Sonidos de pisadas… ¿por qué la escuela estaba vacía? ¿Acaso ya se habían ido todos a casa? Y el cielo… el atardecer era hermoso, pero ahora no se sentía con esa misma calidez… ¿Dónde se había ido la nieve también? Se suponía que estamos en invierno pero… solo veo las hojas caer y son de color café y naranja… como cuando en otoño yo… Sasuke… yo conocí a Sasuke…
Tal vez debería salir de aquí, el salón esta vacio y ya no tengo nada que hacer. Me pongo de pie y salgo del salón de clases… esto es muy raro, la escuela en serio que esta vacía, ni los profesores están aquí… tal vez me quedé dormido y todos ya se fueron, sí… eso debe ser… soy tan descuidado a veces. Ya estoy fuera de la escuela, caminando de forma lenta, creo que estar solo hace que sea más tímido ahora mismo. Esperen… veo a alguien por ahí… es… ¡Sí! ¡Es Sasuke! Voy a saludarlo, tal vez podría pedirle que me lleve a casa con él, ya que esta por sacar su bicicleta, me sorprende que no se haya ido antes pero tengo que aprovechar que aun esta aquí. Ya casi estoy a su lado, aun no me ha visto porque está de espaldas, podría ser divertido sorprenderlo.
- ¡Hola Teme!
- … -Sasuke volteo pero no me dice nada, solo me miró y volvió en lo suyo.
- Te dije hola… ¿no sabes saludar?
- Perdón pero… yo no te conozco.
- ¿Qué? ¿Sasuke de que hablas? Si tú y yo somos… somos…
- ¿Qué somos? -volvió a mirarme con una expresión seria en su cara.
- Yo… yo… Sasuke yo… -la verdad, es que no sé qué decirle… recuerdo algo más… ¿acaso Sasuke y yo nos habíamos peleado?
- Tú… tú dijiste que si todo se había jodido entre nosotros, pues entonces que terminabas conmigo.
Sus palabras hicieron que recordara todo lo que le había dicho esa tarde que… que nosotros terminamos… ¿Sasuke y yo terminamos? Pero… mis… mis ojos se están llenando de lagrimas ¿Qué me pasa?
“Así que tú y yo ya no tenemos nada de que hablar” me dijo y siguió caminando con su bicicleta al lado suyo, no… no puedo dejarlo ir. Yo no quiero que esto se termine, ¡yo te amo Sasuke! Corro rápido hacia él e intento detenerlo, me pongo delante de él para que no se vaya. “¡Lo siento, Sasuke lo siento! Yo no quise decirte todo eso… estaba confundido por todo” dije mientras siento como las lagrimas caen por mis mejillas, no me importa si Sasuke me ve llorando, solo no quiero que se vaya otra vez.
Sasuke ni me mira y sigue caminando, traté de tomarlo del brazo de de inmediato se apartó de mí. “Te dije que ya no quiero saber más de ti, no tenemos nada de qué hablar” me dijo justo antes de… ¿Sasuke? ¿Dónde está Sasuke? ¡Hace un segundo estaba aquí! ¿Por qué de repente ahora es de noche? Los faroles de la cayes no están encendidos… eso no me gusta… la oscuridad no me gusta… quiero ir a casa. Mejor comienzo a caminar más rápido no quiero estar solo aquí… ¿Pero y Sasuke? ¿Cómo es que hace ratito estaba aquí y ahora ya ni lo veo? Eso tampoco es bueno… tengo que encontrarlo, no quiero que este perdido ni nada de eso.
Mientras camino por las calles aun a oscuras, siento como si me siguieran… volteo pero no hay nadie, no hay nada… vuelvo mi vista para adelante y segundos después regresa esa sensación de que me están siguiendo… es una horrible sensación, cada vez que volteo a ver no hay nada pero aún así la siento, me estoy comenzando a asustar… “¡No tienes que decirme nada Naruto! ¡Yo soy el idiota!” escuché de pronto en mi cabeza, miré a todos lados pero no hay nadie, comienzo a correr esto es ya muy extraño. “¡NO! No quiero escucharte ¡me traicionaste!” volví a escuchar la voz de Sasuke en mi cabeza, yo sigo corriendo cada vez más rápido, “¡Yo no te traicioné, yo no quise hacerlo nuca Sasuke!” grité al cielo, como si Sasuke pudiera escucharme de alguna forma, no dejo de correr esa horrible sensación de que alguien me persigue continua, no sé a dónde voy pero solo quiero alejarme de esa sensación.
“Todo se jodió” escuché otra vez… “Si todo se jodió… entonces terminamos” era mi voz… mi voz dijo esa última frase. “¡No! ¡No es cierto! Yo no quiero terminar contigo Sasuke” volví a gritar y caí de rodillas en la acera, me siento muy mal… nada de esto debió pasar… De pronto escuché unos aleteos horribles, volteé mi vista y vi una parvada de pájaros negros, volando hacia mí… por alguna razón el miedo me invadió y salí corriendo de ahí. No quiero que me alcancen ¡No! Corro y corro, no voy a dejar que me hagan daño. “Idiota, estúpido, tú tuviste la culpa, tú terminaste con Sasuke” escuchaba voces que me gritaban esas cosas, no dejo de tener miedo. Estoy muy cansado pero no quiero detenerme, el sonido de los aleteos es cada vez más fuerte, como si estuvieran más cerca… “¡Sasuke! ¡Lo siento, yo te amo! ¡Sasuke protégeme!” dije con todo el aliento que me queda, inesperadamente tropecé y me vi caer en cámara lenta, caí en el frio piso y luego vi como esa nueve de plumas negras me rodeó, veía sus garras, me quieren arañar, hacerme daño, tengo miedo… ¡Tengo miedo!
Naruto despertó con un grito y los ojos muy abiertos, había tenido esa pesadilla tan tenebrosa, estaba muy asustado en serio. Cuando se dio cuenta que todo había sido un sueño empezó a llorar, a llorar otra vez, como cuando hiso hace unas horas al llegar a casa. Después de todo ya había recordado que en la tarde Sasuke y él habían terminado, Naruto no se contuvo nada, dejo salir las lagrimas y el llanto por completo, como si no fuera suficiente sufrir por amor ahora había tenido una pesadilla fea…
A los minutos Kushina abrió la puerta de la habitación de su hijo y encendió la luz, viendo al adolecente sentado y abrasando sus piernas mientras lloraba, a la madre se le rompió el corazón encontrar a su pequeño así y de inmediato fue a consolarlo, a decirle que solo había sido una pesadilla y que nada de eso había sido real. Las palabras de su mamá lo tranquilizaron un poco, pero también se sentía muy mal ya que aún estaba peleado con Sasuke y él no quería eso… Naruto lloró más pero ahora en los brazos de su madre, quien acariciaba su cabello, a Naruto nunca le gustaron las pesadillas, era una de las cosas que menos le gustaba tener. Casi una hora después, de conversar y tranquilizarse, Naruto ya pudo volver a la cama sin más problemas, Kushina salió de la habitación no sin antes besar a su hijo en la frente y regalarle una sonrisa. Apagó la luz y cerró la puerta otra vez. Cuando Naruto vio que su madre se había ido a su propia habitación este encendió la lámpara de noche que tenía al lado. Salió de la cama por un momento y abrió la ventana solo un poco, las calles estaban oscuras… pero también por la luz de la luna se podía ver la blancura de la nieve. Esa madrugada estaba nevando, Naruto sacó su mano por la ventana y cayeron varios copos de nieve, cuando ya le dio mucho frio cerró la ventana y regresó todo su cuerpo dentro de la cómoda habitación. El rubio vio los puntitos blancos en su mano desnuda, trató de sonreír un poquito pero no pudo, en serio que estar sin su novio no sería nada bonito, nada bueno. Volvió a sus cama y se cubrió con todas las sabanas, el invierno sería más frio ahora sin Sasuke… dejo la lámpara encendida y volvió a tratar de dormir.
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La mañana de ese sábado no fue tan emocionante como todas las demás, él primer día sin Sasuke… sonaba raro pero así era en realidad… “Tonto hermano mayor… tenías que irte cuando más te necesito” dijo el pequeño rubio tendido en la cama, luego un foquito se prendió en su mente, podría ir a visitar a su hermano, sería una buena idea. Después del desayuno el rubio le preguntó a su mamá si podía llevarlo a visitar a su hermano. Kushina le dijo que sí, así que antes de la hora de almorzar ya estaban en la puerta del hotel donde se quedaban Minato y su hijo mayor. Naruto ya había llamado antes para avisar que iría así que Minato fue a recibirle en la recepción. Antes de bajar del auto Kushina le dio un beso en la mejilla a su hijo y le dijo que lo recogería en la noche. “Pásalo bien con tu hermano y no peleen mucho ¿sí?” le dijo la mayor. “Sí, eso trataré” le contestó con media sonrisa. El rubio con tres marquitas caminó hasta entrar al gran hotel y vio a su padre de pie esperándolo, se dieron un corto abraso y fueron al hall presidencial donde el padre de Naruto se hospedaba. El mismo donde lo llevaron el primer día que estuvo lejos de Sasuke Uchiha… a Naruto se le borró la sonrisa al recordar eso.
Cuando entraron al hall presidencial Minato fue a leer el periódico al balcón ya que en el ascensor ya había conversado un poco con su hijo menor. Naruto se quitó algunas prendas abrigadoras que ya no necesitaba gracias a la calefacción y luego caminó hasta donde su padre le había indicado que estaba la habitación de Deidara.
- No entres gritando cuando estés con él ¿bien?
- ¿Por qué? -preguntó el menor.
- Ya verás, solo trata de no hablarle muy fuerte -su padre le dio una pequeña caricia al cabello de su hijo.
Naruto se encogió de hombros y fue caminando a la habitación de su hermano, pensó en tocar la puerta pero como su padre la había dicho que no haga ruido pensó que sería mejor entrar sin avisar, después de todo son hermanos. Abrió la puerta y lo primero que vio fue el desorden de la habitación, ya era típico en una habitación ocupada por Deidara… caminó hacia la cama pero aún no veía a su hermano “¿Deidara?” preguntó al aire.
- Aquí enano… -escuchó.
- ¿Dónde?
- Aquí, debajo de las sabanas -entonces Naruto vio que las sabanas de la cama se movieron, definitivamente Dei estaba debajo de ellas.
- ¿Qué haces ahí tonto? Ya es casi hora de almorzar -dijo destapándolo.
- Ay, no hables tan fuerte… tengo una resaca horrible.
- ¿Resaca? ¿Qué es una resaca?
- Es… cuando un idiota tomó demasiado en una fiesta anoche… y hoy se siente horrible.
- Ni que fueras feo -dijo el más inocente.
- No, no, tonto… digo horrible porque él cuerpo se siente pesado y la cabeza te duele muy fuerte… en serio nunca quisieras estar así.
- Bueno… si huele a que has estado bebiendo.
- Baja la vos… ay mi cabeza…
- Eso te pasa por pasarte de copas hermano mayor -sonrió un poco.
Deidara que estaba completamente arropado, solo con la cara descubierta por su hermano menor decidió que ya era hora de levantarse, fue al baño como si enfermo estuviera quejándose del dolor de espalda y se aseó lo mejor que pudo, mientras su hermano lo esperaba con sentado en la cama.
- ¿Sabes qué? Creo que mejor tomo una ducha… el cuerpo me está matando.
- ¿Tanto así te sientes mal?
- Sí… no me dan ganas de beber tanto nunca más… pásame la ropa enano.
- Jaja está bien… -le pasó sus prendas a su hermano que ya estaba solo en pantalones- ¿Y quien más estaba en la fiesta de anoche?
- Estaba con Itachi, seguramente él también debe de estar con resaca…
- Oh…
Recordar a Itachi hiso claramente que se acordara de Sasuke y se pusiera triste otra vez, escuchó que su hermano abrió la llave del agua y se puso a bañar, Naruto se sentó en la cama pensando en muchas cosas… tomó su celular un momento y vio el nombre Sasuke en la pantalla… pensó en llamarlo, pero tal vez Sasuke no quería escucharlo, tal vez ni quería escuchar sus disculpas… Deidara salió del baño con su bóxer y se puso la ropa rápidamente, cuando vio a su hermano cabizbajo se sentó a su lado.
- Oye Naruto ¿qué tienes? De pronto estas medio tristón.
- Me acordé de Sasuke…
- ¿Y eso no es para ponerte feliz?
- No… Sasuke y yo terminamos ayer Dei… -dijo con la cabeza baja.
- ¿Qué? No es posible.
- Sí lo es… yo le terminé en realidad…
Naruto le contó muchas cosas a su hermano mayor quien lo escuchaba con la mayor atención que la resaca le permitía, Naruto también le contó sus dudas y un poco de la pesadilla que había tenido anoche.
- En serio que me sentí muy culpable por culpa de esa tonta pesadilla.
- Pero Naru… tú me dijiste que le terminaste a Sasuke porque estabas muy molesto en ese momento, no es que de verdad ya no quisieras estar con él ¿no?
- Yo lo amo Dei… Sasuke, yo lo amo.
- Waoh… eres tan joven y ya dices amor…
- ¿Y está mal? -preguntó preocupado.
- No, no, solo que yo a tu edad solo me fijaba en divertirme con mis citas.
- ¡Tonto!
- Ya, ya, tranquilo, ese fui yo. Pero veo que tú aun quieres a Sasuke… podrías hablar con él.
- No creo… la última vez que hablamos prácticamente solo nos gritamos y me dijo que ya no quería hablar conmigo.
- ¿Y sí él también dijo cosas sin pensar?
- Él… él se besó con su primo menor…
- ¿Ahh?
- Sí, lo que escuchas, él me lo confesó…
Siguieron hablando un poco más, hablar de ese tema era duro para el rubio menor pero en cierta forma lo ayudaba a desahogarse y le tranquilizaba que su hermano mayor le escuchara. También le contó el beso de amigos que tuvo con Gaara, pero que nunca tuvo la intención de engañar a Sasuke, solo había sido un juego.
- Mmm… pues la verdad que su caso es complicado…
- Gracias… ahora me siento mejor -dijo con sarcasmo el menor.
- No, pero es la verdad… yo creo que deverian hablarlo en persona los dos, todo fue un malentendido.
- ¿Cómo estas tan seguro? Yo tenía miedo de que Sai le coqueteara y Sasuke me dijo que lo besó… y ¿sí él me ha estado engañando a mí?
- ¿En serio crees que Sasuke te engañó?
- Yo… yo no estoy seguro -bajo la cabeza una vez más.
- En todo caso… trata de que las cosas se calmen un poco más, pero creo hermanito de si de verdad quieres estar con él es que no lo dejes ir.
- ¿Y si él ya no me quiere?
- Tendrías que preguntarle… vamos Naru, trata de animarte un poquito, espero que las cosas entre ustedes dos se arreglen -le sonrió.
- Mmm… ya ni sé que pensar…
- ¿Tal vez si le decimos a papá que nos lleve a comer pizza te animarias?
- Puede ser… hermano mayor -le sonrió, una sonrisa pequeña pero le sonrió.
Los dos hermanos salieron de la habitación para decirle a su padre que estaba hambriento. Cuando estaban en el auto de este, yendo los tres a una pizzería famosa de la ciudad Naruto tenía la carita pegada a la ventana del auto. “Sasuke… espero que un día podamos hablar… yo aún te quiero…” pensó mientras miraba las calles de esa ciudad grande y la nieve en las ramas de los árboles.