y algo indefenso frete a él… un momento… ¿acaso el pequeño…?
- Naruto ¡ya no tienes ningún vello púbico! -dijo tocando esa parte sobre el pene de Naru, que ahora estaba sin ningún vello.
- Ah, sí… me corté los pelitos que tenia con una tijera…
- ¿En serio? ¿Por qué? -preguntó Sasuke con los ojos brillosos, Naruto se veía aún más como un niño así… sin ningún vello en todo su hermoso cuerpecito.
- Por… por la misma razón que tú te los afeitas…
Sasuke aguantó el “derrame nasal” que estaba por provocarle, Naruto se estaba comportando de una forma tan sexy… Sasuke, también como Dios lo trajo al mundo, fue directo a besar el cuello de Naruto, recostándose suavemente sobre el menor sin llegar a ser incomodo, Naruto gemía despacito, siempre se sentía muy bien que el pelinegro besara su cuerpo, lo calentaba más y más. Naruto decidió no quedarse atrás y acariciar la espalda de su azabache, hacerle sentir que él también lo puede hacer sentir muy bien. Luego Sasuke volvió a ponerse frete al rubio y lo besó, fue un beso con leguita muy placentero y húmedo, no se resistió en morderle un poquito el labio inferior al más pequeño. Cuando se separaron un hilo de saliva los unía.
Se sonrieron con las mejillas coloradas por el calor que ahora sentían, Sasuke sintió la erección de Naru chocar con su pierna así que se recostó a un lado de su novio, con la cara muy cerca al pene de Naruto y viceversa. Sasuke tomó el miembro de su novio, lo masturbó un poco y luego comenzó a chuparlo, el pene de Naruto tenía ese sabor tan particular… al azabache le gustaba en verdad. Ya llevaba un rato en eso cuando el azabache sintió como una de las manitas de Naruto frotaban su pene y luego… ¡Oh Cielos! Esa sensación tan deliciosa… tan húmeda…
- ¿Naruto… me la estas…?
- Sí… te la estoy chupando… un poquito…
¡Era genial! Sin que haya llegado a pedírselo, Naruto se había decidido por chupar el miembro de Sasuke, el azabache cerró los ojos un momento, quería sentir la lengüita y los labios de Naruto en su pene… esa sensación tan esperada… ¡era lo máximo!
- Sasuke… pero sigue tú también ¿no?
- Oh, lo siento. Tienes razón -dijo continuando con su labor.
- Ahh…
- Naru… tengo una idea…
Después de un par de instrucciones ya estaban haciendo su primer 69, Naruto estaba arriba y Sasuke abajo, disfrutando también la vista del precioso y redondito trasero de su novio. Continuaron con su excitante y húmeda labor por un buen rato más, tanto el rubio como el pelinegro tenían unas erecciones muy fuertes en ese momento.
- Na…Naruto… cuando estés por… ahh… venirte me avisas ¿sí?
- Mmm… ahh… sí Sasuke…
Sasuke ya no podía más, ver el culito de Naruto tan cerca lo provocaba demasiado, saco el miembro de Naruto de su boca por un momento y acercó más el traserito de Naruto a su cara, separó un poco más sus redondas y perfectas nalguitas y luego lamió esa tierna y suave entradita. Naruto al sentirlo dio un fuerte gemido, se sintió muy bien. Sasuke continuó lubricando y humedeciendo el culito de Naruto un poco más, quería prepararlo para la mejor parte… Luego de un rato volvió a darle atención al miembro del rubio y volvió a chuparlo otra vez.
- Sas… ¡Sasuke! Ahhh… ya… ya voy a… ¡venirme!
- Puedes hacerlo… esta vez no te contengas.
El rubio dio unos fuertes gemidos de placer y eyaculó en la boca de Sasuke, quien sin pensarlo dos veces recibió toda la leche de Naruto en su boca, pero esta vez era su intención. Después de todo… la esencia de Naruto le sabía muy bien. El más pequeño suspiró un par de veces y se recostó sobre Sasuke en esa posición. Después de pasarse la esencia de Naruto, el azabache procuró en limpiar bien el miembro de su amado. Cuando terminó salió de esa posición y se recostó boca arriba con su cabeza sobre las almohadas de la cama.
- Naruto ven… quiero sentir tu interior… -le dijo sonriendo.
- Sí… también quiero sentirte… -dijo sentándose sobre el miembro de su novio.
Se besaban mientras el pene de Sasuke rosaba entre las nalgas de Naruto, después de un rato así Naruto con una de sus manos tomó el pene de Sasuke y trató de acomodarlo para que ya lo penetrara. Sasuke veía las lindas expresiones del rubio mientras entraba poco a poco, luego cuando ya estuvo por completo dentro de su caliente y apretadita entrada Naruto apoyó sus manos en el pecho del azabache, intentando acostumbrarse lo más rápido posible, ya quería moverse como la otra vez. Sasuke tomó la cintura de Naruto con ambas manos, era delicioso estar dentro de su culito, tan suave, tan estrecho… cuando todavía no se lo esperaba Naruto empezó a moverse dando unos saltitos, ¡eso fue increíblemente rico! El pelinegro también empezó a moverse al ritmo de Naruto.
- Naruto… ahh… que rico eres…
- Dame más Sasuke… ahh… quiero más…
- Te daré todo lo que quieras, ahh… ahh…
Los gemidos sonaban por toda la habitación mientras aumentaban la velocidad, Sasuke podía sentir su pene entrar y salir de la entradita de Naruto y cada vez que entraba era más delicioso, si seguían así eyacularía muy pronto. A Naruto le encantaba como el miembro de Sasuke le daba placer, movía sus caderas más y con más ritmo, su erección ya había regresado, estaba muy excitado. El rubio se agachó un poco y se acercó mucho a la carita de Sasuke, era genial estar arriba, aún siendo el tierno y golosito uke. Sasuke besó las mejillas de Naruto mientras él suspiraba, sus mejillas coloradas y calientes siempre tan suaves… Se fundieron una vez más en un beso sin parar con sus movimientos. Cuando se separaron fue solo para seguir gimiendo por tanto placer.
- Sasuke… eyacula… ahh… eyacula dentro de mí.
- ¡Sí! Ya… ahh… ya estoy a punto… ¡ahh!
Dicho esto Sasuke dejo salir todo su semen, Naruto que ya se estaba masturbando no aguantó más y eyaculó también, esta vez manchando el pecho y la cara de su azabache. Segundos después Sasuke sacó lentamente y con cuidado su pene del culito de Naruto y finalmente se relajaron abrasados.
- Oye… te vez lindo con tu carita manchadita.
- Jaja… Qué cosas dices… -dijo cerrando los ojos para seguir relajándose.
- Fue muy rico ¿no? -dijo sonriente.
- Claro que sí… oye ¿no soy yo el pervertido?
- Jaja, como que me estas contagiando un poquito -dijo el rubio mordiendo con suavidad la oreja de su novio.
Una hora después ya estaban vestidos y bañaditos. Kushina entró en la casa y los encontró jugando con la Xbox en el living, de lo más normal.
- Hola niños -saludó sonriente.
- ¡Hola! -dijeron al mismo tiempo.
- ¿Cómo están?
- ¡Muy hambrientos! -dijo el más pequeño.
- Jaja, bueno entonces voy a terminar de hacer el almuerzo.
- Sí, ehh… mamá Dei me dijo que lo esperes para comer, va a traer a su novio.
- Ah, muy bien -dijo entrando a la cocina.
Veinte minutos más tarde todos estaban sentados en la mesa: los dos rubios, los dos azabaches y la pelirroja. Disfrutando por primera vez un almuerzo “en familia”.