“¿Qué?” Naruto estaba sorprendido, nunca pensó que ese pequeño de piel muy blanca y cabello negro tenía esas intensiones con Sasuke, pensaba que solo era su primito pero… “Escuchaste bien, Sasuke y yo seremos novios algún día ¡Así que ándate olvidando de él!” el pequeño Sai no se andaba de juegos y se lo demostró fielmente a Naruto, se abrasó más fuerte a su primo mayor sin dejar de mirar amenazante al rubio.
- ¿Sasuke no vas a decir nada? -dijo ya frunciendo el ceño.
- Naruto… yo quisiera, pero siempre me regañan si le digo algo a Sai…
- Sip, porque me quieres
Era increíble… la cara de enojo de ese niño cambió totalmente para ver a Sasuke. Ahora lo estaba mirando con una carita de niño bueno e inofensivo… ese niño era peligroso… al parecer.
- ¿Cuántos años tienes Sai?
- Doce -respondió de forma seca.
- Oye Sai no mientas… -dijo el mayor aún con el más peque abrasado de él.
- Bueno tengo once… ¡pero en dos meses cumpliré doce!
- ¿No son muchos abracitos? -el rubio se cruzó de hombros.
- No, aún nos faltan muchos más… puedes irte si quieres.
- ¡Sasuke! -Naruto por primera vez en mucho tiempo estaba perdiendo la paciencia, era la primera vez que un niño le hablaba así.
- Sai, por última vez: no le hables así a Naruto… y suéltame que me estas apretando mucho.
- No quiero.
- Sai… te lo pido -lo miró a los ojos mirando hacia abajo.
- Pero… bueno, solo porque me lo pides tú Sasuke…
Sai al fin dejó respirar al azabache mayor, Naruto de inmediato lo tomó de la mano y le susurró “Oye tenemos que hacer tú trabajo de ciencias, no creo que podamos si…”
- ¿Qué tanto le susurras? Eso es muy descortés.
- Sai, tu primo y yo tenemos que hacer una tarea muy importante…
- Así que mejor será que esperes abajo ¿sí? -completó la frase el azabache mayor.
- Mmm… bueno… estaré abajo.
El pequeño de once años abrió la puerta de la habitación y salió dejándola aparentemente cerrada después de salir. Cuando los dos adolescentes vieron que ya estaban solos se miraron a los ojos.
- Naruto…
- ¿Así que tu primo está enamorado de ti? -dijo sin rodeos.
- Yo… sí… me lo viene diciendo desde el año pasado y es muy celoso…
- ¿Tus padres o sus papás no dicen nada? Porque no parece mantenerlo en secreto.
- Ellos piensan que son solo cosas de niños… les da más gracia que preocupación, además creen que Sai es como un niño perfecto… buenas notas, amable en la escuela, le cae bien a todos, hace varios deportes…
- Ya entendí en punto -lo interrumpió.
- ¿Sai te incomodó?
- No… ¿me pondría celoso de un niño de once años que está enamorado de su primo?
- …Eso sonó sarcástico.
Naruto bajo un poco la mirada y se volteó de pronto, dándole la espalda a su novio. Sasuke lo abrasó desde atrás, como tratando de transmitirle su cariño al rubio. Se quedaron en silencio por unos momentos así, con el azabache abrasando a Naruto por la espalda. Luego el ojiazul se soltó de abraso, volteó y tomó a Sasuke de los hombros. Se miraron a los ojos por unos segundos, la mirada de Naruto ahora tenía algo nuevo… << ¿Eso es “tú eres mío”? >> pensó el azabache justo antes de que Naruto le plantara un beso en los labios, un beso que poco a poco se fue intensificando. Cuando se separaron Sasuke estaba algo confundido… ¿esa situación había puesto a Naruto más dominante? ¿Podía ser?
- Naruto yo te quiero a ti… Sai es solo mi primito y solo lo veo así.
- Eso ya lo sé, tonto…
Sin más Naruto le dio otro abraso a Sasuke, que el pelinegro correspondió de inmediato. Acarició la espalda y el cabello de Naruto mientras estaban en ese contacto tan cálido. Luego sin pensarlo dos veces el mayor unió las bocas de los dos otra vez en un beso, esta vez un beso con leguita y muy húmedo. Lo que sí sorprendió a Sasuke fue que casi al final del beso sintió que Naruto le dio una provocativa mordida en su labio inferior. “Naruto…” expresó el mayor con las mejillas notablemente rojas. El más pequeño sonrió y se separó de él. “Ven ahora sí hay que terminar de hacer tu tarea” dijo sentándose en frente al escritorio.
No habían pasado ni cinco minutos que estaban armando la maqueta para el trabajo de ciencias cuando la puerta de la habitación se abrió, haciendo que los dos adolecentes voltearan.
- Sasuke ¿Por qué dejaste solo al pobre Sai? Dijo que lo echaste de la habitación -Itachi y el más peque estaban parados en el marco de la puerta.
- Eso no es cierto, solo le dije que vaya a jugar abajo mientras que Naru y yo terminábamos mi tarea.
- Es que… yo tenía tantas ganas de verte Sasuke… y tú… -dijo el más pequeño frotando sus ojos, como si estuviera a punto de llorar.
- ¿Ves lo que haces Sasuke? Ya tranquilo Sai, te quedarás a ayudar a tu primo.
- ¡¿De veras?! -dijo muy emocionado el menor de todos.
- Pero hermano…
- Sin peros, Sai se quedará con ustedes. Además que será de buena ayuda ¿no es así?
- ¡Síp, prometo que haré mi mejor esfuerzo!
- ¿Lo ven? Sai quiere ayudarlos, ya anda con ellos -dijo sonriente el mayor de todos.
Sai fue corriendo hasta el lado de Sasuke, justo en medio de los dos novios. “Ahora no quiero volver a encontrar a Sai solito en el living” dicho eso Itachi salió de la habitación dejando la puerta abierta y bajando las escaleras.
“¿Qué están haciendo?” preguntó el menor todo sonriente. “Una maqueta que representa los átomos” le respondió el azabache, mientras que Naruto solo acomodaba las hojas del trabajo escrito que Sasuke ya había impreso. “¿Cómo puedo ayudar primo?” bueno, por lo menos el menor parecía que sí quería ayudar. “Bueno puedes pintar la maqueta, te traeré las pinturas… están abajo en el estudio” Sasuke se levantó de su asiento y le hiso una seña con la mano a Naruto como diciendo “ya regreso” y salió de la habitación. Obviamente dejando a Naruto y a su primito solos.
- Debes de sentirte muy suertudo besando a mi primo -dijo de forma seria.
- ¿Qué dices?
- ¿No te da vergüenza besar al chico con quien me quiero casar?
- …¿Nos estuviste espiando?
- ¿Y qué importa si así lo hice? Sasuke me quiere a mí, yo soy su pequeño.
- ¡N-No! Yo soy el novio de Sasuke -dijo el rubio ya poniéndose a la par.
- Serás su novio pero verás que al final solo me va a querer a mí -lo miró con una sonrisa de satisfacción.
- Mentiroso… -ese niño podía parecer muy lindo por fuera pero era peligroso en realidad, Naruto ya se estaba dando cuenta.
- Mentiroso no… inteligente sí.
Sus miradas de ambos chicos chocaban como si se estuvieran analizando el uno al otro, de pronto Sasuke apareció con varias pinturas en sus manos. “Aquí están los colores, ¿chicos que están haciendo?” dijo cuando los vio mirándose así.
- Conversando un poco ¿verdad que son novios tú y Naruto? -miró a Sasuke como si estuviera triste.
- … ¿Naruto tú le contaste?
- Yo… sí, pero…
- ¿No le puedo contar a nadie cierto? -le interrumpió el más pequeño.
- No… es mejor que no lo cuentes… ni a mis papás y a los tuyos ¿sí? -Sasuke se acercó a Sai para explicarle.
- Sí, lo mantendré en secreto… no quiero meterte en problemas Sasuke… te quiero -sin más el pequeño abrazó una vez más a su primo, frotando su mejilla con el pecho del mayor, como tanto le gustaba.
- Sai… no puedes abrasarme así… yo tengo novio.
Sai se separó de Sasuke y bajo la mirada, “Sasuke no me quiere…” dijo con una vocecita muy triste. El azabache mayor se sintió mal, él era la ilusión de un niño y no quería romperle el corazón a su primo menor, se arrodilló frente a él y lo tomó de la cara para que lo mirara. “Sí te quiero Sai, pero somos primos y no podemos…” Sasuke estaba por terminar la frase pero el pequeño azabache se le adelantó interrumpiéndolo, “¡Sí podemos, verás que cuando crezca me casaré contigo!” le sonrió y extendió sus brazos pidiéndole un abraso. A Sasuke le pareció tan tierno el gestó de su primo que lentamente lo envolvió en sus brazos para abrasarlo. Ni dos segundos después los dos azabaches vieron como Naruto salió rápidamente de la habitación.
- ¡Naruto espera! -Sasuke se soltó del abraso y fue tras Nauto.
- ¿Me vas a dejar solo?
- Ehh… solo por un segundo -dijo deteniéndose en la puerta- anda pintando la maqueta como está en el dibujo.
De inmediato Sasuke fue a buscar a Naruto, no lo había visto bajar las escaleras así que debía estar en el baño del pasillo, fue corriendo hasta ahí y sin tocar la puerta la abrió, encontrando a Naruto mirándose en el espejo, luego volteó a ver a Sasuke. El último cerró la puerta detrás de él. “Naru ¿por qué saliste corriendo así?” le preguntó acercándose. “Anda a abrasar a tu primo” dijo retrocediendo, sin dejar que Sasuke lo tocara.
- Naruto no digas eso… solo que no quiero lastimarlo.
- Sí y por eso él te propone matrimonio y tú lo abrasas ¿no?
Naruto miró hacia otro lado, evitando la mirada del azabache. ¿En verdad Naruto se había puesto tan celoso cómo para hacerle caso a los sueños de un niño? Pensaba el mayor. Pero si le decía a su novio “estas celoso” de seguro se molestaría más. Abría que idear otra estrategia, si tal si le adelantaba…
- Oye Naruto ¿ya te he dicho que te amo?
- Hoy no… y no creo que lo hagas con ese pequeño abrasándote cada cinco minutos.
- Pero es mi primo menor… ¿me dejas al menos demostrarte que yo te a amo a ti?
- ¿Ehh… cómo sería? -preguntó más curioso.
- Ven conmigo -dijo extendiéndole la mano.
Naruto lo dudó por unos instantes… pero no quería rechazar a su amado Sasuke, aunque abrasara tanto a ese Sai, así que lo tomó de la mano y salieron juntos de ahí. Pasaron de largo la habitación de Sasuke, donde un distraído azabache menor pintaba con una picara sonrisa la maqueta de su primo, bajaron las escaleras y entraron a la cocina. Ahí Sasuke abrió el refrigerador y sacó un molde con varios chocolates.
- ¿Me compraste chocolates?
- Te hice chocolates… tú siempre me preparas algo a mí, así que… pensé que por nuestro segundo mes sería lindo que yo te los diera a ti.
- Sasuke… pero nuestro segundo mes es en dos días más.
- Lo sé, pero quiero demostarte ahora que yo te amo a ti. Tómalos.
- Gracias… -dijo tomando el molde.
- Pruébalos.
- Sasuke… yo sé que me amas… y yo te amo mucho a ti. Solo que… cuando te vi abrasando a Sai y él dijo que se casarían yo…
- Shhh -acercó su dedo índice a los labios del rubio- dejemos eso en el pasado, hay que olvidarlo… ¿Me amas?
- Sí, mucho…
- Y yo te amo a ti.
Los dos se acercaron y se plantaron un beso, un beso lleno de amor y ternura. Uno tan delicioso que no hacía falta tener el sabor de un chocolate en la boca para sentir lo más dulce del mundo. Después de un rato así y quedarse sin aire se separaron, con un hilito de saliva uniéndolos una vez más. Ambos se sonrieron y juntaron sus frentes. Ahora saliendo de la cocina el rubio por fin se animó a probar uno de los chocolates de su amado. ¡Vaya! No estaban nada mal, sabían muy rico. A Naruto le daba algo de pena haber arruinado la sorpresa de Sasuke al hacerle chocolates, pero se sentía feliz de que él mismo le reafirmara que no importaba si abrasaba a otro chico, Sasuke lo amaba a él, eso era un hecho. Cuando estaban por subir las escaleras recordó que si Sai veía los chocolates hechos por Sasuke de seguro que los quitaría o se los comería él mismo. Así que se detuvo. “Sasuke guarda mis chocolates, dámelos en dos días… hay que ser justos”.
Unos minutos más tarde los dos adolescentes regresaron a la habitación de Sasuke donde Sai ya casi había terminado de pintar la maqueta, en realidad si le había quedado muy bien, Sin hacerse más líos por ese día. Los tres chicos terminaron el trabajo de ciencias. Justo cuando estaba anocheciendo Naruto ya tenía que irse. Así que los tres azabaches fueron a despedirse de él en la puerta principal. Sai tuvo que aguantar verlos besarse otra vez al despedirse, si no fuese tan bien educado le daría una patada en la pierna ese rubio que le quería robar a su primito Sasuke, pero eso no sería posible, después de todo le llevaba años de ventaja, Sasuke lo cuidaba desde que ambos eran apenas unos niños y además… ¡él era más adorable! Cuando Naruto se fue y la puerta principal se cerró Sai tomó a Sasuke de la mano.
- Oye primo Sasuke ¿me lees un cuento en tu cama?
- ¿No crees que ya estas grande para eso?
- Nop, me gusta que leas para mí Sasuke… me gustas.
- ¡Waoh! ¿no es una lindura este niño? Tú le gustas mucho -dijo Itachi hablándole a su hermano y acariciando el cabello de Sai.
- Pero… yo tengo novio.
- Pero no tiene nada de malo que solo me leas un cuento en tu cama ¿no?
- ¿Tiene que ser en mi cama?
- Mejor acostúmbrate, papá y mamá dijeron que Sai dormiría contigo -dijo el mayor de todos cruzándose de brazos.
- ¡Sí, es cierto! -exclamó feliz el más joven.
- ¿Queeee?
Media hora después, en la casa del Naruto, este se encontraba en el living se su casa conversando por teléfono con su hermano mayor, “En serio Dei, creo ese niño que me quiere dejar a un lado… pero ya no me importa, Sasuke me regalará chocolates para nuestro segundo mes… sí, sí es genial ¿Y qué tal tu fin de semana?” era genial para ambos rubios poder seguir en contacto tan seguido, se llamaban dejando un día y se podían contar sus cosas. Una de las cosas que Deidara más extrañaba era la deliciosa comida que preparaba su madre y que Naruto en ese momento ya podía oler desde la cocina: que la cena ya estaría lista, así que siguieron conversando hasta la hora de cenar.
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Ya era la hora de dormir, en la habitación de Sasuke Uchiha solo había la luz de una lámpara encendida, mientras que Sai regresaba del baño con sus pijamas color celeste. Sasuke estaba recostado y tapado hasta las orejas, Sai entró a la cama y obviamente se acurrucó a su lado, no sin antes apagar la lámpara y quedarse a oscuras.
- Sai no te pegue tanto…
- Es que tengo mucho frio Sasuke… quiero un abraso.
- Pero…
- Por favor primo -dijo con una vocecita casi irresistible.
- E-Esta bien, pero por esta vez.
Sasuke lentamente abrasó a su primito y este se acurrucó cómodamente contra Sasuke, apoyando su frente en el hombro del mayor. “Buenas noches Sasuke, me gustas mucho” dijo el pequeño para luego darle un beso en la mejilla al mayor. “Ah!... B-Buenas noches Sai” dijo el pelinegro mayor sonrojándose un poco. Era algo raro tener a Sai abrasado así… pero no podía romperle el corazón a un niño, a su primito menor… Además solo era un abraso sin malicia, ni dobles sentidos, un abraso solo para estar más calientitos. O al menos eso era para el mayor.