Sai miraba desde la cama a su primo parado frente a la cama con la mirada perdida y tocando sus labios los dedos de su mano derecha, como si no se creyera lo que acababan que de hacer, el beso que se habían dado. “Eso fue rico” pensó el menor y lamió un poco sus labios, luego se sentó en la cama, estaba justo frente a Sasuke que aun ni reaccionaba.
- ¿Sasuke no vas a decir nada?
- …
- ¡Sasuke!
- No-Nosotros… no debimos hacer eso… -bajo la cabeza.
- Pero ya lo hicimos… ¿a poco no te gusto? -trató de ser coqueto.
- Sai… eso no es así de sencillo… soy un idiota, “acabo de volver realidad el miedo que tenía Naruto” -terminó la frase en sus pensamientos.
- Claro que no lo eres.
- ¡Sí lo soy! Me deje llevar… yo amo a Naruto… si fuera un buen novio no habría hecho eso… -sentía como sus ojos se le llenaban de lagrimas.
- …Yo podría ser tu gatito.
- …Sai, no… eso no va a pasar, esto nunca debió pasar. Yo estoy enamorado solo de Naruto, no te puedo amar si ya lo amo a él -dijo finalmente el mayor.
- …
Sai se había quedado callado, con lo último que le había dicho lo había dejado sin palabras. Sasuke daba un par de vueltas por la habitación a pasos muy lentos, parecía como si todavía pensara en el beso que se habían dado. Pasaron un par de minutos en silencio, hasta que el más joven de los dos se puso de pie y caminando fue hasta la puerta de la habitación. “Creo que mejor te dejo solo… para que estés tranquilo” dijo antes de salir de la habitación. Sasuke se recostó de espaldas en la cama y decidió solo dormir, tal vez después del sueño las cosas no se verían tan mal, aunque trató de dormir, no podía hacerlo, solo se sentía incomodo de sus propias acciones.
Mientras que al otro lado de la puerta, repostando su espalda en ella, estaba Sai, con una lagrima recorriendo su mejilla… “No, al final no pude hacer que Sasuke que enamorara de mí” pensó y luego secó su lagrima con una de sus mangas. Fue caminando al baño para lavarse la cara, pensando en que esos toqueteos que habían tenido solo habían sido por la calentura de su primo y no por algo más y todos esos días que se mantuvo lejos y fingiendo que ya no le gustaba Sasuke… solo para hacer que bajara las defensas y poder besarlo… Sí, su plan había funcionado, había besado a su primo… pero no lo había llegado a enamorar. Y lo peor de todo es que ahora sentía un vacio en su pecho… ¿Qué acaso era culpa? ¿De qué?
Una media hora después Sai no tenía ganas de nada, ni la tele ni el internet eran lo suficientemente entretenidos para distraerlo, se sentía un poco triste ahora, estaba muy confundido, se supone que debería estar feliz por al fin haber tenido su primer beso ¡y además con Sasuke! Pero ahora no sentía nada respecto a eso, solo un cosquilleo en sus labios. Sin saber que hacer hasta que sus tíos regresen en por lo menos unos cuarenta minutos más, fue al patio de la casa y se sentó en el pórtico, no tenía ni ganas de jugar con su “Nintendo 3DS” solo se sentó ahí a observar la nieve debajo de sus botas.
- ¿Qué haces aquí tú solito?
- …Gaara -dijo el pequeño viendo al pelirrojo parado frente a él, ni lo había visto acercarse.
- ¿Me puede sentar contigo?
- Yo… claro que sí -el pequeño se hiso a un lado y le hiso espacio al pelirrojo.
- Ehh… aun no me has respondido lo que te pregunté.
- ¿Mmm?
- ¿Que por qué estas solito aquí?
- Ahh… Sasuke está en su habitación y mis tíos fueron de compras al centro.
- Ya veo.
- Gaara… ¿recuerdas que hace tiempo te dije que me casaría con Sasuke?
- Aja.
- Creo… creo que ya no vamos a hacer eso… él no me ama.
Sai sin dobles intenciones recostó su peso en el brazo del pelirrojo, en serio necesitaba un abraso, un consuelo. Gaara sintió que su corazón se aceleraba, se sentía así cada vez que el pequeño se encontraba tan cerca de él y eso le gustaba, con cuidado pasó sus brazos envolviendo a Sai y dándole un acogedor abrazo, podía ver en su carita que no era el niño enérgico y con sonrisa traviesa que hasta ahora había conocido, parece que algo había pasado entre los dos primos azabaches.
- Creo que fui muy impulsivo, soy muy obstinado…
- ¿Hiciste algo malo?
- No sé… pero no te puedo contar, dejarías de ser mi amigo.
- No digas eso… yo te quiero mucho.
Un silencio se formó en ese momento, pero al contrario de ser un silencio incomodo fue un silencio de alivio, como si en ese abraso cálido las penas del pequeño se congelaran y se aliviaran a la vez.
- Yo… ya no sé que hacer… Sasuke era la única persona que me gustaba…
- No te sientas mal… tal vez la persona que te ama, esté más cerca de lo que crees.
Sai no entendió exactamente lo que Gaara le quiso decir, pero sí lo hiso sentir mejor, se miraron a los ojos y el pequeño le dio la sonrisa que mejor dudo hacer en ese momento. Gaara invadido por la ternura de ese niño no pudo evitar darle un beso en la frente, para luego sonrojarse por su acción. Sai después de ese beso en la frente solo pudo acurrucarse otra vez y esconder su carita en el pecho del pelirrojo, ahora sentía un calor en su pecho… uno agradable… “Gracias Gaara” pensó con una pequeña sonrisa.
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El primer día de clases había llegado, Naruto se había levantado temprano para ir con su novio a la escuela, desayunó con su madre y su hermano, ya que Deidara aún tenía unos días más para estar con ellos, antes del volver a su rutina diaria. Cuando terminó de alistarse y de desayunar fue de inmediato a esperar a Sasuke a la puerta de su casa, días antes habían quedado en que también este año irían a la escuela juntos.
“Qué raro… Sasuke aun no llega, ¿se habrá levantado tarde?” pensó el rubio, extrañado de que su azabache aún no pasara a recogerlo. Luego de unos minutos vio a Sasuke caminando a paso lento por la acera, Naruto no pudo evitar emocionarse y correr hacia Sasuke, se sentía feliz de verlo otra vez, aunque no hayan pasado ni dos días de no verlo. Cuando llegó hasta él lo que hiso fue lanzarse y abrasarlo.
- ¡Hola Teme! -dijo animado.
- Hola Naru…
- ¿Cómo estas, dormiste bien anoche?
- Más o menos…
- ¿Por qué? No me digas que estuviste despierto viendo la tele.
- No… solo que no podía dormir…
- Ahh, bueno -dijo sin darle más importancia.
Naruto acercó sus labios a los de su amado para besarlo, era lo que más le gustaba para empezar bien el día. Cuando sus labios se encontraron Naruto era el único que los movía, cosa que le extrañó un poquito pero nada más. “Tus labios están algo fríos teme” le bromeó guiñándole el ojo. Sasuke solo sonrió pero por dentro sintiéndose fatal, aun no se podía quitar de la mente lo mal que había actuado el día de ayer. “Mejor vamos llendo, no quiero que se nos haga tarde ¿sí?”
Todos los pasillos de la escuela secundaria estaban llenos de alumnos, preguntándose y conversando de cómo habían pasado las Fiestas de fin de año y los regalos de Navidad. Naruto se sorprendió que ni bien entró al salón vio a Kiba y Neji sentados juntos, en pupitres uno al lado del otro, mientras conversaban animadamente. Una gran sonrisa apareció en su rostro.
Las clases del día pasaron muy lentas para algunos, y muy rápidas para otros, Naruto estaba contento de que un nuevo año escolar haya llegado, ahora con su guapo novio y con sus amigos. Parecía que la suerte estaba de su lado y eso lo hacía sonreír.