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Ese chico... llamado Sasuke por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

Hola lectoras y lectores, aqui ya está al fin el nuevo capítulo. En primer lugar quiero darles una nueva disculpa por la demora en actualizar. Pero la verdad es que regresar a clases, en mi caso, me ha fastidiado mucho este nuevo año. Y sin la inspiración necesaria no podría darles un nuevo capítulo como se merece.

Por esta razón es la de mi demora esta vez. Por mi parte estoy contento con este nuevo capítulo y espero que a ustedes también les agrade leerlo ^^

Gracias por su paciencia y a leer!!

Más de las siete de la noche, era algo extraño… los faroles de la calle ya deberían estar encendidos a esa hora de la noche, eso mismo pensaba Itachi mientras llegaba caminando a su hogar, tenía una tarea muy pesada por hacer y no estaba con muchos ánimos, parece que las fiestas y las reuniones amicales serían arruinadas por unos días por culpa de las múltiples asignaciones en la universidad. El alto azabache suspiró mientras caminaba en la oscuridad, aunque los faroles no estaban encendidos podía ver que en las casas sí había luz eléctrica, seguro al que opera las luces se le habría olvidado encender los faroles, que fastidio.


Cuando llegó al pórtico de su casa tropezó con una pequeña piedra que no había divisado por la oscuridad y se golpeó la ropilla con el escalón, ahora su fastidio era aún peor que antes, después de decir unas cuantas palabrotas ante del dolor y ahora con el ceño fruncido terminó de subir el par de escalones y ya parado frente a la puerta mientras buscaba sus llaves en el bolsillo escuchó pequeño crujido, eso llamó su atención, ya que tenía el oído muy agudo. Su vista fue hacia abajo, no reconoció que era ese rectángulo solo lo tomó en sus manos. “Que fastidio, debe ser otra de las cartas que esas acosadoras de la universidad me mandan, ya me tienen arto” pensó de inmediato y sin leer las palabras que había en el sobre ya que la oscuridad no le permitía. Sin ningún interés en esa carta la arrojó indiferentemente hacia la nieve. “En serio que no sé como esas chicas se consiguen mi dirección” dijo en voz alta para sí mismo y finalmente abrió la puerta.


-      Sasuke, Sai… ¿están en casa? -dijo en voz alta ya que las luces del living estaban apagadas.


-      Hola Itachi, estaba arriba viendo la tele -lo saludó su primito bajando las escaleras con el control remoto del televisor en una de sus manos.


-      Hola Sai ¿Y el antipático?


-      Salió, no sé a donde fue pero me dijo que llegaría para la cena.


-      Mmm… tiene una hora más afuera entonces.


-      Sip.


-      ¿No te molesta si practico con mi guitarra?


-      Claro que no tonto, aprovecha que Sasuke no está, y yo estaré nuestra  habitación.


-      Ok ¿sabes que te portas mejor que Sasuke cuando tenía tu edad?


-      Jaja, eso me han dicho.


Mientras tanto, en un parque muy conocido, estaba Sasuke recostado bajo un árbol y don dos libros al lado de él, había estado leyendo ahí hasta que se hiso de noche y ahora las luces no encendían, con la oscuridad ya no podía leer nada así que se dispuso a relajarse un rato y ver el cielo desde ahí, recostado sobre la hierba. Exactamente en el mismo lugar donde él y Naruto Uzumaki se dieron su primer beso… y el segundo y el tercero…


“Tonto… ¿por qué me recuerdo de algo como eso ahora? Y ¿por qué justo tenía que leer en este lugar? … tontos sentimentalismos, ya olvídate de una vez” pensaba el ojinegro mirando hacia el cielo, pero era cierto que algunas veces no podía evitar perderse en sus pensamientos… y en sus sentimientos, últimamente le molestaba pensar en sus sentimientos. De pronto el azabache vio como los faroles de las calles por fin se encendieron, alumbrando nuevamente las calles. “Ya era hora, ahora si podré leer a gusto” pensó Sasuke Uchiha sentándose y abriendo uno de sus libros, tratando de no tomarle más atención a sus emociones, o por lo menos por ahora…


___________________________________________________________________________________


 


El rubio de ojos azules con tres marquitas en cada mejilla, mejor conocido como Naruto Uzumaki, estaba sentado en su pupitre jugando con sus dedos, sentía cosas raras… nervios, mariposas en el estomago, ansiedad por saber cómo había reaccionado Sasuke al leer su carta y de cómo hablarían ese día… Naruto se lo había pedido, se había abierto en sentimientos en esa carta, lo que más quería era hablar con su azabache y volver a abrasarlo, volver a besarlo…volver a ser novios. Naruto sintió como una electricidad recorrerle de su pecho a su pancita, en serio que los nervios eran sensaciones impredecibles… seguramente por eso se había levantado a las seis de la mañana y ahora estaba casi solo en el salón de clases, solo unos poquísimos compañeros estaban ahí en el aula tan temprano en la mañana.


El rubio tenia la pequeña pero hermosa esperanza que Sasuke llegara a buscarlo, lo tomara de la mano y se lo llevara a un sitio vacio de la escuela para hablar, para perdonarse uno al otro. El adolescente mordió su labio inferior tratando de calmarse, pero de verdad que se sentía muy ansioso en esa situación. De pronto vio que Neji entró sonriente al aula de clases y al ver a Naruto su sonrisa aumentó, se sentó a su lado de inmediato y juntó los dos pupitres para estar muy cerca a él.


-      Hola Neji… ¡Oh! ¿Qué haces? -dijo viendo como el castaño juntaba los pupitres en uno.


-      Hola Naruto… pues tengo que contarte algo muy bueno, bastante bueno y todo gracias a ti -le contestó sonriente.


-      Pues cuéntame ¿te ganaste la lotería?


-      No, pero es tan emocionante como eso.


-      Ya dime de una vez -dijo ahora sí, lleno de curiosidad.


-      Está bien pero guarda silencio.


-      Ok…


-      Ven acércate, tiene que ser en voz baja…


___________________________________FlashBack_____________________________________


Una tarde de invierno, casa de Kiba… todas las luces apagadas menos la de la habitación del castaño con un triangulo en cada mejilla, quien estaba sentado en la alfombra de la habitación y al lado de este estaba otro castaño de cabello más largo. Los dos chicos estaban frente a un televisor y con dos mandos en sus manos, presionando botones mientras veían los efectos especiales del juego en la pantalla. Mientras los dos chicos jugaban el cachorro de Kiba, Akamaru, arañaba la puerta de la habitación con sus patas delanteras mientras ladraba de vez en cuando.


-      Ya Akamaru… te dije que la hora de pasearte será en un rato más.


-      Jaja, se nota que está ansioso por salir -dijo el de cabello más largo.


-      Sí, así se pone cuando quiere ir a la calle a pasear.


-      ¿Y si lo dejas salir de la habitación un rato? Para que esté entretenido.


-      Es una buena idea…


Kiba se puso de pie y le abrió la puerta de la habitación al perrito que salió corriendo y bajando las escaleras, muy emocionado. Cuando Akamaru ya estaba corriendo por la casa Kiba volvió a cerrar la puerta de su habitación, sentándose una vez más sobre la alfombra al lado de su compañero de clases.


-      ¿Cuándo lo vas a sacar a pasear al pobrecito?


-      Jaja, en quince minutos más o menos… primero tengo que ganarte aquí.


-      Pues si tienes que hacer eso primero, te vas a demorar dos horas por lo menos Kiba.


-      Ni loco, en cualquier momento te derrotaré.


La velocidad con la que los dos adolescentes presionaban los botones de los controles del juego era enorme, sus dedos parecían expertos presionando botones, las manos de Kiba se movían de un lado a otro mientras jugaba, mientras que las manos de Neji no se movían de su lugar, aún así…


-      Otro gol… ahora te gané 7 goles a 3 -dijo el de cabello más largo con una sonrisa de orgullo.


-      Noooooo.


-      Húndete en la derrota amigo, jaja.


-      Esto no va a quedarse así -pronunció Kiba con una sonrisa de picardía y venganza.


-      Espera que vas a… ¡ahh!


El de cabello más cortó se abalanzó sobre Neji y se tumbaron en el suelo, Kiba estaba sobre Neji y fingía golpearlo mientras que el otro reía con los ojos cerrados. Era verdad si Neji le decía que nunca con nadie más había hecho esas cosas… divertirse tanto y estar tan cerca de un chico, en esa forma… Por un instante Kiba pasó sin querer sus dedos por arriba de las costillas de Neji e hiso que el de cabello largo lanzara un grito no muy masculino y luego cerró muy fuertemente los ojos.


-      ¿Qué pasó? ¿te hice doler o algo?


-      No…


-      ¿Te toqué alguna herida? Lo siento… -dijo Kiba medio preocupado.


-      No es eso… es que… no se lo he dicho a nadie, pero soy muy cosquilludo, bastante cosquilludo -pronunció medio avergonzado.


-      Neji… nunca en tu sano juicio debiste haberme dado una información así.


-      ¿Por…?


-      La usaré a mi antojo contra ti, ¡Ahora verás!


De inmediato, el de los triángulos en cada mejilla empezó a hacerle cosquillas sin piedad al de cabello largo, pasando sus dedos hábilmente por arriba de las costillas y cerca de las axilas de su víctima, mientras que Neji pataleaba gritándole y rogándole a su dominador que se detuviera, pero claramente Kiba no le iba a hacer caso, era divertido castigar de esa forma a Neji por haberle ganado en su juego favorito. Además era esa su venganza, su cosquilluda venganza.


Unos cinco minutos después, Neji estaba tumbado en el suelo, con una mirada de completo cansancio y sin tener ganas de moverse para nada, por fin podía respirar tranquilo y descansar un poco. Kiba también respiraba profundo, aunque él había hecho las cosquillas también se había agotado, en serio que el de cabello largo había dado una lucha digna, pero ahora estaba ahí, recostado en la alfombra de la habitación suspirando y Kiba sobre él mirándolo recuperarse lentamente después de tantos gritos y risas. Por un segundo el castaño de cabello más corto trago saliva, pensando que tal vez se había pasado un poco de la raya… pero ver a Neji así… tan frágil… Kiba se acercó más al otro castaño, ahora estando a solo unos cuantos centímetros de distancia el uno del otro.


-      Oye ¿estás bien?


-      No… -pronunció Neji casi en un suspiro.


-      Jaja, eres una nena…


-      Esto no se va a quedar así… mi venganza será…


-      Sí, sí, de tamaño inconmensurable y bla, bla, bla -le sonrió.


-      Y no soy nena, solo que ese es mi punto débil -dijo sin notar la cercanía de ambos.


-      De repente te vez tan distinto… tan indefenso…


-      No lo soy…


-      Lo sé… por eso es que me emociona más verte así…


-      ¿Te emociona?


-      Sí… un poco… es que… te vez tan frágil, tan indefenso…


Ahora Kiba en serio había acercado su cara a la de Neji, sus narices se podían tocar y respirando el mismo aire, ambos con los corazones a todo vapor, uno sin saber exactamente por qué y el otro dándose cuenta de la cercanía tan intima en la que estaban y poniéndose nervioso a cada segundo más. Kiba sin apartar la mirada de los ojos de Neji, le volvió a sonreír y lentamente acarició su nariz con la del otro.


-      ¿Qué estamos haciendo? -preguntó el castaño de abajo, con nervios obvios.


-      No estoy seguro… pero aún así…


Los latidos de los dos aumentaban y finalmente después de tantas miradas juntaron sus labios en un suave beso, ninguno de los dos se atrevió a mover los labios, solo eran consientes que se estaban besando, estaban juntado sus labios y la verdad… se sentía muy bien. Cuando se separaron se volvieron a ver a los ojos, los dos estaban emocionados y nerviosos pero sin decir nada más volvieron a besarse la misma manera.


Entonces mientras se daban su segundo beso escucharon unos pequeños rasguños en la puerta y también unos ladridos muy familiares. No tuvieron más opción que volver a separar sus labios.


-      Ehh… Akamaru ya no puede esperar más… que impaciente -dijo Kiba poniéndose de pie.


-      Eso creo…


-      Ven, tú también vas a acompañarme a pasearlo -le extendió la mano para ayudarlo a ponerse de pie.


-      Bueno, si tú quieres.


_______________________________Fin del Flashback______________________________


 


-      ¿En serio? ¡¿Se besaron ya?!


-      Shhh… no lo digas tan fuerte… pero sí -pronunció sonriente el castaño.


-      Qué buena noticia… y que más pasó cuéntame.


-      Pues… la verdad es que después de esos besos en la habitación, cuando fuimos a pasear a Akamaru no hablamos de ese tema.


-      ¿Por qué? -dijo el peque algo confundido.


-      Ni idea… yo no me atreví, pero cuando Kiba me dejó en mi casa se despidió con un beso en los labios también.


-      Genial,  ¡eso es una buenísima señal!


-      Ese espero, gracias Naruto, tú fuiste quien nos ayudó a ser amigos de nuevo.


-      De nada y lo mejor de todo es que ahora ya no creo que sean solo amigos.


El rubio volvía a sonreír como antes, estaba contento con la noticia de su amigo y además era divertido… en el caso de los castaños, eso de que el odio al amor hay un solo paso se cumplía, aunque… a de contar también uno de ellos sí sentía algo por el otro desde antes, igualmente ya se habían besado y estaba alegre por saber eso. Los dos estuvieron conversando un poco más mientras los compañeros de salón seguían entrando poco a poco mientras pasaba la hora. Cuando llegó Kiba y los vio juntos hablando y riendo se les acercó curioso, solo para notar las sonrisas cómplices que recibió de saludo y no pudo evitar tragar saliva.


El día de clases pasó más normalmente de lo que esperaba el rubio, en el receso muchas veces se quedó mirando a Sasuke tratando de disimular, pero el azabache ni le devolvía las miradas ni tampoco lo buscaba… aunque eso no le gustó para nada al pequeño, decidió no desesperarse, tal vez el azabache quería hablar después de clases como le había pedido en la carta y no hablar en el receso, sí eso debía ser, tenía que tener más paciencia, especialmente con Sasuke y su personalidad tan interesante. Así que pasó todo el día así, esperando con muchas ansias que llegara la hora de salida e ir corriendo a la azotea para al fin ver y conversar bien con su azabache de ojos color de noche.


Cuando al fin el rubio estaba sentado en el piso de la azotea vacía, estaba esperando a Sasuke. Sus nervios aumentaban y disminuían como una montaña rusa, eran sentimientos grandes, era obvio. Naruto solo pensaba en conversar y tratar de hacer las paces con su ahora ex novio, no practicaba ningún discurso ni nada, las palabras tenían que salirle del corazón, no de memoria. Jugaba con sus dedos mientras los minutos pasaban y nada… la puerta de la azotea no se abría ni veía su Sasuke entrar. Cuando ya pasaron 15 minutos, Naruto ya se puso de pie, ya no podía esperar más si no cerrarían la escuela con él adentro. Un poco preocupado por Sasuke y que no se haya presentado bajó hasta el primer nivel de la escuela que aún no estaba vacía totalmente, cuando ya estaba por entrar al pasillo principal vio a Sasuke caminar al lado de una chica de cabello rosa, ya la había visto antes, era una de las que lo acosaban antes de ser novio. ¿Pero por qué estaban los dos juntos? Sasuke podría despacharla sí él quería, era solo una chica, no una docena… A menos que Sasuke no quisiera alejarse de ella, que no quisiera ir a buscarlo a la azotea y lo dejara plantado, como acababa de suceder… Naruto no quiso seguir viéndolos a los dos conversando tan tranquilamente y caminó lentamente hacia otra dirección.


Algunos minutos después de estar hablando con Sakura y rechazar por segunda vez su invitación a una cita, el azabache de ojos negros fue al baño a refrescarse antes de irse a casa de una vez. Cuando entró al baño lo primero que vio fue a Naruto lavándose la cara y cuando el rubio notó la presencia del mayor lo miró por unos segundos, el rubio estaba con los ojos hinchados y rojizos, como si hubiera estado llorando… y también con el ceño fruncido mirando al pelinegro.


-      ¿Qué te pasó Naruto?


-      No te importan mis sentimientos ¿verdad? Sí es así, entonces no me preguntes nada.


-      ¿De qué estás hablando?


-      No te hagas el tonto Sasuke… yo te dije todo lo que sentía en esa carta y tú me dejaste plantado en la azotea -al rubio se le quebraba la voz de vez en cuando.


-      ¿Cómo que te dejé plantado?


-      Olvídalo… ya vi que no te importa nada de mí…


-      Naruto ¿de qué rayos estás hablando? -el azabache también empezaba a impacientarse, no entendía de que cosas estaba hablando el más pequeño.


-      ¡De nada! Nunca debí ilusionarme ni escribirte nada, esta es la última vez que lloro por ti, ya estoy cansado de hacerlo.


Sin decir más, el de ojos azules salió del baño a paso rápido, dejando a Sasuke sin palabras en medio del baño vacio. Sasuke apretó los puños y también los dientes, se sentía enojado, confundido, no sabía nada de lo que hablaba Naruto pero lo peor de todo… era que ahora Naruto le había dado un ultimátum… pero… ¿por qué?


___________________________________________________________________________________


Sasuke Uchiha caminaba por las calles de los suburbios, pero no regresando a casa, necesitaba pensar y el mejor lugar para hacerlo en privado era esa colina que descubrió cuando Naruto y él eran novios… necesitaba estar un rato a solas y pensar ¿Qué había hecho que molestara así a Naruto? Todo ese asunto lo tenía enojado, preocupado y confundido… parecían puras tonterías eso de los sentimientos encontrados. Cuando por fin el pelinegro llegó a dicha colina que ahora estaba cubierta de nieve, encontró para su sorpresa que no estaba vacía como de costumbre, una cabellera rubia y alborotada se encontraba en la cima de la colina. “Ahora sí me vas a explicar todo” pensó para sí mismo y subió la colina con mucho silencio, era bueno para eso. Cuando ya estaba a las espaldas de Naruto, vio que el menor miraba hacia el suelo, con unas pequeñas lágrimas cayendo por sus mejillas, lagrimas que limpiaba de inmediato y no dejaba caer al suelo. Viendo eso, el sentimiento de enojo disminuyó casi en su totalidad, una ternura y también culpa se asomaron en el corazón del azabache, quien extendió su mano y tocó el hombro del ojiazul. Naruto volteó, pero esta vez se alarmó y se puso de pie.


-      Naruto…


-      ¿Qué haces aquí?


-      Tienes que explicarme lo que me dijiste en el baño, yo no…


-      ¿Para qué explicarte Sasuke? Las cosas están claras, yo te escribí una carta como tonto enamorado, te la dejo en la puerta de tu casa y tú me dejaste plantado.


-      ¿Cómo? -dijo ya más sorprendido.


-      Lo que escuchaste, te esperé arriba en la azotea muriéndome de frio y nunca fuiste. Ahora déjame en paz -Naruto empezó a retroceder para alejarse del azabache.


-      No te vayas, quiero que…


-      No tenemos nada de que… ¡ahh!


Naruto no sé dio cuenta de que había pisado mal y se fue rodando colina abajo, mientras Sasuke miraba asustado como Naruto caía, cuando se detuvo la caída y Naruto ya estaba al pie de la colina, el azabache no pudo en ir a ayudarlo, bajó lo más rápido que pudo a ver si el rubio se encontraba bien. Cuando Naruto vio a Sasuke acercarse trató de ponerse de pie para irse pero un dolor en el tobillo no lo dejó parase.


-      ¿Estás bien? ¿te hiciste algún daño? -preguntó el mayor viendo con preocupación al de ojos azules.


-      Me duele la pierna y el tobillo derecho…


-      Déjame verlo -Sasuke tomó en sus manos la pierna que le dolía al rubio y la frotó con cuidado.


-      ¡AUCH!


-      Lo siento… debe de ser una torcedura ¿te duele demasiado?


-      No demasiado, pero sí duele y no me deja levantarme…


-      En ese caso… -Sasuke tomó en sus brazos a Naruto cargándolo- Yo tendré que llevarte a casa.


-      N-No necesito tu ayuda.


-      No importa, no puedo dejarte solo aquí… me preocupas.


-      Mentiroso…


-      La verdad, es que no miento Naruto…


Sin decirse nada más el azabache comenzó a caminar con Naruto en brazos, no era difícil, el rubio no pesaba mucho y además… tener ese calorcito extra y esa carita tan cerca… le hacía recordar buenos tiempos, buenísimos tiempos… Mientras que Naruto no quería mirar a Sasuke a la cara, estaba molesto por no haber escapado cuando pudo y ahora con un tobillo lastimado. Y también avergonzado y nervioso porque Sasuke lo estaba cargando como antes…


-      Sasuke…


-      Dime.


-      Al menos… si me vas a cargar hazme caballito, si la gente nos ve así…


-      Está bien.


Naruto y Sasuke cambiaron de posición, esta vez con Naruto sobre la espalada del azabache y este caminando, tampoco no era complicado ni pesado y además tener a Naruto prácticamente abrazándolo… Sasuke no podía negar que era un sentimiento bonito. Los minutos y las cuadras pasaron, hasta que por fin llegaron a casa del rubio, después de ese silencio casi permanente que hubo en la caminata hasta ahí. Naruto bajó de la espalda de Sasuke, dándose cuenta ahora que ya podía caminar mejor y que ya no le dolía tanto como hace rato.


-      ¿Ves? ahora estas un poco mejor -pronunció el mayor, ambos estaban parados en la puerta de la casa del rubio.


-      Bueno… eso está bien.


-      …


-      G-Gracias por traerme hasta aquí…


-      De nada… no podía dejarte solo.


-      Bueno…


-      Bueno…


-      Entonces, creo que ya debo entrar…


-      Sí, procura mantener esa pierna sobre una almohada y no te esfuerzes demasiado.


-      Está bien… adiós…


-      Adiós…


Naruto se dio la espalda para sacar las llaves de su casa, mientras las buscaba se dio cuenta que Sasuke aún seguía ahí parado, no se había movido. El rubio con el corazón acelerado y ya con sus llaves en mano dio un suspiro, tenía muchas ganas de hacer algo… Abrió la puerta de la casa, pero antes de entrar…


Sasuke vio como Naruto después de abrir la puerta de su casa se quedó parado por unos instantes y luego vio como el menor se dio la vuelta de golpe y en un movimiento rápido ya había unido sus labios a los de Sasuke, era un beso… un nuevo beso después de tantos días… Sasuke estaba con los ojos muy abiertos, mirando los ojos cerrados de Naruto mientras el contacto labial continuaba, fue solo usando los labios, pero fue una caricia al alma para los dos…


Cuando ya se separaron no hubo tiempo de decirse nada, Naruto ni bien separó sus labios de los de Sasuke ya se había metido a la casa. El azabache calló de rodillas, estaba completamente sorprendido, con el corazón corriendo en su pecho y con los labios con un calorcito especial. Esperen un segundo… ¿Naruto había dicho algo sobre una carta en la puerta de su casa?


Unos minutos después el mismo pelinegro estaba corriendo hacia su hogar, con el celular en la mano llamando a su hermano mayor.


-      Itachi es una emergencia ¡¿sabes algo de una carta en la puerta de nuestra casa?!


-      Carta… no para nada…


-      Entonces le preguntaré a Sai si ha visto algo…


-      Espera… si no recuerdo mal, ayer en la noche vi una carta en donde dices, pensé que era de una de mis acosadoras.


-      ¡No! ¡Era para mí! ¿Qué hiciste con ella? ¡No me digas que la rompiste!


-      No, solo la lancé a la nieve, si aún está ahí búscala en patio delantero de la casa.


-      Sí.


Sasuke colgó sin despedirse, la urgencia de encontrar esa carta era grande y ya había llegado a su casa, se arrodilló en la nieve y se puso a buscarla con sus manos por el patio delantero, todo el suelo era blanco, si tenía suerte la carta aún debía estar enterrada ahí. Después de unos minutos de búsqueda y muchas desesperaciones el azabache sintió algo en la nieve y cuando lo tomó en sus manos sacó la carta cubierta de nieve pero intacta. “De: Naruto…… Para: Sasuke” leyó en primer lugar en el sobre y luego sin poder más la abrió y leyó su contenido:


<<Sasuke… sé que hace algunas semanas no nos hemos entendido mucho… y que después por un gran, enorme mal entendido nos peleamos y nos dijimos cosas feas, yo en serio estaba molesto esa tarde, por eso y por lo impulsivo que pude ser te dije que lo nuestro había terminado. Eso no es cierto Sasuke, yo no quise decir eso en serio, lo dije por el enojo del momento, en serio perdóname… me arrepentí ni bien entendí que palabras había dicho esa vez.


También sé que tú piensas que me besé con Gaara y es cierto, pero yo te prometo Sasuke que ese no fue un beso de verdad, yo estaba fastidiándolo y le di ese beso de juego, ya sé que no debí hacerlo y le pido perdón por haberlo hecho. Ese día no pudimos explicarnos nada Sasuke… Sai me contó que no tuviste la culpa de ese beso que te diste con él, y si tú me explicas y me dices la verdad yo te voy a creer Sasuke. Porque yo aún estoy enamorado de ti, siempre lo he estado, desde antes de conocerte… ¿recuerdas esos días en los que yo te miraba por mi ventana? Cada vez que me acuerdo sonrió, y es porque te quiero, ¡porque te amo Sasuke!


Me gustaría mucho si mañana pudiéramos hablar y explicarnos bien las cosas. Sí quieres conversar conmigo te estaré esperando en la azotea de la escuela a la hora de salida. Tú me importas mucho Sasuke… yo te quiero mucho y te extraño.


Naruto, tu Dobe.>>

Notas finales:

Y aqui culmina el capítulo de hoy >w< en el próximo sabremos en serio como reacciona Sasuke después de leer esa carta. Espero que les haya gustado!

Esta vez, por lo duras que estan las clases, publicaré cualquier día de los fines de semana (V-S-D) cualquiera de esos días pero tendremos capítulos cada fin de semana n.n

Trataré de ponerme al día lo más pronto posible y como siempre apreciaré mucho las reviews de los que deseen comentar :3 ¡Hasta muy pronto! y gracias nuevamente, see you!!


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