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Ese chico... llamado Sasuke por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

¡Lo siento! esta vez casi dejo pasar 2 semanas sin actualizar y la cosa era que no solo por las tareas, si no también por el vicio del FB u.u bueno es mejor ser sincero.

Ok!! si me perdonan por no haber actualizado antes me pondré muy feliz ^^ además que hoy les traigo un capítulo muy curioso y calientillo jeje, me demoré un poco en terminarlo, pero finalmente quedó como quería.

Oki, no los interrumpo más y a leer :3

-      ¡Qué bueno que llegaste! -pronunció alegre un pequeño azabache, recibiendo a su novio pelirrojo con un cariñoso abraso.


-      Sí, también me alegro de estar contigo pero… ¿podríamos abrasarnos mejor adentro de la casa cierto?


-      Ups, lo siento… es que me emocioné de verte cerecita -se sinceró con una sonrisita en su rostro.


El menor soltó del abraso al mayor y lo tomó de la mano para hacerlo pasar a la casa, una vez cerraron la puerta principal y ahora sí con la privacidad que al pelirrojo le agradaba, el más joven de los dos no resistió sus impulsos y se puso de pintitas de pie para besar a su novio, en serio estaba ansioso por besarlo, por mostrarle cariño y entrar en calorcito. Gaara cuando sintió los suaves labios de su pequeño contra los suyos se dejó llevar, esos labios tan infantiles eran una delicia. Abrió su boca y sus labios pudieron chocar con una mayor intensidad, mientras que la lengua del mayor trataba de invadir esa dulce y tierna boquita, encontrarse con la pequeña lengua de Sai… todas esas sensaciones ya lo estaban calentando, mientras ambos se perdían en ese beso, Gaara sentía claramente como un bulto en sus pantalones se formaba y crecía, últimamente le estaba pasando mucho cuando se besaba con Sai.


-      Gaara eso estuvo rico… -le susurró sobre los labios después de besarse.


-      N-No me hables así Sai… en serio ¿Dónde aprendiste a ser tan sexy? -dijo todo sonrojado y algo avergonzado.


-      Jajaja, no aprendí de nadie, tú sabes que yo soy sexy por mí mismo.


-      Bueno… oye ¿estamos solos?


-      Ya te dije que sí, Sasuke me dijo ayer que estaría fuera de casa hoy.


-      Mmm… entonces ¿estamos solos tú y yo?


-      Sip, y si Sasuke no llega hasta la noche, tenemos varias horas solitos cerecita.


Sai dio un saltito y le dio un beso en la mejilla a su novio, besarse de pie no era tan fácil como besarse estados sentados, especialmente porque el menor, con su estatura le llegaba al pecho a Gaara.


-      Oye ¿y hoy sí me dirás lo que te pregunté el otro día?


-      Gatito ¿en serio quieres que te explique eso?


-      ¡Sí! Tú me dijiste que me dirías cuando estemos solitos y ahora lo estamos.


-      Mmm, está bien Sai.


-      Gatito, yo soy tu gatito.


-      Mi gatito…


El mayor, ahora cautivado por lo hermoso que era su noviecito lo llenó de besos, en la frente, en las mejillas, en la punta de la nariz, piquitos en los labios, hasta que llegó al cuello del pequeño, lugar donde Sai era sensible y lo hacía gemir tal y como un minino. Sai al sentir esos cosquilleos tan agradables y emocionantemente nuevos, ya que hace unos días también habían estado experimentando nuevos lugares para besitos, retrocedió hasta encontrarse con el sillón del living, ahí se sentó para que sus piernitas no le temblaran y se callera al suelo, las sensaciones que su cerecita le provocaba ahora lo hacían temblar de emoción y de una extraña pero deliciosa sensación, que Gaara le dijo que era “estar excitado”. Era tal y como se sentía el gatito cuando Gaara lo besaba en el cuello como ahora, sentir los labios de su novio sobre su piel, dejando besitos húmedos y tibios…


-      C-Cerecita… ya estoy duro de nuevo.


-      ¿Otra vez? Sí que eres rápido gatito…


-      No molestes… es que me excita mucho cuando me besas así de rico…


-      Y a mí cuando dices las cosas tan directamente -le sonrió.


-      Vamos a mi cuarto.


-      Está bien.


Ante agradable levantamiento de temperatura en el ambiente el pelirrojo decidió dejarse llevar por el momento, entonces mientras que su gatito caminaba en dirección a las escaleras, el pelirrojo fue por detrás de él y lo levantó cargándolo como si fuera un niño más chiquito, pero era divertido y a la vez… algo excitante.


-      ¿Q-Que haces Gaara?


-      Llevando a mi gatito a su cama… ¿está bien?


-      S-Sí… -la actitud de Gaara cuando se ponía caliente hiso sonrojar al menor.


El mayor con su niño hermoso en sus brazos subió entre deprisa y despacio las escaleras, teniendo cuidado en donde pisaba pero al mismo tiempo algo ansioso por estar a solas con ese niño que tanto le gustaba y que hace solo unos días ya estaban comenzando a experimentar la magia del amor con algo más picante. Cuando llegaron a la habitación vacía y con una sola cama de plaza y media, el pelirrojo cerró la puerta con el pie y caminó hasta estar al frente de la cama. El pequeño azabache anticipando que Gaara ya lo dejaría abajo le dio un suave beso en la mejilla, que fue seguido de unos besos apasionados, que ninguno pudo evitar, los besos ahora tenían ese calorcito tan agradable… tan agradable que se extendía por todo el cuerpo y hasta hacia olvidar que haya afuera era invierno.


El más pequeño aún en los brazos del pelirrojo tomó con ambas manitas las mejillas de su novio, mientras que este luchaba por no perder el control y hacer cosas poco tranquilas con su noviecito tan lindo… y últimamente tan provocativo… después de tantos besos Gaara ya no pudo resistir el peso de su gatito, así que se tuvieron que separar para dejarlo en la cama.


-      Ahh… cerecita, no dejes de besarme por favor…


-      Te estás portando muy bien ¿sabes pequeño? -dijo en doble sentido el pelirrojo.


-      Tú me dijiste que tenía que decir por favor y gracias y portarme bien… sígueme llenado de besitos ¿sí?


-      Está bien, eres muy lindo y dulce…


Gaara en serio que estaba excitado, eso ya era un hecho, las palabras de amor ahora estaban con doble sentido pero lo mejor de todo… era que a su gatito también le gustaban esas nuevas sensaciones y no se negaba a jugar tan pícaramente con su novio, porque en serio le estaba gustando sentirse así. Poco a poco mientras compartían esas caricias se quitaban las prendas poco a poco, primero con los gorros y los guantes, luego las chaquetas y los zapatos, hasta que se quedaron en camisetas y pantalones. Sai recostado en la cama y Gaara casi apoyado sobre él.


-      Oye cerecita, ¿ahora si quieres ver mi bultito?


-      ¿Hablas en serio gatito?


-      Sip, el otro día te dije que te la mostraría… y ahora que esta durita quiero que la veas ¿oki?


-      B-Bueno…


Gaara se arrodilló sobre la alfombra de la habitación, viendo como su noviecito con piel tersa como porcelana se ponía de pie frente a él y desabrochaba su pantalón. Mientras que él mayor enrojecía cada vez más y su corazón latía a galopes, el menor se sentía divertido y tenía una sonrisa muy traviesa y curiosa en su carita. Cuando ya pudo desabrochar su pantalón, bajó la parte delantera de este con todo y ropa interior, dejando al descubierto su penecito, con la piel cubriéndole aún el glande.


-      ¿Ves? ¿esta bonito? -dijo el gatito sonriendo impaciente.


-      … Esta muy lindo…


-      ¿Te parece? Jajaja que bueno.


El pelirrojo de piel pálida se sentía emocionado, era la primera vez que veía el pene de otro chico aparte de su hermano mayor, cuando se bañaban de niños y además la diferencia era clara, este era el penecito de Sai… de su novio, un sentimiento de ternura lo invadió los primeros segundos, viendo el miembro de su llamado gatito, tan blanquito y algo pequeño, pero a la vez se veía duro y firme, era tan bonito a decir verdad… luego la vista del mayor cambio a la carita de Sai, lo vio con una cara de niño travieso, contento por haber hecho algo bien y esa sonrisa tan curiosa, luego vio como el pequeño relamió sus labios y eso si que hiso que el mayor volviera a entrar en calor, como si una ola de excitación lo envolviera una vez más, volvió a ver el pene de Sai y esta vez sintió su propio pene apretar bajo la ropa interior, ahora sí que las hormonas estaban reaccionado.


-      Oye ¿a ti también se te puso duro Gaara?


-      Ehh…


-      Jaja no intentes mentir, puedo ver tu bultito desde aquí.


-      Bueno sí, a mi también se me paró.


-      ¿Solo por ver mi pene? Waoh… ¡soy el mejor! -dijo con una sonrisa de orgullo.


-      Jaja, sí que lo eres mi pequeño, nunca lo dudes.


Sai amplió su sonrisa a lo que le dijo su novio y luego volvió a guardar su miembro en su ropa interior, “ahora te toca mostrarme el tuyo” dijo muy simplemente.    


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-      Waoh… es grande y blanco… ¡y tú tienes vellitos!


-      Ya sé, a ti también te van a creer algún día.


-      ¿en serio?


-      Sí, pero la verdad me gusta mucho más así sin vellitos, gatito.


-      Oki -le regaló una sonrisa.


Ambos novios estaban sentados en la cama, Gaara con los pantalones abajo y Sai solo usando su ropa interior blanca y limpia.


-      Gaara… ¿pue-puedo tocarlo?


-      ¿Quieres hacerlo?


-      Es que… es la primera vez que veo un pene de un chico mayor… y quisiera saber cómo… como se siente tocarlo.


-      Ok, puedes hacerlo, pero hazlo con cuidado.


-      Síp.


Sai acercó su manito derecha lentamente, Se sentía medio emocionado ante esa situación. Llegó a tocar el pene de Gaara, el cual estaba duro y caliente, el pelirrojo soltó un pequeño gemido al sentir la tibia mano de su noviecito en ese lugar tan sensible, pero sin dudas se sintió muy bien.


Algunos minutos después, el pelirrojo gemía despacio semi-recostado en la cama mientras Sai jugaba de forma traviesa y curiosa con el pene de su novio, le daba mucha gracia las caras graciosas que su cerecita hacia y además que estaba muy rojo, haciendo completo honor a su bonito apodo. El azabache menor movía ambas manos, frotando de arriba abajo el miembro del mayor.


-      Cerecita… ¿Qué es esa cosita pegajosa que sale de tu pene? Es transparente.


-      Se… se llama liquido pre-seminal, ahh… Sai…


-      “Pre-seminal” -repitió como aprendiendo una palabra nueva.


-      Ahh… sí…


-      Gaara… ¿podría verte desnudo y tú a mí? ¿quieres verme?


-      Gatito… no sabía que querías esas cositas.


-      Es que… en serio me gustaría verte, cuando te imagino desnudo mi cuerpo se calienta y…


Gaara tomó una de las manitos de Sai y con su otra mano tomó el mentón del menor haciendo que lo mirara a los ojos.


-      Te entiendo mi pequeño… sí tu quieres satisfacer esa curiosidad, yo como tu novio tengo que cuidarte y ver que estés contento.


-      Gaara…


-      Mi gatito Sai.


Sin más otra vez se besaron con unas ganas inmensas, las cortas edades de ambos chicos no importaban a la hora de amarse, dice que en el amor no hay sexo ni edades, pues en ese momento el pelirrojo y el azabache menor eran el ejemplo exacto de esa frase.


Al separarse del beso Gaara se quitó la camiseta y los pantalones, quedándose en bóxers rojos con franjas negras, tenía el cuerpo muy esculpido, no estaba lleno de músculos pero si era en verdad muy bello, con marcas de abdominales y unos pectorales pequeños pero hermosos y unos pezones rosaditos que provocaba que los pellizcaran.


-      ¡Eres muy, muy guapo mi cerecita!


-      Y tú eres la cosita más hermosa del mundo ¿sabes?


-      Sí tú me lo dices, pues ahora lo sé -le sonrió muy grande.


-      ¿Ya quieres verme desnudo?


-      Sip.


-      Ok…


El mayor se puso de pie frente a su novio que estaba sentado en la cama, y tranquilamente se bajó el bóxer, el cual calló hasta el suelo, dejando a la vista y en libertad la erección de Gaara, la cual se veía muy bella y simpática para Sai. “Me toca” dijo el más pequeño, se puso de pe en la cama y también se bajó su ropa interior, ahora Gaara podía ver a su hermoso noviecito completamente desnudo, su hermoso cuerpo tan perfecto y bonito, ser el novio de Sai era lo más hermoso que le hubiera podido pasar, eso pensó con una sonrisa el pelirrojo. Este se acercó más a la cama y con sus manos acarició lentamente y a la vez con ganas el hermoso cuerpo de Sai, pasando las manos por su pecho, sus pezones, su vientre planito, sus piernas y también sus nalguitas redonditas. Gaara estaba deleitado con la belleza pura de Sai, lo abrazó y llenó de besos el pecho y el vientre del menor, haciendo que este gimiera como gatito y también que jadeara un poco.


-      Cerecita, esto me pone cada vez más caliente… y mi penecito se pone más duro.


-      ¿Este penecito tan hermoso? -dijo, dándole un beso a la longitud del miembro de Sai.


-      Ahh… sí, oye se sintió muy bien.


-      ¿Quieres que te bese más?


-      Sí, ahí por favor.


Gaara le hiso caso a la petición de su novio y siguió dándole besitos al pene paradito de Sai, también besando sus bolitas, era algo tan tierno y a la vez excitante… Después de un rato entre besos y caricias, el pelirrojo tenía muchas ganas de terminar… pero Sai aún parecía muy tierno para intentar tener… cositas más fuertes, así que sería mejor…


-      ¿Quieres hacer cositas de grandes? -preguntó el mayor.


-      ¡Sí! ¡Ya soy grande, en unos días más cumpliré doce!


-      Cierto, tienes casi doce… pero hoy quiero hacer algo más suave contigo.


-      ¿Más suave?


-      Algo que nos va a gustar a los dos ¿oki?


-      ¡Oki! ¿Qué tengo que hacer?


-      Apóyate en la cama y muéstrame tu hermoso culito.


-      Sip.


Rápidamente ya estaban como lo había indicado el mayor, el cual ahora se encontraba besando las bellas nalguitas de su novio, le parecían hermosas y suavecitas, sin duda lo eran, después de esos besos Gaara puso su miembro aún duro entre las nalgas de Sai y poco a poco comenzó a frotar la extensión de su erección con esas nalgas tan redonditas y firmes. Sai no dijo nada ni hiso pregunta alguna, solo quería dejarse llevar por las nuevas sensaciones y sentir cada momento, lo que estaba haciendo con Gaara de pronto lo excitaba cada vez más, sentir el pene de su novio frotándose entre sus nalguitas… eso sonaba excitante también.


Mientras que el pelirrojo estaba perdido en una de las sensaciones más placenteras que había sentido hasta ahora, hace unos días solo se podía imaginar hacer eso con Sai pero ahora en ese momento, lo estaba haciendo al fin y absolutamente que era genial, mucho mejor que solo imaginarlo. Estuvieron haciendo ese ejercicio entre leves gemidos y sonrojos por un buen rato, hasta que el mayor ya no podía aguantar las ganas de…


-      Sai… Sai ahora me va a salir lechita de mi pene…


-      ¿En serio? Oki, ya había escuhado de eso antes… ahh…


-      Sai eres tan bueno, me encanta hacer esto contigo, ahh…


-      A mí, ohh… a mí también cerecita…


Con solo unos segundos más, Gaara eyaculó manchando el culito y también parte de la espalda de su noviecito.


-      Waoh… ¿esa es la lechita? Ahora estoy pegajoso, Jajaja.


-      Ahh… ufff… en serio que estuvo genial.


-      A mí todavía no me sale lechita ¿Cuándo me va a salir?


-      Cuando crezcas un poco más.


-      ¡Ok! Está bien porque ya falta poquito para mí cumple.


-      Sí… -el pelirrojo aun se recuperaba después de haber eyaculado tan rico.


-      La fiesta de mi cumple será en mi nueva casa Gaara, mis papás van a usar mi fiesta para estrenar la casa nueva ¿no es genial?


-      Sí, claro que lo es… entonces ya no vas a vivir aquí…


-      Voy a vivir a unas calles más abajo, no es mucho, pero estaré más cerquita al parque.


-      Ah que bueno gatito -le regalo un beso en la mejilla- ahora vamos a la tina, que tenemos que bañarnos.


-      ¡SIII! ¡Me voy a bañar con mi cerecita!


Ambos salieron de la cama y fueron de la mano hasta el baño de la habitación.


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Al día siguiente el pelirrojo no había prestado mucha atención a la clases, en realidad no había prestado mucha atención a casi nada desde que salió de la casa de Sai el día anterior, ahora pensaba en recoger a su gatito después de la escuela y llenarlo de besos, era un niño muy bien portado y pronto seria su cumpleaños.


A la hora del almuerzo Gaara también estaba distraído, ni me había dado cuenta que Naruto no estaba en la mesa con todos los demás, hasta que vio algo que sí llamó su atención. Naruto y Sasuke entraron juntos a la cafetería, muy juntos en serio y se sentaron uno al lado del otro en la mesa donde estaban el pelirrojo y los demás del grupo. Naruto tenía consigo una sonrisa de niño ilusionado y el azabache una leve sonrisa pero sincera. “¿En serio? ¿Ya por fin regresaron a ser novios?” preguntó Kiba viéndolos tan juntitos. Los mencionados se tomaron de la mano y asintieron a sus amigos. ¡Al parecer habría más de “Naruto y Sasuke” para rato!

Notas finales:

Hi one more time, y ¿que tal estubo? espero les haya gustado :3

Bad Boy (yo xD) esta muy contento en decirles que el próximo capítulo se llamará "Sin frenos" y tiene que ver con Naru y Sasuke con sus hermanos mayores, ya verán de que trata jeje. Ah y si esperaban lemon SasuNaru... pues para el próximo cap. puede ser >w< tendrán que leerlo.

En serio muchas gracias a todos mis lectores/as, en serio aprecio mucho que disfruten con la lectura y por dejarme sus geniales reviews, y los que aún no he podido responder mil disculpas, trataré de hacerlo en breve tiempo.

Es un placer escribir :D esperaré contento sus comentarios y hasta la próxima vez (prometo no demorarme tanto otra vez ^^)

See you later!!


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