Una semana y cuatro días… sí, habían pasado exactamente once días desde que Naruto y Sasuke habían terminado su relación de novios y también de amigos. En realidad el que llevaba la cuenta de los días pasados sin Sasuke era Naruto, si uno le viera en la escuela se notaría de inmediato que no es el chico alegre y simpático de todos los días, ahora se lo notaba mucho más distante, más callado y tímido. Muy parecido a la actitud que adoptaba cuando se encontraba con alguien que no conocía, justo antes de conocer a Sasuke. Ahora sus amigos de daban cuenta que estar al lado del azabache sí había traído más cosas positivas de lo que ellos mismos pensaban.
- ¿Pero por qué no le quieres hablar?
- Porque él no me habla a mí…
- Naruto no seas así, tu quieres regresar con Sasuke ¿cierto?
- Sí quiero Gaara, claro que quiero… pero míralo, está ahí sentado rodeado de chicas como antes.
Los dos adolescentes conversaban en voz baja mientras caminaban en dirección a la mesa de la cafetería donde se encontraban sus amigos, Kiba y los dos primos Hyuga. Al otro lado de la cafetería en una sola mesa, estaba Sasuke almorzando rodeado de chicas y está vez ni se intentaba zafar de ellas. Desde que los rumores de que Naruto y Sasuke Uchiha ya no estaban juntos cada día que pasaba más chicas se le volvían a acercar al azabache, sin dudas no había dejado de ser popular en ningún momento.
Naruto y Gaara se sentaron en la mesa con sus amigos y empezaron a comer, mientras ellos conversaban Naruto no decía palabra alguna, masticaba en silencio y de vez en cuando volteaba para ver de nuevo a su azabache… no, ya no era su azabache ahora…
- Naruto, podrías ser más discreto ¿sabes?
- ¿A qué te refieres Kiba?
- Si vas a estar volteando para ver a Sasuke cada tres minutos entonces te cambio de lugar, para que lo veas de frente.
- No seas tonto, yo no lo estoy mirando a él.
- ¿Entonces a quien?
- A nadie… ya déjenme ¿sí? -el rubio frunció un poco el ceño y bajo la mirada.
- ¿No van a hacer las paces? -dijo esta vez Neji.
- No… No lo sé… a este paso parece que no.
- ¿Y por qué terminaron exactamente? -preguntó el castaño de cabello más corto.
- ¡No quiero hablar de eso!
Todos se quedaron callados, Naruto nunca había levantado la voz así y su cara de enojo era notable.
- Está bien chicos, ya no hay que hacerle más preguntas a Naruto… mejor terminemos de comer -dijo Gaara tratando de calmar a todos.
Ese fue un momento realmente incomodo, el mismo Naruto se sentía mal de haber reaccionado así… pero también se había puesto mal por tantas preguntas, prefirió guardar silencio ahora y esperar a que la campana de entrar de nuevo a clases sonara.
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La hora de salida al fin había llegado, ahora era el momento que Naruto sentía más alivio, volver a casa y no tener que ver a Sasuke… No porque no quisiera verlo en realidad, solo que verlo en la escuela hacia que lo extrañara, que quisiera hablarle, decirle un “lo siento” y eso mismo quería el rubio. Pero ¿para qué hacerlo? Estaba seguro que el azabache no le haría caso alguno, así era Sasuke… lo conocía bien.
- Entonces ¿hoy quieres que nos vallamos juntos?
- Sí Gaara ¿está bien que te acompañe? -dijo el ojiazul tratando de sonreír.
- Claro que está bien, pero también voy a recoger a Sai ¿no te molesta?
Al rubio se le borró la media sonrisa de su cara, por supuesto que Naruto no le había contado a Gaara que una de las razones de que hayan terminado era porque Sai y Sasuke se habían besado. No podría contarle a su mejor amigo eso, no por falta de confianza, si no que justo ahora el pelirrojo se veía tan feliz con Sai que Naruto no se atrevía a contarle ese detalle tan importante.
- Nah, no me molesta -contestó.
- Bien, entonces vamos saliendo.
- ¿Me podrías esperar 5 minutos? Tengo que sacar un libro de la biblioteca y es urgente.
- Tuviste una semana para hacerlo Naruto, ayer te dije que escogieras el libro.
- Sí, ya lo escogí… solo que no le he sacado de la biblioteca -dijo rascándose la cabeza.
- Bueno, bueno. Ya date prisa, te espero 5 minutos.
- Sip, no te muevas de aquí, ya vengo.
Naruto salió casi corriendo hacia la biblioteca de la escuela, cuando entró vio que no había casi nadie, era natural ya que todos los alumnos estaban saliendo de la escuela. Fue directo a la sección donde recordaba haber encontrado ese libro de aventuras. Lo encontró fácilmente, nadie se lo había llevado felizmente. Caminó de vuelta a la salida para registrar su libro antes de irse, mientras caminaba estaba pasando las hojas del libro leyendo palabras al azar y estaba distraído, tal vez por eso chocó con alguien más sin y escuchó dos golpes, eran libros que se caían. Naruto cerró los ojos, no quería que lo regañaran. “Lo siento, lo siento… no te vi, estaba distraído” dijo con los ojos cerrados y mirando hacia abajo, pero no obtuvo respuesta, extrañado por eso el rubio abrió un ojito para ver con quien se había chocado. Vio a Sasuke recoger los dos libros que estaban en el suelo.
El rubio se quedó mirándolo sorprendido, de todas las personas de la escuela, justo se había chocado con él, ahora se sentía nervioso, algo asustado. “Ten más cuidado ¿de acuerdo?” escuchó que Sasuke le dijo antes de alejarse de él e ir a registrar sus libros. Naruto cuando salió de su sorpresa caminó también a registrar su libro antes de salir… Ahora los dos estaban registrando sus libros al mismo tiempo, uno al lado del otro, Naruto aún se sentía muy incomodo, nervioso y con un nudo en la garganta. Pero con unas ganas grandes, enormes por hablar con Sasuke…
El azabache fue el primero en salir de la biblioteca, Naruto lo vio salir, eran segundos importantísimos, tenía que hacer algo, por lo menos decirle palabra alguna, ahora era casi como una necesidad… El rubio abrasó el libro que tenía en sus manos y salió de la biblioteca, viendo como el azabache se alejaba caminando por el pasillo principal de la escuela.
- Sasuke…
- …
- ¡Sasuke!
- ¿Qué? -el de ojos negros se detuvo y volteo, mirando a Naruto desde lejos.
- Perdón por hacer que tus libros que cayeran…
- …No importa.
Sin más, el de cabello negro se volvió a dar media vuelta, siguiendo con su camino y sin voltear atrás. Naruto se quedó parado ahí abrasando con nerviosismo el libro, sentía su corazón latir de forma rápida… después de once días por fin había intercambiado palabras con Sasuke. Era raro… no sabía exactamente si ponerse alegre o ponerse peor por esa platica tan poco productiva. El de ojos azules mordió un poco su labio inferior y comenzó a caminar de forma lenta, pensando en cómo serían las cosas si le hubiese dicho otras palabras…
- Oye al fin volviste -dijo Gaara viendo a Naruto acercarse.
- Sí, ya vámonos.
- ¿Y encontraste el libro que querías?
- Aquí lo tengo.
Los dos amigos salieron de la escuela caminando juntos, Naruto busco con la mirada al azabache pero no logró encontrarlo, tal vez ya se había ido a casa. Gaara comenzó a hablarle a Naruto sobre cosas de la escuela, mientras caminaban a la primaria donde Sai estudiaba, que estaba relativamente cerca a la secundaría de ellos. Mientras caminaban y conversaban Naruto pudo distraerse y tomarse un descanso de las emociones que ver y hablar con Sasuke le habían provocado, pero lo cierto es que el rubio lo que más quería era volver a ver a Sasuke, abrasarlo y pedirle perdón, que todo volviera a ser como antes, que volviera a ser novios…
- ¡Cerecita!
- Hola Sai.
- ¿No me vas a decir gatito hoy?
- Es que… tenemos compañía.
Naruto se sonrojó con la escena que acababa de ver, Sai llegó corriendo a abrasar a Gaara y ahora estaban mirándolo a él.
- Hola Sai.
- Hola Naruto… ¿sigues peleado con mi primo?
- Sai, no seas tan directo con Naruto -dijo el pelirrojo.
- Es que…
- Sí… Sasuke y yo seguimos peleados -dijo sin pensarlo dos veces el rubio.
- Uy que mal… Hasta la semana pasada parecía que Sasuke te extrañaba -dijo el más pequeño.
- ¿Sasuke me extrañaba? ¿Y ya no me extraña?
- No sé… ahora parece que ya no le importa nada, hasta entra al “Facebook” a cada rato y se pasa un par de horas ahí.
- Me siento como una pared, ¿no quieren ir a conversar a una cafetería? -dijo el pelirrojo con cara de póker.
- ¡Ah! Lo siento Gaara, perdóname… no quería ignorarte nada.
- Está bien gatito, dijo… Sai.
- Llámeme gatito -le pidió el pequeño casi suplicando.
- Mmm… es incomodo frente a alguien más -le respondió en un susurro.
- Entonces bésame.
- Chicos… no quiero interrumpir pero…
- ¡Oh! Claro, Sai vamos a acompañar a Naruto y luego ya nos besamos.
- Bueno… si no hay de otra -el mini azabache tomó de la mano a Gaara.
Los tres se pusieron a caminar juntos, mientras lo hacían Sai le contaba todo su día con mucho animo a Gaara, quien lo escuchaba atentamente y mirándolo a los ojos. Mientras Naruto que se sentía un poco incomodo por estar al lado de dos enamorados, también se ponía a analizar su situación… Sai había dicho que Sasuke lo había extrañado, ¿eso significaba que Sasuke quería regresar con Naruto?
El de ojos azules no estaba seguro de nada, pero de cierta forma una chispa de esperanza apareció en su rostro. De pronto sonó el celular de Gaara, quien al ver que era su hermana Temari, fue a contestar más lejos de sus amigos, ya que no quería avergonzarse de que su hermana hablara tan fuerte que todos escucharan su conversación. Cuando Naruto y Sai quedaron solos en la acera, primero predominó el silencio. Naruto tenía muchas ganas de preguntarle a Sai si era cierto que…
- ¿Y por qué te peleaste con Sasuke?
- … ¿No lo sabes?
- Nop, Sasuke no me ha querido decir, solo me dijo que tú le terminaste y cuando le pregunté por qué, tampoco me quiso decir nada.
- Bueno… por muchas cosas juntas… yo le terminé porque estaba muy enojado…
- Mi mamá a veces dice que las personas enojadas dicen las cosas sin pensar.
- Mmmm… pues es verdad, pero… -Naruto calló de pronto.
- Pero… ¿pero qué?
- Sasuke dijo que…
- … -Sai lo miraba con cara de curiosidad, en serio quería saber el motivo de la pelea de los mayores.
- Sasuke dijo que se besó contigo.
- Ohh… perdónalo, fue culpa mía.
- ¿Cómo?
- Es que… fue hace tiempo, varias semanas a decir verdad… pensé que ya te había contado eso.
- No, no me dijo hasta ese día que peleamos.
- Era cuando me gustaba él… ¿recuerdas? Estábamos jugando a las luchas y… bueno yo fui el que lo besó, luego él se puso triste, dijo que te amaba y que no debimos besarnos.
- ¿Sasuke dijo eso?
- Sí… por eso es que me di por vencido de enamorar a Sasuke.
- … -Naruto estaba sorprendido, entonces si eso era verdad, significaba que Sasuke si estaba lleno de culpa como le había dicho ese día que pelearon.
- Y luego Gaara llegó y me abrazó, es tan lindo… por eso me enamoré de él, no me había dado cuenta que él estaba enamorado de mí, yo lo quiero mucho, es mi cerecita ¿sabes? -El menor sonreía mientras le contaba esto último, se notaba que era un niño enamorado.
- Sí, estoy contento por ustedes.
- Naruto… ¿me perdonas por haberte molestado tanto?
- Ehh…
- Por faaaaaas, ahora me portaré bien, en serio.
Sai era sin dudas un niño, pedía disculpas como si pidiera un dulce a un adulto, eso le hiso recordar a Naruto un poco de su infancia, era cierto que los niños a veces no se miden en las travesuras que hacen… claro si a eso se le puede llamar travesura, pero en fin…
- Está bien, pero ahora seamos amigos y no hay que pelear ¿sí?
- Sip.
El menor le extendió la mano al mayor para un apretón de manos, Naruto sonrió y le dio la mano al primito de Sasuke. En ese momento llegó Gaara. “¿Qué pasó aquí? Me voy por cinco minutos ¿y ahora ustedes hacen las paces?” dijo casi bromeando, viendo que los dos le sonreían también.
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Qué curioso es el destino… hace tanto tiempo que Naruto no se paraba frente a la ventana del living para mirar hacia la calle, desde otoño cuando veía pasar a Sasuke con su bicicleta que no lo hacía. Ahora estaba casi diez minutos con la vista puesta hacia la calle y el bonito paisaje invernal. Mientras Naruto recordaba cuando se sentaba a esperar a que Sasuke pasara en frente de su casa para verlo, vio algo que le pareció un sueño… no, no podía ser cierto… ¡Sasuke estaba a lo lejos de la callé caminando hacia él! Naruto se puso muy nervioso nuevamente, se agachó y se escondió para que el azabache no viera que ya lo había visto. Mientras los segundos pasaban, Naruto pensaba en asomarse y hablar con Sasuke ¿Qué tal si por fin le decía un “lo siento”? ¿Qué tal si Sasuke aceptaba sus disculpas y todo regresaba a la normalidad? Mientras el de ojos azules empezaba a sonreír aún sintiendo su corazón acelerado, se volvió a poner de pie. “Sasuke yo…” dijo en un primer momento, pero se quedo callado cuando vio que el azabache ya se había alejado mucho, ahora lo veía de espaldas caminando hacia cualquier destino. Naruto se desanimó al ver que no podía hablar con Sasuke en ese momento, había desperdiciado una oportunidad… de pronto se le prendió el foquito, sonrió y subió corriendo las escaleras.
Una media hora después el rubio con tres marquitas en cada mejilla estaba parado frente a la puerta de la casa Uchiha, pero no estaba ahí para tocar la puerta. Tenía una carta en sus manos, con un bonito sobre color amarillo que decía: “Para: Sasuke… De: Naruto”
El rubio sonreía tímidamente con la carta en sus manos, la miraba tiernamente, ilusionado en que al fin podía hacer las paces con Sasuke, el azabache que tanto quería. Con cuidado dejó la carta en el suelo, a un lado de la puerta, muy visible para que Sasuke cuando regresara a su casa pudiera divisarla y leerla. Naruto caminó ya hacia su casa con una cálida sensación en su pancita, eso debía ser lo que llamaban un rayito de esperanza.